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ARTE Y HISTORIA

MARIA SANAIA DIDISHVILI


NIUB: 20866031
PROFESORA: MARIA BENDITO HARO
INDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. GIORGIO VASARI
2.1. GIOTTO DI BONDONE
2.2. MIGUEL ANGEL BUONARROTI
2.3. GUGLIELMO DE MARCILLA
3. JOHANN JOACHIM WINKELMANN
4. ABY WARBURG
5. G. W. F. HEGEL
INTRODUCCIÓN
La humanidad ha vivido a lo largo de los siglos con creaciones
artísticas, los cuales durante mucho tiempo se han considerado
simples decoraciones o antigüedades. Pero, llegado a un momento
de la historia, esta opinión se desvaneció y comenzaron a usar el
material artístico como medio de información.
GIORGIO VASARI
Nacido en Arezzo (Italia), Giorgio Vasari era un
artista polifacético (arquitecto, pintor y escritor),
también es conocido por ser uno de los primeros
historiadores del arte.
A edad muy temprana se convirtió en alumno de
Guglielmo de Marsiglia, un pintor de vidrieras. Silvio
Posserini lo envió a Florencia estudiar escultura con
Baccio Bandinelli a los 16 años y trató con él y sus
alumnos el círculo de Andrea del Sarto. Durante su
estancia en Florencia conoció a Miguel Ángel, cuyo
estilo de pintura le inspiró muchísimo. En 1529 visitó
Roma y estudió las obras de Rafael y de otros artistas
romanos de la generación.
A sus 39 años escribió la primera edición de Le vite GIORGO VASARI

de' più eccellenti pittori, scultori e architettori (Las vidas de los más excelentes
arquitectos, pintores y escultores), libro en el cual habla de los artistas más famosos
de Italia en aquellos tiempos. En dicho libro creó el termino de Renacimiento como
reflexión al renacer conociendo el continuo renacer en las artes desde los tiempos
de Alberti. Fue parcialmente ampliada y reescrita en 1568.
En el libro podeos encontrar las biografías de los artistas más importantes desde la
segunda mitad del siglo XVI hasta su época (los muertos, ya que consideraban que
los que seguían vivo aun no merecían tener consideración biográfica).
El libro en si es simple, pues solo introduce los hechos vitales más relevantes y
algunos datos como su formación o influencias. En ese marco se va realizando por
orden cronológico el catálogo de obras del artista. En aquellos tiempos se usaban
noticias y anécdotas que mayoritariamente eran falsas para mostrar al artista como
un individuo engrandecido debido a las leyendas que existen entorno a él. Se reitera
de manera continua dar una imagen del artista donde se perciba extremadamente
religioso.
Un par de ejemplos de biografías que aparecen en el libro son:

GIOTTO DI BONDONE (1276-1337)


“Así se ve que el estilo griego se perdió
completamente primero en los comienzos,
con Cimabue, después con la ayuda de Giotto, con
quien nació una nueva maniera, que yo designo,
con placer, “estilo de Giotto” porque fue
descubierto por él y continuado por sus discípulos,
siendo más tarde venerado e imitado por todo el
mundo. En este estilo se suprime el perfil que
rodeaba completamente las figuras y los ojos, que
parecían de endemoniados, los pies rectos y de
punta, las manos afiladas, la ausencia de sombra y
otras monstruosidades de aquellos bizantinos, y se
dio más gracia a las cabezas y mayor suavidad a los
coloridos. Giotto pintó sus figuras en actitudes más
correctas y empezó a dotar de realismo a los
rostros, plegó los paños con más naturalidad que
sus antecesores y halló, en parte, el difuminado y el escorzo de las figuras.
Asimismo, empezó a representar expresiones en los rostros, como el temor, la
esperanza, la ira o el amor, y el estilo GIOTTO DI BONONE
que antes era rudo y difícil con él se hizo suave. Y si no hizo los ojos con el
movimiento propio de los vivos ni el final de los lagrimales, ni los cabellos ni las
largas barbas con morbidez, ni las manos con sus nudillos y músculos, ni los
desnudos como son en realidad, lo debemos excusar por la dificultad del arte y por
no haber visto pintores mejores que él de quien aprender.”

Giorgio Vasari, Las Vidas

DIE GEBURT CHRISTI - GIOTTO (DI BONDONE)


MIGUEL ÁNGEL BUONARROTI (1475-1564)
El 6 de marzo de 1474 nace el segundo hijo de Ludovico Di Leonardo
Buonarroti, en Florencia llamado Miguel Ángel.
Miguel Ángel creció entre piedras y canteras de granito es por eso por lo que
dijo el haber mamado con la leche de mi
nodriza los cinceles y el mazo con el que hago
mis figuras. Cuando Miguel Ángel creció,
Ludovico lo mandó a cursos de gramática para
el cual Miguel Ángel fracasó, y dedicaba todo el
tiempo posible a dibujar. Él dibujaba siempre,
pero lo hacía secretamente porque su padre
reflejaba decepción en él y lo castigaba cada
vez que lo pillaba dibujando. Para Ludovico el
dibujo era una pérdida de tiempo, una
vergüenza para la familia. Entre más lo
castigaba su padre, Miguel Ángel más se
encaprichaba en seguir dibujando.

MIGUEL ÁNGEL BUONARROTI


Miguel Ángel a escondidas, se coló en el taller
de Doménico Ghirlandaio uno de los mejores
maestros existentes en ese tiempo. Este era el culpable de fomentar el deseo
de crear en Miguel Ángel para luego encapricharse más en su dedicación al
dibujo retando así a su padre una y otra vez. Al final Ludovico se rinde y deja
que vaya al taller de Ghirlandaio. Doménico se asombraba viéndole hacer
cosas superiores a lo que podía esperarse de un joven, pues le parecía que no
sólo superaba a los demás discípulos, sino que muchas veces igualaba las cosas
que Doménico mismo hacía como maestro:
“Sucedió que un día, mientras Doménico trabajaba en la capilla mayor de
Santa María Novella, tuvo que ausentarse y Miguel Ángel se puso a copiar el
andamio con algunos maderos, los instrumentos del arte y a retratar a algunos
de los jóvenes que estaban trabajando. Cuando Doménico volvió y vio el dibujo
de Miguel Ángel, exclamó: {Éste sabe más que yo}, y se quedó estupefacto
ante el nuevo estilo y la original capacidad de imitación que, gracias al juicio
que le había concedido el cielo, tenía semejante joven a tan tierna edad; era
verdaderamente tanto como se hubiera podido esperar de la experiencia de
un artista que llevase trabajando muchos años.”
En aquella época; el millonario Lorenzo de Medici, tuvo la idea de crear una
escuela de pintores y escultores para la cual necesitaba de artistas
sobresalientes célebres y nobles, pero lo único que encontró fue pintores, es
por eso por lo que en su búsqueda de
escultores fue a preguntar a Ghirlandaio que, si
en su taller había jóvenes deseosos de
dedicarse a la escultura, Doménico no dudó en
mencionar a Miguel Ángel. Entonces fueron
éstos al jardín y encontraron allí a Torrigiano,
otro aprendiz que trabajaba en una escultura.
Miguel Ángel alentado, se puso al cabo de
unos días a copiar en mármol una cabeza de
fauno antigua que sonreía con la nariz rota y el
rostro viejo lleno de arrugas. Miguel Ángel no se
había limitado a reproducir el modelo, sino
que había hecho cambios de acuerdo con su LORENZO DE MEDICI (EL MAGNIFICO)
fantasía; abriéndole la boca al fauno de modo que se le veía la lengua y todos
los dientes. Esta obra asombró a Lorenzo de Medici y bromeando,
agradablemente le dijo que debería saber que los viejos nunca conservan
todos los dientes y que siempre les falta alguno. Miguel Ángel pensó que le
decía la verdad y apenas se alejó Lorenzo rompió un diente del fauno esté
comprobando la simplicidad y la bondad de Miguel Ángel se rió más de una
vez. Lorenzo se propuso a ayudar y a favorecer al joven. Llamó a Ludovico, su
padre, y le dijo que quería educar a Miguel Ángel como a uno de sus hijos. El
padre se lo concedió entonces, el Magnífico pidió que dieran a Miguel Ángel
una habitación en su casa donde desde entonces se sentó en la mesa con los
hijos de Lorenzo el Magnífico quien lo honraba.
Esto fue al año de haber entrado en el taller de Doménico cuando tenía unos
15 o 16 años.
Estuvo cuatro años en la casa del magnífico lorenzo hasta que éste falleció en
el 92. Pero antes de su partida, el Magnífico le regaló una capa morada.
En esa época Miguel Ángel tallo en mármol la batalla de Hércules con los
centauros, obra tan bella que quien lo contempla hoy no lo considera
producción de un joven, sino de un maestro preciado y consumado en el
estudio práctico de su arte. También realizó una escultura de una Virgen, el
cual quería imitar el estilo de Donatello, cosa que logró tan bien que la obra
parecía de la mano de éste, aunque tenía más gracia y mejor dibujo. Pero
volviendo al jardín del Magnífico, Miguel Ángel estaba casi siempre ahí
demostrando mucha más actividad que todos sus compañeros. Siempre se
mostraba dispuesto a trabajar con vivo ardor. Durante muchos meses dibujó y
copió las pinturas de Masaccio, copiaba aquellas obras con tanto juicio que
asombraba a los artistas y otras personas de tal manera que la envidia
aumentaba. A medida que crecía su reputación dicen que Torrigiano era amigo
suyo, pero que un día, movido por la envidia que le causaba verlo más capaz
en el arte, le dio un golpe de puño en la nariz con tanta violencia que se la
rompió y de formó de mala manera marcándolo para siempre. Por tal causa
fue expulsado Torrigiano de Florencia.
Fue tal en impactó que dio Miguel Ángel, que incluso lo comparaban con
Leonardo Da Vinci.

LA PIEDAD DE MIGUEL ANGEL


GUGLIELMO DE MARCILLA (1470-1529)
Nacido en 1470 en Le Chârte, Guglielmo era un sacerdote francés que en su juventud
había estudiado dibujo y arte de vidrieras, destacando en este último por la técnica
que usaba para colocar color sobre el vidrio, conseguía un resultado tan perfecto que
parecía que estuviera pintado al óleo.
Escapando de la corte y la
justicia por haberse envuelto en
la muerte de un enemigo, acabó
en la orden de Santo Domingo.
Aún así, nunca abandonó el arte.
Practicaba tanto que llegó a un
nivel superior de perfección.
El Papa Julio II quería saber
quien era el mejor vidriero, por
ende, ordenó abrir todas las
ventanas para que el artista
pudiera crear vidrieras. El
embajador francés en la Santa
Sede tenía en su despacho una
ventana decorada en la que
podía apreciarse una figura de
muchos colores trabajados en
fuego sobre vidrio blanco, esto GUGLIELMO DE MARCILLA

fue prueba suficiente para que Bramante ordenara inmediatamente que trajeran al
autor a Italia, ofreciéndole una sustanciosa remuneración.
Al Maestro Claudio Franzese, que se había enterado de la noticia y conocía la
excelencia de Guglielmo, no le resultó difícil convencerle de que dejara el convento.
En su lugar quedó Daniello Volterrano, el cual había trabajado mucho con él.
Éste terminó los otros dos profetas que están en la capilla del Crucifijo en San
Marcelo; en la Tirinità hizo una capilla bellísima con estucos y pintura para la señora
Elena Orsina, así como muchas otras cosas que no cabe recordar aquí. Baste decir
que Perino valió por ser uno de los pintores más universales de nuestro tiempo,
porque él hizo posible que los artífices trabajasen de manera excelente los estucos,
los grutescos, los paisajes, los animales y el colorido, tanto al fresco como al óleo y
tanto al temple como en el dibujo de cualquier tipo. Por ello se puede decir que fue
el padre de estas nobles artes, viviendo sus virtudes en aquellos que lo siguen
imitando en cualquier efecto honrado del arte.

ROSETÓN DE LA BASÍLICA DE SAN FRANCISCO EN AREZZO, DE GUILLAUME DE MARCILLAT.


JOHANN JOACHIM WINCKELMANN
Nacido en Stendal, el 9 de diciembre de 1717, Johann Winckelmann, hijo de un
zapatero, es considera hoy en día como el fundador de la historia del arte y de la
arqueología como una disciplina moderna y en el principal teórico del movimiento
neoclásico del siglo XVIII.
Estudió cultura griega en el Instituto Salzwedel de Brandeburgo. Tras terminar el
instituto se matricula en Teología en la
Universidad de Halle, donde durante los
primeros cursos estudió Epícteto, Teofrasto,
Plutarco y Hesíodo. Comienza a ejercer como
profesor particular en Hadmersleben a partir
de 1742
Su obra principal es la Historia del Arte de la
Antigüedad (1764), donde habla de cuatro
fases en el arte griego: el estilo antiguo, el
estilo elevado, el estilo bello y la época de los
imitadores. Con este libro se convierte en el
promotor de la historia del arte. Basándose en
el razonamiento biográfica y en catálogos,
sobre todo en el arte griego. Establece así un esquema evolutivo del arte griego
mostrando el arte como un proceso de evolución. Menciona los elementos que
marcan este cambio y marca los períodos y etapas evolutivas, poniendo al artista y al
catálogo en segundo lugar. Para dar a entender esa evolución aplica el interés por la
cultura de la época. Lo cual, según él, marca las pautas del arte de cada período.
Para Winckelmann el arte no se puede explicar por sí solo, sino en relación con la
literatura. Le interesa mucho la filosofía, la tragedia, la poesía… es una visión del arte
como algo cultural.
Aporta un esquema del arte griego donde relaciona los cambios e ideas que vienen
de distintos aspectos e incluso de la evolución de las ciencias con los cambios en el
arte.
A partir de este momento se entiende que cada período artístico tiene su fase inicial,
su formación, su desarrollo y su decadencia, como si fuese un organismo vivo. El
momento más importante e ideal es el momento de pleno desarrollo, mientras que
los períodos de formación y decadencia son aberrantes para el arte, por eso le da
más importancia al arte clásico. Es el que promueve el neoclasicismo, porque según
muestra él, es el período artístico más completo, mientras desprecia el arcaísmo y el
helenismo.

ABY WARBURG
Nacido en Hamburgo, Alemania, el 13 de junio
de 1866, Abraham Moritz Warburg, más
conocido como simplemente Aby Warburg, era
el mayor de 7 hermanos criados en el seno de
una familia de banqueros judíos practicantes.
Como primogénito, su padre esperaba pasarle la
empresa familiar, pero Aby, al igual que Miguel
Ángel, se dedicó a lo que más le apasionaba, la
historia del arte, juntamente con estudios de
filosofía, historia y religión en universidades
francesas, italianas y alemanas. Con esto se
distanciaba cada vez más de las tradiciones
judías de su hogar, así se centraba con pasión al
estudio de los restos del paganismo en la cultura
cristiana.
En 1889 Warburg fue a Florencia, donde comenzó una investigación en torno a la
continuidad y sobrevivencia de algunos motivos de la antigüedad clásica en el arte
del Renacimiento, específicamente los referidos a un paganismo de carácter
dionisíaco.

A partir de la observación directa de las obras y de un trabajo metódico en los


archivos de la ciudad italiana, elaboró un ensayo sobre las pinturas mitológicas de
Botticelli, que luego se convertiría en su tesis de licenciatura: Investigaciones sobre
las imágenes de la antigüedad en el primer Renacimiento italiano, publicada en
Hamburgo en 1893. El conocido como “método Warburg” se muestra ya en este
primer trabajo: la acumulación de datos, de información, de constantes
comparaciones y conexiones entre épocas y entre disciplinas. Lo que Warburg quiso
fue producir una ampliación metodológica de las fronteras de la historia del arte, que
“contemple la Antigüedad, el Medievo y la Edad Moderna como épocas
interrelacionadas”, según sus palabras.
G. W. F. HEGEL
Nacido en Stuttgart en 1788, se Georg Wilhelm Friedrich Hegel, se matriculó en el
seminario teológico de Tubinga donde permaneció cinco años y tuvo como
compañeros a Hölderlin y Schelling, con quienes
celebró la llegada de la Revolución Francesa
plantando el árbol de la libertad; junto con su
amistad desplegaron un gran entusiasmo por las
ideas ilustradas, los clásicos griegos y la belleza
de la antigüedad clásica y las lecturas filosóficas,
sobre todo de Rousseau y Kant. Acabados sus
estudios, deja la carrera eclesiástica y se dedica,
igual que sus predecesores Fichte y Schelling, al
oficio de preceptor en Berna y Francfort.
Simultáneamente estudia historia y economía, sin
abandonar la teología, que ahora mira
críticamente. De esta época, que algunos llaman
período místico-panteísta, datan sus primeros
escritos, publicados en 1907 (por H. Nohl),
conocidos como Escritos teológicos juveniles. En
1801, ingresa en la universidad de Jena, llamado por Schelling; su habilitación como
profesor lleva por título Dissertatio philosophica de orbitis planetarum [Disertación
filosófica sobre los orbes planetarios].
Las lecciones sobre filosofía del arte de Hegel ofrecen un resumen enciclopédico de
las reflexiones filosóficas previas sobre la belleza, la obra de arte, la creatividad y la
función formadora y social del arte. En ella se encuentran apuntes teóricos para la
interpretación de la obra de arte como un soporte sensible en el que se plasma una
enseñanza epistemológica sobre la naturaleza humana y su desarrollo a lo largo de la
historia. El arte se muestra en Hegel como producto de una conciencia humana en
búsqueda de sí misma, y de una afirmación y desarrollo pleno de sí misma en el
mundo. El arte es, a fin de cuentas, un producto cultural necesario para el
autoconocimiento y la emancipación humana.
l espíritu se manifiesta de manera inmediata en el ARTE, en lo sensible, a través de
algo exterior que está en el tiempo y en el espacio. Podemos definir el arte como el
aparecer (Scheinen) sensible de la Idea. En el arte se puede “sentir” la Idea, pues
aparece en la inmediatez de los sentidos (vista y oído), en un objeto sensible
individual.
En la obra de arte se distinguen dos aspectos: la forma sensible y el contenido
(Inhalt), el significado espiritual que en ella reencarna la Idea. El arte significa la
presencia de los Absoluto en el fenómeno. A través del material sensible se revela la
Idea en la obra de arte. Lo peculiar en la creación artística es el “brillar de la Idea”,
peculiar encanto que la obra posee y que permite la visión de la Idea, de lo Absoluto
que “resplandece” en el material sensible.
Aquellos dos factores –forma y contenido- han de darse de manera tal que lo
sobresaliente no sea el material, sino el contenido que con él se quiso expresar. Pues
la obra de arte, según su concepto, consiste en que el material sensible e encuentre
perfectamente traspasado y transformado por la Idea, por el contenido que el artista
ha querido transmitir.
Hegel señala tres momentos en la historia del arte: el arte simbólico, el clásico y el
romántico. El arte simbólico es la forma de arte en cual la Idea se insinúa. La Idea,
que el arte simbólico busca vagamente, se encuentra a sí en el arte clásico –el arte
griego-, el arte más bello. En efecto, en él se da una perfecta compenetración y
equilibrio entre forma y contenido, e.i. se realiza plenamente el concepto de arte.
Ahora éste no encuentra su centro y verdadero contenido en formas animales, sino
en el hombre, al advertir que el cuerpo humano es “la única morada del espíritu”, “la
única posible experiencia natural por la cual el espíritu se manifiesta”. Sólo las
formas de lo humano revelan sensiblemente lo espiritual.

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