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Jorge Medina E., Pbro.

Decano de la Fac. de Teología.


Universidad Católica de Chile.

LA DOCTRINA SOBRE LA VIRGEN MARIA EN EL VATICANO 11

El texto del vresente artículo fue leído vor su autor en


una serie de conferencias que con el nombre de Theological
!ssues of Vatican II se realizaron en la Universidad de Notre
Dame, U.S.A., entre los días 20-26 de marzo de este año,
y en cuua oportunidad, Mons. Jorge Medina E. recibió el
doctorado honoris causa en Derecho Canónico de esa Uni-
versidad.

D . . ividiré esta expOSlClOnen la siguiente forma:


1.- Situación pre-conciliar de la doctrina sobre la Virgen.
2.- Breve historia del texto conciliar.
3.- Las grandes líneas del texto:
a) equilibrio;
b) retorno a las fuentes;
c) referencia a Cristo;
d) relación a la Iglesia;
e) indicaciones sobre el culto;
f) perspectiva ecuménica.
4.- Algunos problemas:
a) "Mater EccIesiae";
b) mediación;
c) corredención;
d) conciencia de la maternidad divina en la Anunciación;
e) sentido de la "virginitas in partu";
f) muerte de María.
Como es obvio, esta exposición no puede tocar ningún punto en profundidad.
Su objeto es más bien presentar una visión de conjunto dentro de los límites posí-
bIes. Un primer apéndice contiene un esbozo de inventario de la documentación
conciliar. La mayor parte de esos documentos no han sido publicados aún y serán
la base de monografías; en todo caso se indica donde pueden encontrarse. Un se-
gundo apéndice presenta una pequeña bibliografía, que no es una bibliografía ma-
LA DOCTRINA SOBRE LA VIRGEN MARIA 23

riológica, sino un conjunto de obras que tienen importancia por su relación bastante
cercana con el documento conciliar.

1.- SITUACION PRE-CONCILIAR DE LA DOCTRINA


SOBRE LA STMA. VIRGEN.

Es sumamente difícil hacer un diagnóstico sobre este punto que no sólo sea
objetivo, sino que sea generalmente aceptado como tal. Desde un primer momento
hay un factor de experiencia que se impone: estamos en un punto sensible de la
teología católica contemporánea.
Quiérase o no, una terminología un tanto simplista sirve para encasillar posi-
ciones: se hablaba de "maximalistas" y "minimalistas" (l). Y, como es evidente, una
tal terminología tenía necesariamente que suscitar oposiciones más o menos vehe-
mentes. Quien se siente tachado de "maximalista", percibe una crítica que pone
en duda el rigor teológico de su planteamiento; quien es calificado de "minimalista",
siente que se le hace un reproche de poca generosidad y amor hacia la Virgen,
cuando no de sospechoso "irenismo" encaminado a buscar la unidad con los demás
cristianos aún al precio de sacrificar la doctrina. Los estudios de Alois Müller (2),
de Laurentin (3) Y de Roschini (4) citados en la bibliografía ilustran bien a las
claras esta situación.
Esta esquematización se proyecta en una serie de campos de los cuales po-
demos señalar algunos, sin pretender agotar el elenco. Así, por ejemplo, la asigna-
ción de "principio fundamental" de la mariología (5); las tendencias llamadas "cris-
totípica" o "eclesiotípica" en lo referente a María (6); la concepción de la cele-
bración litúrgica de María (7); la terminología concerniente a la función de María
(8); la deducción de privilegios de la Virgen; la acentuación en su "función" o en
su "grandeza"; el subrayar lo que acerca a María a la humanidad y la pone en re-
lación con ella, o, por el contrario, lo que la sitúa en posición transcendente; el
acento sobre la absoluta transcendencia de Dios, o sobre la condición peculiarísima
de María entre las creaturas; el deseo de enriquecer los títulos de gloria de la Madre
de Dios, o el de guardar una sobria exposición de su papel en los designios d,~
salvación, cuidando la homogeneidad del conjunto de la teología (9).

( 1) Empleada incluso en las "Praenotanda" del primitivo texto oficial. Cf. Anexo 1:
doc. 1962 2, pág. 100.
(2) Cf. Anexo 2, NQ 5.
(3) Cf. id., NQ 3.
(4) Cf. id., NQ 6.
(5) Cf. Anexo 2, NQ 5, pág. 388, ed. castellana.
(6) Cf. ibid., pág. 394. A estas orientaciones hizo referencia la Relación oficial de pre-
sentación del texto a los Padres (d. anexo 1, 1964, 4) diciendo "Christotypica et
Ecclesiotypica interpretatio se invicem nullo modo excludunt, sed complent".
(7) Cf. R. Laurentin La question mariale (anexo 2, NQ 3), pág. 71.
(8) Ibid. pág. 78.
(9) Ibid. pág. 76 ss. Cf. también las apreciaciones expresadas en el texto policopiado de
los mariólogos españoles referido en el anexo 1, 1963, 7.
24 JORGE MEDINA E.

Debe anotarse aquí otro aspecto de esta situación compleja. Se ha repro-


chado a ciertas tendAncias más o menos frecuentes entre mariólogos, el manifestar
una cierta independencia y hasta prescindencia del resto de la teología (la), así
como de los fundamentos escriturísticos de la mariología.
Desde el punto de vista de la piedad del pueblo de Dios hacia María tarr.-
bién pueden apreciarse ángulos de diversificación. Diversificación que no sólo tiene
expresiones y acentos locales, sino que entraña un modo particular de vivir otras
realidades de la vida eclesial en relación con la piedad hacia la Madre de Dios. Y
sin dejar de notar el mayor o menor acento de afectividad que ella implica.
Todos estos aspectos, tan sumariamente enumerados, muestran porqué, a la
víspera del Concilio la doctrina católica sobre la Virgen María presentaba una con-
dición peculiar: sobre la base de un acuerdo fundamental, una diversificación bas-
tante marcada capaz, en circunstancias determinadas, de producir en el observador
superficial la impresión de un desacuerdo bastante radical. Así se llegó al extremo
de que la prensa, o más bien cierta prensa, diera la impresión de que los Padres
conciliares se dividían a este respecto en "pro-marianos" y "anti-marianos". Todos
sabemos los lamentables ecos que una tal información produjo en el pueblo cristiano.
Lo dicho explica el porqué de la dificultad que tuvo el Concilio para llegar
a un texto sobre la materia. Casi todos los textos conciliares hubieron de pasar por
el cedazo de corrientes más o menos divergentes y ello impuso la aceptación de
matices a lo largo de su elaboración. Pero no en todas las corrientes de opinión
se manifestaron con igual intensidad. Puede decirse que el capítulo VIII de la Cons-
titución dogmática "Lumen Gentium", constituye uno de los casos mayores de la
dialéctica conciliar, junto con el cap. 111 de la misma Constitución, la "Declaración
sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas" y la "Declaración
sobre la libertad religiosa". La "Constitución dogmática sobre la Hevelación" per-
tenece también a este grupo de documentos, sobre todo en su etapa inicial.
No sería realista decir que el documento conciliar sobre la Sma. Virgen ha
producido ya la síntesis entre las diversas tendencias. Pero puede decirse que ofrece
una base para dicha síntesis.

2.- BREVE EXPOSICION HISTORICA SOBRE LA FORMACION


DEL TEXTO (11).

a) Primera etapa: Desde los traba;os preparatorios hasta principios de 1963.


En la primera mitad de 1962 estaba listo un texto preparado por la comisión
teológica preparatoria. Destinado primitivamente a formar parte del esquema sobre
la Iglesia, fue posteriormente constituido en esquema separado. Presentado a la
Comisión Central, fue retocado por ella y se distribuyó a los Padres el 23 de noviembre

(10) Discurso conciliar del Cardenal Raúl Silva, en nombre de más de 40 Padres, pro-
nunciado el día 1Q de octubre de 1963.
(11) Sobre este tema puede consultarse La Vierge au Concile de R. Laurentin (anexo
2, NQ 1), págs. 8 - 50.
LA DOCTRINA SOBRE LA VIRGEN MARIA 25

de 1962, durante la primera sesión del Concilio, impreso en el mismo fascículo en que
se presentaba el primer esquema de Constitución sobre la Iglesia (12). Durante el
primer debate sobre el esquema De Ecclesia (13), debate que debe considerarse
como de orientación, no menos de cuatro Padres abogaron por la reintegración del
esquema sobre la Sma. Virgen en el esquema sobre la Iglesia. Y los Cardenales
Suenens y Montini expresaron ya entonces sus votos acerca del título de "Madre
de la Iglesia" (I4).

b) Segunda etapa: 1963.

A principios de febrero de 1963 el Cardenal Raúl Silva presentaba a la


Comisión de la doctrina de la fe y costumbres un volumen policopiado bajo el
título de "Annotationes generales in Schema Constituionis De Ecclesia" (15). En
dicho volumen, patrocinado por un grupo de Obispos chilenos, la doctrina sobre
la Virgen ocupaba el último capítulo "ut summa t~tius De Ecclesia Constitutionis"
(16). Presentaba un texto nuevo cuyo objetivo era enmendar, decía, ciertos de-
fectos del esquema oficial. Manifestaba explícitamente una preocupación ecumé-
nica y pastoral; hacía amplio uso de la Sagrada Escritura; empleaba un lenguaje
más sobrio y era más cuidadoso en lo referente a las cuestiones controvertidas (17).
Puede decirse que este texto fue el punto de partida para despertar la inquietud
sobre la composición de un nuevo texto (18).
Durante la segunda etapa conciliar (19) el trabajo sobre el texto doctrinal
mariano se hizo más intenso. Dos puntos debían resolverse: primero el de la in-
tegración o no integración en el esquema sobre la Iglesia, y enseguida, la compo-
sición del texto mismo. Ambos puntos se desarrollaron en forma relativamente pa-
ralela, si bien el primero fue resuelto antes que el segundo.
aa) La integración. Durante el segundo debate sobre el esquema De Eccle-
sia el Cardenal Frings, Mons. Ferrero, Mons. Gargitter, Mons. Garrone en nombre
de varios Obispos franceses, Mons. Elchinger y Mons. Méndez Arcea hablaron en

(12) Cf. Anexo 1, 1962, 2.


(13) Se realizó entre los días 1\l Y 7 de diciembre de 1962.
( 14) El P. Rahner escribió algunas anotaciones policopiadas a este primer texto. Más tar-
de los Padres de lengua alemana y la Conferencia de los Obispos de Escandinavia
presentaron numerosas anotaciones y enmiendas al texto primitivo, basadas en par-
te en las anotaciones del P. K. Rahner. En la presentación de estos Padres, muy
notable por su precisión teológica, se pedía la integración al esquema De Ecclesia.
Estos documentos, policopiados, existen en numerosos archivos privados de Padres
conciliares. S. B. el Patriarca Máximos IV hizo también observaciones al texto.
( 15) Cf. Anexo 1, 1963, 1.
( 16) Ibid., pág. 84.
( 17) Ibid., pág. 87.
( 18) De hecho el P. Rahner y los Obispos germanos y escandinavos consideraban más
bien la idea de enmendar el primitivo texto oficial.
(19) Este período de Congregaciones Generales va desde el 30 de septiembre hasta el
4 de diciembre de 1963.
26
- JORGE MEDINA

pro de la integración. Contra ella habló el Cardenal Arriba y Castro (20). El


E.

Cardenal Silva dijo en esa oportunidad: "... exoptamus ut etiam doctrina de B.


M. V. in schemate De Ecclesia inseratur. In nostris enim regionibus Americae
Latinae, pietas ac cultus erga Sanctissiman Dei Matrem saepuius formas nimis se-
paratas a Mysterio Christi eiusque Ecclesiae assumit. Magni momenti ac utilitatis
tum oecumenicae cum pastoralis pro omnibus esse arbitramur quod doctrina mario-
lógica non appareat ut corpus quoddam theologicum a se, quasi independens, sed
suum locum obtineat in toto complexu nuntii salutis. Sic ditabitur et expositio
doctrinalis de Ecclesia et expositio doctrinalis de B. M. V." (21). El problema
f'staba planteado y no fue resuelto en la Comisión, sino que fue deferido al Aula.
La Comisión teológica deputó a dos Cardenales para que expusieran a los Padres
las razones de una y otra posición; el Cardenal Rufino Santos abogó por el esquema
separado y el Cardenal Franz Konig por la integración (22). El asunto debía re-
solverse por votación el 29 de octubre. Una activa propaganda se desarrolló para
ilustrar a los Padres sobre las ventajas e inconvenientes de una u otra solución (23);
los escritos contrarios a la inserción acentuaban el juicio de que la inserción resul-
taba menos honorífica para la Madre de Dios. El resultado de la votación, realizada
en un ambiente tenso, fue el de un estrecho margen en favor de la inserción:
1.114 contra 1.074 y 5 votos nulos. La votación resolvía en principio el segundo
punto: el primitivo esquema oficial debía ser adaptado en vistas a su inserción, y
dicho trabajo sería efectuado por la Comisión teológica.
bb) Hacia un nuevo texto. Desde comienzos de la segunda sesión se hi-
cieron diversos esfuerzos tendientes a la redacción de un texto apropiado. El P.
Abad C. Butler presentó uno (24); el Cardenal Silva presentó otro, reedición co-
rregida del presentado anteriormente (25). Finalmente ambas fuentes se pusieron
de acuerdo en un tercer texto, el cual fue igualmente presentado a las autoridades
conciliares (26). Es interesante el programa que señalaba el Cardenal como desi-
deratum de un texto mariano: "19 Usus textuum S. Scripturae ad doctrinam maria-
nam pertinentium; 29 Sensus eschatologicus, qui mirabiliter in Assumptionis dog-
mate cernitur; 39 Indoles pastoralis, qua omnes christifideles ita doctrina de B. M.
V. imbuantur ut eam intime cum Christo Domino eiusque Ecclesia connexam con-
templentur; 49 Mirabilis adimpletio in vita B. M. Virginis spiritus Beatitudinum
evangelicarum; 59 Solida ac ecclesialis doctrina, qua concordius inter catholicos theo-
logos de Dei Genitrice sermo fiat; et 69 Propositio doctrinae ita ut nulla veritate
detracta vel obscurata, novae definitiones dogmaticae et opiniones non communes
vitentur" (27). Ninguno de estos textos fue adoptado como texto base de discu-

(20) Cf. La Vierge au Concile, pág. 12.


(21) Discurso del lQ de octubre de 1963. Cf. supra, nota (10).
(22) Cf. anexo 1, 1963, 5.
(23) Cf. anexo 1, 1963, 7.
(24) Cf. anexo 1, 1963, 2.
(25) Cf. anexo 1, 1963, 3.
(26) Cf. anexo 1, 1963, 4.
(27) Carta del Cardenal Silva a los Moderadores del Concilio, presentando el texto. Hay
ejemplares policopiados en archivos particulares.
LA DOCTRINA SOBRE LA VIRGEN MARIA 27

sión. Una Comisión especial formada por los Cardenales Santos y Konig, y por SS.
EE. Doumith, maronita y Théas, Obispo de Lourdes intentó un acuerdo sobre un
proyecto que seria sometido a los representantes de las Conferencias episcopales,
pero tal acuerdo no maduró lo suficiente. Al fin el asunto quedó entregado a dos
teólogos representantes de los diversos grupos de opinión: el P. Balic (28) soste-
nedor del antiguo "texto oficial", y Mons. Philips que llegaría a ser el artífice del
texto sometido en definitiva a los Padres.

c) Tercera etapa: 1964.

Cinco redacciones sucesivas realizadas por Mons. Philips y sometidas al P.


Balic desembocaron en un proyecto de texto que la Comisión teológica examinó
rápidamente en marzo de 1964 (29). Las enmiendas propuestas por los Padres
fueron examinadas por el redactor y en junio la Comisión volvió a examinar el
texto, más detenidamente esta vez. Corregido nuevamente, el texto fue impreso y
distribuido a los padres en el volumen que contenía el texto enmendado de los
seis primeros capítulos De Ecclesia (30). Pero había una diferencia importante:
mientras dichos seis primeros capítulos estaban ya discutidos y listos para ser vo-
tados, los capítulos 7 y 8 estaban sólo en la etapa de texto base para la discusión.
Los días 16 y 17 de septiembre, apenas iniciada la tercera sesión conciliar, se
discutió el texto. Los padres eran conscientes de la dificultad del asunto y aunque
las tendencias opuestas se expresaron claramente, era claro que no se podía extre-
mar. El esquema, óptimo entre los posibles, representaba, al decir del Cardenal
Frings, un compromiso en el que cada cual debía ceder algo a fin de llegar a la
aprobación general. La Comisión examinó los "postulata" de los Padres y un nuevo
"Textus emendatus" fue distribuido a los padres para servir de base a la votación
(31). Producida ésta, la Comisión examinó los "modos" y propuso al Aula el re-
sultado de sus deliberaciones al respecto (32). Aprobadas por la Congregación
General las últimas modificaciones introducidas por la vía de los modos el texto
fue promulgado el 21 de noviembre de 1964 (33).

3.- LAS GRANDES LINEAS DEL TEXTO CONCILIAR

a) Un texto de equilibrio.

Apenas es necesario justificar esta característica después de lo dicho sobre


la situación ¡lre-conciliar. Aunque ello pareciera innecesario en otros temas, el

(28) El Revmo. Padre Carlo Balic, Presidente de la Academia Mariana internacional, fue,
al decir de Laurentin, el principal autor del texto primitivo. Cf. La Víerge au Con-
die, pág. 21.
(29) Cf. La Víerge au Concile, pág. 21.
(30) Cf. anexo 1, 1964, 3.
(31) Cf. anexo 1, 1964, 6.
(32) Cf. anexo 1, 1964, 7.
(33) Cf. anexo 1, 1964, 8 y 9.
28 JORGE MEDINA E.

Concilio dej6 aquí en claro que no tenía el prop6sito de dirimir los problemas aún
no plenamente ilustrados por los trabajos teol6gicos. Y agreg6 que las sentencias
libremente propuestas en las escuelas acerca de María conservaban sus derechos
doctrinales (34). F6rmulas muy prudentes que alcanzan su plena significaci6n a
la luz del primitivo texto oficial, el cual, a juicio d{; algunos te610gos, se comprometía
en asuntos disputados y posiciones de escuela (35). El mismo equilibrio requería so-
briedad en los enunciados, aspecto en el que hubo un progreso manifiesto con respecto
al primer texto. Con raz6n pudo decir un padre: "Expositio doctrinae huius ca-
pitis sapienter intendit ea quae clare traditionalia sunt proponere, abstinens a novis
definitionibus, quin ea qua e ad catholicam doctrinam indubie pertinent ullo modo
obscurentur vel mimlÍ videantur... Cum vero expositio catholicae doctrinae for-
mulas aliquantulum diversas induere possit, salva semper substantiali identitate,
apud Ecclesias orientales et apud Ecclesiam latinam, videtur omnino necessarium
ut in proponenda doctrina de Beata Maria Virgine talibus utamur expressionibus
quae possint ab omnibus tanquam propriae acceptari" (36). Notemos de paso que
las pocas intervenciones orientales que hubo fueron positivas en general, si bien
reticentes al título de "Mediadora". Del equilibrio del texto se desprende una
conclusi6n importante que recogeremos al hablar del culto mariano.

b) Un texto que procura tener en cuenta las fuentes.

No es posible hacer aquí un estudio en detalle de este aspecto del texto,


pero su simple lectura ofrece una justificación de los enunciados por medio de la
doctrina bíblica y patrística. En sucesivas redacciones del texto se cuid6 el que la
presentaci6n de las fuentes fuera siempre objetiva, sin pretender usar un texto
determinado fuera de su contexto, o en un sentido acomodaticio. Es esa la razón,
por ejemplo, del empleo de la partícula "cf" en numerosas citas bíblicas que se
emplean, o no literalmente, o en un sentido más amplio que el que se desprende
del rigor literal (37). El mismo esfuerzo de vuelta a las fuentes ha dictado dis-
creción en el empleo de textos de los Sumos Pontífices. No es que el Concilio des-
conozca o, menos aun, niegue o contradiga el magisterio Pontificio, pero eS un
hecho que no siempre es fácil discernir el género literario de los diversos docu-
mentos, tanto más cuanto que los Romanos Pontífices ejercitan funciones diversas,
como ser, por ejemplo, la de Primado de Italia, Patriarca de Occidente y Primado
de la Iglesia universal. Estos niveles, jurídicamente diversos, se reflejan en cierto
modo en los actos de los Papas, los cuales no siempre constituyen actos de supremo
magisterio. Y es preciso distinguir además una afirmación contenida en un docu-
mento directamente doctrinal, de otra expresada en un documento más directa-

(34) Cf. Constitutio dogmatica De Ecclesia, "Lumen Gentium", NQ 54. Ed. Polyglota
Vaticana 1964, pág. 61. En adelante se citará la Constitución con la abreviatura
"LG", el número, y la página de la edición referida.
(35) Cf. los documentos citados en la nota (14).
(36) Discurso del Cardenal Raúl Silva, a nombre de 44 Padres conciliares, pronunciado
en la Congregación General de fecha 16 de septiembre de 1964.
(37) Cf. LG, principalmente los nn. 55 - 58; págs. 61 - 63.
LA DOCTRINA SOBRE LA VIRGEN MARIA 29

mente orientado a la piedad. Una expreslOn pontificia no excluye siempre legítimas


diferencias entre católicos, sobre todo cuando no constituye una constante (38) .
Aunque el texto del Vaticano n no contenga una exposición de toda la doctrina
sobre la Virgen (39), puede decirse con todo que nada de lo que constituye el
patrimonio común de cuantos viven en la comunión católica ha sido olvidado (40).
y ello precisamente por el cuidado de presentar la doctrina sobre la base de las
fuentes.

c) Un texto constantemente referido a Cristo.

La naturaleza pastoral de la actividad del Vaticano n, imponía acentuar


en la doctrina mariana esta característica. Y esto no sólo por consideraciones ecu-
ménicas, sino para aportar una línea de orientación al movimiento de la vida
cristiana dentro de la misma Iglesia católica. A veces ciertas imperfecciones, y aún
desviaciones, se originan más bien de lo que no se dice, que de la expresa afir-
mación de proposiciones erróneas (41). Es la ausencia de un elemento lo que hace
perder equilibrio al conjunto. Por este motivo el Concilio recalca diversos puntos
de doctrina tendientes a mantener el equilibrio necesario a una recta comprensión
de la fe. Así, la doctrina que afirma la redención de María (42), la afirmación
de la única mediación de Cristo (43) Y de la unión inmediata de los fieles con
Cristo (44). María no se interpone entre Cristo y nosotros, sino que pone su poder
de intercesión al servicio de una más estrecha unión entre la Cabeza y los miem-
bros del Cuerpo Místico, unión que no se realiza en forma mediata sino inmediata.
Por esta misma razón el Concilio advierte a los ministros de la Palabra de Dios
que hagan ver cómo los dones y privilegios de la Sma. Virgen están siempre refe-
ridos a Cristo, fuente de toda verdad, santidad y piedad (45). En plena conso-
nancia con esta característica del documento conciliar están las palabras de S. S.
Paulo VI en su alocución de clausura del tercer período conciliar: "deseamos
principalmente que se muestre a plena luz el hecho de que María, humilde sierva
del Señor, se orienta o refiere totalmente a Dios y a Cristo Jesús, nuestro único

(38) Piénsese por ejemplo en el título de "corredemptrix", empleado con cierta frecuen-
cia por Pío XI, y no empleado por sus sucesores.
(39) CL LG, NQ 54, pág. 61.
(40) Cf. la Relación de presentación del texto por Mons. Roy: "Concilium Yero, secundum
universalem suam methodum, in controversias inter catholicos theologos non intrat,
sed ubique placita fundamentalia doctrinae catholicae fidelibus exponit, circa quam
omnes Patres concordant, ut exinde tum praedicatio pastoralis solide fulciatur, tum
pietas populi christiani enixe foveatur". Anexo 1, 1964, 4.
(41) Cf. las observaciones de Otto Semmelroth en Le sens des sacrements, ed. La pensée
catholique, Bruxelles, 1963, pág. 13 s.
(42) Cf. LG, n. 53, pág. 60: "Intuitu meritorum Filii sui sublimiore modo redempta "
(43) CL LG, n. 60, pág. 64: "Unicus est Mediator noster secundum yerba Apostoli .
Mariae autem maternum munus erga homines hanc Christi unican mediationem nul-
lo modo obscurat nec minuit, sed virtutem eius ostendit". CL también n. 62, pág. 65.
(44) Cf. LG., n. 60, pág. 64: "Omnis enim salutaris Beatae Virginis influxus ...; unionem
autem immediatam credentium cum Christo nullo modo impedit sed fovet".
(45) Cf. LG., n. 67, pág. 68.
30 JORGE MEDINA E.

mediador y Redentor" (46). Y el Legado papal al Congreso de Santo Domingo


decía: que "el medio de reconocer una auténtica piedad y amor hacia la Madre de
Dios no es otro que el de aquilatar hasta qué punto dicha piedad conduce al
Señor" (47). Esta orientación del texto conciliar responde bien a los votos de aque-
llos padres que expresaron el deseo de ver una mayor homogeneidad en el pueblo
cristiano entre las manifestaciones de devoción hacia la Madre de Dios, y su par-
ticipación en la vida litúrgica y sacramental, centro y cumbre de toda la vida
eclesial (48) .

d) Referencia a la Iglesia.

No sólo por el hecho de haber sido integrado en la Constitución sobre la


Iglesia, sino por la naturaleza misma de las cosas, tenía este texto que guardar una
referencia a la Iglesia. Esta referencia puede considerarse en dos planos diferentes:
María como tipo de la Iglesia, y María en cuanto ejerce un papel maternal en la
Iglesia. Ambos aspectos tienen relieve en el texto. En el especto tipológico, hace
notar el Concilio que la Iglesia ha llegado ya a su perfección en María, mientras
los fieles luchan aún contra el pecado (49). Esta tipología de la Virgen por res-
pecto a la Iglesia se advierte no sólo en cuanto ella es el ejemplar acabado de la
fe, esperanza y caridad, sino que se realiza en cuanto el estado presente de Maria
en los cielos constituye un signo del estado futuro de la Iglesia (50). La misma
tipología de la Virgen con respecto a la Iglesia conduce al segundo aspecto de su
referencia a ella. Son muy frecuentes en el texto conciliar las expresiones que sub-
rayan el papel maternal de María en la Iglesia (51), afirmaciones que se resumen
en que ella "es nuestra madre en el orden de la gracia". Esta maternidad consiste
en que María ejerce un influjo en la adquisición de la nueva vida a que son lla- ./
mados los miembros del Cuerpo de Cristo (52). Este influjo es doble: por una
parte se manifiesta en la maternidad divina de Cristo, primogénito de muchos
hermanos, por otra en su múltiple intercesión, por la cual se sitúa dentro de la
economía presente de la dispensación de los dones de lo alto (53). Pero este inflUjo
"rJo nace de la necesidad de las cosas, sino del beneplácito divino y de la sobre-
abundancia de los méritos de Cristo; se apoya en su mediación, depende totalmente
de ella y de ella saca toda su fuerza" (54). El Concilio no determina más el al-

(46) Cf. L'Osservatore Romano, 22 de noviembre de 1964.


(47) Cf. Teología y Vida, vol. VI, n. 2, pág. 71. Cf. anexo 2, n. 8.
( 48) Cf. Constituci6n "Sacrosanctum Concilium" sobre la liturgia, nn. 7 y 10.
(49) Cf. LG., n. 65, pág. 66.
(50) ef. LG., n. 68, pág. 68.
(51) Cf. LG., n. 53, pág. 50, "mater membrorum"; n. 54, pág. 61: "mater hominum,
maxime Hdelium"; n. 61, pág. 64: "mater nobis in ordine gratiae exstitit"; n. 62,
pág. 65: "Haec autem in gratiae oeconomia maternitas Mariae indesinenter perdu-
rat", etc.
(52) Cf. LG., n. 63, pág. 66: "...ad quos (Hdeles) gignendos et educandos materno amo-
re cooperatur".
(53) Cf. LG., n. 62, pág. 65.
(54) Cf. LG., n. 60, pág. 64.
LA DOCTRINA SOBRE LA VIRGEN MARIA 31

cance del papel maternal de María porque expresamente quiere abstenerse de un


pronunciamiento en asuntos de escuela.

le,) El culto a la Virgen.

Es sabido que el culto a María reviste características muy variadas dentro


de la Iglesia católica, dentro de una constante muy apreciable de rendir homenaje
a la Madre de Dios. Acerca del culto el Concilio se limita a directivas u orienta-
ciones generales que en buena parte no son sino consecuencias de lo dicho hasta
aquí. Establecido el hecho de dicho culto, señala de inmediato el Concilio la dife-
rencia entre el culto a María y a Dios, diferencia que califica de esencial (55).
Esto tiene importancia tanto del punto de vista ecuménico, para disipar malenten-
didos, como desde el punto de vista pastoral, para inculcar a los fieles que todo
culto debe ir orientado en definitiva al Altísimo. Las formas ortodoxas de piedad
hacia María hacen que "al honrarse la Madre, el Hijo, para quien fueron hechas
todas las cosas (d. Col. 1, 15-16) Y en quien quiso el Padre Eterno que "habitase
toda plenitud" (Col. 1, 19), sea debidamente conocido, amado, glorificado, y sean
observados sus preceptos" (56). Insiste el Concilio en la preeminencia del culto
litúrgico a María, lo que entraña una más fuerte referencia a Cristo y a la Tri-
nidad, propia del género litúrgico, máxima expresión de la piedad de la Iglesia,
sin perjuicio de las formas tradicionales de piedad extralitúrgica (57). Aparte de
la recomendación de un equilibrio en la predicación equidistante de la "falsa su-
perlación" y de la "exagerada estrechez", insiste el Concilio en evitar con cuidado
"todo lo que en palabras u obras puede inducir a error a los hermanos separados o a
otras personas acerca de la verdadera doctrina" en este aspecto (58). y termina con una
advertencia relativa al sentimentalismo y a la credulidad vana, para recalcar que
la verdadera devoción consiste en el conocimiento de la grandeza de María por la
verdadera fe, en el amor filial y en la imitación de sus virtudes (59). Quien lee
esta parte del texto conciliar, no puede menos de pensar que el Concilio considera
que hay capítulos de la devoción hacia la Virgen que merecen atención y que son
susceptibles de enmienda y reorientación.

f) Se1l<tidoecuménico.

El valor ecuménico del texto sobre la Virgen radica precisamente en el


conjunto de las características enunciadas anteriormente. Es justamente su so-
briedad, su referencia a las fuentes, la situación de María con respecto a Cristo y
a la Iglesia, las orientacionés sobre el culto, lo que constituye un elemento de

(55) Cf. LG., n. 66, pág. 67. Pareció más exacta esta expresión que la de "distancia
infinita" propuesta por algunos Padres. No se usó el término hyperdulía por no
ser empleado en Oriente.
(56) Cf. LG., n. 66, pág. 67.
(57) Cf. LG., n. 67, pág. 67.
(58) Cf. LG., n., 67, págs. 67 y 68.
(59) Cf. LG., n. 67, pág. 68.
32 JORGE MEDINA E.

mejor comprenslOn y de diálogo. Más aún, la misma inserción de la doctrina sobre


la Virgen dentro de la Constitución sobre la Iglesia, es un hecho de valor ecumé-
nico en cuanto se presta a situar un punto difícil para los cristianos no católicos,
dentro de un contexto más asequible. La indicación que se lee en el decreto sobre
el ecumenismo en el sentido de considerar el orden o jerarquía de las verdades que
constituyen la doctrina de la Iglesia (60), ha sido observada en el capítulo VIII de
la Constitución sobre la Iglesia y por eso trata de fundar sólidamente la predicación
pastoral y la piedad de los fieles procurando una mayor penetración de los misterios
que no la simple extensión material y la multiplicación de los títulos (61). Dos
juicios pueden servir para apreciar la resonancia ecuménica del texto. Del lado
anglicano dice el Prof. de Waal: " ... je ne puis terminer sans dire quelques mots
a propos du chapitre consacré a la Bienheureuse Vierge Marie. Son équilibre doit
nOlls paraitre comme méritant pour une grand part notre admiration, en combinant
comme il le fait, une insistence sur la seule mediation de Jésus Christ, avec l'affir-
mation que Notre Dame est le signe que, a l'intérieur de I'Eglise, tout le peuple
de Dieu est appelé a participer a l'oeuvre de sa rédemption" (62). Un teólogo
luterano, el Prof. Mainhold opina que "on peut dire que l'incorporation des exposés
mariologiques dan s la Constitution De Ecclesia, souhaitée par un grand nombre de
Peres conciliaires, est un progreso Ce fait constitue aussi une prevenance envers
toutes les Eglises non catholiques romaines, lesquels auraient été particulierement
heurtés par un nouvel exposé mariologique isolé" (63).
Puede decirse que la cita expresa de los textos de la S. Escritura que pre-
sentan dificultades desde el punto de vista de la teología de la Madre de Dios (64),
así como la explicación del sentido de los últimos dogmas marianos en el designio
salvador de Dios son aportes no despreciables en el campo del ecumenismo (65).

4.-ALGUNOS PROBLEMAS MARIOLOGICOS A LA LUZ DEL VATICANO 11.

a) Mater Ecclesiae.

Es sabido que hubo en el Concilio un movimiento bastante amplio sobre la


conveniencia o no conveniencia de emplear este título con referencia a María. Sin
poder pretender una precisión absoluta, puede decirse que fueron numerosos los
padres que solicitaron el empleo de este título y numerosos también los que se
manifestaban contrarios. Sabido es que la Comisión teológica, si bien hizo amplio
lugar a la idea del papel maternal de María en la Iglesia (66), no quiso emplear
explícitamente el título "Mater Ecclesiae", tal vez por no dar margen a interpre-

(60) Cf. Decreto "Unitatis redintegratio", n. 13.


(61) Relación de presentación del texto. Anexo 1, 1964, 4.
(62) Cf. Irénikon, 1965, NQ 3, pág. 30S.
(63) Cf. Ibid., págs. 324 S.
( 64) Cf. LG., nn. 57 y 5S, pág. 63.
(65) Cf. LG., n. 56, pág. 62, con respecto a la Inmaculada Concepción; n. 59, pág. 64,
con respecto a la Asunción.
(66) Cf. supra, notas (51) y (52).
LA DOCTRINA SOBRE LA VIRGEN MARIA 33

taciones menos rectas que pudieran perjudicar innecesariamente la causa del ecu-
menismo. El Sumo Pontífice juzgó oportuno proclamar solemnemente este título y
lo hizo en la Sesión pública del 21 de noviembre de 1964. La declaración se sitúa
en la línea del documento conciliar que recalca mucho el papel maternal de la
Virgen. La proclamación de Paulo VI llama a María "Mater Ecclesiae, hoc est
totius populi christiani, tam fidelium quam Pastorum", precisión muy útil para
comprender el sentido de la palabra "Iglesia" en este documento y disipar equívocos:
la maternidad de María se refiere a las personas y no a los elementos institucio-
nales de la Iglesia. Su maternidad está en el orden de la gracia personal y no en
el de la institución de los medios de gracia. Otra precisión muy útil aporta el dis-
curso del Papa: María está muy próxima a nosotros. Como nosotros es hija de
Adán y por lo tanto también hermana nuestra a causa de la común naturaleza
humana (67).

b) "Mediatrix".

Desde hace cuarenta años ha habido en la Iglesia un desarrollo considerable


de estudios acerca de la mediación de María. El tema sin embargo no ha llegado a
una madurez y subsisten entre católicos serias divergencias acerca de ella. Desde
luego, toda una corriente, que se hizo claramente presente en el Concilio, que no
mira con buenos ojos la aplicación a María de expresiones o títulos que son propios
de Jesucristo. Existe un temor de que el pueblo cristiano no perciba la diferencia
que hay en el contenido en uno y otro caso. Y luego los problemas teológicos de-
rivados de la extensión de la mediación ("mediatrix omnium gratiarum") y del
modo de ejercicio lle una tal mediación (68). El texto promulgado es mucho más
cauto que el primitivo texto oficial. Nada dice de una mediación universal, ni de-
termina su contenido. Y si emplea el título, lo hace junto con otros y con dos ex-
plicaciones: primero, que debe entenderse de tal modo que nada agregue ni dis-
minuya a la dignidad y eficacia de Cristo único mediador, y enseguida, que tal
mediación se sitúa en la línea de la partición de los bienes divinos de tal modo
que no puede colocarse o "connumerarse" al nivel de la mediación de Cristo. El
ejemplo del sacerdocio y su participación ofrece una analogía (69).

c) "Corredención".

Ni el texto primitivo ni el actual emplean el término. La causa está tanto


en el equívoco demasiado fácil que de él puede surgir en el sentido de no señalar
la diferencia con Cristo y su obra salvadora, como en las fundamentales divergen-
cias teológicas que existen en cuanto a la explicación del contenido de esta ex-

(67) Cf. L'Osservafore Romano, 22 de noviembre de 1964.


(68) Cerca de doscientos cincuenta Padres se manifestaron desfavorables al empleo del
término "mediatrix"; un número levemente superior aceptaba el título, haciendo no-
tar varios Padres la no conveniencia de usarlo en forma exclusiva,es decir poniéndolo
en compañía de otros títulos. Este último fue el camino seguido por la Comisión,
(69) Cf. LG., n. 60, pág. 64, Y n. 62, pág. 65.
34
JORGE MEDINA E.

presi6n. La Constituci6n Lumen Gentium no favorece ninguna posici6n a este res-


pecto. Habla en términos generales de la cooperaci6n a la obra de salvaci6n y hubo
un cuidado grande de eliminar toda expresi6n que pudiera interpretarse como un
favorecer alguna posici6n determinada. El contenido indubitable de esta coope-
ración es expresado por el concilio en los términos de maternidad en el orden de
la gracia (70).
Aparte de los tres grandes temas anteriores, el Concilio se vio en presencia
de opiniones sobre los siguientes puntos:
a) El conocimiento por parte de María de la filiaci6n divina ya en el mo-
mento de la Anunciaci6n.
b) El sentido de la f6rmula "virginitas in partu", y
c) la muerte de María.
Es un hecho que acerca de estos tres temas existen opiniones controvertidas,
sin que con ello queramos decir que todas tengan el mismo peso y valor (71).
El texto conciliar no resuelve estas controversias; quedan las opiniones en
el estado en que estaban antes del Concilio. Es digno de notarse que, como lo de-
cía la relaci6n del primer proyecto (72), se pens6 en zanjar estas discusiones por
la vía del magisterio. Pero no sucedi6 así. Del texto conciliar, así como de las re-
laciones que lo precedieron, no puede deducirse un argumento nuevo en favor o
en contra de ninguna de las opiniones citadas, incluso los textos y las palabras han
sido elegidas para dejar los problemas en su estado. Esto se deduce no s6lo del
texto mismo, sino de ciertas proposiciones concretas hechas pOr( los Padres. Sin
embargo la prudente reserva del Concilio en estas materias no significa un juicio
que atribuya el mismo valor a las sentencias opuestas en estas materias: simple-
mente "manent in suo iure".
Al terminar parece oportuno citar las palabras de S. S. Paulo VI en ocaSlOn
de la promulgaci6n de la Constituci6n: Primum enim factum est -quod enuntiantes
animo penitus commovemur- ut Concilium aliquod Oecumenicum ad unum quasi ac
tam amplum corpus redigeret doctrinam catholicam circa locum Beatae Virginis in
Mysterio Christi et Ecclesiae tribuendum. Id plane congruit eum iís, quae huic
Concilio sunt proposita, utpote quod ostendere studeat vultum Sanctae Ecclesiae,

(70) Cf. nota (51), supra.


(71) Cf. La Vierge au Concile pág. 85 ss. Acerca del sentido de la "virginitas in partu"
puede verse el articulo de K. Rahner bajo ese mismo titulo en Schriften zur Theo-
logie Band IV, ed. Benziger 1964, págs. 173 - 205. Sobre este tema hay una ob-
servación de los Padres de lengua alemana (d. nota 14). Nótese que el primitivo
texto oficial usaba la expresión "...corporalem integritatem Matris in ipsomet partu
incorruptam atque illibatam manere". El texto promulgado, usando expresiones tra-
dicionales dice "...Filium suum (ostendit), qui virginalem eius integritatem non mi-
nuit sed sacravit". Acerca de la muerte de María, el texto conciliar emplea preci-
samente la misma fórmula de la definición del dogma de la Asunción (d. n. 59,
pág. 64), que no resuelve el problema por via de magisterio.
(72) Cf. doc. anexo 1, 1962, 2, pág. 100.
(73) Cf. L'Osservatore Romano, 22 de noviembre de 1964. Rupertus in Apoc. 1, VII, c.
12; PL 169.
LA DOCTRINA SOBRE LA VIRGEN MARIA 35

eui Dei Genetrix est arete iunctae et euius est, ut quidam egregie dixit, "portio
maxima, portio optima, portio praecipua, portio eleetissima" (73).

ANEXO 1

La documentaci6n conciliar sobre la doctrina del Cap. VIII de la Constituci6n


"Lumen Gentium", es muy amplia. Procuraremos dar un elenco, que tiene ciertamente
vacíos.
1962 1) Texto impreso del primitivo proyecto para ser sometido al pase de la Comi-
si6n Central preparatoria.
2) Texto impreso del texto aprobado por la Comisi6n Central, distribuido a los Pa-
dres el 23 de noviembre de 1962, en el fascículo gris "Series secunda. De Eccle-
sia et de Beata María Virgine".
1963 1) Redacci6n presentada por el Cardenal Raúl Silva, Arzobispo de Santiago.
Fasciculo policopiado "Anotationes generales in schema Constitutionis De Eccle-
sia", págs. 84-88. Archivo de la Comisi6n teol6gica y numerosos archivos par-
ticulares. N6tese que en esta redacci6n el capítulo mariano se incorpora ya
a la Consto De Ecclesia. Este trabajo es de febrero de 1963.
2) Septiembre-octubre 1963. Texto del Abad C. ButIer, O.S.B., presentado con nu-
merosas firmas a los Moderadores del Concilio. Archivos particulares.
3) Mismo período. Nueva redacci6n del texto del Cardenal Silva, presentada con
numflll'osas firmas a los Moderadores. Archivos particulares. (Policopiado).
4) Octubre 1963. Texto conjunto según acuerdo del Cardenal Silva y del Abad
ButIer, presentado a los Moderadores y enviado a la Comisi6n teol6gica. (Po-
licopiado ). Archivos del Concilio y archivos particulares.
5) 24 de octubre. Relaciones de los Cardenales Santos y Konig, en pro de un es-
quema separado o integrado en la Consituci6n De Ecclesia, respectivamente.
Texto de las relaciones impreso y distribuido a los Padres Conciliares. El fascículo
contiene también el "quaesitum" que se sometería a votaci6n el 29 de octubre.
6) 16 de noviembre de 1963. Estudio del P. Balic sobre posibilidades de empleo
del texto impreso de 1962 (ef. supra 1962, 2) con las correcciones sugeridas
por la Conferencia de lengua alemana y los Padres escandinavos. ( Policopia-
do) . Archivos conciliares y archivos particulares.
7) Existen de esta época por lo menos cuatro escritos de propaganda, referentes
a la inserci6n o no inserci6n en la Constituci6n De Ecclesia. Por la no inser-
ci6n hubo tres: uno impreso, an6nimo; uno policopiado de los consultores roa-
ri610gos de los Obispos de España R.R.P.P. N. Carcía Carcés, C.M.F., Mar-
celino Llamera, O.P., y Bernardo Monsegú, C.P., y un tercero policopiado fir-
mado por cinco Obispos malabares y ucraínos. Por la inserci6n hubo un es-
crito policopiado y firmado por el Cardenal Raúl Silva y Mons. Alfredo Viola,
Presidente de la Conferencia episcopal de Uruguay. Archivos particulares.
36 JORGE MEDINA E.

1964 1) Marzo. Texto policopia do, distribuido a los miembros de la Comisión teológica,
compuesto por Mons. Phi1ips y el P. Balic. Archivo de la Comisión y de los
Padres pertenecientes a ella. Este texto se imprimió posteriormente en un fascículo
gris para el uso de los PP. de la Comisión.
2) Junio. Texto policopiado, corrección del anterior, aprobado con nuevas correc-
ciones por la Comisión en sus reuniones de dicho mes.
3) Julio. Texto impreso a dos columnas en un tomo verde "Scherna Constitutionis
De Ecclesia", págs. 197-218. La primera columna contiene el texto de Marzo
(textus prior) y la segunda el de Junio ya corregido (textus emendatus). Nóte-
se bien que hasta este momento no había habido ninguna discusión conciliar
sobre el texto elaborado por la Comisión.
4) 16 de septiembre. Relación de presentación del texto a la discusión conciliar.
Texto impreso distribuido a los Padres.
5) 16-17 septiembre. Discursos de los Padres en el Aula, sobre el "textus emen-
datus" anterior. El texto de los discursos y de las observaciones escritas com-
prende 264 páginas policopiadas. Archivo conciliar y archivos particulares de
los Padres y peritos de la Comisión.
6) Octubre. Fascículo verde "Textus emendatus capitis VIII constitutionis De Eccle-
sia, et relationes". Distribuido a los Padres conciliares. La primera columna re-
produce el "textus emendatus" del gran tomo de Julio que aqui se llama "prior";
la segunda, presenta el texto modificado por la Comisión conforme a la discu-
sión conciliar, llamado aquí "textus emendatus".
7) Noviembre. "Modi. Caput VIII De Beata Maria Virgine Deipara in mysterio
Christi et Ecclesiae". Texto gris impreso y distribuido a los Padres. Contiene
los modos propuestos en la votación del capítulo y la respuesta de la Comisión
que se sometía a la aprobación del Aula, la que se verificó el 18 de noviembre.
8) Noviembre. "Scherna Constitutionis dogmaticae De Ecclesia, de qua agetur in
Sessione publica diei 21 novemnris 1964". Fascículo gris distribuido a los Pa-
dres con el texto de la Constitución que sería votado en la fecha indicada.
9) Noviembre. "Constitutio dogmatica De Ecclesia". Fascículo amarillo distribui-
do a los Padres con el texto aprobado y promulgado.
Nota.-Los textos distribuidos a los Padrcs se encuentran, naturalmente, en los archivos
particulares de éstos y de los peritos conciliares.

ANEXO 2

(Nota: Esta brevísima bibliografía no es una bibliografía mariana, sino más bien una
presentación de textos cuya relación con el texto conciliar es bastante cercana).
l.-Laurentin, R, La Vierge au Concile, Lethielleux, 1965. Es el primer comentario pu-
blicado sobre el texto conciliar.
2.-Laurentin, R, Court traité de théologie mariale, Lethielleux, 4.eme ed. 1959.
LA DOCTRINA SOBRE LA VIRGEN MARIA 37

3.-Laurentin, R, La question mariale, du Seuil, 1963. Obra importante para apreciar las
tendencias diversas en el ambiente conciliar.
4.-Laurentin, R, Bilan du Concile, vol. 1, 2, Y 3. du Seuil 1963, 1964 y 1965. Obra muy
útil para tener una visión ordenada y de conjunto de los trabajos conciliares.
5.-Müller, Alois, Problemas y perspectivas de la mariología actual, publicado en Pano-
rama de la Teología actual, ed. Guadarrama, 1961. Traducción del original alemán
Fragen der Theologie heute, ed. Benziger, Einziger, Einsiedeln, 1957.
6.-Roschini, G., La cosidetta questione mariana, ed. pro manuscripto 1964, Roma. Esta
obra, impresa responde a las consideraciones de Laurentin en La question mariale y
de A. Mül1er, en el artículo citado anteriormente.
7.-Balic, Carla, La Beata Vergine Maria, Madre di Dio, nel mistero di Cristo e delta
Chiesa. Estudio manuscrito sobre el capítulo VIII de la Constitución uLumen Gen-
tium", 1965. No publicado.
B.-Card. R Silva "Discurso de clausura del IV Congreso mario lógico de Santo Domingo,
pronunciado por el Cardenal Legado el 22 de Marzo de 1965. Texto castellano en
Teología y vida, Vol. VI, NQ 2. Texto francés en La documentation catholique, NQ 1446
(l8 de Abril de 1965) coll. 699-711.

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