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Honorables Magistrados:
CONSIDERACIONES DE FORMA:
El presente recurso ha sido interpuesto dentro del plazo de treinta (30) días señalado
en la Ley No. 13-07, que modifica el Artículo 139 del Código Tributario, para su
consideración como admisible en cuanto a la forma.
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Por otro lado, en cumplimiento del Artículo 158 de la Ley No.11-92, estamos
procediendo a anexar una (1) copia íntegra de la Resolución de Reconsideración
No. 1444-2012 de la DGII.
CONSIDERACIONES DE FONDO:
CONSIDERANDO: Que esta Dirección General, en el análisis del recurso de que se trata, debe
examinar principalmente tres línea de razonamiento: 1) los hechos, razones y fundamentos de su
facultad para descartar las declaraciones voluntariamente presentadas por el contribuyente, por
carecer de veracidad y estableciendo así la impugnación que genera una obligación de pagar; y
2) los fundamentos en los que se sustenta el monto determinado de la obligación, es decir, los
elementos tomados en cuenta para decidir dicho monto;
CONSIDERANDO: Que entre los supuestos que justifican la determinación de oficio o indirecta
de la obligación tributaria la Administración están, la falta de fe, o las dudas legitimas que se
pudieran presentar sobre la veracidad de una declaración por carecer la misma de información
suficiente o por contener información de imposible comprobación, presenta una importancia
destacable, ya que, a diferencia de los demás supuestos, en este caso, si bien el contribuyente
conserva los libros de contabilidad y los registros exigidos por la normativa tributaria
aparentemente correcta no permite determinar de forma completa la base imponible porque, o
bien no ofrece la información suficiente, o bien no puede comprobarse la realidad de los asientos
o anotaciones realizados en dichos libros o registros;
CONSIDERANDO: Que esta Dirección General puede, para los fines de determinar la
verdadera renta neta imponible de los obligados al pago de los impuestos, apoyarse no sólo en
los libros y documentos de los contribuyentes, sino en toda actuación o práctica de los mismos
que puedan disminuir, con perjuicio para el Fisco, el monto de esa renta imponible; que esa
capacidad resulta no sólo de los textos específicos citados por la firma recurrente, sino del
contexto general de la Ley 11-92 y sus modificaciones que de aceptarse la tesis postulada en esta
especie por la recurrente, el impuesto a pagar por los contribuyentes seria determinado por
ellos mismos, cual que fuera el verdadero monto imponible, con solo el apoyo de sus libros y
documentos, que en su mayor parte son obras de los propios contribuyentes; que por derecho,
esta Dirección General pude hacer uso de las amplias formas y medio de investigación que
establece la Ley para la determinación de los impuestos, con objeto legitimo de reducir al
4
mínimo las evasiones tributarias en perjuicio de la sociedad, siendo indiferente que esas
evasiones configuren la buena o la mala fe. De ahí que nuestra Suprema Corte de Justicia haya
expresado que “La facultad de Fiscalización que tiene la Administración Tributaria No es
Inconstitucional. (Sentencia del TCT, de fecha 28 de junio del 2002, Boletín del TCT No.17,
pag.250);
CONSIDERANDO: Que en ese sentido, hay que destacar que es frecuente que cuando varias
sociedades están sometidas al dominio y dirección de otra sociedad, los precios fijados entre
ellas pueden no ajustarse a lo que sería el valor nominal de mercado entre partes
independientes;
CONSIDERANDO: Que la posibilidad de que las empresas intenten desplazar sus beneficios es
una situación que cobra especial importancia en el caso de las multinacionales, las cuales, a
través de los precios de transferencia, pueden intentar desplazar sus beneficios a paraísos
fiscales o a países con una fiscalidad menos exigente. Se trata, por lo tanto, de evitar la
transferencia encubierta de beneficios;
CONSIDERANDO: Que la estructura comercial de OMEGA TECH, S. A., ha sido uno de los
elementos que ha inducido a la Administración Tributaria a revisar las declaraciones fiscales de
esta empresa, y al posterior ajuste de la Determinación Tributaria;
CONSIDERANDO: Que en ese mismo orden, el inciso c) del Artículo 281 del Código Tributario
dispone que “Cuando los precios que la sucursal o establecimiento permanente cobre a su casa
matriz o a otra sucursal o empresa relacionada de la casa matriz, no se ajusten a los valores que
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CONSIDERANDO: Que en relación con la segunda gran línea de razonamiento que ha seguido
esta decisión, que se corresponde con el primer medio de defensa esgrimido por la recurrente,
para realizar la cuantificación de la base imponible mediante el método de estimación de oficio o
indirecta, la Administración Tributaria puede utilizar cualquier dato, antecedente, índice,
modulo o signo que permita reconstruir de la forma más aproximada posible y con el mayor
índice de probabilidad la base imponible. Corresponde a la Administración en cada caso decidir
cuál es el medio que permite la cuantificación lo más aproximada posible al importe real de la
base imponible;
CONSIDERANDO: Que los argumentos anteriores, constituyen una sólida evidencia de que la
contabilidad de OMEGA TECH, S. A., no merece fe, ya que ella no refleja fehacientemente las
operaciones y transacciones realizadas durante el año 2009, ni mucho menos los ingresos
obtenidos por concepto de venta de noches de hotel en régimen de todo incluido y, por tanto, la
Administración Tributaria debe tomar en consideración la existencia de otros datos, elementos y
factores al momento de determinar la obligación tributaria y su monto;
cuya violación repercute directamente en las recaudaciones nacionales y por lo tanto opera en
detrimento del país.
CONSIDERANDO: Que en uso de esas facultades, esta Dirección General ha comprobado que
el contribuyente ha realizado declaraciones que no reflejan la verdadera realidad financiera y
económica de la empresa, no ha declarado la totalidad de sus ingresos y el volumen de sus
operaciones, comparado con otras empresas comerciales que desarrollan actividades similares
en la zona; que ante estos hechos, la recurrente tan solo se limita a manifestar que la actuación
de esta institución es contraria a las leyes tributarias, sin embargo, no suministra ninguna
prueba fehaciente en contra de los ajustes de ingresos no declarados, en la cual se pueda
determinar que real y efectivamente considera todos sus ingresos para los fines fiscales, por
consiguiente, la actuación de esta Dirección General, encaminada a la determinación del hecho
imponible haciendo uso de los medios de investigación e información necesarios para
desentrañar la verdad y el origen de las obligaciones fiscales de la recurrente, es correcta y
conforme a las disposiciones contenidos en la Ley 11-92;
CONSIDERANDO: Que por encontrarse dentro del periodo de prescripción establecido por el
Código Tributario Dominicano, al ejercer su función fiscalizadora y de determinación de oficio
de la obligación tributaria, la Administración Tributaria ha realizado los ajustes objetos de
discusión, los cuales están revertidos de legalidad;
CONSIDERANDO: Que del conjunto de fundamentos anteriores expuestos, así como de los
elementos establecidos en la Resolución de Estimación de oficio ALMG-FIS-NO. 0004
8-2012 de fecha 05 de septiembre de 2012, resulta que la Administración Tributaria no ha
incurrido en error alguno al realizar los ajustes a las Declaraciones del Impuesto sobre la Renta
y al Impuesto sobre Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS),
correspondientes al año fiscal 2007, de OMEGA TECH, S. A., por lo que se actuación debe ser
confirmada, por ser correcta y conforme al Derecho.
El Fisco No Puede Realizar una Estimación de Oficio Cuando el Contribuyente tiene una
Contabilidad Organizada, Fehaciente y Amparada por los Documentos que Exige la Ley.
Considerando, que ese hecho resulta evidentemente incierto, toda vez que AC posee una contabilidad
organizada de manera fehaciente y en esa virtud este Tribunal estima que en el real estudio de todos
los documentos que forman el expediente, donde se anexan los datos de los Libros y sus estados
financieros, que la misma nunca se negó o podía negar a presentar a los Inspectores del Impuesto
sobre la Renta, a llevar a cabo una verificación cabal, de todos sus libros de contabilidad que
envuelve las operaciones comerciales de la empresa; Considerando, que así mismo, no obstante lo
expresado anteriormente, agregara que darle viso de legalidad a la fiscalización que operaron en la
empresa, que en mérito a lo preceptuado en el artículo 89 de la Ley 5911 del 22 de mayo de 1962,
cuando el contribuyente u obligado por la ley y los reglamentos no presentare la declaración de
Renta o ésta la presentare incompleta o con datos inexactos, o cuando careciera de los libros o
comprobantes exigibles, o cuando se negare en cualquier forma al cumplimiento de las
disposiciones de esta Ley o la verificación de las declaraciones juradas, la Dirección General del
Impuesto sobre la Renta procederá a estimar de oficio la renta neta e intimar al pago del impuesto
correspondiente; Considerando, que lo expresado por los funcionarios de Finanzas carece de toda
veracidad, toda vez que la recurrente AC, tiene una contabilidad fehacientemente organizada y a la
vista de los estados financieros que reposan en el expediente bajo ninguna circunstancia se podían
presentar motivos algunos originados por la empresa que dieran lugar a proceder como procedieron
los funcionarios de Finanzas, amparados en las disposiciones generales del artículo 89 de la Ley
5911.
En el caso que nos ocupa procede que sea la Administración Tributaria la que
demuestre con documentos los hechos que se nos imputan, como bien ha quedado
evidenciado en la sentencia, de fecha 9 de enero del 1998, de ese Honorable Tribunal,
en donde expresó:
1
Boletín Judicial del Tribunal Contencioso Tributario, Pág. 24.
9
Al respecto ha sido juzgado por ese Honorable Tribunal que cuando el fisco ha
generado documentos, es al propio fisco a quien le corresponde depositarlos en
apoyo en sus pretensiones. En efecto, en la sentencia No. 032-2003, de fecha 22 de
mayo del 2003, el citado tribunal al referirse a la situación planteada estableció que:
Considerando, que este tribunal respecto a lo expresado por el Magistrado Procurador General
Tributario en el sentido de que la parte recurrente debió depositar los documentos que le fueron
notificados por la Dirección General y el hecho de que los recurrentes no hayan depositado por ante
la Dirección General de Impuestos Internos las comunicaciones que ese mismo órgano alega haberle
remitido, no es motivo suficiente para que al contribuyente no se le haya decidido sobre la sucesión de
que se trata, ya que es la misma Dirección General quien ha generado los documentos en cuestión,
acorde con lo cual ella debe tener tales documentos, en consecuencia el tribunal es de opinión que
dicha razón es injustificada y procede rechazarla.
2
Editora La Ley, S. A. Buenos Aires. Argentina. Edición 2007.
10
Pero es importante destacar también que en el caso que nos ocupa, el procedimiento
de estimación llevado a cabo, parte de un criterio extremadamente fiscalista, ya que la
DGII considera como válida las supuestas tarifas de los otros hoteles que
alegadamente fiscalizó, solo por el hecho de que las mismas resultaban más
favorables al interés fiscal. O sea que el raciocinio o juicio a efectos de valoración de
la realidad debía partir del hecho de quien más impuestos pagaran y sin considerar
otros elementos con más importancia que inciden en los precios de cada competidor.
Para lo anterior nos basamos en las disposiciones del Artículo 407 del Título V del
Código Tributario, el cual dispone al referirse al Impuesto a los Activos:
Párrafo I.- Si el monto liquidado por concepto de impuesto sobre la renta fuese igual o
superior al impuesto sobre activos a pagar, se considerará extinguida la obligación de pago
de este último.
En tal virtud hemos procedido a notificar a la DGII sobre el aludido error y según lo
que en definitiva se determine, solicitamos que ese Honorable Tribunal se pronuncie
al respecto sobre la procedencia de la acreditación como computable a cuenta del
Impuesto a los Activos pagado por esta empresa en el ejercicio fiscal 2009.
a) Origen del problema por la falla existente en la definición del concepto de mora
conforme nuestro Código Tributario
11
De todos es conocido que el Titulo I de nuestro Código Tributario fue concebido con
base al Modelo de Código Tributario para América Latina (MCTAL) del año 1970, el
cual sirvió de base a los demás códigos de procedimientos, normas y sanciones
tributarias, de los países de Centroamérica y Sudamérica. En dicha oportunidad la
figura de la mora, como infracción, contravención o falta tributaria, era definida en el
Artículo 116 del MCTAL bajo el siguiente criterio:
“Incurre en mora el que paga la deuda tributaria después de la fecha establecida al efecto, sin haber
obtenido antes de la fecha la prórroga.
De este texto resulta que para el Modelo se constituye en mora por el “pago” después de la fecha
establecida, y no por el “no pago oportuno”, que es el concepto generalmente aceptado de la mora.
La razón estriba en que para el Modelo, la “omisión de pago” del tributo constituye otro tipo
diferente de infracción que denomina “contravención”3.
Dicha definición de la mora del MCTAL fue insertada en el Artículo 251 de nuestro
Código Tributario, casi en forma completa, como se aprecia a continuación:
Incurre en la infracción de mora el que paga la deuda tributaria después de la fecha establecida al
efecto.
También este mismo concepto es reiterado en el texto original del párrafo del Artículo
250 del Código Tributario, en el cual al hacerse la diferenciación entre la falta de
“evasión tributaria” y la de mora se indica:
3
Derecho Tributario Sustantivo. Pág. 318, Manuales de Finanzas Públicas No. 18, CAPGEFI, Segunda Edición
Revisada 2009.
12
No incurre en esta infracción (o sea la evasión)4, sino en la de mora, quien paga espontáneamente,
fuera de los plazos, el impuesto que hubiere omitido.
4
Esta aclaración insertada entre paréntesis es nuestra.
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En nuestro Código la diferencia con la mora resulta más difícil de lo que aparecía en algunos
antecedentes habituales del Código (MCTAL y proyecto de 1970).
Esta forma de estructurar la relación de las infracciones fue cambiada en el Código aprobado.
(4) En efecto para los antecedentes citados la mora tenía una aplicación más restringida: incluía
aquellos casos de cumplimiento retrasado pero voluntario y/o con conocimiento y control de la
Administración. De esta manera los demás casos quedaban fuera de la mora para caer en la
infracción de “evasión” no fraudulenta (figura que es sustituida por la actual omisión).
El Código, dando una mayor amplitud a la mora cambio este esquema a dos puntas: por un
lado quitó el carácter positivo que tenía la configuración de la mora (pago fuera de plazo) llevándola
a una definición negativa mucho más amplia (no extinción de la deuda en el plazo debido) que puede
incluir cualquier pago atrasado y aún aquellas situaciones donde no existe siquiera pago y la deuda
permanezca impaga. Siempre que no se utilicen medios fraudulentos para esa falta, caso que entraría
dentro de la defraudación.
Esta situación se hace más clara al establecer a la “omisión de pago” como una infracción
subsidiaria, solo aplicable luego de descartar las “precedentes”, lo que obliga al intérprete a
investigar primero si de da la figura de la mora (o de la defraudación y aun de la contravención) antes
de ver si estamos en la disminución de créditos que da lugar a la “omisión de pago”.
5
Los Ilícitos Tributarios y Sus Sanciones. 2da. Edición. Fundación de Cultura Universitaria. Noviembre 2007.
14
Mediante la Ley No. 288-04, de fecha 28 de septiembre del 2004, se modificó el párrafo
adicional del Artículo 248 del Código Tributario, estableciéndose una oración al final
del mismo que expresa lo siguiente:
En el caso que nos ocupa, la modificación realizada al párrafo del Artículo 248 del
Código Tributario, que dicho sea de paso se refiere a la infracción de evasión
tributaria, de ninguna forma establece la tipificación de la falta tributaria de mora por
el simple hecho de que se aluda en ese párrafo a que la omisión tributaria (evasión) se
sancione con los recargos que establece el Artículo 252 de la Ley No. 11-92. Nuestra
interpretación, irrefutable a todas luces, es lógico entenderla por el hecho de que
dicha disposición (Artículo 248 del Código Tributario) se refiere a la tipificación de la
evasión tributaria.
La Ley No. 147-2000, de fecha 27 de diciembre del 2000, modificó el Artículo 252 del
Código Tributario que establece la penalización a la mora. Dicha modificación redujo
los recargos por mora del 25% al 10% para el primer mes, y del 10% al 4% para los
meses subsiguientes.
Sobre esta modificación, el argumento que la DGII pretende hacer valer, es que si la
ley contempla que existe una suspensión de los recargos por mora por la notificación
del inicio de fiscalización y hasta la fecha de notificación de sus resultados, ello
deviene en el supuesto de que significa que estos aplican, en principio, antes del
inicio de ese proceso. También arguye la DGII que con la suspensión de los recargos
establecida en la modificación al Artículo 252 del Código Tributario, se deduce que
aún sin la Administración Tributaria haber determinado siquiera la existencia de la
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Artículo 2. La sanción a la mora prevista en el Artículo 252 del Código, se aplicará en adición a los
intereses indemnizatorios, en los casos señalados en los literales b, c, e, y f, del Articulo 1 de esta
Norma.
Párrafo. Estos recargos quedan interrumpidos durante la labor fiscalizadora de esta Dirección
General, así como durante los recursos de apelación del contribuyente.
Una posible auto-pregunta en ese sentido, del porque no han habido cambios
jurisprudenciales no obstante las reformas, tendría su respuesta en lo siguiente:
sencillamente porque la propia ley no ha propiciado un cambio en la definición y
tipificación del ilícito (que es lo principal). Modificar aspectos relacionados a la pena
o sanción no engendra, genera o causa a la inversa el hecho que se sanciona. La
pena, repetimos, es una consecuencia de la infracción. No al revés.
Con la reforma al Artículo 252 de la Ley No. 11-92 a través de la Ley No. 147-00, surge
el mismo problema de lo reformado con la Ley No. 288-04, en donde se omitió tipificar
el ilícito de mora (Artículo 251). Ambas reformas son vagas y las modificaciones
realizadas giran en torno a disposiciones accesorias y/o secundarias que no producen
un efecto jurídico directo para concebir la tipificación del ilícito definido en el Artículo
251 del Código Tributario. Asumir que el concepto de mora y su tipificación fueron
modificados con esas ambiguas reformas, constituiría una violación al Principio de
Legalidad que nos rige constitucionalmente.
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El Principio de Legalidad establece que solo por ley se pueden: tipificar infracciones,
establecer las respectivas sanciones6 y conceder amnistías, lo que significa que la configuración
de la infracción y el establecimiento de la sanción son dos elementos relacionados
pero distintos, en donde el último aplica cuando se tipifica el primero, no al revés.
Para analizar este nuevo argumento de la DGII, pasamos a reproducir la parte capital
del Artículo 248 del Código Tributario:
Incurre en evasión tributaria el que mediante acción u omisión que no constituya otra de las
infracciones de este capítulo produce o podría producir una disminución ilegitima de los ingresos
tributarios, el otorgamiento indebido de exenciones o un perjuicio al sujeto activo de la obligación
tributaria.
La DGII entiende que en lo dispuesto en ese artículo (que figura en plural y subrayado)
se hace en referencia exclusiva para distinguir que la evasión como falta tributaria no
concurre con el delito de defraudación tributaria. A juicio de la DGII, no concurre con
la falta de evasión tributaria al ser la misma excluyente, por disposición expresa del
numeral 1) del Artículo 205 del Código Tributario, en donde en la defraudación lo que
prima es el carácter subjetivo del hecho sancionable (la intención) y no el carácter
objetivo (el resultado), el cual no es considerado en la evasión.
6
Comentario del Dr. Jaime Ross Bravo. Derecho Tributario Sustantivo, Pág. 134.
18
Nuestra revisión de estos aspectos y de la historia misma del Código Tributario, nos
permitió concluir que la redacción de esa parte del Artículo 248, diferente a como
afirma la DGII, no tiene interés en marcar esa específica distinción frente al delito de
defraudación, sino que la busca distinguir de las otras faltas tributarias establecidas
en la Sección V del Capítulo XIII del Código, conclusión que cae de por sí sola, sin
necesidad de que la ley haga esas exclusiones, pues nadie puede ser juzgado dos
veces por el mismo hecho en donde su condición de falta tributaria o delito tributario
lo determina la intención. También el siguiente análisis sustenta nuestro parecer:
a. El orden organizacional del Código Tributario del 1981 se dividía en Títulos, que
a su vez se subdividían en capítulos; los capítulos en secciones, y las
secciones en artículos
b. El Título V que se denomina “De los Apremios, Infracciones y Sanciones”
comprendía tres capítulos: 1) De las Infracciones Tributarias, que comprendían
la normativa general de los Delitos Tributarios y Contravenciones Tributarias, 2)
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c. El Artículo 344 del Proyecto de Código Tributario del 1981 –actual artículo 248
de la Ley No. 11-92, establece que:
Artículo 344.-Incurre en evasión tributaria el que mediante acción u omisión que no constituya
otra de las contravenciones de este Capítulo7, produce o podría producir una disminución
ilegitima de los ingresos tributarios, el otorgamiento indebido de exenciones o un perjuicio al
sujeto activo de la obligación tributaria.
d. Con la redacción dada al Proyecto del 1991, en donde los Títulos del Proyecto
del 1981 pasaron a ser Capítulos y los Capítulos a ser Secciones, ello obligaba
necesariamente a que diversos artículos fueran revisados para corregir las
referencias entre una disposición legal y otra en donde se mencionaran
artículos, secciones, capítulos, títulos, etc., situación que no ocurrió en todos
los casos, como se aprecia en el presente, y en donde tanto el Artículo 344 del
Proyecto del 1981, como su similar 248 de la Ley No. 11-92, preservan el mismo
contenido haciendo referencia a la palabra “Capitulo” no obstante existir una
organización distinta entre ambos textos (Ley 11-92 y Proyecto del 1981).
Articulo 344. La evasión tributaria es constituida por una acción u omisión que no constituya
elemento de otra contravención, pero que además produce o podría producir ilegítimamente un
menor pago tributario o la obtención de exenciones o un perjuicio al sujeto activo.
f. Por su parte el Artículo 287 del proyecto del 1980 (actual 205 del Código
Tributario) expresa que:
2º. La mora.
7
Contravención es sinónimo de falta, lo que demuestra que en este articulo el legislador nunca quiso distinguir la no
concurrencia de la defraudación con la evasión como interpreta la DGII
8
Otra vez pero en el párrafo adicional se reitera lo mismo haciéndose énfasis a las “contravenciones” no a los
“delitos”
20
g. Esto último evidencia, que nunca en la redacción del Artículo 248 del Código
Tributario, el legislador tuvo el interés de distinguir dentro del texto mismo que
la evasión tributaria que ella era excluyente del delito de defraudación tributaria,
pues la palabra contravención es utilizada en todas las legislaciones tributarias
para referirse a las infracciones administrativas (faltas), no para referirse a los
delitos tributarios
h. La DGII para defender su tesis podría alegar que lo antes dicho, no tiene
suficiente peso legal porque a su juicio el término “infracciones tributarias”, el
cual es señalado en el texto de la parte capital del Artículo 248 que hemos
analizado, comprende tanto los delitos como las faltas tributarias. Sin embargo,
de hacerlo así, la misma Administración Tributaria incurriría en contradicciones,
ya que ha reconocido previamente que el Título I del Código Tributario, a partir
del Artículo 246 y siguientes (Sección V sobre Faltas Tributarias), utiliza errada
e indistintamente el término “infracciones” como equivalente de
“contravenciones o faltas tributarias”, situación que advierte inclusive en el
Artículo 57 del Proyecto del Reglamento del Título I del Código Tributario,
preparado por ella misma en el año 1994, y en donde expresa:
a) El Código Tributario
En el comentario al Artículo 344 del Proyecto de Código Tributario del 1981, se hace la
siguiente acotación al párrafo adicional del mismo (actual párrafo adicional del
Artículo 248 del Código tributario), lo cual no deja duda alguna del reiterativo criterio
que siempre ha existido al respecto:
“quien hubiere omitido total o parcialmente el pago de un tributo, no incurre en esta contravención de
evasión, si espontáneamente lo pagare, aunque, dicho pago fuere extemporáneo, pues en este caso se
configuraría otra contravención, que es la de mora”.
i) La mora como falta tributaria se tipifica por el pago voluntario realizado en forma
extemporánea, jugando la Administración Tributaria un rol totalmente pasivo para
hacer efectivo el cobro del tributo omitido. Cuando hay una inspección y se exige
el pago de diferencias de impuestos, el pago realizado no se origina de una acción
propia y espontánea del contribuyente sino por una acción activa de la
Administración Tributaria. En fiscalización, tanto la determinación como el pago
surgen de actuaciones del Administrador Tributario, rompiendo la tipificación del
hecho sancionable que requiere que haya una voluntad del contribuyente de
realizar el pago y con ello cerrar su estatus de omiso.
ii) Los casos en donde se tipifica la infracción de evasión son: a) presentación de una
declaración jurada inexacta, y b) la omisión total o parcial del pago del tributo.
Ambas acciones que tipifican la evasión tributaria tienen un accionar distinto de la
de realizar pagos fuera de los plazos.
jurídicamente se trata de dos ilícitos en donde uno deviene del no hacer (omitir y
no pagar) y el otro de “hacer” (pagar el tributo-extemporáneamente).
b) El derecho comparado
Su prácticamente nula utilización práctica nos indica las dificultades que presenta la
definición subsidiaria pese a la utilidad que podría prestar en los casos en donde
fuera dudosa la configuración de la defraudación o fuera difícil la prueba de sus
elementos específicos
En nuestro Código Tributario, siguiendo los principios del MCTAL, se establecen las
diferencias entre la defraudación y la evasión y también la de evasión y la de mora,
cuya tipificación se generan en hechos distintos no concurrentes por tratarse,
repetimos, de acciones contrarias (el no pagar y el pagar).
9
Los Ilícitos Tributarios y sus Sanciones. 2da Edición, Noviembre 2007. Fundación Cultura Universitaria.
10
Se refiere a la Omisión en el Pago o Evasión Tributaria
23
a) Cuando se encuentre tipificada la mora (Arts. 26, 27, 251 y 252 del Código
Tributario);
b) Cuando exista prórroga para el pago de los tributos debidos (Art. 17, Párrafo
II);
c) Cuando existan diferencias de impuestos a pagar por la interposición del
recurso en sede administrativa (Art. 62, Párrafo III) y,
d) En caso de que no pague la sanción pecuniaria en las fechas establecidas por
la administración.
Para ello hay que tener presente que en caso de que la DGII hubiere tenido la certeza y
seguridad de la existencia de tal impuesto, entonces hubiere exigido su pago con
anterioridad y sin necesidad de que hubiere mediado una fiscalización.
En ese sentido nuestra Honorable Suprema Corte de Justicia actuando como Corte de
Casación, en fecha 7 de noviembre del 2001, en su condición de intérprete de la ley
estableció lo siguiente:
“Considerando como tal lo consigna el tribunal a-quo en su sentencia, el Código Tributario establece
expresamente los distintos casos en que procede la aplicación de la sanción del interés
indemnizatorio, los que son: 1) en caso de mora; 2) en caso de prorrogas para el pago de los
tributos; 3) en caso de las diferencias de impuestos que en definitiva se deban pagar como
24
CONSIDERANDO: Que del estudio y análisis del Interés Indemnizatorio requerido a la empresa, se
advierte que los mismos fueron requeridos por la Dirección General de Impuestos Internos a partir
del momento en que la recurrente presento su declaración jurada y la fecha en que fue notificada la
fiscalización, cuando lo correcto es que se calculen desde el momento en que se le notifica al
recurrente la decisión o resolución administrativa en ocasión del recurso administrativo que en la
especia es la resolución objeto del presente recurso, en tal virtud este tribunal ordena a la
Dirección General de Impuestos Internos que proceda a realizar el cálculo del interés indemnizatorio
a partir de a fecha de la notificación de la Resolución No. 33-06 dictada por la Secretaria de Estado
de Finanzas en fecha 14 de junio del año 2006, como bien lo señala el artículo 62 párrafo III del
Código Tributario, entonces vigente.
Por las razones anteriormente expuestas y las que pueda suplir el elevado criterio de
ese Honorable Tribunal, tenemos a bien solicitar, muy respetuosamente lo siguiente:
PRIMERO: En cuanto a la forma, declarar regular y válido el presente recurso, toda vez
que ha sido intentado en plazo hábil y por cumplir con las formalidades establecidas
en la ley;
TERCERO: Que se subsanen los errores cometidos por la DGII en las liquidaciones de
impuestos que fueron practicadas, según nos referimos a ellas en el presente recurso.
En el Distrito Nacional, Capital de la República Dominicana, a los ocho (08) días del
mes de diciembre del año Dos Mil Doce (2012).