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Síntesis de los 6 desafíos de la Gerencia Social, según el autor.

1. Desafío 1: El objetivo final de las organizaciones que promueven el


desarrollo social en los ámbitos públicos radica en crear valor público
por medio de su gestión.

El desafío de las organizaciones que promueven el desarrollo social en el


ámbito público en cuanto a la creación de valor público. La definición de valor
público es ambigua y la misión y visión de estas organizaciones deben
enfocarse en generar valor público para la colectividad social a través de un
proceso político que guíe la asignación de recursos, definición de prioridades
y confirmación de la generación de beneficios valiosos. En este proceso
político, la equidad distributiva es una responsabilidad indelegable del
gobierno y una fuerza motivadora de las organizaciones no gubernamentales.
Este proceso político se caracteriza por su preocupación por los aspectos
redistributivos, colectivos y de equidad, y la realización de transacciones con
individuos y distintas colectividades, y la ausencia de precios y automatismo
en la asignación de recursos. Además, se destaca el pluralismo, la
fragmentación de la autoridad y la legitimidad del disenso y conflicto en los
objetivos.
2. Desafío 2: Los recursos destinados a la creación de valor público, que
son limitados o escasos frente a las necesidades y deseos públicos, se
asignan por un proceso político que determina qué es prioritario.

El desafío de asignar recursos limitados para la creación de valor público a


través de un proceso político que discierne lo que es valioso para el público.
En el sector privado, los gerentes actúan con autoridad conferida por los
dueños o accionistas para gestionar la organización y crear valor a través de
la producción eficiente y efectiva de productos y servicios valorados por los
clientes. En una democracia, los ciudadanos tienen la voz determinante sobre
lo que el gobierno y sus agencias deberían hacer, expresada a través de los
procesos de deliberación y representación política. La elección colectiva es
un proceso imperfecto que excluye las preferencias de las minorías, pero
sigue siendo el mejor modo que las sociedades humanas han diseñado para
representar los deseos de los ciudadanos y proveer señales que conllevan
mayor autoridad hacia los administradores respecto a lo que deben hacer. La
asignación de recursos para financiar las actividades de creación de valor
público no deriva de la elección voluntaria de cada consumidor como en el
sector privado, sino de los intereses colectivos y preferencias emergentes de
los procesos deliberativos y/o representativos. En una sociedad democrática
liberal, el dinero recaudado con la tributación y la obligación moral o la
autoridad del Estado son recursos escasos, y las organizaciones públicas
deben rendir cuentas sobre su uso a clientes, ciudadanos y mandantes. Si el
proceso de autorización se gestiona adecuadamente, y los ciudadanos
perciben que sus aspiraciones colectivas se satisfacen a través de un
proceso de consulta y revisión, la organización creará más valor. Este
aspecto del valor público existe independientemente de la diferencia entre el
valor de la actividad pública y el coste de los recursos utilizados para
realizarla.
3. Desafío 3: Los ciudadanos tienen la voz determinante sobre lo que
genera valor público y lo que se debe priorizar.

Los diferentes roles que los ciudadanos juegan en su interacción con la


generación de valor público, entre ellos se encuentran el ciudadano, el
cliente, el beneficiario/usuario y el obligado. Cada uno de estos roles recibe
un tipo diferente de valor, ya sea público o privado. Además, se destaca que
la ciudadanía tiene una voz determinante sobre lo que genera valor público y
lo que se debe priorizar, lo cual se expresa a través de los procesos de
deliberación y representación política. El texto también señala que se
requiere una concepción más amplia sobre el intercambio de las
organizaciones públicas con las personas, teniendo en cuenta los diversos
roles que las personas juegan en su interacción con el valor público.
4. Desafío 4: Los que ejercen gerencia social interactúan con individuos y
comunidades que toman múltiples papeles en su relación de
intercambio con las organizaciones que generan valor público.

La gestión pública puede ser analizada en tres niveles: el sector público en su


interacción con el entorno social, la actuación de las organizaciones públicas
individuales en sus entornos específicos y el funcionamiento interno de cada
organización y el rol de los directivos públicos. Los problemas que surgen en
cada nivel tienen diferentes características y demandan distintas soluciones.
La gestión pública necesita un marco conceptual y de acción que integre el
funcionamiento de organizaciones individuales en una lógica colectiva de
formación de políticas públicas, en la que múltiples actores y organizaciones
participen activamente en el diagnóstico de problemas y diseño de
soluciones. Las ideas y herramientas de la gerencia empresarial pueden ser
útiles en la microgestión, en hacer que la parte interna de la organización sea
más productiva y efectiva.
5. Desafío 5: El alcance de la gestión pública está compuesto por un
carácter de coordinación de las redes interorganizacionales lo que
llamaremos “macro gestión” y un proceso organizacional interno que
denominaremos de “micro gestión”
Las dificultades que existen para medir y verificar el valor público generado
por la gerencia social. El valor público es difícil de medir ya que muchos de
sus beneficios son intangibles y no pueden ser transados en ningún mercado,
por lo que no pueden ser cuantificados. Además, los beneficios son a
menudo ambiguos y dependen de múltiples dinámicas, lo que los hace
vulnerables a factores exógenos que escapan al control de los gerentes
sociales. Debido a estas dificultades, los gerentes sociales tienden a
enfocarse en los productos materiales y los recursos utilizados en lugar de
concentrarse en los beneficios de la gestión, que son centrales para la
gerencia social. Por lo tanto, la medición y verificación del valor público
generado por la gerencia social sigue siendo un desafío importante.
6. Desafío 6: Los beneficios generados a través del ejercicio de la gerencia
social no deben entenderse como la entrega de productos y servicios
únicamente, sino como los impactos de esos productos y la calidad de
los procesos que conducen a su entrega y su adecuado uso

Entre los desafíos se destacan la ambigüedad intrínseca del objetivo final, la


necesidad de responder a diversos mandantes, la coordinación de redes
interorganizacionales y la gestión de resultados y procesos. El marco
conceptual de gestión estratégica para la gerencia social se fundamenta en
los tres campos que lo integran: el campo de la gerencia pública, los
enfoques y las acciones que fortalecen las capacidades y oportunidades de
los actores tradicionalmente excluidos, y los procesos de formación de
políticas públicas incluyentes y sostenibles. El marco estratégico requiere de
una delimitación de las áreas de acción donde se fijarán objetivos de los
esfuerzos organizacionales y se enmarcan las distintas actividades, y de una
perspectiva del valor público expresado a través del mandato, misión y visión.
Es necesario tomar en cuenta tanto los mandatos formales como informales
al definir los objetivos y metas de la organización, y re interpretarlos para que
sirvan como plataforma para definir la misión y visión que permita
instrumentar la propuesta de creación de valor público.
La gestión estratégica es necesaria para cumplir los objetivos de la
organización y se delimitan áreas de acción donde se fijan objetivos y se
enmarcan actividades. Se propone un marco conceptual que incluye tres
áreas de acción: la gestión programática, la gestión política y la gestión
organizacional. La gestión programática se enfoca en cumplir la misión
organizacional y crear valor público mediante políticas, programas y
proyectos, construidos e implementados participativamente. La gestión
política se relaciona con la movilización del apoyo de actores necesarios para
lograr la misión y objetivos, incluyendo estrategias para comunicar y
promover con diversos actores. La gestión organizacional se enfoca en crear
una organización comprometida con su misión, que cuente con la capacidad
organizacional de llevar adelante una gestión efectiva, eficiente, equitativa,
ética y sostenible que cree valor público.

Síntesis
Una nueva conceptualización de la responsabilidad de los gerentes sociales,
que consiste en garantizar la creación de valor público a través de la gestión
eficaz, eficiente, equitativa y sostenible del desarrollo social. Para lograr esto,
se deben cumplir cuatro fines fundamentales: reducción de la desigualdad,
reducción de la pobreza, fortalecimiento de los estados democráticos y
fortalecimiento de la ciudadanía. El texto propone un marco que divide los
esfuerzos de gestión social en gestión programática, política y organizacional
y responde a seis desafíos que enfrentan los gerentes sociales en los
ámbitos públicos, como la asignación limitada de recursos y la necesidad de
involucrar a los ciudadanos en los procesos de participación y deliberación
política. En resumen, el modelo de gestión y los principios de la gerencia
social se combinan para crear una nueva conceptualización de la
responsabilidad de los gerentes sociales. Esta responsabilidad se enfoca en
ampliar las libertades de las personas, promover la inclusión y la equidad
social, fomentar el ejercicio activo de ciudadanía y garantizar el impacto de
políticas y programas sociales. Los gerentes sociales tienen la
responsabilidad de crear valor público para la sociedad a través de procesos
que amplíen las libertades de las personas, mejoren su bienestar y les
permitan participar y convertirse en ciudadanos activos.

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