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Curso: Filosofía.
Cuando hablamos de problemas parece que nos referimos a situaciones difíciles que requieren de una solución o
que incluso tal vez no la tengan. Pensamos, tal vez, típicamente en matemáticas o en algún conflicto mental o
entre personas. Un problema es un planteamiento en el que se contraponen visiones distintas sobre la ocurrencia
de algo o un asunto complicado al que no se le haya solución cognitiva o existencial. La vida está llena de
problemas. Los hay de todo tipo: amorosos, personales, económicos, de salud, religiosos, políticos, etcétera. Los
niños no se cansan de hacer preguntas problemáticas, los científicos de plantear problemas, los sabios de tratar de
generar una guía para afrontar los problemas, los políticos se encargan de crearlos o complicarlos, y a veces, sólo a
veces, de resolverlos. Problemas y más problemas.
Etimológicamente los problemas se refieren a algo echado hacia adelante (pro- hacia adelante, ballein, lanzar). Al
final, es algo que es echado adelante para su consideración. Regularmente los problemas implican algunas tesis
(ideas, o explicaciones) que son distintas y opuestas, las cuales, no pueden ni aceptarse, ni rechazarse plenamente.
Por ejemplo, en Física la luz se convirtió en un problema teórico que se manifestó con la explicación del
comportamiento de ésta tanto como onda, como partícula.
Los problemas suelen expresarse a través de una pregunta, pero no todas las preguntas son un problema. Si
alguien le pregunto la hora, la pregunta no plantea ningún problema, sólo se requiere cierta información. En
cambio, si planteo un problema cosmológico a través de la pregunta “¿qué es el tiempo?”, ahí sí tenemos un
problema propiamente, pues el tiempo puede ser tanto una medida como una propiedad misma de la materia.
En fin, lo cierto es que los problemas pueden ser subjetivos, si son problemas personales, u objetivos, si lo que se
tiene que resolver no es un asunto de la vida propia de un individuo. También se suele distinguir a los problemas
como teóricos o prácticos, en función de si lo que plantean tiene o no una aplicación tecnológica y/o social o
simplemente una solución cognitiva dentro de una teoría. La filosofía, según Ferrater Mora, respondería a
problemas teóricos. Aunque debemos de considerar que tal vez la Ética, como disciplina filosófica, plantearía
problemas prácticos también. Igualmente, podemos decir que no todos los planteamientos filosóficos son
objetivos. La reflexión existencialista también implica problemas subjetivos. En consecuencia, la filosofía se mete
con todo tipo de problemas: teóricos, prácticos, objetivos y subjetivos.
Detrás de todo problema concreto se puede encontrar un problema filosófico. Tras un problema matemático
podemos preguntarnos sobre la esencia de los números, si representan la realidad o no. Detrás de un problema
emocional podemos preguntarnos qué es una emoción y qué sentido tiene la vida. Los problemas filosóficos son
los más generales, profundos y son altamente significativos para el sujeto.
Se suele afirmar que la filosofía se dedica a plantear problemas. Henrí Bergson comentó que en filosofía un
problema bien planteado es un problema bien resuelto. Eso se complementa con la idea de Ludwig Wittgenstein
de que, si algo se puede plantear en una pregunta, ésta debe de tener una respuesta (si no, se debe a un mal
manejo del lenguaje que crea un pseudo-problema). Al respecto dice Héctor Rogel: “La Filosofía es una terrible
preguntona; interroga siempre y jamás se cansa. Y nos plantea los interrogantes supremos de la vida humana:
¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Cuál es mi destino final?” Según el filósofo alemán Emanuel Kant, las grandes
interrogantes de la Filosofía se podían resumir en las siguientes preguntas: ¿qué puedo saber?, ¿qué debo de
hacer?, ¿qué puedo esperar?, ¿qué es el hombre?
Los filósofos regularmente se dedican a coleccionar problemas. Emile Brehier, hace énfasis en que los pensadores
más importantes en la filosofía son los que hacen cambiar la posición de un problema, o bien, trazan las
perspectivas de su solución.
La tendencia filosófica.
La filosofía ha surgido gracias a la curiosidad humana. Buscar la respuesta a preguntas inquietantes acerca de la
verdad, el ser, la existencia auténtica, el Absoluto, la Trascendencia del espíritu, el bien y el mal, es hacer filosofía.
La tendencia a investigar, a conocer el sentido último de las cosas, ha existido en el hombre a
lo largo de la historia.
La filosofía estudia las causas supremas y es también un conocimiento científico, debe seguir
El rigor de la ciencia. Plantear estos problemas es la primera labor de la filosofía.
Bibliografía
GUTIERREZ Sáenz, Raúl. Historia de las Doctrinas Filosóficas.
Ed. Esfinge. México 2007 PP .221