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Universidad Popular

EJERCICIO INICIACION WORD - QUEVEDO


Formatos de fuente, párrafo. Bordes y sombreados

1. Abrir el documento “Quevedo”


2. Corregir los errores ortográficos (puede haber errores que Word los considera
pero no son tal al tratarse de formas antiguas del castellano)
3. Guardar con el nombre “Francisco Quevedo” para seguir trabajando.
4. Introducir los formatos siguientes:
- Sangrías de primera línea en todos los párrafos. Espaciado entre líneas de
1,5 y espaciado doble entre párrafos.
- Texto Justificado
- Poner negrita y cursiva donde corresponda
- Poner el poema centrado
- Colocar los títulos como aquí se indica. (negrita, dieciséis, Arial,
centrado, con borde para el del nombre de Quevedo y lo mismo pero en
cursiva y con sombra para la poesia.)
5. Meter un salto de pagina antes de la poesía y otro antes del texto del Buscón
6. Poner un encabezado de página con el nombre del alumno y un pie de página
con la fecha a la izquierda y el nombre del documento a la derecha.
7. Guardar de nuevo
8. Poner negritas como se muestra a continuación
9. Poner los títulos con bordes y sombreaos como se muestra a continuación:
10. Guardar y cerrar.

Francisco de Quevedo

Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) podría aspirar al primer puesto


en la poesía de su siglo y de cualquier época.

Nació en Madrid y su vocación política debió contribuir a formarle una


personalidad compleja y de contrastes. En su poesía se reflejan las tendencias más
espirituales frente a los sentimientos más bajos y groseros. Los chistes aparecen junto a
las actitudes más serias y la filosofía moral junto a la chabacanería más ingeniosa.

Una de las grandes dificultades para estudiar su poesía deriva de que,


generalmente, ésta circuló en copias manuscritas -como la contenida en el llamado
Cancionero antequerano o en el Cancionero de 1628- a lo largo de su vida. Quevedo
sólo pudo leer impresas 17 composiciones suyas en la famosa antología Flores de
poetas ilustres de Pedro de Espinosa (1605), u obrillas sueltas publicadas en diversos
romanceros.

A una nariz
Erase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,

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