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MICROBIOLOGÍA CLÍNICA I

Hongos que producen enfermedades en los


ojos:

Género Fusarium

Profesor: D.C. Ramiro José González Duarte.


Referencias:
- Micología médica básica, 5ed. Bonifaz A. CAPÍTULO 30: Hialohifomicosis
y CAPÍTULO 33: Queratitis micótica.
- Especies de Fusarium como agentes de queratitis micóticas en adultos
en Tucuman, Argentina. 2008. Salim y Runco. Boletín Micológico Vol. 23 :
27-33.

Son hongos que habitan en el suelo y
suelen ser patógenos de muchas
plantas (fitopatógenos).

Género

Las tres principales especies
Fusaruim oportunistas que afectan al humano
son: Fusarium solani, F. oxysporum y
F. verticillioides.


F. solani se considera la más virulenta.
Fusarium solani

Cultivo de Fusarium solani y


múltiples macroconidios y microconidios (azul de algodón, 40X)
Hialohifomicosis.


El término “hialohifomicosis” fue propuesto en 1984 para
nombrar las infecciones causadas por hongos
filamentosos, tabicados y hialinos.


La Hialohifomicosis por Fusarium spp. es una de las
micosis emergentes y es la que ocupa el primer lugar en
este tipo de enfermedades.


En la literatura mundial abundan cada vez más los
reportes de este padecimiento.

Las infecciones por Fusarium, llamadas también
fusariomicosis pueden causar enfermedades
localizadas o diseminadas.


Diversas especies del género son los principales
agentes etiológicos de úlceras corneales o queratitis
micótica (pacientes inmunocompetentes).


Su incidencia se correlaciona con la época de las
cosechas y las estaciones con alta temperatura y
humedad (zonas agrícolas).

Las queratomicosis representan una de las formas de
queratitis más difíciles en su diagnóstico y tratamiento.


Son un problema oftalmológico importante que puede
llevar rápidamente a la destrucción de la córnea y a la
pérdida de la visión.
Queratitis debidas a hongos filamentosos.

Ocurren con más frecuencia en hombres jóvenes sanos.

Agricultores y trabajadores del campo o jardinería.

Surge de un traumatismo del epitelio ocular por


fragmentos de madera, restos vegetales, polvo o
materiales provenientes del suelo (contaminados con
propágulos fúngicos).
Signos y síntomas.


Días después del traumatismo que implanta al hongo
ocurre una gran inflamación, eritema conjuntival y raras
veces vascularización.


La sintomatología más importante en general es
fotofobia, pérdida de la agudeza visual, dolor y ardor.


Se forma una úlcera corneal irregular casi siempre
central (aproximadamente 80%), y en ocasiones
paracentral (inferior, superior o lateral) y periférica.


Las lesiones son de color blanco, amarillento o
grisáceo, de bordes elevados, y con el tiempo crecen
en extensión y profundidad.
Queratitis micótica por Fusarium solani.
Signos y síntomas.


Se han reportado algunos casos de diseminación a
cerebro a partir de la queratitis micótica, sobre todo en
pacientes diabéticos mal controlados e inmunosuprimidos.
DIAGNÓSTICO.

Ø
Cultivo (se considera la prueba de oro):

Es necesario el aislamiento del hongo en el laboratorio para
considerarlo como el agente etiológico.

Fusarium spp. crecen rápido (tres a cinco días), en medios
de cultivo habituales (Sabouraud dextrosa agar).

Las colonias son blanco-vellosas, con diversos pigmentos
según la especie aislada (naranja, violeta, amarillo).

Ø
Tinciones y exámenes en fresco.

Ø
Análisis de biopsia.
Toma de muestra con microscopio oftálmico y observación de la úlcera
corneal en pantalla.

Pruebas de PCR (primers específicos >> GenBank >>
BLAST).

Ø
Actualmente se considera que las técnicas de PCR
son el nuevo estándar de oro para la identificación de
la mayoría de hongos patógenos.

Ø
Son pruebas rápidas y con altos índices de
confiabilidad, y se pueden hacer directamente de la
muestra o del cultivo aislado.
TRATAMIENTO.


Se recomienda el tratamiento con voriconazol.


En segundo grado: los diferentes tipos de anfotericina B y
posaconazol.


El tratamiento de las queratitis micóticas sigue siendo un
problema en México porque sólo se cuenta con un
antimicótico oftálmico: pimaricina.


Se deben preparar “soluciones caseras” con tabletas de
otros antimicóticos (no tienen la misma acción que un
producto con un adecuado vehículo oftálmico).


La mayoría de los casos responden entre 15 a 30 días con
aplicación constante de cada fármaco.

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