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MICROBIOLOGIA Y

PARASITOLOGIA

Marvin A. González Ortega


Jennifer Antuche Montoya

QUIMICA Y
FARMACIA
Turno: Matutino
Año: II
Facultad de Ciencias Medicas

11/04/23
Factores determinantes del hospedero frente a las
bacterias.
Cuando las plantas y los animales comenzaron a evolucionar, los
microorganismos ya colonizaban el planeta y se encontraban perfectamente
establecidos. De manera tal que el contacto de las especies superiores con las
bacterias fue un hecho consumado desde el principio. Tanto las plantas
como los animales que han sobrevivido hasta nuestros días han debido
necesariamente alcanzar un equilibrio para la convivencia con el mundo
microbiano. En efecto, muchas de las especies más evolucionadas han
desarrollado exquisitos sistemas de defensa que les han permitido adaptarse
y poseer ventajas sobre los microorganismos que han encontrado.
. Las bacterias habitan prácticamente todo nicho ecológico ocupado por el
hombre. Muchas especies bacterianas nunca interaccionan con el hombre de
una forma trascendente. Sin embargo, fruto de esta cohabitación, el
hombre y algunas especies bacterianas pueden relacionarse para
interactuar de distintas formas. Algunas especies habitan regiones del
cuerpo humano sano por períodos tan prolongados, que pueden abarcar
toda la vida del individuo y crear una relación de simbiosis. No sólo el
huésped y la bacteria se benefician con tal interacción, sino que el huésped
sufriría serios trastornos si esta microbiota repentinamente desapareciera.
Otras especies bacterianas establecen una relación menos duradera,
llamada comensalismo. Las bacterias comensales que habitan distintas
regiones del cuerpo humano constituyen la llamada microbiota normal.
Aunque algunos autores denominan "saprófitos" a los miembros de este
microbiota, la definición es incorrecta y debe reservarse el término
"saprófito" para las bacterias que viven a expensas de materia orgánica
muerta. Otras especies bacterianas nunca forman parte del microbiota
normal y su sola aparición en el huésped determina la presencia de infección
y enfermedad. Se habla en este caso de bacterias que establecen una
relación de parasitismo. Las bacterias parásitas viven a expensas del
huésped, al que puede ocasionarle graves perjuicios, inclusive la muerte. En
algunas circunstancias, un patógeno puede colonizar transitoriamente al
hombre y ser parte de su microbiota comensal. En este caso se habla de una
relación de portación y el individuo se convierte en un portador.
Las bacterias que pueden iniciar la enfermedad en huéspedes hasta ese
momento sanos y que no poseen ninguna condición predisponente se
denominan patógenos primarios o simplemente patógenos. Puede definirse
a un patógeno primario como aquella bacteria capaz de infectar y producir
enfermedad a un individuo previamente sano (independientemente de su
estado inmunitario), cuando lo alcanza por la puerta de entrada apropiada
en una dosis suficiente. Los patógenos oportunistas en cambio son aquellas
bacterias que causan enfermedad cuando aparece una condición
predisponente en el huésped.

Factores de virulencia de a las bacterias.

Algunos microorganismos tienen una cápsula que bloquea la fagocitosis, lo


que determina que estos microorganismos sean más virulentos que las cepas
no encapsuladas. Sin embargo, los anticuerpos opsónicos específicos de la
cápsula se pueden unir a la cápsula bacteriana y facilitar la fagocitosis.
Las proteínas bacterianas con actividad enzimática facilitan la diseminación
local en los tejidos. Los microorganismos invasores pueden penetrar y
atravesar las células eucariontes intactas, lo que facilita su entrada a través
de las superficies mucosas.
Los microorganismos pueden liberar toxinas (llamadas exotoxinas), que son
moléculas proteicas capaces de causar enfermedad o incrementar la
gravedad de una patología. La mayoría de las toxinas se unen a receptores
diana específicos en las células. Con la excepción de las toxinas preformadas
responsables de algunas infecciones alimentarias, las toxinas son producidas
por los microorganismos durante el transcurso de la infección.
Muchos microorganismos tienen mecanismos que afectan la producción de
anticuerpos mediante la inducción de células supresoras, el bloqueo del
procesamiento de antígenos y la inhibición de la mitogénesis de linfocitos.
Muchos patógenos de la mucosa, incluidos Neisseria gonorrhoeae, N.
meningitidis, S. pneumoniae, y H. pneumoniae, producen proteasas que
escinden la inmunoglobulina A (IgA). La IgA es la clase de inmunoglobulina
predominante producida en las superficies mucosas.
Puede haber factores genéticos, biológicos, de conducta y socioeconómicos,
incluidos la edad, el sexo, la raza, el estado nutricional, el estado
socioeconómico y los comportamientos (como tabaquismo, consumo de
drogas, estilo de vida, prácticas sexuales, anticoncepción, hábitos dietéticos.
Los factores implicados en la patogénesis de las infecciones dependen tanto
del microorganismo (adherencia, multiplicación, capacidad de evadir la
reacción del huésped, diseminación) y del huésped (fundamentalmente a
través de la respuesta inmune innata y adaptativa que puede llegar a
erradicar la infección).

Factores de patogenicidad de los microorganismo.

La patogenia de la infección bacteriana está conformada por el inicio del


proceso infeccioso y los mecanismos que conducen al desarrollo de signos y
síntomas de la enfermedad. Los factores bioquímicos, estructurales y
genéticos, que desempeñan funciones importantes en la patogenia
bacteriana, se presentan en este capítulo y pueden revisarse en las secciones
específicas sobre los organismos. Las características de las bacterias
patógenas son la transmisibilidad, la adhesión a las células hospederas, la
persistencia, la invasión de células y tejidos del hospedero, la toxigenicidad y
la capacidad de evadir o sobrevivir al sistema inmunitario del hospedero. La
resistencia a los antimicrobianos y desinfectantes también puede contribuir
a la virulencia, o capacidad de un organismo para causar enfermedades.
Muchas infecciones causadas por bacterias, que comúnmente se consideran
patógenas, son inaparentes o asintomáticas. La enfermedad se evidencia si
las bacterias o las reacciones inmunológicas por su presencia causan un daño
suficiente a la persona.
Los microorganismos patógenos son bacterias que pueden provocar
diferentes patologías a personas o animales que los ingieran. Este tipo de
contaminación microbiológica es la causa más común de los brotes
alimentarios, ya sea por intoxicación o por toxiinfección.

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