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NIETZSCHE

UNIVERSIDAD TRES CULTURAS


DOCTRINAS ANTROOLOGICAS
ROSA MARIA ALONSO
YOSELYN KATHIA TAVIRA SANCHEZ
INTRODUCCION
La obra de Nietzsche no se deja tratar fácilmente de forma sistemática, pese a los
intentos de algunos de sus estudiosos por hacerlo así. Su influencia se ha dejado
sentir de forma dispar y, a veces, contradictoria, pero en todo caso no ha tenido un
carácter uniforme: Nietzsche ha significado cosas distintas según sus distintos
intérpretes. Su misma forma de expresión contribuye a ello, ya que al utilizar
preferentemente el aforismo como vehículo de su pensamiento, el carácter
metafórico del mismo se presta con frecuencia a distintas interpretaciones. Además,
a menudo podemos encontrar en sus obras aforismos contradictorios entre sí,
siendo difícil poder determinar cuál de ellos representa su "auténtica" posición sobre
el tema tratado, si es que tiene algún sentido ese tipo de pregunta en el conjunto de
la obra de Nietzsche.
Filósofo alemán, nacionalizado suizo. Su abuelo y su padre fueron pastores
protestantes, por lo que se educó en un ambiente religioso. Tras estudiar filología
clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, a los veinticuatro años obtuvo la
cátedra extraordinaria de la Universidad de Basilea; pocos años después, sin
embargo, abandonó la docencia, decepcionado por el academicismo universitario.
En su juventud fue amigo de Richard Wagner, por quien sentía una profunda
admiración, aunque más tarde rompería su relación con él.

Fue un notable y polémico filólogo y filósofo alemán autor de las obras Así habló
Zaratustra, La voluntad de poder, El origen de la tragedia, Gaya Ciencia, Verdad y
mentira en sentido extra moral, entre otras.

La filosofía de Nietzsche

Entre las divisiones que se han propuesto para las obras de Nietzsche, quizá la más
sincrética sea la que distingue entre un primer período de crítica de la cultura y un
segundo período de madurez en que sus obras adquieren un tono más metafísico,
al tiempo que se vuelven más aforísticas y herméticas. Si el primer aspecto fue el
que más impacto causó en su época, la interpretación posterior, a partir
de Heidegger, se ha fijado sobre todo en sus últimas obras.

Como crítico de la cultura occidental, Nietzsche considera que su sentido ha sido


siempre reprimir la vida (lo dionisíaco) en nombre del racionalismo y de la moral (lo
apolíneo); la filosofía, que desde Platón ha transmitido la imagen de un mundo
inalterable de esencias, y el cristianismo, que propugna idéntico esencialismo moral,
terminan por instaurar una sociedad del resentimiento, en la que el momento
presente y la infinita variedad de la vida son anulados en nombre de una vida y un
orden ultraterrenos, en los que el hombre alivia su angustia.

Su labor hermenéutica se orienta en este período a mostrar cómo detrás de la


racionalidad y la moral occidentales se hallan siempre el prejuicio, el error o la mera
sublimación de los impulsos vitales. La «muerte de Dios» que anuncia el filósofo
deja al hombre sin la mezquina seguridad de un orden trascendente, y por tanto
enfrentado a la lucha de distintas voluntades de poder como único motor y sentido
de la existencia.
El concepto de voluntad de poder, perteneciente ya a sus obras de madurez, debe
interpretarse no tanto en un sentido biológico como hermenéutico: son las distintas
versiones del mundo, o formas de vivirlo, las que se enfrentan, y si Nietzsche ataca
la sociedad decadente de su tiempo y anuncia la llegada de un superhombre, no se
trata de que éste posea en mayor grado la verdad sobre el mundo, sino que su
forma de vivirlo contiene mayor valor y capacidad de riesgo.

Otra doctrina que ha dado lugar a numerosas interpretaciones es la del eterno


retorno, según la cual la estructura del tiempo sería circular, de modo que cada
momento debería repetirse eternamente. Aunque a menudo Nietzsche parece
afirmar esta tesis en un sentido literal, ello sería contradictorio con el perspectivismo
que domina su pensamiento, y resulta en cualquier caso más sugestivo interpretarlo
como la idea regulativa en que debe basarse el superhombre para vivir su existencia
de forma plena, sin subterfugios, e instalarse en el momento presente, puesto que
si cada momento debe repetirse eternamente, su fin se encuentra tan sólo en sí
mismo, y no en el futuro.

El anuncio del advenimiento del nihilismo, la famosa y radical sentencia "Dios ha


muerto", con el subsecuente tópico de la muerte del dios de los filósofos y
aparentemente también de la totalidad de los fundamentos, la voluntad de poder, el
eterno retorno, el superhombre, etc., fueron algunos de los grandes y complejos
temas inaugurados por la filosofía nietzscheana que reclamaron, y obtuvieron, una
poderosa atención en los círculos filosóficos, estéticos y políticos de la postguerra
europea.

Desde su perspectiva, los grandes problemas de la cultura europea se debían a


dichos orígenes que, al establecer la necesidad de recurrir a fundamentos
engañosos e ilusorios, impidieron a los hombres establecer relaciones sanas y
auténticas con el mundo y con la naturaleza. En otras palabras, y según algunas
interpretaciones, la historia del pensamiento occidental se construyó sobre una
fábula; una narración que, aunque muy bien contada ya por el mismo Platón,
obstaculizó a los hombres a reconocerse como lo que realmente eran: los
animales más débiles pero también los más imponentes, toda vez que en ellos el
instinto artístico y el lenguaje prefiguraban nuevas realidades, estando asentados
siempre en la voluntad de poder.
La importancia de Nietzsche fue radical, porque anunció, con preclara visión, el
panorama histórico y cultural de los siglos XX y XXI. De ahí el hecho de que toda
la filosofía contemporánea, cual más cual menos, estuviera influenciada por su
pensamiento.
Mi punto de vista desde su enfoque ético la filosofía de Friedrich Nietzsche afirma
que cada ser humano tiene la posibilidad, si así lo decide y trabaja duro por ello,
de superar la heteronomía e inmadurez para caminar hacia una autonomía ética.
En este camino, es necesario estudiar el origen de las formas de conocer y valorar
con las que convivimos día a día a fin de establecer una crítica informada y ser
capaces de superar el nihilismo pasivo, así como el resentimiento en el que
frecuentemente caemos cuando sentimos una inconformidad ante la moral a la
cual nos encontramos sometidos. En este sentido, además de estudiar la crítica a
la metafísica, la ciencia y la moral tradicional realizada por Nietzsche, conocer los
conceptos de la propuesta filosófica nietzscheana resulta de inmensa relevancia
en la tarea de forjar una Identidad Ética propia para cada individuo.
CONCLUSION
Su filosofía es un vitalismo. Refleja tanto el espíritu de su época (en cuanto a su
concepción dinámica de la realidad y de la energía interior del hombre como
voluntad) como la admiración por el espíritu trágico griego, fruto de su formación
intelectual. Ese espíritu viene marcado por el rechazo a una moral victoriana,
fácilmente escandalizarlo ante todo lo que supone instinto y vitalidad, y a un espíritu
positivista cegado por la ciencia y la idea de progreso.

BIBLIOGRAFIA
Bernat Castany Prado. (DICIEMBRE 2009). LA FILOSOFÍA NIETZSCHEANA Y LA
LÓGICA CULTURAL DEL CAPITALISMO TARDÍO. BARCELONA: REVISTA
ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS. PAGINA WEB
https://www.um.es/tonosdigital/znum18/secciones/estudio-6-nietzsche.htm
webdianoia. (25 de septiembre de 2002). Friedrich Wilhelm Nietzsche. 12 DE
AGOSTO DEL 2022, de webdianoia.com Sitio web:
https://www.webdianoia.com/contemporanea/nietzsche/nietzsche.htm

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