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Análisis económico
de la buena fe en el
derecho de contratos
DANIEL ALEJANDRO MONROY CELY1
`>i°ÀÞJÕiÝÌiÀ>`°i`Õ°V
!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
fe como norma de comportamiento en los discussion about how the basic postulates of
$%, $%2%#(/
iÃVi>ÀÃÊVÌÀ>VÌÕ>iðÊ*>À>Êi]ÊiÊ>ÀÌ the Economic Analysis of Law can be alig
culo desarrolla, por un lado, una aproxima ned and thus, how such an alignment can
ción de algunas de las funciones básicas del consistently strengthen some of the most
AED en el derecho de contratos, basadas traditional institutions of the Law, particu
principalmente en los criterios de raciona larly, the principle of good faith as a rule of
lidad individual y eficiencia; y por otro lado, Li >ÛÀÊÊVÌÀ>VÌÊÃVi>ÀðÊ/ÊÌ >ÌÊi`]Ê
se efectúa una breve exposición desde la the article develops, on one side, an approxi
perspectiva jurídica tradicional en relación mation to some of the basic functions of
con el principio de buena fe en materia the Economic Analysis within the contract
`iÊVÌÀ>ÌðÊÊ>ÌiÀÀÊiÃÊÕÌâ>`Ê«> law, based principally on the criteria of
ra argumentar finalmente, cómo se puede individual rationality and efficiency; and
integrar consistentemente la visión propia on the other side, a brief exposition related
del AED, sus postulados de eficiencia y ra with the principle of good faith in contract
cionalidad individual, con otros principios ÃÃÕiðÊ/ iÊ«ÀiVi`}Ê`i>ÊÃÊÕÃi`Ê>ÃÊ>ÊL>
jurídicos, que como la buena fe, aparente sis to finally argue how the proper view of
mente son más cercanos a las nociones de the Economic Analysis of Law, mainly it’s
justicia (propias del derecho tradicional) y efficiency and individual rationality pos
que tenderían a excluir –aparentemente– los tulates, can consistently be integrated with
postulados del AEDÊÀiÃ>Ì>`ð other principles of law, such as good faith,
56 $!.)%, !,%*!.$2/ -/.2/9 #%,9
which is apparently closer to the notions que en mayor o menor medida devienen de
of justice (proper of traditional law) and postulados relacionados exclusivamente con
that would tend to exclude, supposedly, >ÊÀ>V>`>`Ê`Û`Õ>Ê>Ýâ>`À>ÊÞÉÊ
the Economic Analysis of Law postulates la eficiencia, para los juristas tradicionales,
} } Ìi`ÊLivÀi° dichas funciones, aunque las perciban como
Keywords: Economic Analysis of con lógicas y relevantes, les otorgan una im
tract law, Law and economics, principle «ÀÌ>V>ÊÀi>ÌÛ>ÊiÊVÕÃ]Ê>VViÃÀ>°Ê-Õw
of good faith in contract law, functions of ciente indicar, a manera de ejemplo, que a
contract law, Individual rationality, Efficien partir de la promulgación de la Constitución
VÞÊ ÀÌiÀ>° Política, la jurisprudencia de este tribunal
\Ê nÈ]Êää]Ê£Ó° ha subrayado la función social que le asiste
a los contratos (incluso aquellos celebrados
entre privados), de una manera tal que no
°Ê /," 1 $ sería fácilmente aceptable desde la óptica
del AED°ÊÊÀiëiVÌ]ÊiÊÀiViÌiÊ«ÀÕV>
+ÕiiÃÊ`iwi`iÊ>ÊVÀÀiÌiÊ`iÊ?ÃÃÊ miento de la Corte Constitucional, se señaló
Económico del Derecho (en adelante AED), particularmente respecto de la función de
tienden a considerar que una de las áreas los contratos en el país que:
en las cuales los economistas y juristas ten
drían, supuestamente, menores discrepan “En la actualidad, los contratos entre particu
cias sería precisamente el área del derecho lares están regidos por principios que si bien
de contratos, especialmente cuando estos no desconocen sus fundamentos en la auto
ÖÌÃÊÃÊViiLÀ>`ÃÊiÌÀiÊ«ÀÛ>`ðÊÊ nomía privada y en la intención de satisfacer
respecto RUBIOÊÓääÇ]Ê«°ÊÓÈä®]Ê`V>ʵÕiÊ los intereses de las partes, trascienden a ellos
aún los más críticos del criterio de eficiencia y se perciben también como instrumentos
como parte de los objetivos del derecho, destinados a cumplir una función social°
aceptan que en aquellas ramas interesadas
en el entorno de los mercados, dentro de las (…)
que se incluye el derecho contratos, la pro
moción de la acumulación y maximización Derivado de lo anterior, las libertades eco
de la riqueza es el criterio más importante a nómicas que son ejercidas para el tráfico de
tener en cuenta por el mismo derecho° bienes y servicios, esto es, de los derechos e
Respecto de ésta primera idea plantea intereses destinados a consolidar posiciones
da, consideramos –lastimosamente– que jurídicas de propiedad, incorporan dentro
la misma está aún lejos de ser totalmente de su estructura la función socialÊ °*°]Ê>ÀÌ°Ê
cierta y que de hecho, los juristas tradi 333), como regulación de unos efectos que
cionales no aceptan pacíficamente que el siempre están llamadas a producir: impacto
AED impregne de tal manera el derecho, ni externo, impacto sobre terceros, externali
siquiera en lo que se refiere al área de los `>`iðÊ/>ÊiÃÊÃÕÊÛV>V]ÊÃÕÊÌiV]ÊÃÕÊ
VÌÀ>ÌÃ°Ê ÊiviVÌ]ÊiÌÀ>ÃÊÃÊ`ivià espacio, por ser facultas agendi y por operar
res del AED defienden recurrentemente una iÊiÊiÀV>`°
serie de funciones del derecho de contratos
!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
mina que tanto en su celebración como en su pecto, consideramos firmemente, que enun
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ejecución, la procura de los beneficios eco- ciar este tipo de argumentos, demuestran
nómicos deba en todo caso ser compatible una “errada” visión de los juristas de lo que
con los beneficios sociales esperados, en realmente es el AED°
términos de creación de empleo, de satis- En efecto, el enfoque económico de las
facción de necesidades humanas, mejora de instituciones jurídicas constituye un poten
las condiciones de vida, protección de los cial enriquecedor más que un contradictor
recursos naturales. Todo lo anterior impo- de las nociones que tradicionalmente se han
ne de los contratantes “comportamientos discutido al interior del derecho3°Ê-«i
honestos y leales”, o una suerte de ética mente tomando como ejemplo la jurispru
contractual colectiva en beneficio de todos, dencia constitucional citada, se observa que,
que permita lograr la satisfacción de los al desarrollarse el principio de la “función
propósitos que animaron la suscripción del social” de los contratos se hace una expresa
contrato para las partes, así como el respe- alusión a las denominadas “externalidades”,
to de los derechos ajenos (C.P., art. 95, 1º), las cuales constituyen una típica y muy re
el cumplimiento de la función social (C.P., levante falla de los mercados, respecto de
arts. 58 y 333) y la realización de un orden las cuales, las alusiones explícitas por parte
económico justo (preámbulo)2°Ê i}À>ÃÊÞÊ de la doctrina y jurisprudencia tradicional,
subrayas fuera de texto) son –lastimosamente– muy escasas{°Ê Ê
este caso, como en muchos otros, el arsenal
argumentativo de la economía, tiene toda tratos, y al mismo tiempo alinearse con los
vía, mucho por aportar y para enriquecer la criterios básicos del AED°
`ÃVÕÃÊÕÀ`V>ÊÌÀ>`V>° Ahora, no pretendemos en este trabajo
No es el objetivo del presente artículo efectuar una aproximación exhaustiva en lo
profundizar en la estrecha vinculación que relativo a la lealtad, la honestidad u otros
se puede percibir entre la función social de valores o principios de similar naturaleza
los contratos y las externalidades (lo cual que se encuentran tan supremamente arrai
puede ser extensible al derecho de pro gados a los individuos y que en mayor o me
piedad, de acuerdo a lo establecido en el ÀÊi``>ÊÀiV}iÊiÊ`iÀiV ÊÌÀ>`V>°Ê
>ÀÌ°ÊxnÊ`iÊ>Ê ° °®]ÊÞÊVÊ>ÊÀiëiVÌ]Ê>ÃÊ Nuestro objetivo se centrará en un aspecto
herramientas de tipo económico pueden puntual estrechamente ligado a dichos va
ÃiÀÊ`iÊ}À>ÊÕÌ`>`°ÊʵÕiÊ«ÀiÌi`iÃÊ lores, que no los excluye, pero respecto del
en este artículo, es concentrarnos en otro cual, existen importantes desarrollos en la
aspecto que aparece también resaltado en el `VÌÀ>ÊÕÀ`V>ÊÌÀ>`V>°Ê V Ê>ëiV
pronunciamiento jurisprudencial ya citado, to particular es la exigencia de la “buena fe”
referido específicamente al comportamien como una de las reglas básicas de compor
to esperado de los individuos al interior del tamiento que subyace a las conductas de
contrato (cuestión diferente al problema ÃÊVÌÀ>Ì>ÌiðÊÊ>ÌiÀÀÊiÃÊÕÌâ>`Ê
de externalidades), determinado o no por como base para argumentar, basándonos
el diseño normativo que rige las relaciones en las herramientas propias del AED, cómo
VÌÀ>VÌÕ>ið éste enfoque tiende a robustecer más que
Cuando el fallo judicial citado, exige `iÃV>ÀÌ>ÀÊ`V >ÊiÝ}iV>°
de quienes intervienen en los contratos una Para demostrar nuestra hipótesis, el ar
suerte de “comportamientos honestos y leales, o una tículo se encuentra dividido en cinco sec
suerte de ética contractual colectiva en beneficio de to- ViÃÊVÕÞi`ÊjÃÌ>ÊÌÀ`ÕVV°Ê Ê
dos”, ello, bien podría considerarse como una la segunda parte efectuaremos una aproxi
contradicción, mucho más evidente, entre mación general a algunas de las funciones
lo que se exige desde las perspectiva tradi del derecho de contratos que se postulan
cional del derecho y el comportamiento ra desde la perspectiva del AED tradicional5,
cional maximizador individual que con tanta especialmente la función relacionada con
vehemencia se defiende desde el AED°Ê*iÀ]Ê la “interpolación de términos eficientes”;
así como acabamos de defender la estrecha al respecto, describiremos en qué consiste
vinculación existente entre la “función so dicha función, y basados en la racionalidad
cial” de los contratos y las externalidades, individual, argumentaremos porqué los con
y como los juristas pueden fortalecer –mas tratantes tenderían a preferir que las solu
no remplazar– sus argumentos con ideas ciones jurídicas propendan por la eficiencia,
propias de la perspectiva económica en este por la maximización individual, antes que
punto, lo que debemos preguntarnos, para por la justicia; y por tanto, preguntarnos
efectos del presente artículo, es si los argu si el derecho debería insistir en interpolar
mentos de tipo económico también pueden términos contractuales como la buena fe que
reconfirmar dicha exigencia de comportarse son –supuestamente– mucho más cercanos a
de manera leal, honesta y ética en los con >ÊVÊ`iÊÕÃÌV>ʵÕiÊ>Ê`iÊiwViV>°Ê Ê
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la última parte, realzando la estrecha vincu «°Ê£È®]ÊjÃÌ>ÃÊÃÊ`iÃVÀÌ>ÃÊ«ÀÊ`V ÃÊ>Õ
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lación que se puede dar entre los principios ÌÀiÃÊ`iÊ>iÀ>ÊÕÞÊÃ>À°Ê ÊiviVÌ]ÊÃiÊ
básicos del derecho y los postulados del puede considerar que la racionalidad indivi
AED, concluiremos con una reflexión relativa dual impulsa a los contratantes a efectuar un
al lenguaje que desde las dos visiones rese intercambio dinámico y permanente entre lo
ñadas en el artículo, se utiliza en relación al que estos establecen explícitamente en sus
comportamiento humano, para en últimas, acuerdos, y aquello que por defecto se en
efectuar un par de recomendaciones sobre lo VÕiÌÀ>ÊiÃÌ>LiV`ÊiÊ>ÃÊÀ>ÃÊÃÕ«iÀÀiðÊ
que podría aportar el AED al discurso de los Este proceso permanente de intercambio en
juristas tradicionales, por un lado, y por el tre cláusulas explícitas, lagunas contractuales
otro, indicar qué deberían hacer los defen y normas superiores se hace con el principal
sores del AED, para que su perspectiva fuese objetivo de crear mayores excedentes en
más adaptable a dicha visión tradicional del beneficio de quienes participan activamente
`iÀiV ° en la transacción por efecto de la reducción
en los costos de transacción; en este sentido,
°Ê1 " -Ê Ê , "Ê Ê “… las dos partes de un contrato pueden beneficiarse
" /,/"-\ÊÊ* ,-* /6Ê Ê ° cuando los legisladores remplazan términos de omisión
ineficientes por términos de omisión eficientes”£ä°
C OOTER y U LENÊ £n]Ê «°Ê Ó{£®Ê ÀiÃ>Ì>Ê +ÕjÊÌjÀÃÊÃiÊ`iLiÊ >ViÀÊiÝ«VÌÃÊ
como una de las funciones básicas del de en el contrato y cuáles no, constituye una
disyuntiva a la cual se enfrentan recurrente de ordinario jueces de su propio interés más confiables
iÌiÊÃÊVÌÀ>Ì>ÌiðÊ*ÀÊÕÊ>`Ê«V>Ê que un juez (o un jurado), quien no tiene ningún inte-
establecer por las partes, los costos y los rés personal ni algún conocimiento de primera mano
beneficios esperados que reporta incluir con el asunto que se embarcaron las partes cuando
explícitamente determinados términos con firmaron el contrato”£{. De manera que, el solo
tractuales mas allá de los elementos esencia hecho que la ley o la actuación del juez, no
les del contrato en sí11; en caso que dichos sea contemplada por los contratantes como
costos superen a los beneficios, las partes una opción soportada necesariamente en
–racionalmente– deberían dejar una laguna criterios de eficiencia hace que éstos sean
en el contrato, evento en el cual, considera más propensos a incluir mayor cantidad de
rían que les resulta más barato permitir que términos explícitos, anticipándose a mo
la ley o el juez llenen dicho vacío; en caso dificar las normas que por defecto, están
contrario, llenaran la laguna incurriendo en «Ài`iw`>ÃÊ«ÀÊiÊ`iÀiV °
los costos asociados a la inclusión explícita Lo que acabamos de indicar constituye
`iÊ>ÊÀiëiVÌÛ>ÊV?ÕÃÕ>°ÊÊÀiiÛ>ÌiÊ«>À>Ê un indicio de que los contratantes, antes que
nuestros efectos, es que en la primera o en procurar que el derecho predefina soluciones
la segunda situación, cualquier decisión im justas o equitativas respecto de los asuntos
plica costos y por tanto, el contenido de ésta contractuales, (sin pretender tampoco que
dependerá de en qué opción las partes maxi este tipo de opciones sean despreciables), lo
mizan sus niveles de utilidad o de beneficio que buscan es que las soluciones propendan
según sea el caso, lo anterior, de acuerdo al por maximizar sus intereses individuales, so
criterio de racionalidad propio del AED° LÀiÊVÕ>µÕiÀÊÌÀ>ÊVÃ`iÀ>V°Ê iÊ iV ]Ê
Cuando las partes deciden pactar explí desde la perspectiva del AED, autores como
citamente un término contractual, o deciden BARCÍA LEHMANÊÓää{]Ê«°Ê£ÎήÊ`iwi`iÊ
dejar una laguna contractual, adquiere una consistentemente tres razones por las cuales
elemental relevancia –al menos en éste últi el logro de objetivos de justicia distributiva,
mo caso– las soluciones que a partir de la ley no es un objetivo adecuado (en ocasiones
o del juez existan para llenar dicha laguna12; incluso es negativo) en el derecho de con
por ésta misma circunstancia, resulta rele tratos, dichas razones son:
vante dilucidar los criterios con los cuales el
derecho suele llenar dichos vacíos contrac £°Ê Ê`iÀiV Ê«iÀ>Ê>ÊÌÀ>ÛjÃÊ`iÊiÝ«iVÌ>Ì
ÌÕ>iðÊÊÀiëiVÌ]ÊÌ>ÊVÊÊ iÃÊ` vas normativas, mientras los contratos
cado someramente en párrafos anteriores, el operan a través de expectativas fácticas,
principal criterio –desde la perspectiva del que son dadas por las reacciones de los
AED tradicional– lo constituye precisamente individuos respecto de la norma: Así
eficiencia13, sin embargo, si bien en la toma por ejemplo, el Estado puede considerar
de decisiones de los contratantes subyace adecuado o justo, que los productores
naturalmente una lógica económica maximi ofrezcan en el mercado bienes con cier
zadora, ésta es difícilmente trasladable a la to nivel de calidad mínima15 como una
iÞÊÊ>ÊÕiâ°ÊPOSNERÊÓääÇ]Ê«°Ê£Èx®ÊiÝ«V>Ê alternativa para proteger a los consumi
ésta situación en los siguientes términos: dores de posibles abusos (la expectativa
“Los individuos que hacen una transacción […] son normativa); pero este tipo de normas,
cuando son aplicadas en la realidad, pue No es difícil advertir en los tres casos
den llevar a un incremento de los precios citados, como los criterios de justicia o
por parte de los productores para poder equidad, que pueden estar sustentando las
cumplir con los parámetros de calidad normas jurídicas en materia contractual, se
establecidos en las normas (la expectati debilitan profundamente en la realidad al
va fáctica), con lo cual, el objetivo inicial tener que lidiar con la “poderosa” raciona
de la protección de los consumidores se `>`Ê>Ýâ>`À>Ê`iÊÃÊ`Û`ÕðÊ1>Ê
ve afectado negativamente por el incre respuesta apresurada a esta cuestión podría
mento de los precios16° llevarnos a considerar que definitivamente
Ó°Ê >ÊÌiÀÛiVÊÀi}Õ>ÌÀ>ÊiÊÃÊV debería abandonarse –al menos en materia
tratos por razones de justicia distribu de contratos– dichos criterios tan arraiga
tiva, suele fundamentarse en producir dos en el derecho y remplazarlos por el
una reasignación de recursos de ricos “imperioso” criterio de eficiencia propio
hacía pobres; sin embargo, en materia de la economía (y por tanto del AED®°Ê Ê
de contratos, en ocasiones, no es fácil este sentido, para ser congruentes con la
detectar ex-ante quién es el rico y quien función del derecho de contratos resaltada
es el pobre, o en términos más generales, anteriormente, relativa a la “interpolación
quién es fuerte y quien es débil: Así por de términos eficientes”, y en alusión a lo
ii«]ÊiÊ>ÀÌVÕʣȣ{Ê`iÊ `}Ê indicado en la parte introductoria de este
Civil colombiano establece como regla artículo, no debería relativizarse en lo ab
de interpretación supletoria de los con soluto ni darle un mero papel accesorio al
tratos, que en caso de cláusulas ambi VÀÌiÀÊ`iÊiwViV>]ÊVÕ>`ÊiÊ`iÀiV ÊÞÉÊ
!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
guas, estás se deben interpretar a favor los jueces incorporan cláusulas omitidas por
$%, $%2%#(/
del deudor, suponiendo eventualmente los individuos en materia contractual; pero,
que en estos casos, el deudor es la parte si el enfoque del AED nos lleva a consideras
débil (pobre), mientras el acreedor es la que esto debería ser así, entonces debería
parte fuerte (rica), pero obviamente en mos cuestionarnos si en efecto, ¿El derecho
la realidad, ello no es necesariamente debería insistir en interpolar en los contratos
>ð términos como la “buena fe” que, en esen
Î°Ê ÊÀi}Õ>ÀÊÕÊVÌÀ>ÌÊiÊiëiVwVÊ«ÀÊ cia, son mucho más cercanos a la noción
razones de justicia distributiva y no otro, de justicia, que a la noción de eficiencia?,
puede llevar a desincentivar la actividad o es que quizás, ¿el principio de “buena fe”
económica relativa al contrato regulado puede ser congruente con dicho criterio
e incentivar a los individuos (v.g. com de eficiencia? Si la respuesta a ésta última
pradores y vendedores) a invertir en la cuestión es afirmativa, entonces en este caso,
realización de contratos no regulados, de manera similar a como lo argumentamos
lo cual, según el mismo BARCÍA LEHMAN en la primera parte de este artículo, el de
Óää{]Ê«°Ê£Îή]Ê`iÃ`LÕ>ÊiÊLiÌÛÊ recho tradicional se vería enriquecido mas
distributivo original y además, podría no aminorado por la incidencia del AED°Ê
reducir los niveles de riqueza de la so Para construir una respuesta contundente
Vi`>`ÊiÊ}iiÀ>]ÊÊVÕ>ÊiÃÊi}>ÌÛ° respecto de ésta cuestión, consideramos
pertinente esbozar el contenido de dicho °Ê Ê " */"Ê ÊÊ 1 Ê Ê Ê"-Ê
principio de “buena fe” desde la perspectiva " /,/"-\Ê Ê "+1 Ê/, "
del derecho tradicional, particularmente,
entender su funcionalidad como una norma Cuando indicamos en la parte introductoria
de comportamiento implícita, un término de éste artículo que la buena fe, constituía
de omisión, si se quiere denominar, que se un elemento puntual, dentro de una serie
interpola en las cláusulas contractuales, adi de principios como la lealtad, honestidad,
cionalmente, resulta pertinente entender la que se supone, deberían subyacer el com
conducta de “buena fe” no como exigencia portamiento de los individuos en materia
sino como “suposición” de la forma como se contractual, no lo hicimos con la intención
V«ÀÌ>ÊÃÊ`Û`Õð de reducir el alcance de nuestro análisis a
Antes de finalizar esta segunda sec un campo específico del derecho de contra
ción, nos parece oportuno hacer una ligera tos, contrario a ello, y tal como lo defiende
aproximación al supuesto de racionalidad BIANCA (2007, «° 524), la buena fe es “… uno
individual que soporta el AED°ÊÊÀiëiVÌÊ de los puntos cardinales de la disciplina legal de las
RUBIOÊÓääÇ]Ê««°Ê{xÊÞÊ{È®ÊÃi>>ʵÕi\Ê obligaciones”£n, por tanto, cualquier aproxi
mación que se haga sobre este particular
“… el principal instrumento del AED es el principio puede afectar profundamente la
modelo de elección racional (ER), el llamado forma como entendemos el derecho de con
ÊiVVÕðÊo®Ê iÊ>iÀ>Ê}ii ÌÀ>Ìð
ral, se supone que el individuo es egoísta, En términos generales y de acuerdo a
que el contenido de las preferencias está lo expuesto elocuentemente por BÉNABENT
determinado por su propio interés y que su ÓääÇ]Ê«°Ê£{Ç®]Ê>ÊLÕi>ÊviÊiÃÊÕÊÌjÀÊ`iÊ
LiiÃÌ>ÀÊiÃÊ`i«i`iÌiÊ`iÊ`iÊÃÊ`i?Ã°Ê tan alta importancia para el derecho tradi
Sobre las creencias, se plantea que son inter cional que incluso podría llegar a superarlo
namente consistentes, que tienen en cuenta y que evoca cualidades básicas del ser hu
las leyes de la probabilidad y que reúnen mano tales como: “… la fides, la confianza entre
toda la información disponible acerca de individuos, que, en verdad, haría inútil el derecho si
los medios alternativos para alcanzar ciertos se ejerciera en su máxima expresión”£°Ê}Ài}>ÊiÊ
fines”£Ç° autor citado que en general, dicho térmi
no tiene al menos tres sentidos esenciales;
Esta cita es relevante en atención a que en primer lugar designa la ignorancia de un
la racionalidad individual, tal y como la obstáculo o de un vicio; en segundo lugar
describe mayoritariamente los economistas designa “la mala suerte “no fraudulenta” del deudor
neoclásicos, constituye una “suposición” más desafortunado en los negocios a quien, por tal motivo,
que una “exigencia” o una norma de compor se le ofrecen ciertas indulgencias”Óä; en tercera ins
tamiento impuesta a los individuos, lo cual, tancia y especialmente en lo que tiene que
habremos de contrastar con la eventual “su ver con el derecho de contratos, se indica
posición” y regla de comportamiento indivi que, la buena fe se ha convertido en una
`Õ>]ʵÕiÊ`VÌ>ÊiÊ«ÃÌÕ>`Ê`iÊLÕi>Êvi° “norma de comportamiento”°ÊÃÌiÊÖÌÊÃiÌ`Ê
resaltado por BÉNABENT es el que, –al igual claraciones y el comportamiento propios, valorados
que para él y sin descartar obviamente los según parámetros de diligencia normal”25.
otros dos significados– nos interesa más para De manera que, para nuestros efectos,
ÕiÃÌÀÃÊiviVÌð uno de los aspectos fundamentales de la
A su turno, para BETTIʣȮ]ÊiÊV buena fe en lo relativo a la interpretación
cepto de la buena fe contractual se puede de los contratos es la obligación de lealtad;
entender en los siguientes términos: dentro de esta última se incluye la exigencia
de no desconocer la confianza razonable
“…La buena fe se podría caracterizar como generada en la contraparte, y para deter
un criterio de conducta que se funda sobre minar dicha razonabilidad se hace uso de
la fidelidad del vínculo contractual y sobre «>À?iÌÀÃÊ`iÊ`}iV>ÊÀ>°Ê>â>Ê
el compromiso de satisfacer la legítima ex el autor referenciando que dicha diligencia
pectativa de la otra parte: un compromiso en normal “… es la diligencia media y puede exigir de
poner todos los recursos propios al servicio las partes cierta pericia [la cual] está ligada a una
del interés de la otra parte en la medida exi cierta experiencia comercial, de donde el sujeto tiene la
gida por el tipo de relación obligatoria de carga, más intensa, de entender declaraciones según
que se trate; compromiso en satisfacer ínte el significado técnico, que ellas asumen en el mundo
gramente el interés de la parte acreedora de de los negocios”26°
la prestación”21 (negrilla fuera de texto) Adicionalmente, en relación con la
buena fe como fuente de integración del
Finalmente, autores como BIANCAÊÓääÇ]Ê««°Ê contrato, el mismo BIANCAÊÓääÇ]Ê«°ÊxÓÓ®Ê
{{Î{{È®]ÊÀiÃ>Ì>ÊÌ>LjÊ>Ê«ÀÌ>V>Ê resalta que ésta puede prevalecer incluso
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del principio de buena fe como una regla de sobre las disposiciones contractuales ex
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conducta en los contratos, indicándose par plícitas, situación que se deriva de su valor
ticularmente que éste no tiene un contenido VÊ«ÀiVi«ÌÊ`iÊÀ`iÊ«ÖLV°ÊºLa buena
preestablecido22, “… sino que es un principio de fe representa así uno de los principios basilares de
solidaridad contractual que se específica en dos as- nuestro ordenamiento social, y el fundamento ético
pectos fundamentales, el de la salvaguarda (hacer lo que se le reconoce encuentra correspondencia en la
posible para proteger el interés de la contraparte dentro idea de una moral social activa que se pone más
de los límites de un sacrificio apreciable), y el de la allá de los confines tradicionales de las buenas
lealtad”23. Particularmente, en lo que corres costumbres”ÓÇ i}À>ÊvÕiÀ>Ê`iÊÌiÝÌ®° Des
ponde a la interpretación de los contratos, pués de resaltarse la imposibilidad de dotar a
la buena fe tiene importancia en lo relativo la buena fe de un contenido preestablecidoÓn
al segundo aspecto resaltado (la lealtad), y de reseñarse la dificultad para entenderse
lo cual, impone a los contratantes: “a. No a nivel jurisprudencial el significado y el
suscitar una confianza falsa; b. No especular con alcance de dicho principioÓ; el profesor
esa falsa confianza, y además, c. No desconocer la señala que la exigencia de encontrar una
confianza razonable generada en la contraparte”Ó{° noción de buena fe que tenga un “valor real
En lo que se refiere al último literal referido práctico” ha llevado a la doctrina a limitar
a la lealtad, el autor agrega que, “La confianza el concepto de este principio en materia de
razonable de una parte se determina según lo que la obligaciones, “… para traducirlo en términos de
otra parte haya hecho entender, por medio de las de- lealtad que impone entre los participes de una relación
tos que estimamos relevantes para nuestros obedece a una regla, una exigencia impues
efectos; primero, la función de la buena ta por el ordenamiento jurídico más que a
fe como una regla que exhorta, que exige la naturaleza misma de los individuosÎn, lo
cierto tipo de comportamiento por parte cual puede llevarnos a casos, en los cuales,
de las partes en la vida del contrato, y que mientras la racionalidad económica nos im
de hecho se incorpora como una cláusula pulsa hacía un extremo, el actuar de buena
contractual sin importar que las partes lo fe nos impulsa hacía otro, en la sección que
establezcan explícitamente o no; segundo, sigue, trataremos de integrar ésta particular
nos interesa la buena fe, como “suposición” VÌÀ>`VV°
de comportamiento de los contratantes de
terminada o no por la exigencia normativa 6°Ê, " Ê " $ ]Ê
de la misma36, y tercero, la alusión explícita Ê9Ê 1 Ê Ê " /, /1\Ê
a la “confianza” entre las partes en el contra ¿CONCEPTOS DE DIFÍCIL INTEGRACIÓN?
to como parte fundamental del concepto de
>ÊLÕi>Êvi°Ê,iëiVÌÊ`iÊjÃÌiÊÖÌÊ«ÕÌÊ Con base en lo planteado hasta este momen
y retomando lo indicado particularmente to, en esta sección trataremos de responder
por BIANCAÊÓääÇ®]Ê«>ÀiViÊ«ÃLiÊ«`iÀÊ a dos importantes cuestiones, por un lado,
hablar de buena fe en materia contractual entender cómo se integra la función del
sin desprenderla del deber de lealtad y la derecho de contratos propia del AED refe
confianza reciproca entre las partes, con rente a la “interpolación de términos eficientes en
ceptos que en mayor o menor medida dotan los contratos” y la “interpolación del principio de
a aquella de algún tipo de contenidoÎÇ y que buena fe en los contratos”; y por otro lado, tratar
!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
de hecho, sin ellos, muy poco quedaría de la de integrar, la suposición de la racionalidad
$%, $%2%#(/
LÕi>Êvi°Ê ÃÌ>Ê`i>ÊiÃÊÕÞÊ«ÀÌ>ÌiÊ«>À>Ê maximizadora de los individuos y la exigen
nuestros efectos, pues constituye, aunque cia de comportamiento de buena fe de los
aún no sea evidente, uno de los puentes que VÌÀ>Ì>Ìið
nos llevará a hilar consistentemente la pre En la segunda parte de este trabajo indi
sente perspectiva tradicional del derecho camos que uno de los propósitos que debe
con los postulados propios del AED° perseguir el derecho de contratos desde la
Antes de proseguir a la siguiente parte perspectiva del AED, es precisamente que
de este artículo, estimamos pertinente re aquel propugne por interpolar términos,
saltar que, al finalizar la sección anterior in cláusulas contractuales que creen mayores
dicamos que el principal instrumento sobre excedentes en beneficio de quienes parti
el que está construido el AED, lo constituye cipan activamente en el contrato, así si los
precisamente el modelo de la elección ra términos por omisión (los establecidos en
cional, el cual en efecto, no está soporta las normas) llenan las lagunas contractuales
do en ningún tipo de exigencia normativa, de manera eficiente, entonces ello puede,
como si sucede con el comportamiento de potencialmente, reducir los costos de tran
LÕi>Êvi°ÊÊ«>ÀiViÀ]ÊiÌÀ>ÃÊ>ÊV`ÕVÌ>Ê sacción y por tanto, incrementar la utilidad
racional maximizadora obedece a la misma o beneficio de las partes que participan ac
naturaleza humana, la conducta de buena fe ÌÛ>iÌiÊiÊiÊVÌÀ>Ì°
(particularmente en materia de contratos)
efectivas hasta un máximo igual a la pérdida derivada por elementales razones de eficiencia debe
de la confianza óptima y requiriendo que [el acreedor] ríamos tratar de controlar; optar por la regla
asuma todas las pérdidas adicionales causadas por contraria, la “buena fe”, reduciría entonces
la confianza excesiva”{Î. Del mismo modo, una eficientemente la cantidad de términos ex
manera eficiente de desincentivar la con- plícitos a considerar por las partes, así co
fianza reducida, es interpolando términos mo los costos de transacción, o lo que es lo
contractuales que lleven al acreedor a com mismo, la buena fe constituye en efecto,
portarse de tal manera que no se abstenga un término de omisión eficiente°
de obtener las ganancias adicionales entre el Podemos concluir entonces que inter
nivel de confianza efectivamente desplegado polar en los contratos el principio de buena
y la confianza óptima; aparentemente, ello se fe, si es eficiente y además es concordante
podría lograr adecuadamente, interpolando con el supuesto de racionalidad individual
en los contratos la cláusula de comporta- que defiende el AED; en primer lugar, porque
miento de buena fe, o es que acaso, ¿habría permite graduar a un nivel óptimo, el nivel
otra mejor forma de hacerlo? de confianza que las partes deben depositar
Supongamos por un instante, aunque en el cumplimiento e incumplimiento de las
suene irreal, que el derecho no exigiese obligaciones contractuales, lo que les permi
de los contratantes un comportamiento de tiría maximizar en todos los casos, sus uti
buena fe, sino que simplemente permitiese `>`iÃÊÊLiiwVÃÊiëiÀ>`Ã°Ê ÊÃi}Õ`Ê
las conductas de “mala fe”{{, acaso en este lugar porque, la existencia del principio de
evento, ¿Los individuos no responderían buena fe en el derecho de contratos, puede
al incentivo normativo incrementando su incentivar a los individuos “desconfiados”
!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
desconfianza por los demás?, acabamos de a contratar, lo cual también les permitiría
$%, $%2%#(/
decir que la desconfianza entre las partes >Ýâ>ÀÊ«ÌiV>iÌiÊÃÕÃÊÌiÀiÃiðÊ
«Õi`iÊiÛ>ÀÃÊ>Ê>ÊiwViV>°Ê*ÀÊÌÀ>Ê nalmente, porque la existencia del principio
parte, en este mismo caso ¿los contratantes de buena fe reduce los costos de transacción
no tenderían a incluir mayor cantidad de y constituye al mismo tiempo, un término
términos explícitos para controlar posibles `iÊÃÊiwViÌi°Ê ÊVÕ>µÕiÀ>Ê`iÊÃÊ
comportamientos de “mala fe”?; recordemos casos enunciados, la decisión de los contra
que según la función primordial del derecho tantes parte precisamente de la racionalidad
de contratos defendida por COOTER y ULEN `Û`Õ>°
£n®ÊÀi>ÌÛ>Ê>Ê>Ê“minimización de los costos de
transacción de la negociación contractual mediante 4.1. Dos explicaciones alternativas
la provisión de términos de omisión eficientes”{x, los
contratantes se benefician cuando el dere Consideramos que existe un par de expli
cho remplaza términos contractuales inefi caciones complementarias o alternativas
cientes por términos de omisión eficientes{È; que sin abandonar en lo absoluto los crite
si el derecho permitiese la “mala fe” y dicha rios básicos del AED, nos permiten también
norma incentivara la inclusión de mayor justificar consistentemente la necesidad de
número de términos explícitos en los contra seguir defendiendo el principio de buena
tos, entonces ello podría constituirse como fe como “norma de comportamiento” en
un generador de costos de transacción, que >ÌiÀ>ÊVÌÀ>VÌÕ>°Ê
!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
cual, normalmente la porción de beneficios cipio de buena fe y los criterios básicos del
$%, $%2%#(/
ÊÕÌ`>`iÃÊ`Û`Õ>iÃÊÃÕiiÊÃiÀÊ>ÞÀ°Ê AED, deseamos finalizar el presente artículo
Obsérvese que en este caso aparentemente, realzando una llamativa peculiaridad res
en el derecho, el criterio de integración del pecto de la forma, los términos, el lenguaje
contrato, no debe establecer necesariamente con que, sin intención alguna de nuestra
quién es la parte (v.g. acreedor o deudor) parte, se suelen mostrar las argumentaciones
que debe salir triunfadora si se presenta una en relación con el comportamiento racional
disputa legal, simplemente se debería deci maximizador como supuesto de la conducta
dir, dentro de un cúmulo de opciones, cuál de los individuos (el enfoque del AED), por
de ellas maximiza las ganancias colectivas un lado, y la norma de comportamiento
¿acaso esto no es eficiencia en el sentido relativa a la buena fe (el enfoque jurídico
de Pareto? Al respecto POSNERÊÓääÇ]Ê«°Ê ÌÀ>`V>®]Ê«ÀÊiÊÌÀ°
165), indica que los tribunales deben lidiar Cuando el ilustre profesor BENABENT,
permanentemente con el pensamiento eco participó en las Jornadas Colombianas de
nómico de los contratantes y que éste es en la Asociación Henri Capitant, realizadas
efecto, el mejor procedimiento para deter- en la Universidad Externado de Colombia,
minar cómo habrían actuado los mismos°Ê en las que el tema central fue “El contrato:
Inspirado en RONALD COASE, afirma que, problemas actuales, evolución de cambios”, inició
los tribunales pueden emplear el interés su discurso relacionado con la buena fe, de
mutuo de las partes en minimizar los costos la siguiente manera:
“Ante todo quiero agradecer a los organiza Todo individuo… ni pretende promover el
dores (…) por haber tenido además, (…) la interés público ni sabe cuánto lo está promo
elegancia de asignarme un tema que por su viendo… Lo único que busca es su propio
enunciado parece pertenecer al mundo de provecho y en éste, como en muchos otros
los sueños: ¿a quién no le gustaría hablar de casos, una mano invisible lo lleva a promover
la buena fe, sobre todo cuando la lectura del ÕÊwʵÕiÊÊiÌÀ>L>ÊiÊÃÕÃÊÌiViðÊo®Ê
programa en español evoca inevitablemente Al buscar su propio interés, promueve el de
para un francés la expresión “la bonna fée… la sociedad más eficazmente que si realmente
el hada buena?”xÇ° no pretendiera promoverlo”xn°
Esta particular introducción al discurso, Cuando uno compara lo indicado por BENA-
anudada a los términos utilizados recu BENTÊÓääÇ®ÊÞÊÊ`V>`Ê«ÀÊSMITHÊ£ÇÇÈ®]Ê
rrentemente por los juristas para describir no puede evitar preguntarse si en realidad se
la buena fe –resaltados especialmente en la están refiriendo a la naturaleza de un mismo
tercera parte del presente artículo– tales individuo ¿Cómo es posible que un mismo
como: la lealtad, la honradez, las buenas ser se comporte de manera leal, recta, jus
costumbres, la solidaridad, la ética en el ta, ética, solidaria y al mismo tiempo sea
comportamiento, entre otros; conceptos ese “odioso” ser que describe Smith? Una
éstos que tienden a engrandecer las virtudes posible respuesta al respecto es que, ni la
propias del ser humano; pueden contrastar forma como los juristas tienden suponer o
se dicientemente con la forma como los eco presumir (con razones consistentes) el com
nomistas suelen referirse al comportamiento portamiento de los individuos es del todo
racional maximizador, también propio del correcta, porque, la racionalidad individual
ÃiÀÊ Õ>°ÊÊÀiëiVÌ]ÊMANKIWÊ£n]Ê«°Ê (egoísta), que también se puede suponer de
£{£®Ê >Vi`Ê>ÕÃÊ>ÊÀiVV`ÊÌiÝÌÊ la conducta de los individuos (con razones
de A DAM SMITHÊ`iÊ£ÇÇÈʺUna investigación también consistentes) los llevan a tomar
sobre la naturaleza y causas de riqueza de las na- decisiones en un sentido contrario al prin
ciones”, cita un fragmento que varios econo cipio de “buena fe”; pero, tampoco es del
mistas citan incluso de memoria: todo cierta, la descripción de la naturaleza
del ser humano en la que suelen insistir los
“El hombre casi siempre tiene la ocasión economistasx y que de hecho, tal como
de recibir la ayuda de sus semejantes, y es lo anotamos, es el principal instrumento
inútil que la espere de su benevolencia del AED°Ê
solamente. Es más probable que lo consiga Aparentemente deberíamos conformar
si puede inclinar en su favor el egoísmo de nos con que en efecto, no se puede prede
ellos demostrándoles que les interesa hacer cir con absoluta certeza de qué manera se
lo que él les pideÊ°°°®Ê ÊiÃÊ>ÊLiiÛiV>Ê comportaran los individuos, incluso cuando
del carnicero, del cervecero o del panadero realizan transacciones, pero ello sugiere que
la que nos procura el alimento, sino la con tanto la visión de los juristas tradicionales
Ã`iÀ>VÊ`iÊÃÕÊ«À«ÊÌiÀjÃÊ°°°®° y la visión de los economistas respecto del
!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
6°Ê ",Ê ROEMER, ANDRES°Ê>Ê«iÀëiVÌÛ>ÊÌÀ>`V>°Ê
$%, $%2%#(/
En: Introducción al Análisis Economico del
Textos iÀiV °Ê£°§Êi`°Ê `Ì°Ê`Ê`iÊ ÕÌÕÀ>Ê V
V>]ÊjÝV]Ê£{°
ARJONA, ANA MARIA y RUBIO, MAURICIO°Êº Ê>? RUBIO, MAURICIO. Economía jurídica : Introducción al
lisis económico del derecho”, Rev. Precedente Análisis Económico del Derecho Iberoamericano]Ê£°§Ê
JurídicoÊÓä䣮° i`°]Ê `Ì°Ê1ÛiÀÃ`>`Ê ÝÌiÀ>`Ê`iÊ
BARCIA LEHMANN, RODRIGO°ÊÃÊiviVÌÃÊ`iÊ>ÃÊ L>]Ê }Ì?]ÊÓääÇ°
obligaciones desde la perspectiva del análisis SCHÄFER, HANS-BERND y OTT, CLAUS°ÊManual
económico del derecho. En: Cuadernos de aná- de Análisis Económico del Derecho]Ê `Ì°Ê/iVÃ]Ê
lisis jurídico: Colección derecho privado, t. 1: Temas de >`À`]Ê££
Responsabilidad Civil.Ê `Ì°Ê1ÛiÀÃ`>`Ê i}Ê
*ÀÌ>iÃ]Ê->Ì>}Ê`iÊ i]ÊÓää{° Jurisprudencia
BÉNABENT, ALAIN.Ê>ÊLÕi>Êvi°Ê Ê\ÊEl contrato:
Problemas actuales, evolución, cambios.Ê `Ì°Ê1 Centro de Arbitraje y Conciliación – Cámara de
ÛiÀÃ`>`Ê ÝÌiÀ>`Ê`iÊ L>]Ê }Ì?]Ê iÀVÊ`iÊ }Ì?]Ê>Õ`Ê>ÀLÌÀ>\ÊADRIA-
ÓääÇ° NA MARCELA SALCEDO ROMANOÊÛðÊJORGE
BETTI, EMILIO°ÊTeoría general de las obligaciones,Ê `Ì°Ê ENRIQUE MATTOS BARRERO y EMIL EDUAR-
,iÛÃÌ>Ê`iÊ iÀiV Ê*ÀÛ>`°Ê>`À`]ÊÌ°Ê I, DO ROMANO°ÊÀLÌÀ\ÊPEDRO NEL ESCORCIA
£È° CASTILLOÊ`iÊÓ{Ê`iÊVÌÕLÀiÊ`iÊÓääÇ°
(art. 58). Los contratos, son instrumentos para distribuir y en el cual se concedió la tutela solicitada por un
circular bienes y derechos, y por tanto, también están sujetos ciudadano en cuyo vecindario existía un terminal
a la regla de la autonomía de voluntad, con la restricción `iÊÌÀ>ëÀÌi°Ê-i}ÖÊiÊv>Ê`V>`]ÊÕ>Ê`iÊ>ÃÊ
del orden público y su función social (C.P., art. 60).” justificaciones que soportaron la decisión fue
3 En PINZÓN, MARIO°ÊAproximaciones al Análisis Eco- precisamente que, “… la empresa accionada utiliza
nomico del Derecho.Ê£°§Êi`°]Ê `Ì°Ê1ÛiÀÃ`>`Ê ÝÌiÀ el espacio público, de manera ilegítima y por fuera de lo
>`Ê`iÊ L>]Ê }Ì?]ÊÓä£ä°Ê«°ÊΣ]ÊiÊ>ÕÌÀÊ contemplado en las normas pertinentes, para fines meramente
señala que el AED “… surge como una herramienta más privados —la realización de una actividad empresarial—”,
que puede ser utilizada a nuestro juicio, para dar un mejor lo cual anterior, no es otra cosa que argumentar
significado, a la ordenación económica que pretende alcan- que la presencia de externalidades negativas,
zar el derecho económico, lo cual se manifiesta en una mejor fueron determinantes para en este caso, optar por
argumentación de ideas entorno a diversas situaciones de or- la protección del derecho constitucional vulnera
den jurídico, económico, político y sociológico que se pueden `°Ê>iÌi]ÊiÊÌÀÃÊ«ÀÕV>iÌÃ]Êv.g.
presentar.”Ê?ÃÊ>`i>ÌiÊiÊÃÊ>ÕÌÀÊÃi>>Ê«°Ê ÀÌiÊ ÃÌÌÕV>]Ê-iÌiV>Ê°¨Ê/ÈxÓÊ`iÊ£äÊ
151) que el AED “… es una herramienta incluyente que ÛiLÀiÊ`iÊ£n°Ê°*°ÊCARLOS GAVIRIA DÍAZ,
busca acercarse al análisis del comportamiento del indivi- se ha utilizado el término “externalidades” para
duo inmerso de un sistema jurídico dado, todo ello a partir matizar el equilibrio que debe existir entre razón
del uso de herramientas y supuestos de microeconomía y de económica y razón cultural, lo cual se ve agudi
economía del bienestar”° â>`]Ê«ÀÊii«]ÊiÊâ>ÃÊ`iÊÀiÃiÀÛ>ÊvÀiÃÌ>°
{Ê `i?ÃÊ`iÊ>ÊÕÀëÀÕ`iV>ÊÞ>ÊVÌ>`>]ÊÃiÊ«Õi`iÊ 5 Definimos AED tradicional como sinónimo del
encontrar –con esfuerzo– alusiones expresas al AED ortodoxo o la misma Escuela de Chicago,
problema de las externalidades en otros fallos; v.g. En RUBIO, MAURICIO. Economía jurídica : Introducción
iÊ ÀÌiÊ ÃÌÌÕV>]Ê-iÌiV>Ê°¨Ê ÇÎÊ`iÊ al Análisis Económico del Derecho Iberoamericano]Ê£°§Ê
ÕÊÓÎÊ`iÊÓään°Ê°*°ÊMARCO GERARDO MON- i`°]Ê `Ì°Ê1ÛiÀÃ`>`Ê ÝÌiÀ>`Ê`iÊ L>]Ê
ROY CABRA, se indica que el Estado suele inter }Ì?]ÊÓääÇ°Ê«°ÊÓÈ]ÊÃiÊ`iÃVÀLiÊ>Ê>«ÀÝ>VÊ
venir en la economía precisamente para corregir tradicional del AED como “la aplicación directa de
las fallas del mercado, por ejemplo, “cuando ellas la microeconomía, y en particular de la teoría de precios
!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
repercuten de la posibilidad de alcanzar la finalidad social neoclásica, al análisis del sistema jurídico”, no es objeto
$%, $%2%#(/
implícita en la correcta prestación de los servicios públicos de este trabajo profundizar en las bases teóricas
domiciliarios”; dicho fallo señala que, cuando en un del AED tradicional, mucho menos en sus recu
mercado no se presentan los supuestos teóricos rrentes críticas, para un mayor detalle de esta
de la libre competencia, éste genera resultados in aproximación recomendamos además de RUBIO
deseables que en mayor o menor medida resultan "«ÊVÌ°]Ê««°ÊÓÎÓÇÆÊROEMER, ANDRES°Ê>Ê«iÀÃ
VÌÀ>ÀÃÊ>Ê ÃÌ>`Ê-V>Ê`iÊ iÀiV °Ê-i>>Ê>Ê «iVÌÛ>ÊÌÀ>`V>°Ê \ÊÌÀ`ÕVVÊ>Ê?ÃÃÊ
Corte en este caso, citando lo ya enunciado en la VVÊ`iÊ iÀiV °Ê£°§Êi`°Ê `Ì°Ê`Ê`iÊ
-iÌiV>Ê°¨Ê £xäÊ`iÊÓxÊ`iÊviLÀiÀÊ`iÊÓääÎ°Ê ÕÌÕÀ>Ê VV>]ÊjÝV]Ê£{°Ê««°Êx{äÆÊÞÊ
°*°ÊMANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA que “Esta PINZÓN, MARIO°Ê"«ÊVÌ°]Ê««°ÊÓÇ{£°
corporación ha analizado situaciones en las que se pone de 6 Cuando el texto utilicemos éste término o el
presente que, en determinadas oportunidades, una falla del “derecho tradicional”, o referenciemos a los “ju
mercado puede devenir en un problema constitucionalmen- ristas tradicionales” estamos haciendo alusión
te relevante. En efecto, la Corte se ha pronunciado sobre a los estudios sobre el derecho como ciencia y
asuntos relacionados con (…) externalidades, competencia los diversos autores (incluyendo los jueces), que
destructiva entre otros, en los que se muestra cómo, en ciertas no incorporan –al menos explícitamente– los
circunstancias, las fallas del mercado afectan los derechos elementos propios del Análisis Economico del
y valores consagrados en la Constitución, lo cual conlleva iÀiV °
a la necesaria intervención estatal para orientar el mercado ÇÊ COOTER, ROBERT y ULEN, THOMAS°ÊDerecho y Eco-
hacia condiciones de libre competencia y de asignación efi- nomía]Ê£°§Êi`°ÊiÊië>]Ê `Ì°Ê`Ê`iÊ ÕÌÕÀ>Ê
ciente de bienes y servicios a todos los habitantes del territorio VV>]ÊjÝV]Ê£n°Ê«°ÊÓ{£°
nacional.” Igualmente, y en similar sentido, ya se nÊ POSNER, RICHARD°ÊEl Análisis Económico del Dere-
había pronunciado la Corte Constitucional en cho, Ó°§Êi`°ÊiÊië>]Ê `Ì°Ê`Ê`iÊ ÕÌÕÀ>Ê
-iÌiV>Ê°¨Ê/{ÎÇÊ`iÊÓääÓÊ`iÊÎäÊ`iÊ>ÞÊ`iÊ VV>]ÊjÝV]ÊÓääÇ°Ê«°Ê£È°Ê ÃÌ>ÊvÕVÊ
ÓääÓ°Ê°*°ÊMANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA, fallo se describe de manera muy similar a la forma en
!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
>°Ê,>`°ÊÓÓ{äÇÊ`iÊ£ÈÊ>ÀâÊÓääx°Ê°*°ÊÁLVARO mo condición para que los individuos se compor
$%, $%2%#(/
ORLANDO PÉREZ PINZÓN° ÌiÊ`iÊLÕi>Êvi°Ê«>ÀiÌiiÌiÊÞÊVÊÃiÊ«Õi`iÊ
ÎÎÊ Ê>ÀÌVÕÊnÎÊ`iÊ>Ê ° °ÊiÃÌ>LiViʵÕi\Ê“Las ac- extraer de las citas efectuadas, no hay ninguna
tuaciones de los particulares y de las autoridades públicas razón contundente que nos permita deducir que
deberán ceñirse a los postulados de la buena fe, la cual se ante la ausencia de dichos preceptos normativos,
presumirá en todas las gestiones que aquéllos adelanten ante los individuos no se comportarían de buena fe; en
éstas”. todo caso, y aun asumiendo que esto último sea
Î{Ê ÀÌiÊ ÃÌÌÕV>]Ê-iÌiV>Ê°¨Ê/{ÈäÊ`iÊ£xÊ cierto, la buena fe “como supuesto de compor
`iÊÕÊ`iÊ£Ó°Ê°*°ÊJOSÉ GREGORIO HERNÁN- tamiento individual”, se enfrenta al supuesto de
DEZ GALINDO° comportamiento relacionado con la “racionalidad
ÎxÊ >Õ`Ê>ÀLÌÀ>\Ê >À>VÊ/iiÛÃÊ-°°Ê6Ã°Ê `Û`Õ>»°
ÃÊ >V>Ê`iÊ/iiÛðÊÀLÌÀÃ\ÊCONSUELO ÎÊ ÊVÕ>ÊiÃÊVVÀ`>ÌiÊVÊÊ`V>`Ê>Ìi
SARRIA OLCOS, JUAN PABLO CÁRDENAS MEJÍA y ER- riormente, en relación a la interpretación de los
NESTO RENGIFO GARCÍAÊ`iÊ£°¨ÊVÌÕLÀiÊ`iÊÓääÓ°Ê contratos según BIANCAÊÓääÇ]Ê«°Ê{{x®ÊiʵÕi]Ê
Concepto reiterado en Laudo arbitral: Droguenal para determinar qué es la “confianza razonable”
EÊ >°Ê-°°ÊiʵÕ`>V°Ê6ðÊ`ÕV>À>Ê «> se hace uso de la “diligencia normal”, que puede
ÌÀ>Ê-°°ÊÀLÌÀÃ\ÊBERNARDO CARREÑO VARELA, iÝ}ÀÊViÀÌÊÌ«Ê`iʺ«iÀV>°
STELLA VILLEGAS DE OSORIO y RODRIGO LLOREN- {äÊ COOTER y ULEN°Ê"«ÊVÌ°]Ê«°ÊÓxä°
TE MARTÍNEZÊ`iÊÓÈÊ}ÃÌÊ`iÊÓääx° {£Ê Ibid. «°ÊÓxä°
36 Vid.ÊÀÌ°ÊÇÈÊ`iÊ `}Ê ÛÊÞÊ>ÀÌ°ÊnÎÊ`iÊ>Ê {ÓÊ *>À>ÊÕ>Ê>ÞÀÊV>À`>`ÊÞÊ«ÀvÕ``>`ÊÃLÀiÊiÃÌiÊ
° ° tema, recomendamos acudir directamente a la
ÎÇÊ 6iÀwV>`Ê>ÃÊ`iwViÃÊVʵÕiÊÕÊÕÊÌÀÊ obra de COOTER y ULENÊ"«ÊVÌ°]Ê««°ÊÓxäÊ>ÊÓxx]Ê
concepto se abordan en el Diccionario de la Real incluyendo una explicación matemática relativa
Academia de la Lengua, se llega a una conclusión >Ê>ÊVw>â>Ê«Ì>ÊiÊ««°ÊΣxÊ>ÊÎÓ°
Ã>À°Ê ÊiviVÌ]Ê>Êlealtad es definida en éste, {ÎÊ Ibid. «°ÊÓxΰ