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Cuando hablamos de un recurso contencioso administrativo, nos referimos a un

procedimiento jurídico que se usa en contra de una disposición de carácter general o bien
una acción concreta realizada por una entidad pública de cualquier nivel. Es decir, que los
recursos contenciosos administrativos se emplean para oponerse a una acción o decisión de
un organismo oficial, ya sea una entidad a nivel estatal, autonómico o local.

Dicho de otra manera, un recurso contencioso administrativo tiene la finalidad de finalizar


la vía administrativa de un conflicto con los órganos de la Administración Pública tanto por
sus acciones como por su inactividad o silencio administrativo en los casos en los que se
produzca.

Según lo que dice Brewer-Carias, (1975) damos por entendido que “los actos
administrativos de efectos generales son los actos normativos”, estos actos son
destinatarios, indeterminados e indeterminables; a diferencia de los actos administrativos de
efectos particulares, son aquellos que no tienen carácter normativo, y cuyos destinatarios, o
es un sujeto de derecho (acto individual) o una pluralidad de ellos, y son determinados o
determinables.

Entendemos por el recurso de abstención o carencia a un mecanismo o a una vía judicial


cuya función es el control de la actividad omisiva de la administración pública, quien está
obligado por la ley a realizar determinados actos. Para ser un poco más concreto este
recurso no es más que el útil mecanismo procesal para el control de las infracciones del
orden publico consumadas por la pasividad administrativa.

Para aclarar el recurso de interpretación que unos de los tipos de recursos dentro de la
administración, decimos que es aquel que da solución a las dudas que se presentan al
alcance, inteligencia, sentido y aplicación de las normas que se encuentran contenidas en la
ley o en el significado de una disposición legal.

También podemos hablar del recurso contencioso de la responsabilidad administrativa


extracontractual que es aquel que forma parte de un concepto más amplio, la
responsabilidad civil. Esta responsabilidad civil es la que se le considera a una persona de
reparar un daño causado por culpa o negligencia, mediante una indemnización de dinero, de
forma general. Entendemos que la persona que responde por el daño causado es en general
aquella que lo ha provocado, e incluso en ocasiones también puede suceder que debe de
responder por hechos ajenos. Esta responsabilidad civil extracontractual no tiene origen en
un contrato entre la persona que causa el daño y quien lo sufre.

Más allá de esto en el artículo 140 de nuestra constitución bolivariana nos habla que el
estado debe responder patrimonialmente por los daños que sufran los particulares en
cualquiera de sus bienes y derechos, esto siempre y cuando la lesión sea imputable al
funcionamiento de la administración pública. Estas demandas buscan es la indemnización
de algún daño, por el cual ha nacido un derecho subjetivo contra la administración por su
mal funcionamiento.

Recursos especiales:

Hablamos del contencioso funcionarial, que es aquella instancia encargada de controlar,


vigilar y corregir, si es necesario, la actuación u omisión del poder público a través de sus
distintos niveles o en lo referente a la relación laboral que lo vincula con los empleados.

Dentro de estos recursos especiales tenemos el contencioso de inquilinato que es aquel


procedimiento judicial que se lleva a cabo para la impugnación de los actos administrativos
emanados de la dirección de inquilinato, el objetivo de es anular las decisiones
administrativas que son emanadas por el gobierno regulador, estas funciones son
competencia exclusiva del Poder Ejecutivo Nacional.

Acá también encontramos el recurso contencioso de expropiación, que es aquel


procedimiento que se lleva a cabo cuando una persona que ha sido expropiada impugna la
decisión, por medio de este recurso permite al expropiado reclamar una indemnización o
impugnar el proceso de expropiación a sí mismo.

En este recurso especial también tenemos el recurso contencioso electoral, que es un acto
breve, sumario y eficaz para impugnar los actos, las actuaciones y las omisiones del CNE y
para restablecer aquellas situaciones jurídicas subjetivas lesionadas por este, este
procedimiento podrá ser interpuesto, por los partidos políticos, por las personas naturales o
jurídicas que tengan interés, para impugnar la actuación o la omisión de que se trate.

Para culminar hablaremos del procedimiento de segunda instancia, que es aquel que pone
fin al proceso, aceptando o rechazando la pretensión del demandante.

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