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PORQUE ESTA AUSENTE EL AVIVAMIENTO EN UNA IGLESIA

Frank Bartleman (del avivamiento de la Calle Azusa) dijo:  "En


1905 recibí de Dios la siguiente base para avivamiento: La PROFUNDIDAD
del avivamiento se determinará exactamente por la PROFUNDIDAD del
espíritu de ARREPENTIMIENTO. Y esto es vigente para todos los pueblos
y todos los tiempos." 
VIDA COMODA = A TIBIEZA Y MUERTE ESPIRITUAL

Este no es el momento de acomodarse a una vida fácil, debemos vivir en un


permanente despertar.
 
LA BIBLIA DICE
 
Sof 1:12  Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con
linterna, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino
asentado, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni hará mal. 
 
Que "Reposan tranquilos" significa que no les preocupa su vida espiritual ni la
condición de la iglesia.
 
El "vino asentado" se refiere a los sedimentos de vino que se establecen en el
fondo del barril. Muchos cristianos no han querido los Estímulos del Espíritu
Santo. Ahora ellos se sientan hechándose hacia atrás, se toman las cosas con
calma y dejan que toda la suciedad se asiente en sus corazones. no hay duda
es el tiempo de la iglesia de laodicea.
EL SEÑOR DICE: Efe 5:13-17  Mas todas las cosas, cuando son puestas en
evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que
manifiesta todo. 
 
Por lo cual dice: 
 Despiértate, tú que duermes, 
 Y levántate de los muertos, 
 Y te alumbrará Cristo. 
 
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como
sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto,
no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 
VUELVE A LAS SENDAS ANTIGUAS...

¡Así dijo Jehová:


paraos en los caminos, y mirad. Y preguntad por las sendas antiguas, cual
sea el buen camino, y andad por el, y hallareis descanso para vuestra alma.
Mas dijeron: no andaremos. Puse también sobre vosotros atalayas, que
dijesen: escuchad el sonido de la trompeta. Y dijeron ellos: no
escucharemos.! Jer. 6:16-17
LO PRIMERO QUE NECESITAS ES ARREPENTIMIENTO

¿Sabía Ud. que Dios ABORRECE todo pecado, y que si Ud. se acerca más a


Dios, entonces Ud. en su corazón aborrecerá el pecado igual que El?
Entonces seamos "prácticos" en esto.
 
Esto es lo que Ud. necesita hacer para tratar con estas cosas a un
nivel PROFUNDO.
 
Primero, tome un tiempo con Dios a solas. Ud. necesita un tiempo a solas, en
un lugar apartado, con El.
 
Segundo, pida y busque a Dios para que El "alumbre con Su luz" en el corazón
de Ud. Que El le muestre cada cosa inmunda, sea falta de perdón, lascivia,
hablar de otras personas detrás de sus espaldas, manteniendo rencor, pequeñas
mentiras "blancas", etc. Pida a Dios que El le muestre como EL SE
SIENTE acerca del pecado.
 
Pídale que El alumbre las profundidades de su ser, y le muestre las cosas que
Ud. necesita confesar y renunciar y pedir perdón. En algunos casos, Ud.
necesitará ir adonde un hermano o una hermana para pedirle perdón o hacer
restitución.
 
Asegúrese de que el arrepentimiento alcance el NIVEL MÁS
PROFUNDO posible. Confiese a Dios cada pecado específicamente, renuncie a
él, y pida a Dios que El le purifique. En muchas personas, son estos así
llamados "PECADOS MENORES" que les impiden avanzar.

Esta es otra cita acerca del tema, por Evan Roberts, del avivamiento en
Gales: el dijo:
 
Primero, ¿hay algún pecado en su pasado con el cual Ud. no trató
honestamente, no lo confesó a Dios? Arrodíllese de una vez. Su pasado tiene
que quedarse atrás y ser limpiado.
 
Segundo, ¿hay algo en su vida que es dudoso - algo de lo cual Ud. no puede
decidir si es bueno o malo? Renuncie a ello. No debe haber ni la sombra de una
nube entre Ud. y Dios. - ¿Perdonó Ud. a todos - ATODOSsss? Si no, no espere
perdón por sus pecados..."
 
Este asunto de perdonar VERDADERAMENTE a aquellos que le hirieron a
Ud. puede ser algo grande. Es importante ser BRUTALMENTE
HONESTO con uno mismo. ¿Hay todavía un "mal sentimiento" muy dentro de
Ud. hacia ciertas personas? ¿Hay una huella de amargura cuando Ud. habla
acerca de esa persona? Nosotros todos necesitamos venir ante Dios y
arrepentirnos y RENUNCIAR a toda falta de perdón desde muy dentro de
nosotros. Pasar por todo este proceso de "arrepentimiento profundo" es la
primera clave para el avivamiento personal.
Juan Wesley fue un hombre clave en el avivamiento de Gales. Wesley pudo discernir y
reconocer en su era que el pecado de la murmuración era lo que detenía el mover del
Espíritu. La adoración de una boca pura es clave para el avivamiento, pero la
murmuración asesina esta clase de adoración.
¡AVIVATE Y SANTIFICATE! ...

"Avivamiento no es iglesias llenas de personas, sino personas


llenas de Dios."
 
Avivamiento es gente saturada de Dios, llenas con la plenitud de Dios (Col. 2:10), la
vida de Cristo revelada en la gente (Col. 1:27).
 
Avivamiento implica un rejuvenecimiento y retorno al deseo bíblico de Dios para su
pueblo. La iglesia en Pentecostés gozó de una poderosa  lluvia del Espíritu de Dios y
eso significó un avivamiento que se esparció por todas partes.
 
En tiempos de avivamiento, Cristo está en el centro de todo como el Señor
glorificado, ante quien debemos humillarnos.
 
Las siguientes son diez oraciones que puedes hacer cada día para ganar
renuevo personal y experimentar una vida de continuo avivamiento:
 
·        Señor, cámbiame (Sal. 85:/) - Oración por un renuevo y cambio.
·        Señor, me humillo ante Ti (Is. 57:15) - La Biblia es clara en que la humillación
es algo que debemos hacer (Stgo. 4:7; 2 Cr. 7:14).
·        Señor, límpiame (1 Jn. 1:9) - Oración por una profunda limpieza de pecados,
incluso los pecados inconfesos. 
·        Señor, sáname (Stgo. 5:13-16) - Oración por sanidad física, pero también por
recuperación espiritual de heridas pasadas.
·         Señor, santifícame (1 P. 1:16) - Oración por una conducta santa en tu vida.
·        Señor, guíame (Jn. 4:34) - Oración por la guía diaria del Señor.
·        Señor, lléname (Ef. 5:18) - Oración por la llenura diaria del Espíritu Santo.
·        Señor, úngeme (Lc. 4:18-19) - Oración por preparación para servir al Señor.
·        Señor, úsame (1 Cor. 12:12-30) - Oración por buena voluntad para estar
involucrado en el servivio de la congregación.
·         Señor, envíame (Mt. 28:18-20) - Oración por una participación en la expansión
del Reino de Dios.
 
Para experimentar un avivamiento personal, uno tiene que vivir por la
plenitud del sacrificio que nuestro Señor Jesucristo hizo en la cruz.
Muchos creyentes piensan que aún hay otras cosas que tenemos que
"alcanzar" o "realizar". No. Lo que Cristo vino a hacer está completo. Lo
que debemos hacer es pedirle al Padre que abra e ilumine nuestros ojos y
mentes por medio del Espíritu Santo para que podamos tener un mejor y
más profundo entendimiento de las verdades del evangelio.   
LA NECESIDAD DE UN AVIVAMIENTO NACE AL ESTAR CONCIENTE
DE NUESTRA MISERIA ESPIRITUAL
Oh Jehová he oído tu palabra y temí. Oh Jehová aviva tu obra en medio de los
tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate a la
misericordia Habacuc 3:2 

Un avivamiento es la respuesta humilde y decidida del hombre al llamado de Dios para


volver a cumplir de corazón al llamado de Dios, dadas nuestras tendencias
pecaminosas de vivir ignorando su voluntad.
 
1.- Necesitamos un avivamiento. No hay duda necesitamos un avivamiento.
Necesitamos volver a tener pasión por Dios y su palabra, en vez de depender de ideas,
pensamientos, y experiencias personales de bien intencionados siervos de Dios. Y de
vivencias de avivamientos pasados.
 
2.- El avivamiento comienza en el corazón. El Avivamiento comienza primero en el
corazón y no con oración. Es primero reconocer una situación, es primero sentir la
desnudez. La frialdad de nuestra alma y de nuestra situación espiritual, y
posteriormente desear cambiar esa situación.
 
3.- Ezequías reconoció la miseria espiritual que reinaba en su tiempo y cambio
esa situación. 2Cr 29:1-6 Ezequías tenía veinticinco años cuando subió al trono
de Judá y reinó en Jerusalén veintinueve años. Su madre se llamaba Abías,
hija de Zacarías. Él hizo lo que era agradable a los ojos del SEÑOR, igual que
su antepasado David. En el primer mes del primer año de su reinado, Ezequías
reabrió las puertas del templo del SEÑOR y las reparó. Convocó a los
sacerdotes y a los levitas a encontrarse con él en el atrio al oriente del
templo. Les dijo: «¡Levitas, escúchenme! Purifíquense ustedes y purifiquen el
templo del SEÑOR, Dios de sus antepasados. Quiten del santuario todos los
objetos contaminados. Nuestros antepasados fueron infieles e hicieron lo
malo a los ojos del SEÑOR nuestro Dios. Abandonaron al SEÑOR y al lugar
donde él habita; le dieron la espalda.
 
4.- Pero tambien la palabra describe cuando no hay deseos de hacer nada. 
 
A).- Habían pasado los días maravillosos de avivamiento en el reinado de
Ezequías "Que hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las
cosas que había hecho David su padre" 2 Cro. 29:2
 
B).- Se había acabado el corto periodo de reformas espirituales que había hecho
Ezequías, y existían Días tenebrosos en el reinado de Joacím pues hizo todo lo
contrario. La biblia dice; 2Cr 36:5  "Cuando comenzó a reinar Joacim era de
veinticinco años, y reinó once años en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos
de Jehová su Dios".
 
C).- Y Joacím pago un alto costo el haberse alejado y rebelado contra Dios. Las
escrituras dicen en 2Cr 36:6  "Y subió contra él Nabucodonosor rey de Babilonia,
(C) y lo llevó a Babilonia atado con cadenas." 
 
D).- Y la debacle espiritual continuo, Se perdió el avivamiento que tuvo Ezequías en
corto tiempo, las deplorables condiciones existentes que se vivió durante el reinado de
Joacím, se volvían a repetir en el reinado de Manases nuevamente en Judá.
 
5.- El clamor de un hombre. Habacuc nos presenta al profeta sorprendido porque
Dios no ejecuta su disciplina. El preguntaba lo que muchos se preguntan hoy. ¿Porque
Dios no hace algo para detener la corrupción y el pecado?
 
Habacuc 1:2-4  ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia?
Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan.
Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto
el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia. 
 
El profeta se llenó de temor cuando Dios le contesto que usaría a los crueles
caldeos para ejecutar la disciplina sobre Judá. Habacuc. 1:5-11  "Mirad entre
las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que
aun cuando se os contare, no la creeréis. Porque he aquí, yo levanto a los
caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para
poseer las moradas ajenas. Formidable es y terrible; de ella misma procede
su justicia y su dignidad. Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más
feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos
sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar. Toda ella
vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como
arena. Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda
fortaleza, y levantará terraplén y la tomará. Luego pasará como el huracán, y
ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios". 
 
Así es el Señor cuando caemos en pecado y rebelión delante de él, Dios utiliza aun a
sus propios enemigos, y al mundo para traer reprensión a su pueblo. 
 

1. Habacuc entrega un mensaje claro. Dios es soberano el es quien merece


adoración. El profeta exhorta al pueblo a dejar de pecar y aceptar la disciplina
porque Dios no es indiferente al pecado.
2. El clamor de Habacuc es: Hab 3:2  "Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí.
Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los
tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia". 

6.- Principios para un avivamiento.


 
1.- Reconocimiento de la situación caótica.  En la historia bíblica notamos que en
las temporadas de desobediencia, todos los sectores de la sociedad se veían afectados
y toda la nación sufría las consecuencias. Pero, solo unos pocos reconocían ese estado
y lo presentaban ante Dios.
 
2.- Predicación relevante de la palabra. Dios nos envía a predicar un mensaje que
no puede ser cambiado. El Juicio de Dios para el desobediente, Bendición y
avivamiento para el obediente. La declaración profética de los profetas anunciaba el
perdón y el Juicio, lo mismo en el nuevo testamento pues está en toda la palabra, ya
que es un plan divino.
 
3.- Humillación. "Si se humillare mi pueblo" Dios le declaró a Salomón en 2 Cro.7:14,
que cuando su juicio cayera sobre la nación, su respuesta debería ser solamente una.
La humillación.  La biblia dice: "si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi
nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus
malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra", Eso es exactamente lo que debemos hacer si queremos tener un
gran avivamiento en la Iglesia de hoy. Humillarse es admitir nuestras debilidades en
forma específica, es reconocer que necesitamos la ayuda divina, es bajar nuestras
defensas y dejar nuestro orgullo.
 
4.- Consagración. "...y oraren y buscaren mi rostro..."  Es apartarse del pecado y
separarse para Dios. Es arrepentirse profundamente y despojarse de toda banalidad
humana. Es buscar con humildad de corazón los medios de su gracia divina y su poder.
 
5.- Un cambio profundo. "...Y se arrepintieren de sus malos
caminos..." Después de reconocer nuestra falta y buscar a Dios como fuente de
poder, es inprescindible la determinación de realizar cambios y así revertir el proceso.
 
Quiero detenerme para confirmar lo que dije al principio que el avivamiento comienza
primero en el Corazón y no con oración. Lo primero que debemos admitir es la
situación caótica que estamos viviendo. Para humillarnos debemos considerar nuestra
pobreza moral y espiritual en que se encuentra nuestra vida, la Iglesia y nuestra
comunidad, y de desear un cambio profundo obrado por el Espíritu Santo de Dios. 
 
Admita su debilidad, pero para ello debe hacer una seria evaluación de como está
viviendo hoy su vida.
¡CARACTERISTICAS DE UN CORAZON QUEBRANTADO Y UNO QUE
NO LO ES!
UN PENTECOSTES PERSONAL
 
A mi regreso a la China, en el año de 1901, después de
recuperarme de los efectos de la rebelión Bóxer, empecé a
experimentar una creciente insatisfacción por los resultados de mi
trabajo. En mis primeros años de trabajo misionero, me había
sostenido con la seguridad de que la siembra siempre antecede a
la cosecha; por lo tanto, yo había estado satisfecho en mantener
una aparente lucha vana. Pero ahora, habían pasado 13 años y la
cosecha se veía más lejos que nunca.      SEGUIR LEYENDO......
Himno del avivamiento                   Aqui hay amor tan vasto...

¿CUANDO NECESITAMOS UN AVIVAMIENTO?

Cuando no amamos a Dios


como lo amábamos antes.
Þ Cuando nuestros intereses terrenales son más importantes para nosotros que las
cosas espirituales.
Þ Cuando preferimos mirar TV y leer cualquier otra cosa, menos la Palabra de Dios.
Þ Cuando no tenemos deseo de orar.
Þ Cuando conocemos la verdad en nuestra mente pero no la practicamos en nuestras
vidas.
Þ Cuando hacemos muy poco esfuerzo en testificar a los perdidos.
Þ Cuando tenemos tiempo para todo lo demás menos para estudiar la Biblia.
Þ Cuando no nos conmovemos delante de la Palabra de Dios.
Þ Cuando los creyentes están enemistados y no sienten deseo de reconciliarse.
Þ Cuando los esposos y esposas cristianos no están orando juntos.
Þ Cuando nuestros matrimonios sólo co-existen en lugar de estar llenos del amor de
Cristo.
Þ Cuando nuestros hijos están creciendo moldeados por el mundo delante de nuestra
vista y paciencia.
Þ Cuando nos preocupamos más por la educación intelectual de nuestros hijos que en
la situación de sus almas.
Þ Cuando el pecado es tolerado en la iglesia.
Þ Cuando permitimos que el chisme, el criticismo y la falta de amor nos domine.
Þ Cuando nuestro canto y nuestra adoración en la iglesia es carente de vida.
Þ Cuando nuestros corazones están fríos y nuestros ojos secos.
Þ Cuando estamos aburridos con la alabanza.
Þ Cuando necesitamos que haya diversión para venir a la iglesia.
Þ Cuando no extrañamos la compañía del pueblo de Dios.
Þ Cuando nos pesa dar para la obra del Señor.
Þ Cuando no ejercemos nuestra fe en el poder de Dios.
Þ Cuando estamos más preocupados por lo que otros piensan de nosotros, que lo que
Dios piensa acerca de nosotros.
Þ Cuando el fuego se ha apagado en nuestros corazones, nuestros hogares y en
nuestra iglesia.
Þ Cuando estamos tan ciegos que no nos damos cuenta de que necesitamos de un
avivamiento.
«He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su
oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro
Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.»  Isaías
59:1-2,
Los obstáculos del corazón para el avivamiento

1.- ¿Hemos perdonado a todos? ¿Existe alguna malicia, rencor, odio o enemistad en


nuestros corazones? ¿Alimentamos resentimientos, y hemos rehusado reconciliarnos?
 
2.- ¿Nos ponemos coléricos? ¿Nos exaltamos por dentro? ¿Es verdad que aún
perdemos los estribos? ¿Acaso la ira se apodera en ocasiones de nosotros?
 
3.- ¿Hay sentimientos de celos? Cuando se prefiere a otro antes que a nosotros, ¿nos
invade la envidia? ¿Tenemos celos de aquellos que pueden orar, hablar, y hacer las
cosas mejor que nosotros?
 
4.- ¿Nos volvemos impacientes e irritables? ¿Acaso hay pequeñas cosas que nos
abruman y enojan? ¿O somos dulces, calmados e inconmovibles bajo todas las
circunstancias?
 
5.- ¿Se nos ofende fácilmente? Cuando la gente no se da cuenta de nuestra presencia y
nos esquiva sin dirigirse a nosotros, ¿nos duele? Si se hace mucho de otros y a
nosotros se nos deja a un lado, ¿cómo nos sentimos acerca de ello?
 
6.- ¿Hay algún orgullo en nuestros corazones? ¿Nos hinchamos? ¿Nos creemos mucho
en nuestra propia posición?
 
7.- ¿Hemos sido deshonestos? ¿Están nuestros negocios abiertos y limpios de toda
censura? ¿Damos un metro por un metro, y un kilo por un kilo?
 
8.- ¿Hemos estado murmurando de otras personas?  ¿Calumniamos el carácter de
otros?    ¿Somos chismosos y entremetidos?
 
9.- ¿Criticamos sin amor, duramente, severamente? ¿Estamos siempre hallando fallos y
buscando las equivocaciones de los demás?
 
10.- ¿Le robamos a Dios?  ¿Le robamos tiempo que le pertenece a Él?  ¿Hemos
retenido nuestro dinero?
 
11.- ¿Somos mundanos? ¿Nos gusta el brillo, la pompa, y la gloria de esta vida?
 
12.- ¿Hemos robado? ¿Tomamos cosas pequeñas (O GRANDES) que no son nuestras?
 
13.- ¿Anidamos en nosotros un espíritu de amargura hacia otros? ¿Hay odio en nuestro
corazón?
 
14.- ¿Están nuestras vidas llenas de ligereza y de frivolidad? ¿Es nuestra conducta
indecorosa?  ¿Consideraría el mundo por nuestras acciones que estamos de su lado?
 
15.- ¿Hemos dañado a alguien y no hemos hecho restitución?
 
16.- ¿Estamos preocupados o ansiosos? ¿Dejamos de confiar en Dios en cuanto a
nuestras necesidades temporales y espirituales?
 
17.- ¿Somos culpables de inmoralidad? ¿Te gustan las revistas o películas
pornográficas? ¿Dejamos que nuestras mentes aniden imaginaciones impuras e
impías?
 
18.- ¿Somos veraces en nuestras afirmaciones, o exageramos y con ello transmitimos
falsas impresiones?     ¿Hemos mentido?
 
19 ¿Somos culpables del pecado de incredulidad? A pesar de todo lo que Él ha hecho
por nosotros, ¿rehusamos aún creer Su Palabra? ¿Murmuramos y nos quejamos?
 
20.- ¿Hemos cometido el pecado de la falta de oración? ¿Somos intercesores?
¿Oramos? ¿Cuánto tiempo pasamos en oración? ¿o Hemos permitido que las muchas
ocupaciones desplazaran a la oración de nuestras vidas?
 
21 ¿Estamos siendo negligentes con la lectura de la Palabra de Dios? ¿Cuántos
capítulos leemos al día?  ¿Somos estudiosos de la Biblia?
 
22 ¿Hemos dejado de confesar a Cristo de una manera abierta? ¿Nos avergonzamos de
Jesús? ¿ o Estamos testificando a diario?
 
23 ¿Estamos con una carga por la salvación de las almas? ¿Tenemos amor por los
perdidos? ¿Hay alguna compasión en nuestros corazones por los que están
pereciendo?
 
24 o. . . .Hemos perdido nuestro primer amor y ya no tenemos fervor hacia Dios.
 
«Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis
pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad» (Sal. 139:23, 24

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