UT 1 Contextualización de La Animación Sociocultural 23 - 24

Contexto de la Animación Sociocultural
UNIDAD DE TRABAJO 1:
CONTEXTUALIZACIÓN DE LA ANIMACIÓN
SOCIOCULTURAL.
Curso 2023-2024
1º TASOC
IES Victoria Kent - Elche

Fco. Javier Ruvira Guilabert
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UT 1:
CONTEXTUALIZACIÓN DE LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL.
CONTEXTO DE LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL

Curso 2023-2024
ÍNDICE
1: INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 2
2: ¿QUÉ ES UN ANIMADOR SOCIOCULTURAL? ...................................................................... 2
2.1: El perfil del animador sociocultural .................................................................................... 4
2.2. Actitudes y valores ............................................................................................................. 5
2.3: El comportamiento ético .................................................................................................... 6
2.4: El TASOCT en el plano laboral .......................................................................................... 7
3: LA INTERVENCIÓN SOCIOCULTURAL .................................................................................. 9
3.1. Intervención en necesidades ........................................................................................... 11
3.2. Las intervenciones derivadas de las necesidades y los potenciadores .......................... 13
3.3. La organización de la intervención sociocultural ............................................................. 16
4: ¿QUÉ ES LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL? .................................................................... 17
4.1. Aproximaciones al concepto de animación sociocultural ................................................ 17
4.2. La animación sociocultural es un fenómeno multidimensional. ....................................... 18
4.3. La animación sociocultural como metodología transversal ............................................. 18
4.4: La animación sociocultural como intervención educativa ................................................ 18
La educación a lo largo de la vida ......................................................................................
Los cuatro pilares de la educación .....................................................................................
4.5: Funciones de la animación sociocultural ......................................................................... 22
4.6. La finalidad de la animación sociocultural: la transformación social ............................... 22
5: ORIGEN DE LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL.................................................................. 23
5.1. Primeras manifestaciones de la animación sociocultural. ............................................... 23
5.2. La consolidación de la animación sociocultural en España ............................................ 23
5.3. Nuevos retos de la animación sociocultural. ................................................................... 26
6: ÁMBITOS DE INTERVENCIÓN DE LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL ............................. 26
6.1. Ámbito de la educación durante el tiempo libre ............................................................... 26
6.2. Ámbito social y desarrollo comunitario ............................................................................ 27
6.3. Ámbito cultural ................................................................................................................. 29
6.4: Los colectivos de intervención. ........................................................................................ 30
7: EL FUTURO DEL ANIMADOR................................................................................................ 30
7.1. La formación permanente y continuada .......................................................................... 31
IES VICTORIA KENT - ELCHE

Prof.: Fco. Javier Ruvira Guilabert
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Curso 2023-2024
1: INTRODUCCIÓN
Estamos empezando el Ciclo Formativo de Animación Sociocultural. La Formación
Profesional es una etapa educativa que está claramente orientada al mundo laboral. Los
ciclos se cursan durante dos brevísimos años (que integran un proceso docente y unas prácticas
en un centro de trabajo) después de los cuales, el nuevo Técnico Superior se convierte en un
profesional cualificado. Las inquietudes y motivaciones que han llevado a cada alumna o
alumno a cursar nuestro ciclo pueden ser muy diversas: en muchos casos se trata de unos
estudios realizados por vocación, pero también hay otros casos en los que el alumnado llega
como paso previo para seguir estudiando (en la Universidad) o incluso se matricula de casualidad
sin saber bien para qué competencias futuras va a ser preparado. ¿Cuál es tu caso? ¿Te has
planteado tu futuro a medio plazo?
En la presente unidad vamos a determinar de manera fiel en qué consiste la animación
sociocultural, cuál es el papel que ha de desempeñar un TASOCT y describiremos el ámbito de
trabajo en el que se habrá de mover.
2: ¿QUÉ ES UN ANIMADOR SOCIOCULTURAL?

La primera pregunta que debemos responder antes de avanzar siquiera un minuto más
este curso es: ¿qué es un animador sociocultural? En muchas ocasiones encontramos una
idea generalizada de que el animador sociocultural se limita a dinamizar fiestas o reuniones (en
un papel más propio de un monitor de ocio y tiempo libre). Pero como ahora veremos, la labor
del animador es mucho más que eso.
Sintetizando las múltiples definiciones que se dan del animador y animadora
sociocultural, podemos definirlo como aquel profesional que ejerce una intervención
sociocultural y educativa en un ámbito concreto, animando procesos individuales y/o
grupales con una rica gama de procedimientos y técnicas adecuadas a las metas
propuestas. El animador o la animadora sociocultural llevan a cabo con profesionalidad su tarea
educativa de ayudar al desarrollo de personas y grupos, fundamentándose en una preparación
y formación permanente, que debe estar avalada por entidades formativas, reconocidas por la
sociedad. La intervención del animador o la animadora sociocultural busca dos objetivos
fundamentales:
 Que cada persona tome parte activa en los procesos de creación e innovación
cultural y social, con el fin de incidir en el desarrollo comunitario de un territorio.
 Facilitar procesos de comunicación y participación entre grupos de ciudadanos que
se auto organizan para dar respuesta a sus intereses personales y sociales.

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Así, los animadores o las animadoras socioculturales son profesionales facilitadores

de relaciones, capaces de comprender los retos sociales de una asociación, de un barrio o de
una colectividad local.
El animador se ocupa básicamente de la dinamización de grupos. Lo hace trabajando

con colectivos específicos entre los que destacamos:
 Infancia.
 Adolescencia y juventud.
 Personas adultas.
 Tercera edad.
 Personas con diversidad funcional.
Pero en su actividad cotidiana, el TASOCT ha de desempeñar un papel determinado a

la hora de participar en intervenciones. Según Jaume Trilla, un animador sociocultural ha de
aunar tres roles que han de quedar patentes en su trabajo:
 Ha de ser educador, pues trabaja con la finalidad de que las personas usuarias
adquieran de alguna manera un conocimiento, no estrictamente en cuanto a contenidos,
sino especialmente en la manera de actuar, de relacionarse y de participar.
 También habrá de ser agente social. Es esencial su papel en la motivación y la
implicación de las personas y los grupos y su orientación, con el fin de favorecer su
transformación desde el empoderamiento.
 Y por último ha de comportarse como relacionador. Ha de facilitar, fomentar y hacer
posible la relación efectiva entre las personas, los grupos, las instituciones y la
comunidad en general.
En definitiva, es tarea del animador o animadora sociocultural ayudar a que cada
persona pueda llevar a cabo su función dentro de la escena social y actuar en función de
sus intereses y sus deseos, siempre con la perspectiva de promoción y desarrollo social.
Entre los TASOCT, es habitual encontrarse a personas que disfrutan al máximo de su
trabajo, absolutamente implicadas en sus tareas. Por lo tanto, cabe preguntarse: ¿el animador
nace o se hace? Podemos encontrar opiniones para todos los gustos:
 Hay quien piensa que el trabajo del animador sociocultural ha de ser básicamente
vocacional, como Josep M. Quintana quien afirma que “se trata de una de las
profesiones que más claramente exige unas actitudes concretas, que no todo el mundo
posee. Animador se nace. Las aptitudes básicas de una persona son innatas, ya que van
ligadas a su temperamento. (…) Empeñarse en una profesión para la que no se sirve es
una temeridad”.

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 Otros, sin embargo, sitúan el foco en la experiencia. Según estos autores, el

aprendizaje que se consigue con la práctica del día a día para poder desarrollarse como
profesionales es fundamental.
 Y hay otros que concluyen que los animadores no tienen porqué nacer con unas
habilidades innatas sino que ésta se pueden aprender a lo largo de un proceso
formativo.
La realidad es que podemos tomar en consideración las tres opiniones, pues lo cierto
es que la práctica cotidiana y la experiencia directa en el puesto de trabajo es lo que hace adquirir
las habilidades necesarias para ser un buen profesional. Y si partimos de la premisa de que en
la formación del animador vais a encontrar una parte práctica importante, directamente ligada al
mundo laboral, podemos entender lo importante que ésta es. Desde el inicio de su formación, el
futuro profesional de la animación sociocultural irá descubriendo rápidamente que la tarea de
animador no es sólo un asunto de buena voluntad y aptitudes personales sino que además es
necesario saber teórico y práctico ya que existe toda una metodología que hay que conocer y
practicar.
2.1: El perfil del animador sociocultural

La labor del Animador Sociocultural no es una tarea menor. Los objetivos a plantear en
una intervención determinada pueden tener mucha importancia (especialmente para la persona
o colectivo con que vamos a trabajar). Para poder responder de manera adecuada a tan
importante responsabilidad, se requiere que el animador posea una serie de cualidades tanto
profesionales como humanas.
Como estamos viendo, los rasgos de la personalidad del animador sociocultural son
importantes a la hora de valorar su profesionalidad y su capacidad como técnico. Tengamos en
cuenta que, así como existen trabajos que se pueden desempeñar sin el contacto con otras
personas, el trabajo de animador exige trabajar con otros seres humanos, lo cual insta a disponer
(y potenciar) algunas aptitudes no sólo profesionales sino también personales.
Considerando las aptitudes personales, podemos decir que tendrán un perfil más
idóneo para la animación sociocultural las personas que muestran rasgos de personalidad
extrovertida, abierta o responsable. Estos rasgos contribuirán a conferir una serie de
capacidades personales muy deseables, como sociabilidad, facilidad de trato, liderazgo, sentido
de la equidad, capacidad de implicación, iniciativa, autonomía, creatividad, espíritu crítico,
etcétera.
Las aptitudes profesionales son aquellas que se adquieren con la formación y la
experiencia, y están directamente relacionadas con el trabajo que se debe desarrollar. Algunas
de las cualidades de este tipo de las que las animadoras y los animadores socioculturales no
deben carecer son:

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 Competencia técnica y metodológica, que le permita planificar, ejecutar y evaluar las

intervenciones de manera rigurosa y competente.
 Habilidades comunicativas y sociales, para garantizar una comunicación fluida y
eficaz con las personas usuarias y también con los otros miembros del equipo de trabajo.
Incluye también la capacidad de empatía y de escucha, que será clave para la
comprensión de las necesidades de las personas con las que interviene y así planificar
con mayor criterio.
 Habilidades de resolución de conflictos, que permita solucionar de manera pacífica y
positiva los posibles problemas o disputas que puedan surgir en el equipo de trabajo
entre las personas usuarias.
 Manejo de las reuniones y las dinámicas grupales, será consecuencia de disponer
de buenas habilidades sociales, y será clave para conseguir que las personas participan
y se impliquen en los diferentes procesos y actividades.
 Conocimiento de la normativa relacionada con las actividades que se pueden realizar,
las condiciones en que pueden llevarse a cabo, el personal, las instalaciones, etcétera.
 Conocimiento de las características y las necesidades de las personas usuarias o
del colectivo de intervención.
 Madurez personal, que permita enfrentarse a situaciones imprevistas y tomar las
decisiones más adecuadas.
2.2. Actitudes y valores

En cualquier profesión, las personas deben mostrar unos valores y actitudes
adecuadas. Más aún, cualquier ser humano, si quiere realizarse como persona plenamente,
deberá disponer de una escala de valores adecuada. Pero en el caso del animador sociocultural,
su escala de valores y sus actitudes han de ser mucho más claras para entrar en coherencia con
la labor social que desempeña. Pero ¿qué son concretamente los valores y las actitudes?
Los valores configuran la personalidad de los seres humanos y cada individuo tendrá su
propia escala de valores. Esta escala será la que determine sus pensamientos y su conducta.
Los valores están directamente relacionados con las actitudes. Éstas se definen como la
predisposición o la tendencia que tiene una persona a un determinado comportamiento
ante ciertas situaciones y que afectan a su nivel de implicación.
Los valores y las actitudes que identifican al animador o la animadora sociocultural
pueden ser muchos. Justicia social, solidaridad, objetividad, cooperación, diálogo, mentalidad
abierta, rechazo a la violencia, confidencialidad, etcétera. Pero hay dos que son claves y
fundamentales para todos aquellos profesionales que trabajan en el ámbito social o que en el
desempeño de sus funciones precisen una alta interacción social: la tolerancia y el respeto a
las personas y las diferentes culturas. El respeto a todas las personas y los colectivos con las

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que intervenga, sean cuales sean su origen, cultura y situación socioeconómica, tenga o no tenga
una discapacidad o sufra o no una enfermedad.
La tolerancia ante las diferentes situaciones y demandas que se presenten. Esta
tolerancia les permite actuar de manera asertiva y no autoritaria, y resolver cualquier tipo de
conflicto cuando aparecen discrepancias, ideas o planteamientos diferentes de los propios.
Poseer los valores de tolerancia y respeto tiene las siguientes implicaciones y
significados:
 Han de ser el principio generador de las relaciones interpersonales.
 Requiere un estado mental de apertura hacia el otro para poder admitir maneras de
pensar y actuar diferentes de las que uno mismo tiene.
 Permiten respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes
o contrarias a las propias.
 Es el respeto a la diversidad.
 Permiten una actitud de aceptación respecto de aquello que es diferente de los
propios valores. Es la aceptación del pluralismo.
 Es la capacidad de escuchar y aceptar a los demás, comprendiendo el valor de las
distintas formas de entender la vida.
Pero, ¿quiere esto decir que un animador sociocultural ha de aceptar cualquier situación
sea cual sea que provenga del colectivo o persona con las que va a trabajar? Lo cierto es que
en algunas situaciones, para actuar correctamente, el animador o la animadora sociocultural
deberá ser realista y saber qué es lo que se puede esperar y qué es lo que se puede pedir a los
demás, valiéndose, por tanto, de un gran sentido común.
2.3: El comportamiento ético

Cualquier trabajador, a la hora de desempeñar sus tareas profesionales ha de ajustarse
a un compromiso ético. Pero una vez más, el animador sociocultural, por cuanto que realiza una
intervención con personas concretas, ha de asumir ese compromiso ético con mayor
convicción. Alguno de los principios más relevantes que ha de tomar en consideración el
animador sociocultural son:
 Confidencialidad. Se refiere a la utilización responsable de toda la información obtenida
dentro de la actividad profesional, como los datos personales del sujeto o su familia,
especialmente los relacionados con la situación social, el estado de salud o, en general,
los que más afectan a la intimidad de la persona.
 Intimidad. Consiste en mantener en todos los procesos que se realicen de la manera
más reservada y con la mayor privacidad posible para las personas usuarias o las
relacionadas con ellas. A diferencia de la confidencialidad, que se refiere a la
información, la intimidad se refiere a las personas.

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 El consentimiento de las personas usuarias, tanto para obtener la información como

para utilizarla. El consentimiento debe ser explícito, libre y con disposición suficiente de
la información.
 Principio de honestidad. Consiste en la búsqueda de la información, su tratamiento y
la puesta en práctica de las actividades, así como los procesos de evaluación, de
acuerdo con los principios para los que se han determinado y solicitado, y no para otros.
En este sentido, es necesario actuar con imparcialidad, independencia y sentido de la
equidad.
 Respeto por los principios de identidad de la institución o entidad en la cual se prestan
los servicios.
 No utilización de las relaciones profesionales en beneficio de los propios intereses
particulares.
En definitiva, todas estas actuaciones están muy relacionadas con la actitud de respeto
a las personas, sean cuales sean su origen, idioma, situación social o sus creencias.
2.4: El TASOCT en el plano laboral

La experiencia nos dice que cuando los animadores socioculturales acceden al mercado
de trabajo y tienen la suerte de obtener un empleo, la funciones que desempeñan pueden ser
muy dispares y pueden diferir muy notablemente de un profesional a otro.
Lo cierto es que en la práctica hay un gran número de casos en los que el animador
sociocultural ha de ajustarse a tareas que van más allá de las que teóricamente debe
desempeñar un TASOCT en función de la formación que ha recibido. Pero no obstante, el técnico
en animación sociocultural y turística ha de saber cuáles son las funciones para las que ha sido
preparado.
El título de Técnico en Animación Sociocultural es un ciclo superior que se integra en la

Familia Profesional de Servicios Socioculturales y a la Comunidad. Nuestra familia
profesional pretende desarrollar las siguientes funciones dentro del sistema educativo actual:
 Programación, organización, dinamización y evaluación de proyectos encaminados al
desarrollo e integración social.
 Intervención educativa en la atención a la infancia.
 Interpretación de la lengua de signos en los diferentes idiomas del Estado.
Todas estas funciones se trabajan en los diferentes ciclos de nuestra familia profesional,
aplicando para ello técnicas de dinámica de grupos y utilizando recursos comunitarios, culturales,
de ocio y tiempo libre. Estos ámbitos de trabajo quedan claramente reflejados en la oferta

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formativa de esta familia profesional, que incluye un Ciclo Formativo de Grado Medio y cinco de
Grado Superior.
GRADO MEDIO GRADO SUPERIOR
Técnico en Mediación Comunicativa
Técnico en Promoción de Igualdad de
Género
Técnico en Atención a Personas en
Técnico en Educación Infantil
Situación de Dependencia
Técnico en Animación Sociocultural y
Turística
Técnico en Integración Social
Los estudios de nuestro Ciclo Formativo se regulan en el Real Decreto 1684/2011, de

18 de noviembre (que se concreta en una normativa autonómica a través de un Curriculum
publicado por la Conselleria de Educación). En esta normativa se indica con claridad cuál es la
competencia general de nuestro ciclo formativo. Es la siguiente:
Programar, organizar, implementar y evaluar intervenciones de animación sociocultural
y turística, promoviendo la participación activa de las personas y grupos destinatarios, y
coordinando las actuaciones de los profesionales y voluntarios a su cargo.
En el artículo 7 de este mismo Título publicado en el BOE, se habla del entorno

profesional en el que un Técnico en Animación Sociocultural y Turística ha de desempeñar su
trabajo. Textualmente se indica:
Las personas que obtienen este título ejercen su actividad en el sector de los servicios a
la comunidad: desarrollo comunitario e información juvenil; en el sector de los servicios culturales:
de lectura e información, de tecnologías de la información y la comunicación, y de recursos y
productos culturales diversos; en el sector de servicios turísticos y en el sector de ocio y tiempo
libre: de actividades lúdicas y deportivas, medioambientales y de aire libre.
Más adelante, en este mismo texto se indica un extenso listado de las ocupaciones y
puestos de trabajo más relevantes a las que el animador titulado puede acceder. Son las
siguientes:
 Coordinador/a de tiempo libre educativo infantil y juvenil.
 Director/a de tiempo libre educativo infantil y juvenil.
 Responsable de proyectos de tiempo libre educativo infantil y juvenil.
 Coordinador/a de campamentos, de albergues de juventud, de casas de colonias,
 de granjas-escuelas, de aulas de casas de juventud y escuelas de naturaleza.

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 Director/a de campamentos, de albergues de juventud, de casas de colonias, de

 granjas-escuelas, de aulas de casas de juventud y escuelas de naturaleza.
 Monitor/a de tiempo libre.
 Animador/a sociocultural.
 Dinamizador/a comunitario.
 Asesor/a para el sector asociativo.
 Técnico comunitario.
 Gestor/a de asociaciones.
 Técnico/a de servicios culturales.
 Animador/a cultural.
 Informador/a juvenil.
 Animador/a de hotel.
 Animador/a de veladas y espectáculos.
 Animador/a de actividades recreativas al aire libre en complejos turísticos.
 Jefe/a de departamento en animación turística.
Pero más allá de los puestos de trabajo concretos a los que puede acceder un Técnico
en Animación Sociocultural, es buen momento para preguntarnos: ¿Cuál es el futuro de nuestra
profesión?
3: LA INTERVENCIÓN SOCIOCULTURAL
En el epígrafe anterior hemos definido la figura del animador sociocultural como aquel
profesional que ejerce una intervención sociocultural y educativa en un ámbito concreto,
animando procesos individuales y/o grupales con una rica gama de procedimientos y técnicas
adecuadas a las metas propuestas. Vamos ahora a contextualizar esta definición, centrándonos
en el concepto de intervención sociocultural, que es el ámbito en el que un TASOCT se
debe mover.
La sociedad en la que convivimos hoy en día es una sociedad cambiante, que
inevitablemente conlleva desajuste en la organización de la vida de muchas personas. Estos
desajustes generan, a menudo, la necesidad de actuaciones que permitan la adaptación a las
nuevas realidades. Es en este contexto en el que se inscribe la intervención sociocultural.
La animación sociocultural es una forma de intervención en la sociedad. Podemos definir
la intervención sociocultural como una acción programada y justificada desde un marco
legal y teórico, que se realiza sobre un colectivo o individuo, con el doble fin de mejorar
su situación generando un cambio social, y de eliminar situaciones que generen
desigualdad.

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Analizando en profundidad esta definición, podemos extraer tres elementos

fundamentales:
 Es una acción que, como se indica, ha de ser programada y justificada, es decir, que
ha de estar debidamente planificada.
 Va destinada a trabajar con personas, ya sea de forma individual o a un colectivo.
 Tiene una doble finalidad:
o Por un lado trata de eliminar las situaciones que generan desigualdad.
o Por otro lado, pretende generar un cambio social.
Intervenciones socioculturales hay de muchos tipos, dependiendo de las personas o

colectivos a los que vayan dirigidos, y según los objetivos que queramos alcanzar. Pero
analizando la definición que hemos visto, podemos concluir que, para que se produzca
intervención sociocultural es necesario que exista una persona o colectivo y que sean
conscientes de sus necesidades, y además, que estén dispuestos a participar en el proceso de
intervención.
3.1. Intervención en necesidades

Como hemos visto, la intervención sociocultural puede originarse a partir de las
necesidades de un colectivo o individuo, pero también a partir de sus deseos e intereses.
Podemos definir “necesidad” como todo aquello que es esencial al ser humano para
mantener su vida o asegurar su bienestar. Por lo tanto, aquello tan esencial es uno de los
objetos prioritarios de la intervención sociocultural.
La persona y sus necesidades.
Max-Neef et al., en su teoría de Desarrollo a Escala Humana, plantean que “los satisfactores no
son los bienes económicos disponibles, sino que están referidos a todo aquello que por
representar formas de ser, tener, hacer y estar, contribuyen a la realización de
necesidades humanas”
El desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos. Este es el postulado básico del
Desarrollo a Escala Humana.
Aceptar este postulado nos conduce a formularnos la siguiente pregunta fundamental: «¿Cómo
puede establecerse que un determinado proceso de desarrollo es mejor que otro?» Dentro del
paradigma tradicional, se tienen indicadores tales como el Producto Nacional Bruto (PNB), el
cual es, de alguna manera y caricaturizándolo un poco, un indicador del crecimiento cuantitativo

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de los objetos. Necesitamos ahora un indicador del crecimiento cualitativo de las personas,
«¿Cuál podría ser?».
Contestamos la pregunta en los siguientes términos: «El mejor proceso de desarrollo será aquel
que permita elevar más la calidad de vida de las personas». La pregunta siguiente se desprende
de inmediato: «¿Qué determina la calidad de vida de las personas?»
«La calidad de vida dependerá de las posibilidades que tengan las personas de satisfacer
adecuadamente sus necesidades humanas fundamentales». Surge la tercera pregunta:
«¿Cuáles son esas necesidades fundamentales? y/o ¿quién decide cuáles son?». Antes de
responder a esta pregunta, deben hacerse algunas disquisiciones.
Necesidades y satisfactores
Se ha creído, tradicionalmente, que las necesidades humanas tienden a ser infinitas, que están
constantemente cambiando, que varían de una cultura a otra y que son diferentes en cada
período histórico. Nos parece que tales suposiciones son incorrectas, puesto que son producto
de un error conceptual.
El típico error que se comete en la literatura y en el análisis acerca de las necesidades humanas
es que no se explica la diferencia fundamental entre lo que son propiamente necesidades y lo
que son satisfactores de esas necesidades. Es indispensable hacer una distinción entre ambos
conceptos.
La persona es un ser de necesidades múltiples e interdependientes. Por ello, las necesidades

humanas deben entenderse como un sistema en las que las mismas se interrelacionan e
interactúan. Simultaneidades, complementariedades y compensaciones son características de
la dinámica del proceso de satisfacción de las necesidades.
No existe correspondencia biunívoca entre necesidades y satisfactores. Un satisfactor puede

contribuir simultáneamente a la satisfacción de diversas necesidades o, a la inversa, una

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necesidad puede requerir de diversos satisfactores para ser satisfecha. Ni siquiera estas
relaciones son fijas. Pueden variar según el tiempo, el lugar y las circunstancias.
Valga un ejemplo como ilustración. Cuando una madre le da el pecho a su bebé, a través de ese
acto, contribuye a que la criatura reciba satisfacción simultánea para sus necesidades de
subsistencia, protección, afecto e identidad. La situación es obviamente distinta si el bebé es
alimentado de manera más mecánica.
Habiendo diferenciado los conceptos de necesidad y de satisfactor, es posible formular dos
postulados adicionales. Primero: Las necesidades humanas fundamentales son
finitas, pocas y clasificables. Segundo: Las necesidades humanas fundamentales
(como las contenidas en el sistema propuesto) son las mismas en todas las
culturas y en todos los períodos históricos. Lo que cambia, a través del tiempo y
las culturas, es la manera o los medios utilizados para la satisfacción de las
necesidades.
3.2. Las intervenciones derivadas de las necesidades y los potenciadores
La concepción del Desarrollo a Escala Humana tiene su base en la interrelación que se produce
en 3 subsistemas:
- Así pues, si las NECESIDADES están impresas en nuestra naturaleza, en nuestra interioridad,
son algo que nos constituyen como humanos, que vivimos de forma subjetiva, que son
universales…
Las necesidades son:
Finitas, pocas y clasificables
Invariables, en todas las culturas y todos los periodos históricos.
- Los SATISFACTORES son formas históricas y culturales mediante los que damos cuenta de
nuestras necesidades fundamentales /son inmateriales, constituyen la interfaz entre la
exterioridad y la interioridad, entre los bienes y las necesidades fundamentales. Satisfactor puede
ser muy diversos desde formas de proveer seguridad a las personas (sujeciones), hasta
estructuras familiares (monogamia), una forma de organización (jerárquico), un sistema político
(democracia) o una forma concreta de subsistencia (alimentación mediterránea o vivir en una
chabola),…
- El tercer subsistema es el de BIENES. Éstos pueden ser entendidos como artefactos que
aumentan o mermar la eficacia de un satisfactor. Son elementos producidos por nosotros que

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están fuera de nuestra piel. Son exterioridad, tienen una existencia física, son materiales y
concretos.
La realización de necesidades no es la META, sino el MOTOR de desarrollo (trayectoria social)
Se logra cuando la estrategia de desarrollo es capaz de estimular la generación de satisfactores
SINÉRGICOS
Cada sistema económico, social y político adopta diferentes estilos para la satisfacción de las
mismas necesidades humanas fundamentales. En cada sistema, estas se satisfacen (o no se
satisfacen) a través de la generación (o no generación) de diferentes tipos de satisfactores.
Uno de los aspectos que define una cultura es su elección de satisfactores. Las necesidades
humanas fundamentales de un individuo que pertenece a una sociedad consumista son las
mismas que las de aquel que pertenece a una sociedad ascética. Lo que cambia es la elección
de la cantidad y la calidad de satisfactores y/o las posibilidades de tener acceso a los
satisfactores requeridos.
Lo que está culturalmente determinado no son las necesidades humanas
fundamentales, sino los satisfactores de esas necesidades. El cambio cultural es —
entre otras cosas— consecuencia de abandonar satisfactores tradicionales para reemplazarlos
por otros nuevos y diferentes.
Las necesidades revelan el SER de las personas:

CARENCIA
POTENCIALIDAD: cuando nos comprometen, motivan y movilizan, pueden llegar a ser recursos.
Lo que cambia son las formas o medios mediante las cuales las necesidades son satisfechas:
SATISFACTORES. No existe correspondencia unívoca entre necesidades y satisfactores
Las necesidades fundamentales.

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PERSONA: NECESIDADES Y POTENCIADORES

POTENCIADORES
NECESIDADES
SER
SER Identidad IDENTIDAD
UBICAR La presencia VOCACIÓN
RELATAR Sentido Vital y de las cosas MISIÓN
PARTICIPAR Apropiación del ser desde la pertenencia y la relación RAZÓN
SENTIDO
RELATO
PARTICIPACIÓN
ESTAR
La presencia, habitar, estar ubicado, ocupar y compartir
los tiempos sociales, hospitalidad (implica espacio y
tiempo), la corporeidad, el territorio, la ocupación del
ESTAR espacio digital, la presencia PRESENCIA
Todo lo que implica el mantenimiento orgánico de la
persona: salud del cuerpo y la fuerza vital que empuja a la
FUNCIONAR misma presencia CORPORALIDAD
comer, respirar, contactos vitales, crear lugares seguros,
INCORPORAR acogedores, condiciones ambientales TOPOS
dejar huella, nombrar las cosas, derecho a la memoria,

NOMBRAR recrear las cosas RED
HACER
HACER praxis, transformación del mundo, creación ACCIÓN
SUSTENTAR hábitos y rutinas para sobrevivir RUTINAS
PRODUCIR derecho y la responsabilidad de mantener lo suyo TRABAJAR
OBRAR necesidad de ser a través de todo lo que se hace CUIDAR
CREAR
TENER
tener, apropiarse, compartir, necesidad de unidad y de
TENER comunión
CUIDAR necesidad de comunión VÍNCULOS
necesidad de entregarse a los otros, de expandir los
vínculos, sumar personas, criaturas, cosas, alianzas;
MULTIPLICAR comunidad DERECHOS
apropiarse del sentido a través de los vínculos y de la
FUNDAR entrega BIENES

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3.3. La organización de la intervención sociocultural

La intervención sociocultural se lleva a cabo siguiendo unos niveles ordenados de forma
jerárquica, desde los más generales y estratégicos, hasta los más operativos. Vemos cuáles son
estos niveles:
 El plan. El diseño de la intervención empieza por la confección de un plan
estratégico a partir de la fijación de puntos fuertes y puntos débiles de la
realidad en la que se interviene. Es una propuesta de trabajo global que
comprende varios programas en torno a una serie de objetivos comunes,
planteados generalmente a largo plazo.
 El programa. Es una propuesta más precisa centrada en objetivos concretos,
con ejecución prevista a medio plazo. Habitualmente, los programas llevan
asociados varios proyectos.
 El proyecto. Es el nivel en el que se organiza la intervención en el aspecto
táctico y en el que se concreta la respuesta a unas necesidades individuales, de
grupos o de comunidades. Se elabora a partir de unos objetivos operativos y se
organiza en un conjunto de actividades.
 Las actividades. El último nivel de planificación y consiste en una secuencia de
acciones concretas destinadas a alcanzar los objetivos previstos en el proyecto.
Si visualizamos esta jerarquización como una pirámide invertida, situaremos en la parte
superior al plan, por tratarse de lo más general. Cada uno de los niveles va concretando más
hasta llegar a las actividades.
Plan
Programa
Proyecto
Actividades

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Las animadoras y animadores socioculturales trabajan en el nivel de proyectos,

planificando actividades y llevándolas a cabo.
4: ¿QUÉ ES LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL?

Etimológicamente la palabra animación viene de “alma” (vida, sentido, aliento) y “animus”
(motivación, movimiento, dinamismo). A partir de esta etimología podemos suponer que todo
proceso que se denomine de animación sociocultural tenderá a incitar o estimular a los
individuos a que tomen protagonismo de su propia vida, para que junto con otros creen las
condiciones necesarias para mejorar su calidad de vida.
4.1. Aproximaciones al concepto de animación sociocultural

Son muchas las definiciones que se han hecho de la animación sociocultural, pues, como
veremos, se trata de un concepto que abarca un conjunto de elementos muy heterogéneos,
que además evolucionan de acuerdo con el momento y el contexto en el que se analizan. La
UNESCO en el año 1982 la definió como un “conjunto de prácticas sociales que tienen como
finalidad estimular la iniciativa y la participación de las comunidades en el proceso de su propio
desarrollo y en la dinámica global de la vida sociopolítica en la que están integrados”. Si
profundizamos un poco más y buscamos una definición más exhaustiva, que sintetice la
aportación de diferentes autores, podemos concluir que la animación sociocultural es una
metodología que se traduce en una intervención sociocultural en un territorio concreto,
que se desarrolla sobre todo durante el tiempo libre de las personas, con el fin de estimular
iniciativas y la participación de grupos y comunidades para el propio desarrollo y para la
transformación de la sociedad donde están inmersos.
Si analizamos la definición, obtenemos los elementos fundamentales que componen la
animación sociocultural:
 Es una metodología de intervención sociocultural.
 Se lleva a cabo en un territorio concreto y se desarrolla durante el tiempo libre de las
personas.
 Persigue la participación de personas, grupos y comunidades.
 Tiene la finalidad de favorecer el desarrollo individual y grupal, y la transformación de la
sociedad.
4.2. La animación sociocultural es un fenómeno multidimensional.

Xavier Úcar afirma que la animación se dirige no solo a lo social, sino, a la vez a lo cultural
(sólo con fijarnos en el nombre -“socio” y “cultural”- vemos que esto es una evidencia); todo
dependerá del colectivo donde se quiere intervenir y de las técnicas de intervención empleadas.

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Es decir, que el TASCOT podrá actuar en el ámbito social y en el ámbito cultural

(obviamente), dependiendo de los objeticos que quiera alcanzar. Tanto en su consideración
social como cultural, la animación sociocultural es una práctica educativa global que se efectúa
en las comunidades en forma de acciones sociales y culturales. Es un fenómeno
multidimensional.
4.3. La animación sociocultural como metodología transversal

Como hemos visto un poco más arriba, está claro que la animación además de intervenir
en lo social, interviene en lo cultural. Y no sólo en el campo de las necesidades, tal y como fue
en sus inicios, sino también en el de las libertades, entendido como aquello que motiva y que
surge del deseo y del interés, y que se disfruta.
En estos momentos, podemos considerar la animación sociocultural como una
metodología transversal de intervención socioeducativa, que puede ser utilizada no solo por
las diferentes profesiones de lo social y de la educación no formal, sino que, como hemos dicho,
últimamente también hace su entrada en el mundo de la educación formal. Al margen de esta
animación intencional y consciente, hay también una animación no intencionada, espontánea o
difusa. De hecho, la animación en estos términos ha existido siempre. En las comunidades, en
los barrios y en los grupos sociales ha habido siempre líderes que han ejercido este papel, a
menudo de forma inconsciente e informal.
Esta animación natural y espontánea sería la situación deseable en cualquier
comunidad. En el momento en el que se detecta que la salud comunitaria es deficitaria o se
pretende mejorar y optimizar su situación, es cuando aparece la animación fruto de un trabajo
profesional, intencional, que pretende restablecer, mejorar o desarrollar las relaciones humanas
y transformar la sociedad.
4.4: La animación sociocultural como intervención educativa

Toda intervención social tiene una finalidad educativa, y la animación sociocultural no es
una excepción. Pero el concepto “educación” no se desarrolla únicamente en la escuela. Existen
otras prácticas o espacios que son tanto o más importantes para la formación del individuo.
Las personas, como miembros de una sociedad, aprenden las claves de su cultura, no
sólo en la escuela sino en un cúmulo de espacios, procesos, instituciones, relaciones personales,
recibiendo mensajes y propuestas, elaborando códigos, e interpretando normas sociales, las
cuales abarcan no sólo los conocimientos como tales, sino creencias, valores, saberes,
habilidades, aptitudes y sentimientos.
En este contexto, se establece una división de la educación en tres modalidades:

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 Educación formal: es aquella formación o actividad educativa que se imparte dentro del
sistema educativo reglado. Facilita la integración del individuo en la sociedad en la que
vive y le proporciona una formación de base con el objetivo de que sea polivalente.
 Educación no formal: es aquella formación o actividad educativa que se realiza fuera
del organigrama del sistema educativo. Asume funciones relacionadas con la educación
permanente y con procesos educativos de los que la institución escolar no se hace cargo
(ocio, tiempo libre, animación...).
 Educación informal: es la formación o actividad educativa que consiste en la
adquisición y acumulación de conocimientos, habilidades y actitudes de manera no
intencional y sistemática. Es un proceso que se produce de manera indiferenciada y
difusa, en el contexto de otros procesos sociales.
Como veremos más adelante, la Animación Sociocultural se desarrolla en entornos de
educación no formal, aunque el amplio abanico de intervenciones en el que un animador puede
actuar, permite participar en cada vez más intervenciones educativas, incluyendo el ámbito
formal.
La educación a lo largo de la vida

En los últimos años ha cobrado especial importancia el concepto de educación
permanente. Aunque el concepto se consolidó a finales del siglo XX, sus antecedentes pueden
remontarse mucho tiempo atrás. La educación permanente se ha desarrollado de forma diversa
en todas las civilizaciones; siempre han existido estructuras informales educativas en
referencia a la totalidad de la vida.
Pero hoy en día a educación permanente se considera un instrumento de desarrollo del
hombre integral, total, tomado en su conjunto de funciones de trabajo y ratos de ocio, en su
participación en la vida cívica, en la vida familiar, en la vida cultural. Es, pues, un concepto que
engloba todos los procesos educativos que afectan al ser humano y que alude a la preparación
de la persona no sólo para el momento presente, sino también con vistas al futuro.
La educación permanente se ha convertido no sólo en exigencia, sino en necesidad
ineludible para vivir en una sociedad dinámica que se abre al nuevo milenio con desafíos
insospechados. Se multiplican los argumentos que ponen de relieve la necesidad de aprender
a lo largo de la vida. Entre los argumentos más claros que justifican su existencia y necesidad
podemos enumerar los siguientes:
1. La explosión del conocimiento y los avances científicos de los últimos tiempos
presentan un reto a la educación. Los conocimientos adquiridos en la escuela no bastan
para colmar la exigencia de una vida entera, cuando el desarrollo tecnológico va
cambiando nuestros hábitos, gustos y necesidades.

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2. Los conocimientos cada vez más profundos de una materia y sus manifestaciones
nos llevan a una concepción más unificadora del conocimiento al romperse las fronteras
que separan las diversas ciencias particulares. La aplicación del método científico, en
sentido amplio, identifica cada vez más las ciencias con las humanidades, acercándonos
de este modo, a un humanismo científico-técnico.
3. Los cambios científicos y tecnológicos no han sido solamente de tipo cuantitativo sino
también cualitativo. Se cuenta con un mayor número de conocimientos y de técnicas
que aportan una visión nueva del ser humano. El desarrollo de las nuevas tecnologías
en la sociedad del conocimiento y de la información demanda una preparación
especifica.
4. Se están produciendo transformaciones profundas bajo el horizonte de la
mundialización. Asistimos al nacimiento de un mundo que llamamos “único”, con
dimensiones planetarias en el que emergen profundas transformaciones en todos los
órdenes.
5. El mundo del trabajo presenta cada vez nuevas exigencias. El desempeño eficaz de
una profesión exige la resolución de tareas en un nivel cada vez más elevado y la
vinculación entre la educación y la profesión a desempeñar se hace cada día más
urgente. Para la economía es muy importante aprovechar la experiencia de personas ya
incorporadas al mundo del trabajo, permitiéndoles mediante la educación permanente,
elevar su nivel cultural y técnico. Por otra parte, en este siglo la esperanza de vida se ha
alargado veinte años, debido a las conquistas de la sociedad del bienestar. Las
actividades de ocio cada día más extendidas, en una sociedad industrializada, propician
el desarrollo de diversas dimensiones del ser humano: sentido de la participación en la
vida cívica, social y familiar, de acción sobre el entorno, etc. De ahí́ que la educación
permanente constituya un medio de promoción colectiva.
6. La democratización de la educación está propiciando que se la considere cada vez
más como una actividad al alcance de todos. Somos cada vez más conscientes de que
la equidad social exige una compensación a favor de aquellos que no han podido
prolongar sus estudios al nivel deseable.
Los cuatro pilares de la educación

Como vemos, la educación a lo largo de la vida ya no se basa tanto en unos
contenidos sino en las competencias. Ya no es tan importante conocer unos contenidos
concretos sino saber qué hacer con ellos. Según la UNESCO (a través del Informe Delors), la
educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales que en el transcurso
de la vida serán para cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento. Los llamados
pilares de la educación visualizan una formación de manera integral, es decir, un desarrollo

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pleno del ser humano basado en cuatro categorías de aprendizaje deseables en todas las
personas: Aprender a conocer, Aprender a hacer, Aprender a vivir juntos y Aprender a ser.
1. El primer pilar: Aprender a conocer, se refiere a las habilidades que debemos
desarrollar respecto a la manera en cómo nos acercamos al conocimiento, nuestra
manera de investigar y autorregularnos, a identificar cuáles son mis debilidades y
fortalezas para poder aprovecharlas; es necesario en la dinámica social actual que las
personas aprendamos a investigar temas por nuestra propia cuenta, el aprendizaje
autónomo forma parte de las competencias del ciudadano del siglo XXI.
2. Respecto al segundo pilar denominado aprender a hacer nos debe quedar claro que
si bien los conocimiento teóricos son importantes, lo son de igual forma o más aún las
habilidades prácticas que tengamos, el conocimiento no se evidencia hasta que se puede
aplicar en una situación concreta, se ve reflejado en lo que podemos construir o crear a
partir de él. Una persona que cuenta con muchos conocimiento teóricos pero que no los
puede llevar a la práctica quedará fuera de la dinámica actual en donde la producción de
conocimientos y su aplicación son indispensables para el progreso social.
3. El tercer pilar: Aprender a vivir juntos, enfatiza que las personas no pueden vivir en
soledad y lograr el éxito aislados de los demás, es imperante que se formen redes de
colaboración y participación, se reconoce a través de este pilar que el conocimiento y el
saber hacer cosas por sí mismos no darán éxito al individuo, implica el que yo como ser
pensante y creativo busque siempre el bienestar común. Se trata de conseguir reconocer
que el otro forma parte esencial de mí, luego entonces el conocimiento adquiere un
carácter social y necesita ser compartido y acompañarse de los valores para la
convivencia necesarios para el progreso comunitario.
4. Por último el pilar del aprender a ser nos habla del autoconocimiento y valoración del
propio sujeto como parte fundamental de la realización personal, se puede ser un sujeto
con niveles elevados de conocimiento y habilidades prácticas pero no se aprenderá a
vivir en sociedad si no se tiene una valoración interna adecuada que genere un equilibrio
entre todos los aspectos que conforman la vida y constitución de la persona misma.
Los cuatro tipos de aprendizajes que sustentan los pilares de la educación son o deben
ser los fundamentos de toda práctica educativa, incluida la animación sociocultural. Para la
UNESCO es claro que la formación de las personas no se limita solo a la acumulación de saberes
o habilidades, sino que comprende la integridad de las personas, ciudadanos con valores y
conocimientos que actúen en beneficio de la sociedad en la que viven.

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4.5: Funciones de la animación sociocultural

Una vez vistas las características de animación sociocultural, podemos resumir cuáles
son sus principales funciones. Se puede observar que las características están en sintonía con
los principios de participación y transformación social que la definen:
 Es un elemento, un factor transformador del individuo y la sociedad.
 Sirve de vía para la participación, pues dispone de un potencial dinamizador capaz de
movilizar a la ciudadanía tanto a nivel personal como grupal.
 Es un vehículo de expresión ciudadana. Ayuda a reforzar la identidad de cada individuo
y de cada grupo, proporcionando recursos para la expresión y el desarrollo de iniciativas
y ofreciendo canales de difusión.
 Es un factor de motivación y estímulo social, pues crea nuevas posibilidades sociales,
culturales y educativas.
 Reduce los conflictos sociales y grupales.
 Crea conciencia asociativa y ciudadana.
 Estimula a través de la vida asociativa, la relación de cohabitación social.
 Fomenta los valores culturales y el espíritu crítico social.
 Desarrolla la información y fomenta el asesoramiento social.
 Atiende las necesidades sociales básicas en régimen de convivencia.
4.6. La finalidad de la animación sociocultural: la transformación social

Hemos insistido en que la finalidad principal de la animación sociocultural consiste
en la transformación de la propia realidad hacia la transformación social. Un cambio que
se puede dar desde la propia persona, en el sentido de crecimiento personal, o desde el grupo,
entonces encaminado hacia un cambio social. Pero la animación sociocultural también tiene una
dimensión político ideológica ya que persigue incidir en la realidad social y transformarla. La
animación sociocultural se puede justificar y llevar a la práctica desde diferentes discursos
políticos e ideológicos.
Nos podemos centrar en dos enfoques, el tecnológico o científico y el sociocrítico, en
función de cuál es el alcance de la transformación social que se persigue.
 El enfoque tecnológico o científico. Es la vía más utilizada por los países europeos.
Se basa en un discurso que no está orientado a cuestionar la estructura democrática
establecida ni la política llevada a cabo, sus objetivos se concentran en favorecer la
cohesión social y el desarrollo cultural.
 El enfoque sociocrítico. Se da de manera más generalizada en el ámbito
latinoamericano. En estos países la práctica de la animación sociocultural comporta el
cuestionamiento de las estructuras del Estado y de sus políticas. Aparece vinculada
estrechamente con la educación popular y el desarrollo comunitario, donde los objetivos

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se centran en los ámbitos educativo y social, liderados por movimientos y asociaciones

ciudadanas de base.
De todas maneras, estos enfoques no se dan en estado puro, pues existe todo un
abanico de posibilidades entre ambos, que se verán condicionados según los marcos políticos,
históricos y sociales donde se de la acción.
A priori, el posicionamiento sociocrítico seguramente es el que más encaja en el
propio discurso de la animación sociocultural, en la medida que garantizó desde el inicio la
implicación del protagonismo de los grupos y las comunidades. Sin embargo, la situación de
partida no siempre permiten el abordaje desde estos posicionamientos.
Una sociedad democrática necesita mantener viva la capacidad de participación del
sentido crítico de la comunidad porque es garantía del juego democrático, y son elementos
imprescindibles para el empoderamiento y para convertirnos protagonistas del propio destino.
Tal y como estudiamos en la primera unidad, el papel del animador o la animadora
sociocultural será el de provocador y transformador de actitudes y situaciones, y siempre
desde pedagogías activas y participativas. Al principio de la Unidad vimos cuál es el papel que
ha de jugar el animador sociocultural; ahora vemos que todas las actitudes y aptitudes que se
esperan de él (o ella) encajan perfectamente en esta visión de nuestra disciplina, la animación
sociocultural.
La animación sociocultural debería orientarse al cuestionamiento del sistema
establecido, la crítica constructiva, la reformulación, la interrogación y la creación. Por estas
razones, es natural que pueda resultar incómoda a algunas estructuras e instituciones.
5: ORIGEN DE LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL

La mayoría de autores sitúan la aparición de la animación sociocultural en Europa a
mediados del siglo pasado, como respuesta a unos déficits socioculturales provocados por el
desarrollo industrial, el crecimiento urbano y los cambios sociológicos que se operaron a
principios del siglo XX.
5.1. Primeras manifestaciones de la animación sociocultural.

La crisis de identidad urbana, el descenso de calidad de vida y la pasividad social,
provocada por el crecimiento acelerado y la concentración de grandes masas de población sin
equipamientos culturales ni tejido asociativo, hicieron necesarias intervenciones para poder
contribuir activamente a la transformación de esta sociedad, ya que la educación
predominante hasta momento se vio desbordada para afrontar la compleja problemática.
Los cambios en las ideas, como consecuencia de la toma de conciencia de la clase
obrera, o la proliferación de nuevos planteamientos educativos más en sintonía con la evolución

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de la sociedad, como los de la Escuela Nueva, propician las primeras prácticas de desarrollo
comunitario.
En España, también contamos en esa época con algunas experiencias específicas,
algunas muy relacionadas con estos principios, que podemos considerar como antecesoras de
la animación sociocultural. Nogueiras destaca, dentro del conjunto del Estado español, algunas
experiencias concretas que se pueden considerar antecedentes de la animación sociocultural.
1. Los teleclubes. Fueron creados con el objetivo de facilitar a cada pueblo un televisor
común para toda la comunidad; después pasaron a convertirse en centros de reunión o
en el bar del pueblo. Dada la importancia que adquieren, se introduce la figura del
“monitor del teleclub”, para organizar actividades culturales: charlas, conferencias,
actividades teatrales, etc.
De su pasado, que se remonta en muchos casos a cincuenta años atrás, apenas queda
el nombre, porque ahora el teleclub, menos para ver la tele, sirve casi para todo. Cuentan los
libros de historia reciente que en el nacimiento de los teleclubes tuvo mucho que ver el Ministerio
de Información y Turismo del Régimen franquista, que cumplió con ellos un doble objetivo:
promover el desarrollo de la televisión y también favorecer así la transmisión de la ideología
imperante en aquellos años. Durante 15 ó 20 años, especialmente en el medio rural, muchos
vecinos se reunían en torno al aparato, que por entonces se veía en blanco y negro y con
frecuentes interrupciones, porque los repetidores no abundaban.
Algunos teleclubes se convirtieron en verdaderos centros culturales y sociales para sus
pueblos.
Con los años, raro se hizo el hogar que no contaba con una o varias televisiones. Pero
eso no fue lo que apagó a muchos teleclubes, sino la despoblación. Muchos cerraron sus puertas,
otros sólo las reabren en verano, cuando el pueblo recupera la vida de antes.
2. Los colegios familiares rurales. A mediados de la década de los sesenta un grupo de
personas sensibles a la problemática de marginación en que se encontraban los
adolescentes del medio rural, tienen conocimiento de la existencia en Francia de las
Maisons Familiares Rurales e intentan transportar a España esta iniciativa.
La finalidad era la promoción de la comarca a través de las Asociaciones de Padres, la
educación integral de los jóvenes rurales, capacitándolos para una formación permanente y la
formación técnica, básicamente agrícola.
La pedagogía de estas instituciones se fundamenta en cuatro pilares básicos:
 Alternancia: es una forma de gestión en la que se intenta aunar la escuela con la
vida. Los jóvenes están una semana en el colegio y dos en casa. La vida también
“educa”, por lo que se combina la formación más formal con las experiencias diarias
y cotidianas.

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 Cogestión: Los padres, junto con monitores gestionan los aspectos curriculares,
organizativos y económicos.
 Trabajo en equipo: los monitores pertenecen a ámbitos multidisciplinares que
requieren de la coordinación y unidad en el trabajo y la organización.
 La globalización: los contenidos curriculares estaban al margen de lo establecido
en la educación formal, diferenciándose las diferentes áreas de conocimiento que se
abordan de forma globalizada.
3. El servicio de extensión agraria. Desde 1955 se le ocupa de prestar todo tipo de ayuda
técnica, material, legal y moral a los agricultores. Además, entre sus funciones está la
de sugerir ideas básicas y prácticas eficaces a la población agrícola.
4. Las escuelas campesinas. Surgen en 1978 con el objetivo de crear un movimiento
que sirva al desarrollo y organización del campesinado. Se pone en marcha una red de
educación a distancia con el objetivo de conseguir una mejora en la calidad de vida del
campesinado. La comarca es el núcleo básico de coordinación.
5. Las universidades populares. Las universidades populares son un proyecto de
desarrollo cultural que actúa en el municipio, cuyo objetivo es promover la participación
social, la educación, la formación y la cultura, para mejorar la calidad de vida de las
personas y la comunidad.
Las Universidades Populares desarrollan su acción en distintos puntos de España,
comparten un mismo enfoque y orientación, y están organizadas en una red, constituyendo la
Federación Española de Universidades Populares –FEUP– como elemento aglutinador y
coordinador.
La acción de las Universidades Populares trata de globalizar e integrar las dinámicas y
recursos existentes dentro del municipio, poniéndolos al servicio de la calidad de vida de las
personas y de las transformaciones sociales necesarias para mejorarla.
Tienen su origen en la Segunda República. El franquismo las suprime y son de nuevo
restauradas a partir del año 1982. Su finalidad básica es la promoción participativa: crear y
facilitar las condiciones que hagan posible la participación social. Comienzan con la organización
de cursos y talleres destinados a la ocupación del tiempo libre y después incorporan cursos de
alfabetización y de educación básica de adultos.
Los programas de la Universidades Populares se dirigen a sectores concretos de
población: los jóvenes, las mujeres, la tercera edad, las barriadas deprimidas, etc. Actualmente
incorporan programas de promoción y formación para el empleo. En España hay ahora más de
cien UUPP, situadas en las zonas más deprimidas del Levante, Centro y Andalucía.

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5.2. La consolidación de la animación sociocultural en España

Con la llegada de la democracia y de los primeros ayuntamientos democráticos, se
generan acciones culturales, sociales y propuestas de ocio diferentes de las que se habían
conocido hasta el momento. El ambiente de libertad que se respira hace que se impulse el
asociacionismo, se creen fundaciones, centros cívicos, Casas de Cultura, Universidades
Populares, centros recreativos, se incrementa la oferta de colonias de vacaciones y se amplía la
red de albergues de juventud, entre otras acciones. La animación sociocultural avanza
aceleradamente.
En la década de los 80, la animación sociocultural llega a su punto álgido. La
administración local empieza a impulsar proyectos de animación sociocultural con el objetivo de
potenciar la participación ciudadana y el asociacionismo.
Ayuntamientos e instituciones contratan a personas que ejercen de dinamizadores en
áreas de Cultura, Juventud, fiestas o asuntos sociales. Muchos líderes de movimientos sociales
y del mundo asociativo pasan a trabajar en las instituciones públicas y en la administración local,
que sustituyen sus carencias formativas por grandes dosis de militancia y voluntarismo. Surgen
algunas escuelas de formación de animadores, aunque un gran volumen de proyectos está en
manos del voluntariado.
En el transcurso de los 90, aparecen dos formación regladas y profesionalizadoras:
 Desde la universidad, la titulación de Educación Social.
 Desde la formación profesional, la titulación de Técnico Superior en animación
sociocultural y, más recientemente, Técnico Superior en animación sociocultural y
turística.
Esa década se caracteriza por la profesionalización del reconocimiento de la animación
sociocultural como estrategia metodológica de intervención socioeducativa. A la vez se percibe
un paro de las iniciativas socioculturales; la burocratización y la institucionalización dan una
imagen de anquilosamiento de nuevas ideas y propuestas.
5.3. Nuevos retos de la animación sociocultural.

Ya entrado el siglo XXI, el fenómeno de la globalización originado por la apertura de los
mercados, las posibilidades de las tecnologías de la información y la comunicación, la
inmigración y la facilidad de movilidad de las personas dan un nuevo impulso a iniciativas
socioculturales.
La sociedad se ve en la obligación de favorecer encuentros y diálogos entre políticas
sociales y culturales encaminadas hacia la aceptación de la interculturalidad como forma de
expresión y relación.
La necesidad de cohesión social y de participación ciudadana hace que la
administración local retome con fuerza iniciativas con el fin de establecer líneas que ayuden a

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definir nuevas políticas comunitarias y de proximidad. Se desarrollan experiencias de

participación de la democracia participativa, desde la educación incluso desde la investigación.
Todo esto, ayudado por un auge económico, se traduce en un fuerte renacimiento de la
animación sociocultural.
Sin embargo, esta tendencia puede verse truncada bruscamente por la crisis económica
española y europea, que afecta especialmente a las políticas de corte social y cultural.
6: ÁMBITOS DE INTERVENCIÓN DE LA ANIMACIÓN

SOCIOCULTURAL
Aunque se pueden encontrar diferentes puntos de vista entre los autores, hay una
tendencia generalizada a identificar tres grandes ámbitos de la animación sociocultural. El
Consejo de Europa ratifica este hecho diciendo que la educación, la cultura y la sociedad son
las fuentes de la animación sociocultural.
De modo que las tres modalidades predominantes de intervención en la animación
sociocultural, desde una perspectiva global, son: la educativa durante el tiempo libre, la
cultural y la social. Decimos desde una perspectiva global, porque se pueden encontrar
experiencias iniciativas en las intersecciones de los tres campos.
6.1. Ámbito de la educación durante el tiempo libre

Como hemos dicho, la animación sociocultural es un proceso educativo. Se enmarca
dentro de la educación no formal, entendida como una educación generada a partir de
experiencias entre individuos y grupos, y su entorno.
En muchos casos, la animación sociocultural ha estado relacionada con movimientos
educativos que se han preocupado por la formación de niñas, niños y jóvenes, siendo uno de los
referentes más importantes la educación del ocio durante el tiempo libre.
Aunque la educación durante el tiempo libre es anterior a la aparición de la animación
sociocultural como tal, ambos conceptos han quedado relacionados, pues han planteado
propuestas coincidentes y complementarias.
El disfrute del tiempo libre está íntimamente relacionado con el concepto de ocio.
Entendemos el ocio como la forma de utilizar el tiempo libre que pone el acento en el valor
de la libertad frente al de necesidad y promueve que el individuo disfrute y se desarrolle
mientras realiza una determinada actividad que le llena y que le hace crecer como persona.
Tradicionalmente, el término de Educación durante el tiempo libre se ha relacionado con
la infancia y la juventud, pero ante los cambios sociológicos de los últimos años, la educación del
ocio en el tiempo libre se ha ampliado a otros segmentos de población y periodos que van más
allá del tiempo de vacaciones.

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Sus espacios de actuación característicos suelen ser en ludotecas, centros de tiempo

libre, albergues, residencias de estudiantes, colonias, campamentos, centros de vacaciones,
granjas escuelas, residencia de la tercera edad, campings, servicios de comedor escolar y de
acogida en escuelas, etc.
Actualmente, en nuestro país existe una buena red de iniciativas de educación durante
el tiempo libre, que realizan una importante función de animación sociocultural a través del
trabajo educativo integral con objetivos sociales, lúdicos, culturales y ambientales.
6.2. Ámbito social y desarrollo comunitario

El desarrollo comunitario incluye todos aquellos procesos de animación sociocultural
que se centran en el trabajo comunitario y el desarrollo de la comunidad. La intervención en este
ámbito promociona la movilización ciudadana a partir de la generación del fomento de grupos,
asociaciones y equipamientos orientados a la participación social y el empoderamiento de la
comunidad y sus miembros.
Uno de los principios básicos para cualquier intervención social comunitaria es que
puede tener como destinatario cualquier grupo o comunidad, porque toda situación es
susceptible de mejora.
De todas maneras, no debemos limitarnos a focalizar la acción en comunidades
marginales o problemáticas, pues todas son susceptibles de intervención. En este sentido,
podemos distinguir dos mundos dentro de la intervención en una comunidad:
 El mundo de las libertades -surgidas del interés o el deseo- que trabaja con grupos y
comunidades para la mejora y el enriquecimiento de la vida sociocultural y la
participación ciudadana en la vida cotidiana.
 El mundo de las necesidades, es decir la intervención dirigida a personas o grupos que
requieren una atención especial, debido a su inferioridad de condiciones, para poder
desarrollarse de una forma normalizada –personas drogodependientes, inmigrantes,
mujeres maltratadas, infancia en riesgo, personas en exclusión social, etc.
Así pues, se puede hablar de dos vertientes dentro de este ámbito:
La vertiente comunitaria, que fomentará la participación ciudadana, el asociacionismo,
el desarrollo local, la mejora de las relaciones humanas dentro de la comunidad, la cooperación
para el desarrollo, etc.
Las iniciativas de la acción comunitaria se pueden generar desde un grupo de vecinos,
una asociación, una institución, un individuo o un profesional que, a partir de una razones -ya
sea desde la necesidad o desde el disfrute-, se organizan y actúan.
La vertiente socioeducativa, que se ocupará de la promoción de iniciativas y
actuaciones educativas dirigidas a la inserción y la integración de grupos e individuos
pertenecientes a colectivos con una problemática social o necesidades especiales.

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6.3. Ámbito cultural

La animación cultural se orienta a la aplicación de la animación en el ámbito de la cultura,
priorizando los objetivos de educación, participación y transformación, propio de la
animación sociocultural. En esta definición, partimos del concepto de cultura en sentido amplio.
La Conferencia Mundial sobre políticas culturales en el año 1982, que da lugar a la
declaración de México, define cultura como “el conjunto de todas las formas, los modelos o los
patrones, explícitos e implícitos, a través de los cuales una sociedad se manifiesta. Como tal
incluye lenguaje, costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas, vestimenta, religión, rituales,
normas de comportamiento y sistemas de creencias”. Y sigue: “...la cultura da a la persona la
capacidad de reflexionar sobre sí misma. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente
humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los
valores y efectuamos opciones. A través de ella la persona se expresa, toma conciencia de sí
misma, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones,
busca incansablemente nuevas significaciones y crea obras que lo trascienden”.
Se trata pues, de un concepto amplio de cultura que da las herramientas necesarias
para que las personas pueden crearse un destino personal y colectivo donde la cultura es la
acción conjunta de todos.
Las acciones que se desarrollan actualmente en el ámbito de la cultura ponen cada vez
más énfasis en las actividades culturales que permitirán la participación de la población.
Es decir, parte del grupo o comunidad y cumple funciones relacionadas con la dimensión cultural,
tales como el fomento de la identidad cultural, el sentimiento de pertenencia, el desarrollo de la
actividad, la expresión cultural, la participación cultural y artística, siguiendo los preceptos de la
democracia cultural.
Esta concepción de cultura entronca perfectamente con la animación sociocultural, que
se articula preferentemente a partir del concepto de cultura popular con la finalidad de conseguir
una cultura más plural y al alcance de todo el mundo. Desde la animación sociocultural se
lucha contra la cultura elitista, alienante, uniformizadora y manipuladora de la cultura de
masas.
a) Promoción cultural y desarrollo
Es constatable el aumento de propuestas e ideas que surgen en torno a la promoción
cultural, ya que se ha visto en la cultura una gran herramienta para el desarrollo endógeno
del territorio: turismo rural, turismo cultural, creación de museos etnográficos, ecomuseos,
fomento de fiestas y tradiciones -ya sean de nueva creación, recuperadas o tradicionales-,
expresiones artístico culturales genuinamente autóctonas, las artesanías, los festivales, etcétera.

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La cultura cumple una función social directamente relacionada con el desarrollo

económico de los pueblos y comarcas, y es capaz de generar riqueza. Se entiende, por tanto, la
cultura como un motor de cambio en el desarrollo económico y humano.
Para la animación sociocultural, estos planteamientos en torno del binomio cultura y
desarrollo constituyen un importante punto de mira en el que confluyen las dimensiones social y
cultural. Las ideas de participación, movilización, identidad cultural, capacidad crítica, etcétera,
que acompañan a estos nuevos planteamientos de la intervención cultural son coincidentes con
rasgos que definen la dimensión cultural y social de la animación.
b) Animación sociocultural y gestión cultural

La gestión cultural está directamente relacionada con los aspectos formales,
metodológicos, administrativos y presupuestarios de la cultura.
Entendemos la animación sociocultural y la gestión cultural como dos formas
complementarias de trabajar los proyectos culturales.
La animación sociocultural. Pone el énfasis en las relaciones sociales de los procesos
de participación de expresión que se generan a través de la intervención y busca la
transformación social que pueden generar sus proyectos.
La gestión cultural. Se centra en el producto que difunde o promueve entre la población
y procura la buena administración de los recursos.
El gestor o la gestora cultural pone los medios para conseguir los objetivos de proyectos
culturales con la finalidad de conseguir optimizar los recursos disponibles.
Actualmente, la mayoría de los autores entienden la figura del gestor cultural como el
profesional que, a través del diseño y ejecución de proyectos expresivos, creativos y
comunicativos, pretende optimizar los recursos culturales disponibles, a la vez que debe permitir
también la creación y recreación cultural como experiencias vividas de la comunidad y favorecer
la producción de bienes culturales mediante la difusión y comunicación.
6.4: Los colectivos de intervención.

A priori, la animación sociocultural tiene como destinataria de su acción a toda la
comunidad, sean cuales sean su edad, situación económica, contexto social, nivel de formación,
inquietud cultural, etc. Partiendo de este principio, sus acciones podrán estar:
 Dirigidas a toda la comunidad en conjunto. Por ejemplo la organización de unas
fiestas patronales, en las que se invita a participar a todas las personas y se diseñan
actividades orientadas a todas las edades, intereses y necesidades.
 Dirigidas a un colectivo concreto. En este caso se crean actividades dirigidas a un
grupo de población específico, por ejemplo la infancia, las mujeres, las personas
ingresadas en un hospital, un grupo de inmigrantes, etc. En estos casos, se partirá de

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UT 1:

Curso 2023-2024
las necesidades del grupo y se podrán perfilar actuaciones diseñadas específicamente

para atender unas necesidades concretas.
En este último caso disponemos de diferentes criterios para segmentar los grupos de
personas a las que nos vamos a dirigir. En este sentido, podemos diferenciar tres clasificaciones
diferentes:
 Según la edad. En esta clasificación segmentamos los colectivos de acuerdo con la
etapa de su ciclo vital: la infancia, la adolescencia o juventud, la adultez y las personas
mayores.
 Según las necesidades específicas del colectivo, la animación se podrá dirigir de
manera específica a aquellos grupos de población con mayor nivel de vulnerabilidad o
que se encuentren en situación de riesgo social, por ejemplo mujeres, menores en
riesgo, personas mayores, personas adultas en paro, población drogodependiente,
inmigrantes, minorías étnicas, población reclusa, etcétera.
Según el entorno o contexto donde se desarrolla la intervención, así podremos hablar
de animación rural, animación urbana y animación en instituciones, como residencias, hospitales,
centros penitenciarios, etc.
7: EL FUTURO DEL ANIMADOR

Para conocer la situación actual del ámbito de trabajo del Animador Sociocultural,
podemos recurrir de nuevo al Título publicado en el Real Decreto 1684/2011. En él, se regulan
todas las cuestiones relacionadas con nuestros estudios, pero además, se insta a cada
Comunidad Autónoma a que concreten lo ahí publicado y redacten un Currículo específico para
esa autonomía. Para concretar ese Currículo, se pide que se tenga en cuenta la realidad del
sector. En concreto se pide que se tenga en cuenta:
a) La empleabilidad de este título viene avalada por el amplio número de sectores
profesionales en los que desarrolla su actividad y que comprenden desde los
servicios a la comunidad, a través del desarrollo comunitario y la información juvenil, a
los servicios culturales y turísticos, y de ocio y tiempo libre.
b) La incorporación de actividades profesionales generadas en nuevos sectores, como la
animación gerontológica, aumentará considerablemente las posibilidades de inserción
laboral de este titulado.
c) La expansión de las posibilidades que ofrece la red para la información y la
comunicación, hace necesarias intervenciones que promuevan un uso responsable de
estos medios por parte de la juventud, por lo que el mayor peso de la formación
relacionada con la información juvenil y la intervención socioeducativa con este sector
de la población redundará también en una mayor empleabilidad.

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UT 1:

Curso 2023-2024
d) También constituyen campos de inserción laboral emergentes los relacionados con la

animación a la lectura y la alfabetización informacional.
e) Finalmente, la empleabilidad de este profesional aumenta considerablemente porque la
formación del título incluye las formaciones de monitor de ocio y tiempo libre y de
director de actividades de ocio y tiempo libre, exigidos por las administraciones de
las diferentes Comunidades Autónomas.
7.1. La formación permanente y continuada

En una sociedad tan dinámica y cambiante como la que vivimos, la formación
permanente de los profesionales es, más que una opción, una auténtica necesidad, pues nos
permite estar en contacto con la realidad y las novedades. Si lo que queremos es estar
preparados para los cambios y las transformaciones, es necesaria una actualización y un
reciclaje constante de los conocimientos y las competencias que se exigen en nuestra labor.
Es por lo tanto aconsejable fomentar (y ejercitar) el interés para adquirir conocimientos o para
actualizar los que ya tenemos, no sólo durante un momento concreto de nuestra vida (la etapa
de estudiante) sino que se ha de extender a todas las etapas de la vida.
Por ello, hoy en día no son tan importante unos contenidos específicos (que además
vamos a tener al alcance de un click), sino lo es disponer de los mecanismos que nos permitan
adaptar los conocimientos que disponemos a novedades.
En realidad, la formación permanente es importante para cualquier persona, para dar así
respuesta a las exigencias que comportan las transformaciones sociales. Pero para el animador
o la animadora sociocultural es imprescindible. Nuestra formación como profesionales (al
igual que ocurre con otras profesiones relacionadas con lo social), no termina cuando finalizamos
el ciclo formativo, sino que deberemos formarnos continuamente con el fin de actualizar los
conocimientos y destrezas.
Por lo tanto, si tenemos claro que el animador o animadora trabajan en la comunidad y
con la comunidad, deberá conocer a fondo los deseos, anhelos, asuntos y problemas de la
sociedad en que se mueve. Debe de estar al día de las transformaciones sociales, las políticas
socioculturales, la normativa y los planes, programas y proyectos que se están llevando a cabo
y si estos son o no eficaces. Tiene que conocer bien el territorio, los recursos de los que dispone,
de todo lo que se hace en relación con la Animación Sociocultural y donde se hace.
Además, es muy importante que en la sociedad de hoy en día, el profesional domine
las TIC. Es importante que domine las nuevas tecnologías pues le facilitarán la comunicación y
difusión. El TASOCT debe saber moverse por las redes sociales para poder estar en contacto
directo con las diferentes instituciones, equipamientos y entidades ya que es ineludible un trabajo
en red.

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UT 1:

Curso 2023-2024
La formación del animador o la animadora sociocultural no puede quedarse estancada,

dado que debe de ir por delante de las necesidades de la sociedad, ya que es el agente que
debe ayudar a la comunidad a dar respuesta a un gran número de necesidades. Además, la
formación continua ayuda a mantener el entusiasmo y la motivación por el trabajo que está
realizando.


UT 1 Contextualización de La Animación Sociocultural 23 - 24

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