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La crítica de Searle a la IA y

el argumento de la habitación china


Jorge Sierra

La paradoja Cogito se nos reveló en la bitística de una


manera sorprendente y llena de ironía:¡representaba la duda
que las máquinas tenían acerca de la facultad de pensar de los
hombres! La situación adquirió de pronto una perfecta
simetría bilateral. Nosotros no llegamos a estar totalmente
convencidos (por falta de pruebas) de que la máquina piensa y
tiene vivencias psíquicas, puesto que siempre nos queda la
sospecha de que se trata de simulaciones, exteriormente
perfectas pero interiormente vacías y desprovistas de
“alma”. Las máquinas, a su vez, no son capaces de conseguir
una prueba de que nosotros, sus “partners”, pensamos
conscientemente... como ellas. Ninguna de las dos partes sabe
qué clase de sensaciones define la otra con el término
“consciencia”.

(Stanislaw Lem, Un valor imaginario)

Introducción
Sin lugar a dudas la aparición y el desarrollo de la teoría de la computación ha sido
uno de los elementos más revolucionarios en las modernas discusiones acerca de la
mente. El uso del computador como modelo para comprender, explicar y simular
aspectos de la inteligencia humana ha permitido plantear de una manera nueva
problemas clásicos acerca de la naturaleza y funciones de la mente humana. Si bien
es cierto que desde la antigüedad han existido planteamientos fantasiosos acerca de
la

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posibilidad de construir máquinas inteligentes, hoy por hoy la cuestión ha dejado
para muchos de ser un mero sueño. Ante el innegable avance de los desarrollos en
materia de computación, la respuesta a la pregunta de si un artefacto puede pensar
en el mismo sentido en que se afirma que los seres humanos piensan, no admite
una respuesta en contra tan sencilla y concluyente como antes. Para muchos, la
inteligencia artificial y la ciencia cognitiva son planteamientos que, pese a sus
limitaciones actuales, no pueden ser ignorados como respuestas posiblemente
válidas a la comprensión del fenómeno de la inteligencia y de la mente.

Tal vez uno de los argumentos más debatidos y polémicos presentados en contra del
proyecto de la IA de construir máquinas inteligentes sea el de Searle. Debatido por
lo radical de sus planteamientos que tratan de refutar de manera a priori (no
empírica) la posibilidad misma de construir inteligencia artificial que exhiba los
mismos rasgos que exhibe la inteligencia humana. En palabras de Searle:

La naturaleza de la refutación no tiene nada que ver con ninguna


etapa particular de la tecnología de los computadores. Es importante
subrayar este punto, puesto que la tentación es siempre pensar que la
solución a nuestros problemas tiene que esperar a alguna, hasta ahora no
creada, maravilla tecnológica. Pero de hecho, la naturaleza de la
refutación es completamente independiente de cualquier estado en que se
encuentre la tecnología. Ella tiene que ver con la definición misma de
computador digital, con lo que un computador digital es. 1

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