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UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN

Enrique Guzmán y Valle

Alma Máter del Magisterio Nacional

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

Escuela Profesional de Humanidades y Lengua Nativas

TÍTULO:

Evaluaciones de las habilidades blandas

Curso:

Evaluación del aprendizaje

Docente:

Integrantes:

Ferré Alcantara, Karina Isabel

Livaque Huaman, Liliana

Canchari Ayala, Jericho Anthony

Sección: H2

Promoción:2020-II

2023
1. INTRODUCCIÓN

Las habilidades blandas son un conjunto de habilidades sociales y emocionales que

son esenciales para el éxito en cualquier ámbito de la vida, incluido el educativo. Al contrario

de las habilidades duras, que se refieren a habilidades técnicas y específicas de una profesión,

las habilidades blandas se enfocan en el desarrollo de habilidades interpersonales y de

comunicación. El desarrollo de habilidades blandas en el ámbito educativo es muy

importante, ya que estas no solo son necesarias para el éxito académico, sino que también

ayudan en la transición de la vida profesional. Los estudiantes que pueden trabajar bien en

equipo, comunicarse de manera efectiva y resolver conflictos tienen una mayor probabilidad

de tener éxito en su carrera.

El desarrollo de habilidades blandas se puede fomentar en el entorno educativo a

través de diversas actividades, como las discusiones en grupo, el trabajo en equipo y los

ejercicios de liderazgo y comunicación. Los docentes también pueden ayudar en el desarrollo

de habilidades blandas a través de la retroalimentación constructiva y alentando a los

estudiantes a tomar riesgos y ser creativos en su enfoque.

Es importante recordar que el desarrollo de habilidades blandas es un proceso

continuo que no se limita solo al ámbito educativo, sino que debe ser abrazado en todas las

etapas de la vida. El éxito en cualquier campo, ya sea profesional o personal, depende en gran

medida de la habilidad para manejar situaciones sociales y emocionales, lo que hace que el

desarrollo de habilidades blandas sea fundamental para alcanzar el éxito en cualquier ámbito.

Según Carrasco (2015), las habilidades blandas son capacidades comunicativas, de

trabajo en equipo, adaptabilidad, empatía, proactividad, autocrítica y flexibilidad

frente a situaciones cambiantes. Por lo tanto, las habilidades blandas son aquellas que

permiten a la persona tener una relación íntima consigo misma e incluso con los
demás, entre ellos el medio ambiente, al ir más allá de lo técnico esta ayuda a conectar

con el medio ambiente.

El impacto que tiene las habilidades blandas en los días de hoy, requiere el foco de atención

para seguir desarrollandolo en vista del progreso para las personas y la sociedad, tanto en el

ámbito educativo como en el laboral, se requiere ciertas capacidades y habilidades a

desarrollar, y es fundamental la postura del docente ante el estudiante, pues es este quien

guiará al estudiante, por medio de experiencias, situaciones, y problemáticas hacia su

desarrollo profesional.

En el mundo laboral, las habilidades blandas son cada vez más importantes, y esto se traslada

al ámbito educativo. Pero, ¿qué son exactamente las habilidades blandas y por qué son

esenciales para el éxito en cualquier carrera profesional?. Este ensayo hablará sobre las

habilidades blandas, el por qué son importantes para los estudiantes y cómo se pueden

desarrollar en el ámbito educativo.


2. La importancia de las habilidades blandas en el proceso de aprendizaje

En los tiempos actuales, la metodología de enseñanza impartida en las aulas se ha visto

limitado a causa de: la cuarentena y la inclusión de las tics en este proceso de aprendizaje; en

la búsqueda de una nueva forma de acercarse al estudiante y el bajo rendimiento tanto de los

profesores como de los estudiantes en este proceso educativo. El aprendizaje se desarrolla en

cualquier situación donde nacen las ideas y se va formando un conocimiento, esto es

acompañado por el enfoque constructivista, donde el sujeto está relacionado con su medio,

extrae información de su entorno social e individual, juntando ambos conocimientos el sujeto

logra situarse en la zona de desarrollo real, donde está precisamente para luego estar en la

zona de desarrollo potencial hacia lo que se tiene como objetivo para sumergirnos en lo que

sería la zona de desarrollo próximo, donde el sujeto traza la línea que seguirá para lograr los

objetivos que se plantean en la zona de desarrollo potencial.

Los procesos de aprendizaje ponen en marcha los procesos de desarrollo. La

trayectoria del desarrollo es de afuera hacia adentro por medio de la internalización de

los procesos interpsicológicos; de este modo, si se considera que el aprendizaje

impulsa el desarrollo resulta que la escuela es el agente encargado y tiene un papel

fundamental en la promoción del desarrollo psicológico del niño (Carrera &

Mazzarella, 2001, p. 5).

El desarrollo de esta metodología, así como otras tantas que se pueden aplicar, requiere del

respectivo acompañamiento, asesoramiento, que motive, que corrija, que guíe la serie de

pasos a realizarse para dicha metodología que permita lograr los aprendizajes esperados con

la influencia y la información que se recibe tanto de la sociedad, de la cultura y del escenario


global en el que estamos inmersos. Todo este proceso de la educación se presenta de una

forma compleja, ya que no solo involucra a lo ya mencionado, sino que también está la parte

psicológica, la afectiva, la del contexto en el que se sitúa, todo de cierta forma influye en el

sujeto, pero la base de todo este cuestionamiento se encuentra en el cerebro, quien asume la

responsabilidad, siendo así que es estudiado por la neurociencia, la cual se verá reflejado en

la neuroeducación.

De esta manera el proceso de aprendizaje de las habilidades blandas son tan importantes no

solo para la gestión emocional en circunstancias demandantes y saber manejar ciertas

situaciones que requieren más de nuestras capacidades, sino que también forma parte de un

perfil profesional, ya sea que te desarrolles como ingeniero, doctor, abogado, ejecutivo o

docente. La importancia de ser un profesional en el rubro en el que te desenvuelves está

ligado al desarrollo de estas habilidades, esto para mejorar las relaciones interpersonales e

intrapersonal, como condición para conocerse a sí mismo en entornos sociales e individuales,

ya que también forma parte imprescindible en la formación profesional, teniendo en cuenta

que esto fortalece el desarrollo del proceso educativo, como en el docente y en el caso

especial de los estudiantes, quienes desde la etapa estudiantil ya se les está formando hoy en

día con las capacidades y competencias para fortalecer su inteligencia emocional y que

tengan las condiciones necesarias para poder desenvolverse en un mundo globalizado con las

tecnologías, la demanda laboral y el manejo de nuevas situaciones en los diversos contextos.

Por otro lado, García (2018) advierte que una persona para responder de modo

pertinente a los escenarios exigido en el siglo XXI, es necesario contar no solo con

habilidades cognitivas, sino también trabajar en la formación de habilidades blandas o

socioemocionales (HSE) como las intrapersonales e interpersonales que permitan


desarrollar una conciencia clara de sí mismo, ampliando la posibilidad de opciones

con el fin de elegir y transitar con éxito en la vida, en consecuencia, recomienda

formar las habilidades blandas, a partir de una aproximación teórica y evaluativa

utilizando instrumentos (test Likert, pruebas de juicio situacional y el uso de viñetas

en HSE) que midan habilidades como comunicación, la cooperación, asertividad,

responsabilidad, empatía, involucramiento y autocontrol, con el fin de alcanzar

mejoras en los aprendizajes de los estudiantes de distintos niveles (Aguinaga &

Sanchez, 2020, p. 3).

A lo largo de los últimos años y con el impacto de la pandemia, nos hemos visto arrastrados

por cambios significativos, cambios que nos ponen en dos posiciones, innovar o morir, y son

estos tiempos precisamente donde veremos cómo se desarrollan esos cambios. las personas

del siglo XXI, se encuentran inmersas en una globalización y con la inclusión de las tic’s aún

más, la pandemia hizo que estuviéramos más conectados, que traslademos nuestras

habilidades a campos donde antes no habíamos explorado, son el manejo de los espacios

digitales los nuevos retos de los profesionales de ahora y todo cambio causa la extinción, si

podemos decirlo así, de lo tradicional, siendo parte de este cambio la creación de nuevas

metodologías, nuevas formas de aprendizaje o nuevas maneras de compartir el conocimiento

a los demás, estas son habilidades que se deben desarrollar con el acompañamiento respectivo

y la formación adecuada.

Los estudiantes adquirieron nuevas formas de de recibir la informacion asi como tambien

requieres una dirección u orientación adaptada a las necesidades de su contexto, por que no es

lo mismo enseñar a alguien de una zona rural con pocos recursos, que alguien de zonas

urbanas que tienen mayor acceso a ciertos recursos que permitan una adecuada vía para la
transmisión de la información, con esto se puede apreciar que las habilidades blandas en este

proceso de aprendizaje, es sumamente importante ya que es una herramienta que nos permite

manejar las situaciones con mayor confianza, sabiendo nuestras capacidades y aquello que

tenemos que trabajar.

Las personas del siglo XXI necesitan estar equipadas con las habilidades transversales

que les permitirán aprender y adaptarse a circunstancias cambiantes a lo largo de toda

su vida, integrar la multiculturalidad que acarrean los procesos migratorios e

identificar oportunidades de crecimiento en las diferencias. Asimismo, se requiere de

personas comprometidas con dejar un mundo mejor y más próspero para las próximas

generaciones y que tomen conciencia de que para progresar es importante potenciar la

contribución individual y colectiva (trabajo en equipo) (Vásquez L. et al., 2020, p.

47).

Si bien es cierto, la globalización nos impulsa a aprender nuevas cosas, ha actualizarnos con

respecto a la información que tenemos y aquellas que queremos mejorar y cambiar, estos

cambios son necesarios, ya que la sociedad en la que nos encontramos, demanda mucho de

ello, las habilidades blandas que tenemos que desarrollar tienen que estar de acuerdo a las

necesidades que estemos proyectando de acuerdo a nuestros objetivos, para ello, hoy en día

tenemos que desarrollar habilidades que nos permitan adaptarnos a diferentes situaciones, el

mundo está cambiando todos los días, los inventos nuevos, las nuevas profesiones, el avance

de las tecnologias de la informacion y comunicacion, el demandante clima laboral, asi como

la reducción de personal por parte de las empresas en busca de aquellos que sean mas

eficientes y que puedan adaptarse y manejar situaciones con mucha presión.


Así mismo en este proceso de aprendizaje, los estudiantes deben formarse con el deseo de

aprender, con la motivación necesaria y las herramientas adecuadas, como ya lo hemos

mencionado, el mundo está en constante cambio, y es por ello que se necesita de personas

autónomas, autodidactas, que tengan hambre de conocimiento e iniciativa propia, así también

debe manejar ciertas habilidades como la memoria y manejar múltiples tareas que le permitan

lograr un buen desempeño. Estas habilidades se logran con un correcto aprendizaje y para

ello es necesario la buena formación del profesional que estará con la responsabilidad de

lograr estas competencias y potenciarlas.

A manera de conclusión, los niños, niñas y adolescentes deben saber que son

fundamentales las habilidades blandas para su desarrollo y aprendizaje permanente.

Por consiguiente el cómo aprenderlas. Para esto, es imprescindible que los docentes

les hagan saber a cada estudiante de ellas. Cada padre y docente debe ser guía, de

ellos depende la evolución cognitiva de un estudiantado. Además de que toda persona

respete su integridad tal y como son ellos. Dar herramientas a los niños es la principal

tarea de todos (Gonzales M., 2020, p. 2).


3. Evaluación de las habilidades blandas en el desempeño estudiantil

La evaluación de las habilidades blandas en el desempeño estudiantil es un tema

importante en la investigación formativa y el desarrollo educativo . Existen diversos enfoques

y métodos para evaluar estas habilidades, que pueden incluir rúbricas, observaciones directas,

pruebas estandarizadas y retroalimentación de los estudiantes y otros miembros de la

comunidad educativa. La evaluación de las habilidades blandas puede ayudar a identificar

fortalezas y áreas de mejora en el desempeño estudiantil , así como informar la

implementación de estrategias y programas de desarrollo de habilidades blandas.

Las habilidades blandas son importantes en educación ya que pueden ser enseñadas y

desarrolladas en los estudiantes para mejorar su desempeño académico y personal . Estas

habilidades incluyen la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la empatía, la

proactividad, el liderazgo y la resolución de conflictos, entre otras. Su desarrollo puede

mejorar la adaptabilidad y la capacidad de los estudiantes para enfrentar diferentes

situaciones en su vida. Además, estas habilidades pueden ser valiosas para los empleadores al

momento de buscar talentos para sus empresas.

El desarrollo de habilidades blandas en el ámbito educativo implica la

implementación de estrategias y prácticas que fomenten la adquisición y mejora constante de

estas habilidades. Esto se puede lograr a través de actividades y ejercicios específicos, así

como integrándolas de manera transversal en el currículo y en el entorno de aprendizaje. Una

de las formas más efectivas de desarrollar habilidades blandas en el ámbito educativo es a

través de metodologías activas y participativas, donde los estudiantes puedan trabajar en

proyectos colaborativos, resolver problemas reales y desarrollar habilidades de comunicación

efectiva.
Además, es importante que los docentes estén capacitados en la enseñanza y el

fomento de habilidades blandas, ya que son ellos quienes guían y acompañan el proceso de

aprendizaje de los estudiantes. Esto puede implicar la participación en programas de

formación, la consulta de recursos especializados y la colaboración con otros profesionales de

la educación.

Philpot (2010), sugiere que los docentes promuevan las habilidades en la educación

virtual, incorporando en las sesiones de aprendizaje actividades para realizar en

equipo, solucionando dificultades en diferentes casos, reconociendo el

comportamientos éticos y actitudes positivas o negativas del estudiante. Además, se

debe manifestar habilidades efectivas de liderazgo, comunicarse con los estudiantes y

padres, brindar una retroalimentación oportuna con respeto, felicitando con un

mensaje positivo y proporcionar oportunidades para que mejoren en las diferentes

áreas.

En el nivel superior, se propone una serie de competencias fundamentales que todo

docente debe haber adquirido, tal es el caso de la planificación, en la que se estructuran los

contenidos actualizados y coherentes con la realidad del estudiante, las estrategias didácticas,

así como los recursos para una adecuada sesión de clase; la comunicación efectiva, en la cual

el docente brinda una información comprensible y organizada adecuadamente; el manejo de

las nuevas tecnologías, aquella que, en la actualidad, ha facilitado la educación a distancia; el

desarrollo de una metodología que organice eficientemente las actividades académicas a

partir de la organización de los espacios, de la selección del método, del desarrollo de las

tareas instructivas con su respectiva retroalimentación; la relación asertiva con los estudiantes

para asegurar su maduración y desarrollo personal; el tutorizar, que implica acompañar y

guiar el proceso de formación de los estudiantes; la evaluación, la inclinación hacia la


reflexión y la investigación; y, finalmente, el trabajo en equipo e identificación institucional

(Zabalza, 2004)

Se ha encontrado que en diversos casos el desarrollo de habilidades blandas se

relaciona con rasgos de personalidad, lo que podría sugerir que no es posible modificarlos a

través del entrenamiento (Moss y Tilly, 1996; Brunello y Schlotter, 2011; Nitonde, 2014). Al

respecto, autores como Cunha y Heckman (2007) mencionan que si las habilidades blandas

son consideradas como rasgos de personalidad, sólo podría lograrse un impacto y desarrollo

en ellas a través de un entrenamiento temprano durante la infancia. Por lo tanto, se considera

que el contexto universitario tiene una influencia limitada en el fortalecimiento o desarrollo

de dichas habilidades.

No obstante, se reconoce que en muchos casos el entrenamiento en habilidades blandas no se

suele impartir durante la infancia o adolescencia, ya que los modelos educativos se han

enfocado principalmente en el desarrollo de competencias cognitivas. Además, la

preadolescencia (entre 12 y 14 años) y la adolescencia media (entre 14 y 16 años) son etapas

en las que suelen haber necesidades diferentes de socialización, interacción y apoyo social, lo

que dificulta el desarrollo de habilidades blandas. Estas etapas también suelen ser

caracterizadas por relaciones complejas con pares, padres y figuras de autoridad, lo que

puede tener un impacto en el desarrollo de estas habilidades (Mangrulkar et al., 2001;

Krauskopof, 1999).

Es por esto que Raciti (2015) indica que las instituciones que se han centrado en esta

temática, han prestado atención a aspectos de la personalidad que no necesariamente influyen

en el desarrollo de habilidades blandas. Aunque se aboga por la formación en habilidades

socioemocionales desde la infancia, también es importante considerar la capacitación en


habilidades blandas durante la adolescencia tardía y la adultez joven, dado que es en esta

etapa, con el ingreso al campo laboral, donde las personas suelen estar más disponibles para

la socialización (Musitu y Cava, 2003). Vale destacar que las interacciones sociales efectivas

son esenciales para establecer relaciones positivas en la familia, la universidad y el ámbito

profesional (Mangrulkar et al., 2001).


4. Desarrollo de las habilidades blandas en el docente universitario

Como lo describió Gardner (2001) y refrendado por Goleman (1998),Las habilidades

blandas se definen como un conjunto de competencias socioemocionales, interpersonales que

están íntimamente ligadas a la inteligencia emocional y que constituyen el eje transversal

para que una persona logre el éxito laboral y personal.

Es decir, son un conjunto de habilidades subjetivas y no técnicas que tienen relación

con la personalidad y las interacciones sociales. Estas habilidades incluyen competencias

como la comunicación, el trabajo en equipo, la empatía, la resolución de conflictos, la

adaptabilidad, la creatividad y el liderazgo, entre otras. A menudo se consideran habilidades

críticas para un desempeño efectivo en el lugar de trabajo y para el éxito profesional en

general.

En concordancia con otros autores en la materia, las competencias blandas están

compuestas por actitudes, valores y emociones. Vargas M. A, & Vargas M. S (2015)

establecen esta definición, así como la estrecha relación entre estas habilidades y la

inteligencia emocional. Para el estudio enfocado en la modalidad de aprendizaje blended

learning o mixto, del docente universitario, se seleccionaron las cinco habilidades blandas

más relevantes para el éxito laboral, basadas en la clasificación de Goleman, que son:

responsabilidad, comunicación, adaptabilidad, desarrollo de los demás y acceso y gestión

eficaz de la información, según evidencia previa de Zabalza (2004) y Alcalde (2014).

El desarrollo de habilidades blandas en el docente universitario es un tema de gran

importancia , ya que estas competencias son fundamentales para el desempeño efectivo en el


aula y para el éxito en el ámbito académico. Hay varios estudios que destacan la importancia

de desarrollar habilidades blandas en los docentes universitarios, especialmente en áreas

como la comunicación, el trabajo en equipo, la empatía y la resolución de conflictos. Según

un Informe del Banco Mundial en 2019, en el entorno laboral, es esencial que las personas

tengan la capacidad de colaborar en equipo, reconocer las fortalezas individuales y adaptarse

a los cambios, pues esta interacción diaria es clave para explotar la ventaja humana sobre las

máquinas, tal como indica la Revista Semana (2019, enero, 25).

Además, se mencionan diversas estrategias y herramientas para fomentar el desarrollo

de estas habilidades , incluyendo la capacitación, el mentoring y la reflexión crítica sobre la

propia práctica docente. Además de tener un conocimiento sólido en su área temática, un

docente también debe ser capaz de comunicarse eficazmente con sus estudiantes, trabajar

bien en equipo, ser empático, resolver conflictos y adaptarse a situaciones cambiantes.

Becerra & La Serna (2009) llevaron a cabo una investigación similar a la de Goleman

para el Fondo de Investigación de la Universidad del Pacífico. Al igual que en el estudio

previamente mencionado, los resultados indicaron que las habilidades blandas más solicitadas

por el mercado laboral se centran en las relaciones interpersonales, específicamente la

comunicación, adaptabilidad al cambio y resolución de problemas. En resumen, los hallazgos

de Goleman y Becerra & La Serna sugieren que, independientemente del contexto o la

industria, las habilidades blandas son esenciales para el éxito profesional.

Aquí hay algunos ejemplos de cómo las habilidades blandas pueden beneficiar a un

docente universitario.
La capacidad de comunicarse de manera clara y efectiva es esencial para cualquier

docente. Un buen docente debe ser capaz de transmitir información compleja de manera

comprensible y ayudar a sus estudiantes a resolver cualquier duda que puedan tener.

Los docentes a menudo trabajan en equipo con otros profesores y personal de la

universidad. Por lo tanto, es esencial que sean capaces de trabajar bien en colaboración con

otros y fomentar un ambiente de trabajo positivo.

La empatía es una habilidad esencial que puede ayudar a un docente a entender las

necesidades y preocupaciones de sus estudiantes. Los docentes empáticos pueden ofrecer a

los estudiantes el apoyo y la orientación necesarios para ayudarles a tener éxito en su

aprendizaje.

Los conflictos pueden surgir en cualquier aula y es importante que un docente tenga

habilidades efectivas para resolverlos. Un docente con habilidades de resolución de conflictos

puede ayudar a su clase a encontrar soluciones creativas y efectivas a los problemas que

puedan surgir.

Perrenoud (2000) y Zabalza (2004) coinciden en que para que los docentes tengan

éxito en su labor, es indispensable que desarrollen habilidades en la organización, la

utilización eficiente de las nuevas tecnologías y en el manejo efectivo de las relaciones con

los grupos de estudiantes. En resumen, ambos autores destacan la importancia de que los

maestros cuenten con destrezas necesarias no sólo pedagógicas, sino también tecnológicas y

sociales, para cumplir con sus cometidos de enseñanza y liderazgo educativo.


En resumen, las habilidades blandas pueden ser críticas para el éxito de un docente

universitario. Al desarrollar estas habilidades, los docentes pueden mejorar en gran medida la

calidad de su enseñanza y fomentar el éxito de sus estudiantes.

Otro punto es el desempeño docente, el Manual del Ministerio de Educación Nacional

de Colombia, respaldado por las investigaciones de Nieto y otros (2003) y la literatura de

Zabalza (2004), define el desempeño docente como el proceso de evaluación que permite

emitir un juicio valorativo sobre el cumplimiento de responsabilidades en el proceso

enseñanza-aprendizaje. A través de esta evaluación, se busca obtener información objetiva,

confiable y válida del desempeño del docente. Cabe destacar que, según Nieto y otros (2003),

esta evaluación se caracteriza por ser sistemática (se sigue un orden preestablecido),

estructurada (diseñada para obtener información precisa) y permanente (se realiza a lo largo

del proceso educativo). En resumen, para evaluar el desempeño docente de forma rigurosa y

objetiva, se deben seguir un conjunto de criterios metodológicos y de evaluación específicos.

Huanaco (2019) sostiene que es fundamental que la evaluación del desempeño

docente universitario incluya la medición de habilidades blandas, coincidiendo así con Colina

& Medina (2008) en que no debe basarse en una única fuente de información, sino en varias

que sean complementarias. En este sentido, resulta crucial que se consideren diferentes

criterios de evaluación para valorar el desempeño de un docente, con el fin de obtener una

perspectiva completa y profunda sobre su labor en el aula. Por tanto, se resalta la importancia

de que los evaluadores utilicen diferentes herramientas para valorar las habilidades blandas

de los docentes, para que así se tenga una visión global y más precisa de su rendimiento.
Tomando en cuenta las dimensiones del desempeño docente que Guzmán (2016) ha

definido en su publicación ¿Qué y cómo evaluar el desempeño docente? Una propuesta

basada en factores que favorecen el aprendizaje. Estas dimensiones son: el dominio

disciplinar, el dominio didáctico, la gestión de clase y la motivación-autoeficacia. El dominio

disciplinar, según Guzmán (2016), consiste en el conocimiento detallado de los conceptos,

hechos y principios relacionados con la materia que se enseña. El dominio didáctico se refiere

a la habilidad de enseñar y guiar a los estudiantes para que logren aprender de manera

significativa. Por su parte, la gestión de clase se enfoca en la preparación de un ambiente de

aprendizaje adecuado, el cual debe tener elementos como el orden, la motivación y la eficacia

en el uso del tiempo. Finalmente, la motivación-autoeficacia se define como la

responsabilidad que el docente asume sobre el aprendizaje de sus estudiantes, y se caracteriza

por estar siempre dispuesto a innovar en su enseñanza y trabajar de manera más cercana con

aquellos estudiantes que necesitan mayor apoyo. Todas estas dimensiones son consideradas

cruciales para evaluar el desempeño docente de manera completa y exhaustiva.

En conclusión, es fundamental que las universidades integren la evaluación de

habilidades blandas como un factor clave en sus procesos de selección de docentes, ya que

esta evaluación juega un papel determinante en la decisión de contratación. Para ello, es

necesario que se otorgue una importancia significativa a las habilidades blandas en la

evaluación del concurso docente. Una posible referencia para llevar a cabo esta evaluación

podría ser el modelo basado en competencias utilizado por Mazuelos (2013) para la selección

de personal docente. Este enfoque garantiza una evaluación integral del desempeño del

docente, considerando tanto sus habilidades técnico-científicas como sus habilidades sociales

y emocionales, que son vitales para el éxito en el trabajo docente.


Conclusión:

En conclusión el desarrollo de habilidades blandas en el ámbito educativo es

fundamental para preparar a los estudiantes para el mundo laboral y para la vida en sociedad.

Estas habilidades les permiten desenvolverse de manera efectiva en diferentes situaciones,

cultivar relaciones positivas y adaptarse a los cambios. Por tanto, es importante que las

instituciones educativas prioricen su desarrollo e implementen estrategias efectivas para su

adquisición y mejora.

El contexto que estamos viviendo hoy en día, nos motiva a desarrollar ciertas

habilidades para la mejora de la sociedad, ya sea dentro de los centros educativos, escuelas o

universidades, cumpliendo el papel del estudiante o de docente, asimismo en el mundo

laboral, puesto que con las nuevas tecnologías se está desarrollando un transicion de nuevas

modalidades de trabajo autónomas y colectivas, siendo así el desarrollo de nuevas habilidades

que sumen a nuestro perfil profesional que nos permita conseguir nuevas oportunidades, ya

sea académica, interpersonal o laboralmente.

La pandemia del covid 19, la globalización y el avance de las nuevas tecnologías,

proponen nuevas metodologías y habilidades a desarrollar, así como una correcta gestión

emocional. Es así que vemos el impacto que tiene en los ámbitos mencionados, ya que las

habilidades blandas forman parte del desarrollo personal, que nos permite destacar en varios

aspectos de nuestra vida, formar personas más capaces de asumir responsabilidades y retos

más grandes, líderes, mejores maestros y estudiantes.

El desarrollo de habilidades blandas en los docentes universitarios es fundamental

para mejorar su desempeño y su capacidad para involucrar a los estudiantes en el proceso de

aprendizaje. La adquisición de habilidades blandas por parte de los docentes les permitirá

liderar y comunicarse de manera efectiva, trabajar en equipo y adaptarse a diferentes

situaciones en el entorno educativo. Además, el desarrollo de estas habilidades ayudará a los


docentes a fomentar su capacidad para la resolución de problemas y la toma de decisiones,

propiciando así un ambiente de aprendizaje positivo y productivo.

Los beneficios de las habilidades blandas en el docente incluyen mejorar su capacidad

para liderar y comunicarse efectivamente, trabajar en equipo, adaptarse a diferentes

situaciones y fomentar la resolución de problemas y la toma de decisiones. Además, el

desarrollo de estas habilidades puede propiciar un ambiente de aprendizaje positivo y

productivo para los estudiantes, lo que a su vez puede mejorar la calidad de la educación y el

desempeño académico de estos.


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