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Los Patriarcas.

Los orígenes de Israel.


La Biblia narra los orígenes de Israel sencillamente con Abraham, como principio de la
historia de los patriarcas (primeros padres), que se remonta en el siglo XVIII a.C., pero sabiendo
que la Escritura se escribió en el siglo IX a.C. El origen de todo el pueblo de Israel se explica
con un relato sencillo en orden genealógico, que comienza con Abraham, sigue con su hijo
Isaac, continúa con el segundo hijo de éste último Jacob y más tarde con los doce hijos de él que
constituyen las conocidas "Doce tribus de Israel".

Hay varios problemas a enfrentarse para resolver de dónde surgió este pueblo:
1. Hay un problema radicado en los 900 años de incertidumbre, desde que
sucedieron los hechos hasta que se escribieron en la Biblia, que pone en tela de
juicio la autenticidad de tales relatos.
2. Por otro lado los descubrimientos arqueológicos, más los datos lingüísticos de
la Escritura, indican que el origen no es tan claro y cercano. Por ejemplo los doce
hijos puede ser que no sean de un mismo padre patriarca, sino que el hecho de
participar en una misma alianza con Dios, los haga hermanos y hayan sido tribus
preexistentes cada una con su patriarca; aunque si se da el caso de que sean
distintas las madres. A veces los libros históricos que señalan problemas de este
tipo, permiten detallar el análisis sobre los textos bíblicos que resultan insuficientes
al ser poco historicistas.
3. Las tradiciones de otros pueblos identifican sus orígenes con mitos sobre los
astros, pero no se pueden poner a los patriarcas en lugar de los astros.
4. Otros autores consideran a los patriarcas como la personificación de un pueblo,
con sus virtudes y sus defectos, presentando a uno o más personajes para
representar al pueblo; esto era común en la antigüedad; por ejemplo: hay nombres
de la genealogía que coinciden con nombres de pueblos y/o ciudades. Esta teoría
indicaría que los textos carecerían de historicidad.

>>> Ver "Historia de Israel" del Padre De Vaux (del principio hasta el
Éxodo).

HIPÓTESIS DEL PADRE DE VAUX SOBRE LOS PATRIARCAS:


La hipótesis muy respetada del P. De Vaux sobre los patriarcas, afirma que su
historicidad no se puede tomar tanto como lo que realmente ocurrió; esto se debe a que cuando
se escribió la Biblia la hicieron con un carácter o fin religioso y no histórico, pero además con
una intención teológica; por eso los textos bíblicos no tienen mucho de histórico. La hipótesis se
funda en que los patriarcas cuando aparecen actuando en la Biblia, no condicen con los
personajes de la época en que se la escribió; aunque si lo hacen con los que aparecen en los
relatos de pueblos cercanos encontrados por los arqueólogos. De Vaux selecciona los gestos y
costumbres de los hombres que figuran en el Pentateuco y los compara con los descriptos en
compras de terrenos, cuestiones de herencia, asuntos de esclavos, leyes..., pertenecientes al siglo
IX , observando que no son coherentes; entonces concluye que los usos y costumbres de los
patriarcas son anteriores a los del momento en que se escribió la Biblia. Además al estudiar los
relatos de pueblos vecinos para esa misma época, encuentra que también son diferentes a los
patriarcas, pero que hay modos de comportamiento que vienen de tradiciones pasadas, que
comparadas con los relatos bíblicos resultan más o menos del mismo tipo, lo que permite ubicar
en tiempo y espacio los hechos contados en esos textos bíblicos. De esto surge que los
personajes no serían inventados, pero el solo hecho de analizar esos códigos de leyes de pueblos
vecinos, no alcanza para explicar con exactitud el paso del tiempo en esa historia de salvación,
porque se deben estudiar otros argumentos.
Es posible que se hayan fundido varias historias de tribus y se las haya reunido más tarde
en una sola; esto podría explicarse por la aparición de más de un nombre para designar a un
patriarca, como se da el caso de Abram / Abraham y Jacob / Israel. Como resultado de la
Alianza el pueblo se transformó de seminómade (con Abraham) en sedentarios (con Isaac y
Jacob).
Muchos datos se obtuvieron de los descubrimientos arqueológicos de las culturas por las
que pasó el pueblo de Israel, tanto en su etapa seminómade como en la sedentaria por las
invasiones sufridas; toda la información se obtuvo en las excavaciones en Ebla (Siria, límite con
Irak) y en Mari.
Origen de los Patriarcas.
Cuando se habla del origen de los Patriarcas en Deuteronomio 26, 5... hay un texto que es
una especie de credo que se recitaba en una fiesta en la que se ofrecían los productos de la tierra
al creador, como acción de gracias (ver la nota 26 de BJE).
Se puede comprobar que las tribus descienden de los Arameos por los datos que aparecen
en los códigos de leyes, que como datan del siglo VII a.C. permiten ubicar a la historia de los
Patriarcas en ésta época; pero la tribu seminómade Aramea con ese mismo nombre, no es de ese
siglo sino que surge más tarde; aunque se puede explicar como que fue un nombre
contemporáneo que se usó para los relatos del tiempo pasado, a pesar de que no corresponda.
Los nombres de los patriarcas si son comunes al norte de la mesopotamia (tierras de los
Arameos).
Estas tribus seminómades se dedicaban al ganado menor y se afincaban en un lugar por
largos períodos. Por los escritos y gráficos que se encontraron en los registros egipcios, se puede
comprobar el pasaje de tribus de pastores que emigraban en búsqueda de alimento para el
ganado e incluso allí se menciona que algunas de ellas llegaron a dominar el imperio (por
ejemplo cuando José, el hijo de Jacob, llega a ocupar un alto cargo en la corte del rey egipcio),
teniendo participación en la historia egipcia. Aunque aún no se habla de la existencia del
pueblo Israelí.
Formas de religión:
I. Seminómades: la forma de religión de los seminómades consistía en la
constitución de una tribu conducida por un Patriarca, que hacía las veces de
mediador directo con un Dios, al que se lo consideraba como el dios del patriarca;
pero la forma religiosa no era del todo monoteísta, aunque sí hacían una adoración
particular al Dios del Patriarca, bajo el cual vivían. El patriarca a su vez era
considerado como el padre de todos.
II. Sedentarios: la forma de religión de los sedentarios era la propia de los
cananeos, en la cual todo giraba en torno a un Dios con un nombre conocido por
todos los pueblos de una región, al que se reunían a adorar en un santuario común,
para ofrecerle sacrificios.
Formas de llamar a Dios.
a.) Dios "Él": es el que tenían los Patriarcas. Aparece también en los en
documentos arqueológicos de la mitología cananea, consistente en tabletas de
arcilla en las que también se encontró el primer alfabeto del idioma ugarítico y fue
encontrada en la ciudad de Ugaris (Ras-Samrah), que está ubicada entre Siria y
Turquía (el dedo de Chipre la señala). El Dios "Él" es sabio, bondadoso, pero
lejano (inaccesible para los hombres); es el padre de los demás dioses y se
comunicaba por medio de sueños. Sus hijos eran los dioses Baal, que dominaban
en la zona del Líbano y Yao (sería un antecedente del nombre Yahveh, pero figura
en textos muy discutidos).
Génesis 33:20
erigió allí un altar, y lo llamó de «Él», Dios de Israel.
b.) Dios Altísimo o El Ebyon: aparece en el texto en donde se lo menciona cuando
su sacerdote Melquisedec bendice a Abraham, cuando éste último pasa por la
ciudad cananea de Salem; en ese lugar el sacerdocio era ejercido por el rey
(Melquisedec) y el nombre de Dios está asociado a la altura, por eso es muy
aceptable su traducción como "Dios Altísimo".
Génesis 14:18-19
Entonces Melquisedec, rey de Salem, presentó pan y vino, pues era sacerdote del Dios Altísimo,
y le bendijo diciendo:
«¡Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de cielos y tierra,
c.) Dios El-Sadday: estas palabras cananeas posiblemente estén relacionadas con
Montaña; tal vez la traducción "Dios de las montañas", usada en el libro de los
Reyes sea la traducción más exacta.
Génesis 17:1
Cuando Abram tenía 99 años, se le apareció Yahveh y le dijo: «Yo soy El Sadday, anda en mi
presencia y sé perfecto.
Génesis 35:11
Díjole Dios: «Yo soy El Sadday. Sé fecundo y multiplícate. Un pueblo, una asamblea de pueblos
tomará origen de ti y saldrán reyes de tus entrañas.
I Reyes 20: 23. 28.
Los servidores del rey de Aram le dijeron: «Su Dios es un Dios de las montañas; por eso fueron
más fuertes que nosotros. Pero atacaremos en la llanura y ¿no seremos más fuertes que ellos?
El hombre de Dios se acercó al rey de Israel y dijo: «Así habla Yahveh: Por haber dicho los
arameos: Yahveh es un Dios de la montaña, no es Dios de las llanuras, voy a entregar toda esta gran
muchedumbre en tus manos y sabrás que yo soy Yahveh.»
d.) Dios El-Roy:
Génesis 16:13
Dio Agar a Yahveh, que le había hablado, el nombre de «Tú eres El Roí», pues dijo: «¿Si será que
he llegado a ver aquí las espaldas de aquel que me ve?»
e.) Dios El-Olam: se lo tradujo como "Dios eterno".
Génesis 21:33
Abraham plantó un tamarisco en Berseba en invocó allí el nombre de Yahveh, Dios eterno.
Abraham estuvo residiendo en el país de los filisteos muchos años.

El Culto:
Bajo el dios "Él", se encuentra al pueblo de Israel con una celebración cultual de
características cananeas; la que se realizaba en ciertos lugares que ellos llamaban Bamah (lugar
elevado) o Bamah-oth (plural); de esto se interpreta que las celebraciones las hacían en lugares
altos; pero por los datos que aportó la arqueología, especialmente en Israel, se descubrió que en
la época de los cananeos, se hacían las celebraciones simplemente en pilas elevadas con piedra
y tierra, y no en lugares elevados.
Los objetos de culto de la época patriarcal constaban de una piedra larga puesta en forma
vertical, llamada "Masebah", que estaba asociada con la presencia de la divinidad masculina
(estilizada, con idea de fuerza y virilidad) a la que se le rendía culto como una presencia divina
y misteriosa. Por otro lado estaba Aserah, que representaba la presencia de la divinidad
femenina, la que no se pudo averiguar con certeza que era; en algunos casos se la quema, con lo
que se supuso que era un trozo de madera; y esto concuerda con la costumbre de asociar a la
presencia femenina con los árboles, especialmente los frondosos, que daban una idea de
fecundidad. (En una época bajo estos árboles se realizaban prácticas de prostitución femenina y
masculina como forma pagana de culto divino).
II Reyes 17:10-12
Se alzaron estelas y cipos sobre toda colina elevada y bajo todo árbol frondoso,
y quemaron allí, sobre todos los altos, incienso, como las naciones que Yahveh había expulsado de
delante de ellos, y cometieron maldades, que irritaban a Yahveh.
Sirvieron a los ídolos acerca de los que Yahveh les había dicho: «No haréis tal cosa.»
II Reyes 21:7
Colocó el ídolo de Aserá, que había fabricado, en la Casa de la que dijo Yahveh a David y
Salomón su hijo: «En esta Casa y en Jerusalén, que he elegido de entre todas las tribus de Israel, pondré
mi Nombre para siempre.
II Reyes 23:4. 6.
El rey ordenó a Jilquías, al segundo de los sacerdotes y a los encargados del umbral que sacaran del
santuario de Yahveh todos los objetos que se habían hecho para Baal, para Aserá y para todo el ejército
de los cielos; los quemó fuera de Jerusalén en los yermos del Cedrón y llevó sus cenizas a Betel.
Sacó la Aserá de la Casa de Yahveh fuera de Jerusalén, al torrente Cedrón, la quemó allí en el
torrente Cedrón, la redujo a cenizas y arrojó las cenizas a las tumbas de los hijos del pueblo.

Los patriarcas levantan piedras, plantan árboles...


Génesis 35:14
Jacob erigió una estela en el lugar donde había hablado Dios con él: una estela de piedra; derramó
sobre ella una libación, y vertió sobre ella aceite.
Las formas de sacrificio semítico eran con animales en las que se derramaba su sangre
sobre el altar como entrega a la divinidad y luego se lo asaba para comérselo como una comida
sagrada. La sangre derramada tiene un valor muy especial que está asociado a la vida misma de
Dios.

4 - Los Patriarcas: problemas sobre su historicidad y diversas respuestas actuales; origen


de las tribus; la religión de los patriarcas. Las tradiciones contenidas en la Biblia.

Patri / arca

Patri Argé
“Primer Padre”

Ellos fueron Abraham, Isaac y Jacob con sus doce hijos.


Los acontecimientos de Abraham sucedieron durante el s. XX al XVIII a.C., pero se
relatan en la época de Salomón, durante el s. X.
¿Qué valor histórico puede tener una historia sucedida hace setecientos años? Algunos
historiadores remiten a los patriarcas a la época de los mitos, pero la cátedra entenderá
el pensamiento del Padre de Vaux: “El comportamiento de los patriarcas no se explica
por las leyes de la época en que fue escrita la Biblia, sino que se explican por las
antiguas leyes del s. XIX aproximadamente”. (Por ejemplo: Sara le da su esclava a su
esposo Abraham para que tenga un hijo con ella ante su esterilidad; Abraham no acepta
el regalo de la parcela de tierra por parte de los cananeos para enterrar a su esposa, sino
que insiste en comprarla, porque la compra de la tierra equivalía a adquirir cierto como
cierto derecho de ciudadanía.) Otro elemento de prueba es el de los nombres, que eran
utilizados también por otros hombres.
Algunos elementos apuntan a una historicidad, pero cuando se elaboran dejan de ser
crónicas, porque se escriben cargados ya de una perspectiva religiosa.
No hay que afirmar tanto que son históricos ya que fueron elaborados con una redacción
interesada, y viceversa, para no negar lo histórico.
Por ejemplo:
Gn. 12, 10 - 20 Abraham en Egipto.
Gn. 20, 1 - 18 Abraham en Guerar.
Gn. 26, 1 - 11 Isaac en Guerar.
Puede llegar a ser un mismo acontecimiento histórico, pero fue utilizado para transmitir
cierta teología: ‘Abraham reza’; ‘el de corazón recto se salva’, etc.
Así se relatan tradiciones de acontecimientos sucedidos en tiempos muy distantes y en
lugares diferentes, pero que hablan de los mismos personajes.
Esta cultura semi-nómade (cabras y ovejas) es relatada por diferentes tradiciones
resaltando ciertos aspectos una y otros aspectos otra.
Cada una de estas tribus ha tenido sus propias tradiciones y antepasados, y al ir
formando un solo pueblo, se fusionaron las tradiciones, orientando teológicamente las
historias. (Abram - Abraham; Jacob - Israel).
09.04.97

Al redactarse los acontecimientos bíblicos mucho después de haber sucedido, se


proyecta el pasado con las características de fe del presente al escribirse. Sale del
trasfondo de la época en la que los patriarcas vivieron.
Los patriarcas tenían una vida semi-nómade y según el régimen de las lluvias se
trasladaban de un lugar a otro para pastorear a sus ovejas y cabras.
Cuando los patriarcas se refieren a Dios, lo hacen llamándolo “el sin nombre”: “el Dios
de mis padres”, “el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob”...
Aquí se demuestra que las divinidades eran personales. Cada hombre confía en su
propio dios con alianzas particulares. El dios lo acompaña a todas partes y solo conoce
el nombre del dios aquel que lo invoca.
...”el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob...”, en realidad era el Dios de
cada una de estas tribus o clanes, eran Dioses distintos. No es un monoteísmo
metafísico, sino un monoteísmo vivencial. El Dios aparece como valiente, o como
bondadoso, o como guerrero, etc...
Una segunda etapa apunta a la sedentarización de las tribus, así la divinidad es ligada a
un santuario, a un templo.
Deja de ser algo individual y comienza a ser adorado por otros, se identifica a la
divinidad con algún lugar, con algún territorio. A veces ligados los Dioses con fuerzas
cósmicas o fenómenos naturales.
La Biblia dedica espacio a los santuarios que visita Abraham (altares, invocaciones).
Esos santuarios propios de la religión sedentaria eran muy anteriores a los patriarcas.
El Dios que invocaban los patriarcas es el dios ‘El’. También es conocido por otros
textos del oriente antiguo. (mitología cananea: textos del Ugarit. Ver mapa). El Dios El
aparece como el dios principal del panteón cananeo y es el padre de los dioses. Lo
caracterizan su bondad, su sabiduría y es inaccesible, habita en un lugar muy remoto. Se
comunica a los hombres a través de sueños.
En la Biblia aparece acompañado por epítetos que complementan al nombre ‘El’.

‘EL’ Elyon (El Altísimo) Gn. 14, 18 - 20


Sadday (El Dios de la montaña) Gn. 17, 1/35, 11
1R 20, 23. 28
Roy (El que ve) Gn. 16, 13
Olam (Dios de la eternidad, lo oculto) Gn. 21, 33
Es muy variada la forma en la que le rendían culto.
En la Mesopotamia (Babilonia, hoy Irak), se ven templos (torres, como las de Babel), en
donde el culto consistía en ofrecer banquetes para que el dios baje y habite en el templo.
Pero los patriarcas no adoptaron esa forma ritual mesopotámica, sino que se expresaron
por medio de sacrificios, derramamiento de sangre, por eso los altares son simples, son
piedras, donde lo importante es la sangre, porque concebían que en la sangre residía la
vida.
Para designar los templos se utiliza el término “La Bamá’. Indica un ‘lugar alto’,
‘elevado’. Cuando se traducía la Biblia, antiguamente se pensaba que La Bamá era una
colina o una montaña, pero ahora se sabe que era una tarima artificial hecha con piedras
y tierra, el culto no se hacía a nivel del sino, sino elevadamente.
Allí se encontraba el altar, que era una piedra tallada con una canaleta para evitar que la
sangre se derramara en el suelo, y así poder ser colectada en un recipiente para ser
ofrecida.
La ‘Mazerah’ era la representación de una divinidad masculina que se representaba a
través de piedras alargadas paradas verticalmente, simbolizando el miembro viril,
fecundidad, origen de la vida.
La ‘Aserah’ es la representación de la divinidad femenina, relacionada con los árboles
frondosos, como el lugar del culto. (Gn. 33, 20 / 35, 14 / 28, 18 / 2 R 17, 9 - 12 /
Dt. 12, 2 - 3)
Hoy en día los arqueólogos descubren gran cantidad de monolitos de piedras haciendo
referencia a los dioses masculinos, pero los monolitos femeninos no se localizan, porque
es muy probable que hayan sido hechos con madera, ahora quemada o putrefacta.
Para esta época s. XVIII, XVII a.C. sucede el hecho del derrumbe de grandes
civilizaciones debido a la emigración de semitas amorreos que vienen del noreste y que
van a la Mesopotamia. (Akkad, el lugar de origen de los patriarcas, más tarde será
Asiria).
El desparramamiento de los patriarcas y sus emigraciones pueden ser efectos de éstas
invasiones, acompañado de sus necesidades por las lluvias, por ser ganaderos menores,
por ello tienen que caminar lejos las tribus semíticas, que incluso emigraron a Egipto.

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