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Universidad tecnológica de Santo Domingo

UTESA

Asignatura
Laboratorio de fisiología II

Profesora:
Girsy Esther Moreta Manzueta

Sustentante:
Carmen Eveline Pulinario Lorenzo
1-19-4504

Sección:
004
1. Describa las funciones realizadas por los riñones?
La mayoría de las personas saben que los riñones tienen una función
importante: eliminar del cuerpo los materiales de desecho que se han
ingerido o que ha producido el metabolismo. Una segunda función que es
especialmente crítica es controlar el volumen y la composición de los
electrólitos de los líquidos corporales. En lo que respecta al agua y casi
todos los electrólitos del cuerpo, el equilibrio entre los ingresos debidos a la
ingestión y a la producción metabólica y las salidas debidas a la excreción
o al consumo metabólico lo mantienen en gran medida los riñones. Esta
función reguladora de los riñones mantiene el ambiente interno estable
necesario para que las células desempeñen sus diversas actividades. Los
riñones realizan sus funciones más importantes filtrando el plasma y
eliminando sustancias del filtrado con una intensidad variable, dependiendo
de las necesidades del cuerpo. Finalmente, los riñones aclaran las
sustancias no deseadas del filtrado y por tanto del cuerpo excretándolas a la
orina mientras devuelven las sustancias necesarias de nuevo a la sangre.
Aunque este capítulo y los siguientes se centrarán sobre todo en el control
de la excreción renal de agua, electrólitos y productos de desecho
metabólico, los riñones ejercen numerosas funciones homeostáticas, entre
ellas las siguientes:
• Excreción de productos metabólicos de desecho y sustancias
químicas extrañas.
• Regulación de los equilibrios hídrico y electrolítico.
• Regulación de la osmolalidad del líquido corporal y de las
concentraciones de electrólitos.
• Regulación de la presión arterial.
• Regulación del equilibrio acidobásico.
• Regulación de la producción de eritrocitos.
• Secreción, metabolismo y excreción de hormonas.
• Gluconeogenia.

Los riñones son los principales medios de eliminación de los productos de


desecho del metabolismo que ya no necesita el cuerpo. Estos productos son
la urea del metabolismo de los aminoácidos, la creatinina de la creatina
muscular, el ácido úrico de los ácidos nucleicos, los productos finales del
metabolismo de la hemoglobina como la bilirrubina y los metabolitos de
varias hormonas. Estos productos de desecho deben eliminarse del cuerpo
tan rápidamente como se producen.
Los riñones también eliminan la mayoría de las toxinas y otras sustancias
extrañas que el cuerpo produce o ingiere, como los pesticidas, los fármacos
y los aditivos alimentarios. Los riñones desempeñan una función
dominante en la regulación a largo plazo de la presión arterial al excretar
cantidades variables de sodio y agua. Los riñones también contribuyen a la
regulación a corto plazo de la presión arterial mediante la secreción de
hormonas y factores o sustancias vasoactivos, como la renina, que dan
lugar a la formación de productos vasoactivos.
Los riñones contribuyen a la regulación acidobásica junto a los pulmones y
los amortiguadores del líquido corporal mediante la excreción de ácidos y
la regulación de los depósitos de amortiguadores en el líquido corporal. Los
riñones son el único medio de eliminar ciertos tipos de ácidos, como el
ácido sulfúrico y el ácido fosfórico, que genera el metabolismo de las
proteínas.
Los riñones sintetizan glucosa a partir de los aminoácidos y otros
precursores durante el ayuno prolongado, un proceso denominado
gluconeogenia. La capacidad de los riñones de añadir glucosa a la sangre
durante períodos prolongados de ayuno rivaliza con la del hígado. En las
nefropatías crónicas o en la insuficiencia renal aguda, estas funciones
homeostáticas se interrumpen y aparecen con rapidez anomalías intensas en
los volúmenes del líquido corporal y en su composición. Ante una
insuficiencia renal completa se acumulan en el cuerpo suficiente potasio,
ácidos, líquido y otras sustancias como para causar la muerte en unos días,
a no ser que se inicien intervenciones clínicas como la hemodiálisis para
restablecer, al menos parcialmente, los equilibrios de los líquidos y los
electrólitos corporales.
Los riñones son dos órganos en forma de frijol, cada uno aproximadamente
del tamaño de un puño. Están ubicados justo debajo de la caja torácica
costillas, uno a cada lado de la columna vertebral.
Los riñones sanos filtran alrededor de media taza de sangre por minuto,
eliminando los desechos y el exceso de agua para producir orina. La orina
fluye de los riñones a la vejiga a través de dos tubos musculares delgados
llamados uréteres, uno a cada lado de la vejiga. La vejiga almacena orina.
Los riñones, los uréteres y la vejiga son parte del tracto urinario. Los
riñones producen la forma activa de la vitamina D, 1,25-dihidroxivitamina
D3 (calcitriol), mediante la hidroxilación de esta vitamina en la posición
«número 1». El calcitriol es esencial para el depósito normal del calcio en
el hueso y la reabsorción del calcio en el aparato digestivo.
2. Cuales estructura conforman la anatomía renal
Los riñones se disponen en la pared posterior del abdomen, fuera de la
cavidad peritoneal. Cada riñón de un ser humano adulto normal pesa unos
150 g y tiene el tamaño aproximado de un puño cerrado. La cara medial de
cada riñón contiene una región con una muesca, llamada hilio, por la que
pasan la arteria y vena renales, los linfáticos, la inervación y el uréter, que
transporta la orina final desde el riñón hasta la vejiga, donde se almacena
hasta que esta se vacía. Esta estructura se encuentra constituida por el
glomérulo, túbulo contorneado proximal, rama descendente delgada, rama
ascendente delgada, rama ascendente gruesa, túbulo contorneado distal,
túbulo conector y túbulo colector.
El sistema vascular del riñón inicia con la arteria renal que da lugar a una
serie de arterias segmentarias anteriores, posteriores, superiores e
inferiores, y de quienes emergen las arterias interrogares, de ellas las
arterias arcuatos paralelas a la superficie del riñón, continuándose con las
arterias interlobulares, quienes van a suplir a cada uno de los glomérulos
por intermedio de las arteriolas aferentes. Estas últimas dan origen a 5 a 6
capilares, los cuales forman el glomérulo o penacho glomerular. De cada
glomérulo emerge la arteriola eferente, de quien surge una red de capilares
peritubulares y vasas rectas descendentes. El sistema venoso se inicia con
las vasas rectas ascendentes, quienes drenan a las venas interlobulares,
arcuatas, interlobares y finalmente a la vena renal.
Si se cortan los riñones de arriba abajo, las dos regiones principales que
pueden verse son la corteza externa y las regiones internas de la médula. La
médula se divide en 8-10 masas de tejido en forma de cono llamadas
pirámides renales. La base de cada pirámide se origina en el borde entre la
corteza y la médula y termina en la papila, que se proyecta en el espacio de
la pelvis renal, una continuación en forma de abanico de la porción superior
del uréter. El borde externo de la pelvis se divide en bolsas abiertas,
llamadas cálices mayores, que se extienden hacia abajo y se dividen en los
cálices menores, que recogen la orina de los túbulos de cada papila. Las
paredes de los cálices, la pelvis y el uréter contienen elementos contráctiles
que empujan la orina hacia la vejiga, donde se almacena hasta que se vacía
en la micción. Por el hilio renal a cada riñón llega una arteria y egresa una
vena, la vena renal del lado izquierdo es más larga que la del lado derecho,
aspecto anatómico aprovechado por los cirujanos de trasplante, quienes
preferencialmente lo utilizan en las nefrectomías de los donantes renales.
Cada riñón está rodeado de la grasa perirrenal.
3. Describa las características de la irrigación renal / flujo sanguíneo
renal.
Los riñones constituyen el 0.5% de la masa corporal, pero cerca del 25%
del gasto cardiaco perfunde los riñones, de ahí que para un gasto cardiaco
de 5 litros por minuto el flujo sanguíneo es de 1,5 litros/minuto,
equivalente a un flujo plasmático de 600 ml/minuto. La tasa de filtración
glomerular normalmente esta cercana a 125 ml/minuto, ó 180 Litros por 24
horas, pero varia en condiciones normales con el sexo y edad. Puesto que
solo una fracción del flujo plasmático es filtrable ello se conoce como
fracción de filtración, y su valor es del 20% (125 x 100/600). El flujo
sanguíneo renal y la TFG se mantienen normalmente en un rango muy
estrecho gracias al fenómeno de autoregulacion, de tal manera que cambios
severos en la presión arterial sistémica no necesariamente se transmiten a
los glomérulos. Modificaciones en el tono de las arteriolas aferentes o
eferentes son factores reguladores de las presiones en el penacho
glomerular. En la generación del filtrado glomerular intervienen las fuerzas
de Starling: presión hidrostática y oncotica en el capilar glomerular, y
presión hidrostática y oncotica en la capsula de Bowman. Fuerzas que
favorecen la filtración glomerular son la presión hidrostática en el capilar
glomerular y la presión oncotica en la capsula de Bowman, mientras que
las fuerzas que se oponen al filtrado glomerular son la presión oncotica en
el capilar glomerular y la presión hidrostática en la capsula de Bowman. La
presión neta de filtración glomerular normal es igual a 21 mm de mercurio
(Hg). La vasoconstricción de la arteriola aferente da lugar a disminución de
la presión hidrostática en el capilar glomerular, mientras que
vasoconstricción de la arteriola eferente la aumenta produciendo mayor
filtración glomerular. Vasoconstricción de ambas arteriolas puede ocurrir
en severas hipovolemias, o por estimulo adrenérgico, reduciendo muy
significativamente la presión hidrostática del capilar glomerular y llevando
a oliguria y anuria.
El riego sanguíneo de los dos riñones es normalmente de alrededor del 22%
del gasto cardíaco, o 1.100 ml/min. La arteria renal entra en el riñón a
través del hilio y después se ramifica progresivamente hasta formar las
arterias interlobulares, las arterias arciformes, las arterias interlobulillares
también denominadas arterias radiales y las arteriolas aferentes, que acaban
en los capilares glomerulares, Los extremos distales de los capilares de
cada glomérulo coalescen hasta formar la arteriola eferente, que llega a la
segunda red capilar, los capilares peritubulares, que rodean a los túbulos
renales.
La circulación renal tiene la particularidad de contar con dos lechos
capilares, los capilares glomerulares y los peritubulares, que están
dispuestos en serie y están separados por las arteriolas eferentes. Estas
arteriolas ayudan a regular la presión hidrostática en los dos grupos de
capilares. La presión hidrostática alta en los capilares glomerulares de unos
60 mmHg da lugar a una filtración rápida, mientras que una presión
hidrostática mucho menor en los capilares peritubulares de unos 13 mmHg
permite una reabsorción rápida de líquido. Al ajustar la resistencia de las
arteriolas aferente y eferente, los riñones pueden regular la presión
hidrostática en los capilares glomerulares y peritubulares, cambiando la
filtración glomerular, la reabsorción tubular o ambas en respuesta a las
demandas homeostáticas del cuerpo. Los capilares peritubulares se vacían
en los vasos del sistema venoso, que discurren paralelos a los vasos
arteriolas.
Los vasos sanguíneos del sistema venoso forman progresivamente la vena
interlobulillar, la vena arciforme, la vena interlobular y la vena renal, que
abandona el riñón junto a la arteria renal y el uréter. El líquido filtrado
desde los capilares glomerulares circula hacia la cápsula de Bowman y
después al túbulo proximal, que se encuentra en la corteza del riñón (fig.
26-4). Desde el túbulo proximal, el líquido fluye hacia el asa de Henle, que
desciende hasta la médula renal. Cada asa consta de una rama descendente
y otra ascendente. Las paredes de la rama descendente y el segmento
inferior de la rama ascendente son muy finas y de ahí que se denominen
segmento fino del asa de Henle. Después de que la rama ascendente del asa
ha vuelto a la corteza, su pared se engruesa mucho y se denomina segmento
grueso del asa ascendente.
El flujo sanguíneo renal es enorme en comparación con la masa de los
riñones alrededor de 1 L/min, o 20% del gasto cardiaco en reposo. Al
considerar que el volumen de cada riñón es de menos de 150 cm3, esto
significa que cada riñón está perfundido con más de tres veces su volumen
total cada minuto. Toda esta sangre se suministra a la corteza, una pequeña
fracción del flujo sanguíneo cortical es dirigida hacia la médula. La sangre
entra a cada riñón en el hilio por medio de una arteria renal. Después de
varias divisiones hacia arterias más pequeñas, la sangre llega a las arterias
arqueadas que tienen una trayectoria a través de las partes superiores de las
pirámides, entre la médula y la corteza. Desde éstas, las arterias radiales
corticales se proyectan hacia arriba, hacia la superficie del riñón y emiten
una serie de arteriolas aferentes, cada una de las cuales lleva a un
glomérulo dentro de la cápsula de Bowman.
Estas arterias y glomérulos sólo se encuentran en la corteza, nunca en la
médula. En casi todos los órganos, los capilares se recombinan para formar
los inicios del sistema venoso, pero los capilares glomerulares en lugar de
eso se recombinan para formar otro grupo de arteriolas, las arteriolas
eferentes. El balance glomérulo tubular es otro mecanismo que permite
controlar el exceso de filtrado glomerular en presencia de incremento en el
tono de la arteriola eferente. Como resultado del aumento en la filtración
glomerular a lo largo de los capilares glomerulares se produce en la sangre
que cursa luego por la arteriola eferente aumento en la presión oncótica, lo
que lleva en las vasas rectas peritubulares a estimulación en la reabsorción
sodio y de agua por factores hemodinámicos.
4. Describa la fisiología de la formación de la orina, cuales órganos
están involucrados, y la importación de la orina
La formación de orina es resultado de la filtración glomerular, la
reabsorción y la secreción tubulares. La intensidad con la que se excretan
diferentes sustancias en la orina representa la suma de tres procesos
renales:
• la filtración glomerular.
• la reabsorción de sustancias de los túbulos renales hacia la sangre.
• la secreción de sustancias desde la sangre hacia los túbulos renales.
La formación de orina comienza cuando una gran cantidad de líquido que
casi no dispone de proteínas se filtra desde los capilares glomerulares a la
cápsula de Bowman. La mayoría de las sustancias del plasma, excepto las
proteínas, se filtran libremente, de manera que su concentración en el
filtrado glomerular de la cápsula de Bowman es casi la misma que en el
plasma. A medida que el líquido abandona la cápsula de Bowman y pasa a
través de los túbulos, se modifica por la reabsorción de agua y solutos
específicos de nuevo hacia la sangre o por la secreción de otras sustancias
desde los capilares peritubulares hacia los túbulos. La sustancia mostrada
en el panel A se filtra libremente en los capilares glomerulares, pero no se
reabsorbe ni secreta, de forma que su excreción es igual a la intensidad con
que se filtra. Los riñones manejan de esta forma ciertos productos de
desecho, como la creatinina, lo que permite excretar casi todo lo que se
filtra. En el panel B, la sustancia se filtra libremente pero se reabsorbe
parcialmente de los túbulos hacia la sangre. Luego la excreción urinaria es
menor que la filtración en los capilares glomerulares. En este caso, la
excreción se calcula como la filtración menos la reabsorción. Este patrón es
típico de muchos electrólitos del cuerpo, como iones sodio y cloruro.
En el panel C, la sustancia se filtra libremente en los capilares glomerulares
pero no se excreta en la orina porque toda la sustancia filtrada se reabsorbe
de los túbulos de nuevo a la sangre. Este patrón aparece en algunas
sustancias nutritivas de la sangre, como los aminoácidos y la glucosa, lo
que permite conservarlas en los líquidos corporales. La sustancia del panel
D se filtra libremente en los capilares glomerulares y no se reabsorbe, pero
se secretan cantidades adicionales de esta sustancia desde la sangre capilar
peritubular a los túbulos renales. Este patrón es frecuente en los ácidos
orgánicos y las bases, lo que permite eliminarlos rápidamente de la sangre
y excretarlos en grandes cantidades en la orina. La excreción en este caso
se calcula en forma de filtración más secreción tubular. Para cada sustancia
del plasma hay una combinación particular de filtración, reabsorción y
secreción. La intensidad con la que la sustancia se excreta en la orina
depende de la intensidad relativa de estos tres procesos renales básicos.
El primer paso en la formación de orina es la filtración de grandes
cantidades de líquidos a través de los capilares glomerulares en la cápsula
de Bowman, casi 180 l al día. La mayor parte de este filtrado se reabsorbe,
lo que deja únicamente 1 l aproximadamente de líquido para su excreción
al día, si bien la tasa de excreción renal de líquidos puede ser muy variable
dependiendo de la ingestión de líquidos. La alta tasa de filtración
glomerular depende de la alta tasa de flujo sanguíneo renal, así como de las
propiedades especiales de las membranas de los capilares glomerulares. En
este capítulo se habla de las fuerzas físicas que determinan la filtración
glomerula.
• La filtración glomerular es un proceso pasivo. De hecho, este
proceso de filtración no tiene apenas gasto energético para el
organismo, por lo que podríamos considerarlo un proceso meramente
mecánico en el que la presión hidrostática de la arteria aferente
empuja literalmente a la sangre contra la membrana de filtración
glomerular.
• Membrana de filtración glomerular. Esta membrana constituye una
barrera que evita el paso al túbulo renal de células y de la mayor
parte de las proteínas plasmáticas compuesto fundamentalmente por
agua y elementos de pequeño tamaño circulantes en la sangre. Para
realizar esta función, la membrana de filtración consta de un
endotelio capilar fenestrado, es decir, con poros capilares cuyo
tamaño impide el paso de células o la mayor parte de las proteínas.
• Membrana basal. Situada entra la capa endotelial y la epitelial.
Presenta un grosor de 240 a 340 nm.
• Membrana podocitaria. Los podocitos son células polarizadas, con
una parte apical orientada hacia el espacio de la cápsula de Bowman
y otra hacia la lámina basal del endotelio.
Importancia de la orina es muy común escuchar decir a muchos que los
ojos son el espejo del alma, pero en cuanto a medicina se refiere, la orina es
el espejo del cuerpo. Y es que permite la realización de más de 3,000
pruebas, que van desde la de embarazo hasta la de dopaje uso de sustancias
o métodos prohibidos en los deportes. Esta prueba, barata y de fácil
obtención, no necesita especificaciones de temperatura ni equipos
sofisticados para realizarla. Debe realizarse en todas las evaluaciones
médicas, en todos los ingresos hospitalarios y visitas a la emergencia, en la
evaluación escolar anual y cuando se va a ingresar a un seguro médico o de
vida. El examen de orina, o EGO, tiene tres partes: la inspección visual y
olor, las reacciones químicas y el estudio microscópico.
La orina debe ser color ámbar y de olor amoniacal. Los cambios de color a
rojo, verde o morado pueden representar enfermedad. Si es color Coca Cola
o se presenta sangrado, el cuadro es más preocupante. Y aunque no se
acompañen de dolor o fiebre necesitan evaluación médica. Así mismo, su
olor a pescado viejo o rancio es asociado a infecciones. Por otro lado, debe
ser transparente, así que la presencia de turbidez es sinónimo de
enfermedad. Las cetonas son normales después del ayuno prolongado.
Pueden aparecer en diabéticos descompensados y en las dietas altas en
proteínas. Sin embargo, la orina no debe tener presente glucosa, proteínas y
bilirrubinas; implica un diagnóstico médico.
Tomar precaución. La presencia de proteínas en la orina, probablemente, es
de las entidades más preocupantes ¿Por qué? Pueden expresar enfermedad
parenquimatosa, es un marcador de muerte cardiovascular y su se asocia a
la llegada de la diálisis. En los diabéticos es un factor de mucho peso de
enfermedad renal. Cuando el análisis convencional de orina se presenta
como negativa en diabéticos debe realizarse la prueba de
microalbuminuria. Los valores normales de los glóbulos blancos son de 0-
2; su presencia en la orina puede significar inflamación del tracto urinario,
donde la infección es la etiología mas frecuente. Pero otras entidades como
los procesos alérgicos, el lupus y hasta la tuberculosis pueden producir su
aparición en la orina. La sangre en la orina nuca debe aparecer, ni micro ni
macroscópicamente. Su persistencia en más de dos exámenes necesita
estudios más profundos. Es tediosa su investigación porque su presencia
puede provenir desde el lecho vascular del riñón hasta la uretra.
5. De que tipo son los impulsos nerviosos que intervienen en la micción
urinaria?
La micción o el urination es el proceso de vaciar la orina del órgano del
almacenamiento, a saber, el diafragma urinario. El detrusor es el músculo
liso o involuntario de la pared del diafragma. Los músculos uretrales
consisten en el esfínter externo e interno. Esfínter y el músculo interno del
detrusor son ambos bajo mando autonómico. El esfínter externo, sin
embargo, es un músculo voluntario bajo el control de los nervios
voluntarios. El diafragma acomoda normalmente hasta 300-400 ml en
adultos. Cuando se dilata el diafragma envía señales al cerebro, que se
percibe como la sensación del “diafragma completo”.
El proceso de vaciar la orina en la uretra es regulado por las señales
nerviosas, del sistema nervioso somático y autonómico. El sistema nervioso
autonómico comprende el sistema nervioso comprensivo y parasimpático.
El diafragma tiene dos estados de función; almacenamiento y las fases el
vaciar.
La micción o la fase el vaciar visualiza una relajación coordinada de los
esfínteres uretrales internos y exteriores, bajo regla comprensiva y somática
respectivamente, con las contracciones fuertes del músculo del detrusor
debido a los impulsos parasimpáticos.
La micción se caracteriza así cerca:
• relajación del esfínter estriado (inervación somática)
• relajación del esfínter del músculo liso y del orificio del cuello del
diafragma (inervación comprensiva)
• contracción del detrusor (inervación parasimpática)
La distención de la pared del diafragma urinario hace la tensión de la pared
subir muy ligeramente. Sin embargo, cuando el diafragma es casi completo,
aproximadamente 300-400 ml, la contractilidad inherente de las
contracciones reflejas de las causas del detrusor a ocurrir, que son menos
potentes que la contracción que anula. La frecuencia que enciende aferente
aumenta con llenar, pero el mando cortical todavía reemplaza el reflejo de
la micción hasta que el anular voluntario sea resuelto sobre. Durante la
micción, el flujo urinario es ayudado por contracciones adicionales del
detrusor y la relajación externa del esfínter que baja más lejos resistencia al
pasaje de la orina. La pared abdominal y la musculatura pélvica del suelo
también participa aumentando la fuerza en el diafragma para ayudar a
lograr vaciar completo.
Arcos reflejos espinales
El acto de la micción es un reflejo autonómico en el nivel de la médula
espinal. Este reflejo también ayuda a terminar la micción cuando el actos se
emprende voluntariamente, o cuando sigue un período de la inhibición por
el cerebro, relajando el esfínter externo.
El mando de este proceso se media vía señales aferentes de los receptores
del alargamiento y del volumen en el diafragma, así como de los músculos
del suelo pélvico, de la vagina/del pene, y del recto, que informa al cerebro
sobre el fragmento de llenar, iniciando varios reflejos espinales. Éstos
sirven inhibir la micción hasta que el llenar sea completo mientras que
active el esfínter uretral externo voluntario vía el nervio pudendal. Al
mismo tiempo, se inhibe la actividad del detrusor y el esfínter uretral
interno se estimula vía actividad comprensiva. Los impulsos del diafragma
que llena se llevan a la médula espinal vía los nervios pélvicos e
hipogástricos, mientras que los nervios pudendal e hipogástricos llevan
impulsos del cuello del diafragma y de la uretra.
Centro de la micción de Pontine
El centro de la micción del pontine (PMC) en el médula oblonga se activa
vía señales aferentes del diafragma urinario mientras que está llenando.
Este centro envía impulsos inhibitorios a los arcos reflejos espinales para
habilitar anular del diafragma. En ausencia de cualquier otra regla, los
aferentes del diafragma y la uretra al midbrain y al puente de Varolio y a
los efferents a la médula espinal actuarían como interruptor encendido-
apagado, causar el reflejo que anula o almacenamiento dependiendo
solamente del volumen de la orina salvado en el diafragma. Esto significa
que durante la fase de la carga química o del almacenamiento, el reflejo
que anula está apagado, pero se enciende al del más alto nivel cuando el
diafragma se dilata más allá de un punto crítico, activando los receptores de
la tensión en la pared.
Regla del sistema nervioso central
Mientras que el diafragma llena, se percibe la sensación consciente y se
accionan las señales corticales. Esto inhibe la despedida puramente
involuntaria del reflejo que anula y en lugar de otro ayuda al individuo a
controlar anular hasta que el tiempo y el lugar sean apropiados.
Conclusión
La mayoría de las personas saben que los riñones tienen una función
importante eliminar del cuerpo los materiales de desecho que se han
ingerido o que ha producido el metabolismo. Una segunda función que es
especialmente crítica es controlar el volumen y la composición de los
electrólitos de los líquidos corporales. Los riñones sanos filtran alrededor
de media taza de sangre por minuto, eliminando los desechos y el exceso
de agua para producir orina. La formación de orina es resultado de la
filtración glomerular, la reabsorción y la secreción tubulares. Importancia
de la orina es muy común escuchar decir a muchos que los ojos son el
espejo del alma, pero en cuanto a medicina se refiere, la orina es el espejo
del cuerpo. Y es que permite la realización de más de 3,000 pruebas, El
proceso de vaciar la orina en la uretra es regulado por las señales nerviosas,
del sistema nervioso somático y autonómico. El sistema nervioso
autonómico comprende el sistema nervioso comprensivo y parasimpático.
El diafragma tiene dos estados de función; almacenamiento y las fases el
vaciar.

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