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0. Introducción
Nuestra sociedad moderna es una sociedad muy compleja, con una red
tupidísima de relaciones en que todas las partes (personas, situaciones, sistemas)
están interconexas e intercomunicadas. Es decir, en cuanto que el quehacer de cada
cual (individuo o grupo) depende del de unos y prepara el de otros. A nivel humano-
social, son las condiciones de vida y de convivencia las que establecen el marco de
esas relaciones, pero este marco está fragmentado y seccionado, en cuanto a la
atención de las necesidades sociales de los ciudadanos. Es por ello que se necesitan
instancias unitarias entre las diversas esferas de la vida en comunidad.
1. Agentes de la Intervención
Social
Tradicionalmente se ha asociado a los profesionales que, revestidos de un
saber específico, llevaban a cabo la intervención sobre individuos o colectivos
(considerados como receptores pasivos de la misma). Actualmente hay 3 agentes de
intervención básicos: la administración (en sus distintos niveles), la comunidad y los
profesionales:
1. La
administración.
2. La
comunidad.
3. Los profesionales.
Actualmente intervienen en la comunidad muy diferentes profesionales
sociales: profesionales del sector sanitario, del educativo, de lo servicios sociales, del
sector del tiempo libre, deporte y cultura, del ocupacional, etc.
¿Cuáles son los niveles en los que intervienen los agentes sociales? Los
niveles en los que se organiza el trabajo de los agentes de intervención social
dependen de la tipología de clasificación desde la que se observe. Las principales
tipologías de niveles son 3:
- según el tamaño de población:
- nivel macro social: se actúa desde puestos de planificación, gestión y
dirección a gran escala
- nivel micro social: actúa con personas, grupos o comunidades, con actuación
directa en ellos
- según el agrupamiento:
- nivel individual y familiar: la intervención va a estar encaminada a orientar,
informar, ayudar, promocionar, sensibilizar… con el propósito de que se
produzca una toma de conciencia de la realidad en que vive el individuo o
familia, potenciando sus propios recursos, dándoles a conocer otros recursos
posibles y ayudando a que, de una visión individualizada de sus problemas,
pasen a una visión colectiva, solidaria y crítica.
- nivel grupal y comunitario: el profesional va a tratar de potenciar las redes
relacionales de la comunidad y de estimular la participación de los grupos que
la forman para que, creando sus propias organizaciones, sean capaces de
identificar sus necesidades y de promover los servicios necesarios para
atenderlas.
¿Cuáles son las características y aptitudes básicas que han de conformar el
perfil de estos profesionales?
¿Qué es más importante para una gente de IS, las cualidades personales o las
condiciones intelectuales y las capacidades técnicas? Esta pregunta que podría
parecer ociosa o poco significativa es importante para definir las características de un
trabajador que realice su labor en el ámbito social.
Para la mayoría de los teóricos que han escrito sobre las aptitudes idóneas de
los agentes de Intervención social (Ander-Egg, De Robertis, Pascal y Rubí Martínez) la
respuesta sería la siguiente:
Don de gentes: como las características del trabajo en IS exige trato directo
con la gente, es necesario desarrollar también la capacidad rebuenas relaciones
interpersonales y de potenciar estos encuentros. Tener “don de gentes” no significa
tener un estilo de relación que consiste en halagar a todo el mundo como táctica de
trabajo. Esto, además de ser una hipocresía, es una forma de manipulación que suele
empeorar el ambiente. El ganar la confianza de la gente no implica ningún tipo de
acción demagógica cuando se apoya en la lealtad, claridad y sentido del servicio,
puesto que se trata , simplemente, de establecer relaciones de simpatía y de confianza
con la gente, ofreciendo calidez como persona y testimoniando el interés por los
demás.
Esta cualidad se manifiesta en un talante personal caracterizado por la
amabilidad y la simpatía hacia otras personas, un humor y capacidad para saber
escuchar en forma sensitiva y empática, en la facilidad de comunicación, en la palabra
fácil, sincera y convincente, sobre todo, en la capacidad para crear relaciones
interpersonales de confianza y comprensión, productivas y gratificantes. Supone,
también, la capacidad para superar las situaciones tensas y conflictivas, los
rozamientos entre personas, el choque de intereses en juego cuando éstos no son
totalmente incompatibles.
Para esto es muy importante saber asumir la diversidad en los modos de ser,
esto es, aceptar los comportamientos que son diferentes a los nuestros y las
modalidades que no encajan con las nuestras. El don de gentes también supone
comprensión a las deficiencias ajenas, del mismo modo que esperamos que
comprendan las nuestras.
· Medicina: siempre ha estado ligada, tanto que tiene un ciclo formativo medio
(Socio sanitario) a nivel conceptual y operativamente. Conceptualmente
proporciona una base fundamental en el quehacer de disciplinas de la salud
como la enfermedad, la invalidez, toxicomanías, etc. A nivel operativo, da una
base de los equipos de atención primaria pues los Agentes de IS forman parte
de esos equipos, al igual en los de salud mental. El punto de interrelación entre
la medicina y la disciplina de la IS está en los factores sociales como causantes
de la enfermedad, y el aumento de las necesidades sociales a raíz de la
enfermedad.
Bibliografía
“Manual de trabajo social” Castellanos, M.C. Ediciones Científicas.
“RRDD por los que se establece el título y las correspondientes EE. MM. De los ciclos
formativos de:
- T.S. en ASC (RD 2058/95 de 22 de diciembre)
- T.S. en EI (RD 2059/95 de 22 de diciembre)
- T.S. en IS (RD 2061/95 de 22 de diciembre)
- T.S en Interpretación y legunaje de signos (RD 2060/95 de 22 de diciembre)