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Parte Histórica
(Episodios Evangélicos)
1
Un Arcángel excelso
fue enviado del cielo
a decir "Dios te salve" a María.
Contemplándote, oh Dios, hecho hombre
por virtud de su angélico anuncio,
extasiado quedó ante la Virgen,
y así le cantaba:
2
Conociendo la Santa
que era a Dios consagrada,
al Arcángel Gabriel le decía:
"Tu mensaje es arcano a mi oído
y difícil resulta a mi alma;
insinúas de Virgen el parto,
exclamando:
¡ALELUYA!
3
Deseaba la Virgen
comprender el misterio
y al heraldo divino preguntaba:
"¿Podrá dar a luz criatura
una Virgen? Responde, te ruego".
Reverente Gabriel contestaba,
y así le cantaba:
4
La Virtud de lo alto
la cubrió con su sombra
e hizo Madre a la esposa inviolable.
Aquel seno de Dios fecundado
germinó como fértil arado
para todo el que busca la gracia
y aclama:
¡ALELUYA!
5
Con el niño en su seno,
presurosa María,
a su prima Isabel visitaba.
El pequeño en el seno materno
exultó al oír el saludo,
y con saltos, cual cantos de gozo,
a la Madre aclamaba:
Salve, oh tallo del verde Retoño;
Salve, oh rama del fruto incorrupto.
Salve, al pío Arado tú cultivas;
Salve, tú plantas quien planta la vida.
Salve, oh campo fecundo de gracias copiosas;
Salve, oh mesa repleta de dones divinos.
Salve, un Prado germina de toda delicia;
Salve, al alma preparas Asilo seguro.
Salve, incienso de grata plegaria;
Salve, ofrenda que el mundo concilia.
Salve, clemencia de Dios para el hombre;
Salve, del hombre con Dios confianza.
¡SALVE, VIRGEN Y ESPOSA!
6
Con la mente en tumulto,
inundado de dudas,
el prudente José se debate.
Te conoce cual Virgen intacta;
desposorios secretos sospecha.
Al saber que es acción del Espíritu,
Exclama:
¡ALELUYA!
7
Los Pastores oyeron
los angélicos coros
que al Señor hecho hombre cantaban.
Para ver al Pastor van corriendo;
un Cordero inocente contemplan
que del pecho materno se nutre,
y a la Virgen le cantan:
8
Observando la estrella
que hacia Dios los guiaba,
sus fulgores siguieron los magos.
Era antorcha segura en su ruta;
Los condujo ante Rey Poderoso,
al llegar hasta el inalcanzable,
le cantan:
¡ALELUYA!
9
Contemplan los magos
entre brazos maternos
al que al hombre plasmó con sus manos.
Comprendieron que era Él su Señor,
A pesar de su forma de esclavo;
presurosos le ofrecen sus dones
y a la Madre proclaman:
11
El Egipto iluminas
con la luz verdadera
persiguiendo el error tenebroso.
A tu paso caían los dioses,
no pudiendo, Señor, soportarte;
Y los hombres, salvados de engaño,
a la Virgen aclaman:
12
Simeón el anciano,
al final de sus días,
de este mundo dejaba la sombra.
Presentado le fuiste cual niño;
Mas, al verte cual Dios poderoso,
admiró el arcano designio
y gritaba:
¡ALELUYA!
Parte Dogmática
(Misterios de la Fe)
13
Renovó el Excelso
de este mundo las leyes
cuando vino a habitar en la tierra.
Germinando en un seno incorrupto
lo conserva intacto cual era.
Asombrados por este prodigio
a la Santa cantamos:
14
Ante el Parto admirable,
alejados del mundo,
hacia el cielo elevamos la mente.
El Altísimo vino a la tierra
con la humilde semblanza de un pobre
y enaltece hasta cumbres de gloria
a quien canta:
¡ALELUYA!
15
Habitaba en la tierra
y llenaba los cielos
La Palabra de Dios infinita.
Su bajada amorosa hasta el hombre
no cambió su morada suprema.
Era el parto divino de Virgen
que este canto escuchaba:
16
Todo el orden angélico
asombrado contempla
el misterio de Dios que se encarna.
Al Señor, al que nadie se acerca,
hecho hombre, accesible, admira
caminar por humanos senderos,
escuchando:
¡ALELUYA!
17
Oradores brillantes
como peces se callan
ante ti, Santa Madre del Verbo.
Como ha sido posible no entienden
ser tu Virgen después de ser Madre.
el prodigio admiramos tus fieles
y con fe proclamamos:
Salve, sagrario de arcana Sapiencia;
Salve, despensa de la Providencia.
Salve, por ti se confunden los sabios;
Salve, por ti el orador se enmudece.
Salve, por ti se aturden sutiles doctores;
Salve, por ti desfallecen autores de mitos.
Salve, disuelves enredos de agudos sofistas;
Salve, rellenas las redes de los pescadores.
Salve, levantas de onda ignorancia;
Salve, nos llenas de ciencia suprema.
Salve, navío del que ama salvarse;
Salve, oh puerto en el mar de la vida.
SALVE, ¡VIRGEN Y ESPOSA!
18
Por salvar todo el orbe,
el Divino Alfarero
hasta el mundo bajó, porque quiso.
Por ser Dios era Él Pastor nuestro;
Se mostró por nosotros Cordero;
Como igual sus iguales atrae;
cual Dios oye:
¡ALELUYA!
19
Virgen, Madre de Cristo.
baluarte de las Vírgenes
y de todo el que en ti se refugia
el divino Hacedor te dispuso,
al tomar de ti carne en tu seno;
Y enseña a que todos cantemos
en tu honor, oh Inviolable:
20
Impotente es el canto
que alabar presumiera
de tu gracia el caudal infinito.
Como inmensa es la arena en la playa
pueden ser nuestros himnos, Rey Santo;
Mas no igualan los dones que has dado
a quien canta:
¡ALELUYA!
21
Como antorcha luciente
del que yace en tinieblas
resplandece la Virgen María.
Ha encendido la Luz increada;
Su fulgor ilumina las mentes
y conduce a la ciencia celeste
suscitando este canto:
22
Por querer perdonarnos
el pecado primero,
el que paga las deudas de todos,
de sus prófugos busca el asilo,
libremente del cielo exiliado.
Mas, rasgando el quirógrafo antiguo,
oye un canto:
¡ALELUYA!
23
Celebrando tu parto,
a una voz te alabamos
como templo viviente, Señora.
Ha querido encerrarse en tu seno
el que todo contiene en su mano,
el que santa y gloriosa te ha hecho,
el que enseña a cantarte:
24
Digna de toda loa,
Madre Santa del Verbo,
Él mas Santo entre todos los Santos.
Nuestra ofrenda recibe en el canto;
Salva al mundo de todo peligro;
Del castigo inminente libera
a quien canta:
¡ALELUYA!
SANTOS DE LA ORDEN
BONFIGLIO
Nació en Firenze, Italia y más tarde fue conocido como comerciante. Como
miembro de la cofradía de los Laudesi, iba semanalmente al Templo a cantar
con alma devota y voz enamorada, himnos y loas en honor de la Gran Madre,
hasta que Ella un día, lo llamó.
Fue entonces, cuando lo dejo todo: familia, ciudad, bienes amores y blasones.
Alegre de espíritu y ligero equipaje, ascendió con sus amigos hasta la cumbre del
Monte Sonoro. Allá sus hermanos lo nombraron primer Siervo; Prior de la
Naciente Familia por la Virgen engendrada.
AMADEO
Comenzó su peregrinar por la tierra en la Comuna de Firenze, Italia cuando
ésta crecía como lugar de hombres libres; el comercio llegaba a su apogeo,
inventaron la letra de cambio y el banco para asegurar los bienes de los grandes
señores de este mundo y ponerlos al amparo de la codicia de los bandoleros que
asechaban en los caminos.
Sólo bajaba del monte para llevar consuelo y cooperación redentora a los pobres
y afligidos como humilde obsequio de servicio a la Madre Misericordiosa. Un
día, al volver entró en la gruta curvado por el peso de tanto dolor y de tanta
humana miseria, la caverna se inundó de luz y en ella quedó su cuerpo tendido.
Manetto
El Buen Dios le regaló una voz cálida, potente y de timbre melodioso. Siempre
le gustó cantar y fue cantando a la Virgen, que en la Compañía Mayor conoció a
sus seis amigos. Juntos entonaban hermosas melodías a la Madre del Redentor
y fue por eso que en la Comuna de Firenze, dieron en llamarlos los Trovadores
de la Reina Celestial.
En la cima del Monto Sonoro, "regada por una fuente de agua abundante;
rodeada por un hermoso bosque de árboles; embellecida por un prado de hierba
verde; dotada por Dios de un aire salubre", había encontrado el lugar ideal para
la intimidad con el Señor de la cual Santa Maria era maestra y guía. Por eso sus
hermanos le llamaban el Teólogo y le eligieron para representarlos en un
Concilio.
Fue él quien alentó a los Siervos a bajar del Monte para llevar la Buena Nueva a
ciudades y poblados. Su vida estuvo marcada por el gozo, el gozo de servir a la
más noble y grande Reina y a su Hijo el Señor de la Historia, el dueño de la vida.
BONAYUNTA
Tenía 27 años cuando impulsado por el deseo de configurarse con Cristo subió
al Monte Sonoro en compañía de sus seis amigos.
Su vida estuvo siempre marcada por la lucha: el cuerpo oponía una tenaz
resistencia a sus ansias de perfección, los sentidos le quemaban como candentes
brasas y, la mente dividida por pensamientos encontrados y antagónicos,
parecía un enjambre de abejas que con su zumbido atentaba contra el necesario
silencio que requería la oración.
Jamás confió en sus propias fuerzas sino que puso en el Señor su confianza y Él
le socorrió y le libró porque le amaba . Fue patente su auxilio cierta vez que
quisieron envenenarle. Salió ileso del atentado, gracias a la protección de la
Madre Misericordiosa.
Sus hermanos, aún conociendo cuanto era tentado, le eligieron para suceder a
Bonfiglio como guía de la familia de Nuestra Gloriosa Señora y, así animado por
su oración y confortado por el amor fraterno, se dedicó a servir con ánimo
sereno y generoso.
Un día, al término de celebrar el sacrificio Eucarístico, sintió que la Reina le
llamaba; abrió entonces los brazos y dijo: Heme aquí.
Vestido con los paramentos sagrados quedó su cuerpo tendido en el pavimento
de la modesta Capilla del Monte y su alma entró en el gozo del Señor.
ALEJO
Perteneció a la familia de los Falconieri, muy conocida en Firenze, Italia por los
bienes de fortuna y de virtud. También de joven se dedicó al comercio y se le
conocía por ser alegre y sociable.
En su Comuna natal, era muy sentida la filial devoción, hacía la Virgen María y
él no era ajeno a las prácticas que se realizaban en honor de tan buena Madre.
Formaba parte de la gran cofradía que por el número de sus integrantes y por
las virtudes de los mismos, era llamada la Compañía Mayor. En ese ambiente
caldeado por la oración y alegrado por el canto, conoció a muchos integrantes,
pero se unió con vínculos de afecto y amistad, con otros seis trovadores, que se
distinguían por "amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con la
mente, y por amar al prójimo" , externando su íntima compasión, socorriendo a
los menesterosos, en todas sus necesidades espirituales y materiales, de acuerdo
a sus posibilidades.
En una gruta del Monte, tenía los más profundos coloquios de amor, con el
Redentor y con su Madre Santa. Salía de su retiro para ir a mendigar el
cotidiano sustento y para pedir ayuda a las personas caritativas, para bien de los
estudiantes, entusiastas jóvenes que se preparaban en las universidades, para
servir con decoro y ciencia al pueblo de Dios, como Siervos de María.
Llevó una vida austera, sencilla y penitente. Sus vestidos eran pobres y de paño
vil, su lecho era de leño y sus sábanas ásperas; se alimentaba de verduras y era
solícito en orar.
Tenia ya los 110 años, cuando un día vió su celda inundada de luz, hasta su
camastro, se acercaron pájaros blanquecimos y ángeles que formaban un círculo
en medio del cual, Cristo, en figura de hermoso niño le ofrecía una corona de
oro. Así fue su transito de esta vida mortal a la eterna.
SOSTEÑO
En su juventud fue orgulloso caballero, amante de las gestas y torneos, de las
maneras nobles y del holgado vivir. Por las calles de Firenze, Italia que ya se
vislumbraba cuna del arte, gustaba de pasear en alegres jolgorios a ritmo de
danza y canto.
Una tarde de viernes santo en el año del ALELUYA, sintió al igual que Hugo y
otros cinco cofrades, que el corazón latía con inusual ritmo y que el alma se
bañaba en una paz y una gracia hasta entonces desconocidas. El cielo los
preparaba para escuchar la voz suave y hermosa de la Virgen Nazarena que los
invitaba a dejarlo todo, para iniciar una nueva vida en la que Cristo Jesús sería
su único modelo, camino y meta.
Como ya la naturaleza había preparado las grutas que les servirían como lugar
del descanso y del silencio contemplativo, se dieron a la alegre tarea de levantar
en la cima la blanca Capilla en honor de Nuestra Gloriosa Señora, que los había
convocado para dar inicio a su Orden, la cepa plantada por su diestra.
Como el Padre Bueno le dio el don de una voz clara y potente, puso ese carisma
a su servicio y se dedico a predicar la Buena Nueva del Reino, con entusiasmo y
con ardor; y sus predicas tuvieron siempre buen resultado, gracias también a las
oraciones y penitencias de su amigo Hugo y al apoyo fraterno de sus otros cinco
hermanos.
Un día de mayo, cuando en el Monte era todavía esplendorosa primavera, la
Reina lo llamó y, alegre, fue a su encuentro. Entro en el gozo del Señor
acompañado de Fray Hugo, pues la amistad que durante la vida los unió, no los
separó en la muerte.
HUGO
La Comuna de Firenze lo vio nacer, crecer y empeñar todas sus cualidades en el
arte de mercader. Compraba, vendía, canjeaba y acumulaba florines, admiración
y envidias.
No era malo, pero tampoco bueno. Pensaba y actuaba según los criterios de este
mundo según los patrones de conducta de la sociedad en la que vivía.
Con loco afán se encaminaban sus pasos al sepulcro. Un día habló con Sosteño,
su gran amigo, su alter ego, y se expresó en la intimidad de la confidencia,
desahogando su corazón. La palabra sapiente de Sosteño y su gesto solidario, lo
ayudaron a discernir y juntos oraron pidiendo al Señor una señal. Y la señal
llegó; la más bella señal: "la Mujer vestida de Sol" vino a iluminar no sólo su
vida sino también la de Sosteño y la de otros cincos cofrades de Compañía
Mayor. Ella los invitó a dejarlo todo para seguir desde la pobreza a su Hijo y los
nombro Siervos, Siervos pobres, de Dios y de los Hermanos.
12 de Enero
ORACIÓN
15 de Enero
Santiago nació en Cittá Della Pieve (Umbría, Italia) hacia el año de 1270.
Siendo abogado, se dedicó a reivindicar los derechos de los pobres y oprimidos.
Con sus recursos pagó la restauración de una iglesia y de un hospicio situados
fuera de la "Puerta del Vecciano", donde daba acogida a enfermos y necesitados
y los servía con diligente caridad. Su defensa de los derechos de los pobres le
atrajo el odio de un hombre poderoso, el cual, valiéndose de unos sicarios, le
tendió una emboscada y lo asesinó. Sus conciudadanos le honraron con el título
de "Limosnero". Pío VII aprobó su culto en 1806.
ORACIÓN
FEBRERO
3 de Febrero
Nació en Siena, Italia alrededor del año 1258. A los 13 años fue recibido en la
Orden de los Siervos de María por San Felipe Benicio. Vivió en los conventos de
Siena y de Arezzo dando un admirable ejemplo de devoción a la Virgen, de
humildad y caridad. Su gran amor al prójimo le impulsó a pedir a Dios la gracia
de padecer de por vida, en su propio cuerpo, la enfermedad de un epiléptico al
que no había logrado confortar con sus palabras. Murió en el año 1305. El culto
del Beato Joaquín -la Misa y el Oficio- fue aprobado por el Papa Pablo V en
1609.
ORACIÓN
17 de Febrero
Los siete primeros Padres de la Orden de los Frailes Siervos de Mar ía nacieron
en Florencia, Italia. Unidos por una singular amistad e impulsados por un gran
amor a la Virgen María, se dedicaban juntos a la oración y a las obras de
misericordia. Su común anhelo de entregarse al servicio de Dios se afianzaba día
con día, y por ello, hacia el año 1245, decidieron, movidos por inspiración
divina, retirarse a Monte Senario, donde abrazaron por algún tiempo la vida
eremítica. Más tarde, habiéndose agregado un buen número de hermanos,
pusieron los primeros fundamentos de la Orden de los Siervos, cuyos miembros
se dedican por entero al servicio de Dios y del hombre, se comprometen a seguir
a Cristo, a ser testigos del Evangelio, inspirándose constantemente en la Virgen
María, su Señora, y a practicar la vida comunitaria según la Regla de San
Agustín. El Papa León XIII canonizó a los Siete Fundadores en 1888.
ORACIÓN
dispusiste que nuestra Señora, por medio de los siete santos Fundadores,
MARZO
ORACIÓN
a renunciar al oscuro egoísmo para seguir a Cristo única luz del hombre.
ABRIL
MAYO
5 de Mayo
ORACIÓN
11 de Mayo
ORACIÓN
12 de Mayo
El Beato Francisco, nació en Siena, Italia en el año 1266. Por amor a la Virgen,
ingresó en la Orden de los Siervos de María a la edad de veintidos años.
Ordenado de presbítero, se distinguió por el ardor de la caridad, por el celo en la
predicación, por la acertada dirección espiritual. Murió el año 1328. Su cuerpo
se venera en Siena, en la basílica de Santa María de los Siervos. El papa
Benedicto XIV aprobó su culto el año 1743.
ORACIÓN
ORACIÓN
JUNIO
19 de Junio
ORACIÓN
de la virginidad fecunda.
27 de Junio
ORACIÓN
JULIO
1 de Julio
BEATO FERDINANDO M. BACCIELERI,
SACERDOTE, MIEMBRO SEGLAR DE NUESTRA ORDEN
4 de Julio
El Beato Ubaldo, nació en Borgo Sansepulcro, Italia a mediados del siglo XIII.
Ingresó en la Orden de los Siervos de María y se destacó por la santidad de vida
y la aplicación al trabajo. Tuvo una profunda amistad con San Felipe Benicio,
que entrando en agonía, al llegar a su lado fray Ubaldo, pareció revivir; poco
después expiró en sus brazos. El Beato Ubaldo murió en el convento de Monte
Senario el año 1315. El Papa Pío VII confirmó su culto en el año 1821.
ORACIÓN
13 de Julio
SANTA CLELIA BARBIERI
VIRGEN FUNDADORA DE LAS MÍNIMAS DE LA SANTÍSIMA
VIRGEN DE LOS DOLORES
ORACIÓN
23 de Agosto
San Felipe nació en Florencia, Italia a principios del siglo XIII. Ingreso en la
Orden de los siervos como hermano lego y, poco después, al descubrirse su
sabiduría, fue ordenado sacerdote. En 1267 fue elegido Prior general, y ocupó
ese cargo casi hasta la muerte. Gobernó la Orden con suma prudencia, la
fortaleció con sabias leyes y, ante el inminente peligro de su extinción, la
defendió con santa tenacidad. Ilustró a la Orden de los Siervos de María con la
fama de sus virtudes y recibió en ella a muchos frailes que, como él, destacaron
por una vida evangélica y de fiel servicio a nuestra Señora. Con razón se le
considera "Padre de la Orden". Murió en Todi el año 1285. El Papa Clemente X
lo canonizó en el 1671.
ORACIÓN
28 de Agosto
SAN AGUSTÍN,
OBISPO, DOCTOR DE LA IGLESIA
Y LEGISLADOR NUESTRO
Nació en Tagaste, África el año 354, pasó una juventud inquieta por sus ideas y
su vida moral, hasta que, llegado a Milán, Italia se convirtió a la fe católica y fue
bautizado por el obispo San Ambrosio. De retorno a su patria, abrazó la vida
ascética y, elegido obispo de Hipona, se convirtió en modelo y maestro de su
rebaño al que instruyó por espacio de treinta y cuatro años con sus copiosos
sermones y escritos. Murió en Hipona el año 430. Fue uno de los primeros que
en Occidente instauró la vida monástica y escribió para ella sabias leyes. Muchas
órdenes e institutos religiosos adoptaron su Regla a los Siervos de Dios. Nuestro
siete santos Padres recibieron canónicamente la Regla de San Agustín de manos
de Ardingo, obispo de Florencia, hacia el año 1245.
ORACIÓN
El Beato Andrés, cautivo por las palabras y el ejemplo de San Felipe Benicio,
vistió el hábito de los Siervos de María en el convento de Borgo Sansepulcro el
año 1278. Por su amor a la penitencia y a la soledad se retiró a un eremitorio
cerca del Borgo. Muchos ermitaños, atraídos por su consejo y ejemplo, se
agregaron a la Orden, y el Beato Andrés los dirigió paternalmente. Murió en el
año 1315, mientras estaba entregado a la oración. El papa Pío VII confirmó su
culto en el año 1806.
ORACIÓN
y los uniste con los vínculos de la devoción por los mismos ideales
SEPTIEMBRE
1 de Septiembre
ORACIÓN
6 de Septiembre
ORACIÓN
15 de Septiembre
ORACIÓN
Dios nuestro, que quisiste que la Madre de tu Hijo compartiera con Él,
OCTUBRE
3 de Octubre
25 de Octubre
ORACIÓN
DICIEMBRE
10 de Diciembre
ORACIÓN
15 de Diciembre
ORACIÓN
en el Beato Buenaventura,