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Cuando concertar es malo
Prácticas Restrictivas de la Competencia"

Tipificadas en el artículo 6 del Decreto Legislativo 701, estas infraccio-


nes no requieren la existencia de posición de dominio en el mercado. Se
refieren básicamenfe a prácticas colusorias, es decir a acuerdos entre em-
presas dirigidos a limitar la competencia en el mercado,
Vamos a concentramos principalmente en la práctica más nociva de
todas: los casos de carteles o acuerdos verticales entre competidores, en
especial acuerdos dirigidos a fijar, directa o indirectamente, los precios en
el mercado. Ir

Entre las disposiciones del artículo 6 del Decreto Legislativo 701 se


encontraba el inciso a), el mismo que prohíbe las concertaciones injustifica-
das de precios y otras condiciones de comercialización, Este inciso ha sido

La primera parte de la presente sección se basa en el artículo «Las Concertaciones de


Precios y la Protección a los Consumidores», publicado en Revista Peruana de Derecho de
la Empresa, Serie Derecho, 1998 y en el artículo «El Regreso del Jedi (o de la Discreciona-
lidad en la Aplicación de las Normas de libre Competencia)» publicado en Themis,
Revista de Derecho, No. 47, 2003. La última parte, referida a los acuerdos de compras
conjuntas se basa en el artículo «La Mujer del César., ¿Son los Acuerdos de Compras
Conjuntas ilegales según las Normas de Libre Competencia» en coautoría con Alejan-
dro FALLA, publicado en Themis, Revista de Derecho, N.O45,2002. Además el autor desea
agradecer la colaboración de Carolina DE TRAZEGNlES en la elaboración de esta sección.
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modificado por el artículo 11 del Decreto Legislativo 807, retirando el tér- Los casos de concertación de precios que han sido conocidos por la'
mino «injustificado»1. Comisión de Libre Competencia del INDECOPI, demuestran que en mu-
Los casos de concertación de precios han sido los que se han presenta- chos casos, las infracciones eran originadas más por este marco cultural
do con más frecuencia y en los que la autoridad ha intervenido con mayor deformado y distorsionado, que por la intención real de romper la Ley.
energía. Como consecuencia de años de políticas de control y fijación de
precios por el Estado, los agentes económicos interpretaron no solo que 1. ¿POR QUÉ ES MALA LA CONCERTACIÓN?
concertar precios no estaba prohibido, sino de que era además una práctica
fomentada por el Estado, que citaba a los empresarios a los Ministerios La pregunta que normalmente asalta a los empresarios es por qué se
para acordar cómo debían fijarse los precios-. les prohíbe fijar de manera concertada precios comunes. Ellos lo conside-
Con la supuesta intención de proteger a los consumidores, los funcio- ran como parte de su autonomía privada, como parte de su libertad de
narios de diversos gobiernos se reunían en una mesa con los representan- contratar y, en algunos casos, como parte de su libertad de asociación (cuan-
tes de gremios o empresas; con la sola intención de fijar precios «equitati- do la concertación se da en el marco de un gremio o asociación empresa-
vos» o «adecuados». rial). Si cada uno es libre de fijar su propio precio ¿por qué va a ser malo
que usen tal libertad de manera conjunta y coordinada?
Sin perjuicio de que tal mecanismo daba pie a la corrupción y no garan-
tizaba de ninguna forma los intereses de los consumidores, cometía un pe- La respuesta a la pregunta, la encontramos en un derecho básico del
cado aún más grave: dejaba de lado al consumidor en su rol y, sobre todo, consumidor: su derecho a elegir. En el libre mercado, los precios, las cali-
en su derecho de participar en el proceso de formación de los precios dades y las condiciones de comercialización son consecuencia de la interac-
ción de consumidores y proveedores. Ello implica que la libertad de fija-
Esta situación no sólo creó una cultura de la concertación, sino que
ción de precio encuentra como límite la disposición de pagar dicho precio
llevó a la formación de equivocados valores éticos sobre su conveniencia,
por los consumidores, de la misma manera como la libertad del consumi-
llegando a denominar a estos acuerdos como «pactos de caballeros» y con-
dor de pagar un precio bajo encuentra como límite la disposición del pro-
siderándose a quienes no los respetaban o a quienes no querían asumirlos
veedor de vender a dicho precio.
como «competidores desleales» o «traidores». Lo más curioso es que el
propio Estado era víctima de lo que apoyaba, pues eran frecuentes las con- El mecanismo que garantiza la libertad en este campo es la competen-
certaciones en las licitaciones o procesos de adquisición y contratación de cia. Si un proveedor desea vender muy caro, los precios menores de sus
bienes y servicios. Esto forzó al Estado a gastar de su presupuesto más de competidores, ávidos de vender, conseguirán un desplazamiento de la de-
lo que gastaría si los postores realmente compitieran entre sí3. manda de los consumidores, permitiéndoles mandar señales claras sobre
su disposición a pagar menos. Por su parte, si un consumidor desea com-
prar muy barato, la disposición a pagar más por parte de otros consumido-
l. Los alcances de esta modificación serán analizados con más detalle más adelante en res le enviará la señal de que el proveedor no está dispuesto a vender al
la presente sección. precio deseado. H-
2. Por ello no debe extrañar que en uno de los primeros casos de concertación de Cuando se concertan precios, sin embargo, tal libertad desaparece. El
precios, seguido de oficio por el INDECOPI contra diversos gremios de transportis- consumidor se ve privado de su facultad de enviar señales claras. La deci-
tas, la Federación de Choferes del Perú haya presentado como prueba de descargo de sión de los proveedores de vender al mismo precio, priva a los consumido-
la concertación de las tarifas de transporte público, un acta firmada por el Ministro de
res de su facultad de elegir los precios más competitivos, y con ello de
Economía en el que se acordaba la fijación de dichas tarifas.
mandar señales claras sobre sus preferencias. Ya no es el Estado el que
3. Esto llevó a que se incluyera expresamente tal infracci6n al modificar recientemente «expropia» a los particulares su libertad de elegir por la vía de fijar precios,
en el Decreto Legislativo N° 701. Así, el Decreto Legislativo 807 agregó un nuevo
sino que son las agrupaciones empresariales las que «expropian» la facultad
inciso i) al articulo 6 que sanciona «El establecimiento, la concertación o la coordina-
ción de las ofertas o de la abstención de presentar ofertas en las licitaciones, los de elegir a los consumidores.
concursos, los remates o las subastas públicas». Si bien se puede considerar que tal En un contexto como el descrito, es perfectamente explicable por que
infracción ya estaba contemplada en el inciso a) del artículo 6, su inclusión es impor- la ley limita la facultad de las empresas de adoptar ese tipo de acuerdos.
tante para fines de dejar claramente establecido el carácter ilegal de la práctica.
Permitido limitaría de manera injustificada la facultad de los consumidores
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de elegir entre diversos precios. Si finalmente termina habiendo un solo De hecho, los carteles que suelen ser relativamente frágiles ante los
precio en el mercado, éste debe ser consecuencia natural de la competencia, incentivos que genera la competencia:
de las condiciones de oferta y demanda existente, lo que incluye la partici- a) La entrada de nuevos competidores puede socavar las bases del
pación de los consumidores. Así, se limita la autonomía privada de las em- cartel. Así, al elevarse el precio esto genera incentivos para la entrada de
presas sólo para evitar una limitación aún mayor a la autonomía privada de nuevos consumidores ajenos al cartel. Si no existen barreras de acceso al
los consumidores''. mercado (aranceles altos, prohibiciones de importaciones, licencias previas¡
En ocasiones se escucha el argumento de que las concertaciones obe- de desarrollo de actividades, etc.) la entrada de nuevos proveedores irá
decen a las condiciones de oferta y demanda. Así, se dice que si las empre- poco a poco debilitando el poder del cartel para fijar el precio, hasta termi-
sas concertan precios altos es porque la escasez de los productos que pro- nar quebrando el acuerdo.
ducen conducen a un aumento del precio. El argumento es equivocado. Es b) Incluso cuando no existe entrada de nuevos consumidores, existen
precisamente al revés. Toda concertación para subir precios lleva implícito incentivos importantes para traicionar el cartel por parte de sus integran-
un acuerdo de restringir la producción, es decir, de generar escasez. Si se tes. El acuerdo no puede ser ejecutado usando vías legales, precisamente
va a vender más caro, se está asumiendo que menos consumidores podrán por ser ilícitc''. Con ello quien hace «trampa» tiene mucho que ganar, con lo
pagar los nuevos precios resultantes, y es ahí donde se ve el verdadero que el acuerdo tiene una debilidad bastante clara.
daño de la concertación. El problema no está dado del lado del consumidor Así, los carteles no tienen mucho futuro en el largo plazo. Sin embargo
que tiene que pagar más, sino del que ya no puede comprar. Ello implica la experiencia demuestra que pueden subsistir por períodos relativamente
menos producción que la deseable, y con ello menos eficiencia en la econo- largos. Durante esos períodos pueden generar pérdidas apreciables de efi-
mía. En el fondo el problema es que la concertación lleva implícita el acuer- ciencia, restringiendo la producción de manera tal, que los consumidores
do de producir menos de lo que la sociedad está dispuesta a demandar (es (y la sociedad en general) se ven perjudicados. La generación de tales pér-
decir necesita) dado el nivel de estructura de costos existente, la capacidad didas es lo que justifica la acción del Estado para evitar los riesgos que la
productiva y las preferencias de los consumidores. cartelización implica. Los beneficios de dicha intervención deben medirse
Es por ello que las concertaciones vulneran los derechos de los consu- no sólo calculando los efectos producidos en el caso específico, esto es, en
midores. La preocupación no va por el lado de la acumulación del poder el aumento de producción generado en el mercado una vez que el cartel es
económico, sino por el mal uso de dicho poder en perjuicio de la competen- roto, sino en el efecto que la acción del Estado genera en otros mercados o
cia. La miopía en identificar a éste como el verdadero problema, es lo que empresas. En esos mercados, los proveedores observan las consecuencias
genera la confusión sobre la necesidad o no de prohibir estos acuerdos. de la cartelización, y a la luz de tales consecuencias reciben incentivos para
no cartelizar, manteniendo la producción en niveles que reflejan condicio-
nes de mercadp.
II. EL MERCADO COMO MECANISMO DE COMBATIR LOS CARTE-
La visión expuesta podría, sin embargo, ser considerada cortoplacista.
LES DE PRECIOS.
Bajo tal argumento, siempre el Estado podría encontrar argumentos para
Se suele decir que el control de los carteles de precios debe ser encar- intervenir el mercado con la excusa de que los mecanismos de competencia
gado al propio mercado. Esa afirmación es, en principio cierta. Sin embargo pueden tardar en corregir distorsiones. El riesgo sería que hasta un control
deben hacerse algunas precisiones. estatal abierto de los precios podría justificarse en la necesidad de eliminar
las ineficiencias en el corto plazo.

4. Esto es importante dentro del concepto de cuál debe ser el objetivo final de una
legislación antimonopolios. Como ya se ha mencionado debe quedar atrás la idea de
que las normas antimonopólicas tienen por objeto proteger a las empresas pequeñas 5. Esta es una razón adicional que abunda en la necesidad de prohibir estos acuerdos. Si
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o destruir las empresas grandes. La legislación antimonopolios busca promover la estos fueran válidos y pudieran ser ejecutados por medios legales (por ejemplo, ante
competencia, no restringirla, y ello incluye promover las eficiencias derivadas del un tribunal), el mecanismo de traición de sus integrantes desaparecería o se reduciría,
tamaño y de las economías de escala. Su fin último, por la vía de promover la compe-
I permitiendo al cartel sobrevivir por mucho más tiempo en perjuicio de los consumi-
dores.
tencia, es el bienestar del consumidor.

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En el caso de los carteles de precios, sin embargo, es posible justificar Así, el cartel sí produce pérdidas económicas por la vía de la limitación -
la acción estatal en base a un análisis costo-beneficio. Las concertaciones de en la cantidad producida dirigida a alimentar el precio. En pocas palabras,
precios no generan ningún beneficio aparente o posible a la economía. Las mientras el mercado se demora en corregir los efectos de la concertación, la
empresas involucradas; en un cartel no se han integrado productivamente sociedad está perdiendo a cambio de no ganar nada. Ello conduce a que si
para alcanzar economías de escala. Tampoco han establecido, en principio, el Estado prohíbe y sanciona a un conjunto de proveedores que acordaron
formas de reducir costos de producción ni han tomado medidas destinadas precio, se está ganando algo y no se está perdiendo nada.
a mejorar la situación de los consumidores. En pocas palabras, el cartel no Este razonamiento ha llevado a que prácticamente toda la doctrina, y
es un camino para mejorar eficiencia. Simplemente es una forma de reducir con ella la mayoría de legislaciones del mundo, expresamente o en su apli-
rivalidad en el mercado por la vía de pactar un precio común. cación práctica, consideren a la concertación de precios corno una practica
Aquí es importante diferenciar la acumulación de poder económico per se ilegal. Esto quiere decir que producida y descubierta una concerta-
f~ ción de precios, esta debe ser sancionada sin entrar a analizar la razonabi-
derivado del crecimiento interno de una empresa o de una fusión, de la
que se produce como consecuencia de un acuerdo de precios. La aspira- 1, lidad o no de la misma. Se trataría, por tanto, de una suerte de «responsa-
ción de las empresas a dominar el mercado es, de alguna manera, el mo- bilidad objetiva» por el desarrollo de la práctica."
tor de la economía. Las empresas reducen sus costos, bajan sus precios y '1':;-
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mejoran la calidad de sus bienes y servicios en su afán de capturar las III. EL CARÁCTER PER SE DE LAS CONCERTACIONES DE PRECIOS.
preferencias de los consumidores y así aumentar su participación en el
mercado. La meta última de toda empresa es alcanzar una posición de
dominio en el mercado. Por eso es que el Estado no debe cuestionar nun-
ca una posición de dominio alcanzada en base al crecimiento interno. El
I Siempre ha existido (y continua existiendo) una gran discusión respec-
to a si nuestra legislación recogía o no una regla per se o una regla de la
razón para las concertaciones de precios.
crecimiento interno de una empresa refleja su eficiencia y el premio que En la década de los noventa la jurisprudencia administrativa peruana,
recibe por ello es una mayor participación en el mercado. Si se cuestiona- en criterios confirmados por el Poder Judicial, optó la aproximación norte-
ra la posibilidad de alcanzar dicho poder, se estaría enviando el mensaje americana y consideró los acuerdos horizontales de precios entre competi-
de que crecer es malo, y por tanto se reducirían los incentivos para que dores como «per se ilegales». Con ello se apartó de la posición europea ini-
las empresas sean eficientes''. cial (y que ya ha sido dejada de lado) que sujeta estos acuerdos a la llamada
Cuando enfrentamos la acumulación de poder de mercado, por la vía regla de la razón. Esto implica que, como principio general, no se admite
de un acuerdo de precios las cosas son diferentes. No estamos premiando justificación basada en la razonabilidad del acuerdo ni en el hecho de que el
la eficiencia, ni estamos incentivando a las empresas a crecer. Por el con- mismo afecte o no la competencia.
trario, es consecuencia natural de un cartel que los participantes en el Este criterio fue establecido por el Tribunal del INDECOPI el que de-
miSlT10mantengan inalterables su participación en el mercado, mientras el finió en el caso de la acción de oficio seguida contra la Asociación Peruana
cartel se rnantenga vigente y no entren nuevos competidores. El acuerdo, de Avicultura y otros" que la concertación de precios entre competidores
al limitar la competencia, nos priva de los beneficios que ella genera. El era «per se ilegal». '
cartel no integra productivamente a las empresas. Simplemente les permi- La discusión continuó a nivel académico y supuestamente el Decreto
te dejar de mejorar y, sin embargo, ganar más dinero por la vía del precio Legislativo 807 había zanjado la misma. En su texto original el inciso a) del
que fijan. artículo 6 señalaba que no cabía la concertación «injustificada» de precios.
El término «injustificada» traía la duda sobre la posibilidad de justificar la

6. Este es el tema que hace que existan tantas discrepancias en la doctrina sobre la
conveniencia o no de combatir las fusiones y adquisiciones de empresas. En ellas se
7. Como veremos más adelante, esto ha sido cuestionado en una reciente Resolución
combina un crecimiento que puede generar mayores niveles de eficiencia, con una
del Tribunal de INDECOPI en lo que ha significado un serio retroceso en nuestra
reducción de rivalidad (es decir, de competencia) que podría no justificar las mejoras
legislación de libre competencia.
de eficiencia alcanzadas. Las dudas en esta área, y la posibilidad de cometer errores,
son, por tanto, mayores. 8. Resolución N° 276-97-TDC.
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cóncertación sosteniendo que era razonable. El origen de la palabra «injus- dros para almacenar petróleo-'', pollos'", seguros vehiculares,1sentre otros.
tificado» se encontraba, sin embargo, en el texto original del artículo 7 del Debe destacarse que el principio de aplicación de la regla per se tiene
Decreto Legislativo 701. Dicha norma permitía a quien fuese a desarrollar algunas excepciones. La jurisprudencia administrativa peruana acogió la
una práctica concertada, a solicitar a la Secretaria Técnica de la Comisión de llamada «ancilliarry doctrine» o «doctrina de la complementariedad» de
Libre Competencia la autorización para la misma, basada en una serie de acuerdo a la cual solo son consideradas per se ilegales los acuerdos de pre-
razones distintas, supuestamente vinculadas con la eficiencia del acuerdo. cios desnudos, es decir aquellos que no son complementarios a acuerdos de
Con buen criterio, el artículo 5 del Decreto Legislativo 788 derogó el artícu- integración empresarial tales como asociaciones en participación O joint ven-
lo 7 dell)eereto Legislativo 701, dejando claro que no cabía «justifican> iures. Ello en el entendido que solo los «acuerdos desnudos» es decir aque-
previamente las concertaciones. Lamentablemente, el legislador olvidó eli- llos desprovistos de todo tipo de integración asociativa entre empresas,
minar el término «injustificado» en el inciso a) del artículo 6, con lo que son los que realmente se constituyen como ilegales, quedando los que eran
quedaba abierta la posibilidad de interpretar que las empresas que concer- complementarios a un acuerdo asociativo sujetos a la regla de la razón.
tarán precios, podrían justificar la razonabilidad de la concertación y con Este criterio fue desarrollado por la jurisprudencia norteamericana, en
ello, liberarse de responsabilidad. El nuevo texto del inciso a), según la especial en la decisión redactada por el Juez Taft en el caso Addyston Pipe
modificación introducida por el artículo 11 del Decreto Legislativo 807, & Steell". Según Taft los acuerdos desnudos, son aquellos que no hacen
dejaba bastante Claro que ya no cabe alegar la razonabilidad de la práctica otra cosa que eliminar competencia, y deben de ser ilegales per se. Bajo tal
al haber eliminado el término «injustificado». A pesar de esta claridad, como categoría Taft incluyó los acuerdos desnudos de precios y los acuerdos
veremos en un momento, el Tribunal del INDECOPI pretende que se apli- desnudos de división de mercados. Pero sugirió en su decisión, que en
que una suerte de regla de la razón para las concertaciones de precios, algunos casos la aparente reducción de competencia justificaba la aplicación
pretendiendo dejar de lado la regla per se. de una regla distinta si dicha reducción tenía por objeto generar eficienci.as
Son numerosos los casos y sectores en los que se han impuesto sanciones en el mercado.
por concertación. Así se encuentran casos de concertación entre panaderos'', Taft «polarizó» dos situaciones. La primera está constituida por los
transportistas 10, empresas harineras!", proveedores de vidrio solublel/, cilin- llamados «acuerdos desnudos» de precios, que reducen competencia sin

9. Resolución N° 033-95-CLC del 23 de agosto de 1995 que dio fin al procedimiento


seguido de oficio por INDECOPI contra la Asociación de Industriales en panadería, y 13. Resolución N° 255-97-TDC del 22 de octubre de 1997 que dio fin al procedimiento
que culminó con un acuerdo que contenía un compromiso de no continuar concertan- seguido por Petroperú contra Rheem Peruana S.A. y Envases Metálicos S.A .. Petrope-
rú, empresa de petróleos del Estado, denunció a las dos empresas por haber concertado
do los precios.
el precio de cilindros en licitaciones públicas.
1,'
10. Resolución N° 1181-94-TDCPI del 29 de diciembre de 1994 que dio fin al procedi-
miento seguido de oficio por INDECOPI contra la Federación de Choferes del Perú y 14. Resolución N° 276-97-TDC del 19 de noviembre de 1997, que dio fin al procedimiento
otros gremios de transportistas, que culminó con la denuncia penal contra los repre- seguido por INDECOPI de oficio contra la Asociación Peruana de Avicultura y otros.
sentantes de los transportistas. Es de destacar que este caso dio lugar a la aplicación de la nueva escala 'de multas
aprobada por el Decreto Legislativo 807. Hasta entonces la multa más alta que había
11. Resolución N° 1l04-96-INDECOPI/TRI del27 de junio de 1996 que dio fin al procedi- podido imponer el INDECOPI era de 50 Unidades Impositivas Tributarias equiva-
miento seguido de oficio por INDECOPI contra once empresas productoras de harina lentes a algo menos de US $ 50,000. A partir de ese caso en el que se pusieron multas
de trigo y que culminó con multas a todas las empresas que concertaron precios. por un total superior a los US $ 2 000,000 (2,120 UIT), se aplica un dispositivo que
permite que la multa máxima se eleve hasta el l 0% de las ventas brutas de las empre-
12. Resolución N° 0082-1998/TDC-INDECOPI del 25 de marzo de 1998, que dio fin al
sas en el año anterior a la imposición de la infracción.
procedimiento de oficio seguido contra Proquinsa S.A. y Silicatos S.A. y que culminó
con una multa contra los infractores, Es importante destacar que el caso se originó en 15. Resolución No. 0224-2003/TDC-INDECOPI que dio fin al procedimiento seguido
una denuncia que interpuso la señora María del Carmen Motta Wendell y otros por INDECOPI contra un conjunto de empresas aseguradoras por concertar precios
contra Proquinsa por precios predatorios. El INDECOPI advirtió que no solo no en el mercado del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito -SOAT-.
existían precios predatorios, sino que incluso la reducción de los precios fijados se
16. United States v. Addyston Pipe & Steel Co., 85 Pedo 271, 281, 282-283, 280 (6th Cir.
originaba precisamente en que ya no era efectivo el acuerdo que había existido para
1898)
fijar precios mayores.
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generar ninguna eficiencia. La segunda está constituida por los acuerdos eficiencia de dicha integración. Lo que se pretende explicar es que di-
de asociación, que si bien pueden reducir competencia entre sus integran- chos acuerdos saltan la barrera de per se ilegales y su legalidad debe ser
tes, generan eficiencias '". analizada desde la perspectiva de la regla de la razón.»
Este criterio fue recogido, a título de ejemplo, en el caso CIVA vs. Al aplicar estos criterios al caso concreto, el INDECOPI concluyó que
Empresa Turística Mariscal Cáceres S.A18 en el Perú por el Tribunal del los acuerdos aparentemente restrictivos de la competencia no eran per se
INDECOPI, mediante un precedente de observancia obligatoria que ya han ilegales porque:
sido dejados sin efecto, pero continúan teniendo un efecto ilustrativo de la
«( ...) se han realizado entre empresas que cooperan entre sí brindando el
lógica a seguir.
servicio público de transporte terrestre interprovincial de pasajeros en
El caso se refería a un «Contrato de Servicios de Agencia de Transpor- un lugar común y que, en ese sentido, tienen por finalidad brindar un
tes» mediante el cual la empresa Mariscal Cáceres se comprometía a arren- servicio más completo a los consumidores compitiendo en mejores con-
darle una parte de sus instalaciones de un terminal terrestre a CIV A y otras diciones en el mercado.»
elnpresas para que brinden el servicio de transporte de carga y pasajeros.
El contrato de arrendamiento contenía un sometimiento a un Reglamento Para el análisis del caso, el Tribunal siguió una secuencia coincidente con
Interno del Terminal que incluía la división de rutas y la fijación de tarifas la línea de análisis norteamericana y que se refleja en general en la doctrina
por la administración del terminal. CIV A denunció a sus «socios» en el general aplicable a las normas de promoción de la libre competencia:
terminal diciendo que en el fondo el acuerdo era un cartel de precios y Debe determinarse si el acuerdo es esencial para la actividad de
división de mercados. integración. De serlo se considera legítima y legal. De no seda se pasa a los
Al analizar el caso el Tribunal del INDECOPI señaló: siguientes puntos de análisis. .
Los acuerdos de precios o división de mercados deben referirse a
los acuerdos desnudos o puros son considerados per se ilegales,
«[ ...) l' una actividad económica desarrollada en conjunto (por ejemplo la realiza-
toda vez que tienen como finalidad y efecto restringir la producción, y, 1
ción de compras en conjunto).
en consecuencia, restringir la competencia. Son estos acuerdos a los que
se refiere el artículo 6, incisos a) y b) del Decreto Legislativo 70l. Las cuotas de mercado correspondientes a cada integrante del
acuerdo no deben conducir al riesgo que el acuerdo dañe la competencia, y
En cambio, aquellos acuerdos accesorios o complementarios si bien de
alguna manera reducen rivalidades entre las empresas, no son conside- Los integrantes del acuerdo no deben tener como principal pro-
rados per se ilegales ya que pueden implicar una integración en una pósito o intención restringir la competencia.
determinada actividad productiva y, en tal sentido, tienen la posibili- Es importante destacar que el carácter per se no era aplicable a todos
dad de crear eficiencia y reducción de costos en beneficio del consumi- los casos del artículo 6, sino solo a las concertaciones de precios, la asigna-
dor. En tal caso no se puede hablar realmente de un acuerdo de fijación ción de cuotas de producción, la concertación de ofertas en licitaciones pú-
de precios o de repartición de mercado, sino de un acuerdo de asocia- blicas y la división geográfica de mercados. Así la jurisprudencialdel IN-
ción, de «joint venture» u otra forma de integración productiva. DECOPI reseñada indicó que los únicos casos sujetos la regla per se son
( ...) aquellos acuerdos o concertaciones a que se refieren los inciso s a), b), c), h)
En ese orden de ideas, los acuerdos de fijación de precios y reparto de e i) del artículo 6 de la Ley19.
mercados serán per se ilegales cuando no son consecuencia o no forman
parte de un contrato de integración o no resultan efectivos para lograr la
19. En la Resolución N° 276-97-TDCIINDECOPI antes citada: «Cuando el legislador ha
querido que se haga un análisis de razonabilidad, ha incluido en la norma términos
que claramente lo indican. Por el contrario cuando el objeto ha sido tipificar infrac-
17. Citado por BORK, Robert. The Aniitrust Paradox. A Policy ai Wal' untli lisel], Free Press.
ción y sin establecer ningún requisito de análisis adicional, entonces la norma se
pp. 264-265
limita a definir la infracción de manera lata y simple. Lo más interesante en este caso
18. ResoluciónN° 206-97-TDC/INDECOPIde fecha 13de Agosto de 1997,publicada en el es que tal tipificación coincide con lo que la doctrina y jurisprudencia comparada
Diario Oficial El Peruano el día 28 de octubre de 1997. suele considerar supuestos per se o supuestos sujetos a la «regla de la razón», dándole

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