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Iliana Monzerath Licona Leiva

Ensayo 1: Comprendiendo el Valor Público

Generalmente se posee la percepción de que la función pública trabaja para el bienestar común y
se encuentra al servicio de las personas. Si bien, dentro de una democracia con institucionalidad
sólida la gestión pública funciona de esta manera, pero esta también pretende fortalecer el
vínculo con su ciudadanía al encontrarse en la constante dinámica de conocer sus necesidades y
buscar como satisfacerlas. Esto puede ocurrir mediante distintos mecanismos y actividades cuyos
objetivos se orienten al beneficio de la ciudadanía, desde políticas públicas hasta espacios de
participación política. Pero para que la ciudadanía perciba que sus necesidades están siendo
satifechas y que determinadas percepciones están tomandose en cuenta, las actividades por parte
de las instituciones públicas deben generar valor público.
Valor público se entiende como algo que el Estado agrega para beneficiar a los demás, pero este
beneficio debe ser percibido por ellos y sus representantes. El valor público es algo que es
generado por las instituciones, pero para que este se produzca debe cumplir con cierto tipo de
requisitos o incluir cierto tipo de actores. Primero, el Estado debe definir sus objetivos para que
sus instituciones estén encaminadas a cumplirlos. En esta definición de objetivos del Estado la
política juega un rol importante al buscar integrar las diferentes preocupaciones de los distintos
actores. Si bien, es en el Estado que se encuentran los tomadores de decisiones y estos poseen
gran responsabilidad para generar valor público. Es por esta visión que es importante que los
tomadores de decisiones sean los que representan a la ciudadanía en conjunto con sus
preocupaciones y demandas. Si los objetivos responden a estas preocupaciones y demandas
entonces se genera valor público. Una vez definidos los objetivos del Estado y sus instituciones,
también se debe tomar en consideración la disponibilidad de recursos. Para esto la dimensión
administrativa juega un rol importante en las instituciones. Si bien, la generación del valor
público no puede costar mas que los beneficios que este brinde. Para generar valor público es
necesario que los directivos de las instituciones públicas conozcan de los recursos financieros,
humanos y logísticos que disponen para ejecutar sus objetivos. La adecuada administración de
los mismos son clave para producir valor público. De cierta manera puede compararse con la
empresa privada, los directivos poseen como objetivo perseguir la maximización del precio de
las acciones cuidando y manteniendo contentos a sus participantes empresariales (Gitman &
Zutter, 2012). En el caso del sector público sería que las instituciones deben tener como meta
perseguir la generación de valor público cuidando el aspecto político, operativo y social.
La medición del valor público es un poco compleja de acuerdo con las diferentes concepciones
brindadas por Moore (1998). Primero debe entenderse que la medición es un proceso que busca
determinar el éxito o funcionalidad de algo, en este caso es pues si las actividades
gubernamentales logran ser valiosas. Puede interpretarse que Moore argumenta que la medición
del valor público debe incluir la dimensión política. Si bien la percepción política brinda el
elemento de representatividad, pero su desventaja es que no siempre logra ser objetiva y no
siempre logra generar confianza. En cambio, la confianza y objetividad puede lograrse a través
de la dimensión técnica. La técnica consiste en la evaluación de las políticas públicas o las
actividades gubernamentales, en el planteamiento de Moore la mejor evaluación es la de coste-
efectividad.
“Para aquellos que creen en la capacidad del proceso político respecto a establecer una
aspiración colectivamente articulada, y que creen que está es la mejor guía para la acción
pública, la evaluación de programas y el análisis coste-efectividad parecen ser mejores
Iliana Monzerath Licona Leiva

técnicas precisamente porque van mas allá de las preferencias individuales, hacia los
propósitos establecidos colectivamente” (Moore, 1998, p. 69).
El análisis coste-efectividad comprende una visión colectiva y no individual. Esto es debido a
que esta mide el cumplimiento de los objetivos generados por decisiones colectivas, luego
convertidas y fijadas como decisiones gubernamentales. Es decir, este análisis mide el esfuerzo
público para ejecutar dichos objetivos y como esto es parte del proceso de toma de decisiones
gubernamentales (Moore, 1998, p. 68).
El análisis coste efectividad se puede reflejar en el caso del funcionario Ernesto Noshtas y el
Programa Unidos por la Solidaridad en El Salvador. Ernesto Noshtas logró la creación del valor
público porque su mecanismo de ayuda del exterior para proyectos de desarrollo local incorporó
la dimensión de satisfacción de necesidades, utilización óptima de los recursos y además logro
adaptarse a las diferentes condiciones e integrar diferentes actores. Si bien, la primera se cumplió
con la ejecución de proyectos por parte de las coordinaciones locales y municipales, quienes
conocen de primera mano las necesidades por satisfacer. Logró que este mecanismo utilizará
adecuadamente los recursos al combinar fondos gubernamentales con el dinero brindado por
organizaciones salvadoreñas en el exterior. También, a pesar de que el concurso no presentaba
los resultados deseados al inicio este busco reinventar su mecanismo integrando la segunda
vuelta y atrayendo un mayor número de proyectos.
En conclusión, indudablemente la generación de valor público se dificulta si el Estado no cuenta
con las condiciones adecuadas, desde una institucionalidad sólida hasta una ciudadanía
participativa. Para la generación de valor público es necesario que los diferentes actores políticos
sean partícipes del proceso, como los tomadores de decisiones y la sociedad civil, por ejemplo.
Esto es debido a que el valor público incorpora un fuerte sentido de construcción colectiva. Pero
no es solamente la generación de valor público que debe preocupar a las instituciones sino
también como medirlo, como determinar si es importante para la ciudadanía y como lograr que
esta generación de valor se mantenga a largo plazo. Además, la generación de valor público
comprende la necesidad de contar con directivos públicos capaces de entender la importancia de
la complementariedad de la visión política, técnica y ciudadana. Sin duda, la definición de qué
debe hacer el Estado o cual es su rol puede transformarse gradualmente y puede continuar siendo
un debate complejo. Sin embargo, el Estado siempre debe pretender agregar algo beneficioso
para la ciudadanía y ese algo debe ser valor público a través de sus actividades.

Bibliografía
Gitman, L. J., & Zutter, C. J. (2012). Principios de Administración Financiera - Decimo Segunda
Edición. México: PEARSON EDUCACIÓN.
Moore, M. H. (1998). Gestión estratégica y creación de valor en el sector público. Barcelona:
Ediciones Paidós Ibérica, S.A.

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