Bibliografía

Vasari, Giorgio. 1550. Vida de los más excelentes pintores, escultores y

arquitectos. España: Cátedra.

Resumen

Miguel Ángel Bonarotti

En la Italia de 1474 nace Miguel Ángel Bonarotti, escultor, pintor y arquitecto,

considerado uno de los más grandes personajes del renacimiento Italiano.
Desarrolló su labor artística entre Florencia y Roma principalmente. Su padre
Ludovico di Lionardo Buonarroti Simoni confío al pequeño Miguel Ángel al
cuidado de la mujer de un cantero en la villa de Settignano, de ahí la célebre
cita dicha por el artista en cuestión a Vasari “Giorgio, si hay algo bueno en mi
ingenio, lo debo al haber nacido en la sutileza del aire de vuestra tierra de
Arezzo y al haber mamado con la leche de mi nodriza los cinceles y el mazo
con que hago mis figuras”1 el pequeño Miguel Ángel solía dibujar a escondidas
ya que su padre no enfatizaba con la idea de que su hijo se dedicase a algo
desconocido para ellos. Fue hasta los catorce años cuando Miguel Ángel se
inició en el arte con Domenico, considerado en esa época como uno de los
mejores maestros de Italia. No paso mucho tiempo para que Domenico se
asombrara con las imitaciones que el joven artista hacía y reconociera su
potencial artístico. Comenta Vasari que en aquella época, el Magnífico Lorenzo
de Médicis tenía la intención de crear una escuela de pintores y escultores
excelentes que tuvieran como maestro a Bertoldo el escultor, fue entonces
cuando Domenico le presentó al joven Miguel Ángel a Lorenzo de Médicis y de
esta manera dio inicio a uno de los más grandes mecenazgos en la historia del
arte. Miguel Ángel tenía quince años cuando Lorenzo de Medici lo recibió en su
casa y lo crio junto a sus otros hijos hasta que falleció en 1492. En esa misma
época Miguel Ángel realiza con maestría la batalla de Hércules con los
Centauros. En el año de la muerte de su Mecenas el artista en cuestión regresa
a casa de su padre y talla en un bloque de mármol un Hércules de cuatro
braccia (de 7.28m aprox. Según el SI). Al ser expulsados los Médicis de
Florencia, Miguel Ángel tuvo que huir también por miedo de que atentaran

1
(Vasari 1550, pag.315)
contra sus persona, durante esos primeros viajes realizó algunas esculturas en
la que destaca una “piedad en mármol” realizada para el cardenal Rohan de
Saint-Denis, catalogada por su composición y finura como una de las obras
maestras de Miguel Ángel. Regresa a Florencia porque unos amigos suyos le
habían escrito sobre un mármol codiciado por los escultores debido a su
tamaño de nueve braccias y por el reto que suponía, el bloque ya estaba
empezado por Simone da Fiesole sin embargo eso no fue impedimento para
que de el surgiera el joven David con la honda en mano de Miguel Ángel.
Llegando a superar para Vasari todas las estatuas modernas y antiguas, por
griegas y latinas que fuesen, fue inaugurada en 1504 representando
simbólicamente que quien gobernara Florencia debía defenderla y gobernarla
de una manera justa. Una escena comentada en la vida de Miguel Ángel es
cuando compitió pintando con Leonardo Da Vinci en la sala grande del consejo,
para la cual tomó como tema la guerra de Pisa, elaboró en ese entonces en
unos cartones la composición de aquella pintura para después calcarla en la
pared, comenta Vasari que esos cartones fueron muy preciados en esa época
ya que mostraban una técnica y una sutileza que no poseía ningún artista
contemporáneo a Miguel Ángel. Era ya tanta la fama que el papa Julio II
contrato a Miguel Ángel para que hiciera su sepultura, el artista trabajó en esa
obra hasta 1545 y solo terminó tres estatuas, el moisés y dos esclavos, el
mismo papa le encargo pintar unos frescos en el techo de la capilla Sixtina, el
artista se negó muchas veces por la complejidad que implicaba pintar con
andamios y en esa posición incómoda, finalmente accedió y resulto ser una de
sus obras más celebres. En el ámbito arquitectónico las obras más reconocidas
de Miguel Ángel son la fachada de San Lorenzo y la Cúpula de la Basílica de
San Pedro.

Palabras Claves

Renacimiento, Mecenazgo, polifacético, legado artístico, obras maestras.

Citas

Esta Piedad le dio mucha fama y si bien algunos tontos dicen que hizo
demasiado joven a la Virgen ¿no advierten ni saben que las personas vírgenes
inmaculadas mantienen y conservan largo tiempo la expresión de su rostro sin
alteración alguna, mientras que con los afligidos, como Cristo, ocurre lo
contrario? (Vasari 1550, 327)

Algunos amigos suyos le escribieron desde Florencia para que regresara,

porque querían que no se perdiera ese mármol que estaba en la Opera y que
Pier Soderini -nombrado a la sazón Gonfaloniero vitalicio de aquella ciudad-
muchas veces había querido dar a Lionardo da Vinci. (Vasari 1550, 327)

Medía este bloque nueve braccia y en él, desgraciadamente, un tal maestro

Simone da Fiesole había empezado a tallar un gigante, concibiendo tan mal la
obra que había cortado el mármol entre las piernas y lo había estropeado de tal
modo que los fabriqueros de Santa María del Fiore no quisieron que lo
concluyera y abandonaron el bloque (Vasari 1550, 328)