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PO L I C I A NACIONAL DEL PERU

ESCUELA NACIONAL DE FORMACIÓN PROFESIONAL


POLICIAL

ESCUELA DE OFICIALES DE LA PNP

“ALFEREZ PNP MARIANO SANTOS MATEOS”

TRABAJO APLICATIVO INDIVIDUAL

TEMA: PRINCIPIOS BASICOS EMPLEO DE LA FUERZA DE LA


FUERZA Y DE ARMAS-ONU 1990

CURSO: DERECHOS HUMANOS V

DOCENTE:

ESTUDIANTE: C2 PNP PEÑA PEÑA LUIGGI MARTIN

LIMA-PERU
2023
DEDICATORIA
A NUESTROS MAESTROS QUIENES SON
NUESTRO EJEMPLO PARA LOGRAR
NUESTAS METAS, ASI COMO SEGUIR
UNA LABOR HONORABLE, Y HONESTA
ENORGULLECIENDO A LA INSTITUCIÓN
Y AL PAÍS.
AGRADECIMIENTO
A NUESTROS PADRES POR
EDUCARNOS CON PRINCIPIOS Y
VALORES, Y APOYANDONOS EN
NUESTRO SUEÑO DE CONVERTIRNOS
EN EFECTIVOS POLICIALES.
ÍNDICE

CARÁTULA 01
DEDICATORIA 02
AGRADECIMIENTO 03
ÍNDICE 04
PRESENTACIÓN 05
CAPÍTULO I: ÁREA PROBLEMÁTICA 06
CAPÍTULO II: OBJETIVOS 07
CAPÍTULO III: MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL 08
CAPÍTULO IV: MARCO OPERACIONAL
CAPÍTULO V: CONCLUSIONES 12
CAPÍTULO VI: RECOMENDACIONES 13
CAPÍTULO VII: APLICABILIDAD AL CAMPO POLICIAL 14
BIBLIOGRAFÍA 15
ANEXOS 16
PRESENTACION

El empleo de la fuerza y de armas por parte de las Naciones Unidas es un tema de


gran relevancia en el ámbito internacional. La ONU, fundada en 1945 tras la
Segunda Guerra Mundial, se estableció con el objetivo de mantener la paz y la
seguridad internacionales y promover la cooperación entre naciones. En este
ensayo, exploraremos los principios básicos que rigen el uso de la fuerza y de
armas por parte de la ONU, centrándonos en la década de 1990, un período
caracterizado por una serie de conflictos y operaciones militares en diferentes
partes del mundo.

Uno de los principios fundamentales que guía el empleo de la fuerza por parte de la
ONU es el principio de la soberanía de los Estados. Según la Carta de las Naciones
Unidas, la organización no puede intervenir en los asuntos internos de un Estado
sin su consentimiento, a menos que exista una amenaza a la paz y la seguridad
internacionales. Este principio se mantuvo vigente en la década de 1990, y la ONU
buscó la cooperación de los Estados miembros para abordar las crisis
internacionales.

Sin embargo, la década de 1990 fue testigo de una serie de conflictos que
desafiaron este principio de soberanía. Uno de los casos más destacados fue la
Guerra del Golfo Pérsico en 1990-1991, cuando una coalición liderada por Estados
Unidos intervino en Kuwait para liberarlo de la invasión iraquí. Esta acción fue
autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU a través de la Resolución 678,
que estableció un mandato claro para el uso de la fuerza. Aunque se justificó en
términos de restaurar la paz y la seguridad internacionales, generó debates sobre el
uso de la fuerza en situaciones similares.

Otro principio clave relacionado con el empleo de la fuerza por parte de la ONU es
el uso de la fuerza como último recurso. La Carta de las Naciones Unidas establece
que el uso de la fuerza solo debe considerarse después de haber agotado todos los
medios pacíficos para resolver una disputa. Durante la década de 1990, la ONU
hizo esfuerzos para buscar soluciones diplomáticas antes de recurrir al uso de la
fuerza. Por ejemplo, en el conflicto en Bosnia y Herzegovina, se intentaron
negociaciones de paz antes de la intervención militar.

El principio de proporcionalidad es otro aspecto importante en el empleo de la


fuerza por parte de la ONU. Esto implica que la fuerza utilizada debe ser
proporcional al objetivo que se busca lograr y debe evitarse el uso excesivo de la
fuerza. En la década de 1990, este principio fue relevante en situaciones como la
intervención en Somalia, donde la violencia se intensificó y se plantearon
preocupaciones sobre la proporcionalidad de la respuesta militar.

Un principio fundamental que surgió en la década de 1990 y que sigue siendo


relevante hoy en día es el principio de la protección de civiles. Este principio se
hizo evidente en situaciones como el genocidio en Rwanda en 1994 y la
intervención humanitaria en Kosovo en 1999. La ONU se esforzó por garantizar la
protección de los civiles en medio de conflictos armados y, en algunos casos,
autorizó el uso de la fuerza para lograr este objetivo.

En resumen, el empleo de la fuerza y de armas por parte de la ONU en la década


de 1990 estuvo guiado por una serie de principios básicos, incluida la soberanía de
los Estados, el uso de la fuerza como último recurso, la proporcionalidad y la
protección de civiles. Estos principios continuaron siendo fundamentales en la
formulación de políticas y decisiones de la ONU en el ámbito de la seguridad
internacional. Aunque cada situación tenía sus propias circunstancias y desafíos, la
ONU trabajó para equilibrar la preservación de la paz y la seguridad con el respeto
a la soberanía de los Estados y la protección de los derechos humanos.
CAPITULO I: AREA PROBLEMATICA
Los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los funcionarios
Encargados de Hacer Cumplir la Ley de las Naciones Unidas (también conocidos como los
"Principios Básicos de la ONU") son un conjunto de directrices adoptadas en 1990 por la
Asamblea General de las Naciones Unidas para regular el uso de la fuerza y de armas de fuego
por parte de las fuerzas policiales y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en todo
el mundo. Estos principios tienen como objetivo promover y proteger los derechos humanos y
garantizar que el uso de la fuerza sea proporcional y necesario.

Sin embargo, a pesar de su importancia y su adopción por parte de la ONU, los Principios
Básicos han enfrentado diversas problemáticas desde su implementación:

Violaciones de los derechos humanos: En algunos países, los funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley han abusado de su autoridad y han utilizado la fuerza de manera excesiva o
desproporcionada, lo que ha resultado en violaciones de los derechos humanos, incluyendo
lesiones y muertes injustificadas de ciudadanos.

Falta de aplicación: En muchos casos, los Principios Básicos no se aplican de manera efectiva,
ya que los gobiernos y las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley no los cumplen
adecuadamente o no los hacen cumplir en la práctica.

Impunidad: En algunos países, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley gozan de
impunidad, lo que significa que rara vez se enfrentan a consecuencias legales por el uso indebido
de la fuerza, lo que perpetúa la falta de rendición de cuentas.

Resistencia al cambio: En algunos lugares, existe resistencia por parte de las fuerzas policiales y
los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley a adoptar cambios en sus prácticas y
políticas para cumplir con los estándares de los Principios Básicos.

Ambigüedad en la interpretación: Los Principios Básicos son un conjunto de directrices


generales y, a veces, la ambigüedad en su interpretación puede llevar a diferentes
interpretaciones y aplicaciones en situaciones específicas.

En resumen, aunque los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego
por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley de las Naciones Unidas son una
herramienta importante para promover el respeto de los derechos humanos y la legalidad en la
aplicación de la ley, enfrentan desafíos significativos en su implementación y aplicación efectiva
en todo el mundo. La lucha contra el uso indebido de la fuerza por parte de las fuerzas del orden
sigue siendo un tema importante en el ámbito internacional.
CAPITULO II : OJECTIVOS

Los principios básicos para el empleo de la fuerza y de armas por parte de la ONU, también
conocidos como los "Principios de las Naciones Unidas para el Empleo de la Fuerza y de las
Armas de 1990", establecen pautas y normas fundamentales para el uso de la fuerza militar por
parte de los Estados miembros de la ONU. Los objetivos específicos de estos principios
incluyen:

1. Mantener la paz y la seguridad internacionales: Uno de los objetivos fundamentales de


estos principios es prevenir y resolver conflictos internacionales de manera pacífica,
promoviendo así la paz y la seguridad a nivel global.
2. Restringir el uso de la fuerza: Establecer límites claros sobre cuándo y cómo se puede
utilizar la fuerza militar, de modo que solo se emplee como último recurso y en
situaciones de legítima defensa o en cumplimiento de resoluciones del Consejo de
Seguridad de la ONU.
3. Promover el respeto por el derecho internacional: Fomentar el respeto por el derecho
internacional, incluyendo el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, para proteger a civiles y garantizar que las
operaciones militares sean proporcionales y dirigidas exclusivamente a objetivos
militares.
4. Garantizar la legitimidad de las acciones militares: Asegurar que cualquier uso de la
fuerza tenga una base legal sólida, ya sea en términos de autodefensa, autorización del
Consejo de Seguridad de la ONU o consentimiento de las partes involucradas.
5. Evitar la escalada de conflictos: Prevenir la escalada de los conflictos armados y
promover una solución pacífica y negociada en la medida de lo posible.
6. Proteger a los civiles: Establecer mecanismos para proteger a los civiles en situaciones de
conflicto, incluyendo la prevención de crímenes de guerra y violaciones de los derechos
humanos.
7. Contribuir a la estabilidad y la reconstrucción: Facilitar la estabilidad y la reconstrucción
en las áreas afectadas por conflictos armados a través de operaciones de mantenimiento
de la paz y de apoyo a la resolución de conflictos.
8. Rendir cuentas por el uso de la fuerza: Promover la rendición de cuentas por parte de
aquellos que cometen crímenes de guerra o violan el derecho internacional en el contexto
de conflictos armados.
9. Apoyar la diplomacia y la negociación: Fomentar la resolución de conflictos a través de
medios diplomáticos y de negociación, y promover la cooperación internacional para
abordar las causas subyacentes de los conflictos.

Estos objetivos específicos buscan garantizar que el uso de la fuerza y las armas por parte de la
ONU y sus Estados miembros se realice de manera coherente con los principios de la Carta de
las Naciones Unidas y con el objetivo central de mantener la paz y la seguridad internacionales.
CAPITULO III: MARCO TEORICO CONCEPTUAL

Los Principios Básicos del Empleo de la Fuerza y de las Armas: El Papel de la


ONU en 1990
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es una entidad internacional que se creó con el
objetivo principal de promover la paz y la cooperación entre las naciones. Desde su fundación en
1945, la ONU ha desempeñado un papel fundamental en la gestión de conflictos y en la
promoción de principios básicos para el empleo de la fuerza y las armas en el ámbito
internacional. En 1990, la ONU se encontró en medio de varios desafíos importantes
relacionados con el uso de la fuerza y las armas en diferentes partes del mundo. Este ensayo
explorará los principios básicos que guían el empleo de la fuerza y las armas en el contexto de la
ONU en 1990 y cómo la organización enfrentó los desafíos de la época.

Los Principios Básicos del Empleo de la Fuerza según la Carta de la ONU


La Carta de las Naciones Unidas establece los principios fundamentales que rigen el uso de la
fuerza por parte de los Estados miembros. El artículo 2, párrafo 4, de la Carta establece que "los
miembros de la Organización... se abstendrán en sus relaciones internacionales de la amenaza o
el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado,
o en cualquier otra forma incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas".

Este principio, conocido como la prohibición del uso de la fuerza, busca prevenir la guerra y
promover la resolución pacífica de conflictos. Sin embargo, la Carta también reconoce el
derecho inherente de los Estados a la legítima defensa en caso de un ataque armado, de
conformidad con el artículo 51.

La Carta de las Naciones Unidas establece los principios básicos del empleo de la fuerza en las
relaciones internacionales. Estos principios se encuentran principalmente en los Artículos 2(4) y
51 de la Carta. Aquí están los principios básicos del empleo de la fuerza según la Carta de la
ONU:

 Prohibición del Uso de la Fuerza: El Artículo 2(4) establece que los miembros de las
Naciones Unidas renuncian al uso de la fuerza o la amenaza de uso de la fuerza en sus
relaciones internacionales. En otras palabras, el uso de la fuerza militar está prohibido
como medio para resolver disputas internacionales.

 Derecho a la Defensa Individual o Colectiva: El Artículo 51 de la Carta reconoce el


derecho inherente de los estados a la legítima defensa individual o colectiva en caso de
un ataque armado. Esto significa que un estado puede usar la fuerza en respuesta a un
ataque armado contra él mismo o en defensa de otro estado miembro de las Naciones
Unidas.

 Autorización del Uso de la Fuerza por el Consejo de Seguridad: El Artículo 42 de la


Carta establece que el Consejo de Seguridad de la ONU tiene la autoridad para tomar
medidas coercitivas, incluido el uso de la fuerza, para mantener o restaurar la paz y la
seguridad internacionales. Sin embargo, esta autorización debe obtenerse a través de
resoluciones del Consejo de Seguridad.

 Principio de Proporcionalidad y Necessidad: Cualquier acción militar tomada en virtud


de la autorización del Consejo de Seguridad o en ejercicio del derecho de legítima
defensa debe ser proporcional al objetivo perseguido y debe ser considerada como
necesaria para alcanzar dicho objetivo. Esto significa que el uso de la fuerza debe ser
limitado y proporcionado al peligro que se busca enfrentar.

 Evitar el Uso de la Fuerza como Último Recurso: Los Estados miembros de la ONU
están obligados a buscar soluciones pacíficas a las disputas antes de recurrir al uso de la
fuerza. Esto se refleja en el Artículo 33 de la Carta, que insta a las partes en una disputa a
buscar la solución pacífica a través de negociaciones, mediación, arbitraje u otros medios
pacíficos.

 Respeto a los Derechos Humanos: El uso de la fuerza debe llevarse a cabo con pleno
respeto de los derechos humanos y las leyes humanitarias internacionales. Esto significa
que se deben tomar todas las medidas necesarias para proteger a civiles y minimizar el
sufrimiento humano en cualquier conflicto armado.

 Estos principios básicos del empleo de la fuerza según la Carta de la ONU están
diseñados para promover la paz y la seguridad internacionales y evitar la escalada de
conflictos armados. El uso de la fuerza militar debe ser considerado como el último
recurso después de agotar todas las vías pacíficas para resolver disputas.

Desafíos en 1990: La Guerra del Golfo Pérsico y la Guerra Civil en


Yugoslavia
En 1990, la ONU se enfrentó a dos desafíos significativos relacionados con el empleo de la
fuerza y las armas. El primero fue la Guerra del Golfo Pérsico, que estalló después de la invasión
de Kuwait por parte de Irak en agosto de 1990. El segundo fue el brote de la Guerra Civil en
Yugoslavia, que llevó a una serie de conflictos armados en la región de los Balcanes.

En 1990, el mundo enfrentó varios desafíos significativos, incluyendo la Guerra del Golfo
Pérsico y el inicio de la Guerra Civil en Yugoslavia. Aquí te proporciono un resumen de estos
eventos:
1. Guerra del Golfo Pérsico (1990-1991):
 Causa: La Guerra del Golfo Pérsico comenzó después de la invasión de Kuwait por parte
de Irak el 2 de agosto de 1990. El presidente iraquí Saddam Hussein alegó que Kuwait
era parte de Irak y acusó a Kuwait de robar petróleo de la frontera común.
 Respuesta internacional: La comunidad internacional, liderada por Estados Unidos y una
coalición de países aliados, condenó la invasión y exigió la retirada de Irak de Kuwait.
Cuando Irak no cumplió con estas demandas, se lanzó una operación militar llamada
"Tormenta del Desierto" en enero de 1991 para liberar Kuwait.
 Resultado: La Guerra del Golfo Pérsico resultó en la liberación de Kuwait y en una
derrota para Irak. Se estableció un alto el fuego en febrero de 1991, pero las tensiones en
la región persistieron en los años siguientes.
2. Guerra Civil en Yugoslavia (1990-2001):

 Causa: La Guerra Civil en Yugoslavia fue el resultado de una serie de tensiones étnicas y
políticas en la antigua Yugoslavia. La desintegración de la federación yugoslava se
aceleró en la década de 1990, con el surgimiento de movimientos nacionalistas en las
repúblicas yugoslavas, como Croacia, Bosnia y Herzegovina, y Serbia.
 Desarrollo: La guerra estalló en 1991 cuando Croacia y Eslovenia declararon su
independencia de Yugoslavia, lo que llevó a conflictos armados. Luego, en 1992, estalló
la Guerra de Bosnia, que involucró a diferentes grupos étnicos en Bosnia y Herzegovina.
 Respuesta internacional: La comunidad internacional intervino en varios momentos, a
través de la mediación diplomática y la participación de fuerzas de paz. Sin embargo, la
guerra continuó durante varios años y resultó en una tragedia humanitaria con numerosas
víctimas y desplazados.
 Resultado: La guerra en Yugoslavia finalmente llegó a su fin en 2001, con la intervención
de la OTAN en Kosovo y la caída de Slobodan Milošević en Serbia. La región se dividió
en varios países independientes, como Serbia, Montenegro, Croacia, Bosnia y
Herzegovina, Eslovenia, Macedonia del Norte y Kosovo.
Estos dos eventos en la década de 1990 fueron cruciales en la historia contemporánea y tuvieron
un impacto duradero en la política y la seguridad global.

La Guerra del Golfo Pérsico

En el caso de la Guerra del Golfo Pérsico, la ONU desempeñó un papel crucial en la gestión del
conflicto. El Consejo de Seguridad de la ONU emitió la Resolución 660, que condenó la
invasión de Kuwait y exigió la retirada inmediata de las fuerzas iraquíes. Cuando Irak no
cumplió con esta resolución, la ONU autorizó el uso de la fuerza para restaurar la soberanía de
Kuwait mediante la Resolución 678.

Este ejemplo ilustra cómo la ONU empleó los principios básicos establecidos en la Carta para
autorizar el uso de la fuerza en respuesta a una agresión armada ilegal. La coalición internacional
liderada por Estados Unidos, conocida como la Coalición de la Guerra del Golfo, operó con el
respaldo de la ONU y logró liberar Kuwait.

Aquí tienes una visión general de los eventos clave de la Guerra del Golfo Pérsico:

1. Invasión de Kuwait: El 2 de agosto de 1990, las fuerzas armadas iraquíes, lideradas por el
entonces presidente de Irak, Saddam Hussein, invadieron Kuwait. Esta invasión fue
condenada por la comunidad internacional y fue vista como una agresión flagrante a la
soberanía de Kuwait.

2. Respuesta internacional: La invasión de Kuwait provocó una fuerte respuesta


internacional. Estados Unidos, bajo la presidencia de George H.W. Bush, lideró una
coalición internacional que incluyó a países como el Reino Unido, Francia, Canadá,
Arabia Saudita y otros, con el objetivo de liberar Kuwait y hacer retroceder a las fuerzas
iraquíes.
3. Operación Tormenta del Desierto: La coalición liderada por Estados Unidos lanzó la
Operación Tormenta del Desierto (Operation Desert Storm) el 17 de enero de 1991. Esta
fue una campaña de bombardeos aéreos intensivos y un posterior ataque terrestre para
expulsar a las fuerzas iraquíes de Kuwait.

4. Guerra terrestre: La fase terrestre de la guerra comenzó el 24 de febrero de 1991, cuando


las fuerzas terrestres de la coalición lanzaron una ofensiva terrestre masiva que
rápidamente superó a las fuerzas iraquíes. Las fuerzas iraquíes se retiraron de Kuwait en
desorden.

5. Fin de la guerra: La guerra concluyó oficialmente el 28 de febrero de 1991, después de


que Kuwait fue liberado y las fuerzas iraquíes se retiraron. La guerra resultó en una
victoria decisiva para la coalición internacional.

Consecuencias: Después de la guerra, se impusieron sanciones económicas a Irak y se estableció


una zona de exclusión aérea en el norte y el sur del país. Saddam Hussein continuó en el poder
en Irak, y las tensiones en la región persistieron durante años.

La Guerra del Golfo Pérsico tuvo un impacto significativo en la geopolítica de Oriente Medio y
en las relaciones internacionales. Además, sentó un precedente para futuras intervenciones
militares lideradas por Estados Unidos en la región. También marcó el comienzo de un período
de agitación en Irak, que finalmente llevó a la invasión de Irak por parte de una coalición
liderada por Estados Unidos en 2003.

La Guerra Civil en Yugoslavia

Por otro lado, la Guerra Civil en Yugoslavia presentó desafíos significativos para la ONU. Los
conflictos en la antigua Yugoslavia resultaron en una serie de violaciones graves de los derechos
humanos y atrocidades. La comunidad internacional, incluida la ONU, se enfrentó a la difícil
tarea de responder a estas crisis de manera efectiva.

 La ONU intentó mediar en el conflicto y establecer misiones de mantenimiento de la paz,


pero la complejidad y la violencia de la situación hicieron que la resolución de la crisis
fuera extremadamente difícil. Las lecciones aprendidas de esta experiencia llevarían a un
mayor desarrollo de las estrategias de mantenimiento de la paz de la ONU en el futuro.

 Las causas de la Guerra Civil en Yugoslavia son multifacéticas y se remontan a tensiones


étnicas, religiosas y políticas que se acumularon durante décadas en la región. Algunos de
los eventos y factores clave que desencadenaron el conflicto incluyen:

 Tensiones étnicas y nacionalistas: Yugoslavia era un estado multiétnico y multicultural


compuesto por seis repúblicas y varias nacionalidades, incluyendo serbios, croatas,
bosnios, eslovenos, macedonios y montenegrinos. Las tensiones étnicas y nacionalistas se
habían intensificado con el tiempo debido a la discriminación y la opresión percibidas por
parte de diferentes grupos.
 Liderazgo autoritario: El líder yugoslavo Josip Broz Tito mantuvo unida a Yugoslavia
durante su mandato como presidente desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta
su muerte en 1980. Después de su muerte, el país se sumió en una crisis política y
económica, y la falta de un liderazgo fuerte contribuyó a la desintegración de Yugoslavia.

 Desintegración del sistema comunista: Con la caída del comunismo en Europa del Este a
fines de la década de 1980, los movimientos de democratización y nacionalismo se
intensificaron en Yugoslavia. Las repúblicas comenzaron a buscar una mayor autonomía
y, en algunos casos, la independencia.

 Independencia de Eslovenia y Croacia: En 1991, Eslovenia y Croacia declararon su


independencia de Yugoslavia, lo que desencadenó conflictos armados con las fuerzas
yugoslavas. Estos conflictos fueron los primeros de una serie de guerras que azotaron la
región.

 Guerra en Bosnia-Herzegovina: El conflicto se intensificó en Bosnia-Herzegovina, donde


croatas, serbios y bosnios musulmanes se enfrentaron en una guerra brutal. Se caracterizó
por la limpieza étnica y atrocidades graves.

 Intervención internacional: La comunidad internacional, liderada por la OTAN y las


Naciones Unidas, intervino en el conflicto para intentar poner fin a la violencia y
establecer acuerdos de paz, como los Acuerdos de Dayton en 1995, que pusieron fin a la
guerra en Bosnia-Herzegovina.

El conflicto en Yugoslavia duró hasta mediados de la década de 1990 y resultó en la


desintegración de Yugoslavia en varias repúblicas independientes, incluyendo Bosnia-
Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia y más tarde, Serbia y Montenegro. La Guerra Civil
en Yugoslavia dejó un saldo devastador de pérdidas humanas, sufrimiento y desplazamiento de
población, y su legado sigue siendo una cuestión importante en la región.

Principio de No Intervención en Asuntos Internos de los Estados Soberanos


Uno de los pilares fundamentales en el empleo de la fuerza según la ONU en 1990 era el
principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados soberanos. Esto se basaba en
el respeto a la independencia y la soberanía de los Estados miembros, reconociendo que cada
nación tiene el derecho de determinar sus propios asuntos internos sin interferencia externa.
Sin embargo, este principio se vio desafiado en casos como la Guerra del Golfo de 1990-1991,
donde la coalición liderada por Estados Unidos intervino en Kuwait para liberar el país de la
ocupación iraquí. Esta intervención, aunque respaldada por la ONU, generó debates sobre los
límites de la soberanía estatal en casos de agresión e invasión.

Uso de la Fuerza como Medida de Último Recurso


Otro principio clave establecido por la ONU fue el uso de la fuerza como medida de último
recurso. Esto implicaba que todas las opciones diplomáticas y pacíficas debían ser agotadas antes
de recurrir al uso de la fuerza. Esta disposición tenía como objetivo prevenir conflictos
innecesarios y fomentar la resolución pacífica de disputas internacionales.
Sin embargo, nuevamente, la Guerra del Golfo puso a prueba este principio. Aunque se llevaron
a cabo esfuerzos diplomáticos para persuadir a Iraq de retirarse de Kuwait, el uso de la fuerza se
convirtió en una necesidad ante la falta de avances en las negociaciones.

Autorización del Uso de la Fuerza por el Consejo de Seguridad


La ONU estableció que el uso de la fuerza, especialmente en situaciones de conflicto, requería la
autorización del Consejo de Seguridad. Este órgano estaba compuesto por cinco miembros
permanentes con derecho a veto y diez miembros no permanentes, y era responsable de tomar
decisiones vinculantes sobre la paz y la seguridad internacionales.
Este principio se reflejó en el caso de la Guerra del Golfo, donde la Resolución 678 del Consejo
de Seguridad autorizó el uso de la fuerza para restaurar la paz y la seguridad en la región. Sin
embargo, este proceso también demostró los desafíos de lograr consenso entre las potencias
mundiales y la posibilidad de veto por parte de los miembros permanentes.
CAPITULO IV: CONCLUSIÓN

1. La ecología no es solo una ciencia, es una llamada a la acción. Debemos


reconocer que somos En 1990, la ONU se encontró en un momento crítico
en su historia, enfrentando desafíos significativos en relación con el empleo
de la fuerza y las armas en la arena internacional. La organización demostró
la capacidad de utilizar principios básicos, como la prohibición del uso de la
fuerza y la autorización de la fuerza en casos de legítima defensa o amenazas
a la paz y la seguridad internacionales, para abordar estos desafíos.

2. La Guerra del Golfo Pérsico ilustra cómo la ONU puede jugar un papel
clave en la gestión de conflictos y la promoción de la paz cuando se cumplen
los principios establecidos en su Carta. Por otro lado, la Guerra Civil en
Yugoslavia señala la complejidad y los límites de la intervención
internacional en situaciones de conflicto interno.

3. En última instancia, la ONU continuó evolucionando en su enfoque para


abordar los problemas relacionados con el empleo de la fuerza y las armas
en el mundo, aprendiendo de las experiencias de la década de 1990 y
adaptando sus estrategias para promover la paz y la seguridad internacional
de manera efectiva. En un mundo en constante cambio, la ONU sigue siendo
un actor clave en la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos y en la
promoción de los principios básicos del uso de la fuerza y las armas.
CAPITULO V: RECOMENDACIONES

Los principios básicos para el empleo de la fuerza y armas por parte de las fuerzas de
mantenimiento de la paz de la ONU están establecidos en las Directrices de las
Naciones Unidas para el Empleo de la Fuerza (también conocidas como "Los Principios
Azules"). Estos principios se han desarrollado y evolucionado a lo largo de los años
para guiar las operaciones de paz de la ONU y asegurar que se lleven a cabo de
manera ética y efectiva. A continuación, te proporciono algunas recomendaciones
clave:

Uso de la Fuerza como Último Recurso: La fuerza debe utilizarse solo cuando sea
estrictamente necesario y como último recurso, después de haber agotado todos los
medios pacíficos y diplomáticos disponibles.

Consentimiento de las Partes: Las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU


solo pueden llevarse a cabo con el consentimiento de las partes involucradas en el
conflicto. Esto es fundamental para la legitimidad y la efectividad de la misión.

Neutralidad e Imparcialidad: Las fuerzas de la ONU deben mantener una posición


neutral e imparcial en el conflicto y no deben tomar partido por ninguna de las partes en
disputa. Esto es esencial para ganar la confianza de todas las partes involucradas.

Defensa Propia: Las fuerzas de la ONU tienen el derecho y la responsabilidad de


defenderse a sí mismas y de proteger a los civiles y a su personal. Sin embargo, el uso
de la fuerza en defensa propia debe ser proporcionado y estar en consonancia con las
normas internacionales.

Uso Proporcional de la Fuerza: Cuando se requiere el uso de la fuerza, debe ser


proporcional a la amenaza o al desafío que se enfrenta. Se debe hacer un esfuerzo
para minimizar los daños colaterales y proteger a los civiles.

Mandato Claro: Las operaciones de paz de la ONU deben contar con un mandato claro
y específico autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Este mandato define
los objetivos, la duración y los recursos disponibles para la misión.

Cooperación con Actores Locales: Es esencial establecer una cooperación efectiva con
las autoridades locales, la sociedad civil y otros actores relevantes en la zona de
operaciones. Esto facilita la coordinación y la implementación eficaz del mandato de la
misión.
Evaluación y Aprendizaje Continuo: Las operaciones de paz deben ser objeto de una
supervisión y evaluación constante para asegurarse de que estén logrando sus
objetivos y para aprender lecciones que puedan aplicarse en futuras misiones.

CAPITULO VI: APLICABILIDAD AL CAMPO POLICIAL


El uso de la fuerza y de armas en el campo policial es un tema de gran importancia, ya que
implica una responsabilidad significativa por parte de los agentes encargados de hacer cumplir la
ley. Los principios básicos que guían el empleo de la fuerza y de armas por parte de las fuerzas
policiales varían según las leyes y regulaciones específicas de cada país, pero generalmente se
basan en principios universales de proporcionalidad, legalidad y necesidad. Aquí tienes una
descripción de estos principios:

1. Legalidad: La fuerza y el uso de armas por parte de la policía deben estar respaldados por
la ley. Esto significa que los agentes solo pueden utilizar la fuerza cuando esté permitida
por la ley, como en situaciones de legítima defensa, arresto legal o para prevenir un
crimen.

2. Necesidad: La fuerza y el uso de armas solo deben emplearse cuando sea absolutamente
necesario para lograr un objetivo legítimo. Los agentes de policía deben considerar
alternativas menos letales antes de recurrir a la fuerza letal y solo utilizar la cantidad de
fuerza necesaria para controlar una situación o detener a un sospechoso.

3. Proporcionalidad: La fuerza utilizada debe ser proporcional a la amenaza o resistencia


que enfrenta un oficial. No se permite el uso excesivo de la fuerza, y los agentes deben
evaluar continuamente y ajustar su nivel de respuesta de acuerdo con la evolución de la
situación.

4. Advertencia y oportunidad: Cuando sea posible, los agentes deben dar una advertencia
clara antes de usar la fuerza o armas, a menos que hacerlo represente un peligro
inminente. Esto brinda a las personas la oportunidad de cumplir con las órdenes de la
policía y evitar un conflicto.

5. Entrenamiento y supervisión: Los agentes deben recibir un entrenamiento adecuado en el


uso de la fuerza y armas, así como una supervisión continua para garantizar que cumplan
con los estándares profesionales y éticos.

6. Reporte y revisión: Después de cualquier incidente en el que se haya utilizado la fuerza o


armas, se debe realizar un informe detallado y una revisión independiente para
determinar si se cumplieron los principios legales y éticos. Esto garantiza la rendición de
cuentas y la transparencia.

7. Respeto por los derechos humanos: En todas las circunstancias, los agentes de policía
deben respetar los derechos humanos fundamentales, como el derecho a la vida, la
integridad física y la dignidad, y deben tratar a todas las personas con igualdad y sin
discriminación.

Es importante destacar que estos principios básicos son fundamentales para garantizar que la
aplicación de la ley se realice de manera justa, efectiva y dentro de los límites legales y éticos.

BIBLIOGRAFÍA

https://www.ohchr.org/es/instruments-mechanisms/instruments/basic-
principles-use-force-and-firearms-law-enforcement

https://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/
D5C746F06FF5C2C105257AED00062AD0/$FILE/ONU.pdf

https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/documentos/2019-05/Fuerza-
Armas-Funcionarios%5B1%5D.pdf
ANEXO

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