CAPACIDADES E INTERESES DE ADULTOS

La adultez y las 5 capacidades necesarios para convertirse en un buen hombre

La adultez es una etapa de la vida que se caracteriza por alcanzar un estado

de madurez física, psicológica y social. La madurez física se alcanza una vez
terminada la pubertad. Por otro lado, la madurez psicológica y social dependen de
muchos factores, en el tema de la adultez se han determinado 5 capacidades para
construir una adultez sana y responsable:

Capacidad #1: Buena salud integral y los medios para mantenerla

Para lograr una transición exitosa a la adultez, es esencial una buena salud física (lo
cual también incluye la madurez reproductiva) y mental. Además de esto, es necesario
tener los medios y los conocimientos para mantener ese estado de salud. Por ejemplo,
los niños no tienen madurez biológica, ya que no tienen la capacidad de reproducirse;
tampoco tienen los recursos ni los conocimientos para alimentarse sanamente, para
cuidarse o ir al médico en caso de ser necesario.

Capacidad #2: Interdependencia social

Durante la niñez y la adolescencia, es necesario el desarrollo de habilidades y la

obtención del capital social necesario para ser un miembro productivo de la sociedad.
Durante las primeras etapas de la vida, un ser humano es completamente dependiente
de sus padres para satisfacer sus necesidades de alimentación, salud, vivienda,
educación, etcétera. Así que, para alcanzar la adultez en plenitud, es necesaria la
capacidad de independizarse económicamente de los padres y entrar en un
estado de interdependencia con la sociedad.

Capacidad #3: Valores y conductas prosociales

Para convertirte en un buen hombre, es necesario contribuir al bienestar social. Para

ello se requiere adquirir los valores prosociales adecuados y cumplir con ciertos
protocolos sociales reservados para los adultos. Por ejemplo, si un niño comete una
falta, sus padres son los responsables de responder ante la sociedad. Además, tampoco
se espera que los niños cumplan con ciertos protocolos sociales como los protocolos
funerarios que realizamos los adultos cuando alguien muere. En cambio, en un adulto
recae toda la responsabilidad de sus actos, tienen efecto en él todas las leyes
jurídicas y se es espera que siga cierto comportamiento social; todo esto para ser
considerado un hombre, es decir, un individuo adulto.

Capacidad #4: Preparación para asumir los 5 roles sociales

Los expertos en temas de la adultez han determinado que un individuo en esta etapa
debe estar capacitado para desempeñar 5 roles o papeles dentro de la sociedad: el
de trabajador, el de ciudadano y miembro de una comunidad, el de pareja, el de padre
y el de administrador del hogar. Ahora, esto no significa que debas aprender a ser un
buen padre a los 20 años, por ejemplo; pero sí es importante desarrollar las habilidades
para aprender a asumir este rol en de ser necesario.

Capacidad #5: Sentido de identidad personal

La identidad personal es algo que evoluciona constantemente. Sin embargo, en la
adultez ya debes tener cierta claridad sobre quién eres, que es lo que quieres, cuáles
son los valores que dirigen tu conducta y hacia dónde vas en la vida. De manera que
puedas tomar acciones acordes con estos elementos de tu identidad.

estas 5 capacidades para poder ser considerado un adulto; no obstante, hay que tener
presentes 2 puntos importantes: lo primero es que estos 5 atributos se van
desarrollando, ajustando y perfeccionando con el tiempo; así que no debes agobiarte
por tener que aprender todo a los 20 años para llegar a la adultez. Lo segundo es que,
según los expertos, estos atributos son aquellos que idealmente y en el mejor de los
panoramas, todos los adultos deberíamos tener; pero, hay personas que se pueden
considerar adultas y que no necesariamente han desarrollado todos estos atributos.

Como puedes darte cuenta, no todos los hombres (entiéndase como personas que han
dejado de ser niños y han llegado a la adultez) en México poseen estos atributos; de
hecho, hay una gran cantidad de ellos que no son buenos padres, no son buenas parejas
o no tienen un sentido de bienestar social, por mencionar ejemplos. Así, aun sin
desarrollar adecuadamente las 5 capacidades muchas personas pueden considerarse
adultas. Tal parece que, en México, al menos en la ciudad, lo mínimo que se requiere
para dejar de ser niño y convertirse en hombre es: la madurez física, la mayoría de edad
(18 años) y cierto grado de habilidades para ser un miembro productivo de la sociedad.

EL ADULTO PUEDE APRENDER DURANTE TODA SU VIDA, POR ELLO ES

IMPORTANTE QUE APRENDA A APRENDER

La idea extendida de que todas las capacidades vinculadas al aprendizaje disminuyen

con los años, está hoy desechada. Distintos autores coinciden en que el adulto aprende
durante toda la vida. Las aptitudes más relacionadas con el rendimiento permanecen
estables hasta edades avanzadas.

G. Cirigliano (1983) expresa que el adulto puede aprender durante toda su vida, aunque
requerirá de medios diferentes de los escolares. Inmerso en la realidad, necesita otras
instancias que provean oportunidad real de aprender, o mejor aún, que le ayuden a
completar, reorganizar ampliar y profundizar el saber y las experiencias de su vida diaria.

La madurez conlleva un monto de experiencias que es fuente inagotable de

aprendizajes; es por eso que la línea fundamental de la enseñanza de adultos se basa
en aprovechar sus experiencias.

“El aprendizaje adulto no se refiere sólo al conocimiento, abarca otras dimensiones de

la vida personal. Comprende la adquisición y práctica de nuevas metodologías, nuevas
destrezas, nuevas actitudes y nuevos valores, necesarios para vivir en un mundo en
constante cambio. El aprendizaje es el proceso por el que el hombre se prepara para
hacer frente a nuevas situaciones". Botkin, Elmandjra y Malitza (1979). Este aprendizaje
permanente requiere que las personas adultas hayan aprendido cómo aprender, cómo
adaptarse y cómo cambiar. C. Rogers (1975).

El joven adulto aspira a tomar decisiones independientemente y a lograr

responsabilizarse de sí mismo. Sin embargo, hoy en día, llegar a ser un adulto
independiente, exige de media más tiempo y esfuerzo, con la
consecuente frustración que ello conlleva. En comparación con épocas anteriores, la
transición entre la adolescencia y la adultez tiende a alargase y es más compleja.

El autoconcepto y las habilidades de regulación emocional continúan en desarrollo

por lo que tienden a experimentarse más periodos de inestabilidad emocional así
como reacciones emocionales negativas más intensas ante los diversos elementos
potencialmente estresores.

La emancipación tardía, la prolongación de los años de estudio y el híbrido trabajo-

estudio son fenómenos que reflejan la creciente dificultad socioeconómica a la que
se enfrentan los jóvenes cuando buscan independizarse.

Aprendiendo a escoger y a responsabilizarse de sus decisiones, allana su propio camino

hacia la autonomía y la responsabilidad, tareas clave del desarrollo adulto. Sin embargo,
es fácil sentirse abrumado por un exceso de opciones y de responsabilidades. Los
adultos jóvenes son más sensibles al estrés, por lo que aquellos que no cuentan con
habilidades de afrontamiento de estrés eficaces y una buena red de apoyo social, son
los que más escollos se encontrarán a la hora de lidiar con las emociones negativas.