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CURSO: FILOSOFIA DEL LIDERAZGO

GRUPO 1: FRANMIG FLORES


TEORIA DEL GRAN HOMBRE:

Algunos nacen con estrellas y que otros nacen estrellados.


Si trasladamos esta forma de pensar a otro ámbito, por ejemplo, el
liderazgo, podríamos decir que los grandes líderes nacen, no se
hacen.
Dicho de otro modo, un líder es nato o no lo es.

HISTORIA DE LA TEORÍA DEL GRAN HOMBRE


La Teoría de liderazgo del Gran Hombre se popularizó durante el siglo
XIX y se inspiró en el estudio de líderes famosos del mundo como lo
fueron Napoleón Bonaparte o Julio César.

Thomas Carlyle dijo el hombre adecuado para liderar surge de la


nada, como por arte de magia o por herencia. Que aunque
seguramente no fue la primera persona que pensó en ello, dijo que “la
historia del mundo no es más que la biografía de grandes
hombres”.
Para Carlyle, los líderes eficaces son aquellos que “están dotados de
inspiración divina y de las características correctas”.

Las primeras investigaciones sobre liderazgo estuvieron centradas


en personas que ya destacaban como líderes, pero no en ningún
método o conjunto de acciones que pudieran desarrollarlos.

Por tanto, las personas analizadas por Carlyle eran gobernantes y


hombres (las mujeres estaban excluidas de la su lista).
A su vez, estas personas venían de clases sociales pudientes, por lo
que gozaban de mayores oportunidades para poner en práctica su
liderazgo.

Aquellos que tenían un estatus económico inferior estaban relegados


de las posiciones visibles de liderazgo y, por supuesto, del análisis de
Carlyle.
ARGUMENTOS EN CONTRA DE LA TEORÍA DEL GRAN HOMBRE
Si la postura de Carlyle se basaba en el determinismo, o sea, en el hecho
de que los hombres ya nacemos determinados, el sociólogo Herbert
Spencer sugirió que los líderes son producto de la sociedad en la
que viven.

Al respecto, en su obra “El estudio de la Sociología”, Spencer


escribió: “se debe admitir que la génesis de un gran hombre depende
de la larga serie de influencias complejas que ha producido la raza
en la que aparece y el estado social en el que la raza ha ido poco a
poco crecido… Antes de que pueda rehacer su sociedad, su sociedad
debe hacerlo a él”.
El razonamiento lógico de Carlyle tenía una falla en su estructura. Si la
Teoría del Gran Hombre propone que los líderes nacen con cualidades
naturales, ¿por qué no todos ellos ejercían su liderazgo?

¿Eran todos los líderes clasificables como hombres con cualidades


natas? ¿Qué pasaba con un hombre como Espartaco?

Espartaco: el Gran Hombre que “no debía ser líder”


Poco o nada se sabe de los primeros años de vida de Espartaco, pero
se tiene bastante certeza de que nació en el año 113 a.C. en Tracia, lo
que actualmente es Bulgaria.
En ese momento, Tracia estaba en la periferia de Roma y sus
guerreros eran conocidos por su ferocidad. La mayoría de estos
trabajaba como mercenarios al servicio de la república romana, pero
un día algo se torció.
Por razones que no están claras, Espartaco, un mercenario al
servicio de Roma, terminó siendo esclavo, para posteriormente ser
comprado por una escuela de gladiadores en donde sería entrenado
para la “recreación” de los romanos.
Pero Espartaco había sido un hombre libre y no estaba dispuesto a
cumplir ese rol, así que en el año 73 a.C. organizó su fuga del lugar
en donde vivían los gladiadores.
Lo que en un inicio fue una huida, terminó convirtiéndose en una
rebelión a la que sumarían 30 mil hombres esclavos que iban
escapando de sus vidas de oprobio.
Si Espartaco pasaba por alguna zona, había hombres que le seguían
en su propósito de ser libres.

Dos años duró la rebelión hasta que fue aplastada por Marco
Licinio Craso, un hombre a quien Roma le dio poderes para que
actuara en contra de lo que parecía ser un peligro para las ideas el
sistema de económico de la república, el cual ponía en hombros de los
esclavos sus procesos de producción agrícola, quehaceres del hogar,
etc.
Ahora bien, más allá de los detalles históricos, hay un hecho
resaltante que guarda relación con la Teoría del Gran Hombre de
Carlyle.
¿Cómo llegó Espartaco a liderar tal cantidad de hombres si no era un
hombre de clase pudiente, si no era un hombre de la aristocracia?

La respuesta echa por tierra la idea de que líder se nace y da margen a


interpretaciones más complejas, por ejemplo, que un líder se hace y
que puede surgir en un momento de necesidad.
Si bien es cierto que muchas personas nacen con predisposición para
desempeñar un rol con mayor habilidad que otros, también es cierto
que, tal como propuso Herbert Spencer, el líder se construye con
base en sus influencias.
El Gran Hombre es un fruto complejo de su contexto y su
entorno.

CONCLUSIÓN
La Teoría de liderazgo del Gran Hombre es una postura con una visión
machista de la sociedad, de ahí que sea incompatible con el
liderazgo femenino.
La propia modernidad se ha encargado de desmontar esta propuesta,
pues casos como de Kamala Harris, primera vicepresidenta de
Estados Unidos, son muestra de que la teoría bien pudiera llamarse
Teoría de la Gran Mujer.
Por otra parte, las aptitudes para que se dé el liderazgo no están
amarradas a lo innato, sino que pueden desarrollarse o gatillarse con
un suceso específico, como en el caso de Espartaco.

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