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Participacion Chilena en El Iter Del Cap8
Participacion Chilena en El Iter Del Cap8
. ..................
JOSÉ IGNACIO FERNÁNDEZ SALDÍAS
1. INTRODUCCIÓN
En la literatura histórica y teológica del Vaticano II no es extraño encon-
trar referencias al rol jugado por el episcopado chileno en el iter redaccional de la
constitución sobre la Iglesia, tanto por el llamado esquema chileno, como por la
voz del card. Silva Henríquez, Arzobispo de Santiago, o la valorada figura de mons.
Manuel Larraín, Obispo de Talca y Presidente del Consejo Episcopal Latinoameri-
cano (CELAM) durante el Concilio.
La presente investigación tiene como objetivo recorrer el proceso de re- 115
dacción del capítulo VIII de la constitución Lumen Gentium fijando la atención en
3. INCORPORACIÓN AL DE ECCLESIA
Con los antecedentes anteriores se inicia el debate sobre el nuevo De
Ecclesia en la segunda sesión, y el card. Silva Henríquez, Arzobispo de Santiago de
Chile, ya en su primera alocución de 1963, no pierde la oportunidad de referirse
al esquema De beata Virgine Maria y de promover su inclusión en el esquema
acerca de la Iglesia8. Así también lo había hecho el card. Frings, Arzobispo de
Colonia, el día anterior que, al proponer un nuevo capítulo De Ecclesia in sanctis
1
Cf. Acta Synodalia, I/4, 12-91. En adelante AS.
2
Cf. AS, II/1, 215-281.
3
Cf. G. CANOBBIO, «La beata Vergine Maria», 425-426.
4
Cf. AS, I/4, 92-121.
5
Cf. G. CANOBBIO, «La beata Vergine Maria», 427.
6
Cf. ALGUNOS OBISPOS DE LA REPÚBLICA DE CHILE, «Esquema chileno», 164.
7
Cf. AS V/1 106.
8
Cf. AS, II/1, 366-368.
9
AS, II/1 344.
10
AS, II/1, 367.
11
Cf. AS, 367.
12
Congar anota en su Diario del Concilio que a favor de la incorporación se
manifiestan especialmente los Padres McGrath y Garrone, y el perito Philips. También
señala que se hace mención a los problemas ecuménicos con los orientales causados por
el dogma de la Asunción que aún no han sido superados. Cf. Mon journal du Concile,
Octubre de 1963 [d. 9]. En adelante DCong.
13
Cf. DCong, Octubre de 1963 [d. 9].
14
Cf. AS, II/3, 299-338.
de los Padres, preparada para el debate, el capítulo del esquema chileno acerca
de la Virgen María, que fue enviado como parte integral del esquema alternativo
para el De Ecclesia, es el único que figura sintetizado de modo independiente.
Además, se menciona que entre las observaciones recibidas, mientras un Padre
considera que el esquema de la Comisión preparatoria podría ser una base sólida
sobre la cual avanzar, de «altera parte quattuor Patres sunt qui postulant novam
redactionem, quorum unus commendat Schema oblatum ab Em.mo Cardinali Silva
Henriquez»15.
Las distintas posiciones respecto a la inclusión o no inclusión del De Bea-
ta fueron manifestación del modo en que la doctrina mariana venía afrontándose
especialmente durante la primera mitad del siglo XX. Por un lado, la exaltación
de la singular dignidad de la Virgen María hundía sus raíces en un movimiento
vinculado al card. Mercier desde principios de siglo, que buscaba incluso el reco-
nocimiento la función mediadora de la Madre de Dios por medio de un dogma. Por
otro, los movimientos de renovación estaban otorgando una nueva visión a la teo-
logía mariana al situar a la Madre de Jesús entre los pobres de YHWH, rescatar su
vinculación con la Iglesia16 y revisar la relación entre el culto mariano y el culto a
Dios17. A todo esto, se sumaba la dificultad de carácter ecuménico que la proclama-
ción del dogma de la Asunción había recientemente suscitado en 195018. Mientras
los primeros eran acusados de maximalismo mariano, ellos a su vez denunciaban
118 a los segundos de minimalismo19.
Cabe mencionar que las actas del Concilio recogen una observación es-
crita enviada por el obispo chileno Alfredo Silva Santiago antes del inicio de la
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tercera sesión20. En este documento, junto con manifestar el deseo que el Vaticano
II continúe el trabajo del Vaticano I y que confirme las prerrogativas del Sumo Pon-
tífice, solicita que la Virgen María sea proclamada Madre de la Iglesia21. Podría esto
ser interpretado como una posición maximalista en cuanto al tema mariano dentro
del episcopado chileno, pero es difícil hacer una afirmación al respecto, debido a
que no trae desarrollada ninguna explicación.
Tal como había sido acordado en la Comisión teológica, el card. Santos
expuso sus argumentos en favor de la mantención de un esquema propio para la
Virgen María, que tendieron a fundarse especialmente en la necesidad de desta-
car la singularidad de su cooperación en la obra de la salvación22. Mientras que
el card. König, en representación de la posición que promovía la inclusión en el
15
AS, II/3, 312.
16
En este ámbito son elocuentes algunas obras en el decenio precedente al
Concilio, tales como: H. RAHNER, Maria e la Chiesa; H. DE LUBAC, Meditación sobre la
Iglesia, IX. La Iglesia y la Virgen María, 335-399.
17
Cf. G. CANOBBIO, «La beata Vergine Maria», 423.
18
Cf. G. CANOBBIO, «La beata Vergine Maria», 423.
19
Cf. G. PHILIPS, La Iglesia y su misterio en el Concilio Vaticano II, II, 267.
20
Cf. AS, III/1, 775.
21
De hecho, durante la homilía de clausura de la tercera sesión conciliar, Pablo
VI declaró a María Madre de la Iglesia. Cf. AS, III/8, 916.
22
Cf. AS, II/3, 338-342.
23
Cf. AS, II/3, 342-345.
24
AS, II/3, 343.
25
Cf. AS, II/3, 344.
26
Cf. AS, II/1, 367.
27
Cf. G. CANOBBIO, «La beata Vergine Maria», 425; A. MELLONI, «El gran debate sobre
la Iglesia», 97.
28
Cf. AS, II/3, 627.
29
Cf. A. MELLONI, «El gran debate sobre la Iglesia», 100; Cfr. DCong, Octubre de 1963
[d. 29].
30
Cf. DCong, octubre de 1963 [d. 29].
31
Cf. AS, II/3, 816-824.
32
Cf. AS, II/3, 824-834.
33
AS, II/3, 830.
34
A. MELLONI, «El gran debate sobre la Iglesia», 84.
35
Cf. A. MELLONI, «El gran debate sobre la Iglesia», 84.
36
Cf. G. CANOBBIO, «La beata Vergine Maria», 431.
37
Cf. R. LAURENTIN, La Vierge au Concile, 17; E. TONIOLO, La beata Maria Vergine
nel Concilio Vaticano II, 241; G. CANOBBIO, «La beata Vergine Maria», 431.
38
Para seguir en detalle las distintas etapas de redacción Cfr. E. TONIOLO, La beata
Maria Vergine nel Concilio Vaticano II, 237-339.
39
Cfr. AS, III/1, 374.
40
Cfr. AS, I/3, 353-374.
41
Cfr. AS, I/4, 92-97.
42
Cfr. AS, II/3, 824-834.
43
Cfr. AS, 816-824.
44
Cfr. LG, 52-69.
La operosa La mediación de
maternidad María en el cielo
de María
El culto a la Santísima Sobre el culto a nues- IV. El culto de la
Virgen María tra Madre María Santísima Virgen en
la Iglesia
María Santísima, pro- Madre de la unidad de V. María, señal de
motora de la unidad los cristianos esperanza segura y
de los cristianos de consuelo para el
Pueblo de Dios en
marcha
45
Cf. R. SILVA HENRÍQUEZ, Memorias, II, 26.
46
Cf. DCong, Febrero de 1964 [d. 5].
in quo aeterno Patri complacuit omnem ple- in quo aeterno Patri “complacuit omnem ple-
nitudinem inhabitare, (Col 1, 19) rite nosca- nitudinem inhabitare” (Col 1,19), rite nosca-
tur, ametur, glorificetur, eiusque mandata tur, ametur, glorificetur, Eiusque mandata
serventur; serventur.
(AS II/3, 827) (LG 66)
47
Cf. AS, II/1, 367.
prosequi semper professa est» professa est” […] iudicium tamquam matrem amantissi-
(AS III/1, 354) historicum […] probari non mam prosequitur» (LG 56)
potest» (AS Appendix, 426)
«Unde Patres antiqui in prae- «Post verbum “Unde”, insera- «Unde non pauci Patres anti-
dicatione sua […]» (AS III/1, t u r “ n o n n u l l i ” [ … ] » qui in praedicatione sua […]»
356) (AS Appendix, 426) (LG 56)
«Mariae autem maternum «Deleatur verbum “extollit” «Mariae autem maternum
munus hanc Christi unicam nam est ambiguum […] sua- munus erga homines hanc
mediationem nullo modo obs- detur ut dicatur “clarius Christi unicam mediationem
curat nec minuit, sed extollit» ostendit” […]» nullo modo obscurat nec
(AS III/1, 358) (AS Appendix, 427) minuit, sed virtutem eius
ostendit […]» (LG 60)
«Pr opter ea B. Vir go in «Pro verbis “titulo Mediatricis” «Pr opter ea B. Vir go in
Ecclesia, praeterquam aliis, proponitur: “… titulis media- Ecclesia titulis Advocatae,
etiam titulo Mediatricis con- tricis, advocatae, auxiliatri- Auxiliatricis, Adiutricis,
decorari consuevit» cis, matris misericordiae, Mediatricis invocatur» (LG 62)
(AS III/1, 359) condecorar i consuevit”»
(AS Appendix, 428)
48
Cf. AS, Appendix, 425-429.
49
AS, Appendix, 428.
50
AS, Appendix, 428.
51
AS, Appendix, 428.
52
AS, Appendix, 428.
6. A MODO DE CONCLUSIÓN
Finalmente, después de un extenso y profundo debate, la constitución
sobre la Iglesia, fue votada y aprobada el día 19 de noviembre de 196453, y luego
promulgada por el Papa Pablo VI con el nombre de Lumen Gentium al terminar la
tercera sesión conciliar en la sesión pública del día 21 de ese mismo mes54. Su iter
redaccional permite reconocer las opciones respecto a los contenidos, estructura
y términos del texto, así como las motivaciones detrás de cada punto de llegada,
lo que se constituye hoy en un camino válido de transitar para una adecuada her-
menéutica.
En el proceso redaccional del capítulo VIII uno de los aportes chilenos
más emblemáticos se refiere al hecho mismo de la persistente búsqueda de que
el tratado mariano fuera incorporado al interno del esquema acerca de la Iglesia.
Este hecho, fue reflejo de una posición anclada en los movimientos de renovación 125
teológica del pre-concilio y a su vez firmemente sustentada en las intervenciones
53
Con un casi absoluto consenso de 2.134 placet de 2.145 votantes. Cf. AS, III/8, 407.
54
Cf. AS, III/8, 784-859.
BIBLIOGRAFÍA
TONIOLO, E., La beata Maria Vergine nel Concilio Vaticano II. Cronistoria
del capitolo VIII della costituzione dogmatica Lumen Gentium e sinossi di tutte le
redazioni, Roma 2004.
Mots clés
Concile Vatican II, Constitution Lumen Gentium, Chapitre VIII de Lumen
Gentium, Épiscopat chilien, Cardinal Silva Henríquez.
Key concepts
Vatican Council II, Constitution Lumen Gentium, Chapter VIII of Lumen
Gentium, Chilean Episcopate, Cardinal Silva Henríquez.