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Se considera que el creador de esta rama educativa tal y como se conoce hoy en día fue
Friedrich Ludwig Jahn. Durante el siglo XIX, Jahn estableció en Alemania la primera
escuela de gimnasia.
1. Escucha activa
Para ser un buen comunicador es necesario ser un buen oyente. Por ello, presta atención a tu
interlocutor, interactúa con él, sé paciente, muéstrate respetuoso y refleja con tus palabras
cómo se siente la otra persona.
Saber escuchar es clave. Parte de la empatía consiste en oír con atención el mensaje del
interlocutor.
2. Comunicación asertiva
Las personas asertivas expresan sus opiniones de manera adecuada, defienden sus intereses
sin agresividad, aclaran equívocos, saben decir «no» y admiten sus errores.
3. Empatía
Para desarrollar tu empatía, nada como tener presente la visión del mundo del otro. Hay que
mostrarse cercano, preguntar con delicadeza y expresar los sentimientos propios.
4. Adecuación al receptor
Los mejores comunicadores saben adecuar sus palabras a su interlocutor. Por ejemplo, si
somos médicos, no nos comunicaremos igual con nuestro paciente, con el que tendremos que
usar un lenguaje más divulgativo, que en una conferencia ante otros colegas.
5. Conducta verbal
Nuestro discurso no está representado solo por las palabras que utilizamos. Hay aspectos tan
importantes como el uso del tono adecuado, un volumen de voz medio o respetar el turno de
la palabra.
6. Lenguaje no verbal
Un buen uso de la comunicación no verbal mejorará nuestro discurso. Hay que tener contacto
visual directo, pero no desafiante, gestos abiertos y una postura relajada que aportarán
coherencia a nuestras palabras.
7. Confianza
Ser buen comunicador lleva implícito transmitir nuestro discurso con confianza. Esto será tan
alejado de la arrogancia como de la indecisión. Una persona que se muestra confiada habla
tranquila, con un tono firme y enfocada en lo que quiere transmitir.
8. Sé conciso
Un buen comunicador utiliza el lenguaje de forma casi quirúrgica y va directo al grano. Hablar
en exceso sin un objetivo claro y estructurado distrae y aleja a nuestro interlocutor, por lo que
la máxima de que «menos es más» puede resultar muy útil.
Actualmente, existen muchos medios por los que podemos comunicarnos. No obstante, es
muy importante que sepamos escoger el adecuado para comunicar lo que queremos decir.