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En la presente clase desarrollaremos un tema que requiere que los/as educadores, junto a las
familias de la comunidad educativa, presten (y prestemos) especial atención, dado el grado de
influencia que este tiene en los vínculos que los sujetos establecen, este tema es la
convivencia digital.
Comencemos
Convivencia digital
Para iniciar este recorrido, queremos presentar la noción y el objetivo de la convivencia digital,
la misma propone la intención de brindar herramientas a niños, niñas y adolescentes para
que puedan ejercer plenamente su derecho a la ciudadanía digital y realizar un uso
responsable de la tecnología.
La convivencia digital es un programa que lleva adelante Unicef y Faro Digital desde 2016 y
nos expresa que los valores con que contamos valen tanto para espacios digitales como
analógicos. Se trata de pensar que uno de los puntos más importantes para pensar la
ciudadanía digital es comprender que nuestras actitudes online hablan de nosotros.
Si sabemos que podemos humillar a alguien haciendo público un secreto vale igual con un
pasacalle que con un posteo. Todas estas actitudes van formando lo que entendemos por
convivencia social y digital.
¡¡Conocer un poco más sobre el Programa Convivencia Digital!! clic aquí para acceder al
sitio de Unicef
Internet crea un espacio donde muchas veces suelen verse comportamientos o actitudes que
no se verían en la vida “real”. En algunos casos, tal suceda esto porque se considera que lo
que se hace o dice la web es menos grave o hiriente.
Para comprender este fenómeno hay que tener en cuenta algunos factores que lo alimentan:
el anonimato, la ausencia física del otro y por ende, la desconexión con sus sentimientos y
expresiones, la asincronicidad de las charlas o intercambios, donde se pueden confundir
diálogos con monólogos intercalados, y la soledad desde la cual se escribe o postea. Todo
esto puede generar que se piense que nuestras actitudes y acciones online se midan con una
vara ética distinta que las existentes offline. Pero en realidad, las ofensas desde las redes
sociales, pueden ser igual de hirientes o dañinas que las que se realizan de manera
presencial/cara a cara/offline.
Por eso, es necesario apelar a la empatía para lograr comprender las consecuencias que
pueden tener nuestras actitudes.
Para lograr una buena convivencia digital el Ministerio de las Tecnologías de la Información
y las Comunicaciones de Colombia propone cinco pautas para promover una convivencia
digital sana y respetuosa (MinTic, 2020). Se recomienda estas pautas entonces para tener
presente antes de crear, compartir y difundir publicaciones en los distintos espacios digitales.
El objetivo de estas sugerencias es para que entre todos tengamos una mejor experiencia en
línea.
Evita compartir contenidos que tomen en burla las condiciones sociales, físicas o de
salud de otros. Ten en cuenta que alguien en tales circunstancias puede sentirse
vulnerado o atacado.
Denuncia los contenidos que ofendan o perturben a los cibernautas. Para ello, usa
las diferentes herramientas de reporte que cada red social dispone.
Ciudadanía digital
Recordemos que así como en la realidad tangible, esta ciudadanía exige conductas
pertinentes a este entorno y a los principios de ética, legalidad, seguridad y
responsabilidad en el uso del Internet, las redes sociales y las tecnologías disponibles.
Es importante que cada uno de nosotros pueda propiciar espacios para sensibilizar y
concientizar acerca de los cuidados que se debe tener al momento de utilizar las diferentes
plataformas virtuales que ofrece la web. Propiciando espacios de diálogo e intercambio podrían
facilitar la comprensión acerca del uso responsable de los entornos digitales y la importancia de
la construcción de la identidad digital, como algo que siempre estará presente en sus vidas.
El ciberbullying puede definirse como “el uso de medios telemáticos (internet, celulares,
videojuegos online, aplicaciones, etc.) para ejercer el acoso psicológico entre iguales”. Es decir,
tiene que haber niños, niñas y adolescentes en ambos extremos del conflicto para que sea
considerado como tal. Si hay presencia de un adulto, estamos ante otro tipo de ciberacoso.
(Flores, Casal; 2009).
En cuanto a las formas en que puede presentarse, esta problemática se presenta desde el
hostigamiento, la exclusión y la manipulación.
Además del alcance exponencial que permiten, internet y las redes sociales presentan el riesgo
de la falta de empatía, por lo que pueden invitar o animar a participar del acoso a personas que
no lo harían en forma personal. La falsa sensación de anonimato suele ir acompañada por una
minimización del problema y su importancia.
Esto puede causar que un mayor número de usuarios se sume al acoso, agrandando el círculo
de discriminadores. La falta de empatía al no registrar el efecto de la discriminación en el otro,
puede permitir el acceso de un mayor número de usuarios a este tipo de conductas. Entonces,
el anonimato, la no percepción o registro del daño causado a otro, y la posibilidad de
viralización hacen que el ciberbullying sea un tema a tratar tanto en el ámbito familiar como en
las escuelas (Unicef, 2016).
Dialogar con los chicos, será necesario alentarlos a que puedan expresar lo que les
pasa.
Desalentar que consuman y reproduzcan publicaciones de discriminaciones y burlas
dirigidas hacia otras personas.
Propiciar espacios para educar sobre buenas prácticas en internet (redes sociales).
Promover el conocimiento. Alentar el diálogo con amigos o cercanos para que la
situación no se mantenga en secreto.
Promover actitudes de respeto al otro en todos los ámbitos.
¿Qué puede hacerse ante casos de ciberbullying?
Para ampliar estas recomendaciones, compartimos una entrevista donde Silvia Barrera expone
acerca de las recomendaciones para prevenir situaciones de ciberbullying, Educación en la era
del 'sexting' y 'ciberbullying'. Silvia Barrera, experta en ciberseguridad
Sexting
Otra de las problemáticas a las que están expuestos las infancias y adolescencias refiere al
sexting. Este fenómeno corresponde a la difusión de imágenes íntimas, sexuales o eróticas sin
consentimiento. Esta es una de las problemáticas más vigentes entre los adolescentes y son
situaciones que causan mucho dolor, problemas grupales y daños muy difíciles de reparar a corto
plazo.
Para comenzar a abordar la temática es importante diferenciar la práctica del sexting de la
difusión de imágenes sin consentimiento, una problemática que merece prestarle especial
atención.
Todos tenemos derecho a enviar una imagen a otra persona, de forma consensuada y entre
pares, Pero esto, la difusión o viralización de imágenes, nos lleva a analizar la responsabilidad de
quienes reciben un material compartido en un contexto determinado y deciden violar el pacto de
privacidad y difundirlo.
La difusión sin permiso de imágenes íntimas constituye una forma de violencia de género, debido
a que, si bien no se cuenta con estadísticas oficiales, en diversos casos se observa que un alto
porcentaje de las víctimas son mujeres.
Cuando pensamos estrategias de prevención y abordaje, se debe tener bien en claro que la
responsabilidad está siempre en quien difunde las imágenes sin permiso y no en quien las envía.
En efecto, es necesario evitar culpabilizar a la víctima y restarle importancia a la responsabilidad
del victimario.
Para analizar esta problemática, es importante reconocer en primer lugar que no es una
práctica que surja de Internet. Lamentablemente, tanto el abuso sexual contra la infancia
como la explotación sexual de niñas y niños son violencias históricas que en Internet pueden
reconvertirse y en algunos casos potenciarse por la facilidad del contacto en forma privada
con niños y niñas.
A esto se suma la posibilidad y facilidad que proporcionan los entornos virtuales para crear
perfiles falsos, y la falta de compañía y consejos de los adultos en esos territorios.
Los perpetradores de este delito suelen generar un perfil falso en una red social, sala de chat,
foro, videojuego u otro, en donde se hacen pasar por un chico o una chica y entablan una
relación de amistad y confianza con el niño o niña que quieren acosar. Cabe aclarar que la
creación de un perfil falso es común en casos de grooming pero no indispensable para la
constitución del delito.
“Será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de
comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de
transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de
cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”
El grooming es un delito penado por ley ya que constituye una forma de abuso a la sexualidad
de niños, niñas y adolescentes. En este sentido, al ser una forma de abuso a la sexualidad,
debe tratarse como tal y no como la antesala de un abuso o delito (“predelito”). En ocasiones
se cree que si no existe un contacto físico, el grooming no sucede. Esta premisa es falsa, ya
que el grooming es una problemática que vulnera los derechos y la integridad sexual de niños,
niñas y adolescentes.
El tratamiento de la problemática del grooming debe tener en cuenta las características que
este tipo de abuso sexual comparte con los abusos que se dan en espacios presenciales:
Generación de confianza y amistad por parte de quien abusa/groomer, quien no se presenta
como una o un acosador sino como alguien cómplice y de confianza.
Es clave saber que estamos frente a un delito que debe ser denunciado en la justicia y que
además todas las plataformas cuentan con herramientas que permiten reportar contenido y
actitudes inapropiadas. Es importante conocerlas y saber que, si se detecta una conducta
abusiva como el grooming, esta debe ser denunciada primero en la justicia y luego en la
plataforma donde haya sucedido.
Antes de finalizar este encuentro, queremos compartir un material que contiene propuestas
didácticas con actividades para trabajar con los/as estudiantes de los últimos años de nivel
primario y primeros años de nivel secundario. Estas actividades se encuentran organizadas a
través de cinco ejes que proponen reflexionar sobre algunas características que asumen los
vínculos cuando tienen lugar en entornos digitales. Conflictos 3.0 Malos entendidos en las
Redes.
Hasta aquí el desarrollo de esta clase acerca de la convivencia y ciudadanía digital.
Bibliografía:
Recursos audiovisuales:
Silvia Barrera, Educación en la era del 'sexting' y 'ciberbullying'. Silvia Barrera, experta en
ciberseguridad. Recuperado de: https://youtu.be/Jjf7oUUDqNw
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