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UNIDAD I
REVELACIÓN Y TEOLOGÍA
Le llamamos al contenido: Prolegómenos
I PARTE
DE UNA TEOLOGÍA APOLOGÉTICA A UNA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL
Nace de la revelación
Situación actual de creyentes teólogos.
Captar la naturaleza de la Teología Fundamental.
LA “TEOLOGÍA” Y LAS “TEOLOGÍAS” EN LOS ESCRITOS NEO-
TESTAMENTARIOS
Tener en claro el carácter único, fontal, y formativo de los escritos inspirados del
NT respecto a la reflexión teológica.
Deriva de la revelación, a través de una experiencia de fe.
El hecho de la revelación es el fundamento propio de la teología cristiana.
Cada Evangelista desarrolla una obra teológica, en relación a las convicciones de fe.
La multiplicidad es la riqueza de la “teología” del NT.
LA “TEOLOGÍA” EN LA ÉPOCA PATRÍSTICA (S. II – VII/VIII).
Los “Padres”, cuatro notas:
Ortodoxia de doctrina,
Santidad de vida,
Reconocimiento por parte de la Iglesia
Antigüedad.
Termina la patrística con Isidoro de Sevilla en occidente y Juan Damaseno en
oriente
1.- DE LOS PADRES APOSTÓLICOS A LOS PRIMEROS APOLOGISTAS (II - IV)
Los problemas de las Filosofías y Ciencias de los s. XVIII – XIX, crisis en el campo
católico, del Modernismo: “cita de todas las herejías”.
Campo protestante la “Teología liberal”, Jesús es sólo el maestro de la verdad.
b.- La “Teología entre 1918 y 1945 (las dos guerras mundiales)
Teólogos protestantes la gran cuestión es cómo repensar la Revelación, superando
toda forma de racionalismo.
Los teólogos católicos, dos direcciones: profundización de temas que antes no
habían sido debidamente tratados y la exigencia ineludible del regreso a las fuentes
de la Revelación.
c.- La Teología después de la II Guerra Mundial hasta el Vaticano II
Época de oro para la Teología católica. Tres líneas de reflexión:
1) Relación entre la Revelación cristiana y cultura contemporánea.
2) La Teología del laicado.
3) La Teología de las realidades terrenas
d.- La “Teología del Vaticano II y la Post-Conciliar
Hablar de éstas “Teologías”, es algo que rebasa totalmente nuestra síntesis.
UNIDAD I
REVELACIÓN Y TEOLOGÍA
PARTE I
DE UNA TEOLOGÍA APOLOGÉTICA A UNA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL
Confusión práctica sobre los límites exactos del terreno reservado a la TF, así como
una dificultad técnica innegable para precisar el objeto propio de esta disciplina.
Intentan subrayar que TF no puede tratar de omni re scibili sin perder su propia
identidad. Encontramos el objeto de la TF constituido por los problemas
planteados por el encuentro de la Iglesia con el mundo y, consiguientemente por la
preocupación dominante por las Cuestiones fronterizas (confines).
Objeto de la TF el estudio reflexivo y crítico de los fundamentos de la teología.
Este planteamiento supone tres grupos de problemas:
1. los de la revelación,
2. los de la tradición
3. los relativos al método de la teología (y problemas anejos).
La T sólo puede hacerse partiendo de la fe vivida y debe desembocar en una
práctica comprometida de acuerdo a dicha fe.
2. Presencia de la teología protestante.
Teología nueva
H, Bouillard: "Cuando el espíritu evoluciona, una verdad inmutable sólo se
mantiene en virtud de una evolución simultánea y correlativa de todas las nociones,
manteniendo entre ellas una misma relación. Una teología que dejase de ser actual
sería una teología falsa"
Los autores encartados, colaboradores jesuitas de Sources chrétiennes, de
Theologiese defendieron y dieron explicaciones.
Dos puntos:
1. Una distinción, más aún una separación, entre fe y creencia;
2. La concepción de la relación entre los enunciados dogmáticos y las realidades
religiosas, como relación de símbolo a realidad, no de expresión propia a
realidad.
Tres caracteres principales a los que sería necesario añadir la influencia del
ecumenismo
1. Renovación de las fuentes de las que se alimenta el pensamiento teológico.
Supuso nuevas exigencias. Pío XII, reconocía que. «el estudio de las fuentes ha
sido siempre principio de rejuvenecimiento para las ciencias sagradas, mientras
que la especulación, que descuida escrutar con asiduidad el depósito, se revela
estéril».
2. La conciencia de los teólogos no solamente del estado real del mundo desde el
punto de vista de la fe, sino del papel que ellos han de desempeñar en esta
situación. Los teólogos han trabajado siempre en la Iglesia y al servicio de la
Iglesia.
3. Las corrientes de pensamiento más activas están ligadas al método
fenomenológico y a la filosofía de la existencia; tienden a centrar la reflexión
sobre el hombre. Tres grandes rasgos:
a. Lo específico de la persona humana y de cuanto se refiere a ella,
con respecto a las cosas; no es un objeto.
b. Ontología intersubjetiva e interpersonal; esto afectará al tratado de
gracia, del pecado, pero también a la cristología y a la T trinitaria.
c. Se ha iluminado de una manera nueva la historicidad de la
condición humana, del ser en el mundo y de las demás
características de la persona humana.
La T reflexión sobre la fe en función de su anuncio a los hombres, de cara a
ofrecer una respuesta a esta cuestión fundamental: ¿cómo la fe cristiana es
posible en un mundo secularizado donde se da por supuesta, al menos
prácticamente, la «muerte de Dios» como condición imprescindible para que el
hombre pueda afirmarse?
Hoy hay muchas formas de hacer T:
a. la forma conceptual, argumentativa, deductiva, la derivada de la baja
escolástica;
La investigación a partir del dato de la tradición, no sólo acerca de un intelectus
fides- racionalmente elaborado, sino acerca de una respuesta a las cuestiones del
tiempo y de los hombres.
Juan XXIII en su discurso del 11 de octubre de 1962: métodos de la
investigación y con la expresión literaria que exigen los métodos actuales. Una
cosa es la sustancia del deposifum fidei es decir, de las verdades que contiene
nuestra veneranda doctrina, y otra la manera como se expresa.
Todo el fenómeno conciliar se hizo eco de estas palabras, la teología debe
buscar un lenguaje adaptado a nuestro tiempo; debemos utilizar los recursos que
surgen incesantemente de las diversas culturas.
La enseñanza de la teología a los futuros sacerdotes se debe centrar en el
misterio de Cristo.
La teología ha de estar siempre alimentada y controlada por sus fuentes:
Escritura y tradición.
LA INVESTIGACION TEOLOGICA ENTRE 1945 Y 1965
I. Escollos y dificultades