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El aparato urinario humano se compone fundamentalmente de tres partes que son:

Riñón. Produce la orina y desempeña otras funciones como secreción de eritropoyetina. Los
riñones son dos órganos de color rojo oscuro que están situados a ambos lados de la
columna vertebral, el derecho algo más bajo que el izquierdo. Cada uno de ellos tiene un
peso de 150 gramos, entre 10 y 12 centímetros de largo, de 5 a 6 centímetros de ancho y 3
centímetros de espesor. En la parte superior de cada riñón se encuentran las glándulas
suprarrenales. Los riñones están divididos en tres zonas diferentes: corteza, médula y pelvis.
Vías urinarias: recogen el orín desde la pelvis renal y la expulsa al exterior, están formadas
por un conjunto de conductos que son:
Uréteres. Son dos conductos que conducen la orina desde los riñones hasta la vejiga urinaria.
Vejiga urinaria. Receptáculo donde se acumula la orina.
Uretra. Conducto que permite la salida al exterior de la orina contenida en la vejiga urinaria.​
Es en la nefrona donde se produce realmente la filtración del plasma sanguíneo y la
formación de la orina. En cada riñón existen 250 conductos colectores, cada uno de los cuales
recoge la orina de 4000 nefronas. El corpúsculo renal es una estructura esferoidal, constituida
por la cápsula de Bowman y el ovillo capilar contenido en su interior o glomérulo. El túbulo
donde se vierte el filtrado glomerular se divide en tres partes: Túbulo contorneado proximal,
asa de Henle y túbulo contorneado distal.
FORMACIÓN DE LA ORINA
La orina u orín se forma básicamente a través de tres procesos que se desarrollan en las nefronas; los tres
procesos básicos de formación de este líquido son:
Filtración. Permite el paso de líquido desde el glomérulo hacia la cápsula de Bowman. El líquido que ingresa al
glomérulo tiene una composición química similar al plasma sanguíneo, pero sin proteínas, las cuales no logran
atravesar los capilares glomerulares. La porción celular de la sangre, es decir, los glóbulos rojos, los glóbulos
blancos y las plaquetas, tampoco atraviesan los glomérulos y no forman parte del líquido filtrado. A través del
índice de filtrado glomerular, es posible inferir que cada 24 horas se filtran, en ambos riñones, 180 litros
aproximadamente.
Reabsorción. Muchos de los componentes del plasma que son filtrados en el glomérulo, regresan de nuevo a la
sangre. Es el proceso mediante el cual las sustancias pasan desde el interior del túbulo renal hacia los capilares
peritubulares, es decir, hacia la sangre. Este proceso, permite la recuperación de agua, sales, azúcares y
aminoácidos que fueron filtrados en el glomérulo.
Secreción. Es lo contrario a la reabsorción; en esta etapa algunos componentes sanguíneos son eliminados por
secreción activa de las células de los túbulos renales. Mediante un mecanismo de secreción se eliminan por
ejemplo iones hidrógeno H+, lo que contribuye a mantener el pH de la sangre en niveles adecuados. También
se elimina por secreción amonio (NH4+) y algunos fármacos.
Otros órganos excretores
Piel. En la piel se sitúan las glándulas sudoríparas que son glándulas de secreción externa,
compuestas por un conjunto de túbulos apelotonados, ubicados en la dermis, y un tubo excretor
que atraviesa la epidermis y desemboca en el exterior por un poro de la piel. La sustancia
excretada por las glándulas sudoríparas, se denomina sudor, y se compone de agua (99 %), sales
minerales (0,6 %), siendo el cloruro de sodio la más abundante, sustancias orgánicas que
corresponden únicamente al 0,4 % del sudor, incluyen urea, creatinina y sales de ácido úrico. La
excreción de sudor a través de la piel tiene dos funciones: Contribuir a la excreción del exceso de
cloruro de sodio y regular la temperatura corporal, impidiendo que se eleve demasiado.
Pulmón. Permiten excretar el dióxido de carbono formado durante la respiración celular. El
dióxido de carbono es eliminado del cuerpo en cada exhalación. Un mecanismo que contribuye a
eliminar el exceso de dióxido de carbono presente en la sangre, consiste en el aumento de la
frecuencia respiratoria.
Hígado. El hígado tiene muchas funciones y una de ellas puede considerarse la excreción. Los
glóbulos rojos viejos, al ser destruidos en el bazo, liberan hemoglobina a la sangre, la cual es
procesada y degradada en el hígado, y así se forman dos pigmentos: la bilirrubina y la biliverdina.
Estos pigmentos, junto con otras sustancias formadas en el hígado, se vierten a la bilis. Por tanto
la bilis, además de participar en la digestión de grasas, actúa como vía de eliminación de
sustancias tóxicas. Los pigmentos biliares son eliminados junto con la materia fecal.
CORTEZA RENAL
La corteza renal es la porción externa del riñón entre la cápsula renal y la médula renal. En el adulto, forma
una zona externa continua y lisa con varias proyecciones (columnas corticales) que se extienden hacia abajo
entre las pirámides. Contiene los corpúsculos renales y los túbulos renales, excepto las partes del asa de
Henle que descienden a la médula renal. También contiene vasos sanguíneos y conductos colectores
corticales.
La corteza renal es la parte del riñón donde se produce la ultrafiltración. La eritropoyetina se produce en la
corteza renal.
Parte externa del riñón de color rojo.
Parduzca y fácilmente distinguible al corte de la parte interna o medular.
Forma un arco de tejido situado justo bajo la cápsula renal.
De ella surgen proyecciones que se sitúan entre las unidades individuales de la médula y se llaman columnas
de Bertin.
Contiene todos los glomérulos, los túbulos proximales y distales, recibe el 90 % del flujo sanguíneo renal y su
principal función es la filtración, la reabsorción activa y la secreción son eliminados junto con la materia fecal.
NEFRONA
El nefrón o nefrona es la unidad estructural y funcional básica del riñón, responsable de la purificación de la
sangre. Su principal función es filtrar la sangre para regular el agua y sustancias solubles, reabsorbiendo lo que
es necesario y excretando el resto como orina. Está situada principalmente en la corteza renal.
La nefrona es parte importante del mecanismo homeostático, que regula mediante filtración, absorción y
excreción la cantidad de agua, sales, glucosa, así como la urea, y muchos otros metabolitos del catabolismo de
grasas, lípidos y proteínas.
El funcionamiento de la nefrona está basado en un intercambio de iones que comienza cuando el plasma
sanguíneo ingresa a la cápsula de Bowman.
Debido a su importancia en la regulación del fluido corporal, la nefrona es un blanco común de las drogas que
tratan la tensión arterial alta y el edema. Estas drogas, llamadas diuréticos, inhiben la capacidad de la nefrona de
retener el agua, por lo tanto, aumentan la cantidad de orina producida.
El funcionamiento de la nefrona está basado en un intercambio de iones que comienza cuando el plasma
sanguíneo ingresa a la cápsula de Bowman (que contiene los glomérulos) vía arterial aferente. Desde la citada
cápsula de Bowman, el fluido filtrado pasa al tubo contorneado proximal en el cual se realiza la filtración
primaria donde el sodio, agua, aminoácidos y glucosa se reabsorben parcialmente debido a la composición
semipermeable de las paredes.
ERITROPOYETINA
La eritropoyetina, factor estimulante eritropoyético, hemopoyetina o simplemente EPO es una
citocina glucoproteica que estimula la formación de eritrocitos y es el principal agente
estimulador de la eritropoyesis natural. En los seres humanos, es producida principalmente por el
riñón en las células intersticiales peritubulares, células mesangiales (del 85 al 90 %), el resto en el
hígado y glándulas salivales (del 10 al 15 %).
Producción
La producción de eritropoyetina se ve estimulada por la reducción de tensión de oxígeno en los
tejidos (hipoxia tisular) que es detectada por las células intersticiales peritubulares del riñón. Se
supone la existencia de un sensor extrarrenal. La noradrenalina, la adrenalina y varias
prostaglandinas estimulan la producción de EPO. La eritropoyetina producida en el riñón estimula
las células madre de la médula ósea para que aumenten la producción de eritrocitos (glóbulos
rojos). En el cuerpo humano, la EPO se forma en un 85-90 % en el riñón mediante el endotelio de
los capilares situados alrededor de los canales nefríticos, y en un 10-15 % en los papocitos de las
gónadas. Además, podría sintetizarse también en el cerebro, el útero, los testículos y el bazo.
GLOMÉRULO RENAL
El glomérulo, es la boca anatómica funcional del riñón, donde tienen lugar la depuración y la
filtración del plasma sanguíneo como primera etapa en el proceso de formación de la orina, es
una red de capilares rodeada por una envoltura externa en forma de copa llamada cápsula de
Bowman que se encuentra presente en la nefrona del riñón de todos los vertebrados. El plasma
de la sangre se filtra en la cápsula a través de los capilares glomerulares y el material filtrado en
la cápsula se vierte en el túbulo proximal, que también forma parte de la nefrona.​El glomérulo
recibe su irrigación de una arteriola aferente de la circulación renal. A diferencia de la mayor
parte de los lechos capilares, el glomérulo desemboca en una arteriola eferente en lugar de
una vénula. La resistencia de estas arteriolas produce una presión intraglomerular elevada que
contribuye al proceso de ultrafiltración por el que los líquidos y los materiales solubles en la
sangre son forzados fuera de los capilares hacia la cápsula de Bowman.El glomérulo y la cápsula
de Bowman que lo circunda constituyen el corpúsculo renal, la unidad de filtración básica del
riñón.​La velocidad a la que se filtra la sangre a través de todos los glomérulos, y por lo tanto la
medida de la función renal en general, es el índice de filtración glomerular (IFG).
CICLO DE LA UREA
El ciclo de la urea es el proceso metabólico en el cual se procesan los derivados proteicos y se genera
urea como producto final.
Si no se reutilizan para la síntesis de nuevos aminoácidos u otros productos nitrogenados, los grupos
amino se canalizan a un único producto final de excreción. La mayoría de especies acuáticas, como por
ejemplo los peces óseos, excretan el nitrógeno amínico en forma de amoníaco por lo que se les llama
animales amonotélicos; la mayoría de animales terrestres son ureotélicos, excretan el nitrógeno
amínico en forma de urea; las aves y también los reptiles son uricotélicos, excretan el nitrógeno amínico
en forma de ácido úrico.
En los organismos ureotélicos, el amoníaco depositado en las mitocondrias de los hepatocitos se
convierte en urea mediante el ciclo de la urea.
Esta ruta fue descubierta en 1932 por Hans Krebs (quien más tarde también descubriría el ciclo del
ácido cítrico) y un estudiante médico asociado, Kurt Henseleit. La producción de urea tiene lugar casi
exclusivamente en el hígado y representa el destino de la mayor parte del amoníaco allí canalizado. La
urea pasa al torrente sanguíneo y de ahí a los riñones y se excreta en la orina, dando así urea como
producto final.
El ciclo de la urea empieza desde el interior de las mitocondrias del hígado, si bien tres de
los pasos siguientes tienen lugar en el citosol; por lo tanto, el ciclo abarca dos
compartimientos celulares. El ciclo de la urea proviene del amoníaco de la matriz
mitocondrial. Parte del amoníaco también llega al hígado vía vena porta a partir del
intestino en donde se produce por oxidación bacteriana de aminoácidos. Cualquiera sea su
origen, el NH4 generado en las mitocondrias hepáticas se utiliza únicamente e
inmediatamente junto con el CO2 producido por la respiración mitocondrial, generando
carbamoil fosfato en la matriz. Esta reacción dependiente de ATP es catalizada por la
enzima reguladora. En primer lugar, el carbamoil fosfato cede su grupo carbamilo a la
ornitina para formar citrulina.
El segundo grupo amino, se introduce a partir del aspartato (generado en la mitocondria
por transaminación y transportado al citosol) mediante una reacción de condensación
entre el grupo amino del aspartato y el grupo ureido (carbonilo) de la citrulina, que forma
argininosuccinato. Este tipo de reacción citosólica, catalizada por la argininosuccinato
sintetasa, requiere ATP. A continuación, se corta reversiblemente el argininosuccinato por la
argininosuccinato liasa, para formar arginina libre y fumarato, que entra en la mitocondria y
se une a la reserva de intermedios del ciclo del ácido cítrico. En la última reacción del ciclo
de la urea, la enzima citosólica arginasa corta la arginina dando urea y ornitina. La ornitina
es transportada a la mitocondria para iniciar otra vuelta del ciclo de la urea.
ENFERMEDADES DEL APARATO
URINARIO
Uretritis. Consiste en la inflamación de las paredes de la uretra debido a una infección bacteriana o a sustancias
irritativas como jabones y detergentes. Provoca molestias o dolor al orinar (disuria) y secreción uretral.
Cistitis. Es la inflamación aguda o crónica de la vejiga urinaria. Puede tener distintas causas, la más frecuente es
una infección por bacterias gram negativas. Los síntomas más comunes son: aumento de la frecuencia de las
micciones, presencia de turbidez de la orina y sensación de quemazón al miccionar (disuria).
Insuficiencia renal. Se define como la disminución de la filtración glomerular. Si aparece de forma brusca se
denomina insuficiencia renal aguda, en caso contrario se llama insuficiencia renal crónica. Las causas pueden
ser muy variadas, una de las más frecuentes es el deterioro de la función renal provocada por la diabetes
mellitus (nefropatía diabética).
Cólico nefrítico. Es un intenso dolor en la zona de los riñones y de los órganos genitales que en ocasiones va
acompañado de pérdidas de sangre por la orina. Se debe a cálculos renales formados por precipitados de
distintas sales como fosfatos, uratos y oxalatos que obstruyen la vía urinaria e impiden el flujo normal de orina.
Cálculo renal. El cálculo renal, llamado en ocasiones piedra, puede quedarse en el riñón o ir bajando a través
del tracto urinario. La intensidad de la sintomatología que provoca está generalmente relacionada con el
tamaño del cálculo. En ocasiones se produce su expulsión casi sin sintomatología.

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