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PRÁCTICA 7

SISTEMA SENSORIAL

COMPETENCIAS

Diferencia los órganos especializados en la captación de estímulos visuales, auditivos, olfatorios


y gustativos.
Determina las partes de los órganos de la Vista, Audición, Gusto y Olfato.
Establece la relación de estos órganos de los sentidos con los Nervios de Pares Craneales y SNC.

INTRODUCCION

Como seres vivos que somos, los seres humanos cumplimos con tres funciones vitales:
nutrición, relación y reproducción. Y en lo que a relación se refiere, los sentidos son los
mecanismos fisiológicos clave para comunicarnos con el medio y responder a lo que sucede a
nuestro alrededor.
Los órganos de los sentidos se encargan de informarnos, mediante diversos procesos de
la captación de estímulos, acerca del ambiente que nos rodea; además nos alertan sobre posibles
cambios favorables o contrarios a nuestras necesidades. En general, constan de un Elemento
Receptor, otro Transmisor y el Area de Recepción. Los animales se relacionan con el medio
externo, mediante un grupo de estructuras, de naturaleza nerviosa, que reciben en conjunto el
nombre de Sistema Sensorial, que perciben, transducen e informan a los centros nerviosos, los
estímulos externos. Entre estos sentidos tenemos: Vista, Oido, Olfato y Gusto. Estas estructuras
están comunicadas con el SNC mediante los Nervios Craneales respectivos.

Vista: El sentido de la vista es el más desarrollado de los cinco sentidos que tenemos y, por ello,
el más importante de todos. Esto se debe, en parte, a que vivimos en un mundo en el que
históricamente se le ha dado prioridad a lo visual y a las imágenes. Diversos estudios señalan que
casi el 50% de nuestra actividad cerebral se dedica a procesar las imágenes que captamos de la
realidad y que, además, el grueso de las experiencias sensoriales que tenemos son visuales. Los
ojos son órganos sensoriales capaces de captar señales lumínicas y transformarlas en impulsos
eléctricos que viajarán al cerebro, donde se convertirán en una proyección de imágenes.

Oído: Entre los cinco sentidos, el del oído es uno de los que más sentido a nivel evolutivo y
animal. Y es que disponer de estructuras que permitan convertir las vibraciones acústicas en
estímulos que nos sirvan para localizar sonidos es, en todos los ámbitos de la vida, prácticamente
imprescindible. Desde huir de peligros hasta comunicarnos verbalmente con otras personas, el
sentido del oído es pieza fundamental de nuestra naturaleza.
Los oídos son los que están especializados en convertir las vibraciones acústicas del medio en
señales nerviosas que, tras ser procesadas por el cerebro, se traducirán en la experimentación de
sonidos. El sonido consiste en, básicamente, ondas que viajan por el aire después de que una
fuente generadora del sonido haya liberado vibraciones en el medio. Estas ondas llegan a nuestros
oídos y codifican las señales acústicas en mensajes nerviosos que serán descodificados en el
cerebro.
El sentido del oído desempeña dos tipos de funciones: por una parte, transmite información acerca
de la orientación de la cabeza en el espacio a través de una Porción Vestibular y por otra, registra
las ondas sonoras que alcanza el oído y constituyen el estímulo auditivo, esta es la Porción
Coclear. Se encuentra alojado en el hueso temporal. El oído está cubierto por una membrana
basilar que contiene un líquido, el cual vibra al recibir las ondas sonoras. Las vibraciones del
líquido impresionan unas células ciliadas que se encuentran en el interior de la membrana y
transmiten el impulso nervioso hacia el cerebro.
Gusto y Olfato: La sensación gustativa está limitada a los sabores fundamentales –ácido, amargo,
dulce, salado y sabroso (umami). Además, el resto de informaciones cualitativas de la gustación
corresponden a otros sistemas sensitivos o sensoriales.
El llamado aroma de los alimentos es uno de los aspectos cualitativos más importantes de la
ingesta. Desde el punto de vista conceptual, el aroma es la combinación de las sensaciones
gustativas y olfativas. Es también la consecuencia de la presencia de componentes volátiles en el
bolo digestivo, incluso en muy pequeñas concentraciones que alcanzan el techo de las fosas
nasales. Así es como se produce una estimulación olfativa simultánea a la masticación y la
deglución, lo que posibilita reunir sensaciones gustativas y olorosas que se acaban integrando de
tal manera que resultan indistinguibles. El sentido del olfato completa el sentido del gusto
determinando, en gran parte, el sabor y la palatabilidad de las comidas y bebidas. El olfato y el
gusto, por su funcionalismo semejante han sido valorados de una manera conjunta, en
determinados aspectos, y se les ha agrupado bajo la denominación de Sentidos Químicos.

PROCEDIMIENTO
Órgano de la Vista:
Órbita del ojo: El ojo se encuentra dentro de una cuenca ósea conocida como Orbita compuesta
por 7 huesos convergentes que tienen una función protectora y adherido a ella encontramos seis
músculos llamados Extraoculares: Cuatro Rectos (Superior, Inferior, Externo o Lateral e Interno)
y dos Oblicuos (Superior e Inferior), que se adhieren al ojo y permiten sus movimientos hacia
arriba, hacia abajo, hacia los lados y en rotación.
Aparato Lacrimal: Las lágrimas tienen como función lubricar el ojo y son producidas por
glándulas que constituyen el Aparato Lacrimal, y forman la Película Lagrimal: Glándula
Lagrimal: se encuentra bajo el borde lateral y externo de la ceja. Produce la parte acuosa de las
lágrimas. Gracias a estas glándulas, la córnea se mantiene hidratada y húmeda, y sus delicadas
células, bien protegidas.
Glándula de Meibomio: se encuentran a lo largo de los bordes de los párpados, donde nacen las
pestañas. Produce la parte grasa de la película lagrimal e impide que las lágrimas se evaporen
demasiado rápido.
Conducto Lagrimal: conducto por el cual se drenan las lágrimas de los ojos hacia la nariz. La
estructura del ojo está dada por tres tipos de estructuras, denominadas como túnicas:
Túnicas externas:
Esclerótica: Los músculos extraoculares están conectados a la parte blanca del ojo, Esclera o
Esclerótica, que es una capa de tejido espesa y resistente que cubre prácticamente toda la
superficie del globo ocular.
Conjuntiva: La esclera y la superficie interna de los párpados están recubiertas por una membrana
mucosa de tejido transparente llamada Conjuntiva que protege la esclera y ayuda a lubricar el ojo.
Coroides: Es la capa media, ubicada por debajo de la esclerótica, posee abundantes vasos
sanguíneos y células pigmentadas de melanina. Constituye la capa nutritiva del ojo, sostiene la
retina y absorbe la luz que penetra al ojo.
Córnea: Es una estructura hemisférica en la parte frontal transparente del ojo que cubre el iris.
Tiene una función protectora y se comporta como una lente que permite el paso de la luz. Es
responsable de dos tercios de la capacidad de refracción del ojo. La esclerótica y la córnea se
continúan una con otra en una zona de transición denominada Limbo.
Túnicas medias:
Cuerpo Ciliar: Está formado por el músculo ciliar y los procesos ciliares. Se extiende desde el
borde de la retina hasta la raiz del Iris. Es un anillo completo donde se inserta el Ligamento
Suspensorio del Cristalino. El tercio anterior es muy vascularizado y contribuye a la formación
del Humor Acuoso. Por debajo se encuentra el Músculo Ciliar, formado por fibras musculares
lisas longitudinales, radiales y circulares; y detrás de él se encuentran los Procesos Ciliares, en
forma de una corona alrededor del ecuador del cristalino.
Iris: Es la porción más anterior, tiene forma de un disco con una abertura llamada Pupila, se halla
entre la córnea y el cristalino, determina las Cámaras Anterior y Posterior. El Iris posee
cromóforos que dan el color a los ojos; además de la Capa Muscular, formada por Fibras
Circulares y Radiales, las circulares reducen el diámetro pupilar o Miosis, mientras que las
radiales lo aumentan o Midriasis. La variación del diámetro pupilar permite la regulación del
ingreso de la luz al ojo.
Pupila: Es el agujero redondo que se encuentra en el centro del iris y que se dilata (midriasis) o se
contrae (miosis) dependiendo de la cantidad de luz que entra en el ojo y llega a la retina.
Túnicas internas:
Cristalino: Es un cuerpo biconvexo transparente de considerable flexibilidad. Se encuentra entre
el iris y el cuerpo vítreo y está suspendido en su parte más periférica por Fibras Zonulares
originadas en el cuerpo ciliar. Funciona como una lente que permite proyectar las imágenes en la
retina. Su función es primordial, ya que permite enfocar correctamente los objetos a distintas
distancias, además de proteger la retina de la radiación UV.
Retina: Es la capa más interna, la parte anterior está tapizada por un epitelio que es insensible a la
luz; mientras que la posterior es nerviosa y sensible. Contiene células llamadas Fotorreceptores
que transforman los estímulos luminosos en impulsos eléctricos que se transmiten al cerebro a
través del nervio óptico. Hay dos tipos de fotorreceptores: los Bastoncillos, que perciben el negro
y el blanco y permiten la visión nocturna, y los Conos, que perciben los colores, en esta porción
se halla una depresión redondeada denominada Mácula o Fóvea que es el sitio de mayor agudeza
visual. Por el contrario, la Papila Óptica, por donde sale el nervio óptico se caracteriza por la falta
de fotorreceptores y se denomina Punto Ciego.
Mácula: Es una pequeña área amarillenta muy especializada de la retina. Es responsable de que
tengamos una visión central y nos permite ver los detalles pequeños y el movimiento.
Retina periférica: Es la parte de la retina que permite la visión periférica o lateral. Nos permite la
visión a nuestro alrededor.
Nervio óptico: El nervio óptico es el nervio sensorial más grande del ojo. Se compone de millones
de fibras nerviosas que mandan los impulsos eléctricos a la parte del cerebro responsable de la
visión. Está constituido por los axones de las células ganglionares. Forman en conjunto el
denominado Disco Optico, sitio donde el nervio óptico sale del globo ocular.
El ojo además presenta dos cámaras:
Cámara Anterior, que se encuentra inmediatamente por debajo de la córnea y donde está contenido
el Humor Acuoso: Es un líquido incoloro que nutre y oxigena la córnea y el cristalino, y mejora
el enfoque y la nitidez contribuyendo a la refracción de la luz. Cámara Posterior, se encuentra por
detrás del iris y contiene el Humor Vítreo: Más denso que el humor acuoso. Es un gel incoloro
que se encuentra detrás del cristalino y ocupa la mayor parte del interior del ojo, permitiendo que
este mantenga su forma.

Órgano del Oído: Se trata de una estructura dividida en tres regiones: Oído Externo (recibe las
vibraciones), Oído Medio (conduce las vibraciones) y Oído Interno (transforma las vibraciones
en señales eléctricas).
Oído Externo: Está formado por el Pabellón de la Oreja y el Conducto Auditivo Externo.
Pabellón de la Oreja es un repliegue formado casi completamente por cartílago, cubierto de piel
y adherido al cráneo. Tiene forma de embudo. En el centro se encuentra una depresión, la Concha,
que continúa con el Conducto Auditivo.
Conducto Auditivo: Es un componente del oído externo que consiste en una cavidad con un
diámetro inferior a los 10 mm con la función de conducir el sonido desde el exterior hasta el
tímpano. Mide hasta 30 mm de largo y está compuesto de glándulas sebáceas que producen
Cerumen, que protege el oído tanto de la irritación como del ataque de patógenos. Esta cera
mantiene limpia la cavidad y evita que las pequeñas vellosidades (Pelos Irritables) que mejoran
la propagación de las ondas sean dañadas por las condiciones del medio externo.
Oído Medio: Llamado también Caja o Cavidad Timpánica, es un pequeño hueco en el interior del
oído medio que comunica tanto con el oído externo a través del tímpano como con el oído interno
mediante la ventana oval. Esta estructura alberga los tres huesecillos del oído y está recubierto de
mucosa.
Huesecillos: El primero de ellos es el Martillo, está adherido directamente al tímpano, continúa el
Yunque y por último el Estribo, adherido a la ventana oval. Los movimientos de estos huesecillos
como respuesta a las vibraciones del tímpano hacen que la ventana oval vibre, algo imprescindible
para transmitir la información al oído interno. La cavidad timpánica está llena de aire, lo que
podría suponer problemas durante los cambios de presión. Por ello, esta cámara está conectada
con las fosas nasales a través de la Trompa de Eustaquio.
Trompa de Eustaquio: También conocida como Tuba o Trompa Auditiva, es un conducto que se
extiende desde la cavidad timpánica hasta la zona de la nasofaringe, haciendo que la presión se
iguale con la del medio y no haya daños en el oído
Oído Interno: Del mismo modo que el tímpano, la Ventana Oval es una membrana que marca la
frontera entre dos regiones del oído. En este caso, permite la conexión entre el oído medio y el
interno.
Ventana Oval: Recubre la entrada a la cóclea y permite que las vibraciones procedentes de los
huesecillos lleguen al oído interno, donde serán transformadas en impulsos nerviosos.
Cóclea o Caracol: Es una estructura en forma de espiral localizada ya en el oído interno. Consiste
en un conjunto de canales que giran sobre ellos mismos para amplificar las vibraciones hasta poder
transformarlas en impulsos nerviosos. La cóclea está llena de un fluido (Perilinfa y Endolinfa) al
que van a parar las vibraciones procedentes de la ventana oval. Por lo tanto, a partir de este
momento, las ondas acústicas se desplazan por un medio líquido (hasta ahora era por el aire) hasta
llegar a su destino.
El movimiento del estribo mueve la ventana oval, la cual crea ondas en el líquido que contiene la
cóclea, el movimiento es transmitido hacia la Membrana Basilar que recubre la cóclea, con el cual
van a ser estimuladas las Células Ciliadas que se encuentran formando el Organo de Corti. La
onda que se produce es llevada hacia la Ventana Redonda que se encuentra en la base de la cóclea
para descargar la presión generada hacia la Trompa de Eustaquio.
Órgano de Corti: Es una estructura imprescindible para la percepción de sonidos. Situado en el
interior de la cóclea, está formado por células ciliadas, las cuales sobresalen del tejido mucoso y
son las que captan las vibraciones en el líquido. Dependiendo de cómo sea la vibración que viaja
a través del líquido de la cóclea, estas células ciliadas, que son extremadamente sensibles a
pequeñas variaciones en el movimiento del fluido, se moverán de una manera u otra. En su parte
inferior, las células ciliadas comunican con ramificaciones nerviosas a las que les hacen llegar la
información. Por lo tanto, es en este órgano donde se pasa de una onda acústica a un impulso
eléctrico, un proceso que recibe el nombre de transducción y que ocurre en el interior de las
células ciliadas.
Vestíbulo: Es una estructura del oído interno que se localiza entre la cóclea y los conductos
semicirculares. Se divide en dos cavidades llenas del mismo líquido que la cóclea, aunque en este
caso no sirve tanto para la transmisión de las ondas acústicas, sino para percibir el movimiento
corporal y para que, mantener el equilibrio, sea más fácil.
Conductos Semicirculares: Son unas estructuras del oído interno que se localizan después del
vestíbulo y que consisten en una especie de rizos llenos de líquido como el de la cóclea. Del
mismo modo que el vestíbulo, los conductos semicirculares son imprescindibles para mantener el
equilibrio.

Gusto y Olfato: Ambos sentidos se hallan interrelacionados.


Gusto: El principio del funcionamiento del sentido del gusto es muy sencillo: La lengua, gracias
a las papilas gustativas, convierte la información química de los alimentos en un
impulso nervioso cargado de información acerca del sabor para que el cerebro lo
descodifique, procese y nos haga experimentar la sensación organoléptica del producto
en sí . La lengua es un órgano que pertenece al sistema digestivo, pues tiene la importante
función de mezclar mecánicamente los alimentos antes de deglutirlos. Pero, evidentemente,
también tiene importancia en el sistema nervioso, pues alberga ni más ni
menos que uno de los cinco sentidos: el gusto. La lengua es una estructura de naturaleza
muscular, forma de cono y una longitud de unos 10 centímetros que se localiza en la parte
inferior de la boca. Y mediante la actuación de distintas neuronas, permite tanto la
experimentación de sabores como la detección de la temperatura de los alimentos. La lengua
dispone, en su cara superior, de más de 10.000 papilas gustativas. Y estas protuberancias tienen
una especie de cavidades en cuyo interior se localizan los corpúsculos gustativos, unas neuronas
quimiorreceptoras que son las que permiten convertir la información química de los alimentos en
información nerviosa, son de varios tipos:
Papilas Caliciformes: Detectan los sabores amargos y se encuentran en la región posterior de la
lengua.
Papilas Fungiformes: Detectan los sabores dulces y se encuentran por toda la extensión de la
lengua, aunque es la punta lingual donde hay más concentración.
Papilas Foliadas: Detectan los sabores salados y se encuentran en la parte más delantera de la
lengua y en sus bordes.
Papilas Filiformes: Disponen de neuronas termorreceptoras y de mecánoreceptoras, por lo que
son imprescindibles para detectar la temperatura de aquello que comemos y sentir la presión de la
comida en nuestra lengua, respectivamente. No disponen de receptores químicos, pero sí físicos
(de temperatura) y táctiles (de presión).
Botones Gustativos: Formados por células Neuroepiteliales, los verdaderos receptores del gusto,
hasta donde llegan terminaciones nerviosas relacionadas con Nervios Craneales y; células de
Sostén o Sustentaculares que permiten la ubicación y soporte de las neuroepiteliales. Se
encuentran en las porciones laterales o Pedúnculos de las papilas.
Olfato: El sentido del olfato es aquel que, estando albergado en la nariz, nos permite transformar
la información química de los compuestos volátiles en una señal nerviosa que llegará al cerebro,
donde se transformará en la experimentación de un olor concreto. En la parte superior de la cavidad
nasal, Cornete Superior, tenemos lo que se conoce como Pituitaria Amarilla, una membrana
mucosa que actúa como área olfativa, donde se hallan numerosas células ciliadas, recubiertos de
receptores sensibles a las moléculas del olor, relacionadas con neuronas que van del epitelio de la
cavidad, atraviesan el etmoides y llegan hasta el bulbo olfatorio; acompañadas de células de sostén,
células basales y glándulas de Bowman, que secretan moco. Los vapores emitidos por las
sustancias olorosas penetran por la parte superior de las cavidades o fosas nasales y, después de
disolverse en la humedad de la pituitaria amarilla, actúan químicamente sobre los receptores
olfativos. Los impulsos nerviosos que resultan de la activación de los receptores son trasmitidos
al bulbo olfatorio y de ahí a la corteza cerebral para la formación de la sensación.

EN LOS ESQUEMAS QUE SE DAN A CONTINUACIÓN, PROCEDA A UBICAR


Y ROTULAR LO SEÑALADO.
Vista
Oído
Gusto
Olfato
Cuestionario
1. Defina a que se llama Punto Ciego y donde se ubica.
Se llama así porque en ese punto no disponemos de conos ni bastoncillos lo que hace
que no podamos transformar los fotones que llegan a él en impulsos nerviosos que
llevan esa información al cerebro. El punto ciego, también conocido como papila
óptica, es la zona ubicada en la retina, específicamente en el disco óptico de donde
surge el óptico. Es por ello que normalmente no percibimos su existencia debido a
que el punto ciego de un ojo es suplido por la información visual que nos
proporciona el movimiento ocular.

2. Explique brevemente la relación existente entre el sentido del gusto y el olfato.


El gusto de los alimentos y la interpretación de los distintos matices de los sabores se ven influenciados de
manera directa por la percepción olfativa; los movimientos del bolo alimenticio en la boca hacen que se
estimulan receptores de distintas regiones de la lengua y junto con los movimientos deglutorios se genera un
flujo aéreo retronasal que aporta información olfativa complementaria. Todas estas informaciones se
interpretan de manera inconsciente como una sola imagen sensorial debido a su presencia simultánea cuando
el alimento se encuentra en la boca. Además, existe una convergencia funcional de las vías nerviosas de estas
variantes sensoriales.
Las bases para entender este vínculo son neurológicas, ya que la acción conjunta de estos recursos consigue
estimular distintas terminaciones nerviosas en zonas como las mucosas nasales, orofaringe, etc. Siendo ambos
sistemas quimio sensibles, es decir, responden a estímulos químicos. Hay que señalar, que desde siempre se
conoce que la exposición a estimulaciones olfativas puede estimular las reacciones digestivas, pero, sobre todo,
multitud de reacciones emocionales y afectivas, relacionadas con la alimentación.

3. Indique cómo se transmite el sonido a través de la cóclea.


En la cóclea se convierten las señales acústicas en impulsos eléctricos capaces de ser
interpretados por el SNC. También en la cóclea se discriminan los distintos sonidos
según su frecuencia, se codifican los estímulos en el tiempo según su cadencia y se
filtran para una mejor comprensión. La cóclea cuenta con una capacidad
excepcional para el análisis del sonido, tanto en frecuencia como en intensidad. El
sonido se transmite cuando la presión del sonido se transmite a los fluidos del oído
interno a través del estribo, la onda de presión deformará la membrana basilar en
una zona concreta en función de la frecuencia de dicho sonido.
Las frecuencias altas actuarán sobre la basilar de la base de la cóclea y las bajas
frecuencias cobre la del ápex. Es lo que se denomina tonotopía coclear.
BIBLIOGRAFÍA
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ESÓFAGO Capítulo 69 FISIOLOGÍA DEL GUSTO
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