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Introducción
2. Concepto
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En la apropiación ilícita, la capacidad de disposición del propietario resulta
afectada por el abuso de confianza, siendo precisamente este hecho el
que justifica la punibilidad del incumplimiento de la obligación de restituir. De no
concurrir tal abuso, no habría apropiación ilícita.
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Cabanellas[3], refiriéndose a la apropiación indebida —denominación que se tiene
en Argentina, que en el Perú equivale a la apropiación ilícita—, señala lo
siguiente: «incorporación, por acto espontáneo, de una cosa a nuestro
patrimonio, cuando se carece de derecho para ello».
[…] que el bien penalmente tutelado en este tipo delictivo, es también el derecho
que se tiene a entregar un bien para que sea usado conforme al ámbito de
disponibilidad que permite el título, ámbito de disponibilidad que puede coincidir
con una propiedad con limitaciones. La esencia de lo injusto radica en el ilegítimo
y abusivo incumplimiento, por parte del agente, de disponer del bien rebasando
los límites impuestos en el título.
Las figuras penales que presenta el Código Penal peruano de 1991 son las
siguientes:
Artículo 217.-
Artículo 345- Artículo 272.-
Apropiación o
Apropiación Apropiación y
retención retención indebidas.
indebida. Artículo 351.-
indebidas. Quien en perjuicio
Apropiación indebida.
de otro, se
El que se
El que teniendo apropiare o
apropiare de una El que se apropiare,
bajo su poder o distrajere dinero,
cosa mueble o un convirtiéndolo en su
custodia una cosa efectos o cualquier
valor ajeno, en provecho o en el de un
mueble ajena por otro bien mueble
provecho de sí o tercero, dinero u otra
título que que hubiere
de tercero y de los cosa mueble, que le
produzca recibido en
cuales el autor hubiera sido confiado o
obligación de depósito, comisión
tuviera la posesión entregada por cualquier
entregar o o administración, o
o tenencia título que
devolver la cosa o por cualquier otra
legitima y que importare obligación de
su valor, se causa que
implique la restituirla o de hacer un
apropiare de ella o produzca
obligación de uso determinado de ella,
no la entregare o obligación de
entregar o será castigado con tres
restituyere a su entregarlos o
devolver, será meses de prisión a
debido tiempo en devolverlos, será
sancionado con cuatro años de
perjuicio de otro, sancionado con
reclusión de tres penitenciaría.
será sancionado prisión de seis
meses a tres
con prisión de dos meses a cuatro
años.
a cuatro años. años y multa de
cien a tres mil
quetzales.
Puede ser cualquier persona que después de haber recibido el bien mueble, en
virtud de un título no traslativo de propiedad, es decir, que se transmita solamente
la posesión inmediata, tiene la obligación de devolverlo, entregarlo o darle un uso
determinado.
El sujeto activo debe haber entrado en posesión del bien apropiado con la
obligación de su posterior devolución o entrega, por lo que respecto del bien hay
dos momentos: uno lícito, que es la entrega en posesión legítima del bien, y el otro
ilícito, que es la no devolución, en la que existe el ánimo de apropiarse
indebidamente del bien[10].
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Es importante tener presente lo siguiente:
Es el titular de los bienes muebles (objeto del delito) y puede ser cualquier
persona física o jurídica.
Roy Freyre[13] señala que es sujeto pasivo en este delito la persona titular del
derecho real con quien debió cumplirse con la obligación de devolverle la cosa, o
la persona por cuenta de quien se asumió la obligación de entregar el bien mueble
a otro.
Víctima o sujeto del delito de apropiación ilícita será cualquier persona natural o
jurídica con la única condición de ser la propietaria del bien mueble, dinero o valor
entregado por título legítimo al agente, para después ser devuelto o entregado a
una tercera persona o hacer un uso determinado del bien[14].
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El núcleo del tipo está representado por el verbo «apropiar». Dicho verbo
constituye la esencia del delito de apropiación ilícita.
Quintano Ripollés[16] indica que conviene dejar bien sentado que el término
«apropiación» equivale a convertir algo ajeno en propio, pues debe entendérsele
como sinónimo de «adueñamiento», por lo que están eliminadas de la apropiación
indebida los usos abusivos y aun los dañosos que no presupongan el hacer suya
la cosa.
Por otro lado, solo se producirá la obligación de devolver algo que previamente lo
haya recibido, ya que si no se prueba que el sujeto activo lo haya recibido en
términos no violentos, entonces estaremos ante un delito de robo o hurto[19].
Debemos señalar que esta apropiación indebida debe recaer en un bien mueble,
dinero o un valor.
BIENES MUEBLES
5.- Los títulos valores de cualquier clase o los instrumentos donde conste la adquisición
de créditos o de derechos personales.
8.- Las acciones o participaciones que cada socio tenga en sociedades o asociaciones,
aunque a éstas pertenezcan bienes inmuebles.
9.- Los demás bienes que puedan llevarse de un lugar a otro.
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Por otro lado, la Ley de Garantía Mobiliaria, Ley 28677, en su artículo 2.4,
refiriéndose a bien mueble, precisa:
En el delito contenido en el artículo 190 del Código Penal, se considera como bien
mueble aquel objeto que importa o refleja un valor económico, es decir
cuantificable; pues, al ser éste un delito en que se realiza un apoderamiento del
patrimonio del sujeto pasivo a favor del sujeto activo, implica desmedro y un
beneficio económico respectivamente[21].
Cuando el artículo 190 del Código Penal se refiere a valor, debemos entender a los
objetos de comercio que contienen en sí mismos la expresión de su importe y
que representan determinadas sumas o intereses y, además, son materia de
contratación en bolsa.
[E]n lo que respecta a las referencias específicas que el tipo hace con respecto al
‘dinero’ y al ‘valor’, nos pronunciamos en el sentido de que ellas resultan
innecesarias puesto que pueden, perfectamente, ser comprendidas dentro de la
noción amplia de ‘bienes muebles’. Tal vez el fundamento de la referencia
específica y aparentemente diferenciada de tales bienes, se deba más bien a
criterios de prevención general, optando el legislador por señalarlos
indicativamente, para lograr un mayor impacto preventivo. Dinero es el medio de
cambio convencional, de curso forzoso, impuesto por el Estado, que siguiendo
una unidad patrón, se emplea para realizar las transacciones económicas. Por
‘valor’, debemos entender el concepto de título valor, que es el documento
convencional, que representa o contiene derechos patrimoniales, como por
ejemplo, las letras de cambio, cheques, pagarés, certificados de depósitos,
acciones, warrant, etc.
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El Código Civil regula el mandato, así como la gestión de negocios:
• Extensión del mandato. Artículo 1792. El mandato comprende no sólo los actos
para los cuales ha sido conferido, sino también aquellos que son necesarios para
su cumplimiento.
El mandato general no comprende los actos que excedan de la administración
ordinaria, si no están indicados expresamente.
• Gestión de negocios:
Definición. Artículo 1950. Quien careciendo de facultades de representación y sin estar obligado, asume
conscientemente la gestión de los negocios o la administración de los bienes de otro que lo ignora, debe
desempeñarla en provecho de éste.
Solidaridad en pluralidad de gestores. Artículo 1951. Cuando los actos a que se refiere
el artículo 1950 fueran asumidos conjuntamente por dos o más personas, la
responsabilidad de éstas es solidaria.
Obligaciones del dueño de los bienes o negocios. Artículo 1952. Aunque no hubiese
ratificación expresa, el dueño de bienes o negocios que aproveche las ventajas de la
gestión, debe cumplir las obligaciones que el gestor ha asumido por él en nombre
propio y hacerse responsable de ellas; reembolsar los gastos efectuados por el gestor
con los intereses legales generados a partir del día en que se han realizado; e
indemnizar los daños y perjuicios que haya sufrido el gestor en el desempeño de la
gestión.
La misma obligación le concierne cuando la gestión hubiese tenido por objeto evitar
algún perjuicio inminente, aunque de ello no resultase provecho alguno.
Responsabilidad del gestor. Artículo 1953. El juez apreciará las circunstancias que
indujeron al gestor a encargarse de la gestión para fijar la amplitud de su
responsabilidad, establecer el monto de los gastos que deban reembolsársele y fijar la
indemnización por los daños y perjuicios que hubiere sufrido en el desempeño de la
gestión.
Por otro lado, tenemos las consideraciones, que la doctrina penal ha desarrollado,
con respecto a lo que se señala como título en el Código Penal. Así, el maestro
sanmarquino Roy Freyre[27] considera que «el vocablo título significa aquí causa
o fundamento de las citadas obligaciones». Compartiendo su opinión, indica que
dichos títulos no pueden ser sino «aquellos dados por el derecho privado para
regular los contratos y regir los derechos reales, siempre que no tengan por objeto
la transferencia de la propiedad».
Habrá de ser todo título «jurídico», que convierte al sujeto activo en «depositario»,
«administrador» o «comisionista», dando lugar a un deber jurídico de devolución,
esto es, de restituir el bien mueble a su legítimo propietario[28].
Por otro lado, la obligación de entregar debe incumplirse respecto a una tercera
persona, es decir, alguien distinto al sujeto de quien recibió la cosa. En cambio,
la obligación de devolver se supone incumplida respecto a la misma persona que
cedió la cosa al agente[30].
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[…] Se aprecia del requerimiento fiscal obrante en los folios uno a nueve que se
imputa a la encausada doña Jalli Jannan Villareal [sic] López, que en su condición
de empleada de la empresa agraviada, Rinti S.A. -vendedora de productos
alimentarios para caninos y felinos- se apropió indebidamente del dinero que
cobró a clientes de esta empresa, ascendente a quince mil setenta y nuevo soles
con nueve céntimos (S/.15,071.09). Así, la imputada entregó a clientes de la
empresa comprobantes de pago en señal de acuse de recibo del dinero por los
productos vendidos sujetos a crédito, pero una vez efectuado el pago de estos a
ella, no le entregó las arcas de la referida empresa.
La decisión cuestionada:
La sentencia de vista del veintitrés de agosto del dos mil once, emitida por la
Primera Sala Penal Superior de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, la misma que revocó la sentencia emitida por el señor Juez del
Sexto Juzgado Penal Unipersonal de Chiclayo, que condenó a doña Jalli Jannan
Villarreal López, como autora del delito de apropiación ilícita, en agravio de la
empresa Rinti Sociedad Anónima y revocándola, la absolvió de los cargos
formulados en su contra.
[…] se sobreentiende que si la sentenciada fue una dependiente de la empresa agraviada, cuando los
clientes de ésta cancelaron sus deudas no lo hicieron con la intención que aquella entregara el dinero a
su principal, porque para ellos la cancelación se efectuó a la misma empresa, a través de la sentenciada;
en consecuencia respecto a ellos no se produjo ningún abuso de confianza ni perjuicio patrimonial;
siéndoles ajena la diferencia surgida entre la empresa agraviada y su dependiente, la sentenciada, por
tanto, no reconociéndose en la actuación de ésta, producto de la entrega del dinero, una obligación
impuesta, por su relación con los clientes de la empresa agraviada, de entregar a otro, hacer un uso
determinado o devolver dicho dinero; la acción imputada es atípica del delito de apropiación.
8.1. Es claro que cuando una persona entrega a otra un bien mueble como un
encargo específico, y éste último queda en calidad de depositario, (en custodia
legítima del bien), lo expolia y agrega a su dominio patrimonial, la víctima o sujeto
pasivo resulta siendo quien entregó la cosa.
8.2. Cuando la cosa mueble se entrega en pago al autorizado de facto o
formalmente (con conocimiento del acreedor conforme a las reglas del Código
Civil), el que paga se desliga del bien entregado y éste se incorpora a la esfera del
patrimonio (en propiedad) del antes acreedor, en cuyo nombre el agente cobrador
o recaudador lo recibió.
8.3. Es preciso distinguir entre el cajero que opera en la sede o domicilio del
acreedor, del recaudador que cobra en el domicilio del deudor o recibe en su
propio y particular domicilio el bien en pago total o parcial del crédito.
8.4. En los dos últimos casos, no es factible asumir que el recaudador sustrae los
bienes recibidos para apropiárselos —lo que es característico del hurto—, sino
que, simplemente decide quedárselos para sí, incumpliendo el deber de entrega al
propietario, cuya confianza defrauda.
8.6. No hay por tanto en el asunto sub júdice, ni vacío legal ni posibilidad de
aplicación del tipo de hurto, en cuyo caso extraordinario, tampoco cabría —como
lo señala el Ministerio Público en el presente proceso penal— una absolución;
ocurre que el tipo de apropiación indebida o ilícita, comprende como agraviado, en
principio, al dueño de la cosa apropiada, cuando éste fuera quien entrega, al
acreedor insatisfecho, en cuyo nombre el sujeto activo no recibe el bien, en los
casos de recibo de pago total o parcial, situación que la doctrina jurisprudencial
de la Corte Suprema de Justicia del Perú ha adoptado.
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Comentario:
• En el caso materia de casación, se tiene que la sentenciada se apropia
indebidamente del dinero recaudado, es decir, el monto de S/ 15,071.09, que no
le pertenece a la sentenciada, sino a la empresa agraviada.
• Se aprecia que, en forma ilegal, ilícita e indebida, el sujeto activo del delito
coloca dentro de la esfera de su patrimonio el dinero recaudado que conoce
perfectamente que es ajeno.
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5.4. Consumación
5.5. Pena
El artículo 190 del Código Penal, en su primer párrafo, establece que la pena
privativa de la libertad es no menor de dos ni mayor de cuatro años.