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Taller de Ilustración Yuyis Morbidoni

Taller de ilustración:
Ejercicios para la ilustración infantil.

Textos de referencias:
Gramática de la Fantasia, Gianni Rodari.
Cómo no engañar a los niños: La teoría de las piezas sueltas, Simon Nicholson.
Homo Ludens, Johan Huizinga.

Imagenes de referencias

Libro álbum:
El viaje, Francesca Sanna, Editorial VR editoras, 2018.
Las ovejas, Micaela Chifrif, Amanda Mijangos.

La lógica de la fantasía: invención de la realidad.

Suponemos que a la realidad tal como la conocen los adultos le precede, inevitablemente, un
proceso infantil de experimentación fantástica y lúdica con el entorno(objetos, palabras, afectos,
reglas, etc). Ya que la temprana infancia, es el momento donde se experimenta como verdad la
ambigüedad de los límites simbólicos(yo-noyo, dentro-fuera, abierto-cerrado, animado-inanimado,
etc.). Es gracias al desconocimiento con que nacemos lxs humanxs, y a la satisfacción que nos da el
jugar espontáneamente con todo lo que se nos es dado, para colmar la curiosidad, que vamos
aprendiendo fantásticamente la realidad. Es por eso que la infancia tiene mucho para enseñarnos de
la fantasía, y que la realidad tiene mucho de fantástica.

● Fantasia vs. Realidad: Anteponer lo fantástico a lo real encuentra rápidamente sus


complicaciones. La realidad como entidad física, única e indiscutida, está lejos de ser verdad.
Podríamos decir que la realidad es algo así como un acuerdo invisible que muta. Un acuerdo
que nos permite interactuar, comunicarnos y ejercer transformaciones. Lo real pareciera
estar ligado a lo lógico. Pero entonces, el género fantástico, ¿es ilógico? Gianni Rodari nos
dice “Se avessimo anche una Fantastica, come una Logica, sarebbe scoperta l'arte di
inventare”1 y creo que está en lo cierto. Es decir no descarta que hay una lógica en lo
Fantástico pero una lógica diferente que incluye en ella la posibilidad de la invención.
● Realidad como invención: A su vez, la realidad está enlazada a una invención. Si tomamos la
idea de la realidad como un acuerdo, es importante aclarar, que lo fundante y fundamental
del acuerdo es que se ancla en una construcción subjetiva y particular, posibilitada a partir
de vínculos afectivos de lenguaje, con ciertos estándares de valores históricos y culturales. Es
decir, que incluso dentro de la realidad, se esconde en cierta forma una invención particular.
Lo que el psicoanálisis nombra como Realidad Psíquica, conceptualizando su inicio como
Constitución Subjetiva. Un inicio y no un final, ya que supone que el sujeto tiene más o
menos cierta libertad y flexibilidad, de ir trastocando sentidos, de ir reeditando la cadena
significante que lo sostiene, lo mueve, y lo hace padecer. “En el niño muchas fronteras
seguirán siendo frágiles y borrosas durante largo tiempo: entre ellas, por supuesto, la que

1
Gianni Rodari, Grammatica della Fantasia, Einaudi Ragazzi, Roma, 2010, 5.
Taller de Ilustración Yuyis Morbidoni

separa lo imaginario de lo que llamamos “real”. Pero también la que delimitan el yo y lo que
opone al no-yo”.2 La etapa del animismo infantil, en la cual los objetos cobran vida, en donde
no hay diferencias claras entre el yo-no yo, animado-inanimado, viene a ejemplificar esto.
Por eso existe un vínculo tan fuerte entre lo fantástico y los niños. Ya que la infancia es el
momento etario donde se experimenta, con calidad de verdad, la ambigüedad del límite
entre categorías lógicas que marcan el pensamiento adulto y lo que entendemos como
realidad. Categorías abstractas como forma-contenido, sujeto-objeto,
pasado-presente-futuro, causa-efecto, etc, viven en los niños una libertad inigualable, en un
juego abierto y constante de experimentación afectiva con el entorno. Esto, efectivamente,
subyace como experiencia a toda realidad, y sale a flote con toda su efervescencia, en el
género fantástico. El fantástico es un campo real privilegiado para germinar todos esos restos
de impresiones. Podemos decir, entonces, que la realidad es fantástica del mismo modo que
el sentido de los fantástico es real. Y que lo real debe mucho a la fantasia.
● Infancias y el juego. El juego es la herramienta fundamental del niño para aprender. Y sobre
todo para que el proceso de aprendizaje no sea algo estático, estandarizado y desvinculado
de la curiosidad. Que el niño juegue, y que lo haga de modo espontáneo, posibilita que
conozca el mundo del “humano adulto”(materiales, reglas, roles, técnicas, herramientas, etc)
desde la prueba y error, desde la experimentación. Además le permite poner en práctica la
concentración, las emociones positivas y las negativas, paso fundamental para aprender a
controlarlas y hacer un uso sano de ellas como el enojo, frustración, y ansiedad. Es evidente,
además, que el juego es una herramienta esencial para el saber-hacer con
● el lenguaje, la imaginación y la abstracción. En definitiva, sin juego no hay una construcción
adecuada y flexible de las categorías simbólicas que rigen al pensamiento lógico adulto. Sin
juego no hay metáfora. Sin juego no hay realidad, ni fantasía.

El juguete como objeto que enlaza fantasía y realidad: la ilustración como juguete.

● Acaso…”¿Somos conscientes de que estamos construyendo con los objetos el modo de


habitar de cada niño?”3
● Entender que los objetos no solo ocupan un espacio sino que crean un estar, una atmósfera.
Posibilitan e incluso determinan, muchas veces, el modo en que nuestro cuerpo opera y
transforma el espacio.
● Uno de los recursos muy comunes a la hora de construir un escenario fantástico es el uso de
elementos cotidianos comunes aislados en un contexto fantástico o a la inversa, es decir,
insertar objetos o elementos fantásticos en un mundo cotidiano. “Lo fantástico nos
conmueve si no está hecho únicamente de entidades, de seres abstractos. ¿Qué es lo que
vivifica lo fantástico y le da su verdadera densidad, sino la sencilla vida cotidiana, con sus
problemas, su gracia, sus ridículos, su mezcla íntima de preocupaciones, angustia, comicidad
y ternura?”4

2
Jacqueline Held, Los niños y la literatura fantástica. Función y poder de lo imaginario. Paidos. Barcelona,
1981, 31.
3
Isabel Cabanellas, Clara Eslava, Walter Fornasa, ed altri. Los territorios vitales de la infancia, Graó,
Barcelona, 2005, 50.
4
Jacqueline Held, Los niños y la literatura fantástica. Función y poder de lo imaginario. Paidos. Barcelona,
1981, 21.

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