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Tema 2 naturaleza y cultura en el ser humano

Actividad 1:
- Debate ¿Crees que hay progreso en la evolución humana?
- Buscar por grupos signos en internet de evolución o retroceso.

– La antropología
La investigación que responde al esfuerzo por tratar de contestar estas preguntas ha
dado lugar al surgimiento de una disciplina específica que se dedica al estudio del ser
humano en todas sus facetas: la antropología. El término antropología procede del
griego, de los conceptos anthropos (ser humano) y lógos (estudio o conocimiento). La
antropología estudia el examen de la evolución biológica de nuestra especie, el estudio
de los distintos tipos de sociedades humanas, la comparación entre los distintos modos
de organización social, etcétera.
2. DIVISIÓN DE LA ANTROPOLOGÍA

Puede distinguirse entre una antropología de tipo filosófico y otra de tipo científico,
dependiendo del objeto y del método de aproximación al mismo:

● La antropología filosófica consiste en una investigación global sobre la


naturaleza humana, sobre nuestra identidad frente a los demás seres, intentando
definir, para ello, los rasgos esenciales del ser humano. Es una preocupación que
acompaña a la historia del pensamiento desde sus orígenes. El método de
trabajo de la antropología filosófica consiste en la reflexión a partir de los datos
proporcionados por las ciencias sociales (historia, sociología, economía, etc.) y
de las ideas generadas por el propio pensamiento filosófico a lo largo de su
historia.

● La antropología científica

1. La antropología física estudia los aspectos biológicos propios del ser humano;
es decir: el ser humano en tanto que organismo animal. Así, la antropología
estudia el ser humano en tanto que producto de la evolución biológica (estudia
los cambios experimentados por la especie desde su aparición en la prehistoria);
también describe las diferencias físicas observables entre los seres humanos y el
resto de homínidos; además, distingue entre las variedades físicas observables
entre los distintos grupos étnicos que componen la humanidad actual.

2. La antropología cultural estudia el origen, desarrollo, estructura y


características de la cultura humana, tanto en las sociedades pasadas como en
las actuales. Por cultura se entiende todo comportamiento aprendido en el marco
social: se estudian las estructuras políticas, sociales y económicas; las relaciones
de parentesco; los mitos y rituales religiosos; y la producción artística y técnica.
3.
3. CORRIENTES EXPLICATIVAS DE LA EVOLUCIÓN

Existen tres principales teorías que han intentado explicar la diversidad de las
especies, y por extensión dan explicación del origen del ser humano. Veámoslas aquí a
grandes rasgos:

a) El fijismo. Establece que las especies son inalterables: los hijos son iguales que
han sido los padres y esto es así desde que estas especies existen.

b) El creacionismo. Está vinculado a creencias y concepciones religiosas basadas en


relatos míticos transmitidos de forma oral o recogidos en textos sagrados. Establece
que las especies han sido directamente creadas por Dios. Los hindús afirman que
ha sido Brahma, los babilonios Marduk, los musulmanes Alá y los cristianos Dios.
Normalmente se ha combinado con el fijismo aunque hay algunos intentos de
combinarla con el evolucionismo.
3.1. TEORÍA DE LAMARK.

Defendida por Jean Bautiste Lamark (1.744-1.829). Parte de


una concepción sobre la vida y la Naturaleza: la vida progresa desde
los organismos visibles más pequeños hasta los vegetales y animales
más complejos para llegar finalmente al ser humano.

La idea fundamental para Lamark es que en busca del equilibrio


entre la especie y su medio los animales se adaptan a éste. Su teoría
se articula a partir de dos leyes fundamentales:

a) Ley del uso y desuso de los órganos. La función crea el órgano: si un animal que
usa frecuentemente un órgano, éste se fortifica y engrandece; si en cambio no lo
usa, se debilita y empequeñece hasta poder hacerlo desaparecer.

b) Ley de la transmisión hereditaria de los caracteres adquiridos. Todo lo que la


Naturaleza hace perder o ganar a los individuos por la influencia del medio se
conserva a través de las generaciones, es decir, se hereda. Esta última idea hoy
sabemos que no es cierta pero hay que tener presente que en tiempos de
Lamark todavía no se había desarrollado las teorías de Mendel.

3.2. TEORÍA DE LA SELECCIÓN NATURAL.

Desarrollada por Charles Darwin (1.809-1.882) en su libro "El origen de las


especies" (1.859). Hace dos afirmaciones fundamentales:

1. No hay creación sino que las especies derivan unas de otras


por selección natural.

2. El ser humano no es sino el último representante del último


grupo de vertebrados: los primates. Supone un giro
copernicano en relación con la idea que el ser humano tenía
de sí mismo haciéndole perder la supremacía que se
concedía por encima del resto de los animales.

El proceso evolutivo se explica a partir de dos ideas:


1. La lucha por la existencia. La velocidad a la que se multiplican los animales es
mayor que la que determina el aumento de los alimentos. Esto hace que éstos
entren en competencia entre sí y también con otras especies por los alimentos.

2. La supervivencia del más apto. Se denomina selección natural aquel proceso


mediante el cual en esta competencia sólo consiguen sobrevivir los más aptos,
aquellos que tienen cierta ventaja adaptativa frente a los demás o frente a otras
especies. El que sea una ventaja adaptativa o no depende del medio concreto.

3.3. TEORÍA SINTÉTICA.

Desarrollada por T. Dobzhansky, E. Mayr y G. Simpson a finales del siglo XX


sintetiza las teorías de Darwin con la genética de Mendel. También tienen en cuenta las
últimas aportaciones de otras ciencias como la paleontología, biología molecular,
zoología, botánica o geología.

Explica el proceso evolutivo a partir de dos mecanismos:

1. La variabilidad genética. La recombinación genética y de las mutaciones


(variaciones espontáneas hereditarias aparecidas por azar) crean
combinaciones nuevas de las heredadas de los progenitores. Esto explicaría la
aparición de individuos con características nuevas.

2. La selección natural. Que actúa sobre esa variabilidad seleccionando aquellos


individuos que puedan tener una característica nueva que según el medio
resulte una ventaja adaptativa. Éstos tendrán más probabilidades de sobrevivir y
dejar descendencia.
4. EL GÉNERO HOMO Y SUS ESPECIES: HABILIS, ERECTUS Y SAPIENS

El género Homo aparece aproximadamente hace 3 millones de años. Su


antepasado, dentro de la familia de los homínidos, es el Australopithecus afarensis.
El género Homo presenta en su evolución varias especies que, en líneas generales, se
suceden unas a otras: el Homo habilis primero, el Homo erectus después y,
finalmente, el Homo sapiens.

Con las reservas que impone la escasez de datos y el carácter fragmentario de


nuestros conocimientos, podemos afirmar que el proceso de hominización entra en su
etapa final con el paso que va del Australopithecus al Homo habilis. Podemos
suponer igualmente que las diferencias entre los australopitécidos y los Homo habilis
serían inicialmente pequeñas, pero llevarían a una mejor adaptación de los Homo
habilis y eso hizo que se expandieran estos acarreando finalmente la extinción de los
australopitécidos. Junto a una mayor capacidad craneal (450 cc. en el Australopithecus
afarensis, 550 cc. en el Australopithecus robustos, 750/800 cc. en el Homo habilis), los
Homo habilis desarrollaron nuevas habilidades técnicas como la fabricación
organizada de instrumentos (fabricación de herramientas de piedra -industria lítica-),
a la par que un sistema de comunicación (lenguaje) apto para transmitir información e
instrucciones, y una organización social más compleja y eficaz.

Al homo habilis sucedió otra especie, el Homo erectus, presente en África,


Europa y Asia, y que alcanzó una capacidad craneal entre 900/1000 cc., fabricó
herramientas, que también eran de piedra, pero que representaron un gran progreso
con respecto a las fabricadas por su predecesor. Con el homo erectus se produjeron
importantes innovaciones de carácter cultural, siendo dos de ellas especialmente
significativas para el futuro de la humanidad: 1) la aparición y difusión de la caza
mayor (con todo lo que esta supone en la mejora de los instrumentos y en desarrollo de
la comunicación, así como en la cooperación y organización sociales) y 2) el dominio
del fuego, las técnicas para producirlo y utilizarlo con vistas a la alimentación, a la
supervivencia y a la defensa.

Finalmente, se da el proceso de sapientización, es decir, el paso del Homo


erectus al Homo sapiens. Este proceso va acompañado de un mayor desarrollo del
cerebro (la capacidad craneal será ya de 1500 cc.) y va acompañado también de un
desarrollo paralelo en la técnica, en el lenguaje y en la organización social. Con el
proceso de sapientización aparecen y se consolidan ciertas características que serán
ya propias del ser humano actual. Una muy importante es la autoconciencia, la
conciencia de sí mismo: los miembros de la colectividad “descubren” su valor como
individuos y no meramente como miembros del grupo. Este fenómeno se refleja en
prácticas relacionadas con la muerte (que es siempre una experiencia individual):
sepulturas, ritos funerarios, etc. Seguramente, el desarrollo de la autoconciencia guarda
relación con el desarrollo del arte que tiene lugar en el Paleolítico superior.
La aparición del Homo sapiens tiene lugar aproximadamente hace 150.000
años. A lo largo de 100.000 años (desde hace 150.000 hasta 50.000 años) aparecen
distintos ejemplares de Homo sapiens arcaicos. El más conocido de estos es el
hombre del Neandertal (Homo sapiens neanderthalensis). Después aparece el
hombre de Cro-Magnon. Finalmente, hace aproximadamente 50.000 años, aparece el
Homo sapiens sapiens que es el último y definitivo representante de la humanidad.

Al Homo sapiens sapiens se debe la extensión de la humanidad a todos los


lugares del planeta (si exceptuamos la Antártida), primero a Australia desde Indonesia
y después a América a través del estrecho de Bering, hasta extenderse por todo el
continente de norte a sur. A él también se debe la gran revolución del Neolítico. La
revolución del Neolítico tuvo lugar alrededor del año 7000 a. C., gracias a ella se
produjo la transformación cultural más espectacular y definitiva de la humanidad. El
acontecimiento fundamental en la revolución neolítica fue el descubrimiento de la
agricultura y la ganadería, que sustituyeron a la recolección y la caza, y permitieron el
paso de una vida nómada basada en una economía de recolección (pesca, caza, frutos
silvestres) a una vida sedentaria basada en una economía de producción. La agricultura
y la ganadería dieron lugar a fenómenos socioculturales radicalmente nuevos, tales
como: la urbanización (asentamiento de poblaciones), el crecimiento demográfico,
nuevas formas de intercambio económico (que finalmente se orientarían al mercado
y al dinero), organización social estratificada, transición hacia formas estatales de
organización política (con la creación de ejércitos, de funcionarios, etc.), realización
de importantes obras públicas, etc. La revolución neolítica ha sido decisiva en el futuro
desarrollo de la humanidad. Constituye el punto de inflexión más importante para la
especie humana. Ninguna revolución posterior puede comparársele, salvo -quizá- la
revolución industrial iniciada en Europa a partir del siglo XVIII y la revolución informática
y electrónica en la que actualmente nos encontramos.

El proceso de hominización

Algunos de los cambios morfológicos más importantes que supusieron la aparición de


los seres humanos son los siguientes:

● Posición erguida (bipedestación). Los antepasados del ser humano se


caracterizaban por la marcha bípeda, es decir, por caminar sobre los dos pies,
sin utilizar como apoyo las manos. La marcha erguida provocó una serie de
cambios anatómicos, entre los que se encuentran la pérdida de la prensión en los
pies, cambios en la curvatura de la columna, fortalecimiento del cuello…
Además, permitió la observación de mayores áreas de espacios naturales y la
liberación de las extremidades superiores.

● Liberación de las extremidades superiores. Caminar erguido sin utilizar las


extremidades superiores permitió que las manos se especializasen en funciones
distintas de la marcha: manipulación de objetos, la caza, la defensa o la
construcción. Las manos sustituyeron a la boca como órgano de defensa y de
trabajo, posibilitando la utilización e invención de toda clase de instrumentos.
Aunque para para manipular objetos es necesario poseer también una serie de
capacidades que dependen de la existencia de un cerebro desarrollado y
complejo

● Desarrollo cerebral. Entre el Australopithecus y nosotros, el cerebro triplica su


tamaño y se hace más complejo. Aunque no se conocen con exactitud las
causas que motivaron este aumento cerebral, muchos estudios coinciden en
destacar que la liberación de las manos pudo ser el estímulo de este desarrollo.
Cuanto mayor sea la pericia en el manejo y fabricación de objetos, mayor será la
capacidad para concebirlos. Y viceversa: a mayor capacidad cerebral, mayor
destreza manual. El desarrollo cerebral del ser humano fue el elemento que
posibilitó la aparición de las capacidades técnicas (de fabricar y utilizar
instrumentos para modificar el entorno y satisfacer sus necesidades) como
simbólicas (de crear y expresarse por medio de símbolos, signos que están en
lugar de otra realidad a la que representan y substituyen).

5. CUESTIONES EVOLUCIONISTAS

5.1. ¿Sentido o sin sentido de la evolución?

Hay quienes piensan que la casualidad y el azar no pueden explicar tan espectaculares
resultados y que la armonía interna del proceso debe estar regida por algún tipo de orden
interno. Se trata de la afirmación de la teleonomía: la existencia de una finalidad en la
evolución, es decir, un orden intencional que puede ser intrínseco a la propia naturaleza
(la mejora continua) o extrínseco (ordenado por algún agente externo).
En esta línea se sitúa el "principio antrópico", según el cual la naturaleza evoluciona para
posibilitar la aparición del ser humano, verdadero objetivo final de ese proceso. La teoría
de la evolución deja algunas preguntas abiertas: ¿por qué ha ocurrido?, ¿por qué de este
modo y no de otro?

5.2. DARWINISMO SOCIAL

El darwinismo social es una teoría que pretende aplicar los principios de la evolución
al desenvolvimiento de la historia social. De acuerdo con este enfoque, la
supervivencia del más apto o la selección natural sería visible en los movimientos
históricos, donde las sociedades han competido entre sí para prevalecer.

Esta teoría surgió a mediados del siglo XIX a partir de las especulaciones de Herbert
Spencer, fundado a su vez en Malthus y Lamarck. La aparición de la teoría de Darwin en
1859 le dio una aparente solidez y, evidentemente, mayor auge. Muy pronto, en 1877, los
postulados de Spencer encontraron la refutación de Joseph Fisher, quien fue la persona
que acuñó el término “darwinismo social”.

Para los defensores de esta teoría, la historia puede ser estudiada a partir del paradigma
de la evolución. Es decir, sus teóricos plantean que las mismas leyes que aplican en la
naturaleza aplican en el orden social. Si las leyes de la naturaleza son la supervivencia
del más apto, la defensa de la propia vida y las leyes de la herencia, la sociedad ha de
comportarse de la misma forma.

Charles Darwin y el darwinismo social.

Aunque no queda claro si el propio Charles Darwin estaría convencido de la aplicabilidad


de esta teoría a la historia social, se sabe que este consideraba que la capacidad craneal
estaba relacionada con la inteligencia y que, al principio, pensaba que esto pudiera
explicar la supuesta "superioridad" de una raza o sexo sobre el otro.

Sin embargo, poco después de publicar El origen de las especies, Darwin publica La
filiación del hombre (1871), donde contradice este postulado. Allí estudia el
comportamiento social y comprende que, al contrario de lo que ocurre en la naturaleza, es
propio de la condición humana proteger y salvaguardar los eslabones más débiles de la
cadena, de manera que estos propagan también su propia naturaleza. Este tipo de
análisis acaba por distinguirlo de los defensores de la teoría del darwinismo social.

Polémica en torno al darwinismo social

A mediados del siglo XIX el capitalismo estaba en plena expansión en algunas naciones
como Inglaterra. Además, hacia fines de ese siglo se reafirmaba una nueva fase y forma
del imperialismo europeo. Por ende, esta teoría tuvo mucha aceptación en la sociedad
occidental, pues sirvió como justificación pseudocientífica para las campañas de
explotación, imposición y dominación sobre culturas foráneas, bajo el argumento de la
supervivencia del más apto.

Quienes refutaron estas teorías, señalaron su carácter infundado y la falta de estudios y


análisis rigurosos que pudieran sustentar tales planteamientos. En efecto, la teoría del
darwinismo social se esgrimió para argumentar la superioridad de la raza blanca sobre
otras, con base en la imposición de su dominio en el mundo. Su influencia es visible en la
formulación teórica del nazismo de Adolf Hitler y el fascismo de Benito Mussolini, así
como a los enfoques racistas, xenofóbicos, ultranacionalistas y neoimperialistas de
diferentes movimientos históricos.
2. LA NOCIÓN ANTROPOLÓGICA DE CULTURA

No obstante, a pesar de estas discrepancias, todas las definiciones


propuestas (y cualquier otra que pudiéramos proponer) coinciden en dos rasgos
esenciales de la cultura, a saber:

 Las reglas, hábitos y comportamientos culturales son aprendidos. Esto quiere


decir que la cultura no se transmite genéticamente, no forma parte de la herencia
biológica de la especie. Cada individuo debe aprender las pautas culturales de
conducta. De este modo queda establecida una oposición nítida entre lo natural
(lo recibido biológicamente, herencia genética) y lo cultural (lo aprendido).

 Cada individuo aprende las reglas culturales de otros individuos del grupo al que
pertenece. De ahí que la cultura sea un fenómeno social. Cada grupo social tiene
su cultura propia y característica. Este rasgo lleva a una concepción pluralista de
la cultura, en realidad, más que de “cultura” habría que hablar de “culturas”, en
plural.

2.1. NIVELES O SUBSISTEMAS INTEGRANTES DE TODA CULTURA

En este apartado, trataremos de sistematizar y clasificar todos estos elementos.


La mayoría de los estudiosos suelen distinguir tres subsistemas o niveles integrantes
de una cultura como sistema total. Una clasificación aceptable nos parece la que
distingue los siguientes niveles:
 Nivel técnico-económico. A este nivel corresponde el modo en que un grupo
social se relaciona con el medio, con el entorno. Comprende las formas de
producir cosas materiales (técnica, economía).
 Nivel socio-político. A este nivel corresponde el modo en que los individuos
de un grupo social se relacionan entre sí y con otros grupos sociales.
Comprende las formas de organización social (parentesco, familia, grupos,
organizaciones políticas).

 Nivel axio-ideológico. A este nivel corresponde el modo en que un grupo


social se relaciona con los fines últimos. Comprende las creencias, las
visiones del mundo, los valores y las normas.

No es casual que en todas las culturas aparezcan elementos de estos


tres niveles o subsistemas. En realidad, ellos se corresponden con las tres
referencias básicas de la vida humana, la cual se halla siempre referida al entorno
físico, a los otros seres humanos y al universo de los fines y los valores.

2.2 DIVERSIDAD CULTURAL

2.2.1. El Etnocentrismo.

Consiste en valorar el modo de vida de otras culturas tomando como referencia


los criterios de la nuestra. Es considerar que éstos son naturales, lógicos, buenos y que
siempre son mejores que los suyos que son antinaturales, absurdos, salvajes e
inferiores.

Esta actitud de incomprensión y desprecio de otras formas culturales ha llevado


en ocasiones a su extinción. Tenemos ejemplos históricos constantes en las invasiones
y las colonizaciones de unos pueblos por otros con la argumentación de su pretendida
superioridad y con la errónea idea de "civilizarlos".

El etnocentrismo es un error en el que nunca debemos caer para ello el enfoque


correcto para valorar y comprender otras culturas nos lo da el siguiente concepto:

2.2.2. El relativismo cultural.

Parte de la idea de que no hay valores universales, es decir, válidos para todo
tiempo, lugar y grupo humano, y que por lo tanto no se pueden comparar entre sí
distintas culturas en términos de inferioridad o superioridad. Cada cultura se ha de
analizar y valorar desde sus propios criterios, porqué cada cultura tiene sus propios
criterios internos según el contexto en el que se desarrolla.
De esta manera para juzgar correctamente el valor del avance tecnológico en el
texto anterior lo debemos hacer desde el contexto y los valores de esa cultura en
concreto, no desde los nuestros.

 Los riesgos del relativismo cultural.

Aunque es una buena arma contra el etnocentrismo hay también en él ciertos


riesgos. El afirmar que no hay valores universales puede llevar a afirmar que todo vale.
Hay un debate abierto sobre la intervención o no en otras culturas según su tipo
de prácticas y tampoco se puede confundir entender el contexto del que surgen con su
justificación o su mantenimiento (por ejemplo la infibulación en las tribus africanas).

Hay hechos que son negativamente valorados por muchas culturas: el genocidio,
la explotación de las personas, el maltrato y abuso de menores… Por lo tanto, se puede
concluir que, en cierto sentido y pese a las múltiples divergencias, hay respuestas de
validez universal en muchos principios éticos.

2.2.3. El pluralismo.

Implica aceptar la diversidad cultural, que cada cultura tiene sus propios valores
que hemos de comprender por diferentes que sean a los nuestros. Aceptar la diferencia
no implica que tengamos que hacer lo mismo que ellos simplemente respetar su
derecho a ser distintos.

- La riqueza de la diversidad cultural.

La podemos valorar en dos sentidos:

a) Relativiza nuestro modo de vida: nos hace reflexionar y relativizar nuestras


ideas acerca de nuestras costumbres, relaciones familiares, estructuras políticas,
económicas y sociales, y en general sobre nuestros valores. Nos hace ver que
nuestro modo de vida no es el único y que existen otras posibilidades o
alternativas.

b) Rompe el aislamiento cultural: todos los sistemas totalitarios intentan aislar


culturalmente a las personas e imbuirlos en el etnocentrismo. Tienen la
pretensión de que no se difunda más verdad que la suya y no se conozcan
realidades distintas a las que ellos imponen.
Una persona aislada (como ocurre también en las sectas) puede dar como
buenas e inevitables cosas que a nosotros nos parecen inaceptables, puede llegar a
creer que no puede haber otra realidad diferente de la que ella vive. Por eso el
conocimiento de otras culturas rompe ese aislamiento y hace entrar aire fresco que
muestra otras posibilidades (ha sido así siempre en la historia, el contacto entre culturas
siempre a enriquecido a ambas).

Los sistemas políticos que buscan la sumisión de las personas a un modo de


vida uniforme utilizan dos estrategias:

 Ocultar las otras culturas: Para que la gente no reflexione sobre sus
propias condiciones de vida. Si esto no es posible:

 Demonizarlas: es decir, aplicar el etnocentrismo, calificarlas como salvajes,


inferiores, corruptoras, decadentes…

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