Está en la página 1de 14

TANIA ORTEGA

FLORES
JENNIFER CALDERÓN
GARCÍA

“SISTEMA RENAL”

GRUPO: 401
¿QUÉ ES?
Conjunto de órganos que producen y eliminan la orina del cuerpo. El
sistema urinario se divide en dos partes: el sistema urinario superior
incluye los riñones y los uréteres (vías urinarias altas), y el sistema
urinario inferior incluye la vejiga y la uretra (vías urinarias bajas).
La importancia de la función renal en el manejo y depuración del
contenido hídrico del organismo, o en el mantenimiento del equilibrio
acido-base, ensombrece una actividad renal clave en el manejo del
homeostasis, que es la función endocrina renal. Esta función renal
presenta una doble vertiente, como órgano en el que se producen
hormonas con actividad exocrina y paracrina, pero también como pieza
fundamental que contribuye a la degradación de otras hormonas como
la insulina o la hormona paratiroidea.

FISIOLOGÍA:
1. GENERALIDADES SOBRE LA FUNCIÓN RENAL
Los riñones son órganos esenciales que, además de actuar a modo de
filtro eliminando productos metabólicos y toxinas de la sangre, participan
en el control integrado del líquido extracelular, del equilibrio electrolítico
y del equilibrio acido-básico. Producen hormonas como:
Hormona antidiurética (ADH). Como su nombre indica, la ADH inhibe
la secreción de agua y con ello la producción de orina al regular la
cantidad de aquaporinas permeables para la reabsorción de agua.
Cuando el cuerpo está sobrehidratado, desciende la osmolalidad del
líquido extracelular, y en paralelo, desciende la secreción de ADH en la
secreción por la hipófisis posterior. Como consecuencia, a nivel de
túbulos colectores, la actividad de las aquaporinas desciende y se
excreta más agua.
Aldosterona. La aldosterona actúa modulando la reabsorción del Na+
que ha llegado hasta la región terminal de la nefrona. De hecho, hasta
el 5% del Na+ filtrado puede ser reabsorbido gracias a la acción de la
aldosterona. La función de la aldosterona se relaciona con la regulación
de la presión arterial, para ejercer esta actividad, esta hormona que se
sintetiza en la corteza de las glándulas suprarrenales, tiene su efecto
principalmente en el riñón, específicamente a nivel del túbulo
contorneado distal y del túbulo colector donde se expresan receptores
de mineralocorticoides.
Hormona paratiroidea (PTH), también actúa a este nivel, aumentando
la reabsorción de calcio principalmente en el tubo contorneado distal.
La fisiología renal está ligada a la estructura del aparato excretor renal,
diseñada para mantener un flujo unidireccional. Este flujo hará que la
orina, que inicia su formación en los riñones, órganos principales del
sistema, pase a través de los uréteres a la vejiga urinaria para su
almacenamiento, para que posteriormente pueda ser eliminada a través
de la uretra.
Para que esta actividad se lleve a cabo, los riñones cuentan con una
vascularización muy significativa, que facilita que, a pesar de su
pequeño tamaño, reciban aproximadamente un 20% del gasto cardiaco.
Además, una destacada inervación por fibras nerviosas simpáticas
regula entre otras actividades la liberación de renina, el flujo sanguíneo
renal o la reabsorción de Na+ en las células tubulares.
2. CARACTERISTICAS MORFO-FUNCIONALES DE LOS
RIÑONES. LA NEFRONA
los riñones son dos órganos ovalados, miden aproximadamente 11 cm y
pesan unos 150 g, siendo normalmente el riñón izquierdo algo mayor
que el derecho. Los riñones se localizan en la zona retroperitoneal, en la
pared posterior del abdomen a ambos lados de la columna vertebral,
desde la altura de la última vértebra dorsal hasta por encima de la
tercera vértebra lumbar. El riñón derecho suele estar algo más bajo que
el izquierdo, debido a la ocupación del espacio derecho por otros
órganos abdominales, como el hígado. La cara medial de cada riñón
contiene una región con una muesca, llamada hilio, por la que pasan la
arteria y la vena renales, los vasos linfáticos, la inervación y el uréter.
Cada riñón humano contiene alrededor de 800.000 a 1.000.000
nefronas, cada una de las cuales es capaz de formar orina. A lo largo
del envejecimiento renal normal, por lesión o por enfermedad, el número
de nefronas se puede reducir gradualmente debido a que no se pueden
regenerar. Sin embargo, la pérdida de nefronas no suele comprometer
la función renal porque se producen cambios adaptativos que suplen la
funcionalidad en el resto del sistema.
Cada nefrona está formada por un agrupamiento de vasos capilares
llamado glomérulo, por el que se filtran grandes cantidades de líquido
desde la sangre, y por un túbulo largo en el que el líquido filtrado se
convierte en orina en su trayecto hacia la pelvis renal.
Los capilares glomerulares tienen una presión hidrostática elevada
(alrededor de 60 mmHg). Todo el glomérulo está cubierto por la
denominada cápsula de Bowman. El líquido filtrado desde los capilares
glomerulares circula hacia la cápsula de Bowman y después al túbulo
proximal. Estas estructuras de la nefrona se encuentran en la corteza
del riñón.
El asa de Henle está constituida por una rama descendente y otra
ascendente. Las paredes de la rama descendente y el segmento inferior
de la rama ascendente del asa de Henle son muy finas, y se llaman
segmento fino del asa de Henle. Una vez la rama ascendente del asa
de Henle vuelve a la corteza renal, la pared se engruesa
denominándose segmento grueso del asa ascendente. En la zona final
del segmento grueso de la rama ascendente del asa de Henle, se
localiza una placa de células epiteliales especializadas que es la mácula
densa.

La mácula densa se encarga de analizar la concentración tubular de


sodio, de forma que cuando ésta aumenta sus células liberan renina.
3. FORMACIÓN DE LA ORINA. FILTRADO GLOMERULAR
La formación de la orina se inicia en la cavidad glomerular, en la que se
puede distinguir una capa parietal externa de epitelio escamoso simple,
que contribuye a su mantenimiento estructural pero no participa en la
formación de la orina; y una capa visceral, en la que la red capilar
vascular y las estructuras glomerulares prácticamente forman una
unidad funcional gracias a la actividad de células epiteliales ramificadas
altamente modificadas llamadas podocitos, que literalmente, van a
abrazar a los capilares glomerulares.
Los riñones procesan un volumen enorme de sangre cada día. Cada
minuto, el flujo sanguíneo que llega a los glomérulos renales es de unos
1200 mililitros de sangre, de los cuales, 650 ml corresponden a plasma
sanguíneo y de este, una quinta parte aproximadamente será filtrado en
el glomérulo. Esto implica que cada 24 horas, los riñones filtran más de
60 veces todo el plasma sanguíneo. La formación de orina se completa
con la reabsorción y filtración tubular, de forma que la orina contenga
finalmente menos del 1% de la parte liquida filtrada, y no se eliminen
sales, iones y otros metabolitos que puedan ser útiles.

4. Proceso de filtración
La filtración glomerular es un proceso pasivo. De hecho, este proceso
de filtración no tiene apenas gasto energético para el organismo, por lo
que podríamos considerarlo un proceso meramente mecánico en el que
la presión hidrostática de la arteria aferente empuja literalmente a la
sangre contra la membrana de filtración glomerular.

5. Membrana de filtración glomerular.


Esta membrana constituye una barrera que evita el paso al túbulo renal
de células y de la mayor parte de las proteínas plasmáticas, generando
un "ultrafiltrado" compuesto fundamentalmente por agua y elementos de
pequeño tamaño circulantes en la sangre. Para realizar esta función, la
membrana de filtración consta de un endotelio capilar fenestrado, es
decir, con poros capilares cuyo tamaño impide el paso de células o la
mayor parte de las proteínas.

6. Eritropoyetina y hematopoyesis
Se trata de proteínas bioactivas, reguladoras de la hematopoyesis que
tras unirse a receptores específicos expresados en las células
progenitoras eritrocíticas (eritropoyetina, EPO) y trombopoyéticas (TPO)
en la médula ósea, regulan su producción y maduración.
La eritropoyetina es una glicoproteína cuya estructura proteica consta
de 165 aminoácidos, y está codificada en el ser humano por un gen
localizado en el cromosoma 7. La función principal de esta hormona es
controlar la producción de eritrocitos (eritropoyesis), promoviendo su
supervivencia, proliferación y diferenciación en la médula ósea.
En los adultos, aproximadamente el 90% de la eritropoyetina se origina
en los riñones. Concretamente, se produce en los fibroblastos
intersticiales de la corteza renal, donde su síntesis es regulada a nivel
transcripcional.

7. Producción de renina, regulación de la presión


sanguínea y el pH
La renina es una proteasa producida por las células granulares de la
arteriola aferente. Esta enzima, cataliza el angiotensinógeno (producido
por el hígado, que circula libremente) en angiotensina I.
Su liberación esta estimulada a través de tres mecanismos principales
responsables de detectar una caída en la presión arterial:
barorreceptores en la arteriola aferente; una concentración disminuida
de cloruro de sodio en la mácula densa: y un aumento de catecolaminas
que activan receptores beta-adrenérgicos en las células
yuxtaglomerulares.
La hormona antidiurética (ADH o vasopresina) es un péptido de 9
aminoácidos liberado por la hipófisis posterior, que actúa a nivel de los
túbulos renales donde promueve la recuperación de agua, disminuye el
volumen de orina y con ello regula la osmolaridad plasmática y la
presión arterial.
La producción de angiotensina II, estimula la liberación de ADH, aunque
el principal estímulo para la producción de ADH son los cambios en la
osmolaridad sérica y/o en el volumen sanguíneo. La ADH actúa a nivel
tubular estimulando el movimiento de las proteínas aquaporinas hacia la
membrana celular apical de las células principales de los conductos
colectores para formar canales de agua, lo que permite el movimiento
transcelular del agua desde el lumen del conducto colector hacia el
espacio intersticial en la médula del riñón.
ANATOMÍA DEL SISTEMA RENAL
Dos riñones.
• Par de órganos de color oscuro, entre marrón y morado, que se
ubican debajo de las costillas y hacia el centro de la espalda. Su
función es eliminar los desechos líquidos de la sangre en forma de
orina; mantener un equilibrio estable de sales y otras sustancias
en la sangre; y producir eritropoyetina, una hormona útil en la
formación de los glóbulos rojos. Los riñones eliminan la urea de la
sangre a través de unas unidades de filtración diminutas llamadas
"nefronas". Cada nefrona consiste en una bola formada por
pequeños capilares sanguíneos llamados "glomérulos" y por un
pequeño tubo llamado "túbulo renal". La urea, junto con el agua y
otras sustancias de desecho, forma la orina al pasar a través de
las nefronas y bajar a los túbulos renales.
Dos uréteres
• Dos tubos estrechos que llevan la orina de los riñones a la vejiga.
Los músculos de las paredes de los uréteres se contraen y relajan
continuamente para forzar la orina hacia abajo, lejos de los
riñones. Si la orina se acumula, o si se mantiene detenida, puede
desarrollarse una infección del riñón. Aproximadamente cada 10 o
15 segundos, los uréteres vacían cantidades pequeñas de orina
en la vejiga.
Vejiga.
• Un órgano hueco de forma triangular ubicado en el abdomen
inferior. Está sostenida por ligamentos unidos a otros órganos y a
los huesos de la pelvis. Las paredes de la vejiga se relajan y
dilatan para acumular la orina, y se contraen y aplanan para
vaciarla a través de la uretra. La vejiga típica de un adulto sano
puede almacenar hasta dos tazas de orina durante entre dos y
cinco horas.
Dos músculos del esfínter.
• Los músculos circulares que ayudan a que la orina no gotee
cerrándose herméticamente como una cinta de goma alrededor
del orificio de la vejiga.
Nervios de la vejiga.
• Estos nervios le avisan a la persona cuando es hora de orinar o de
vaciar la vejiga.
Uretra.
• Este tubo permite que la orina se expulse del cuerpo. El cerebro
envía señales a los músculos de la vejiga para que se contraigan
y expulsen la orina. Al mismo tiempo, el cerebro envía señales a
los músculos del esfínter para que se relajen y permitan la salida
de orina de la vejiga a través de la uretra. Cuando todas las
señales se suceden en el orden correcto, la persona orina
normalmente.

Uretra masculina

La uretra masculina es un tubo muscular (de 18 a 22 cm de largo) que


transporta la orina desde el orificio uretral interno de la vejiga urinaria
hasta el orificio externo de la uretra, ubicado en la punta del glande del
pene en los hombres. La uretra también proporciona una salida para el
semen (esperma y secreciones glandulares).
En estado flacido (no erecto), la uretra tiene una doble curvatura. Para
fines descriptivos, la uretra se divide en cuatro partes:
• La parte intramural (pre-prostática) (0,5 - 1,5cm de largo)
• La uretra prostática (3 - 4 cm de largo)
• Parte intermedia (membranosa)(1 - 1,5 cm de largo)
• La uretra esponjosa (aproximadamente 15 cm de largo)
La parte intramural de la uretra (uretra pre-prostática) varía en diámetro
y longitud, dependiendo de si la vejiga se está llenando (el cuello de la
vejiga se contrae de forma tónica, por lo que el orificio uretral interno es
pequeño y elevado; el orificio uretral durante el llenado vesical) o el
vaciado (el cuello está relajado, por lo que el orificio es ancho y bajo; el
orificio uretral durante el vaciado vesical.
La característica más prominente de la uretra prostática es la cresta
uretral, que es una cresta mediana entre los surcos bilaterales y luego
los senos prostáticos. Los conductos secretores de la próstata, los
conductos prostáticos, desembocan en los senos prostáticos. El colículo
seminal es una eminencia redondeada en el medio de la cresta uretral
con un orificio en forma de hendidura que se abre a un pequeño fondo
de saco, el utrículo prostático. El utrículo prostático es el vestigio del
canal uterovaginal embrionario, cuyas paredes circundantes, en la
mujer, constituyen el primordio del útero y una parte de la vagina. Los
conductos eyaculadores desembocan en la uretra prostática a través de
pequeñas aberturas en forma de hendidura ubicadas adyacentes y, en
ocasiones, justo dentro del orificio del utrículo prostático. Así, los tractos
urinario y reproductor se fusionan en este punto.
Suministro de sangre y vasos linfáticos
La uretra masculina está irrigada principalmente por ramas prostáticas
de las arterias vesical inferior y rectal media. Es drenado por el plexo
venoso prostático, mientras que sus vasos linfáticos pasan
principalmente a los ganglios linfáticos ilíacos internos; algunos vasos
linfáticos drenan hacia los ganglios linfáticos ilíacos externos.
Inervación
Su inervación se deriva del plexo prostático (fibras aferentes mixtas
simpáticas, parasimpáticas y viscerales). El plexo prostático es uno de
los plexos de la pelvis (una extensión inferior del plexo vesical) que
surge como extensiones específicas de órganos del plexo hipogástrico
inferior.
Uretra femenina

La uretra femenina (aproximadamente 4 cm de largo y 6 mm de


diámetro) pasa anteroinferior mente desde el orificio uretral interno de la
vejiga urinaria, posterior y luego inferior a la sínfisis púbica, hasta el
orificio uretral externo. La musculatura que rodea el orificio uretral
interno de la vejiga femenina no está organizada en un esfínter interno.
En las mujeres, el orificio uretral externo se ubica en el vestíbulo,
directamente anterior al orificio vaginal.
La uretra se encuentra anterior a la vagina (formando una elevación en
la pared vaginal anterior); su eje es paralelo al de la vagina. La uretra
pasa con la vagina a través del diafragma pélvico, el esfínter uretral
externo y la membrana perineal. Hay glándulas uretrales,
particularmente en la parte superior de la uretra. Un grupo de glándulas
en cada lado, las glándulas parauretrales, son homólogas a la próstata.
Estas glándulas tienen un conducto parauretral común, que se abre
(uno a cado lado) cerca del orificio uretral externo. La mitad inferior de la
uretra se encuentra en el perineo.
Suministro de sangre y vasos linfáticos
La uretra femenina está irrigada por la arteria pudenda y vaginal
internas. Su retorno venoso sigue el curso de las arterias y tienen
nombres similares. La mayoría de los vasos linfáticos de la uretra pasan
a los ganglios linfáticos sacros e ilíacos internos, pero algunos vasos de
la uretra distal drenan hacia los ganglios linfáticos inguinales.
Inervación
Los nervios de la uretra surgen del plexo (nervio) vesical y luego del
nervio pudendo. El patrón es similar al del hombre dada la ausencia de
un plexo prostático y un esfínter uretral interno. Las aferencias
viscerales de la mayor parte de la uretra discurren por los nervios
esplácnicos pélvicos, pero la terminación recibe aferencias somáticas
del nervio pudendo. Tanto las fibras aferentes viscerales como las
somáticas se extienden desde los cuerpos celulares en los ganglios
espinales
Orina
Muchos subproductos de desecho dañinos que resultan del
metabolismo se eliminan del torrente sanguíneo a través de la orina.
Estos productos dañinos incluyen:
• Urea y creatinina, que son productos finales del metabolismo de
las proteínas
• Medicamentos o sus productos de degradación
• En condiciones de enfermedad, la orina puede contener glucosa
(como en la diabetes mellitus) o proteínas (en la enfermedad
renal), cuya excreción normalmente se evita.
• Una cantidad considerable de agua, que está estrictamente
controlada. Esta es mayor cuando hay una gran ingesta de agua y
menor cuando la ingesta es baja o cuando hay una pérdida
sustancial de agua de alguna otra manera (por ejemplo, por la
transpiración en climas cálidos).
Esto permite que el contenido de agua del plasma sanguíneo y los
tejidos permanezca bastante constante, manteniendo así la
homeostasis.
La producción de orina y el control de su composición es función
exclusiva de los riñones. La vejiga urinaria es responsable del
almacenamiento de la orina hasta que se vacía. Los uréteres y la uretra
son simplemente conductos para el transporte de orina hacia y desde la
vejiga urinaria, respectivamente. Los dos uréteres y la uretra forman un
triángulo en la vejiga. Este triángulo indica los tres puntos de unión de
estos conductos a la vejiga.

Sistema urinario
Conjunto de órganos que producen y eliminan la orina del cuerpo. El
sistema urinario se divide en dos partes: el sistema urinario superior
incluye los riñones y los uréteres (vías urinarias altas), y el sistema
urinario inferior incluye la vejiga y la uretra (vías urinarias bajas). Los
riñones eliminan los deshechos y el exceso de líquido de la sangre, y
producen la orina que sale de los riñones, pasa por los uréteres y se
almacena en la vejiga hasta que sale del cuerpo por la uretra. También
se llama aparato urinario y sistema nefro urinario.
Anatomía del aparato urinario masculino. En la imagen se muestran
los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. La orina se elabora en los
túbulos renales y se acumula en la pelvis renal de cada riñón. La orina
fluye desde los riñones, pasa por los uréteres y se almacena en la
vejiga hasta que sale del cuerpo por la uretra.

Anatomía del aparato urinario femenino. En la imagen se muestran


los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. La orina se elabora en los
túbulos renales y se acumula en la pelvis renal de cada riñón. La orina
fluye desde los riñones, pasa por los uréteres y se almacena en la
vejiga hasta que sale del cuerpo por la uretra.

PATOLOGIAS
Cáncer de riñón
Como su propio nombre lo indica, el cáncer de riñón se trata de una
neoplasia maligna que comienza en este órgano. Es uno de los
cánceres más comunes tanto en el sexo masculino como en el
femenino, afectando a 1 de cada 46 varones y 1 de cada 80 mujeres.
No suele presentar síntomas en sus etapas más tempranas, pero
cuando está desarrollado puede cursar con sangre en la orina, un dolor
en el costado que no desaparece, pérdida de apetito, cansancio y
fiebre. La edad avanzada, el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión y
otras muchas condiciones se consideran factores de riesgo para el
desarrollo de esta enfermedad. Para la mayoría de los cuadros, la
cirugía es el tratamiento inicial. Este puede pasar por la extirpación del
tumor o del riñón al completo. La terapia dirigida, la inmunoterapia y la
radioterapia pueden concebirse en los casos muy avanzados y
recurrentes.
Cálculos renales
Los cálculos renales, conocidos popularmente como piedras en el riñón,
son masas sólidas compuestas de pequeños cristales que pueden
depositarse en el tracto urinario. Dicho de forma rápida y sencilla, estos
compuestos se forman cuando las sales y los minerales de la orina se
concentran demasiado, lo cual fomenta su cristalización. Al cabo del
tiempo, pueden aumentar de tamaño de manera considerable (1 a 2
centímetros). Los cálculos de calcio son los más comunes, aunque
también pueden tener como material mayoritario cistina, estruvita y
ácido úrico. El dolor y la presencia de sangre en la orina son algunos de
los síntomas usuales, pero también pueden presentarse náuseas,
vómitos y otros signos. Los cálculos más pequeños casi siempre pasan
a través del tracto urinario por sí solos, pero en casos más avanzados
puede ser necesaria la administración de ciertos fármacos para ayudar
a su descomposición e, incluso, una intervención quirúrgica.
Nefropatía diabética
El término nefropatía diabética hace referencia a las complicaciones
renales que aparecen en personas con diabetes tipo 1 y 2 graves. En
muchos países de alto ingreso, este conjunto patológico es el primer
responsable de los trasplantes de riñón. En Estados Unidos,
aproximadamente 1 de cada 3 personas con diabetes padece una
nefropatía diabética. Este cuadro puede cursar con hinchazón de las
extremidades, aumento de la necesidad de orinar, falta de aire, pérdida
de apetito y náuseas, entre otros. La nefropatía diabética se suele
diagnosticar durante pruebas de rutina que forman parte del control de
la diabetes. El primer paso para tratarla es controlar el cuadro diabético
en sí mismo, lo cual puede incluir la administración de diversos
medicamentos. Si la enfermedad progresa y se transforma en
insuficiencia, es probable que se plantee una diálisis renal o un
trasplante.
Enfermedad renal poliquística
La enfermedad renal poliquística es una patología genética progresiva
de los riñones. Se caracteriza por el crecimiento de abundantes quistes
en estos órganos, lo cual se traduce en síntomas como dolor de espalda
o en el costado, insuficiencia renal, presencia de sangre en la orina,
infecciones en las vías urinarias recurrentes y dolor de cabeza, entre
otros muchos. Pese a que esta enfermedad curse con la aparición de
bultos, cabe destacar que estos no son cancerosos. El tratamiento de
esta condición es muy extenso y requiere abordar el crecimiento de los
propios quistes, la presión arterial alta (si existe), la disminución de la
función renal, el dolor y las infecciones frecuentes derivadas. Este
cuadro se asocia a múltiples complicaciones a largo plazo.
Enfermedad renal crónica
La enfermedad o insuficiencia renal crónica se define como la pérdida
progresiva, permanente e irreversible de la tasa de filtración glomerular
a lo largo de un tiempo variable. Según estudios, afecta
aproximadamente al 10 % de la población adulta española y a más del
20 % de los mayores de 60 años. Esta patología empeora de forma
progresiva con el paso de los años y puede permanecer asintomática
durante sus primeras etapas, así que podría estar muy infra
diagnosticada a nivel general.
La hipertensión arterial y la diabetes son las 2 causas principales de la
enfermedad renal crónica. También puede verse propiciada por
trastornos auto inmunitarios, defectos de nacimiento, lesiones al riñón,
infecciones, cálculos renales, problemas arteriales y muchas
condiciones más. El control de la patología subyacente puede retrasar
el daño a los riñones, pero en etapas graves se debe recurrir a la diálisis
o el trasplante.

También podría gustarte