Está en la página 1de 18

3.1.

Teorías feministas y movimientos


por la igualdad
Capítulo 3
Este apartado abarca dos áreas: las teorías feministas y los movimientos

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
sociales por la reivindicación de las mujeres. Es difícil separar las reflexiones
teóricas de los movimientos, en términos de causa y efecto. ¿Qué fue pri-
mero? ¿Las teorías o las luchas? En realidad, ambas se retroalimentan y no
existirían las unas sin las otras.

Desde el punto de vista de la producción artística, el conocimiento de las


vertientes teóricas es relevante, puesto que proporcionan un marco de refe-
rencia tanto para la producción como para la lectura de las artes visuales
contemporáneas. A su vez, las luchas proporcionan un marco donde la pro-
ducción artística es una de las principales estrategias para plasmar el cues-
tionamiento del orden imperante.

En este apartado, primero se hará una breve reseña sobre las teorías femi-
nistas y luego se abordará la evolución de los movimientos sociales asociados
al feminismo.

3.1.1. Teorías del feminismo

El feminismo se puede definir como “un conjunto de teorías, metodologías y


prácticas políticas que buscan describir y criticar las relaciones de poder his-
tóricamente adscritas a los sexos, con el fin de conocer y dar lugar a la expe-
riencia de las mujeres o aquello que se ha construido como lo ‘femenino’ ”
(Fernández Chagoya, 2017). Consiste en un “nuevo paradigma cuyo marco inter-
pretativo da cuenta de las múltiples formas en que se concreta y reproduce
la opresión de las mujeres, opresión invisible para las teorías dominantes; por
ello, también el feminismo se constituye en una crítica al androcentrismo, al
sexismo y al patriarcalismo” (Calderón y Camacho, 2009, p. 4).

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 106


La pregunta fundamental que se hace el feminismo es cuál es el origen de la
opresión de las mujeres. Pero no existe una única respuesta. Cada una de las
posiciones feministas encuentra causas variadas y propone diversas soluciones.
Capítulo 3
La filósofa María Luisa Femenías (2007) distingue cuatro grandes posiciones

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
teóricas bajo las que puede agruparse la vasta producción de teoría feminista:

1. El feminismo radical: considera que la opresión de las mujeres es


producto del sistema patriarcal, es decir, el sistema específico de
dominación en que la mujer es definida en términos del varón, el cual
debe ser denunciado y desmantelado.
2. El feminismo marxista: supone que la opresión de las mujeres es el
primer recurso del capitalismo, contra el cual debe apuntar la teoría y
la práctica. El feminismo marxista propone la abolición del capitalismo
y el socialismo como forma de liberación de las mujeres, partiendo de
que el sistema capitalista sustenta la opresión de las mujeres, debido a
la desigualdad económica.
3. El feminismo liberal: define el problema de las mujeres a partir de
su exclusión de la esfera pública debido al prejuicio de los varones
respecto de las mujeres que generan leyes discriminatorias que
producen su exclusión. Postula la reforma del sistema hasta lograr la
igualdad de los sexos.
4. Feminismo y socialismo: es una alianza entre el feminismo —que
lucha contra el patriarcado— y el socialismo —que lucha contra el
capitalismo—. Considera que no hay una única causa de la opresión
de las mujeres, sino que esta es el resultado de una combinación entre
patriarcado y capitalismo (p. 65). El feminismo socialista va más allá
del argumento marxista: la liberación solo puede ser lograda a través
de poner fin a la desigualdad, tanto económica como cultural, de la
opresión de las mujeres.

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 107


Estos cuatro grupos son el resultado de una clasificación, no de escuelas
definidas y homogéneas que puedan considerarse coherentes entre sí. Los
estudios de género se distinguen por su amplia variedad y las muchas áreas
Capítulo 3
y posturas que son capaces de abordar. El corpus teórico está en continua
evolución y replanteamiento conforme nuevos enfoques van emergiendo.

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
El feminismo tiene como premisa común la igualdad de género; pero, dentro
del feminismo, hay distintas posturas, como ecofeminismo, anarcofeminismo
o feminismo postcolonial. Además, los estudios de género se entrecruzan
con otros enfoques para sustentar movimientos específicos, como los movi-
mientos ecologistas y multiculturales, que se abordarán en el apartado 3.3,
así como múltiples áreas disciplinares, como antropología, sociología, psico-
logía, historia, arqueología, estadística, ciencias duras, ciencias de la salud,
artes, literatura y un amplio etcétera.

3.1.2. Movimientos sociales por la igualdad de las mujeres

Como resultado de la desigualdad, surgen conflictos sociales y malestar en


los diferentes actores, quienes se organizan en los denominados movimientos
sociales. Un movimiento social puede definirse como un grupo de personas
articuladas en torno a una identidad compartida, que se organizan de forma
horizontal para planificar acciones colectivas en procura de su reconoci-
miento y la transformación social. Estos grupos en el centro de discusión
algún aspecto específico de la vida social, que ha sido aceptado como norma,
y proponen su transformación (Joseph Gusfield, citado por Aguilar Barriga, 2020, p.
123).

En el apartado 1.3.4, se había hecho una breve exposición del proceso de


reconocimiento de los derechos de las mujeres en el mundo. En este nuevo
apartado, nos centramos en la evolución del feminismo como movimiento
social, no tanto en los derechos ganados, como se hizo en ese capítulo.

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 108


El movimiento feminista ha atravesado distintos momentos históricos. Cada
periodo implicó un salto de consciencia y un conjunto de logros que sentaron
las bases de la etapa siguiente, tanto en el campo político, como en la cons-
Capítulo 3
trucción de nuevos marcos de referencia para considerar a las mujeres en la
sociedad. A estas etapas se las conoce como olas. Abarcan más o menos los

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
siguientes periodos, aunque algunas investigadoras pueden variar las fechas
límites entre una y otra:

• La primera ola, siglo XVIII y primera mitad del XIX: se distingue por
el  reconocimiento de la opresión de las mujeres, las desventajas
derivadas de la falta de derechos civiles y el inicio de las luchas políticas
dirigidas a la igualdad.
• La segunda ola, segunda mitad del siglo XIX y primer tercio del siglo
XX: se caracteriza por los movimientos sufragistas en todo el mundo.
• La tercera ola, segunda mitad del siglo XX e inicios del siglo XXI:
es una etapa de madurez teórica, epistemológica y política. La lucha
por los derechos básicos se lleva más lejos y se consolidan a través
de instrumentos internacionales para garantizar los derechos de las
mujeres en todas las esferas sociales: salud, educación, sexualidad,
etcétera.
• La cuarta ola, siglo XXI: si bien no existe consenso sobre si ya se puede
decir que se ha iniciado una cuarta ola de movimientos feministas, se
discute si las características de las luchas feministas contemporáneas
ya se van diferenciando de las etapas anteriores, tanto en el enfoque
de su temática como en los instrumentos para la movilización de las
mujeres (Aguilar Barriga, 2020, pp. 122-136).
Por último, se retomarán algunos aspectos de los movimientos de mujeres
en Costa Rica.

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 109


3.1.2.1. Feminismo premoderno: antes del siglo XVIII
La historia de Occidente se fue entretejiendo desde los ámbitos de la reli-
Capítulo 3
gión, la ley y la ciencia el discurso y la práctica que afirmaba la inferioridad de
la mujer con respecto al varón.

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
Es posible encontrar mujeres brillantes, cuyos nombres descollaron en un
mundo de hombres. Algunas llegaron a gobernar sus pueblos, pero este
derecho no se extendió al resto de las mujeres, ni a todos los Estados o
épocas. Por otro lado, existieron grupos de mujeres que lograron crear
entornos seguros para llevar sus vidas con una independencia relativa del
control masculino, como lo fueron algunas comunidades monásticas y las
beguinas, en donde podían desarrollarse en actividades como la filosofía, la
poesía y la traducción. Sin embargo, esta era otra forma de confinamiento y
no una verdadera igualdad.

La cultura y la educación eran entonces un bien demasiado escaso y, lógica-


mente, fueron de otra índole las acciones que involucraron a más mujeres
y provocaron mayor represión: la relación de las mujeres con numerosas
herejías como las milenaristas. Guillermine de Bohemia, a fines del siglo XIII,
afirmaba que la redención de Cristo no había alcanzado a la mujer, y que Eva
aún no había sido salvada. Creó una iglesia de mujeres a la que acudían tanto
mujeres del pueblo como burguesas y aristócratas (de Miguel, 2011, p. 6).

Durante el siglo XV, el Renacimiento trajo consigo un nuevo paradigma con


el concepto de autonomía, pero no fue extendido a las mujeres. Lo humano
fue solapado con los varones a través del ideal de hombre renacentista. Sin
embargo, la preponderancia de la educación abrió un debate sobre la natu-
raleza y deberes de los sexos.

Un importante precedente para los futuros debates feministas fue la filósofa


y poeta humanista francesa Christine de Pizan (1364-h. 1430), quien escribió

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 110


La  ciudad de las damas (1405), donde cuestiona la inferioridad de las mujeres
y elabora catálogos de mujeres brillantes. “Pisan (sic) ataca el discurso de la
inferioridad de las mujeres y ofrece una alternativa a su situación” (de Miguel,
Capítulo 3
2011, p. 5).

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
Lo que puede observarse en la figura de Christine de Pizan es el caldo de
cultivo para la reflexión sobre el lugar de las mujeres en la sociedad y lo que
serán las luchas feministas que llegarán hasta el periodo siguiente.

3.1.2.2. Primera ola: siglo XVIII e inicios del XIX

La primera ola del feminismo, que también podemos denominar feminismo


moderno, comprende los periodos del siglo XVIII y la mayor parte del siglo
XIX. Coincide con el periodo histórico conocido como Modernidad, cuando
ocurre la transición del sistema feudal que predominó durante la Edad Media
y se da una transformación económica, social y política que modifica el
panorama social.

Dentro de esta primera ola, hay dos momentos clave, uno teórico y otro
práctico, que sirven para articular el feminismo como un todo.

Desde el punto de vista teórico, se sientan las bases filosóficas de lo que será
el movimiento feminista, con un vislumbre de lo que se desarrolla hasta el
día de hoy.

En lo que concierne a la práctica, a diferencia de los siglos anteriores, se


pasa de las palabras a los hechos, mediante actos políticos claros, colectivos Figura 3.1. Christine de Pizan, sentada en una silla o cátedra,
y organizados, con objetivos tangibles que deberán ser plasmados en las impartiendo una lección frente a un grupo de hombres.
Observe que la figura de Christine es más grande que la de
legislaciones nacionales y en el orden social. El siglo XIX trae, a su vez, una los hombres, de manera que la altura de su cabeza está por
evolución sustancial del feminismo. A continuación, estudiaremos estos dos encima de las cabezas de ellos, a pesar de estar sentada
momentos. y ellos de pie. De esta manera, se da cuenta del grado de
importancia que ella tiene en la escena, a pesar de ser mujer.
(Imagen: del Compendio de las obras de Christine de Pizan, Harley 4431,
f.259v, British Library, reproducción: cortesía de Wikimedia Commons).

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 111


3.1.2.2.1. Primeras bases teóricas del feminismo moderno
Para la teoría del feminismo moderno, resulta clave el filósofo cartesiano
Poullain de la Barre (1647-1725), quien publica de forma anónima tres obras que
Capítulo 3
van introduciendo las preguntas del feminismo: La igualdad de los sexos (1673),

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
De la educación de las damas (1674) y La excelencia de los hombres contra la igualdad
de los sexos (1675). Cuestiona los prejuicios filosóficos que predominaban sobre
las mujeres y crea un puente dentro de la filosofía de la Ilustración, desde
el racionalismo cartesiano, para sustentar teóricamente las interrogantes
sobre la discriminación. Desmonta los principales argumentos filosóficos
sobre la inferioridad de la mujer y ofrece razonamientos sólidos para analizar
filosóficamente la condición y características de las mujeres (Amorós citada por
Aguilar Barriga, 2020, p. 126).

Otra pensadora central al movimiento fue Olympe de Gouges, autora de


la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana —a quien ya
se mencionó antes (ver § 1.1.2.1. Primera generación: derechos civiles y políticos)—.
Ella escribió en 1791:

Extraño, ciego, hinchado de ciencias y degenerado, en este siglo de luces y de


sagacidad, en la ignorancia más crasa, quiere mandar como un déspota sobre
un sexo que recibió todas las facultades intelectuales y pretende gozar de la
revolución y reclamar sus derechos a la igualdad, para decirlo de una vez por
todas (citado en Puleo, 1993).

Otro texto importante es Vindicación de los derechos de la mujer escrito por la


escritora y filósofa inglesa Mary Wollstonecraft (1759-1797) en 1792, que sienta
las bases teóricas del feminismo. En esta obra, Wollstonecraft concluye que:

1. Lo que dicen para los hombres lo extiendo al género humano, insistiendo en


que la moral debe estar fijada a principios inmutables en todas las cosas […]
2. No se puede llamar racional o virtuoso a un ser que obedece a otra auto-

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 112


ridad que no sea la razón […] 3. Para que las mujeres se conviertan en miem-
bros útiles para la sociedad se las debe conducir a través de la educación y la
formación […] 4. La idea de que de una revolución en los modales femeninos
Capítulo 3
basados en la formación e igualdad entre hombres y mujeres podrían espe-
rarse los efectos más saludables, tendentes a mejorar la humanidad (citado

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
por Aguilar Barriga, 2020, p. 130).

De esta forma, las mujeres no solo dejan de guardar silencio sino que cues-
tionan la discriminación de la que son objeto y van trazando, desde esta evi-
dencia, las acciones pendientes para alcanzar la igualdad.

3.1.2.2.2. Primeras acciones prácticas del feminismo moderno


Para la práctica del feminismo moderno, el momento clave fue el proceso de
gestación de la Revolución francesa con el proyecto igualitario ilustrado del
movimiento de feminista y de mujeres. Las mujeres se organizaron en grupos
de debate y acción política, como se expuso en el capítulo 1 (ver § 1.1.3.1. Los
derechos de las mujeres en el mundo).

La Revolución traicionó a las mujeres porque, en el momento crucial, las


excluyó de la mesa de negociaciones y de las transformaciones sociales que
se gestaron en ese momento. No obstante, este es un antecedente de gran
peso, porque se tradujo en luchas claras que continuarían en las décadas
siguientes:

Tres meses después de la toma de la Bastilla, las mujeres parisinas protago-


nizaron la crucial marcha hacia Versalles, y trasladaron al rey a París, donde le
sería más difícil evadir los grandes problemas del pueblo. Como comenta Pau-
le-Marie Duhet, en su obra Las mujeres y la Revolución, una vez que las mujeres
habían sentado el precedente de iniciar un movimiento popular armado, no Figura 3.2. Mary Wollstoncraft (1759-1797).
iban a cejar en su afán de no ser retiradas de la vida política (de Miguel, 2011, (Retrato: John Opie, circa 1790-1791, colección Tate Britain; foto: cortesía
de Tate Britain en Wikimedia Commons).
p. 11).

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 113


Para conocer más
Capítulo 3

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
Declaración de los Derechos de la mujer y la Ciudadana
redactada de 1789 por Olympe de Gouges
para ser decretada por la Asamblea Nacional Francesa

PREÁMBULO: Las madres, hijas, hermanas, representantes de la nación, piden que


se las constituya en asamblea nacional. Por considerar que la ignorancia, el olvido o
el desprecio de los derechos de la mujer son las únicas causas de los males públicos
y de la corrupción de 105 gobiernos, han resuelto exponer en una declaración
solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados de la mujer a fin de que
esta declaración, constantemente presente para todos los miembros del cuerpo
social, les recuerde sin cesar sus derechos y sus deberes, a fin de que los actos del
poder de las mujeres y los del poder de los hombres puedan ser, en todo instante,
comparados con el objetivo de toda institución política y sean más respetados por
ella, a fin de que las reclamaciones de las ciudadanas, fundadas a partir de ahora en
principios simples e indiscutibles, se dirijan siempre al mantenimiento de la cons-
titución, de las buenas costumbres y de la felicidad de todos. En consecuencia,
el sexo superior tanto en belleza como en coraje, en los sufrimientos maternos,
reconoce y declara, en presencia y bajo 105 auspicios del Ser supremo, los Derechos
siguientes de la Mujer y de la Ciudadana.
EPÍLOGO: Mujer, despierta; el rebato de la razón se hace oír en todo el universo;
reconoce tus derechos. El potente imperio de la naturaleza ha dejado de estar Reflexionemos
rodeado de prejuicios, fanatismo, superstición y mentiras. La antorcha de la verdad
1. ¿Qué rasgos del feminismo identifica usted en las
ha disipado todas las nubes de la necedad y la usurpación. El hombre esclavo ha
palabras de Olympe de Gauges?
redoblado sus fuerzas y ha necesitado apelar a las tuyas para romper sus cadenas.
Pero una vez en libertad, ha sido injusto con su compañera. ¡Oh, mujeres! ¡Mujeres! 2. ¿Cómo distingue este documento las luchas de
¿Cuándo dejaréis de estar ciegas? ¿Qué ventajas habéis obtenido de la revolución? las mujeres en relación con el periodo premo-
Un desprecio más marcado, un desdén más visible. […] Cualesquiera sean los obs- derno?
táculos que os opongan, podéis superarlos; os basta con desearlo.
3. Relacione estas palabras con los resultados de
Lea la declaración completa en https://igualamos.wordpress.com/2012/10/26/decla- las luchas por los derechos de las mujeres, como
racion-de-los-derechos-de-la-mujer-y-la-ciudadana-olympia-de-gouges/ se expuso en el capítulo 1. ¿Cuáles son los ele-
mentos comunes que tiene esta declaración con
las luchas que prosiguen en el siglo siguiente por
alcanzar los derechos de las mujeres?

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 114


3.1.2.3. Segunda ola: siglo XIX e inicios del XX
El siglo XIX es considerado el siglo de los grandes movimientos sociales
Capítulo 3
emancipatorios, en relación directa con los grandes cambios sociales y eco-
nómicos que se gestaron en ese momento, cuando la sociedad industrial y

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
el capitalismo terminan de suplantar por completo los modelos anteriores.

En ese marco, el feminismo surge como un movimiento social internacional


con una identidad autónoma, teórica y organizativa. En cada país, se orga-
nizan a su manera, ya sea a través de clubes políticos (Francia y Alemania),
círculos de mujeres (Polonia), salones de mujeres y de hombres (Italia, Che-
coslovaquia), etcétera. Incluso existen organizaciones de mujeres en torno
a movimientos religiosos, que les dan una oportunidad de salir de su mundo
hogareño. La causa feminista se encuentra con otras causas, como el impulso
a la educación, la liberación de la servidumbre (Europa) y la abolición del
esclavismo (Estados Unidos) (Käpppeli, 1991/2006, pp. 523-525).

La prensa femenina prolifera durante este siglo y proporciona una voz a las
mujeres: “La lucha se estructura según un modelo corriente: la mayor parte
del tiempo, la creación de un periódico feminista es paralelo a la creación
de una asociación. El periódico sirve como polo a diversas luchas y permite
diferenciar las posiciones feministas” (Käpppeli, 1991/2006, p. 526).

En medio de esta multitud de posturas, causas y grupos de mujeres organi-


zadas, se destaca el feminismo sufragista, movimiento en el cual las mujeres se
organizaron en torno a la reivindicación del sufragio.

A pesar de que desde 1866, John Stuart Mill, autor de La sujeción de la mujer,
abogó por el voto femenino en el Parlamento inglés, las sufragistas fueron
encarceladas, realizaron huelgas de hambre en reclamo de su consigna
política: “votos para las mujeres”.

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 115


Si bien fue hasta el siglo siguiente, en 1928, que las mujeres inglesas pudieron
votar en igualdad de condiciones, el movimiento sufragista se expandió por
el mundo y fueron las mujeres de Nueva Zelanda las primeras en conquistar
Capítulo 3
el derecho al voto sin restricciones, en 1893.

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
Por otra parte, el feminismo ocupó un lugar importante en el seno de los
grandes movimientos sociales como el socialismo utópico, el marxismo cien-
tífico y el anarquismo. Al interior del socialismo utópico, la feminista Flora
Tristán (1803-1844) expone la situación de las mujeres en su obra Unión obrera
de 1843: “todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio
que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del
ser mujer” (citada en Amorós, 2000, pp. 10-11).

El marxismo científico apoyaba la lucha de las sufragistas tácticamente, pero,


a la vez, las consideraban burguesas y contrarias a la lucha de las proleta-
rias. Fueron referentes de este movimiento, Alejandra Kollontái (1872-1952), en
Rusia, y Clara Zetkin (1857-1933), en Alemania. La primera postuló la igualdad de
los sexos y asoció la explotación económica y sexual de la mujer. La segunda
dirigió la revista Die Gliechheit (Igualdad) y llegó a organizar una Conferencia
Internacional de Mujeres en 1907 (Amorós, 2000, p. 13).

Dentro del feminismo anarquista, se destaca Emma Goldman (Rusia, 1869-


1940), cuya rebelión contra la jerarquización, la autoridad y el Estado, la ubica
en oposición a las sufragistas por minimizar la importancia del voto y, en
oposición al marxismo por proponer la regulación por parte del Estado de la
procreación, la educación y el cuidado de los niños (Amorós, 2000, p. 14).

La primera mitad del siglo XX fue, en cierta forma, una continuación de las Figura 3.3. Flora Tristán fue una escritora, socialista y
luchas del siglo anterior, concentradas en el sufragismo, que fue obteniéndose feminista de nacionalidad francesa, pero hija de padre
peruano, por lo que a veces también se la cuenta dentro del
de manera sucesiva alrededor del mundo. Hacia 1950, una buena parte de incipiente feminismo latinoamericano de la época.
las mujeres occidentales ya habían obtenido el voto, aunque las luchas (Retrato: publicado en Le Charivari n.° 53, 22 février 1839; cortesía de
Wikimedia Commons).

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 116


continuaron en el resto del países. Las mujeres negras norteamericanas, por
ejemplo, ganaron el derecho al voto hasta 1967. Los países árabes se cuentan
entre los más recientes de otorgar el derecho al sufragio femenino con
Capítulo 3
fechas tan cercanas como 2016, para las mujeres del Reino de Arabia Saudita.
Todavía quedan países en el mundo que limitan este derecho.

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
3.1.2.4. Tercera ola: segunda mitad del siglo XX e inicios del XXI

Superada en muchos lugares la lucha por el derecho al voto, el feminismo


aborda otras preocupaciones. Así surge el neofeminismo de los años 1960 y
1970. Tiene como referente la obra de la filósofa francesa Simone de Beau-
voir, El segundo sexo (1949), donde da cuenta de la discriminación y la opresión
de las mujeres. Este fue, en su momento, “el ensayo más completo sobre la
condición de la mujer” (Teresa López, citada por Aguilar Barriga, 2020, p. 134).

Otro referente importante es La mística de la feminidad (1963), escrito por la


teórica y líder feminista estadounidense Betty Friedan, quien analiza la pro-
funda insatisfacción de las mujeres norteamericanas que se traducen en
patologías como la ansiedad, el alcoholismo y la depresión. La teoría y la
praxis van de la mano, ya que Friedan contribuyó a fundar en 1966 la Orga-
nización Nacional para Mujeres (NOW), máxima representante del feminismo
Para conocer más
liberal. Esta corriente caracteriza la situación de las mujeres como una de
desigualdad, no de opresión o de explotación y postula reformar el sistema Puede leer el texto completo de la CEDAW
hasta lograr la igualdad entre los sexos. que ha sido suscrito por más de sesenta
Estados alrededor del mundo en la siguiente
Una tercera corriente es el feminismo radical, de marcado carácter contracul- dirección: https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalIn-
tural. Cobró verdadero protagonismo entre 1967 y 1975, en contraposición terest/Pages/CEDAW.aspx
a la política reformista del feminismo liberal. Las obras fundamentales del
feminismo radical son La dialéctica de la sexualidad (1970) de Sulamith Fires-
tone y Política sexual (1970) de Kate Millet, quien identifica como eje de la
dominación patriarcal esferas de la vida considerada “privada”, acuñando su
lema “lo personal es político”.

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 117


Desde el punto de vista de los derechos de las mujeres, como ya se vio
en el capítulo 1, este periodo coincide con los derechos de segunda y
tercera generación. Es decir, más allá del sufragio, se procura consolidar los
Capítulo 3
derechos  de las mujeres en todas las áreas, como la educación, la salud,
los derechos reproductivos, por mencionar algunos, y obtener compromisos

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
claros por parte de organismos internacionales y Estados para la tutela de
esos derechos.

3.1.2.5. Feminismo contemporáneo: ¿existe una cuarta ola?

Puede que todavía sea pronto para afirmar si el feminismo ha ingresado a


una etapa nueva, pero el siglo XXI ya muestra rasgos distintivos en las luchas
por los derechos de las mujeres, por lo tanto, algunas teóricas feministas
plantean que se ha consolidado una nueva ola.

Una de sus principales características es la lucha en contra de la violencia


sexual, la opresión y la discriminación hacia las mujeres. La indignación sobre
los actos de control social y degradación de las mujeres ha provocado reac-
ciones a través de movilizaciones multitudinarias en todo el mundo. El siglo
XXI está aportando la organización masiva a través de las redes sociales,
movimientos mediáticos de gran magnitud como el #MeToo y la interna-
cionalización en tiempo real de las luchas. Es también un movimiento poli-
fónico, multicultural y vinculado a otros temas, como el ecologismo (Aguilar
Barriga, 2020, pp. 134-; Varela, 2020).

Es difícil saber hoy cuál será la dimensión de la cuarta ola feminista. Sin
embargo, el tema que la convoca tiene una magnitud tal, que provocará
Para conocer más
avances y retrocesos. Un aspecto interesante es el uso de herramientas de la
tecnología y la comunicación que proporcionan una instantaneidad y simul- Si desea profundizar en la historia del feminismo,
puede leer el artículo “Una aproximación teórica a las
taneidad de los acontecimientos a nivel global. olas del feminismo: la cuarta ola” (Nani Aguilar Barriga,
2020), en el siguiente enlace: https://doi.org/10.20318/
femeris.2020.5387

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 118


Las luchas por la equidad y la igualdad de género facilitaron la visibilización
y la participación de las mujeres en el escenario cultural y político global.
Si bien existen distintas corrientes y posicionamientos teóricos dentro del
Capítulo 3
feminismo, todas parten de una misma premisa: la lucha contra el patriar-
cado y la denuncia contra la violencia, la desigualdad y la subordinación de

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
las mujeres.

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 119


Capítulo 3

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
Leamos una obra
Figura 3.4. María María Acha Kutscher, “8 de marzo, Argentina”. La artista peruana María María Acha
Kutscher, en su serie Indignadas, en 2012, realiza dibujos digitales a partir de las fotografías de prensa
tomadas en distintos países durante las marchas de mujeres. En sus dibujos incorpora las consignas de
estas luchas, que abogan por los derechos sexuales y reproductivos y denuncian la violencia contra
las mujeres. La exposición original, en un municipio de Perú, fue aplazada indefinidamente, bajo el Observe el resto de la exposición del
argumento de que “las imágenes son ‘duras’ y que ‘al estar en periodo electoral hay que tener el máximo Museo de las Mujeres (Costa Rica):
cuidado con los contenidos de las propuestas’ ”. En palabras de la artista, “Entiendo que estoy siendo
https://www.museodelasmujeres.co.cr/exposi-
objeto de una censura encubierta y que los derechos de las mujeres, así como la defensa de la libertad
ciones/2018/07/indignadas-latinoamerica-por-ma-
de expresión, no tienen lugar en la agenda de la campaña electoral del actual alcalde de Miraflores
ria-maria-acha-kutscher
para las próximas elecciones municipales”. La artista añade: “¿Llaman imágenes duras a aquellas donde
aparecen mujeres de toda la región latinoamericana manifestándose por sus derechos? ¿Duras? Duro
es que durante el gobierno de Alberto Fujimori se haya llevado a cabo una política de esterilizaciones
forzadas a mujeres de zonas rurales, para reducir la población indígena del Perú. Duro es que violen y
dejen embarazadas a niñas de 10 años, y encima no les permitan abortar. Duro es que en los últimos años
cientos de mujeres hayan sido violentadas y asesinadas por sus parejas o exparejas. Duro es que cada día
haya feminicidios en toda Latinoamérica, es decir, que cada año miles de mujeres sean asesinadas por el
solo hecho de ser mujeres. Duras son la feminización de la pobreza, la esclavitud sexual y la impunidad
en que vivimos las mujeres”. (Extracto de la descripción de la exposición virtual del Museo de las Mujeres).
Obra cortesía de la artista. Publicado con autorización.

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 120


El 3 de junio de 2015, se realizó la marcha denominada
#NiUnaMenos en Plaza del Congreso en Buenos Aires y en
ochenta ciudades de Argentina, así como también en Uru-
guay. En 2016, el movimiento #NiUnaMenos se extendió a
Capítulo 3
otros países de la región: el 13 de agosto de 2016 en Perú,
el 21 de octubre de 2016 y también en Chile y Brasil. En

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
2016 en México se creó un grupo similar denominado
Figura 3.5. “Ni una menos, Perú”. #VivasNosQueremos, frase que luego fue incorporada
por Ni Una Menos como parte de su nombre en solida-
ridad con las mujeres mexicanas.

Las organizadoras de Ni Una Menos, escritoras y perio-


distas en su mayoría, organizaron un paro internacional
para el 8 de marzo de 2017, Día Internacional de la Mujer.
Fue coordinado en forma conjunta con feministas de Ale-
mania, Brasil, Chile, Corea del Sur, Costa Rica, Ecuador,
El  Salvador, Escocia, Honduras, Irlanda del Norte, Repú-
blica de Irlanda, Israel, Italia, México, Nicaragua, Perú,
Figura 3.6. “Marcha de las Catrinas, Polonia, Rusia, Suecia, Turquía y Uruguay. En Costa Rica,
México”. bajo el lema “Jornada de lucha contra el Patriarcado”, se
convocó a una marcha en el Parque Central de San José el
8 de marzo de 2017.

El 3 de octubre de 2016, en la jornada denominada “Lunes


Negro”, mujeres vestidas de negro marcharon en Varsovia,
Polonia en señal de protesta contra la ley tramitada en el
Parlamento que prevé prohibir el aborto e imponer penas
de cárcel a quienes lo practiquen.

Reflexionemos
Figura 3.7. “María María Acha, 1. Relacione las declaraciones de la artista en el pie
Tetazo, Argentina”. de la imagen 3.4 con las luchas que ella repre-
senta a través de su obra.
En 2017, miles de mujeres protestan contra Donald Trump
en Washington en la denominada “Marcha de las Mujeres”. 2. ¿Cómo la artista captura los temas centrales de
La campaña #MeToo (#YoTambién) en las redes sociales las protestas de las mujeres de la última década?
se ha convertido en un movimiento que dio lugar a mar-
3. ¿Qué efecto causa en su percepción el uso de
chas de mujeres en diversas ciudades de Estados Unidos a
ilustraciones en lugar de fotografías para mostrar
raíz de las personas que decidieron “romper el silencio” y
los temas reivindicados por las mujeres en sus
denunciar el abuso o acoso sexual contra figuras públicas
luchas?
Figura 3.8. “Slutwalk, Brasil”. en los diversos ámbitos de la sociedad.

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 121


3.1.2.6. Feminismo en Costa Rica

En el apartado 1.1.3.2, se hizo mención al proceso que llevó hasta la aproba-


Capítulo 3
ción del sufragio femenino en el país, que constituye una primera gran etapa
de las luchas feministas costarricenses.

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
La discusión política sobre la subordinación de las mujeres, así como la intro-
ducción de los estudios de género en Costa Rica no surgen con fuerza sino
hasta la década de 1980. Entre los temas principales del feminismo costa-
rricense a partir de 1980, insertos en la tercera ola feminista internacional,
se posicionan la redefinición de las fronteras de lo privado y lo público y la
articulación de la diversidad. De acuerdo con Camacho (2008), el rasgo que
distingue al movimiento y la organización de las mujeres son las reivindica-
ciones de género y los grupos de mujeres que se organizan desde la especi-
ficidad de su género.

Durante la década de 1990, se constituyen varios espacios de coordina-


ción feminista como, por ejemplo, La Colectiva Feminista Nacional (1992),
el V Congreso Internacional e Interdisciplinario de la Mujer en Costa Rica
(1993) y la construcción de Agendas feministas, que, a su vez, fundaron grupos
o articulaciones de importancia política durante el período 1995-2000, como
el Grupo Agenda Política de Mujeres Costarricenses 1997.

Los estudios de género y de la mujer comienzan a sistematizarse en las uni-


versidades públicas de Costa Rica. En 1993, se imparte el primer posgrado
interuniversitario, la Maestría Académica Regional en Estudios de la Mujer
UNA-UCR.

El desarrollo de los estudios de género en la enseñanza universitaria


nacional tuvo su impacto en el ámbito del arte contemporáneo. Muchas
de las estudiantes de artes plásticas formadas en dichos espacios pudieron
tomar contacto con las teorías de género, de donde provienen los temas

Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 122


de investigación de muchos de sus proyectos artísticos. Estos temas, entron-
cados con sus propias experiencias y su subjetividad, generan producciones
artísticas con una impronta de fuerte compromiso político, como los dos
Capítulo 3
ejemplos que serán analizados en el cuarto capítulo de esta unidad didáctica.

T EO R ÍA S Y MOVIMI ENTOS
Género y multiculturalismo en el arte contemporáneo, Claudia Irene Mandel Katz 123

También podría gustarte