La mayoría de las economías, y en particular la mayoría de las economías
europeas, son muy abiertas: comercian tanto con bienes como con activos con el resto del mundo. La apertura tiene tres dimensiones: 1. La apertura de los mercados de bienes: la posibilidad de los consumidores y de las empresas de elegir entre los bienes interiores y los extranjeros. 2. La apertura de los mercados financieros: la posibilidad de los inversores financieros de elegir entre los activos interiores y los extranjeros. 3. La apertura de los mercados de factores: la posibilidad de las empresas de elegir el lugar en el que quieren producir y la posibilidad de los trabajadores de elegir el lugar en el que quieren trabajar.
6.1 La apertura de los mercados de bienes
Los tipos de cambio nominales Los tipos de cambio nominales entre dos monedas pueden expresarse de una de las dos formas siguientes: • El precio de la moneda nacional expresado en la moneda extranjera. • El precio de la moneda extranjera expresado en la moneda nacional. Existen dos palabras distintas para referirse a las variaciones de los tipos de cambio: revaluación y devaluación. Estos dos términos se utilizan cuando los países tienen tipos de cambio fijos, que es un sistema en el que dos o más países mantienen un tipo de cambio constante entre sus monedas. En ese sistema, las subidas del tipo de cambio que son infrecuentes por definición se denominan revaluaciones (en lugar de apreciaciones). Las reducciones del tipo de cambio se denominan devaluaciones (en lugar de depreciaciones). El tipo de cambio real se calcula multiplicando el nivel interior de precios por el tipo de cambio nominal y dividiendo por el nivel de precios extranjero. Los tipos de cambio reales varían, al igual que los nominales, con el paso del tiempo. Estas variaciones se denominan apreciaciones o depreciaciones reales: • Una subida del tipo de cambio real, es decir, una subida del precio relativo de los bienes interiores expresado en bienes extranjeros se denomina apreciación real. • Una reducción del tipo de cambio real, es decir, una reducción del precio relativo de los bienes interiores expresado en bienes extranjeros se denomina depreciación real. 6.2 La apertura de los mercados financieros La apertura de los mercados financieros permite a los inversores financieros tener tanto activos nacionales como activos extranjeros, diversificar su cartera, especular sobre las variaciones de los tipos de interés extranjeros en relación con los tipos de interés nacionales, sobre las variaciones de los tipos de cambio, etc. La balanza de pagos Las transacciones de un país con el resto del mundo, incluidos tanto los flujos comerciales como los movimientos financieros, se resumen por medio de una serie de cuentas llamada balanza de pagos. Las transacciones se denominan transacciones por encima de la línea o transacciones por debajo de la línea. Las transacciones por encima de la línea registran los pagos efectuados a y por el resto del mundo. Se denominan transacciones por cuenta corriente. La suma de todos los pagos a y del resto del mundo se llama balanza por cuenta corriente. Si los pagos netos del resto del mundo son positivos, el país tiene un superávit por cuenta corriente; si son negativos, tiene un déficit por cuenta corriente. Las transacciones situadas por debajo de la línea se denominan transacciones por cuenta de capital. Los flujos netos de capital también se denominan balanza por cuenta de capital: los flujos netos positivos de capital se llaman superávit por cuenta de capital; los flujos netos negativos de capital se llaman déficit por cuenta de capital. 6.3 La relación IS en la economía abierta La demanda de bienes interiores es: Z= C +I + G – (IM/e) + X En una economía abierta, la demanda de bienes interiores es igual a la demanda nacional de bienes (consumo más inversión más gasto público) menos el valor de las importaciones (expresado en bienes interiores) más las exportaciones. Demanda nacional: C + I + G = C (Y - T) + I (Y, i) + G En una economía abierta, un aumento de la demanda nacional provoca un incremento menor de la producción que en una cerrada, debido a que una parte de la demanda adicional es una demanda de importaciones. Por la misma razón, un aumento de la demanda nacional también provoca un empeoramiento de la balanza comercial.