Está en la página 1de 22

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s .

Ž 

Análisis económico
de la buena fe en el
derecho de contratos
DANIEL ALEJANDRO MONROY CELY1
`>˜ˆi°“œ˜ÀœÞJÕiÝÌiÀ˜>`œ°i`Õ°Vœ

RESUMEN Palabras claves: Análisis económico del


derecho, principio de buena fe contractual,
El presente artículo constituye un aporte funciones del derecho de contratos, raciona‡
a la discusión relativa de cómo los postu‡ ˆ`>`ʈ˜`ˆÛˆ`Õ>]ÊVÀˆÌiÀˆœÊ`iÊiwVˆi˜Vˆ>°Ê
lados básicos del AED pueden alinearse y
robustecer consistentemente algunas de  -/, /
las instituciones más tradicionales del de‡
recho, en este caso, el principio de buena The following article is a contribution to the

!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
fe como norma de comportamiento en los discussion about how the basic postulates of

$%, $%2%#(/
iÃVi˜>ÀˆœÃÊVœ˜ÌÀ>VÌÕ>iðÊ*>À>Êiœ]ÊiÊ>À̉‡ the Economic Analysis of Law can be alig‡
culo desarrolla, por un lado, una aproxima‡ ned and thus, how such an alignment can
ción de algunas de las funciones básicas del consistently strengthen some of the most
AED en el derecho de contratos, basadas traditional institutions of the Law, particu‡
principalmente en los criterios de raciona‡ larly, the principle of good faith as a rule of
lidad individual y eficiencia; y por otro lado, Li >ۈœÀʈ˜ÊVœ˜ÌÀ>VÌÊÃVi˜>ÀˆœÃ°Ê/œÊÌ >ÌÊi˜`]Ê
se efectúa una breve exposición desde la the article develops, on one side, an approxi‡
perspectiva jurídica tradicional en relación mation to some of the basic functions of
con el principio de buena fe en materia the Economic Analysis within the contract
`iÊVœ˜ÌÀ>̜ðÊœÊ>˜ÌiÀˆœÀÊiÃÊṎˆâ>`œÊ«>‡ law, based principally on the criteria of
ra argumentar finalmente, cómo se puede individual rationality and efficiency; and
integrar consistentemente la visión propia on the other side, a brief exposition related
del AED, sus postulados de eficiencia y ra‡ with the principle of good faith in contract
cionalidad individual, con otros principios ˆÃÃÕiðÊ/ iÊ«ÀiVi`ˆ˜}ʈ`i>ʈÃÊÕÃi`Ê>ÃÊ>ÊL>‡
jurídicos, que como la buena fe, aparente‡ sis to finally argue how the proper view of
mente son más cercanos a las nociones de the Economic Analysis of Law, mainly it’s
justicia (propias del derecho tradicional) y efficiency and individual rationality pos‡
que tenderían a excluir –aparentemente– los tulates, can consistently be integrated with
postulados del AEDÊÀiÃ>Ì>`œÃ° other principles of law, such as good faith,
56 $!.)%, !,%*!.$2/ -/.2/9 #%,9

which is apparently closer to the notions que en mayor o menor medida devienen de
of justice (proper of traditional law) and postulados relacionados exclusivamente con
that would tend to exclude, supposedly, >ÊÀ>Vˆœ˜>ˆ`>`ʈ˜`ˆÛˆ`Õ>Ê“>݈“ˆâ>`œÀ>ÊÞɜÊ
the Economic Analysis of Law postulates la eficiencia, para los juristas tradicionales,
ˆ} ˆ} Ìi`ÊLivœÀi° dichas funciones, aunque las perciban como
Keywords: Economic Analysis of con‡ lógicas y relevantes, les otorgan una im‡
tract law, Law and economics, principle «œÀÌ>˜Vˆ>ÊÀi>̈Û>Êiʈ˜VÕÜ]Ê>VViÜÀˆ>°Ê-Õw‡
of good faith in contract law, functions of ciente indicar, a manera de ejemplo, que a
contract law, Individual rationality, Efficien‡ partir de la promulgación de la Constitución
VÞÊ ÀˆÌiÀˆ>° Política, la jurisprudencia de este tribunal
 \Ê nÈ]Êää]Ê£Ó° ha subrayado la función social que le asiste
a los contratos (incluso aquellos celebrados
entre privados), de una manera tal que no
°Ê /," 1 $ sería fácilmente aceptable desde la óptica
del AED°ÊÊÀiëiV̜]Êi˜ÊÀiVˆi˜ÌiÊ«Àœ˜Õ˜Vˆ>‡
+Ոi˜iÃÊ`iwi˜`i˜Ê>ÊVœÀÀˆi˜ÌiÊ`iÊ˜?ˆÃˆÃÊ miento de la Corte Constitucional, se señaló
Económico del Derecho (en adelante AED), particularmente respecto de la función de
tienden a considerar que una de las áreas los contratos en el país que:
en las cuales los economistas y juristas ten‡
drían, supuestamente, menores discrepan‡ “En la actualidad, los contratos entre particu‡
cias sería precisamente el área del derecho lares están regidos por principios que si bien
de contratos, especialmente cuando estos no desconocen sus fundamentos en la auto‡
֏̈“œÃÊܘÊViiLÀ>`œÃÊi˜ÌÀiÊ«ÀˆÛ>`œÃ°ÊÊ nomía privada y en la intención de satisfacer
respecto RUBIOÊ­ÓääÇ]Ê«°ÊÓÈä®]ʈ˜`ˆV>ʵÕiÊ los intereses de las partes, trascienden a ellos
aún los más críticos del criterio de eficiencia y se perciben también como instrumentos
como parte de los objetivos del derecho, destinados a cumplir una función social°
aceptan que en aquellas ramas interesadas
en el entorno de los mercados, dentro de las (…)
que se incluye el derecho contratos, la pro‡
moción de la acumulación y maximización Derivado de lo anterior, las libertades eco‡
de la riqueza es el criterio más importante a nómicas que son ejercidas para el tráfico de
tener en cuenta por el mismo derecho° bienes y servicios, esto es, de los derechos e
Respecto de ésta primera idea plantea‡ intereses destinados a consolidar posiciones
da, consideramos –lastimosamente– que jurídicas de propiedad, incorporan dentro
la misma está aún lejos de ser totalmente de su estructura la función socialÊ­ °*°]Ê>ÀÌ°Ê
cierta y que de hecho, los juristas tradi‡ 333), como regulación de unos efectos que
cionales no aceptan pacíficamente que el siempre están llamadas a producir: impacto
AED impregne de tal manera el derecho, ni externo, impacto sobre terceros, externali‡
siquiera en lo que se refiere al área de los `>`iðÊ/>ÊiÃÊÃÕÊۜV>Vˆ˜]ÊÃÕʈ˜Ìi˜Vˆ˜]ÊÃÕÊ
Vœ˜ÌÀ>ÌœÃ°Ê ˜ÊiviV̜]ʓˆi˜ÌÀ>ÃʏœÃÊ`ivi˜Ãœ‡ espacio, por ser facultas agendi y por operar
res del AED defienden recurrentemente una i˜ÊiÊ“iÀV>`œ°
serie de funciones del derecho de contratos

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


Análisis económico de la buena fe en el derecho de contratos 57

En lo que hace a la empresa y dentro de ella, Conforme la jurisprudencia citada, se po‡


a la libertad de contratación con fines lucra‡ dría deducir que los contratos, al margen
tivos, la ley está por consiguiente llamada de aceptarse su evidente función como me‡
a delimitar jurídicamente estas libertades y canismo para satisfacer intereses de tipo
por tanto sus efectos, con la intervención individual, se encuentran atados a una serie
sobre todo el ciclo de la actividad económi- de principios u objetivos tales como “el cum-
ca productiva (C.P., art. 334), por razones plimiento de una función social” principalmente,
de interés social, ambiental, del patrimo‡ y “la realización de un orden económico justo”, que
˜ˆœÊVՏÌÕÀ>Ê­ °*°]Ê>ÀÌ°ÊÎÎÎʈ˜Êvˆ˜i®]Êi˜ÌÀiÊ supondrían una reducida o nula relación con
œÌÀœÃ°ÊProtege adicionalmente el correcto el criterio de eficiencia base del AED°Ê
ejercicio de la libre iniciativa y actividad Si se considera que el principio del
económica, así como los derechos adquiri- “cumplimiento de la función social” de los
dos con justo título, al mismo tiempo que contratos, podría contradecir los criterios
sanciona el abuso, la irresponsabilidad, base del AED, entonces los juristas podrían
el incumplimiento de las obligaciones y argumentar –con razón– que aún en los
deberes constitucionales y legales de quien escenarios contractuales, la eficiencia y la
ejerce tales derechos de libertad (C.P., arts. satisfacción de intereses individuales son
58 y 333)° importantes, pero no tanto como para su‡
perar el objetivo constitucional señalado;
(…) por tanto, aquellos criterios cumplirían una
mera función accesoria que, sin pretender
Esta dimensión social de los contratos, deter‡ `iÃV?ÀÌ>œÃ]Ê`iLi˜ÊÃiÀÊÀi>̈ۈâ>`œÃ°ÊÊÀiÇ

!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
mina que tanto en su celebración como en su pecto, consideramos firmemente, que enun‡

$%, $%2%#(/
ejecución, la procura de los beneficios eco- ciar este tipo de argumentos, demuestran
nómicos deba en todo caso ser compatible una “errada” visión de los juristas de lo que
con los beneficios sociales esperados, en realmente es el AED°
términos de creación de empleo, de satis- En efecto, el enfoque económico de las
facción de necesidades humanas, mejora de instituciones jurídicas constituye un poten‡
las condiciones de vida, protección de los cial enriquecedor más que un contradictor
recursos naturales. Todo lo anterior impo- de las nociones que tradicionalmente se han
ne de los contratantes “comportamientos discutido al interior del derecho3°Ê-ˆ“«i‡
honestos y leales”, o una suerte de ética mente tomando como ejemplo la jurispru‡
contractual colectiva en beneficio de todos, dencia constitucional citada, se observa que,
que permita lograr la satisfacción de los al desarrollarse el principio de la “función
propósitos que animaron la suscripción del social” de los contratos se hace una expresa
contrato para las partes, así como el respe- alusión a las denominadas “externalidades”,
to de los derechos ajenos (C.P., art. 95, 1º), las cuales constituyen una típica y muy re‡
el cumplimiento de la función social (C.P., levante falla de los mercados, respecto de
arts. 58 y 333) y la realización de un orden las cuales, las alusiones explícitas por parte
económico justo (preámbulo)2°Ê­ i}Àˆ>ÃÊÞÊ de la doctrina y jurisprudencia tradicional,
subrayas fuera de texto) son –lastimosamente– muy escasas{°Ê ˜Ê
este caso, como en muchos otros, el arsenal

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


58 $!.)%, !,%*!.$2/ -/.2/9 #%,9

argumentativo de la economía, tiene toda‡ tratos, y al mismo tiempo alinearse con los
vía, mucho por aportar y para enriquecer la criterios básicos del AED°
`ˆÃVÕȝ˜ÊÕÀ‰`ˆV>ÊÌÀ>`ˆVˆœ˜>° Ahora, no pretendemos en este trabajo
No es el objetivo del presente artículo efectuar una aproximación exhaustiva en lo
profundizar en la estrecha vinculación que relativo a la lealtad, la honestidad u otros
se puede percibir entre la función social de valores o principios de similar naturaleza
los contratos y las externalidades (lo cual que se encuentran tan supremamente arrai‡
puede ser extensible al derecho de pro‡ gados a los individuos y que en mayor o me‡
piedad, de acuerdo a lo establecido en el ˜œÀʓi`ˆ`>ÊÀiVœ}iÊiÊ`iÀiV œÊÌÀ>`ˆVˆœ˜>°Ê
>ÀÌ°ÊxnÊ`iʏ>Ê ° °®]ÊÞÊVœ“œÊ>ÊÀiëiV̜]ʏ>ÃÊ Nuestro objetivo se centrará en un aspecto
herramientas de tipo económico pueden puntual estrechamente ligado a dichos va‡
ÃiÀÊ`iÊ}À>˜ÊṎˆ`>`°ÊœÊµÕiÊ«ÀiÌi˜`i“œÃÊ lores, que no los excluye, pero respecto del
en este artículo, es concentrarnos en otro cual, existen importantes desarrollos en la
aspecto que aparece también resaltado en el `œVÌÀˆ˜>ʍÕÀ‰`ˆV>ÊÌÀ>`ˆVˆœ˜>°Ê ˆV œÊ>ëiV‡
pronunciamiento jurisprudencial ya citado, to particular es la exigencia de la “buena fe”
referido específicamente al comportamien‡ como una de las reglas básicas de compor‡
to esperado de los individuos al interior del tamiento que subyace a las conductas de
contrato (cuestión diferente al problema œÃÊVœ˜ÌÀ>Ì>˜ÌiðÊœÊ>˜ÌiÀˆœÀÊiÃÊṎˆâ>`œÊ
de externalidades), determinado o no por como base para argumentar, basándonos
el diseño normativo que rige las relaciones en las herramientas propias del AED, cómo
Vœ˜ÌÀ>VÌÕ>ið éste enfoque tiende a robustecer más que
Cuando el fallo judicial citado, exige `iÃV>ÀÌ>ÀÊ`ˆV >Êi݈}i˜Vˆ>°
de quienes intervienen en los contratos una Para demostrar nuestra hipótesis, el ar‡
suerte de “comportamientos honestos y leales, o una tículo se encuentra dividido en cinco sec‡
suerte de ética contractual colectiva en beneficio de to- Vˆœ˜iÃʈ˜VÕÞi˜`œÊjÃÌ>ʈ˜ÌÀœ`ÕVVˆ˜°Ê ˜Ê
dos”, ello, bien podría considerarse como una la segunda parte efectuaremos una aproxi‡
contradicción, mucho más evidente, entre mación general a algunas de las funciones
lo que se exige desde las perspectiva tradi‡ del derecho de contratos que se postulan
cional del derecho y el comportamiento ra‡ desde la perspectiva del AED tradicional5,
cional maximizador individual que con tanta especialmente la función relacionada con
vehemencia se defiende desde el AED°Ê*iÀœ]Ê la “interpolación de términos eficientes”;
así como acabamos de defender la estrecha al respecto, describiremos en qué consiste
vinculación existente entre la “función so‡ dicha función, y basados en la racionalidad
cial” de los contratos y las externalidades, individual, argumentaremos porqué los con‡
y como los juristas pueden fortalecer –mas tratantes tenderían a preferir que las solu‡
no remplazar– sus argumentos con ideas ciones jurídicas propendan por la eficiencia,
propias de la perspectiva económica en este por la maximización individual, antes que
punto, lo que debemos preguntarnos, para por la justicia; y por tanto, preguntarnos
efectos del presente artículo, es si los argu‡ si el derecho debería insistir en interpolar
mentos de tipo económico también pueden términos contractuales como la buena fe que
reconfirmar dicha exigencia de comportarse son –supuestamente– mucho más cercanos a
de manera leal, honesta y ética en los con‡ >ʘœVˆ˜Ê`iʍÕÃ̈Vˆ>ʵÕiÊ>Ê`iÊiwVˆi˜Vˆ>°Ê ˜Ê

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


Análisis económico de la buena fe en el derecho de contratos 59

la tercera parte conceptualizaremos, a partir recho de contratos, entre otras, la de “[mi-


del enfoque jurídico tradicional6, lo relativo nimizar] los costos de transacción de la negociación
al principio de buena fe, concentrándonos contractual mediante la provisión de términos de
especialmente en el área de contratos; al res‡ omisión eficientes”Ç°Ê iʓ>˜iÀ>Ê>˜?œ}>]ÊPOS-
pecto, destacaremos su estrecha vinculación NERÊ­ÓääÇ]Ê«°Ê£È™®ÊÀiÃ>Ì>ÊVœ“œÊv՘Vˆ˜Ê`iÊ
con otros conceptos que se subsumen den‡ derecho de contratos, también entre otras,
tro de aquel, particularmente, los relativos al la relacionada con la “interpolación de términos
deber de lealtad y la confianza entre contra‡ eficientes”n°Ê
tantes; resaltaremos igualmente, la función Así mismo, los primeros autores resaltan
del principio de buena fe como norma y como una función adicional del derecho de
como presunción de comportamiento de los contratos, la relacionada con “… asegurar
ˆ˜`ˆÛˆ`՜ÃÊi˜ÊœÃÊiÃVi˜>ÀˆœÃÊVœ˜ÌÀ>VÌÕ>iÃ°Ê una confianza óptima”™. Ésta última, basada
En la cuarta parte, partiendo de las ideas también en el criterio de eficiencia, la deja‡
indicadas en las dos secciones anteriores, remos simplemente planteada por ahora, y
expondremos tres razones independientes la describiremos en detalle en la cuarta parte
que nos permitirían soportar firmemente del presente artículo; En este momento, nos
la integración de la función del derecho limitaremos a describir las funciones comu‡
de contratos referente a la “interpolación ˜iÃʈ˜`ˆV>`>ÃÊi˜ÊiÊ«?ÀÀ>vœÊ>˜ÌiÀˆœÀ°
de términos eficientes”, con el principio de En lo que relativo a la función resaltada
buena fe, y cómo éste último, puede alinear‡ por COOTER y ULENÊ­£™™n]Ê«°ÊÓ{£®ÊÞʏ>Êv՘‡
se consistentemente con el presupuesto de ción de interpolación de términos eficientes
racionalidad individual propio del AED°Ê ˜Ê en los contratos indicada por POSNERÊ­ÓääÇ]Ê

!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
la última parte, realzando la estrecha vincu‡ «°Ê£È™®]ÊjÃÌ>ÃÊܘÊ`iÃVÀˆÌ>ÃÊ«œÀÊ`ˆV œÃÊ>Շ

$%, $%2%#(/
lación que se puede dar entre los principios ̜ÀiÃÊ`iʓ>˜iÀ>ʓÕÞÊȓˆ>À°Ê ˜ÊiviV̜]ÊÃiÊ
básicos del derecho y los postulados del puede considerar que la racionalidad indivi‡
AED, concluiremos con una reflexión relativa dual impulsa a los contratantes a efectuar un
al lenguaje que desde las dos visiones rese‡ intercambio dinámico y permanente entre lo
ñadas en el artículo, se utiliza en relación al que estos establecen explícitamente en sus
comportamiento humano, para en últimas, acuerdos, y aquello que por defecto se en‡
efectuar un par de recomendaciones sobre lo VÕi˜ÌÀ>ÊiÃÌ>LiVˆ`œÊi˜Ê>ÃʘœÀ“>ÃÊÃÕ«iÀˆœÀiðÊ
que podría aportar el AED al discurso de los Este proceso permanente de intercambio en‡
juristas tradicionales, por un lado, y por el tre cláusulas explícitas, lagunas contractuales
otro, indicar qué deberían hacer los defen‡ y normas superiores se hace con el principal
sores del AED, para que su perspectiva fuese objetivo de crear mayores excedentes en
más adaptable a dicha visión tradicional del beneficio de quienes participan activamente
`iÀiV œ° en la transacción por efecto de la reducción
en los costos de transacción; en este sentido,
°Ê1 " -Ê Ê , "Ê Ê “… las dos partes de un contrato pueden beneficiarse
" /,/"-\ÊÊ* ,-* /6Ê Ê ° cuando los legisladores remplazan términos de omisión
ineficientes por términos de omisión eficientes”£ä°
C OOTER y U LENÊ ­£™™n]Ê «°Ê Ó{£®Ê ÀiÃ>Ì>˜Ê +ÕjÊÌjÀ“ˆ˜œÃÊÃiÊ`iLi˜Ê >ViÀÊiÝ«‰VˆÌœÃÊ
como una de las funciones básicas del de‡ en el contrato y cuáles no, constituye una

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


60 $!.)%, !,%*!.$2/ -/.2/9 #%,9

disyuntiva a la cual se enfrentan recurrente‡ de ordinario jueces de su propio interés más confiables
“i˜ÌiʏœÃÊVœ˜ÌÀ>Ì>˜ÌiðÊ*œÀÊ՘ʏ>`œÊˆ“«ˆV>Ê que un juez (o un jurado), quien no tiene ningún inte-
establecer por las partes, los costos y los rés personal ni algún conocimiento de primera mano
beneficios esperados que reporta incluir con el asunto que se embarcaron las partes cuando
explícitamente determinados términos con‡ firmaron el contrato”£{. De manera que, el solo
tractuales mas allá de los elementos esencia‡ hecho que la ley o la actuación del juez, no
les del contrato en sí11; en caso que dichos sea contemplada por los contratantes como
costos superen a los beneficios, las partes una opción soportada necesariamente en
–racionalmente– deberían dejar una laguna criterios de eficiencia hace que éstos sean
en el contrato, evento en el cual, considera‡ más propensos a incluir mayor cantidad de
rían que les resulta más barato permitir que términos explícitos, anticipándose a mo‡
la ley o el juez llenen dicho vacío; en caso dificar las normas que por defecto, están
contrario, llenaran la laguna incurriendo en «Ài`iw˜ˆ`>ÃÊ«œÀÊiÊ`iÀiV œ°
los costos asociados a la inclusión explícita Lo que acabamos de indicar constituye
`iʏ>ÊÀiëiV̈Û>ÊV?ÕÃՏ>°ÊœÊÀiiÛ>˜ÌiÊ«>À>Ê un indicio de que los contratantes, antes que
nuestros efectos, es que en la primera o en procurar que el derecho predefina soluciones
la segunda situación, cualquier decisión im‡ justas o equitativas respecto de los asuntos
plica costos y por tanto, el contenido de ésta contractuales, (sin pretender tampoco que
dependerá de en qué opción las partes maxi‡ este tipo de opciones sean despreciables), lo
mizan sus niveles de utilidad o de beneficio que buscan es que las soluciones propendan
según sea el caso, lo anterior, de acuerdo al por maximizar sus intereses individuales, so‡
criterio de racionalidad propio del AED° LÀiÊVÕ>µÕˆiÀʜÌÀ>ÊVœ˜Ãˆ`iÀ>Vˆ˜°Ê iÊ iV œ]Ê
Cuando las partes deciden pactar explí‡ desde la perspectiva del AED, autores como
citamente un término contractual, o deciden BARCÍA LEHMANÊ­Óää{]Ê«°Ê£ÎήÊ`iwi˜`i˜Ê
dejar una laguna contractual, adquiere una consistentemente tres razones por las cuales
elemental relevancia –al menos en éste últi‡ el logro de objetivos de justicia distributiva,
mo caso– las soluciones que a partir de la ley no es un objetivo adecuado (en ocasiones
o del juez existan para llenar dicha laguna12; incluso es negativo) en el derecho de con‡
por ésta misma circunstancia, resulta rele‡ tratos, dichas razones son:
vante dilucidar los criterios con los cuales el
derecho suele llenar dichos vacíos contrac‡ £°Ê Ê`iÀiV œÊœ«iÀ>Ê>ÊÌÀ>ÛjÃÊ`iÊiÝ«iVÌ>̈‡
ÌÕ>iðʏÊÀiëiV̜]ÊÌ>ÊVœ“œÊœÊ i“œÃʈ˜`ˆ‡ vas normativas, mientras los contratos
cado someramente en párrafos anteriores, el operan a través de expectativas fácticas,
principal criterio –desde la perspectiva del que son dadas por las reacciones de los
AED tradicional– lo constituye precisamente individuos respecto de la norma: Así
eficiencia13, sin embargo, si bien en la toma por ejemplo, el Estado puede considerar
de decisiones de los contratantes subyace adecuado o justo, que los productores
naturalmente una lógica económica maximi‡ ofrezcan en el mercado bienes con cier‡
zadora, ésta es difícilmente trasladable a la to nivel de calidad mínima15 como una
iÞʜÊ>ÊÕiâ°ÊPOSNERÊ­ÓääÇ]Ê«°Ê£Èx®ÊiÝ«ˆV>Ê alternativa para proteger a los consumi‡
ésta situación en los siguientes términos: dores de posibles abusos (la expectativa
“Los individuos que hacen una transacción […] son normativa); pero este tipo de normas,

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


Análisis económico de la buena fe en el derecho de contratos 61

cuando son aplicadas en la realidad, pue‡ No es difícil advertir en los tres casos
den llevar a un incremento de los precios citados, como los criterios de justicia o
por parte de los productores para poder equidad, que pueden estar sustentando las
cumplir con los parámetros de calidad normas jurídicas en materia contractual, se
establecidos en las normas (la expectati‡ debilitan profundamente en la realidad al
va fáctica), con lo cual, el objetivo inicial tener que lidiar con la “poderosa” raciona‡
de la protección de los consumidores se ˆ`>`ʓ>݈“ˆâ>`œÀ>Ê`iʏœÃʈ˜`ˆÛˆ`՜ðÊ1˜>Ê
ve afectado negativamente por el incre‡ respuesta apresurada a esta cuestión podría
mento de los precios16° llevarnos a considerar que definitivamente
Ó°Ê >ʈ˜ÌiÀÛi˜Vˆ˜ÊÀi}Տ>̜Àˆ>Êi˜ÊœÃÊVœ˜‡ debería abandonarse –al menos en materia
tratos por razones de justicia distribu‡ de contratos– dichos criterios tan arraiga‡
tiva, suele fundamentarse en producir dos en el derecho y remplazarlos por el
una reasignación de recursos de ricos “imperioso” criterio de eficiencia propio
hacía pobres; sin embargo, en materia de la economía (y por tanto del AED®°Ê ˜Ê
de contratos, en ocasiones, no es fácil este sentido, para ser congruentes con la
detectar ex-ante quién es el rico y quien función del derecho de contratos resaltada
es el pobre, o en términos más generales, anteriormente, relativa a la “interpolación
quién es fuerte y quien es débil: Así por de términos eficientes”, y en alusión a lo
ii“«œ]ÊiÊ>À̉VՏœÊ£È£{Ê`iÊ `ˆ}œÊ indicado en la parte introductoria de este
Civil colombiano establece como regla artículo, no debería relativizarse en lo ab‡
de interpretación supletoria de los con‡ soluto ni darle un mero papel accesorio al
tratos, que en caso de cláusulas ambi‡ VÀˆÌiÀˆœÊ`iÊiwVˆi˜Vˆ>]ÊVÕ>˜`œÊiÊ`iÀiV œÊÞɜÊ

!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
guas, estás se deben interpretar a favor los jueces incorporan cláusulas omitidas por

$%, $%2%#(/
del deudor, suponiendo eventualmente los individuos en materia contractual; pero,
que en estos casos, el deudor es la parte si el enfoque del AED nos lleva a consideras
débil (pobre), mientras el acreedor es la que esto debería ser así, entonces debería‡
parte fuerte (rica), pero obviamente en mos cuestionarnos si en efecto, ¿El derecho
la realidad, ello no es necesariamente debería insistir en interpolar en los contratos
>É° términos como la “buena fe” que, en esen‡
Î°Ê ÊÀi}Տ>ÀÊ՘ÊVœ˜ÌÀ>̜Êi˜ÊiëiV‰wVœÊ«œÀÊ cia, son mucho más cercanos a la noción
razones de justicia distributiva y no otro, de justicia, que a la noción de eficiencia?,
puede llevar a desincentivar la actividad o es que quizás, ¿el principio de “buena fe”
económica relativa al contrato regulado puede ser congruente con dicho criterio
e incentivar a los individuos (v.g. com‡ de eficiencia? Si la respuesta a ésta última
pradores y vendedores) a invertir en la cuestión es afirmativa, entonces en este caso,
realización de contratos no regulados, de manera similar a como lo argumentamos
lo cual, según el mismo BARCÍA LEHMAN en la primera parte de este artículo, el de‡
­Óää{]Ê«°Ê£Îή]Ê`iÃ`ˆLՍ>ÊiÊœLiÌˆÛœÊ recho tradicional se vería enriquecido mas
distributivo original y además, podría no aminorado por la incidencia del AED°Ê
reducir los niveles de riqueza de la so‡ Para construir una respuesta contundente
Vˆi`>`Êi˜Ê}i˜iÀ>]ʏœÊVÕ>ÊiÃʘi}>̈ۜ° respecto de ésta cuestión, consideramos

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


62 $!.)%, !,%*!.$2/ -/.2/9 #%,9

pertinente esbozar el contenido de dicho °Ê Ê " */"Ê ÊÊ 1 Ê Ê Ê"-Ê
principio de “buena fe” desde la perspectiva " /,/"-\Ê Ê "+1 Ê/,  " 
del derecho tradicional, particularmente,
entender su funcionalidad como una norma Cuando indicamos en la parte introductoria
de comportamiento implícita, un término de éste artículo que la buena fe, constituía
de omisión, si se quiere denominar, que se un elemento puntual, dentro de una serie
interpola en las cláusulas contractuales, adi‡ de principios como la lealtad, honestidad,
cionalmente, resulta pertinente entender la que se supone, deberían subyacer el com‡
conducta de “buena fe” no como exigencia portamiento de los individuos en materia
sino como “suposición” de la forma como se contractual, no lo hicimos con la intención
Vœ“«œÀÌ>˜ÊœÃʈ˜`ˆÛˆ`՜ð de reducir el alcance de nuestro análisis a
Antes de finalizar esta segunda sec‡ un campo específico del derecho de contra‡
ción, nos parece oportuno hacer una ligera tos, contrario a ello, y tal como lo defiende
aproximación al supuesto de racionalidad BIANCA (2007, «° 524), la buena fe es “… uno
individual que soporta el AED°ÊÊÀiëiVÌœÊ de los puntos cardinales de la disciplina legal de las
RUBIOÊ­ÓääÇ]Ê««°Ê{xÊÞÊ{È®ÊÃiš>>ʵÕi\Ê obligaciones”£n, por tanto, cualquier aproxi‡
mación que se haga sobre este particular
“… el principal instrumento del AED es el principio puede afectar profundamente la
modelo de elección racional (ER), el llamado forma como entendemos el derecho de con‡
œ“œÊiVœ˜œ“ˆVÕðʭo®Ê iʓ>˜iÀ>Ê}i˜i‡ ÌÀ>̜ð
ral, se supone que el individuo es egoísta, En términos generales y de acuerdo a
que el contenido de las preferencias está lo expuesto elocuentemente por BÉNABENT
determinado por su propio interés y que su ­ÓääÇ]Ê«°Ê£{Ç®]ʏ>ÊLÕi˜>ÊviÊiÃÊ՘ÊÌjÀ“ˆ˜œÊ`iÊ
Lˆi˜iÃÌ>ÀÊiÃʈ˜`i«i˜`ˆi˜ÌiÊ`iÊ`iʏœÃÊ`i“?Ã°Ê tan alta importancia para el derecho tradi‡
Sobre las creencias, se plantea que son inter‡ cional que incluso podría llegar a superarlo
namente consistentes, que tienen en cuenta y que evoca cualidades básicas del ser hu‡
las leyes de la probabilidad y que reúnen mano tales como: “… la fides, la confianza entre
toda la información disponible acerca de individuos, que, en verdad, haría inútil el derecho si
los medios alternativos para alcanzar ciertos se ejerciera en su máxima expresión”£™°Ê}Ài}>ÊiÊ
fines”£Ç° autor citado que en general, dicho térmi‡
no tiene al menos tres sentidos esenciales;
Esta cita es relevante en atención a que en primer lugar designa la ignorancia de un
la racionalidad individual, tal y como la obstáculo o de un vicio; en segundo lugar
describe mayoritariamente los economistas designa “la mala suerte “no fraudulenta” del deudor
neoclásicos, constituye una “suposición” más desafortunado en los negocios a quien, por tal motivo,
que una “exigencia” o una norma de compor‡ se le ofrecen ciertas indulgencias”Óä; en tercera ins‡
tamiento impuesta a los individuos, lo cual, tancia y especialmente en lo que tiene que
habremos de contrastar con la eventual “su‡ ver con el derecho de contratos, se indica
posición” y regla de comportamiento indivi‡ que, la buena fe se ha convertido en una
`Õ>]ʵÕiÊ`ˆVÌ>ÊiÊ«œÃÌՏ>`œÊ`iÊLÕi˜>Êvi° “norma de comportamiento”°ÊÃÌiÊ֏̈“œÊÃi˜Ìˆ`œÊ

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


Análisis económico de la buena fe en el derecho de contratos 63

resaltado por BÉNABENT es el que, –al igual claraciones y el comportamiento propios, valorados
que para él y sin descartar obviamente los según parámetros de diligencia normal”25.
otros dos significados– nos interesa más para De manera que, para nuestros efectos,
˜ÕiÃÌÀœÃÊiviV̜ð uno de los aspectos fundamentales de la
A su turno, para BETTIÊ­£™È™®]ÊiÊVœ˜‡ buena fe en lo relativo a la interpretación
cepto de la buena fe contractual se puede de los contratos es la obligación de lealtad;
entender en los siguientes términos: dentro de esta última se incluye la exigencia
de no desconocer la confianza razonable
“…La buena fe se podría caracterizar como generada en la contraparte, y para deter‡
un criterio de conducta que se funda sobre minar dicha razonabilidad se hace uso de
la fidelidad del vínculo contractual y sobre «>À?“iÌÀœÃÊ`iÊ`ˆˆ}i˜Vˆ>ʘœÀ“>°Êˆ˜>ˆâ>Ê
el compromiso de satisfacer la legítima ex‡ el autor referenciando que dicha diligencia
pectativa de la otra parte: un compromiso en normal “… es la diligencia media y puede exigir de
poner todos los recursos propios al servicio las partes cierta pericia [la cual] está ligada a una
del interés de la otra parte en la medida exi‡ cierta experiencia comercial, de donde el sujeto tiene la
gida por el tipo de relación obligatoria de carga, más intensa, de entender declaraciones según
que se trate; compromiso en satisfacer ínte‡ el significado técnico, que ellas asumen en el mundo
gramente el interés de la parte acreedora de de los negocios”26°
la prestación”21 (negrilla fuera de texto) Adicionalmente, en relación con la
buena fe como fuente de integración del
Finalmente, autores como BIANCAÊ­ÓääÇ]Ê««°Ê contrato, el mismo BIANCAÊ­ÓääÇ]Ê«°ÊxÓÓ®Ê
{{·{{È®]ÊÀiÃ>Ì>˜ÊÌ>“Lˆj˜Ê>ʈ“«œÀÌ>˜Vˆ>Ê resalta que ésta puede prevalecer incluso

!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
del principio de buena fe como una regla de sobre las disposiciones contractuales ex‡

$%, $%2%#(/
conducta en los contratos, indicándose par‡ plícitas, situación que se deriva de su valor
ticularmente que éste no tiene un contenido Vœ“œÊ«ÀiVi«ÌœÊ`iʜÀ`i˜Ê«ÖLˆVœ°ÊºLa buena
preestablecido22, “… sino que es un principio de fe representa así uno de los principios basilares de
solidaridad contractual que se específica en dos as- nuestro ordenamiento social, y el fundamento ético
pectos fundamentales, el de la salvaguarda (hacer lo que se le reconoce encuentra correspondencia en la
posible para proteger el interés de la contraparte dentro idea de una moral social activa que se pone más
de los límites de un sacrificio apreciable), y el de la allá de los confines tradicionales de las buenas
lealtad”23. Particularmente, en lo que corres‡ costumbres”ÓÇ ­˜i}Àˆ>ÊvÕiÀ>Ê`iÊÌiÝ̜®° Des‡
ponde a la interpretación de los contratos, pués de resaltarse la imposibilidad de dotar a
la buena fe tiene importancia en lo relativo la buena fe de un contenido preestablecidoÓn
al segundo aspecto resaltado (la lealtad), y de reseñarse la dificultad para entenderse
lo cual, impone a los contratantes: “a. No a nivel jurisprudencial el significado y el
suscitar una confianza falsa; b. No especular con alcance de dicho principioә; el profesor
esa falsa confianza, y además, c. No desconocer la señala que la exigencia de encontrar una
confianza razonable generada en la contraparte”Ó{° noción de buena fe que tenga un “valor real
En lo que se refiere al último literal referido práctico” ha llevado a la doctrina a limitar
a la lealtad, el autor agrega que, “La confianza el concepto de este principio en materia de
razonable de una parte se determina según lo que la obligaciones, “… para traducirlo en términos de
otra parte haya hecho entender, por medio de las de- lealtad que impone entre los participes de una relación

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


64 $!.)%, !,%*!.$2/ -/.2/9 #%,9

determinada, y que se específica como respeto de >Ê >ÀÌ>Ê`iÊ™£]Ê>ÊÌ>Ê«Õ˜ÌœÊµÕiʏ>ÃÊÀi>Vˆœ˜iÃÊ


la confianza recíproca depositada”Îä. (negrilla jurídicas que surjan a su amparo no podrán
vÕiÀ>Ê`iÊÌiÝ̜®° «>À̈ÀÊ`iÊÃÕ«ÕiÃ̜ÃʵÕiʏœÊ`iÃVœ˜œâV>˜°
Para el caso de nuestro país, el principio
de buena fe impregna prácticamente cual‡ En el diario acontecer de la actividad privada,
quier campo del derecho; si bien éste ya se las personas que negocian entre sí suponen
encontraba inmerso en el ordenamiento ciertas premisas, entre las cuales está preci-
jurídico incluso desde la promulgación del samente el postulado que se enuncia, pues
Código Civil31, solamente con la actual pensar desde el comienzo en la mala fe del
Constitución es que éste postulado adquie‡ otro sería dar vida a una relación viciada”Î{°Ê
re una naturaleza superior, tal como lo ha (Negrilla fuera de texto)
indicado la Corte Constitucional:
De una manera, un poco más precisa, la ju‡
“… la buena fe ha pasado de ser un principio risprudencia arbitral en Colombia, tomando
general del derecho para convertirse en un Vœ“œÊL>ÃiʏœÊiÃÌ>LiVˆ`œÊ«œÀÊ>Ài˜âÊ­£™xn®]Ê
«œÃÌՏ>`œÊVœ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>Ê­ °*°]Ê>ÀÌ°Ênή°Ê ÃÌiÊ ha entendido el mismo principio de buena
trascendental principio exige de los parti- fe en materia de contratos, en el siguiente
culares y de las autoridades ceñirse en sus sentido:
actuaciones a una conducta honesta, leal
y acorde con el comportamiento que pue- “El principio de la buena fe desarrolla su fuer‡
de esperarse de una persona correcta (“vir za en una triple dirección: a) en primer lugar,
Lœ˜Õû®°Ê>ÊLÕi˜>ÊviÊÃÕ«œ˜iʏ>Êi݈ÃÌi˜Vˆ>Ê se dirige al deudor, con el mandato de cum-
de una relación entre personas y se refiere plir su obligación, ateniéndose no sólo a la
fundamentalmente a la confianza, seguridad letra, sino también al espíritu de la relación
y credibilidad que otorga la palabra dada”32°Ê obligatoria correspondiente y en la forma
(Negrilla y subrayas fuera de texto) en que el acreedor pueda razonablemente
esperar de él; b) en segundo lugar, se dirige
Ê>À̉VՏœÊnÎÊ-Õ«iÀˆœÀÊÀiviÀi˜Vˆ>`œ33, está al acreedor, con el mandato de ejercitar
concebido de tal manera que exige tanto el derecho que le corresponde, actuando
de los particulares como del mismo Estado según la confianza depositada por la otra
cierto tipo de comportamiento que deben parte y la consideración altruista que esta
imperar en todas y cada una de las relacio‡ parte pueda pretender según la clase de
˜iÃʍÕÀ‰`ˆV>Ã°Ê ˜ÊiviV̜]Ê`i>˜`œÊ`iʏ>`œÊ vinculación especial existente, y c) en tercer
la exigencia impuesta en relación con las lugar, se dirige a todos los participantes de la
actuaciones de la administración (lo cual relación jurídica en cuestión, con el mandato
no es objeto del presente trabajo), la misma de conducirse como corresponda en gene-
Corte, al pronunciarse sobre el contenido de ral al sentido y finalidad de esta especial
la norma indicada expresó que: vinculación y a una conciencia honrada”35°Ê
(negrilla fuera de texto)
“El principio de la buena fe se erige en arco
toral de las instituciones colombianas dado el De las citas doctrinarias y jurisprudenciales
especial énfasis que en esta materia introdujo que acabamos de señalar, tres son los aspec‡

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


Análisis económico de la buena fe en el derecho de contratos 65

tos que estimamos relevantes para nuestros obedece a una regla, una exigencia impues‡
efectos; primero, la función de la buena ta por el ordenamiento jurídico más que a
fe como una regla que exhorta, que exige la naturaleza misma de los individuosÎn, lo
cierto tipo de comportamiento por parte cual puede llevarnos a casos, en los cuales,
de las partes en la vida del contrato, y que mientras la racionalidad económica nos im‡
de hecho se incorpora como una cláusula pulsa hacía un extremo, el actuar de buena
contractual sin importar que las partes lo fe nos impulsa hacía otro, en la sección que
establezcan explícitamente o no; segundo, sigue, trataremos de integrar ésta particular
nos interesa la buena fe, como “suposición” Vœ˜ÌÀ>`ˆVVˆ˜°
de comportamiento de los contratantes de‡
terminada o no por la exigencia normativa 6°Ê, "   Ê " $ ]Ê
de la misma36, y tercero, la alusión explícita   Ê9Ê 1 Ê Ê " /, /1\Ê
a la “confianza” entre las partes en el contra‡ ¿CONCEPTOS DE DIFÍCIL INTEGRACIÓN?
to como parte fundamental del concepto de
>ÊLÕi˜>Êvi°Ê,iëiV̜Ê`iÊjÃÌiÊ֏̈“œÊ«Õ˜ÌœÊ Con base en lo planteado hasta este momen‡
y retomando lo indicado particularmente to, en esta sección trataremos de responder
por BIANCAÊ­ÓääÇ®]Ê«>ÀiViʈ“«œÃˆLiÊ«œ`iÀÊ a dos importantes cuestiones, por un lado,
hablar de buena fe en materia contractual entender cómo se integra la función del
sin desprenderla del deber de lealtad y la derecho de contratos propia del AED refe‡
confianza reciproca entre las partes, con‡ rente a la “interpolación de términos eficientes en
ceptos que en mayor o menor medida dotan los contratos” y la “interpolación del principio de
a aquella de algún tipo de contenidoÎÇ y que buena fe en los contratos”; y por otro lado, tratar

!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
de hecho, sin ellos, muy poco quedaría de la de integrar, la suposición de la racionalidad

$%, $%2%#(/
LÕi˜>Êvi°Ê ÃÌ>ʈ`i>ÊiÃʓÕÞʈ“«œÀÌ>˜ÌiÊ«>À>Ê maximizadora de los individuos y la exigen‡
nuestros efectos, pues constituye, aunque cia de comportamiento de buena fe de los
aún no sea evidente, uno de los puentes que Vœ˜ÌÀ>Ì>˜Ìið
nos llevará a hilar consistentemente la pre‡ En la segunda parte de este trabajo indi‡
sente perspectiva tradicional del derecho camos que uno de los propósitos que debe
con los postulados propios del AED° perseguir el derecho de contratos desde la
Antes de proseguir a la siguiente parte perspectiva del AED, es precisamente que
de este artículo, estimamos pertinente re‡ aquel propugne por interpolar términos,
saltar que, al finalizar la sección anterior in‡ cláusulas contractuales que creen mayores
dicamos que el principal instrumento sobre excedentes en beneficio de quienes parti‡
el que está construido el AED, lo constituye cipan activamente en el contrato, así si los
precisamente el modelo de la elección ra‡ términos por omisión (los establecidos en
cional, el cual en efecto, no está soporta‡ las normas) llenan las lagunas contractuales
do en ningún tipo de exigencia normativa, de manera eficiente, entonces ello puede,
como si sucede con el comportamiento de potencialmente, reducir los costos de tran‡
LÕi˜>Êvi°ÊÊ«>ÀiViÀ]ʓˆi˜ÌÀ>Ãʏ>ÊVœ˜`ÕVÌ>Ê sacción y por tanto, incrementar la utilidad
racional maximizadora obedece a la misma o beneficio de las partes que participan ac‡
naturaleza humana, la conducta de buena fe ̈Û>“i˜ÌiÊi˜ÊiÊVœ˜ÌÀ>̜°
(particularmente en materia de contratos)

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


66 $!.)%, !,%*!.$2/ -/.2/9 #%,9

Otra función del derecho de contratos, promesa) a realizar mayores inversiones en


defendida particularmente por COOTER y procura de incrementar sus excedentes, del
ULENÊ­£™™n]Ê«°ÊÓxä®ÊÞʵÕiÊȓ«i“i˜Ìiʈ˜‡ mismo modo, el incremento en la confianza
dicamos en la segunda parte es la relativa a puede hacer más costoso para éste último el
“asegurar una confianza óptima entre los contratan- incumplimiento contractual; en este orden
tes”°Ê œÊiÃÊ`ˆv‰VˆÊ`i`ÕVˆÀʵÕiʓˆi˜ÌÀ>Ãʏ>ÊVœ˜‡ de ideas, COOTER y ULENÊ­£™™n]Ê«°ÊÓxä®Ê
fianza excesiva puede llevar al individuo, en indican que “Piénsese en la confianza depositada
algunos casos, a actuar “negligentemente”Ι; en una promesa como un juego que incrementa la
la confianza reducida, o la desconfianza, ganancia derivada del cumplimiento y la pérdida
podría llevar a los individuos fatídicamen‡ derivada del incumplimiento”{£.
te a no contratar, en cualquiera de los dos No queremos extendernos demasiado
iÝÌÀi“œÃÊ >LÀ?ʈ˜iwVˆi˜Vˆ>°ÊÊ“>À}i˜Ê`iÊ en lo relacionado con la confianza desde
ello, para explicar concretamente a que se la perspectiva del AED{Ó; lo que queremos
refieren los autores citados respecto de la resaltar es que una confianza baja en el cum‡
“confianza”, éstos proponen un singular plimiento de las obligaciones contractuales,
ii“«œÊ­«°ÊÓә®Êi˜ÊiÊVÕ>]Ê՘Ê>}ÀˆVՏ̜ÀÊ reduce las pérdidas del acreedor en caso de
responde a un anuncio publicitario en el que incumplimiento, pero a su vez, reduce las
se ofrece “un medio seguro para exterminar ganancias en caso de cumplimiento; del
los saltamontes”, enviando al ofertante el mismo modo, un nivel de confianza alto
valor solicitado en el anuncio y a vuelta de por parte del acreedor, incrementa sus ga‡
correo aquel recibe dos bloques de madera nancias en caso de cumplimiento, y a su
con las instrucciones: “Coloque al saltamontes en vez, incrementa las pérdidas en caso de
el bloque A y aplástelo con el bloque B”. ˆ˜VՓ«ˆ“ˆi˜Ìœ°Ê/i˜ˆi˜`œÊi˜ÊVÕi˜Ì>ʵÕiÊ
Los autores citados expresan –en nuestra de los dos extremos (exceso de confianza o
opinión– de una manera mucho más clara déficit de confianza) pueden resultar efectos
y manejable para el derecho de contratos negativos, entonces el derecho de contra‡
que, la confianza, “… es un cambio de posición tos debería crear los incentivos adecuados
del receptor de la promesa [acreedor] inducido por la para inducir la confianza óptima (que ni es
promesa, el cual incrementa el valor del cumplimien- excesiva ni es reducida), lo cual es eficiente
to para el receptor de la promesa”{ä. Para efectos (COOTER y ULENÊ£™™n]Ê«°ÊÓxä®°Ê
del ejemplo reseñado en el párrafo anterior, Teniendo en cuenta que en el evento de
indican que, “un medio seguro para exter‡ la confianza excesiva se incrementan las pér‡
minar los saltamontes” se torna mas valioso didas para el acreedor en caso de incumpli‡
para el agricultor, si por ejemplo, éste cons‡ miento del contrato, mientras en la confianza
truye un granero más grande para guardar reducida se reducen las ganancias en caso de
las cosechas adicionales, pero para poder cumplimiento (y estos son los lados negati‡
incrementar el valor de la prestación, el agri‡ vos de cada uno de los extremos); una mane‡
cultor deberá necesariamente “confiar” en ra adecuada para desincentivar la confianza
ÃÕÊVœ˜ÌÀ>«>ÀÌi°Ê “«iÀœ]Ê>ÉÊVœ“œÊ“>ޜÀiÃÊ excesiva, es precisamente interpolando tér‡
niveles de confianza en el cumplimiento de minos contractuales que busquen compensar
las obligaciones por parte del deudor pue‡ (pero no en exceso) al acreedor afectado por
den incentivar al acreedor (el receptor de la el incumplimiento “… solamente por las pérdidas

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


Análisis económico de la buena fe en el derecho de contratos 67

efectivas hasta un máximo igual a la pérdida derivada por elementales razones de eficiencia debe‡
de la confianza óptima y requiriendo que [el acreedor] ríamos tratar de controlar; optar por la regla
asuma todas las pérdidas adicionales causadas por contraria, la “buena fe”, reduciría entonces
la confianza excesiva”{Î. Del mismo modo, una eficientemente la cantidad de términos ex‡
manera eficiente de desincentivar la con- plícitos a considerar por las partes, así co‡
fianza reducida, es interpolando términos mo los costos de transacción, o lo que es lo
contractuales que lleven al acreedor a com‡ mismo, la buena fe constituye en efecto,
portarse de tal manera que no se abstenga un término de omisión eficiente°
de obtener las ganancias adicionales entre el Podemos concluir entonces que inter‡
nivel de confianza efectivamente desplegado polar en los contratos el principio de buena
y la confianza óptima; aparentemente, ello se fe, si es eficiente y además es concordante
podría lograr adecuadamente, interpolando con el supuesto de racionalidad individual
en los contratos la cláusula de comporta- que defiende el AED; en primer lugar, porque
miento de buena fe, o es que acaso, ¿habría permite graduar a un nivel óptimo, el nivel
otra mejor forma de hacerlo? de confianza que las partes deben depositar
Supongamos por un instante, aunque en el cumplimiento e incumplimiento de las
suene irreal, que el derecho no exigiese obligaciones contractuales, lo que les permi‡
de los contratantes un comportamiento de tiría maximizar en todos los casos, sus uti‡
buena fe, sino que simplemente permitiese ˆ`>`iÃʜÊLi˜iwVˆœÃÊiëiÀ>`œÃ°Ê ˜ÊÃi}՘`œÊ
las conductas de “mala fe”{{, acaso en este lugar porque, la existencia del principio de
evento, ¿Los individuos no responderían buena fe en el derecho de contratos, puede
al incentivo normativo incrementando su incentivar a los individuos “desconfiados”

!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
desconfianza por los demás?, acabamos de a contratar, lo cual también les permitiría

$%, $%2%#(/
decir que la desconfianza entre las partes “>݈“ˆâ>ÀÊ«œÌi˜Vˆ>“i˜ÌiÊÃÕÃʈ˜ÌiÀiÃiðʈ‡
«Õi`iʏiÛ>À˜œÃÊ>ʏ>ʈ˜iwVˆi˜Vˆ>°Ê*œÀʜÌÀ>Ê nalmente, porque la existencia del principio
parte, en este mismo caso ¿los contratantes de buena fe reduce los costos de transacción
no tenderían a incluir mayor cantidad de y constituye al mismo tiempo, un término
términos explícitos para controlar posibles `iʜ“ˆÃˆ˜ÊiwVˆi˜Ìi°Ê ˜ÊVÕ>µÕˆiÀ>Ê`iʏœÃÊ
comportamientos de “mala fe”?; recordemos casos enunciados, la decisión de los contra‡
que según la función primordial del derecho tantes parte precisamente de la racionalidad
de contratos defendida por COOTER y ULEN ˆ˜`ˆÛˆ`Õ>°
­£™™n®ÊÀi>̈Û>Ê>ʏ>Ê“minimización de los costos de
transacción de la negociación contractual mediante 4.1. Dos explicaciones alternativas
la provisión de términos de omisión eficientes”{x, los
contratantes se benefician cuando el dere‡ Consideramos que existe un par de expli‡
cho remplaza términos contractuales inefi‡ caciones complementarias o alternativas
cientes por términos de omisión eficientes{È; que sin abandonar en lo absoluto los crite‡
si el derecho permitiese la “mala fe” y dicha rios básicos del AED, nos permiten también
norma incentivara la inclusión de mayor justificar consistentemente la necesidad de
número de términos explícitos en los contra‡ seguir defendiendo el principio de buena
tos, entonces ello podría constituirse como fe como “norma de comportamiento” en
un generador de costos de transacción, que “>ÌiÀˆ>ÊVœ˜ÌÀ>VÌÕ>°Ê

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


68 $!.)%, !,%*!.$2/ -/.2/9 #%,9

Para efectos de la primera explicación profundidad el contenido de dicha función


alternativa, debemos resaltar que, según lo del derecho de contratos51, es suficiente
dicta la racionalidad individual, obtener una enunciar para nuestros efectos que, la racio‡
ventaja –permitida– de la contraparte en nalidad individual llevará a los contratantes
una situación contractual es generalmen‡ a rechazar aquellos acuerdos en los que
te, sino es que siempre, la única razón que perciben que sus contrapartes se comportan
lleva a realizar las transacciones; pero otra `iʓ>˜iÀ>ʺœ«œÀÌ՘ˆÃÌ>»ÊœÊ`iʺ“>>Êvi»°Ê Ê
cuestión diferente sucede cuando lo que hecho que el derecho incorpore implícita‡
incentiva dicha racionalidad es a compor‡ mente en los contratos una serie de términos
tarse de manera “oportunista”, ésta última Ì>iÃÊVœ“œÊ>ÊLÕi˜>ÊviÊÞɜʏ>Ê>ÕÃi˜Vˆ>Ê`iÊ`œ‡
situación sugiere “obtener una ventaja de la con- lo, ello desincentivaría precisamente dichos
traparte, pero desprendiéndose de ciertos principios y comportamientos oportunistas de las partes;
convicciones”{Ç, lo cual es equivalente a actuar por ello y con razón POSNERÊ­ÓääÇ]Ê«°Ê£ÈήÊ
de “mala fe” –el antónimo natural de nuestro indica basado en el criterio de racionalidad,
defendido principio de buena fe–{n°Ê ˜ÊiÃÌiÊ que “Nadie se colocaría voluntariamente a merced de
sentido lo ha entendido la jurisprudencia la otra parte, de modo que es razonable suponer que
nacional, cuando al referirse particularmente si las partes hubiesen pensado en la posibilidad de la
sobre esta cuestión, indicó: mala fe la hubiesen prohibido expresamente”52°
Si la “mala fe” en las actuaciones contrac‡
“En general, obra de mala fe quien pretende tuales puede entenderse –como acabamos
obtener ventajas o beneficios sin una sufi‡ de indicarlo– como un comportamiento
ciente dosis de probidad o pulcritud; vale “oportunista”, entonces disuadirlo a través
decir, si se pretende obtener algo no autori‡ del derecho es eficiente y maximiza los
â>`œÊ«œÀʏ>ÊLÕi˜>ÊVœÃÌՓLÀi°Ê iÃ`iʏÕi}œ]Ê ˆ˜ÌiÀiÃiÃʈ˜`ˆÛˆ`Õ>iÃÊ`iʏ>ÃÊ«>ÀÌiðʘ`Շ
toda persona trata de obtener ventajas en sus dablemente actuar de manera oportunista
ÌÀ>˜Ã>VVˆœ˜iðÊPero quien pretende obtener no es una circunstancia que aparece como
tales ventajas obrando en sentido contrario evidente para la contraparte, pues el éxito
a la buena costumbre, actúa de mala fe. de la actuación de “mala fe” depende en
El hombre de buena fe trata de obtener buena medida de que ésta no sea probada
ventajas, pero éstas se encuentran autori- œÊ>Ê“i˜œÃÊ`iÌiVÌ>`>Ê«œÀÊiÊœÌÀœ°Ê-ˆÊiÊ`i‡
zadas por la buena costumbre”{™°Ê­ i}Àˆ>Ê recho no disuadiera la “mala fe”, entonces
y subrayas fuera de texto) los individuos –partiendo de su racionali‡
dad– tendrían claros incentivos para com‡
Desde las perspectiva del AED, una de las portarse de esta manera; si se generalizase
funciones más importantes del derecho de dicha conducta, las contrapartes –afectadas
contratos según POSNERÊ­ÓääÇ]Ê«°Ê£ÈÓ®]ÊiÃÊ por los comportamientos de mala fe de sus
la de “… disuadir a los individuos de un comporta- pares– tendrían que invertir mayor cantidad
miento oportunista en relación con sus contrapartes `iÊÀiVÕÀÜÃÊ«>À>Ê`iÌiVÌ>À>°Ê œ˜ÌÀ>Àˆ>“i˜‡
contractuales, a fin de alentar la cronología óptima te, disuadir la “mala fe” puede evitar que se
de la actividad económica y (lo que es lo mismo) generalice éste comportamiento, lo que es
eliminar las costosas medidas de autoprotección”xä°Ê equivalente a incentivar los comportamien‡
No es objetivo de este trabajo describir a tos de “buena fe”, por lo que, los individuos

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


Análisis económico de la buena fe en el derecho de contratos 69

podrían invertir menores cantidades de re‡ de cumplimiento como un mecanismo “…


cursos (menos costos) para detectar la “mala para completar un contrato según los lineamientos
fe”53, pues se presumiría normalmente el que las partes habrían aprobado en el momento de la
Vœ“«œÀÌ>“ˆi˜ÌœÊVœ˜ÌÀ>Àˆœ° celebración del contrato”56.
Finalmente, para efectos de la segunda En síntesis, y para finalizar esta sección,
explicación alternativa, debemos resaltar llegamos a la conclusión de que tampoco
que cuando nos referimos en la sección es cierto que la maximización individual
tercera del presente artículo al contenido excluya el comportamiento solidario entre
de la buena fe, indicamos en su momento, los contratantes (componente del principio
citando a BIANCAÊ­ÓääǮʵÕiÊjÃÌiÊVœ˜Vi«ÌœÊ de buena fe), considerar lo contrario, según
encierra a su vez el principio de solidaridad lo que acabamos de exponer, puede llevar‡
contractualx{°Ê œÀ>]ÊÈÊi˜ÊÌjÀ“ˆ˜œÃʓÕÞÊ nos peligrosamente a no maximizar ni los
generales la “solidaridad” se entiende como intereses individuales ni los colectivos, lo
la “adhesión circunstancial a la causa o a la empresa VÕ>ÊiÃʈ˜iwVˆi˜Ìi°
de otros”55, entonces una clara forma de ser
solidario en el contrato es actuar en búsque‡ 6°Ê " 1-" -
da de la maximización de las ganancias de
todas las contrapartes que participan en el No pretendemos dedicar estas últimas lí‡
mismo; empero, al incrementarse éste tipo neas a presentar un resumen de las diversas
de ganancias en su conjunto, ello represen‡ conclusiones resaltadas en el texto, sino que,
ta una mayor ganancia colectiva –una torta para efectos de reafirmar la estrecha vincu‡
más grande si se quiere llamar– dentro de la lación que se puede deducir entre el prin‡

!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
cual, normalmente la porción de beneficios cipio de buena fe y los criterios básicos del

$%, $%2%#(/
œÊṎˆ`>`iÃʈ˜`ˆÛˆ`Õ>iÃÊÃÕiiÊÃiÀʓ>ޜÀ°Ê AED, deseamos finalizar el presente artículo
Obsérvese que en este caso aparentemente, realzando una llamativa peculiaridad res‡
en el derecho, el criterio de integración del pecto de la forma, los términos, el lenguaje
contrato, no debe establecer necesariamente con que, sin intención alguna de nuestra
quién es la parte (v.g. acreedor o deudor) parte, se suelen mostrar las argumentaciones
que debe salir triunfadora si se presenta una en relación con el comportamiento racional
disputa legal, simplemente se debería deci‡ maximizador como supuesto de la conducta
dir, dentro de un cúmulo de opciones, cuál de los individuos (el enfoque del AED), por
de ellas maximiza las ganancias colectivas un lado, y la norma de comportamiento
¿acaso esto no es eficiencia en el sentido relativa a la buena fe (el enfoque jurídico
de Pareto? Al respecto POSNERÊ­ÓääÇ]Ê«°Ê ÌÀ>`ˆVˆœ˜>®]Ê«œÀÊiÊœÌÀœ°
165), indica que los tribunales deben lidiar Cuando el ilustre profesor BENABENT,
permanentemente con el pensamiento eco‡ participó en las Jornadas Colombianas de
nómico de los contratantes y que éste es en la Asociación Henri Capitant, realizadas
efecto, el mejor procedimiento para deter- en la Universidad Externado de Colombia,
minar cómo habrían actuado los mismos°Ê en las que el tema central fue “El contrato:
Inspirado en RONALD COASE, afirma que, problemas actuales, evolución de cambios”, inició
los tribunales pueden emplear el interés su discurso relacionado con la buena fe, de
mutuo de las partes en minimizar los costos la siguiente manera:

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


70 $!.)%, !,%*!.$2/ -/.2/9 #%,9

“Ante todo quiero agradecer a los organiza‡ Todo individuo… ni pretende promover el
dores (…) por haber tenido además, (…) la interés público ni sabe cuánto lo está promo‡
elegancia de asignarme un tema que por su viendo… Lo único que busca es su propio
enunciado parece pertenecer al mundo de provecho y en éste, como en muchos otros
los sueños: ¿a quién no le gustaría hablar de casos, una mano invisible lo lleva a promover
la buena fe, sobre todo cuando la lectura del ՘Êw˜ÊµÕiʘœÊi˜ÌÀ>L>Êi˜ÊÃÕÃʈ˜Ìi˜Vˆœ˜iðʭo®Ê
programa en español evoca inevitablemente Al buscar su propio interés, promueve el de
para un francés la expresión “la bonna fée… la sociedad más eficazmente que si realmente
el hada buena?”xÇ° no pretendiera promoverlo”xn°

Esta particular introducción al discurso, Cuando uno compara lo indicado por BENA-
anudada a los términos utilizados recu‡ BENTÊ­ÓääÇ®ÊÞʏœÊˆ˜`ˆV>`œÊ«œÀÊSMITHÊ­£ÇÇÈ®]Ê
rrentemente por los juristas para describir no puede evitar preguntarse si en realidad se
la buena fe –resaltados especialmente en la están refiriendo a la naturaleza de un mismo
tercera parte del presente artículo– tales individuo ¿Cómo es posible que un mismo
como: la lealtad, la honradez, las buenas ser se comporte de manera leal, recta, jus‡
costumbres, la solidaridad, la ética en el ta, ética, solidaria y al mismo tiempo sea
comportamiento, entre otros; conceptos ese “odioso” ser que describe Smith? Una
éstos que tienden a engrandecer las virtudes posible respuesta al respecto es que, ni la
propias del ser humano; pueden contrastar‡ forma como los juristas tienden suponer o
se dicientemente con la forma como los eco‡ presumir (con razones consistentes) el com‡
nomistas suelen referirse al comportamiento portamiento de los individuos es del todo
racional maximizador, también propio del correcta, porque, la racionalidad individual
ÃiÀÊ Õ“>˜œ°ÊÊÀiëiV̜]ÊMANKIWÊ­£™™n]Ê«°Ê (egoísta), que también se puede suponer de
£{£®Ê >Vˆi˜`œÊ>Õȝ˜Ê>ÊÀiVœ˜œVˆ`œÊÌiÝÌœÊ la conducta de los individuos (con razones
de A DAM SMITHÊ`iÊ£ÇÇÈʺUna investigación también consistentes) los llevan a tomar
sobre la naturaleza y causas de riqueza de las na- decisiones en un sentido contrario al prin‡
ciones”, cita un fragmento que varios econo‡ cipio de “buena fe”; pero, tampoco es del
mistas citan incluso de memoria: todo cierta, la descripción de la naturaleza
del ser humano en la que suelen insistir los
“El hombre casi siempre tiene la ocasión economistasx™ y que de hecho, tal como
de recibir la ayuda de sus semejantes, y es lo anotamos, es el principal instrumento
inútil que la espere de su benevolencia del AED°Ê
solamente. Es más probable que lo consiga Aparentemente deberíamos conformar‡
si puede inclinar en su favor el egoísmo de nos con que en efecto, no se puede prede‡
ellos demostrándoles que les interesa hacer cir con absoluta certeza de qué manera se
lo que él les pideÊ­°°°®Ê œÊiÃʏ>ÊLi˜iۜi˜Vˆ>Ê comportaran los individuos, incluso cuando
del carnicero, del cervecero o del panadero realizan transacciones, pero ello sugiere que
la que nos procura el alimento, sino la con‡ tanto la visión de los juristas tradicionales
È`iÀ>Vˆ˜Ê`iÊÃÕÊ«Àœ«ˆœÊˆ˜ÌiÀjÃÊ­°°°®° y la visión de los economistas respecto del

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


Análisis económico de la buena fe en el derecho de contratos 71

comportamiento humano deben relajarse a BIANCA, CESSARE MASSIMO°ÊDerecho Civil III]ÊÓ°§Êi`°Ê


favor de la otra, la única opción que se nos i˜Êië>šœ]Ê `ˆÌ°Ê1˜ˆÛiÀÈ`>`Ê ÝÌiÀ˜>`œÊ`iÊ
ocurre, para cada uno de estas dos perspec‡ œœ“Lˆ>]Ê œ}œÌ?]ÊÓääÇ°
̈Û>ÃÊiÃ\Ê£°‡Ê*>À>ʏœÃʍÕÀˆÃÌ>ÃÊÌÀ>`ˆVˆœ˜>iÃ\Ê BULLARD, ALFREDO. “Lo que no mata engorda”,
Prestar mucha más atención a la forma como En: UC Berkeley, Latin American and Caribbean
los economistas pronostican que se com‡ Law and Economics Association (ALACDE) Annual
portan los individuos; el área del derecho Papers, Berkeley Program in Law and Economics [en
de contratos es un excelente escenario para ‰˜i>R°Ê­>Àâœ]ÊÓään®°ÊQVœ˜ÃՏÌ>`œÊiÊÓnÊ`iÊ
efectuar este tipo de acercamientos de las -i«Ìˆi“LÀiÊ`iÊÓä£äR°Ê ˆÃ«œ˜ˆLiÊi˜Ê ÌÌ«\ÉÉ
`œÃÊ`ˆÃVˆ«ˆ˜>ðÊÓ°‡Ê*>À>ʏœÃÊiVœ˜œ“ˆÃÌ>ÃÊÞÊ ÜÜÜ°iÃV œ>Àà ˆ«°œÀ}ÉÕVɈÌi“Éän£ÈÓ{ÃÈ
los defensores del AED: Modificar o al menos COOTER, ROBERT y ULEN, THOMAS°ÊDerecho y
relajar el modelo neoclásico de elección ra‡ Economía]Ê£°§Êi`°Êi˜Êië>šœ]Ê `ˆÌ°Êœ˜`œÊ`iÊ
cional (ER), el presupuesto del llamado Homo ՏÌÕÀ>Ê Vœ˜“ˆV>]Êj݈Vœ]Ê£™™n°
economicus, si es que acaso pretenden que los MANKIW, GREGORY°Ê*Àˆ˜Vˆ«ˆœÃÊ`iÊ Vœ˜œ“‰>°Ê£°§Ê
juristas los tomen “realmente” en serio; el i`°Êi˜Êië>šœ°Ê `ˆÌ°ÊVÀ>܇ˆÊÉʘÌiÀ>‡
admitir por ejemplo, el presupuesto de la “iÀˆV>˜>Ê`iÊ Ã«>š>]Ê>`Àˆ`]Ê£™™n°
racionalidad “limitada”Èä, noción, aparen‡ PINZÓN, MARIO°ÊAproximaciones al Análisis Eco-
temente mucho más cercana al modelo de nomico del Derecho.Ê£°§Êi`°]Ê `ˆÌ°Ê1˜ˆÛiÀÈ`>`Ê
comportamiento “real” de los individuos, ÝÌiÀ˜>`œÊ`iÊ œœ“Lˆ>]Ê œ}œÌ?]ÊÓä£ä°
podría ser una alternativa adecuada al res‡ POSNER, RICHARD°ÊEl Análisis Económico del Derecho,
«iV̜° Ó°§Êi`°Êi˜Êië>šœ]Ê `ˆÌ°Êœ˜`œÊ`iÊ ÕÌÕÀ>Ê
Vœ˜“ˆV>]Êj݈Vœ]ÊÓääÇ°

!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
6°Ê  ",Ê ROEMER, ANDRES°Ê>Ê«iÀëiV̈Û>ÊÌÀ>`ˆVˆœ˜>°Ê

$%, $%2%#(/
En: Introducción al Análisis Economico del
Textos iÀiV œ°Ê£°§Êi`°Ê `ˆÌ°Êœ˜`œÊ`iÊ ÕÌÕÀ>Ê Vœ‡
˜“ˆV>]Êj݈Vœ]Ê£™™{°
ARJONA, ANA MARIA y RUBIO, MAURICIO°Êº Ê>˜?‡ RUBIO, MAURICIO. Economía jurídica : Introducción al
lisis económico del derecho”, Rev. Precedente Análisis Económico del Derecho Iberoamericano]Ê£°§Ê
JurídicoÊ­Óä䣮° i`°]Ê `ˆÌ°Ê1˜ˆÛiÀÈ`>`Ê ÝÌiÀ˜>`œÊ`iÊ œœ“‡
BARCIA LEHMANN, RODRIGO°ÊœÃÊiviV̜ÃÊ`iʏ>ÃÊ Lˆ>]Ê œ}œÌ?]ÊÓääÇ°
obligaciones desde la perspectiva del análisis SCHÄFER, HANS-BERND y OTT, CLAUS°ÊManual
económico del derecho. En: Cuadernos de aná- de Análisis Económico del Derecho]Ê `ˆÌ°Ê/iV˜œÃ]Ê
lisis jurídico: Colección derecho privado, t. 1: Temas de >`Àˆ`]Ê£™™£
Responsabilidad Civil.Ê `ˆÌ°Ê1˜ˆÛiÀÈ`>`Ê ˆi}œÊ
*œÀÌ>iÃ]Ê->˜Ìˆ>}œÊ`iÊ ˆi]ÊÓää{° Jurisprudencia
BÉNABENT, ALAIN.Ê>ÊLÕi˜>Êvi°Ê ˜Ê\ÊEl contrato:
Problemas actuales, evolución, cambios.Ê `ˆÌ°Ê1˜ˆ‡ Centro de Arbitraje y Conciliación – Cámara de
ÛiÀÈ`>`Ê ÝÌiÀ˜>`œÊ`iÊ œœ“Lˆ>]Ê œ}œÌ?]Ê œ“iÀVˆœÊ`iÊ œ}œÌ?]Ê>Õ`œÊ>ÀLˆÌÀ>\ÊADRIA-
ÓääÇ° NA MARCELA SALCEDO ROMANOÊÛðÊJORGE
BETTI, EMILIO°ÊTeoría general de las obligaciones,Ê `ˆÌ°Ê ENRIQUE MATTOS BARRERO y EMIL EDUAR-
,iۈÃÌ>Ê`iÊ iÀiV œÊ*ÀˆÛ>`œ°Ê>`Àˆ`]ÊÌ°Ê I, DO ROMANO°ÊÀLˆÌÀœ\ÊPEDRO NEL ESCORCIA
£™È™° CASTILLOÊ`iÊÓ{Ê`iʜVÌÕLÀiÊ`iÊÓääÇ°

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


72 $!.)%, !,%*!.$2/ -/.2/9 #%,9

Centro de Arbitraje y Conciliación – Cámara de œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê/‡{ÎÇÊ`iÊ


œ“iÀVˆœÊ`iÊ œ}œÌ?]Ê>Õ`œÊ>ÀLˆÌÀ>\Ê >À>VœÊ ÓääÓÊ`iÊÎäÊ`iʓ>ޜÊ`iÊÓääÓ°Ê°*°ÊMANUEL
/iiۈȝ˜Ê-°°ÊÛÃ°Ê œ“ˆÃˆ˜Ê >Vˆœ˜>Ê`iÊ JOSÉ CEPEDA ESPINOSA°
/iiۈȝ˜°ÊÀLˆÌÀœÃ\ÊCONSUELO SARRIA OL- œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê/‡{ÈäÊ`iÊ
COS, JUAN PABLO CÁRDENAS MEJÍA y ERNESTO £xÊ`iʍՏˆœÊ`iÊ£™™Ó°Ê°*°ÊJOSÉ GREGORIO
RENGIFO GARCÍAÊ`iÊ£°¨ÊœVÌÕLÀiÊ`iÊÓääÓ° HERNÁNDEZ GALINDO°
Centro de Arbitraje y Conciliación – Cáma‡ œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê/‡{ÇxÊ`iÊәÊ
À>Ê`iÊ œ“iÀVˆœÊ`iÊ œ}œÌ?]Ê>Õ`œÊ>ÀLˆÌÀ>\Ê `iʍՏˆœÊ`iÊ£™™Ó°Ê°*°ÊEDUARDO CIFUENTES
Consorcio CCIM°ÊÛÃ°Ê Vœ«iÌÀœ°ÊÀLˆÌÀœÃ\Ê MUÑOZ°
CARLOS EDUARDO MANRIQUE NIETO, CARLOS œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê/‡ÈxÓÊ`iÊ
GUSTAVO ARRIETA PADILLA, WILLIAM NAMÉN £äʘœÛˆi“LÀiÊ`iÊ£™™n°Ê°*°ÊCARLOS GAVIRIA
VARGASÊ`iÊÓ{Ê`iʘœÛˆi“LÀiÊ`iÊÓääx° DÍAZ°
Centro de Arbitraje y Conciliación – Cáma‡ œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê/‡nänÊ`iÊ
À>Ê`iÊ œ“iÀVˆœÊ`iÊ œ}œÌ?]Ê>Õ`œÊ>ÀLˆÌÀ>\Ê £°cÊ`iʜVÌÕLÀiÊ`iÊÓääÇ°Ê°*°Ê­i®ÊCATALINA
Àœ}Õi˜>ÊEÊ ‰>°Ê-°°Êi˜ÊˆµÕˆ`>Vˆ˜°ÊÛÃ°Ê BOTERO MARINO°
ˆ`ÕVˆ>Àˆ>Ê œ«>ÌÀˆ>Ê-°°ÊÀLˆÌÀœÃ\ÊBERNARDO Corte Suprema de Justicia, Sentencia del 23 de
CARREÑO VARELA, STELLA VILLEGAS DE OSO- Õ˜ˆœÊ`iÊ£™xn°
RIO y RODRIGO LLORENTE MARTÍNEZ del 26 Corte Suprema de Justicia, Sentencia Sala de Ca‡
>}œÃ̜Ê`iÊÓääx° Ã>Vˆ˜Ê*i˜>°Ê,>`°ÊÓÓ{äÇÊ`iÊ£Èʓ>ÀâœÊÓääx°Ê
œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê ‡äÇ£Ê`iÊ °*°ÊÁLVARO ORLANDO PÉREZ PINZÓN°
ÎÊ`iÊviLÀiÀœÊ`iÊÓää{°Ê°*°ÊÁLVARO TAFUR
GALVIS°
œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê ‡£xäÊ`iÊ £Ê Lœ}>`œÊ1˜ˆÛiÀÈ`>`Ê`iÊœÃʘ`iÃÊ­™™½®]Ê Ã‡
pecialista en Derecho Contractual de la Uni‡
ÓxÊ`iÊviLÀiÀœÊ`iÊÓääΰÊ°*°ÊMANUEL JOSÉ
versidad Externado de Colombia y Maestría en
CEPEDA ESPINOSA° iÀiV œÊ Vœ˜“ˆVœÊ`iʏ>Ê1˜ˆÛiÀÈ`>`Ê`iÊ ˆi°Ê
œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê ‡{ä™Ê`iÊ Docente Investigador del Departamento de De‡
£ÇÊ`iʍ՘ˆœÊ`iÊÓä䙰Ê°*°ÊJUAN CARLOS HE- recho Económico de la Universidad Externado de
Colombia en temas de AED y Servicios Públicos
NAO PÉREZ°
œ“ˆVˆˆ>ÀˆœÃ°Ê œ˜Ì>V̜\Ê`>˜ˆi°“œ˜ÀœÞJÕi݇
œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê ‡x{{Ê`iÊ£cÊ ÌiÀ˜>`œ°i`Õ°Vœ
`iÊ`ˆVˆi“LÀiÊ`iÊ£™™{°Ê°*°ÊJORGE ARANGO ÓÊ œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>Ê ‡{ä™Ê`iÊ£ÇÊ`iÊ
MEJÍA° ՘ˆœÊ`iÊÓä䙰Ê°*°ÊJUAN CARLOS HENAO PÉREZ°Ê
œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê ‡ÈșÊ`iÊ También se puede verificar al respecto, aunque de
manera no tan marcada en relación a la función
ÓnÊ`iʍ՘ˆœÊ`iÊÓääx°Ê°*°ÊÁLVARO TAFUR social del derecho de contratos: Laudo arbitral:
GALVIS° Consorcio CCIM°Ê6Ã°Ê Vœ«iÌÀœ°ÊÀLˆÌÀœÃ\ÊCARLOS
œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê ‡ÇΙÊ`iÊ EDUARDO MANRIQUE NIETO, CARLOS GUSTAVO
Õ˜ˆœÊÓÎÊ`iÊÓään°Ê°*°ÊMARCO GERARDO ARRIETA PADILLA, WILLIAM NAMÉN VARGAS del
Ó{Ê`iʘœÛˆi“LÀiÊ`iÊÓääx]ʵÕiÊÜLÀiÊiÊ«Õ˜ÌœÊi˜Ê
MONROY CABRA° particular señaló particularmente que: “La Cons-
œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê ‡n{äÊ`iÊ titución Política, en efecto, habilita a los particulares para
™Ê`iÊ>}œÃ̜Ê`iÊÓä䣰Ê°*°ÊJAIME ARAÚJO determinar sus derechos mientras no esté prohibido por la
RENTERÍA° ley (C.P., art. 6º) La disposición de bienes y derechos no
solo es una potestad del particular sino una función social

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


Análisis económico de la buena fe en el derecho de contratos 73

(art. 58). Los contratos, son instrumentos para distribuir y en el cual se concedió la tutela solicitada por un
circular bienes y derechos, y por tanto, también están sujetos ciudadano en cuyo vecindario existía un terminal
a la regla de la autonomía de voluntad, con la restricción `iÊÌÀ>˜Ã«œÀÌi°Ê-i}֘ÊiÊv>œÊˆ˜`ˆV>`œ]Ê՘>Ê`iʏ>ÃÊ
del orden público y su función social (C.P., art. 60).” justificaciones que soportaron la decisión fue
3 En PINZÓN, MARIO°ÊAproximaciones al Análisis Eco- precisamente que, “… la empresa accionada utiliza
nomico del Derecho.Ê£°§Êi`°]Ê `ˆÌ°Ê1˜ˆÛiÀÈ`>`Ê ÝÌiÀ‡ el espacio público, de manera ilegítima y por fuera de lo
˜>`œÊ`iÊ œœ“Lˆ>]Ê œ}œÌ?]ÊÓä£ä°Ê«°ÊΣ]ÊiÊ>Õ̜ÀÊ contemplado en las normas pertinentes, para fines meramente
señala que el AED “… surge como una herramienta más privados —la realización de una actividad empresarial—”,
que puede ser utilizada a nuestro juicio, para dar un mejor lo cual anterior, no es otra cosa que argumentar
significado, a la ordenación económica que pretende alcan- que la presencia de externalidades negativas,
zar el derecho económico, lo cual se manifiesta en una mejor fueron determinantes para en este caso, optar por
argumentación de ideas entorno a diversas situaciones de or- la protección del derecho constitucional vulnera‡
den jurídico, económico, político y sociológico que se pueden `œ°Êˆ˜>“i˜Ìi]Êi˜ÊœÌÀœÃÊ«Àœ˜Õ˜Vˆ>“ˆi˜ÌœÃ]Êv.g.
presentar.”ʓ?ÃÊ>`i>˜ÌiÊiÊ“ˆÃ“œÊ>Õ̜ÀÊÃiš>>Ê­«°Ê œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê/‡ÈxÓÊ`iÊ£äÊ
151) que el AED “… es una herramienta incluyente que ˜œÛˆi“LÀiÊ`iÊ£™™n°Ê°*°ÊCARLOS GAVIRIA DÍAZ,
busca acercarse al análisis del comportamiento del indivi- se ha utilizado el término “externalidades” para
duo inmerso de un sistema jurídico dado, todo ello a partir matizar el equilibrio que debe existir entre razón
del uso de herramientas y supuestos de microeconomía y de económica y razón cultural, lo cual se ve agudi‡
economía del bienestar”° â>`œ]Ê«œÀÊii“«œ]Êi˜Ê✘>ÃÊ`iÊÀiÃiÀÛ>ÊvœÀiÃÌ>°
{Ê `i“?ÃÊ`iʏ>ʍÕÀˆÃ«ÀÕ`i˜Vˆ>ÊÞ>ÊVˆÌ>`>]ÊÃiÊ«Õi`i˜Ê 5 Definimos AED tradicional como sinónimo del
encontrar –con esfuerzo– alusiones expresas al AED ortodoxo o la misma Escuela de Chicago,
problema de las externalidades en otros fallos; v.g. En RUBIO, MAURICIO. Economía jurídica : Introducción
i˜Ê œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê ‡ÇΙÊ`iÊ al Análisis Económico del Derecho Iberoamericano]Ê£°§Ê
Õ˜ˆœÊÓÎÊ`iÊÓään°Ê°*°ÊMARCO GERARDO MON- i`°]Ê `ˆÌ°Ê1˜ˆÛiÀÈ`>`Ê ÝÌiÀ˜>`œÊ`iÊ œœ“Lˆ>]Ê
ROY CABRA, se indica que el Estado suele inter‡ œ}œÌ?]ÊÓääÇ°Ê«°ÊÓÈ]ÊÃiÊ`iÃVÀˆLiʏ>Ê>«ÀœÝˆ“>Vˆ˜Ê
venir en la economía precisamente para corregir tradicional del AED como “la aplicación directa de
las fallas del mercado, por ejemplo, “cuando ellas la microeconomía, y en particular de la teoría de precios

!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
repercuten de la posibilidad de alcanzar la finalidad social neoclásica, al análisis del sistema jurídico”, no es objeto

$%, $%2%#(/
implícita en la correcta prestación de los servicios públicos de este trabajo profundizar en las bases teóricas
domiciliarios”; dicho fallo señala que, cuando en un del AED tradicional, mucho menos en sus recu‡
mercado no se presentan los supuestos teóricos rrentes críticas, para un mayor detalle de esta
de la libre competencia, éste genera resultados in‡ aproximación recomendamos además de RUBIO
deseables que en mayor o menor medida resultan "«ÊVˆÌ°]Ê««°ÊÓ·ÓÇÆÊROEMER, ANDRES°Ê>Ê«iÀÇ
Vœ˜ÌÀ>ÀˆœÃÊ>Ê ÃÌ>`œÊ-œVˆ>Ê`iÊ iÀiV œ°Ê-iš>>ʏ>Ê «iV̈Û>ÊÌÀ>`ˆVˆœ˜>°Ê ˜\ʘÌÀœ`ÕVVˆ˜Ê>Ê˜?ˆÃˆÃÊ
Corte en este caso, citando lo ya enunciado en la Vœ˜œ“ˆVœÊ`iÊ iÀiV œ°Ê£°§Êi`°Ê `ˆÌ°Êœ˜`œÊ`iÊ
-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê ‡£xäÊ`iÊÓxÊ`iÊviLÀiÀœÊ`iÊÓääÎ°Ê ÕÌÕÀ>Ê Vœ˜“ˆV>]Êj݈Vœ]Ê£™™{°Ê««°Êx‡{äÆÊÞÊ
°*°ÊMANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA que “Esta PINZÓN, MARIO°Ê"«ÊVˆÌ°]Ê««°ÊÓLJ{£°
corporación ha analizado situaciones en las que se pone de 6 Cuando el texto utilicemos éste término o el
presente que, en determinadas oportunidades, una falla del “derecho tradicional”, o referenciemos a los “ju‡
mercado puede devenir en un problema constitucionalmen- ristas tradicionales” estamos haciendo alusión
te relevante. En efecto, la Corte se ha pronunciado sobre a los estudios sobre el derecho como ciencia y
asuntos relacionados con (…) externalidades, competencia los diversos autores (incluyendo los jueces), que
destructiva entre otros, en los que se muestra cómo, en ciertas no incorporan –al menos explícitamente– los
circunstancias, las fallas del mercado afectan los derechos elementos propios del Análisis Economico del
y valores consagrados en la Constitución, lo cual conlleva iÀiV œ°
a la necesaria intervención estatal para orientar el mercado ÇÊ COOTER, ROBERT y ULEN, THOMAS°ÊDerecho y Eco-
hacia condiciones de libre competencia y de asignación efi- nomía]Ê£°§Êi`°Êi˜Êië>šœ]Ê `ˆÌ°Êœ˜`œÊ`iÊ ÕÌÕÀ>Ê
ciente de bienes y servicios a todos los habitantes del territorio Vœ˜“ˆV>]Êj݈Vœ]Ê£™™n°Ê«°ÊÓ{£°
nacional.” Igualmente, y en similar sentido, ya se nÊ POSNER, RICHARD°ÊEl Análisis Económico del Dere-
había pronunciado la Corte Constitucional en cho, Ó°§Êi`°Êi˜Êië>šœ]Ê `ˆÌ°Êœ˜`œÊ`iÊ ÕÌÕÀ>Ê
-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê/‡{ÎÇÊ`iÊÓääÓÊ`iÊÎäÊ`iʓ>ޜÊ`iÊ Vœ˜“ˆV>]Êj݈Vœ]ÊÓääÇ°Ê«°Ê£È™°Ê ÃÌ>Êv՘Vˆ˜Ê
ÓääÓ°Ê°*°ÊMANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA, fallo se describe de manera muy similar a la forma en

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


74 $!.)%, !,%*!.$2/ -/.2/9 #%,9

que COOTER y ULENÊ­£™™n®ÊiÝ«ˆV>˜Ê>ÃÊv՘Vˆœ‡ £xÊ Ê>À̉VՏœÊÇnÊ`iʏ>Ê œ˜Ã̈ÌÕVˆ˜Ê*œ‰ÌˆV>ÊiÃÌ>Li‡


nes relacionadas con minimización de los costos ce, por ejemplo, la obligación legal de regular el
de transacción de la negociación contractual control de calidad de bienes y servicios ofrecidos
mediante la provisión de términos de omisión ÞÊ«ÀiÃÌ>`œÃÊ>ʏ>ÊVœ“Õ˜ˆ`>`°
eficientes y, corrección de las fallas de mercado 16 Vid. En BULLARD, ALFREDO. “Lo que no mata en‡
mediante la regulación de los términos de los gorda”, En: UC Berkeley, Latin American and Caribbean
Vœ˜ÌÀ>̜ð Law and Economics Association (ALACDE) Annual Pa-
™Ê COOTER y ULEN]Ê"«ÊVˆÌ°]Ê«°ÊÓxä° pers, Berkeley Program in Law and Economics°Ê­>Àâœ]Ê
£äÊ Ibid.]Ê«°ÊÓÈ£°Ê ˜ÊiÊ“ˆÃ“œÊÃi˜Ìˆ`œÊSCHÄFER, HANS- Óään®]ÊiÊ>Õ̜ÀÊ >ViÊ՘>ʈ˜ÌiÀiÃ>˜ÌiÊÀiyi݈˜Ê
BERND y OTT, CLAUS°ÊManual de Análisis Económico acerca de la importancia y la necesidad de que
del Derecho]Ê `ˆÌ°Ê/iV˜œÃ]Ê>`Àˆ`]Ê£™™£]Ê«°ÊÓÈ£]Ê existan productos de bajos precios y mala cali‡
indican que las normas dispositivas regulan los dad (productos basura) para efectos de mejorar,
términos contractuales sobre los cuales las partes «>À>`ˆV>“i˜Ìi]ÊiÊLˆi˜iÃÌ>ÀÊiVœ˜“ˆVœ°Ê i>ÀÊ
no han acordado expresamente algo, por lo tanto, de lado esta consideración, podría convertir a las
estas normas constituyen un punto de partida políticas públicas de protección al consumidor
para la formación de los contratos, cuanto más se en un arma contraria a los objetivos inicialmente
acerquen las normas a la voluntad de las partes, trazados, esto es, que podrían reducir antes que
menos necesario se torna modificarlas mediante aumentar los niveles de bienestar en la sociedad,
acuerdos expresos y por tanto, mayores serán los y además podría producir un efecto regresivo en
VœÃ̜ÃÊ`iÊÌÀ>˜Ã>VVˆ˜Ê> œÀÀ>`œÃ° >Ê`ˆÃÌÀˆLÕVˆ˜°
11 Resulta obvio en este caso que este tipo de cues‡ £ÇÊ RUBIO°Ê"«ÊVˆÌ°]Ê««°Ê{x‡{È°
tionamientos que se hacen los contratantes al £nÊ BIANCA, CESSARE MASSIMO°ÊDerecho Civil III°ÊÓ°§Êi`°Ê
momento de la celebración del contrato, supera i˜Êië>šœ]Ê `ˆÌ°Ê1˜ˆÛiÀÈ`>`Ê ÝÌiÀ˜>`œÊ`iÊ œ‡
los acuerdos sobre los elementos esenciales del œ“Lˆ>]Ê œ}œÌ?]ÊÓääÇ°Ê«°ÊxÓ{°Ê Ãʈ“«œÀÌ>˜ÌiÊ>V>‡
contrato, v.g. en la compraventa, haber estable‡ rar que, cuando el autor resalta este contenido de
cido las obligaciones entre las partes sobre la la buena fe lo hace una vez indicada la dificultad
ÌÀ>`ˆVˆ˜Ê`iʏ>ÊVœÃ>ÊÛi˜`ˆ`>ÊÞÊiÊ«ÀiVˆœÊ>Ê«>}>À° para que jurisprudencialmente se incorpore dicho
12 Se podría suponer inclusive la racionalidad de los principio en lo que corresponde a la “integración
contratantes aún si se asume que éstos descono‡ `iÊVœ˜ÌÀ>̜»°ÊÊÀiëiV̜]ÊÞÊÜLÀiÊjÃÌiʫ՘̜]ÊÃiÊ
cen el contenido exacto de los términos legales señalan dos posiciones contrarias; por un lado
o, si suponemos que el problema generado por el aquella que “… le resta valor al deber de buena fe y llega
vacío dejado en el contrato podría solucionarse incluso a negar que se trate de una obligación jurídica au-
por las partes a bajo costo durante la ejecución tónoma”, por otro lado, está la posición que tiende
del mismo sin necesidad de requerir la interven‡ a compartir el autor, la cual exalta precisamente
Vˆ˜ÊÕ`ˆVˆ>° la buena fe como “… uno de los puntos cardinales de
13 De acuerdo con ARJONA, ANA MARIA y RUBIO, la disciplina de las obligaciones”; no obstante a esta
MAURICIO°Êº Ê>˜?ˆÃˆÃÊiVœ˜“ˆVœÊ`iÊ`iÀiV œ»]Ê notable exaltación del principio, sigue el autor,
Rev. Precedente JurídicoÊ­Óä䣮ʫ°Ê£Óx]ÊVˆÌ>˜`œÊœÊ “… no se corresponden indicaciones claras sobre qué se deba
ˆ˜`ˆV>`œÊVœ“œÊiÀVÕÀœÊÞÊi`i“>Ê­£™™Ç®]ÊiÊ entender por buena fe o corrección”°
enfoque económico del derecho parte de tres £™Ê BÉNABENT, ALAIN.Ê>ÊLÕi˜>Êvi°Ê ˜\ÊEl contrato: Pro-
premisas fundamentales, todas ellas relacionadas blemas actuales, evolución, cambios.Ê `ˆÌ°Ê1˜ˆÛiÀÈ`>`Ê
con la eficiencia, dichas premisas son: “Uno, los ÝÌiÀ˜>`œÊ`iÊ œœ“Lˆ>]Ê œ}œÌ?]ÊÓääÇ°Ê«°Ê£{Ç°
individuos son racionales, en el sentido que maximizan su ÓäÊ Lˆ`°]Ê«°Ê£{Ç°
utilidad tanto en situaciones de mercado como en situaciones 21 BETTI, EMILIO°ÊTeoría general de las obligaciones,Ê `ˆÌ°Ê
de no mercado. Dos, los individuos responden a los incen- ,iۈÃÌ>Ê`iÊ iÀiV œÊ*ÀˆÛ>`œ°Ê>`Àˆ`]ÊÌ°ÊI]Ê£™È™°Ê
tivos de precios en los mercados y a los incentivos legales, «°££{°
que se pueden asimilar a los precios, en las situaciones de no ÓÓÊ ?ÃÊ>`i>˜ÌiÊiÊ>Õ̜ÀÊÃiš>>Ê­«°ÊxÓήʵÕiÊi˜ÊiviV‡
mercado. Tres, el sistema jurídico, y el impacto del derecho to “… la buena fe no impone un comportamiento con un
pueden y deben analizarse con base en el criterio de eficien- contenido preestablecido, pues ella, es más bien, una cláusula
cia”°Ê ˜Êȓˆ>ÀÊÃi˜Ìˆ`œÊvid°ÊROEMER, ANDRES°Ê"«Ê general que exige comportamientos diferentes, positivos u
VˆÌ°]Ê««°Ê£Î‡£{° omisivos, en relación a las circunstancias concretas de
£{Ê POSNER]Ê"«ÊVˆÌ°]Ê«°Ê£Èx° actuación de la relación”°

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


Análisis económico de la buena fe en el derecho de contratos 75

23 BIANCA, "«ÊVˆÌ°]Ê«°Ê{{{° en su primera acepción como el “Cumplimiento


Ó{Ê Ibid°Ê«°Ê{{{° de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y
25 Ibid°Ê«°Ê{{x hombría de bien.”, a su turno, fidelidad se define en
26 Ibid.Ê«°Ê{{x]Ê«ˆiÊ`iÊ«?}ˆ˜>° su primera acepción como sinónimo de lealtad,
ÓÇÊ Ibid.Ê«°ÊxÓΰ “observancia de la fe que alguien debe a otra persona.”, en
ÓnÊ Vid.Ê œÌ>ÊÓ£Ê>˜ÌiÀˆœÀ° una segunda acepción se define como “exactitud
Ó™Ê Vid.Ê œÌ>Ê£ÇÊ>˜ÌiÀˆœÀ° en la ejecución de algo.”°Ê*œÀÊÃÕÊ«>ÀÌi]ÊVœ˜w>˜â>ÊÃiÊ
ÎäÊ Ibid.Ê«°ÊxÓx°Ê՘Êi˜Ìi˜`ˆi˜`œÊ>ÊLÕi˜>ÊviÊ`iʓ>‡ define en su primera acepción como “Esperanza
nera estrecha con la idea de la lealtad, el autor firme que se tiene de alguien o algo.”, mientras, abuso de
resalta que esta aproximación, incluso, parece confianza se define como “Infidelidad consistente en
reductiva respecto de los contratos, “… pues el burlar o perjudicar a alguien que, por inexperiencia, afec-
respeto a la confianza depositada no puede ser suficiente to, bondad o descuido, le ha dado crédito.”. Se observa
para describir un principio que la legislación ha querido entonces nuevamente, una estrecha vinculación,
poner como fundamento de las vicisitudes contractuales eventualmente irrompible entre los conceptos de
y que expresa una exigencia superior a lógica del “estar la lealtad, la confianza y la buena fe (entendida
convenidos” y el de no engañar.” ésta dentro de los conceptos transcritos como
Î£Ê Ê>À̉VՏœÊÇșÊ`iÊ `ˆ}œÊ ˆÛˆÊiÃÌ>LiViʵÕi\Ê w`iˆ`>`®°Ê iw˜ˆVˆœ˜iÃÊ̜“>`>ÃÊ`iÊDiccionario de
“La buena fe se presume, excepto en los casos en que la ley la Real Academia de la Lengua]ÊÓÓ°§Êi`°]ÊÀiVÕ«iÀ>`>ÃÊ
establece la presunción contraria. En todos los otros, la mala iÊ£nÊ`iʜVÌÕLÀiÊ`iÊÓä£ä]Êi˜ÊÜÜÜ°À>i°ið
fe deberá probarse”. ÎnÊ -ˆÊLˆi˜]Ê`iÊ>}՘>ÃʘœÀ“>ÃÊÌ>iÃÊVœ“œÊ>À̉VՏœÊ
ÎÓÊ œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê/‡{ÇxÊ`iÊ ÇșÊ`iÊ `ˆ}œÊ ˆÛˆÊÞÊiÊ>À̉VՏœÊnÎÊ`iʏ>Ê ° °]Ê
әÊ`iʍՏˆœÊ`iÊ£™™Ó°Ê°*°ÊEDUARDO CIFUENTES se puede deducir claramente la buena fe, como
MUÑOZÆÊÀiˆÌiÀ>`>Êi˜Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê ‡äÇ£Ê`iÊÎÊ una exigencia normativa, una norma de compor‡
`iÊviLÀiÀœÊ`iÊÓää{°Ê°*°ÊÁLVARO TAFUR GALVIS; tamiento; cuando analizamos transversalmente
-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê/‡nänÊ`iÊ£°cÊ`iʜVÌÕLÀiÊ`iÊÓääÇ°Ê tanto la doctrina como la jurisprudencial citada,
°*°Ê­i®ÊCATALINA BOTERO MARINO; y Corte Su‡ descubriremos con facilidad, que no es del todo
«Ài“>Ê`iÊÕÃ̈Vˆ>°Ê-i˜Ìi˜Vˆ>Ê->>Ê`iÊ >Ã>Vˆ˜Ê*i‡ necesario que existan dichas normas jurídicas co‡

!.®,)3)3 %#/.¼-)#/
˜>°Ê,>`°ÊÓÓ{äÇÊ`iÊ£Èʓ>ÀâœÊÓääx°Ê°*°ÊÁLVARO mo condición para que los individuos se compor‡

$%, $%2%#(/
ORLANDO PÉREZ PINZÓN° Ìi˜Ê`iÊLÕi˜>Êvi°Ê«>Ài˜Ìi“i˜ÌiÊÞÊVœ“œÊÃiÊ«Õi`iÊ
ÎÎÊ Ê>À̉VՏœÊnÎÊ`iʏ>Ê ° °ÊiÃÌ>LiViʵÕi\Ê“Las ac- extraer de las citas efectuadas, no hay ninguna
tuaciones de los particulares y de las autoridades públicas razón contundente que nos permita deducir que
deberán ceñirse a los postulados de la buena fe, la cual se ante la ausencia de dichos preceptos normativos,
presumirá en todas las gestiones que aquéllos adelanten ante los individuos no se comportarían de buena fe; en
éstas”. todo caso, y aun asumiendo que esto último sea
Î{Ê œÀÌiÊ œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê/‡{ÈäÊ`iÊ£xÊ cierto, la buena fe “como supuesto de compor‡
`iʍՏˆœÊ`iÊ£™™Ó°Ê°*°ÊJOSÉ GREGORIO HERNÁN- tamiento individual”, se enfrenta al supuesto de
DEZ GALINDO° comportamiento relacionado con la “racionalidad
ÎxÊ >Õ`œÊ>ÀLˆÌÀ>\Ê >À>VœÊ/iiۈȝ˜Ê-°°Ê6Ã°Ê œ“ˆ‡ ˆ˜`ˆÛˆ`Õ>»°
ȝ˜Ê >Vˆœ˜>Ê`iÊ/iiۈȝ˜°ÊÀLˆÌÀœÃ\ÊCONSUELO Î™Ê œÊVÕ>ÊiÃÊVœ˜VœÀ`>˜ÌiÊVœ˜ÊœÊˆ˜`ˆV>`œÊ>˜Ìi‡
SARRIA OLCOS, JUAN PABLO CÁRDENAS MEJÍA y ER- riormente, en relación a la interpretación de los
NESTO RENGIFO GARCÍAÊ`iÊ£°¨ÊœVÌÕLÀiÊ`iÊÓääÓ°Ê contratos según BIANCAÊ­ÓääÇ]Ê«°Ê{{x®Êi˜ÊµÕi]Ê
Concepto reiterado en Laudo arbitral: Droguenal para determinar qué es la “confianza razonable”
EÊ ‰>°Ê-°°Êi˜ÊˆµÕˆ`>Vˆ˜°Ê6ðʈ`ÕVˆ>Àˆ>Ê œ«>‡ se hace uso de la “diligencia normal”, que puede
ÌÀˆ>Ê-°°ÊÀLˆÌÀœÃ\ÊBERNARDO CARREÑO VARELA, i݈}ˆÀÊVˆiÀ̜Ê̈«œÊ`iʺ«iÀˆVˆ>°
STELLA VILLEGAS DE OSORIO y RODRIGO LLOREN- {äÊ COOTER y ULEN°Ê"«ÊVˆÌ°]Ê«°ÊÓxä°
TE MARTÍNEZÊ`iÊÓÈÊ}œÃ̜Ê`iÊÓääx° {£Ê Ibid. «°ÊÓxä°
36 Vid.ÊÀÌ°ÊÇșÊ`iÊ `ˆ}œÊ ˆÛˆÊÞÊ>ÀÌ°ÊnÎÊ`iʏ>Ê {ÓÊ *>À>Ê՘>ʓ>ޜÀÊV>Àˆ`>`ÊÞÊ«Àœv՘`ˆ`>`ÊÜLÀiÊiÃÌiÊ
° ° tema, recomendamos acudir directamente a la
ÎÇÊ 6iÀˆwV>˜`œÊ>ÃÊ`iw˜ˆVˆœ˜iÃÊVœ˜ÊµÕiÊ՘œÊÕʜÌÀœÊ obra de COOTER y ULENÊ"«ÊVˆÌ°]Ê««°ÊÓxäÊ>ÊÓxx]Ê
concepto se abordan en el Diccionario de la Real incluyendo una explicación matemática relativa
Academia de la Lengua, se llega a una conclusión >ʏ>ÊVœ˜w>˜â>ʝ«Ìˆ“>Êi˜Ê««°ÊΣxÊ>ÊÎә°
ȓˆ>À°Ê ˜ÊiviV̜]ʏ>Êlealtad es definida en éste, {ÎÊ Ibid. «°ÊÓxΰ

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 


76 $!.)%, !,%*!.$2/ -/.2/9 #%,9

{{Ê *>À>Ê՘>Ê`ivˆ˜ˆVˆ˜Ê`iÊiÃÌiÊÌjÀ“ˆ˜œÊ`iÃ`iʏ>Ê xäÊ POSNER]Ê"«ÊVˆÌ°]Ê«°Ê£ÈÓ°


perspectiva del derecho tradicional, vid°Ê œÌ>Ê{ÇÊ 51 Para una explicación a fondo de la misma suge‡
«œÃÌiÀˆœÀ° rimos acudir directamente a la obra de POSNER
{xÊ Ibid. «°ÊÓ{£° ­ÓääÇ®]Ê"«ÊVˆÌ°Ê«°Ê£ÈäÊ>ÊÓÇä°
{ÈÊ Vid.Ê œÌ>ʙÊ>˜ÌiÀˆœÀ° 52 POSNER, "«ÊVˆÌ°Ê«°Ê£Èΰ
{ÇÊ Vid. "«œÀÌ՘ˆÃ“œ°Ê ˜ÊDiccionario de la Real Academia 53 Se resalta que la función principal del derecho de
de la Lengua]ÊÓÓ°§Êi`°]Ê`iw˜ˆVˆ˜ÊÀiVÕ«iÀ>`>ÊiÊ£nÊ contratos según POSNERÊ­£™™n®]Ê«Õi`iÊiÝ«ÀiÃ>ÀÃiÊ
`iʜVÌÕLÀiÊ`iÊÓä£ä]Êi˜ÊÜÜÜ°À>i°iðÊÓ°§Ê>Vi«Vˆ˜Ê también como la eliminación de costosas medi‡
`iÊÌjÀ“ˆ˜œ° das de autoprotección; al tener que invertirse
{nÊ ˜Ê>Õ`œÊ>ÀLˆÌÀ>\ÊADRIANA MARCELA SALCEDO por los contratantes menor cantidad de recursos
ROMANOÊ6ðÊJORGE ENRIQUE MATTOS BARRERO en la detección de la “mala fe”, ello desincentiva
y EMIL EDUARDO ROMANO°ÊÀLˆÌÀœ\ÊPEDRO NEL directamente la inversión en dichas medidas de
ESCORCIA CASTILLOÊ`iÊÓ{Ê`iʜVÌÕLÀiÊ`iÊÓääÇ]Ê autoprotección y ello nos conduce a la eficien‡
se indicó que “La mala fe se define más propiamente Vˆ>°
por su sentido contrario, que es la buena fe (bona fides), x{Ê Vid.Ê œÌ>ÊÓÓÊ>˜ÌiÀˆœÀ°
que conforme a antiguas precisiones de la Corte Suprema 55 Primera acepción del término según el Diccio‡
de Justicia, “indica que las personas deben celebrar sus ˜>ÀˆœÊ`iʏ>Ê,i>ÊV>`i“ˆ>Ê`iʏ>Êi˜}Õ>]ÊÓΰ§Êi`°]Ê
negocios, cumplir sus obligaciones y, en general, emplear ÀiVÕ«iÀ>`>ÊiÊ£nÊ`iʜVÌÕLÀiÊ`iÊÓä£ä]Êi˜ÊÜÜÜ°
con los demás una conducta leal (…) [probar la mala À>i°ið
fe] requiere prácticamente tener la certeza del mal obrar del 56 POSNER, "«ÊVˆÌ°Ê«°Ê£Èx°
contratante desleal,”°Ê*œÀʜÌÀ>Ê«>ÀÌi]Êi˜ÊiÊv>œÊ œÀÌiÊ xÇÊ BÉNABENT]Ê"«ÊVˆÌ°Ê«°Ê£{Ç°
œ˜Ã̈ÌÕVˆœ˜>°Ê-i˜Ìi˜Vˆ>ʘ°¨Ê ‡x{{Ê`iÊ£°cÊ`iÊ xnÊ MANKIW, GREGORY.Ê*Àˆ˜Vˆ«ˆœÃÊ`iÊ Vœ˜œ“‰>°Ê£°§Ê
`ˆVˆi“LÀiÊ`iÊ£™™{°Ê°*°ÊJORGE ARANGO MEJÍA, i`°Êi˜Êië>šœ°Ê `ˆÌ°ÊVÀ>܇ˆÊÉʘÌiÀ>“iÀˆ‡
ÀiˆÌiÀ>`>Êi˜Ê-i˜Ìi˜Vˆ>Ê ‡ÈșÊ`iÊÓnÊ`iʍ՘ˆœÊ`iÊ V>˜>Ê`iÊ Ã«>š>]Ê>`Àˆ`\Ê£™™n°Ê«°Ê£{£°
Óääx°Ê°*°ÊÁLVARO TAFUR GALVIS y Salvamento x™Ê Vid.Ê œÌ>Ê£ÈÊ>˜ÌiÀˆœÀ°
Parcial de voto de JAIME ARAÚJO RENTERÍA en Sen‡ ÈäÊ ÊÀiëiV̜]ÊÞÊÃi}֘ÊRUBIO°Ê"«ÊVˆÌ°Ê««°Ê{ȇ{n]Ê
Ìi˜Vˆ>Ê ‡n{äÊ`iÊ™Ê`iÊ>}œÃ̜Ê`iÊÓä䣰Ê°*°ÊJAIME existen una serie de críticas al enfoque económi‡
ARAÚJO RENTERÍA, se indicó que “La mala fe es el co, particularmente respecto de la acción racio‡
conocimiento que una persona tiene de la falta de fundamento nal, reconocidas incluso por la misma economía,
de su pretensión, del carácter delictuoso o cuasidelictuoso de las cuales, “… se podrían agrupar en tres categorías
su acto, o de los vicios de su título” (Vocabulario Jurídico, referentes a las limitaciones i. En la racionalidad (bounded
Henri Capitant, Ed. Depalma, Buenos Aires, p. 361)”. rationality); ii. En la voluntad y la estabilidad de las pre-
{™Ê œÀÌiÊ-Õ«Ài“>Ê`iÊÕÃ̈Vˆ>]Ê-i˜Ìi˜Vˆ>Ê`iÊÓÎÊ`iÊ ferencias, y iii. En el egoísmo.”
Õ˜ˆœÊ`iÊ£™xn°

#/. 4%84/ s 2%6)34! $% $%2%#(/ 9 %#/./-·! s . Ž  s 00   s 

También podría gustarte