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Bloque 3.

LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU


EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700)

3.1. Los Reyes Católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno.


Los Reyes Católicos decidieron gobernar conjuntamente en sus territorios y así lo establecieron en la
Concordia de Segovia en 1475, por la que Fernando será rey consorte en Castilla e Isabel en Aragón. La
unión de Castilla y Aragón fue meramente dinástica (personal y no institucional), ya que cada reino conservó
sus particularidades (Cortes, leyes, instituciones, monedas, fronteras), por lo que no se estableció una
monarquía o estado unificado, sino que los distintos territorios (Castilla, Aragón, Cataluña, Valencia) solo
tenían en común una misma monarquía.
Establecieron las bases del Estado Moderno mediante el refuerzo de la institución monárquica
(Monarquía autoritaria). Limitaron el poder de la nobleza y establecieron instrumentos de control como la
Santa Hermandad con atribuciones de policía y tribunal de justicia para acabar con el bandolerismo en los
campos de Castilla, y el Tribunal de la Inquisición encargado de la persecución de los sospechosos de
herejía. En este contexto se produce la expulsión de judíos en 1492 y la conversión forzosa de los
musulmanes.
Las instituciones de gobierno fueron: los Consejos (Castilla, Estado, Aragón, Indias, Inquisición, Órdenes
Militares); las Cortes de Castilla, el corregidor como representante del poder real en municipios, la
administración de justicia a través de Chancillerías o Audiencias. En la Corona de Aragón, debido al
pactismo, las Cortes tuvieron un mayor peso político, aparece la figura del virrey, en justicia se creó una
Audiencia en cada uno de los reinos, y sigue vigente la figura del Justicia Mayor.

3.2. El significado de 1492. La guerra de Granada y el descubrimiento de América.


Granada.
Desde mediados del s.XIII el reino de Granada se mantenía
independiente gracias a los tributos que pagaba a Castilla. Granada
fue asediada entre 1489 y 1492. La resistencia musulmana fue muy
dura, ayudada por el hecho de ser una región montañosa, con
recursos, y muy poblada. En los últimos momentos del conflicto
estalla una guerra civil en Granada, entre el sultán y su hijo Boabdil.
Fernando maniobra hábilmente entre los dos, y consigue la entrega
de la ciudad el 2 de enero de 1492. En el tratado de rendición se
promete a los vencidos la conservación de sus propiedades, leyes, fe
y forma de vida, pero después no se cumplirá lo pactado.
América.
La Corona de Castilla financia la empresa de Colón de encontrar una nueva ruta hacia el Oeste para alcanzar
tierras asiáticas sin bordear África. En agosto de 1492 salieron de Palos (Huelva) tres naves que alcanzaron
tierra el 12 de octubre del mismo año en lo que sería San Salvador, Cuba y la Española. Colón realizó tres
viajes más y murió sin saber que había descubierto un nuevo continente.
A principios del s. XVI había concluido la conquista de las Antillas. Las riquezas resultaron menores de lo
esperado, la población escasa y el clima desfavorable para el desarrollo de la agricultura tal y como se
conocía en Castilla.

3.3. El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I. Política interior y conflictos
europeos.
Carlos V concentró en su persona una enorme herencia: las Coronas de Castilla y Aragón con los territorios
fuera de la Península (Nápoles, Sicilia, Cerdeña, el Rosellón, la Cerdaña y los dominios americanos), el
archiducado de Austria, Flandes y Borgoña, a los que se añadió en 1519 el Imperio Alemán. Sus principales
enemigos fueron Francia, que quedó rodeada por las posesiones de los Habsburgo, los príncipes alemanes
que se convirtieron al protestantismo para escapar de la autoridad del emperador, y los turcos otomanos que
llegaron a las puertas de Viena, tras conquistar media Europa.
Los principales conflictos internos de su reinado fueron: la sublevación de los comuneros y las Germanías.
Las Comunidades (1520-1522) surgieron en Castilla donde existía un creciente descontento desde que Carlos
fue proclamado rey, ya que este había concedido los principales cargos a nobles extranjeros, y las Cortes van
a reclamar más atención a los asuntos del reino. En 1520 marcha a Alemania para ser nombrado emperador y
una serie de ciudades (Toledo, Segovia, Ávila, Burgos) se sublevan contra la monarquía, se constituyen en
gobierno del reino y ofrecen la corona a la reina Juana. Los comuneros agrupaban a un sector de los hidalgos
y de las clases medias urbanas y reclamaban protección para la industria nacional, respeto a las leyes del
reino y una mayor participación política. Fueron derrotados en Villalar en 1521 y Padilla, Bravo y
Maldonado principales dirigentes del movimiento fueron ajusticiados.
Las Germanías estallaron paralelamente y afectaron a casi todos los territorios de la Corona de Aragón,
aunque los hechos más graves sucedieron en Valencia. Se trató de una revuelta de artesanos, pequeña
burguesía y campesinos contra la oligarquía ciudadana, la nobleza y el alto clero. Pedían protección del
monarca frente a los abusos de los poderosos. Fueron derrotados en 1521.

3.4. La Monarquía Hispánica de Felipe II. Gobierno y administración. Los problemas


internos.
Guerras y sublevaciones en Europa.
El gobierno presentaba la siguiente estructura: el Consejo de Estado integrado por personalidades de los
diferentes reinos se encargaba de la política exterior y todo lo relacionado con las grandes cuestiones de
Estado. Los Consejos territoriales (Aragón, Indias…) y los Consejos técnicos: Inquisición, Hacienda...
Dentro de este sistema, adquieren importancia los secretarios de los Consejos como puente entre el monarca
y el Consejo al que pertenecía. Se mantienen virreyes, Cortes y Audiencias.
La política exterior de Felipe II buscaba ante todo la defensa del catolicismo. Su victoria frente a los
franceses en San Quintín dio paso a un largo periodo de concordia y la Armada Española derrotó a los turcos
en Lepanto. No obstante, el problema más agudo con el que tropezó Felipe II fue la rebelión de los Países
Bajos, donde progresaba el calvinismo en las provincias del Norte. La actuación de los enviados del rey,
entre los que destacó el duque de Alba, no evitó la división entre la zona norte, protestante, y la sur, católica.
También se enfrentó Felipe II a Inglaterra, que protegía a los protestantes de los Países Bajos y hostigaba los
dominios españoles en América. La escuadra española enviada contra los ingleses, la denominada Armada
Invencible fracasó.
Paralelamente Felipe II se enfrentó con graves problemas en el interior de sus reinos: la sublevación de los
moriscos de la región de Granada y la limitación de las libertades de Aragón, con la ejecución de Juan de
Lanuza, su Justicia Mayor. También tuvo lugar en el curso de su reinado la unión con Portugal, al reclamar el
trono portugués en 1580. Un ejército al mando del Duque de Alba invadió Portugal y tomó Lisboa. Felipe II
es proclamado rey de Portugal en las Cortes de Tomar (1581)

3.5. Exploración y colonización de América. Consecuencias de los descubrimientos


en España,
Europa y América.
Durante el reinado de Carlos I la conquista se produce mediante Capitulaciones entre la Corona y los
conquistadores. 1519-1550 Hernán Cortés en México conquista el Imperio Azteca. Pizarro en Perú conquista
el Imperio Inca. Orellana recorre el Amazonas. Núñez de Balboa descubre el Pacífico por el istmo de
Panamá. La primera vuelta al mundo (1519-1522) fue capitaneada por Magallanes y luego por Juan
Sebastián Elcano.
Entre 1540-1550, se había explorado casi toda América. Las causas de la rapidez de esta conquista fueron:
identificación de los conquistadores con dioses, la superioridad técnica, las enfermedades y el sistema de
trabajo impuesto que diezmaron a los indígenas, los conflictos internos de los grandes imperios, y el afán de
riqueza de los conquistadores.
La colonización supuso la explotación económica del territorio: oro, encomienda (a cambio de una teórica
protección el indígena era obligado a trabajar para el encomendero), y mita (mediante sorteo cada comunidad
indígena aportaba un grupo de trabajadores).
América proporcionó a la Monarquía Hispánica su hegemonía en Europa (siglo XVI), permitió la
introducción de nuevos cultivos: patata, tabaco, pimiento, tomate, cacao, maíz, algodón y animales: pavo, y
grandes ingresos al controlar el tráfico comercial. En el terreno cultural ofrecía un mundo por descubrir: flora
y fauna, cartografía, gentes, lenguas que amplían el horizonte cultural europeo. A nivel social, fue vía de
escape para segundones y aventureros. Su influencia también se aprecia en el lenguaje, la alimentación, o el
vestido. Surgió una mentalidad colonial que la percibía sólo como territorio de explotación.
En América se introduce la economía monetaria, nuevos cultivos (trigo, cebada, olivo) y animales
(caballo, oveja, vaca). Se produjo un declive demográfico indígena que obliga a importar esclavos negros, y
aparece una sociedad de castas dominada por peninsulares y criollos y la imposición del castellano y la
cultura europea.
3.6. Los Austrias del siglo XVII: el gobierno de validos. La crisis de 1640.
Tras la muerte de Felipe II, los monarcas renunciaron expresamente a ejercer las tareas de gobierno, que
pasaron a manos de los validos o privados. Muchos utilizaron el poder en su propio beneficio y aumentaron
el nivel de corrupción e ineficacia de la corona.
Felipe III, tuvo como valido, al duque de
Lerma. Felipe IV dejó el poder en manos del
conde-duque de Olivares. En el largo y
complicado reinado de Carlos II se sucedieron
los validos como el jesuita Nithard, Francisco
de Valenzuela y Juan José de Austria, hijo
natural de Felipe IV.
Durante la guerra de los Treinta Años el
conde-duque de Olivares creó la Unión de
Armas por la que todos los reinos debían
aportar por igual hombres y dinero, debido a los
enormes gastos a los que tenía que hacer frente
la monarquía. En 1640 se produjeron dos
sublevaciones en los territorios de Cataluña y
Portugal. La rebelión en Cataluña se originó
cuando Olivares abrió un frente militar contra los franceses en los Pirineos, lo que obligó a los catalanes a
alojar a las tropas y a contribuir al gasto militar. Esto, junto con los desmanes cometidos por los soldados
reales, provocó una rebelión con la entrada de los segadores armados en Barcelona durante el Corpus de
Sangre, y se llegó a asesinar al virrey. La revuelta se generalizó en Cataluña y tuvo el apoyo de Francia,
incluso se llegó a nombrar conde de Barcelona al rey francés Luis XIII. Finalizó en 1652, con la rendición de
Barcelona al ejército real, que estaba al mando de Juan José de Austria.
En Portugal se proclamó rey al duque de Braganza, emparentado con la antigua casa de Avis, dinastía que
había reinado antes de la anexión a la corona hispana con Felipe II. Los portugueses no querían pertenecer a
la monarquía hispánica porque la unión les había enemistado con Inglaterra y Holanda que atacaban sus
colonias. Finalmente en 1652 se independizan.
En 1641 y 1648 también se produjeron sublevaciones nobiliarias en Andalucía y Aragón, con el fin de
separarse de la monarquía hispánica.

3.7. La guerra de los Treinta Años y la pérdida de la hegemonía española en Europa.


La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) fue un conflicto de signo religioso, al enfrentar a protestantes y
católicos, significó una pugna contra el dominio de Europa de los Habsburgo austriacos y españoles. Se
inició una rebelión protestante de Bohemia, en el Imperio de los Habsburgo austriacos. España acudió en
auxilio del imperio, y los protestantes fueron apoyados por las Provincias Unidas del norte, Dinamarca,
Suecia y Francia. A pesar de algunas victorias iniciales (Breda), muy pronto se sucedieron las derrotas de los
tercios españoles. Los contendientes, agotados por la larga guerra firmaron la Paz de Westfalia (1648) donde
se aceptó el principio de que los intereses de los estados y su propia religión prevalecían sobre el Imperio
alemán. En 1650, España reconoció la independencia del territorio del norte de los Países Bajos, que pasó a
llamarse Provincias Unidas de Holanda. La guerra con Francia continuó y no acabaría hasta la Paz de los
Pirineos (1659) en la que la monarquía
francesa cedió territorios que tenía al
norte de los Pirineos (Rosellón y la
Cerdaña) haciéndose patente la
hegemonía francesa en Europa.

3.8. Principales factores


de la crisis demográfica y
económica del siglo XVII y sus
consecuencias.
El s. XVII se caracteriza por una fuerte
crisis social y económica. La población
disminuyó por el flujo migratorio al
nuevo continente, las guerras, la
expulsión de los moriscos y las
epidemias producidas entre 1601 y 1685.
La agricultura empeoró su ya precaria situación, con lo que se despoblaron las tierras, a la vez que
aumentaban los impuestos. Se redujo el número de cabezas de ganado y la industria y el comercio padecieron
una profunda depresión agravada por la competencia de los productos extranjeros. El Estado estuvo
prácticamente al borde la bancarrota debido al aumento de los gastos de una Corte que despilfarraba cada vez
más y a las continuas guerras, a lo que se une la disminución en la llegada del oro y plata americanos.
En cuanto a la sociedad, se reacciona de formas distintas en un afán de compensar o superar las dificultades
de la época. La nobleza experimenta un notable aumento como consecuencia de la venta de títulos, a la vez
que se endeudan para poder mantener su lujoso tren de vida. Crece el número de religiosos, la burguesía
tiene como máxima aspiración abandonar sus negocios e invertir en tierras, y el campesinado ve empeorar su
situación al no poder pagar a sus acreedores, perdiendo sus tierras y viéndose forzado a emigrar.

3.9. Crisis y decadencia de la Monarquía Hispánica: el reinado de Carlos II y el


problema sucesorio.
A la muerte de Felipe IV en 1665, su hijo Carlos II tenía cuatro años. Por este motivo se estableció una
regencia presidida por su madre, Mariana de Austria, asesorada por una junta de la que formó parte el jesuita
Nithard. Hasta la proclamación de la mayoría de edad de Carlos en 1675, esta Junta intentó llevar a cabo una
serie de reformas administrativas y económicas que perjudicaban a los estamentos privilegiados. La
obstrucción de estos, desembocó en el primer fracaso de las medidas reformistas.
En 1675, Carlos II fue proclamado rey, pero el gobierno estuvo en manos de diversos personajes de la
camarilla de palacio, y se sucedieron los validos. Se impuso el poder de los nobles y se multiplicaron los
cargos y las prebendas, incluso se subastaron los puestos más importantes de la Corona, como los virreinatos.
Hubo constantes enfrentamientos con Francia, con la que se sostuvieron cuatro guerras entre 1667 y 1677,
que supusieron el paso a manos francesas de parte de Flandes y otros territorios europeos, como el Franco
Condado, y Cataluña llegó también a estar en manos francesas. Carlos II era un rey enfermizo y sin
descendencia, así que con el paso del tiempo la cuestión de quién iba a sucederle cobró una gran importancia,
e implicó a las grandes cortes europeas, temerosas del poder cada vez mayor de Francia. Los candidatos a
ocupar el trono eran Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia y la princesa española María Teresa de
Austria, y el archiduque Carlos de Habsburgo, hijo del emperador de Austria. Finalmente Carlos II designó
en su testamento como su sucesor al candidato Borbón, que fue proclamado rey bajo el título de Felipe V,
dando lugar a la Guerra de Sucesión española.

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