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El diezmo en el Antiguo Testamento

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Rodrigo Mejía
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EL DIEZMO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO Y SU CONTEXTO
Rodrigo Mejía

El diezmo según la literatura extrabíblica


La costumbre de la contribución del “diezmo” no se originó exclusivamente en la
Ley Mosaica. Probablemente, el uso de esta cantidad se debe a que en la antigüedad se
adoptó un sistema de numeración basándose en el número “diez” por medio del conteo de
los dedos de la mano y el pie.1 Hay referencias extra bíblicas que señalan su práctica en
otras culturas. En el texto acadio del Ugarit, el término ocurre en relación con los
impuestos y ofrendas, los cuales eran ofrecidos por el pueblo o aldea.2 De este material
(Ugarit) se desprende tres puntos de vista: a) El diezmo era visto desde la perspectiva de
todo un pueblo como una unidad. b) El diezmo era a menudo un impuesto dado al rey o
uno de sus sirvientes. c) Hay algunos textos que indican que los sacerdotes recibían el
diezmo.3 Además de ser un tributo dado al rey por el pueblo, en algunos casos, era
impuesto a una nación conquistada (Diodoro).4
De acuerdo a la Antigua Babilonia, se daba un diezmo a los dioses en sus templos.
Un ejemplo de ello se encuentra en un óleo babilónico que dice: “Shamash demanda el
diezmo”.5 Lo anterior también puede observarse en la época Neo-Babilónica. En el
interior de cuatro minas de plata, se halló una inscripción que dice: “El diezmo de Bel,
Nabu y Nergal” (tres deidades).6 De igual manera, allí se encontraron otros textos
relacionados con las fechas de “la cebada, lana, burros y toros”.7 Joseph M. Baumgarten
explica de qué manera se colectaba el diezmo en el período Neo-Babilónico:
La fecha de la colecta indica que, si bien es cierto que el diezmo corresponde a un
10 por ciento aproximadamente, hay considerables variaciones por debajo de la
norma. Por medio de una inscripción, hay datos que un arrendatario daba el 9 por
ciento de lana de la cosecha al templo, otro 8.6 por ciento de su grano. Un diezmo
de 13.3 por ciento del corte de lana es mencionado. Un diezmo de la cebada era
dividido con 11.1 por ciento destinado al templo de Nabu y un 5.5 por ciento a
Nergal.8

Los datos indicados arriba revelan que en esa cultura no había un patrón “estándar”
en cuanto al diez por ciento discutido. Según se puede observar, la colecta se entregaba
en su totalidad al templo. Durante el reinado de Nabucodonosor II, el diezmo de la tierra
seguía dándose al templo, como también al rey.9 El diezmo pagado al rey incluía toda

1
G. F. Hawthorne, “Tithe” en The New International Dictionary of The New Testament Theology,
Colin Brown, ed. (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1971), 3: 851.
2
Richard Averbeck, rfe[]m; en New International Dictionary of Old Testament Theology &
Exegesis, Willem A. Van Gemeren, ed. (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1997) 2: 1035.
3
Ibid.
4
Hawthorne, “Tithe” en The New International Dictionary, 851.
5
Averbeck, rfe[]m; en New International Dictionary, 1036.
6
Ibid. Hay que señalar que estos nombres son traducción del inglés por desconocer el nombre en
español.
7
Ibid.
8
Joseph M. Baumgarten, “Critical Notes: On the non-literal, use of ma‘aser/dekate”, Journal
Biblical Literature 103 (1984): 245.
9
Hawthorne, “Tithe” en The New International Dictionary, 851.
2

clase de productos, animales y el botín ganado en las batallas como se ha indicado


arriba.10
De acuerdo a la evidencia de los escritores helénicos, el diezmo en la cultura persa
era una práctica común. Los sápatras persas demandaban el diezmo de las importaciones
(Aristóteles, Oecon. 134b; 135b). Asimismo, Ciro, el persa, hizo que sus soldados dieran
un diezmo de su botín a Zeus (Heródoto).11 También, hay certeza escrita del culto a los
dioses por medio de los diezmos entre los griegos. Cuando Agamenón conquistó Micenas
dedicó un diezmo a los dioses (Diodoro, Sic., 11,65). En la conquista de los etruscos, los
Liparianos (sic), dedicaron un diezmo de su botín a los dioses en el Oráculo de Delfos
(Diodoro, Sic., 5, 9; Heródoto 7, 32). Por último, Pausanias relata muchos ejemplos de
Grecia y Roma en relación con los diezmos o impuestos dedicados a los dioses (II d.C.).12

El diezmo Pre-Mosaico
Las Escrituras describen dos pasajes del período patriarcal acerca del tema en
cuestión. En primer lugar, Génesis 14:17-20 indica que Abraham dio el diezmo de todo el
botín ganado a Melquisedec, después de haber derrotado a varios reyes de la región.13 En
segundo lugar, Génesis 28:18-22 destaca el hecho que Jacob ofreció de modo
“voluntario” el diezmo a Dios. Debe señalarse que en ambos casos, esta práctica no se
basa en la Ley Mosaica. Por tal razón, ambos textos deben explicarse por separado a la
luz de su contexto y las Escrituras.

Génesis 14:17-20
La entrega del diezmo a Melquisedec de parte de Abraham puede entenderse en dos
asuntos: (1) Por la costumbre de entregar el diezmo del botín de guerra a un rey como se
ha discutido arriba y, (2) por motivos religiosos. El pasaje narra la victoria de Abraham
sobre 4 reyes, los cuales derrotaron a todas las fuerzas de la región (Gén. 14:1-11).
Durante la escaramuza, Lot fue tomado como rehén (Gén 14:12). Al escuchar lo
sucedido, Abraham derrotó a los invasores y liberó a Lot (Gén. 14:13-16). Después de la
victoria, el rey de Sodoma y el de Salem, es decir, Melquisedec buscaron a Abraham.
Melquisedec recibió a Abraham (Gén. 14:17) y, le bendijo como también a Dios (Gén.
14:19-20a). El nombre de Dios que utilizó Melquisedec es lae que es la misma forma
para reconocer al dios de los cananeos.14 Según Walton, Matthews y Chavalas,
Melquisedec pretendió hacer las “paces” con Abraham ante esta situación bélica:

10
Mark A. Snoeberger, “The Pre-Mosaic Tithe: Issues and Implications”, Detroit Baptist Seminary
Journal 5 (Fall, 2000): 78.
11
Hawthorne, “Tithe” en The New International Dictionary: 851.
12
Ibid., 851-852.
13
Gén. 14:20b lKo)mi rfEß[m] ; Alï-!T,YIw:
14
John Walton, Victor H. Matthews y Mark W. Chavalas, Comentario del contexto cultural de la
Biblia, Antiguo Testamento (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2004): 37. Como se narra en
Génesis 14:20b, Abraham dio el “diezmo” del botín. Maximiliano García Cordero observa un
“sincretismo” religioso en estos hechos: “Abraham ofreció diezmos al sacerdote Salem, Melkisedec(sic),
reconociendo su categoría sacral. Por eso la religión de los patriarcas debió ser sincretista, a base de una
monolatría (culto a un Dios protector del clan, sin negar la existencia de otros dioses para otros clanes). En
los relatos bíblicos se exalta la sumisión y obediencia ciega las indicaciones de su Dios protector”. (Las
cursivas son del autor). Maximiliano García Cordero, La Biblia y el legado del Antiguo Oriente: El entorno
cultural de la historia de salvación (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1977): 166. Al respecto, el
que escribe llamaría a este tipo de monolatría como excluyente.
3

Los tratados heteos se referían a la provisión de vituallas por parte de los aliados en
tiempo de guerra. Melquisedec estaba ansioso por hacer las paces con aquella
probada fuerza militar y Abram se sometió pagando el diezmo, reconociendo de ese
modo la posición de Melquisedec.15 (Énfasis de quien escribe).

Probablemente, lo anterior sea válido hasta ese contexto particular, sin embargo,
hay que añadir que Hebreos 7 destaca lo dicho. Este capítulo (cp. Heb. 5:1-10) tiene
como tema central la superioridad del sacerdocio de Cristo sobre el levítico. En efecto,
el sacerdocio según “la orden de Melquisedec” (cp. Sal. 110:4) es único y superior a la
orden levítica. El capítulo en cuestión incluye una homilía tipo “midrash”, basándose en
Génesis 14:18-20 y el Salmo 110:4.16 La fórmula introductoria de la cita es Ou-toj ga.r o`
Melcise,dek “porque este Melquisedec...” (Heb. 7:1),17 cuya fórmula introductoria es
similar al manuscrito del Qumrán 4QFlorilegio.18 Según George Guthrie “la [doble]
declaración que Melquisedec ‘salió al encuentro de Abraham’ son porciones acerca del
principio del midrash de Génesis 14 citado en Hebreos 7:1-10”.19 El capítulo enfatiza la
entrega de los diezmos a Melquisedec (Heb. 7:1-2, 4, 5-6, 8, 9). La importancia de este
acto radica en que Abraham reconoció la “superioridad” de Melquisedec (cp. Heb. 7:7).
Estos argumentos sirven para demostrar la superioridad del sacerdocio de Cristo sobre el
levítico como se ha argumentado antes.

Génesis 28:18-22
En este contexto, Yahweh apareció a Jacob en Bet-el para confirmarle el pacto
(Gén. 28:10-22). El sueño de la escalera significa que Dios estaba con Jacob por
dondequiera que él iba (Gén. 28:13-15).20 En respuesta, Jacob adora a Dios edificando un
altar (Gén. 28:16-22; cp Jos. 4:6). El verso 22 indica que Jacob ofrece “el diezmo” de
todo lo que le diere Yahweh, si lo protegía, proveía y regresaría a su tierra. Obsérvese la
oración condicional introducida por la conjunción ~ai “si” en el verso 20, seguida de
verbos en imperfecto en la prótasis.21 Lo anterior señala que Jacob hace “votos” a
Yahweh de manera condicionada. Este hecho tiene su paralelo en el mundo antiguo:
Los votos eran promesas a las que se agregaban condiciones, casi siempre hechas a
Dios. En el mundo antiguo, el contexto más común para un voto era cuando se le
hacía un pedido a la deidad. La condición generalmente implicaba la provisión y la
protección de Dios, mientras que lo que se prometía era por lo común una ofrenda a
la deidad. Habitualmente, esto asumía la forma de un sacrificio, pero podía referirse

15
Walton, Matthews y Chavalas, Comentario del contexto cultural, 37.
16
Joseph A. Fitzmyer, Essays on the Semitic Background of the New Testament de Sources for
Biblical Study (EE.UU.: Societey of Biblical Literature and Scholar’s Press, 1974) 5: 222; A.W. Robertson,
El Antiguo Testamento en el Nuevo (Buenos Aires y Grand Rapids: Nueva Creación y William B.
Eerdmans Publishing Co., 1996): 197.
17
Fitzmyer, Essays: 222.
18
4QFlorilegio, Textos del Qumrán, Florentino García Martínez ed. (Madrid: Editorial Trotta,
2000): 183-184.
19
George Guthrie, The Structure of Hebrews: A Text-Linguistic Analysis (Grand Rapids: Baker
Books, 1994): 84.
20
Yahweh le confirma el pacto (v. 14) y promete que estaría con él (v. 15).
21
El primer imperfecto de la prótasis es hy<“h.yI seguido de perfectos modificados por la w
consecutiva.
4

a otros tipos de ofrendas al santuario o a los sacerdotes. Usualmente, el voto era


cumplido en el santuario como un acto público.22

El contexto no dice cómo y cuándo Jacob cumplió su promesa, pero hay ciertos
indicios que lo indican. Según el relato, Dios transformó la vida de Jacob en su
peregrinaje (Gén. 29:1-32:32). Jacob retornó a la tierra prometida (Gén. 32-35; cp. 28:4,
13-15; 31:3). Dios le bendijo en Bet-el (Gén. 35). De acuerdo a estos argumentos, Jacob
entregó “el diezmo” prometido. Concerniente al tema discutido, se puede deducir lo
siguiente: (1) El diezmo es ofrecido a Dios. (2) Es un acto no legislado, quizás
“voluntario” como una expresión de adoración. (3) Este pasaje sirve de ejemplo para las
futuras generaciones de Israel (cp. Malaquías 3:8-12).23

El diezmo en la Ley Mosaica


De acuerdo a la legislación judía, el diezmo ocurre en Levítico 27:30-33; Números
18:21-22; Deuteronomio 12:5, 17; 14:22-29; 26:12-15. Un estudio detallado de estas
leyes, y todo el conjunto en general, indica que este conglomerado de leyes en su forma
literaria es de carácter casuístico y apocadíctico.24 Las primeras “enuncian prescripciones
ligadas a una situación precisa y van aparejadas a eventuales castigos”.25 Las segundas
son leyes más “generales”.26 La violación o desobediencia de estas y todas las leyes,
resultarían en maldiciones para aquellos individuos que pecaren de manera impune (Dt.
27:14-26). Mientras que las bendiciones y maldiciones del capítulo 28 son para la nación
de Israel como nación.27 Un ejemplo de maldiciones aplicable al diezmo, lo constituye la
cosecha:
38 Sacarás mucha semilla al campo, pero recogerás poco, porque la langosta la
devorará.
39 Plantarás y cultivarás viñas, pero no beberás del vino ni recogerás las uvas,
porque el gusano se las comerá.
40 Tendrás olivos por todo tu territorio pero no te ungirás con el aceite, porque tus
aceitunas se caerán. [...]
42 Todos tus árboles y el fruto de tu suelo los consumirá la langosta. (Dt. 28:38-40,
RV60).28

Por otro lado, las bendiciones vendrían sobre la nación, si obedecía a Yahweh:
4 Bendito [...] el producto de tu suelo, el fruto de tu ganado, el aumento de tus
vacas y las crías de tus ovejas.
5 Benditas serán tu canasta y tu artesa. [...]

22
Walton, Matthews y Chavalas, Comentario del contexto cultural: 53.
23
Más adelante se ampliará estas afirmaciones.
24
Para un estudio más detallado de la composición literaria de este tipo de leyes véase Josef
Schreiner, Introducción a los métodos de la exégesis bíblica, Josef Schreiner, ed., (Barcelona: Editorial
Herder, 1974): 268-269.
25
Oliver Artus, Aproximación actual al Pentateuco (Navarra, España: Editorial Verbo Divino,
2001): 48-49.
26
Ibid., 49.
27
Gary Williams, “Apuntes inéditos de Deuteronomio” (Guatemala: Seminario Teológico
Centroamericano, 2001).
28
La Biblia de las Américas, CD, Bible Works, 2001.
5

11 Y el SEÑOR te hará abundar en bienes, [...], en el fruto de tu ganado y en el


producto de tu suelo, [...].
12 Abrirá el SEÑOR para ti su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra a
su tiempo y para bendecir toda la obra de tu mano; [...]. (Dt. 28:4-5, 11-12,
RV60).29

La mención de estos argumentos sirve para interpretar ciertos textos ocurridos en


otros contextos.30 Antes de analizar en detalle los versos que destacan el “diezmo”, es
necesario preguntarse: (1) ¿Qué debían diezmar los hebreos? (2) ¿A quién debían
diezmar? (3) ¿Dónde debían los hebreos ofrecer sus diezmos?31 Cada una de estas
interrogantes se desarrollará a continuación.

¿Qué debían diezmar los hebreos?


La Ley establecía que el diezmo de “las cosechas de la tierra” (Lv. 27:30), “el fruto
de los árboles” (Lv. 27:30), “las vacas” y “las ovejas” (Lv. 27:32), debía apartarse. Esto
no incluía “los primeros frutos” (Ex. 22:29-30; 23:16, 19; 34:22-26).32 La manera de
diezmar el ganado se hacía así: “el dueño contaba los animales cuando iban saliendo a
pastar, y uno de cada diez era dado a Dios. De este modo, no se daba la posibilidad de
elegir los animales inferiores para el diezmo de las vacas y las ovejas (Lv. 27:32s)”.33 Si
alguien quería “redimir” el valor del diezmo, podía hacerlo, pero añadiría una quinta
parte de ese monto al total (Lv. 27:31). Esta transacción podía hacerse únicamente con
los productos agrícolas (Lv. 27:33; cp. Núm. 18:14-19).34

¿A quién debían diezmar?


La Ley ordenaba la entrega de los diezmos a tres grupos distintos. El pueblo debía
conceder el diezmo del producto del campo a los levitas debido a su ministerio (Nm.
18:21), ya que ellos no tenían heredad (Nm. 18:24). Ellos a su vez debían entregar “el
diezmo de los diezmos” (Nm. 18:26), de todo lo mejor (Nm. 18:29), a los sacerdotes
(Nm. 18:28; cp. Lev. 27:30-32; Neh. 10:37, 39; Heb. 7:5, 9). Una ilustración de esta
práctica se observa en el libro apócrifo de Tobías.35 Obsérvese los detalles:
6
Sin embargo yo, casi siempre solo, iba a Jerusalén, en las fiestas, como fue orden
perpetua; llevaba las primicias y los diezmos y el primer esquileo de las ovejas, 7 y
se los daba a los sacerdotes, hijos de Aarón, para el altar. A los hijos de Leví, que
cumplían su servicio en Jerusalén, les daba el diezmo del vino, del trigo, del aceite,
de las granadas, de los higos y de los otros frutos de los árboles [...].36 (Tob. 1:6-7).

29
Ibid.
30
Un buen ejemplo lo constituye Malaquías 3:8-12, el cual se discutirá más adelante.
31
J.G.S.S. Thomson, “Diezmos” en Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, F.F. Bruce, I. H. Marshall,
A.R. Millard, J.I. Packer, D.J. Wiseman, eds. (Barcelona, Buenos Aires, La Paz: Ediciones Certeza Unida,
2003), 356; “rfEß[]m”; , TWOT Lexicon, CD, Bible Works, 2001.
32
“rfEß[]m;”, TWOT Lexicon, CD, Bible Works, 2001; Hawthorne, “Tithe” en The New International
Dictionary, 852.
33
Thomson, “Diezmos” en Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, 356.
34
Walton, Matthews y Chavalas, Comentario del contexto cultural, 148.
35
Baumgarten, “Critical Notes...”: 247; Rolando de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento
(Barcelona: Editorial Herder, 1985), 517.
36
Gerard Sloyan, “Tobías”, en Conoce la Biblia: Antiguo Testamento (Bilbao y Santander, España:
6

(Énfasis de quien escribe).

En tiempos de Nehemías, el pueblo juró sostener a los sacerdotes y a los levitas


(Neh. 10:36-40). Aparte de ofrendar sus primicias y primogénitos del ganado en el
templo, juraron dar a los levitas sus diezmos (Neh. 10:37). Los levitas debían recoger los
diezmos en las ciudades (Neh. 10:38b). Un sacerdote supervisaría la recolección de los
diezmos por los levitas (Neh. 10:39). La ocasión particular de estos hechos es narrada por
Rolando de Vaux:
Al llegar éste [Nehemías] para su segunda misión se enteró de que los levitas
habían desertado del templo porque no recibían diezmos, que eran sus únicos
ingresos fijos. Nehemías hace reproches a los notables, hace volver a los levitas y
constituye una comisión encargada de administrar los almacenes, Neh 13,5, y de
hacer las distribuciones, Neh 13, 10-14. Para evitar que se repitieran los abusos que
había comprobado, Nehemías obligó a la comunidad a contraer ciertos
compromisos, en los que no se olvidaba lo que era debido a los levitas: las
primicias del suelo y de los frutos de los árboles, los primogénitos, lo mejor de la
harina, de las frutas, del vino y del aceite habrá de entregarse a los sacerdotes, los
diezmos serán atribuidos a los levitas.37

Por otro lado, hubo otro diezmo que los israelitas debían entregar a los pobres cada
tres años (Dt. 14:28-29; 26:12-15).38 Este debía entregarse al levita, al extranjero, al
huérfano y a la viuda en sus ciudades (Dt. 14:28-29), con el fin de Yahweh le bendijera
(Dt. 14:29b). El pasaje tiene como paralelo 26:12-15.39 El israelita debía declarar ante
Yahweh que ha repartido todo su diezmo (Dt. 26:13), que no ha usado mal el diezmo (Dt.
26:14) y, rogar a Yahweh para que prospere a la nación (Dt. 26:15). Como en el caso
anterior, el libro de Tobías ejemplifica esta ordenanza.40 Así lo describe el escritor:
8
El tercer diezmo se lo daba a los huérfanos, a las viudas y a los prosélitos que se
incorporaban a Israel. Se lo daba cada 3 años y lo comíamos según está mandado
en la ley de Moisés y según las instrucciones de Débora, mujer de Ananiel y madre
de mi padre, pues mi padre, al morir, me dejó huérfano.41 (Tob. 1:8).

Durante el período monárquico se estableció otro diezmo como un sistema


tributario. Cuando Yahweh aceptó la petición del pueblo de que tuvieran rey, Él advirtió
a través de Samuel los peligros que enfrentaría el pueblo bajo un rey humano (1 S. 8:1-9).
El rey tomaría “lo mejor” de las tierras, un “diezmo” de sus cosechas y el ganado para
mantener su gobierno (1 S. 8:14, 15, 17). Sin embargo, el pueblo objetó la advertencia (1
S. 8:19-20). Tal como se ha señalado en el inicio, Israel adoptó un sistema tributario
como en el caso de otras naciones. Las leyes asirías establecían un tributo destinado al
rey: “...del rey no debes [tomar... fian]za... del dinero tú no puedes tomar; [...]”.42 De

Ediciones Mensajero y Editorial SalTerrae, 1970) 26: 35-36.


37
de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento: 517.
38
Ibid., 489.
39
Averbeck, rfe[]m; en New International Dictionary, 1049.
40
Baumgarten, “Critical Notes...”, 247
41
Sloyan, “Tobías”, en Conoce la Biblia,36.
42
“The Middle Assyrían Laws”, Ancient Near Eastern Text: Relating to the Old Testament, James
Pritchard, ed. (Princeton, Nueva Jersey: Princeton University Press, 1969), 188.
7

acuerdo con las leyes de Ugarit, Rolando de Vaux señala lo siguiente:


Era lo que sucedía también en los reinos vecinos, como lo atestiguan claramente los
textos de Ugarit. La Biblia precisa que el rey podrá dejar esta contribución a sus
funcionarios; los documentos ugaríticos ilustran también esta costumbre, y a ella
hace quizá alusión Am 5,11 que echa en cara a algunos notables el que abrumen al
pobre percibiendo tributo de sus trigos.43

Sumado a lo anterior, probablemente el rey tenía derecho sobre el primer corte de


herbajes (Am. 7:1), el cual es comparable con “el derecho de pasturaje que ejercía el
soberano de Ugarit”.44 Rolando de Vaux cree que el rey podía exonerar el diezmo o
tributo y el trabajo: “También como en Ugarit, el favor real podía eximir de los diezmos
y de las prestaciones de trabajo a un individuo o a su familia, 1 Sam 17,25”.45
Otro relato del período monárquico concierne a las reformas religiosas del rey
Ezequías (2 Cr. 31:2-12). Ezequías ordenó al pueblo que trajeran sus ofrendas y diezmos
para apoyar el ministerio sacerdotal y levítico (2 Cr. 31:4). El pueblo accedió, entregando
los diezmos de sus cosechas y ganado (2 Cr. 31:5-6).
A modo de conclusión, el pueblo de Israel debía otorgar sus diezmos a distintos
grupos y reyes: (1) A los levitas, quienes debían entregar “el diezmo de los diezmos” a
los sacerdotes. (2) Cada tres años a los levitas, extranjeros, huérfanos y viudas. (3) A los
reyes como impuesto para sostener sus gobiernos.

¿Dónde debían los hebreos ofrecer sus diezmos?


Hubo otro diezmo que los israelitas debían comer delante de Yahweh (Dt. 14:22-
26). Quizás sea la misma ley descrita en Deuteronomio 12:7. El lugar sería escogido por
Yahweh (Dt. 12:5, 17-19). Varios textos aclaran que el santuario sería el lugar indicado
(Dt. 12:17; 14:23, 26).46 Deuteronomio 12:18-19 indica que los esclavos y los levitas
debían disfrutar del banquete en el santuario. Según se ha visto antes, el diezmo
pertenecía exclusivamente a los levitas (Nm. 18:21), por el contrario, Deuteronomio
14:23, 26 dice que cada año los israelitas debían comer del diezmo de sus cosechas. Ante
tal duda, el Dr. Gary Williams aclara:
Según los rabinos, los judíos debían dar dos diezmos, uno para los levitas y otro
para ser comido en el templo. Sin embargo, Dt. 14:22-29 no dice que el diezmo
aquí mencionado es un segundo diezmo, y, de hecho, una parte de ese diezmo debía
darse a los levitas (14:27). Quizás entonces la ley de Dt. 14:22-29 agregaba
elementos nuevos a la ley de Nm. 18:21.47

Probablemente el Dr. Williams tenga razón al decir que este no es un segundo


diezmo, sino que la entrega del diezmo de parte del israelita “debía adoptar la forma de
una comida ritual, en la que debía participar el levita”.48 En el caso que un israelita se
encontrara a una gran distancia del santuario y fuese dificultoso transportar el diezmo

43
de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento, 202.
44
Ibid.
45
Ibid.
46
J. Christian Wilson, “Tithe” en Anchor Bible Dictionary (New York: Doubleday, 1992), 6: 579.
47
Williams, “Apuntes inéditos de Deuteronomio”.
48
Thomson, “Diezmos” en Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, 356.
8

(Dt. 14:24), podía cambiarlo por dinero sin dejar de ir al santuario (Dt. 14:25).

Malaquías 3:8-12
El libro de Malaquías está estructurado por un encabezado (Mal. 1:1), seis oráculos
(Mal. 1:2-4:3), y un epílogo (Mal. 4:4-6). Cada oráculo consiste en una disputa entre
Yahweh y los judíos, basado en la siguiente estructura: (1) Una declaración por el
protagonista (Yahweh a través del profeta). (2) Una refutación por el antagonista (los
destinatarios particulares del oráculo). (3) Una reiterada acusación de la polémica de los
oponentes por el protagonista (Yahweh a través del profeta).49 En el caso particular del
quinto oráculo (Mal. 3:6-12),50 la sección inicia con la declaración: ytiynI+v' al{ “(Yo) no
he cambiado...” (Mal. 3:6a), y ‘yl;ae WbWvÜ “volved a mí...” (Mal. 3:7b).51 Este oráculo
incluye dos refutaciones de los judíos: bWv)n" hM,îB; “¿En qué hemos de volver?” (Mal.
3:7c; cp. RV60, RV95, RVA), y ^Wn=[]b;q. hM,äB; “¿En qué te hemos robamos?” (Mal. 3:8c;
cp. BDLA).52 Más adelante se observa la reiterada acusación de Yahweh por medio del
profeta: ytiêao ~y[iäb.qo ‘~T,a; yKi “En verdad vosotros estáis robándome” (Mal. 3:8b), y
rfeø[M] ;h;(-lK'-ta, Waybi’h' “Llevad todo el diezmo...” (Mal. 3:10a).53 Como puede notarse,
en el contexto particular de esta sección, la disputa entre Yahweh y los judíos
corresponde a la falta de entrega de los diezmos al Templo como legisla la Ley Mosaica.
El núcleo del tema lo constituye los versos 8 al 12, sin dejar a un lado los versículos 6 y
7.

Versículo 8
El paralelismo entre las dos primeras oraciones del versículo revela un contraste
entre Dios y el hombre:
A ¿Robará el ser humano a Dios?
B En verdad estáis robando vosotros a mí

El escritor bíblico utiliza ~d'øa' el cual es un término genérico que significa


“hombre”, “ser humano” o “varón”.54 Andrew Hill sugiere que “Malaquías usa el no
convencional colectivo ’adam indefinidamente para expresar la idea pronominal ‘alguien,
alguno’”.55 En contraste, emplea ~yhil{a/ “Dios”. La pregunta retórica exigiría un “no”
rotundo. Es impensable que un “ser humano” se atreviera robar al mismo Dios. El autor
antes citado explica en qué consiste la diferencia entre “el ser humano” y “Dios”:
Implícitamente en Malaquías el uso de ’elohim aquí es en el sentido de ‘Dios no
hombre’, ‘Dios de la creación’ y el ‘Dios de Israel’ [...]. La combinación de ’adam
49
Andrew E. Hill, Malachi en Anchor Bible (Garden City: New York, 1999), 25D, 145.
50
Aquí sólo se analizará los versos 8 al 12 como indica el título.
51
Ibid. La estructura y las oraciones provienen de Andrew Hill, la traducción del hebreo al español
del que escribe este ensayo.
52
Ibid.
53
Ibid. Las versiones de la Biblia RV60, RV95, RV1909 traducen esta oración así: “Traed todos los
diezmos...”. La versión RVA “Traed todo el diezmo...”. Mientras que la BDLA “Traed todo el diezmo...”.
54
Pedro Ortiz, “~d'øa'”, Léxico Hebreo-Español y Arameo-Español (Madrid: Sociedad Bíblica,
1997), 12.
55
Hill, Malachi, 302.
9

+ ’elohim en la primera cláusula en el verso 8a tiene connotaciones teológicas por


la soberanía de Yahweh como creador de Israel, sustentador, la dependencia y
subsistencia de Israel de parte de Dios como criatura y vasallo.56

Nótese el uso del verbo [bq “defraudar”, “discriminar” “robar”.57 Ocurre tres
veces en 3:8, y una vez en 3:9.58 Este verbo aparece una sola vez fuera de este contexto
en Proverbios 22:23. Si bien es cierto que hay cierto énfasis en su uso, debe distinguirse
un juego de palabras con el nombre bqO)[]y: “Jacob” de 3:6. El juego de palabras consiste
en el orden invertido de la [ en ambas raíces. En este caso, el escritor bíblico remite al
recipiente original a observar la vida de Jacob. Como se ha indicado antes, Jacob se
caracterizó por ofrecer “voluntariamente” el diezmo a Dios (Gén. 28:18-22). El pueblo
debía diezmar como él lo hizo. Por el contrario, la acción continua de los participios
~y[iäb.qo en 3:8 y 9, señalan el continuo “hurto” del diezmo de parte del pueblo a Dios.
Ambos subrayan un “inclusio”.
La segunda interrogante de Yahweh hacia el pueblo aclara que la acusación se basa
en el “robo” del diezmo y la ofrenda (3:8d). Las traducciones castellanas traducen esta
parte en plural, sin embargo, la respuesta contundente del profeta está en singular:
hm'W( rT.h;w> rfEß[]M;h “el diezmo y la ofrenda”.59 Con anterioridad se ha dicho que el
56
Ibid.
57
[bq'”, Léxico Hebreo-Español, 152.
Ortiz, “
58
]
Debe señalarse que el TM lee en el verso 8 [B;’q.yIh “¿robará...?”. Por otro lado, el aparato crítico
lee prb l bqo[}y].h] cf G eiv pterniei/ “es decir, léase ‘¿engañará?’ [del verbo bq[], compare la LXX, que reza ‘si
engañará’ (defraudará)”. Biblia Hebraica Stuttgartensia, K. Elliger y W. Rudolph, eds. (Stuttgart: Deutsche
Biblegesellschaft, 1997), 1085. Según la evidencia interna, el TM por ser más antiguo que la LXX tiene
más preferencia. Además, la lectura del TM [B;’q.yIh] tiene apoyo de todos los textos y versiones, menos la
]
LXX que lee bqo[}y].h. Un paralelo entre ambas lecturas revela que se invierte el orden de las letras: [B;’q.yIh]
y bqo[}y].h] Probablemente al invertir la [ se interprete como una “metátesis”. Consúltese Emanuel Tov,
Textual Criticism of the Hebrew Bible (Minneapolis: Fortress Press, 1992): 250-258. Esta afirmación se
basa en que los editores de la BHS opinan que es “probable” que se inserte la lectura variante por el uso del
término bqO)[]y: “Jacob” que se incluye en 3:6 como se ha indicado arriba. La raíz bq[ se incluye en el verso
6 como se ha indicado, y tendría más relación con el contexto (1:2 [2x] y 2:12). La LXX incluye el verbo
pternizw “usurpador” o “defraudador”. Los traductores de la LXX tradujeron pternizw aparentemente
leyendo bq[. Por este motivo, los editores de la BHS incluyen en el aparato crítico 4 veces el verbo griego
basado en su equivalente hebreo en los versos 8 y 9: aeiv pterniei/ [...], bpterni,zete, [...], cevpterni,kame,n [...],
9apterni,zete. Andrew E. Hill dice que “la BHS y BHK apelan a la LXX eiv pterniei/ y leen haya‘aqob [...],
entendiendo un juego de palabras entre la raíz de ‘qb con el nombre ya‘aqob (Jacob) en el verso 6...”.
Además, cree que la lectura del TM es más difícil que la lectura de la LXX porque “pternizo quizás refleja
la tendencia helénica alrededor de una tipología”. Hill, Malachi: 303. En cambio, si se hace la misma
pregunta concerniente a la lectura variante, posiblemente un escriba incluiría bqo[}y].h] “¿engañará...?
aludiendo a “Jacob” del verso 6. En todo caso, hay que señalar que en estos versos el escritor bíblico
destaca el “juego de palabras” por el uso de las raíces como se ha insistido arriba. A modo de conclusión,
se cree que el TM preserva la lectura a diferencia de LXX. El TM presenta la lectura más difícil.
59
El aparato crítico presenta: frt l hmwrTb;W rf[MB; cf STV, sed cf 9b-b. BHS., 1085. Esto se lee:
“Tal vez léase [...] compare las versiones antiguas Siriaca, Targumes, Vulgata, pero compare el versículo
9b-b”. Aquí se puede hacer una comparación entre la lectura variante del TM en contraposición con la
lectura variante apoyada por las versiones antiguas de la Siriaca, Targumes y la Vulgata. El TM es superior
a estas versiones antiguas. Es claro que en las versiones hay cambios hechos por los escribas de modo
10

pueblo debía entregar el diezmo de sus productos agrícolas (Lev. 27:30), y del ganado
(Lev. 27:32), a los levitas (Nm. 18:21), puesto que no tenían heredad (Nm. 18:24).
Además, se ha comentado que hubo otro diezmo que los israelitas debían comer delante
de Yahweh (Dt. 14:22-26). De manera que el pueblo no cumplía con sus obligaciones
como dicta la Ley. El Templo había sido reconstruido, el sustento de los levitas y el
restablecimiento de los sacrificios habían sido restablecidos (Mal. 1:7-8; 10; 3:1).

Versículo 9
Las consecuencias de la violación de la Ley son notables en este verso. El TM lee
este verso así: AL*Ku yAGàh; ~y[i_b.qo ~T,äa; ytiÞaow> ~yriêa'nE) ~T,äa; ‘hr'aeM.B “Con la maldición
vosotros estáis malditos, y vosotros, es decir la nación toda ella, estáis robándome”.
Conforme a Hill, “la enfática posición del acusativo en cada cláusula llama la atención de
Yahweh como el Dios de ‘maldición del pacto’ y la victima de ‘crímenes del pacto’”. Al
respecto, hay que recordar que en el apartado que desarrolla el tema “El diezmo en la Ley
Mosaica”, se indica que el pueblo de Israel estaba sujeto a las “bendiciones” o
“maldiciones” que obtendría si obedecía o no a Yahweh. El acción continua del participio
destaca que la “maldición” era un hecho en ese contexto. El mismo verso revela que la
“maldición” era de carácter nacional (cp. Mal. 2:2). La construcción AL*Ku yAGàh; “la
nación toda ella” está en aposición a los sujetos del verso ~T,äa; “vosotros”.60 Aquí
aplicaría la “maldición” nacional correspondiente a Deuteronomio 28:38, 42. A juzgar
por estos versos y Malaquías 3:11, la destrucción de los cultivos sería por medio del
“devorador”, en otras palabras, la “langosta”.

accidental o intencional. Estos cambios consisten en el cambio del artículo h por la preposición b. La
lectura variante podría leerse así: “En el diezmo y en la ofrenda”. El escritor de este trabajo entiende que
hay una “interpretación incorrecta de letras similares”. Otra posibilidad es que el verso 9 inicia con la
preposición b, lo cual demuestra una probable confusión. Al considerar que variante mejor explica el
origen de todas las demás, ambas no omiten el artículo, la diferencia radica en la preposición. La misma
respuesta para 8c se da en 8d sin cambio de sentido. Es más fácil que el escriba haya incluido ambas
preposiciones debido al énfasis que recibe el verso 9a que inicia con la preposición sin omitir el artículo:
~yriêa'nE) ~T,äa; ‘hr'aeM.B; “Con la maldición [vosotros] estáis malditos” (cp. BDLA). Lo anterior implica que
la lectura más difícil de incluir es la del TM. Por otro lado, los editores de la BHS hacen esta enmienda
conjetural al referir esta discusión a 9c, es decir, con AL*Ku yAGàh; “[...] la nación toda ella” es añadida: b-
b
add? Hill sugiere la interpretación de esta enmienda: “De hecho es bastante posible que la enmienda
conjetural de la BHS es correcta, porque al trasponer la frase haggoy kullo completa la idea de quien debe
pagar los diezmos –‘toda la nación’”. Hill, Malachi, 309. En conclusión, la lectura variante del TM debe
incluirse por varias razones: (1) El TM es superior a las versiones antiguas S T V. (2) Es casi seguro que
un escriba se haya confundido en la inclusión de la preposición en vez del artículo. (3) La lectura del TM es
más difícil de incluir. Sumado a la variante anterior el aparato lee: G + meqV u`mw/n eivsin. BHS., 1085. Esto
significa que la LXX añade 3 palabras, las cuales deben leerse acompañadas de la toda la oración para que
tenga sentido: o[ti ta. evpide,kata kai. ai` avparcai. meqV u`mw/n eivsin “Porque los diezmos y las ofrendas están con
(entre) vosotros”(3:8d). (El subrayado es del que escribe). Como en la lectura variante anterior, el TM
tiene más peso porque incluye todas las versiones en comparación con la LXX. No hay cambios
transcripcionales, ni enmiendas conjeturales. Por su parte, Hill, opta la lectura del TM por dos razones: (1)
elipsis y, (2) énfasis. Hill, Malachi, 307. Ambas razones se deben a la forma literaria de la disputa
gobernada por yKi.iÛ Es más difícil que el TM explique el origen de la LXX que viceversa. Se puede seguir
la postura de Hill al decir que se puede añadir con elipsis: “El diezmo y la ofrenda están con vosotros”.
60
Alviero Niccacci, “Poetic Syntax and Interpretation of Malachi”, 95, 26 de septiembre de 2005,
http://www.christusrex.org/ww1/ofm/sbf/books/LA51/LA51055Niccacci-Malachia.pdf
11

Versículo 10
El verso 10 inicia con el imperativo de llevar todo el diezmo al Templo (lit. rc'ªAah'
tyBe-ä la, “casa del tesoro”; cp. RVA). El término rc'ªAa puede significar “granero”,
“depósito”, “despensa” o “tesoro”.61 Por lo general, el vocablo se refiere al “tesoro” de la
casa de un rey, un almacén del templo o las adquisiciones de un individuo.62 Hay
evidencia extra bíblica en las leyes asirías acerca de ciertos impuestos destinados a los
graneros del reino: “[...], el cultivador del campo cortará [el grano] en el tiempo de la
cosecha, con trilla, almacenará [el impuesto] en un granero público, convirtiendo [el
campo] en pasturaje”.63 Concretamente, hay nueve referencias bíblicas que relacionan el
término con el “almacén del tesoro” del Templo (p. ej. 1 R. 7:51).64 Zacarías 11:13
detalla que la “casa del tesoro” es uno de los almacenes para guardar los metales
preciosos. Al parecer, el segundo Templo contaba con ciertas bodegas para guardar los
metales preciosos y el diezmo de los productos agrícolas. El “alimento” acumulado (@r,j,)
constituía según Nehemías 13:12 en cereales, néctares y aceite, los cuales servirían de
sustento para los levitas como se ha dicho antes (Nm. 18:21, 31).
Yahweh exhorta al pueblo a ponerlo a prueba, si este le entregaba el diezmo. La
exhortación es una aplicación de ~k,êylea] hb'Wvåa'w> ‘yl;ae WbWvÜ “Volved a mí y volveré a
vosotros” (3:7; cp. Zac. 1:3).65 El acatamiento de los imperativos precedentes se
convertiría en la manera que Dios bendeciría al pueblo: “si no por vosotros abriré las
compuertas de los cielos y por vosotros vaciaré bendición hasta (que no haya) lo
suficiente”. Nótese que el énfasis recae en ellos: ~k,ªl' “por vosotros” (3:10 [2x], 11 [3x]).
La obediencia a la Ley tendría como consecuencia hk'Þr'B. “bendición”: “Abrirá el SEÑOR
para ti su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra a su tiempo y para bendecir
toda la obra de tu mano; [...]”. (Dt. 28:12a, BDLA). (Énfasis del escritor).

Versículo 11
Como se ha discutido con anterioridad, si el pueblo entregaba sus diezmos,
entonces Dios evitaría que las langostas (Dt. 28:38, 42) o probablemente los gusanos
arrasaran los cultivos (Dt. 28:39). Los viñedos no serían “estériles”.

Versículo 12
El último verso anuncia como una conclusión que Israel sería reconocido por “las
naciones” como un pueblo que goza de las “bendiciones” de Dios. La conjunción yKi
introduce una cláusula causal, la cual “sumariza el argumento”.66 Hill agrega que la
conjunción tiene un sentido lógico: “porque de hecho...”.67 La mención del pronombre
‘~T,a; recibe énfasis. Destaca la identidad de los sujetos (cp. 3:8, 9). El calificativo #p,xeê
#r,a, “tierra de delicia” tiene como contraparte el rechazo a los “sacerdotes” en 1:10:

61
Ortiz, “rc'ªAa'”, Léxico Hebreo-Español, 13.
62 “rc'ªAa'”; , TWOT Lexicon, CD, Bible Works, 2001.
63 “The Middle Assyrían Laws”, Ancient Near Eastern Text,186.
64 Ibid.
65 Hill, Malachi, 302.
66 Niccacci, “Poetic Syntax and Interpretation of Malachi”, 96.
67 Hill, Malachi, 319.
12

~k,ªB' #p,xeø yli’-!yae “no hay para mí delicia en vosotros”.68 Por su parte, Alviero Niccacci,
sugiere que dicho epíteto es “atribuido a los ‘hijos de Jacob’ (3:6b) que contrasta el
atribuido a Esaú -- h['êv.rI lWbåG> ‘territorio de malvados’ (1:4e), como el amor de Dios por
Jacob contrasta su ‘odio’ por Esaú (1:2)”.69

Conclusión
Como pudo observarse, el diezmo constituyó una práctica común en el Antiguo
Cercano Oriente. En algunas culturas, se dedicaba a los dioses y al sustento de los
sacerdotes. Además, era exigido como un impuesto para el rey y su gobierno. Se imponía
a las naciones conquistadas. Durante el período patriarcal, representó una práctica
voluntaria, como un medio de adoración y sumisión a Dios. A partir de la legislación
mosaica, el diezmo fue una práctica obligatoria para el israelita. Ciertos pasajes
especifican que de las cosechas y el ganado, un diezmo debía entregarse a los levitas para
su sustento. La décima parte de estos alimentos debían entregarse a los sacerdotes. Cada
año era exigido que se comiera el diezmo como un ritual. También se instituyó que se
entregara cada tres años un diezmo para los levitas, huérfanos, viudas y extranjeros. La
obediencia o desobediencia tendría como consecuencias “maldiciones” o “bendiciones”,
según fuera el caso. Por último, el libro de Malaquías rebela una disputa entre Yahweh y
los israelitas por el cese de esta ley. El contexto indica que Dios promete bendiciones, si
el pueblo asumía su responsabilidad.

68 Ibid., 320.
69 Niccacci, “Poetic Syntax”, 96.

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