griego ἔξοδος “éxodos” que significa “salida”. Asimismo es interesante saber que esa palabra griega derivó en el latín con la forma de “exodus” y así llegó al castellano. En hebreo En la Tora ׁשמותSh'mot (“Nombres”). Esta palabra es el fruto de la unión de dos componentes claramente delimitados: * El prefijo “ex-”, que puede traducirse como “hacia fuera”. * El sustantivo “hodos”, que es sinónimo de “camino”. El tema central de este libro es la liberación o redención del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, con el fin de llegar por promesa de Dios a una tierra prometida. En este libro hay una interesante tipología de la redención de toda la humanidad por Dios.
1.- La esclavitud en Egipto
representa o es tipo del mundo. 2.- Faraón viene a ser un tipo de Satanás, que oprime al mundo. 3.- Moisés, el libertador, un tipo de Cristo. El libro de Éxodo, continua la narración del libro de Génesis que terminó con la historia de Jacob hijo de Isaac nieto de Abraham. Jacob guió a su familia de 70 personas a Egipto. Por providencia de Dios, el onceavo hijo de Jacob, José, había sido ascendido a ser el segundo al mando en Egipto; El había salvado a toda su familia de una hambruna. Faraón le ofreció a José, que su familia vivieran seguros en Egipto. Con el paso de los años muere Jacob, José y todos sus hermanos en tierra de Gosén. El pueblo de Israel habitó en esa tierra por unos 400 años. Y es ahí donde aparece el evento del Éxodo. Éxodo 1:1-22 El libro de Éxodo narra la historia de la salvación del pueblo de Israel que se encontraba en dura esclavitud. Éxodo es el segundo libro escrito por Moisés y continúa con el relato iniciado en el libro del Génesis, aunque hubo un lapso de, al menos, 3 siglos y medio. Génesis 15:13 decía que la descendencia de Abraham permanecería 400 años en Egipto. Éxodo 12:40 dice que fueron 430 años y la carta de Pablo a los Gálatas 3:16-17, lo confirma, como el período exacto. Para este propósito Dios utilizó a Moisés, aunque también sobresale la fe de otros personajes que nos llenan de admiración. Finalmente, no podemos perder de vista de que se trataba de un ejemplo histórico de la forma en la que Dios nos salva también ahora del pecado y de Satanás... Éxodo 2:1-21 Los Hebreos estaban en dura esclavitud en Egipto cuando nació Moisés. Aunque sus padres eran unos esclavos, Dios dirigió las cosas para que el niño fuera adoptado en la familia de Faraón. Allí recibió una educación brillante, aunque no fue instruido en cómo servir a Dios. Cuando creció quiso salvar a su pueblo por sus propias fuerzas e inmediatamente fracasó. A partir de aquí huyó al desierto donde estuvo por otros cuarenta años, y allí Dios trabajó con él hasta convertirlo en el gran líder espiritual que se enfrentaría con Faraón y sacaría a Israel de la esclavitud de Egipto... Éxodo 2:21-3:8 Dios iba a salvar a Israel de la esclavitud en Egipto. ¿Por qué lo iba a hacer? ¿Cómo lo iba a hacer? El texto nos enseña primeramente que la razón por la que los salvó no fue porque vio que eran buenas personas, sino porque eran pecadores que en su agonía clamaron a Dios. Y en cuanto a la forma en la que los salvó, vemos que no utilizó grandes ejércitos, ni poder político o diplomático, sino a un hombre que después de haber pasado cuarenta años en el desierto había aprendido a depender de Dios y a desconfiar de sí mismo... Éxodo 3:8-4:5 Después de cuarenta años en el desierto, Moisés había cambiado radicalmente. Ya no era el hombre presumido y arrogante del pasado, que creía que por sus propios medios podría liberar a Israel. El tiempo de soledad con Dios le había hecho consciente de su propia debilidad, lo que le capacitaba para ser un instrumento útil en sus manos. A todo esto hay que añadir que Dios se le dio a conocer por su nombre, "Jehová" o "el Eterno" el “YO SOY” y le proveyó de señales adecuadas para la misión que debería realizar... Éxodo 4:6-5:2 Dios llamó a Moisés para que fuera en su Nombre a liberar a Israel de Egipto y para ello le dio diferentes credenciales que debería presentar ante Faraón. Sin embargo, Moisés se sentía un hombre débil e incapaz y puso algunas objeciones. Aquí aprenderemos que aunque tenemos que reconocer nuestras debilidades, cuando Dios nos llama a realizar una tarea, debemos responder con confianza. Luego veremos que Moisés tuvo que poner cierto orden dentro de su familia antes de enfrentarse con Faraón. Finalmente todo estaba listo, y Jehová trajo sus juicios sobre los dioses de Egipto... Éxodo 4:22-6:5 Moisés se presentó ante Faraón para que dejara salir a Israel, pero en respuesta, éste endureció aun más sus duras condiciones de trabajo de los hebreos. Esto provocó que el pueblo se volviera contra Moisés, acusándole de sus desgracias. Pero Dios conocía sus necesidades y condiciones desesperadas, de la misma forma que conoce las nuestras, y estaba llevando a cabo su plan para librarles, pero antes tenía mucho que enseñar a Moisés, a los israelitas, a los egipcios y al mismo Faraón... Éxodo 6:6-7:1 Después de que Moisés se presentó por primera vez ante Faraón para que dejara ir al pueblo, todo se había complicado. Por un lado Faraón se negó a dejar ir a Israel y endureció sus condiciones de trabajo, y por otro lado, el pueblo culpaba a Moisés de lo ocurrido. En esas circunstancias Dios volvió a renovar sus promesas de libertad y bendición para Israel, y también animó a Moisés en medio de todas sus dificultades... Éxodo 7:1- 8:5 A pesar de la incredulidad de Faraón, Dios le dio todo tipo de evidencias para que llegara a conocerle. Primeramente le envió a sus siervos Moisés y Aarón con diferentes credenciales que los identificaban como siervos suyos. Faraón se mostró indiferente ante esto y Dios comenzó a traer distintas plagas con las que juzgó a los falsos dioses que Faraón tenía. Y a pesar de que sus magos lograron imitar el milagro, fueron incapaces de cambiar los juicios de Dios. Ante todo esto, es triste ver cómo Faraón no quiso reflexionar ante las claras señales que Dios le daba, sino que fue endureciendo progresivamente su corazón... Éxodo 8:6-9:7 Estamos considerando las plagas que Dios trajo sobre Faraón en Egipto. Por algún tiempo los magos egipcios pudieron imitarlas, pero llegó un momento en el que tuvieron que admitir que eran señales de Dios. Por otro lado, las plagas no afectaban a los israelitas que se encontraban a salvo en la tierra de Gosén (Gén. 50:8). Faraón estaba considerando todo esto, pero no quiso rendir su corazón a Dios, sino que en un intento de librarse del castigo intentó "negociar" con Dios. Así que poco a poco fue endureciendo cada vez más su corazón, hasta un punto sin retorno... Éxodo 9:8-10:9 A pesar de las tremendas consecuencias de las plagas y del juicio que todo aquello constituía para la idolatría de Egipto, Faraón no permitió la salida de los israelitas y se mantuvo dispuesto a resistir con una actitud desafiante y rebelde. La finalidad de aquellos juicios era que los egipcios recapacitaran y se volvieran al Dios vivo y verdadero. Pero de una forma incomprensible, y a pesar de que el país estaba destruido, Faraón persistió en su incredulidad. Esto nos recuerda la situación de muchas personas, que aun viendo sus vidas deshechas no se vuelven a Dios en busca de perdón y salvación... Éxodo 10:10-11:10 Faraón mantenía un conflicto con Dios impidiendo salir a Israel de Egipto. Finalmente éste accedió a dejar ir al pueblo, aunque puso como condición que los niños y el ganado se quedaran, pero Moisés se opuso porque Dios quería a su pueblo entero, con todo lo que era y tenía. Faraón tuvo que aceptar las condiciones y hasta los egipcios dieron muchas de sus riquezas a los israelitas en su salida. Quedó claro que había una gran diferencia entre los israelitas y los egipcios; esto se vio claro cuando Egipto estaba en oscuridad y los israelitas tenían luz, pero la diferencia radicaba fundamentalmente en el sacrificio del cordero pascual que los cubría con su sangre, un símbolo de Cristo... Éxodo 12:1-13 Antes de que el pueblo de Israel saliera definitivamente de Egipto, tenían que celebrar la fiesta de la Pascua. Esto iba a marcar el comienzo de su vida nacional y por lo tanto deberían recordarlo cada año. Lo más importante de esta celebración tuvo que ver con la muerte de un cordero inocente y su sangre colocada en las puertas de las casas. Esta era la única forma de librarse de la ira de Dios. El Nuevo Testamento nos enseña que esto era un símbolo de Cristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo... Éxodo 12:13-51 La última plaga trajo la muerte sobre los primogénitos. Dios había advertido durante mucho tiempo a Faraón sin que éste quisiera hacer caso, pero finalmente vino el juicio sobre él. Sin embargo, podrían haber tenido salvación si se hubieran refugiado bajo la sangre del cordero pascual. Observamos también que para la celebración de la pascua había que cumplir ciertos requisitos: no podían utilizar levadura, un símbolo del mal, y tenían que estar circuncidados, es decir, tenían que identificarse con la fe de Abraham... Éxodo 13:1-14:10 Una vez que Israel había salido de Egipto, Dios les dijo que los primogénitos de sus hijos y de su ganado serían suyos. Y no debemos olvidar que también hoy Dios quiere ocupar el primer lugar en nuestras vidas. Después vinieron para Israel situaciones muy difíciles, porque Faraón los persiguió hasta tenerlos atrapados frente al Mar Rojo, pero una vez más la presencia de Dios los libró y los acompañó a través de toda su peregrinación por el desierto por medio de una columna de nube que les guiaba y una columna de fuego que les alumbraba... Éxodo 14:10-31 Cuando Israel salió de Egipto, Faraón reunió a su ejército y comenzó una terrible persecución. Ante esta angustiosa situación, los israelitas se desanimaron y comenzaron a pensar en volver a su estado de esclavitud. Pero Dios mismo volvió a intervenir abriendo ante ellos el Mar Rojo y colocándose entre ellos y los egipcios. Finalmente vemos que Dios los libro de la muerte en el juicio de los primogénitos por medio de la sangre del cordero pascual, y ahora los libraba nuevamente de sus enemigos en medio de su peregrinaje por el desierto... Éxodo 15:1-27 Las experiencias de los israelitas en su peregrinaje por el desierto son un ejemplo para nosotros. En ellos encontramos reacciones similares a las nuestras: un día se encontraban abrumados por los problemas y querían regresar a Egipto, y al otro tenían una experiencia de liberación y cantaban con entusiasmo a Dios. Y también debemos recordar las dificultades que pasaron en el camino y la solución provista por Dios: un día encontraban aguas amargas y unos días después estaban en un lugar de abundantes fuentes y palmeras... Éxodo 16:1-36 Muy poco tiempo después de salir de Egipto, los israelitas seguían pensando en lo bien que vivían allí y estaban quejándose ante cada adversidad que encontraban en su camino. Ellos no tenían en cuenta que el propósito de Dios era guiarlos y cuidarlos en el desierto, algo que demostró dándoles el maná durante cuarenta años. Debemos observar también que a Dios no le agradan los creyentes quejosos que tienen la manía de estar constantemente criticándolo todo. Por otro lado, también observamos la importancia que Dios dio al día de reposo, como un tiempo que debemos dedicar al Señor... Éxodo 17:1-16 El viaje de los israelitas por el desierto nos ofrece muchas ilustraciones para nuestra vida. Por ejemplo, tenemos el maná que nos habla de Jesucristo, el verdadero pan que descendió del cielo, también tenemos la roca herida de la que salió agua, y que nos recuerda a Cristo herido en la Cruz. Pero también podemos considerar otros aspectos de la lucha espiritual que nos vamos a encontrar en nuestra peregrinaje, y en la que sólo podremos vencer por medio de la oración y nuestra comunión permanente con Dios... Éxodo 18:1-19:5 Durante su viaje por el desierto, Moisés recibió la visita de su suegro Jetro con el que tenía una excelente relación. Este se alegró de ver lo que Dios había hecho con Israel librándoles de Egipto y también dio algunos consejos a Moisés acerca de cómo repartir el trabajo de juzgar al pueblo. Finalmente veremos que cuando llegaron al monte Sinaí, Dios les dio la ley, que era una expresión del carácter de su carácter y santidad, y que serviría para regular la comunión con su pueblo Israel. Por supuesto, el objetivo de esta ley no era establecer un medio para obtener la salvación... Éxodo 19:4-25 Israel llegó al monte Sinaí donde Dios les dio la ley que contenía instrucciones para enseñarles a vivir santamente y adorar a Dios. También tenía el propósito de mostrar que el corazón del hombre es malo, lo que nos debe llevar a buscar la salvación por medio de la gracia en Jesucristo. Desgraciadamente, el pueblo de Israel, al igual que muchos en el día de hoy, pensaron equivocadamente que podían cumplir los mandamientos de Dios. Finalmente Dios les mostró su gloria, pero ellos no se pudieron acercar, lo que ponía de evidencia que sus pecados les apartaban de la santidad de Dios. Éxodo 20:1-17 El pueblo de Israel recibió la ley de Dios, los diez mandamientos, en el monte Sinaí. A través de ella Dios expresaba su carácter y sus demandas para el hombre. La ley se divide en dos partes principales, una que trata de la relación del hombre con Dios, y la otra de la relación del hombre con sus semejantes. Su cumplimiento es obligatorio y Dios advierte que es imposible eludir las consecuencias de su desobediencia. Finalmente, todos nosotros llegamos a la conclusión de que somos pecadores y que por medio de la Ley no podremos salvarnos... Éxodo 20:18-21:36 Después de la promulgación de los Diez Mandamientos, Dios le dio al pueblo una serie de estatutos que consistían en una aplicación de la Ley a la vida cotidiana. Esto incluía diferente legislación sobre lecciones personales y regulación de las relaciones entre amos y esclavos. Esta ley ha constituido la base para los sistemas legales de muchas naciones. Los israelitas se dieron cuenta que esta ley presentaba un nivel moral muy alto y por esta razón se apartaron del monte donde Dios se estaba manifestando. En medio de esto encontramos también instrucciones para la construcción de un altar para sacrificios, lo que nos habla de perdón... Éxodo 22-23 Este pasaje nos enseña que otro de los propósitos de la ley de Dios tenía que ver con la regulación de la vida social de su pueblo Israel. Aquí veremos cómo la ley se aplicaba a todas las áreas de la vida religiosa, social y personal. Estos principios dados por Dios hace miles de años han servio de inspiración a muchas sociedades para establecer justicia y orden. Además, la obediencia y fidelidad a estas leyes traía aparejada las bendiciones de Dios. Su cumplimiento marcaba una gran diferencia con todas las demás naciones paganas que Israel tenía a su alrededor, haciéndoles un pueblo único... Éxodo 24:1-25:9 Después de que Dios diera la ley a Israel, mandó a algunos de los líderes que se acercaran al monte a adorar, aunque debían mantenerse a cierta distancia. ¡Cuán diferentes eran las cosas en la época de la ley a cómo son en la era de la gracia! Luego Dios mandó a los israelitas que construyeran un tabernáculo desde donde Dios se manifestaría al pueblo. Este era simplemente una representación de la auténtica morada de Dios en los cielos y constituía un lugar de encuentro entre Dios y el hombre pecador... Éxodo 25:10-22 Después de dar la ley al pueblo, Dios mandó construir un tabernáculo o tienda con diferentes muebles. Esta iba a ser su morada en medio de los israelitas en su peregrinación por el desierto. Cada mueble tenía un profundo valor simbólico. El primer mueble era el arca del pacto desde donde Dios se encontraría con los israelitas. Estaba hecha de madera de acacia y oro, lo que nos recuerda la humanidad y divinidad de Jesús. En su interior estaban guardadas la ley, un poco de maná y la vara de Aarón que reverdeció, que constituyen símbolos de diferentes aspectos de la persona de Cristo... Éxodo 25:23-26:14 Estamos considerando el Tabernáculo y los diferentes muebles que en él había. Ahora veremos el segundo compartimento, llamado el Lugar Santo. Allí había tres muebles que también nos hablan simbólicamente de las perfecciones de Cristo. Primero estudiaremos el candelabro que nos muestra a Cristo como la Luz del mundo. La mesa del pan de la presencia nos recuerda a Cristo como el Pan de Vida. Y el altar del incienso trae a nuestra memoria que Cristo es nuestro gran intercesor ante el Padre... Éxodo 26:14-27:21 El tabernáculo y los muebles que había en él son símbolos que nos enseñan grandes verdades de Cristo y de su obra. Consideramos ahora el velo que separaba el lugar santo del santísimo y que nos recuerda la humanidad de Cristo "rota" en la cruz para abrirnos el camino hasta la presencia de Dios. También los dos muebles a la entrada del tabernáculo; el altar del sacrificio y el lavacro nos hablan de la limpieza necesaria para estar ante Dios. El primero nos recuerda la sangre de Cristo que nos limpia de todo pecado, y el segundo del Espíritu Santo que nos regenera y santifica... Éxodo 28:1-43 Después de las indicaciones en cuanto a la construcción del tabernáculo, Dios designó a Aarón para que fuera sumo sacerdote, a sus hijos para el sacerdocio y a los levitas para que les ayudaran. También mandó que hicieran para ellos vestiduras especiales con las que ministraran. Todas ellas nos recuerdan la gloria y la hermosura de Cristo, y también algunas de las características de su obra intercesora a nuestro favor... Éxodo 29:1-46 La ceremonia de consagración de los sacerdotes tiene algunos puntos muy interesantes para nosotros. Teniendo en cuenta el lenguaje de tipos que el libro de Éxodo utiliza, veremos que los sacrificios, lavamiento y unción por el que tuvo que pasar el sacerdote para ser consagrado, son símbolos del sacrificio de Cristo, y la obra del Espíritu Santo. Esto nos lleva a considerar que la consagración no es algo que nosotros hagamos, sino que Dios hace. Implica venir a él con las manos vacías, confesando nuestra debilidad e incapacidad y permitiéndole a Dios que haga el resto... Éxodo 30:1-38 El texto llama nuestra atención sobre dos muebles más del tabernáculo: el altar del incienso y la fuente de agua. En el altar del incienso no se sacrificaban animales, sino que era un lugar de oración y adoración. Allí el sumo sacerdote intercedía por el pueblo ante Dios. Era por lo tanto un vivo ejemplo de lo que Cristo hace actualmente por su pueblo ante el trono de Dios. Por otro lado, la fuente de agua nos recuerda la necesidad de limpiarnos de cualquier pecado antes de entrar ante Dios como adoradores... Éxodo 31:1-32:25 En estos capítulos tenemos que considerar varios temas importantes. Primero vemos que Dios capacitó de dones a algunos hombres por medio de su Espíritu Santo para la construcción del tabernáculo... Y hoy día sigue haciendo lo mismo dentro de la iglesia. También veremos la importancia de guardar el día de reposo, que comenzó cuando Dios terminó la creación y que fue incluido en la ley como una señal de compromiso con Dios. Y finalmente, consideraremos cómo el pueblo se apartó de la Ley construyendo y adorando un becerro de oro, y mostrando así la maldad de su propio corazón... Éxodo 32:26-33:23 Después de que los israelitas se rebelaran contra Dios haciendo un becerro de oro y adorándolo, vino el castigo divino. Podríamos decir que este episodio es un ejemplo de como Dios actúa hoy: él ofrece gratuitamente la salvación y la vida eterna en Jesucristo, pero los que la rechazan, son condenados a la muerte eterna, a la separación eterna de Dios. A raíz de este incidente, Moisés intercedió por el pueblo, confesando el pecado y pidiendo la misericordia de Dios. También se daba cuenta de que sólo si Dios iba con ellos, podrían llegar a la tierra prometida... Éxodo 34-35 Moisés tuvo que volver a subir al monte para recibir otra vez las tablas de la Ley, puesto que las primeras las había despedazado cuando descubrió que los israelitas habían hecho un becerro de oro y lo estaban adorando. En estos pasajes comprobamos que nadie puede quebrantar las leyes de Dios con impunidad, pero sin embargo, también podemos apreciar la misericordia de Dios que perdona la iniquidad y da nuevas oportunidades... Éxodo 36-37 En estos capítulos parece como si estuviésemos recorriendo nuevamente el relato de los diferentes elementos y partes del Tabernáculo, pero aun así hay algunas verdades espirituales que recordar. Primeramente notamos que edificaron el tabernáculo conforme a las indicaciones recibidas por la Palabra, y no como ellos quisieron o imaginaron que sería mejor. Lo hicieron con entusiasmo. Aquí hay otra gran verdad: si alguien está sirviendo al Señor de mala gana, es mejor que no lo haga. Y por último, lo hicieron con generosidad, hasta el punto que Moisés tuvo que hacer parar la ofrenda... Éxodo 38:1-31 Estamos estudiando el Tabernáculo y viendo los materiales de que estaba construido y su distribución. Podríamos decir que de una forma gráfica, nos muestra el camino que el hombre pecador debe recorrer para entrar a la presencia de Dios. Por supuesto, todo allí nos habla de Cristo, que es el camino, la verdad y la vida... Éxodo 39-40 Llegamos al final del estudio del libro de Éxodo y vamos a considerar las vestiduras del sumo sacerdote Aarón, que de una forma simbólica ilustran la persona y la obra de Cristo. Estas vestiduras tenían varios elementos comunes con las de los demás sacerdotes, pero también había algunos detalles que las hacían únicas. Esto nos recuerda que como cristianos también nosotros somos sacerdotes, pero Cristo es nuestro Sumo Sacerdote especial e incomparable. Finalmente veremos el tabernáculo levantado y la gloria de Dios sobre él, lo que también nos ilustra hermosas lecciones... Conclusión: Debemos recordar que los primeros cinco libros de la Biblia se conocen como El Pentateuco atribuidos a Moisés; estos libros son: Génesis, Éxodo, Levito, Números y Deuteronomio. Antes del Éxodo está el Libro de Génesis que nos muestra cómo formó Dios el mundo para sí. El comienzo del libro de Éxodo nos muestra cómo Dios formó a Israel para sí, y a ambos para publicar sus alabanzas (Is 43:21 “Este pueblo crié para mí, mis alabanzas publicará”.). Recordemos que los traductores griegos llamaron a este libro Exodos (lo cual significa una partida o salida) porque comienza con la historia de la salida de los hijos de Israel de Egipto. El comentarista Matthew Henry dice: “Algunos aluden a los nombres de este libro y del anterior, y observan que inmediatamente después de Génesis, que significa comienzo u origen, sigue Éxodo, que significa una partida; porque a un tiempo de nacer le sigue inmediatamente un tiempo de morir (Ecl 3:2 “Tiempo de nacer, y tiempo de morir….”). Tan pronto como hemos hecho nuestra entrada en el mundo, debemos pensar en hacer nuestra salida. No debemos de olvidad que la Iglesia esta de paso por este mundo. Somos peregrinos y vamos en un éxodo hacia el cielo. El versículo clave del libro del Éxodo se encuentra en 20:2, que dice: "Yo soy JEHOVA tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos.“ Fuentes: Escritos John Vernon McGee (a través de la Biblia) Comentarios de Matthew Henry y Estudios pastor Daniel Horta