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RESUMEN. Introducción de La teoría social hoy por Anthony Giddens y Jonathan H.

Turner
Los autores comienzan esta introducción resaltando que no consideran que la teoría social sea
propiedad de una disciplina concreta, pues las cuestiones relativas a la vida social y a los productos
culturales de la acción social se extienden a todas las disciplinas científicas y humanísticas.
Reconocen que han tenido lugar cambios teóricos que han llevado de un aparente consenso teórico
que se fundó en el paradigma estructural funcionalista, a la ruptura con este paradigma, criticándolo
y dando lugar a una proliferación de teorías, en ruptura con el anterior consenso teórico fundado en
la teoría de la dualidad Parsons-Merton.
De la influencia del Empirismo lógico-filosófico. Diversos autores sospechaban de la metafísica,
deseaban definir con nitidez qué era lo que había que considerar científico, insistían en la
verificabilidad de los conceptos y proposiciones, y tenían cierta inclinación a construir teorías de
corte hipotético-deductivo.
A partir de la idea de una «ciencia unificada» no había diferencias lógicas fundamentales entre las
ciencias naturales y las ciencias sociales.
Las cuestiones relativas a la interpretación:
1. la ciencia natural no se consideraba una empresa interpretativa en ningún sentido
fundamental, pues se suponía que su objetivo primordial era la formulación de leyes o
sistemas de leyes;
2. el significado de las teorías y conceptos se consideraba directamente vinculado a las
observaciones empíricas. Las CS eran esencialmente no interpretativas, incluso aunque su
objeto gire en torno a procesos interpretativos de la cultura y la comunicación.
La noción de Verstehen -comprensión del significado- recibió escasa atención, tanto por parte de
autores que escribían con una inspiración claramente filosófica como parte de la mayoría de los
científicos sociales. En los casos en que se consideraba relevante el Verstehen, sólo lo era en la
medida en que se utilizaba para generar teorías o hipótesis contrastables. La comprensión empática
de los puntos de vista o sentimientos de los demás, se pensaba, puede ayudar al observador
sociológico a explicar sus conductas, pero estas explicaciones siempre tenían que formularse en
términos «operacionales», o al menos en términos de descripciones de rasgos observables de
conductas contrastables. El Verstehen se entendía simplemente como un fenómeno «psicológico»
que depende de una comprensión necesariamente intuitiva y no fiable de la conciencia de los
demás.
El desarrollo de la filosofía de la ciencia natural ha influido inevitablemente en el pensamiento
de la ciencia social, al tiempo que han acentuado el creciente desencanto respecto a las teorías
dominantes en la «corriente principal» de la ciencia social.
Los autores resaltan que el espectro de escuelas y tradiciones en disputa representa una
confirmación de lo que siempre habían creído: los debates teóricos son de escaso interés o
relevancia para los que realizan un trabajo empírico. Si los teóricos sociales no pueden ponerse de
acuerdo entre sí acerca de las cuestiones más básicas, ¿Qué relevancia pueden tener las cuestiones
referentes a la teoría social para quienes se ocupan sobre todo de la investigación empírica? En
consecuencia, se ha originado una división bastante considerable entre «investigadores», que a
menudo continúan considerándose «positivistas», y teóricos, que ahora se consideran de formas
muy diversas.
• El nuevo "consenso teórico" surgido de la pluralidad teórica, se sintetiza en tres
puntos:
1. El desarrollo de la etnometodología. En las primeras fases de su formación, detractores y
críticos de la etnometodología consideraban que esta discrepaba de forma radical de otros
paradigmas de pensamiento de la ciencia social, y hasta hace poco no se ha puesto de
manifiesto que los escritos de los partidarios de la etnometodología tienen algo que aportar
a problemas que ocupan prácticamente a todos los que trabajan en la teoría social.
2. El subjetivismo estaba a punto de anegar las ciencias sociales. Una reelaboración de
cuestiones relativas a la acción humana no tiene necesariamente que llevarnos a enfatizar de
forma exagerada la subjetividad, sino que puede vincular una elaborada «teoría del sujeto»
a análisis de tipo más «institucional».
3. Se ha evidenciado que la división entre Erkldren (o explicación en función de leyes
causales) y Verstehen respondía a un planteamiento erróneo. El Verstehen no es
primariamente una cuestión «psicológica», sino forma parte constitutiva de todas las
cuestiones relativas a la interpretación del significado, y está implicado en todas ellas.
¿Cuál es la naturaleza de la Teoría Social?
Hay un extendido desacuerdo acerca de qué clase de ciencia es y puede ser la ciencia social.
Está claro que el rechazo crítico del «positivismo lógico» ha llegado a predominar en la teoría social
— a pesar de las protestas de uno de los editores de este volumen—. Aunque la concepción de la
sociología como «ciencia natural» tiene todavía muchos defensores, en la actualidad
constituyen una minoría en la teoría social en sentido amplio.
Homans. La sociología puede ser una ciencia comprometida con la elaboración de «leyes de
subsunción» y sistemas axiomáticos deductivos.
Turner. la sociología debería elaborar leyes abstractas y usarlas en esquemas deductivos laxos. Es
necesario complementar las leyes abstractas con modelos analíticos que especifiquen de forma
detallada los procesos causales que conectan las variables de una ley abstracta.
Münch. sostiene que la teoría de la acción parsoniana puede usarse para generar un «marco general
de referencia» capaz de organizar una variedad de enfoques teóricos y metodológicos.
Hans Joas (Escuela de Chicago). La naturaleza pragmática, situacional y construida de la
interacción haría imposibles las «leyes» y «generalizaciones» atemporales del positivismo.
Mead. Ha tratado de descubrir las propiedades básicas de la interacción y de desarrollar leyes
universales acerca de su forma de operar.
Garfinkel y la etnometodología. Detalle de los procesos empíricos, dejando a un lado aquello que
constituiría la «explicación»; y también evitan la cuestión de la «cientificidad» de las descripciones.
Wilson. Dado que la ciencia social tiene que tratar de las emociones, propósitos, actitudes y
disposiciones subjetivas de los actores, los enunciados teóricos y empíricos serán «intensionales», y
los analistas sociales se verán obligados a realizar interpretaciones del significado.
Teoría de la estructuración de Giddens y Cohen. Giddens declara «muertos» el estructuralismo y
el post-estructuralismo, aduciendo que su fracaso representa una deficiencia fundamental del
análisis estructural; pues en la noción de agencia reside la capacidad para cambiar el universo
social.
Wallerstein y los «marcos de referencia». Como los del análisis de los sistemas mundiales,
marcos que abarquen el tiempo y espacio suficientes para observar las lógicas o dinámicas básicas
de los procesos sociales.
¿Cuál es el objeto básico de la teoría social?
Algunos sostienen que debe consistir en un microanálisis del comportamiento y de la
interacción en contextos situados, mientras que otros se pronuncian por métodos más
comprehensivos que se ocupen de estructuras emergentes; están quienes defienden la
reconciliación del microanálisis y el macroanálisis, mientras que, en opinión de otros, tales
síntesis son contraproducentes y, en el mejor de los casos, prematuras.
Homans. Toda realidad social es conducta; las instituciones no son más que la suma de estas
conductas constitutivas.
los interaccionistas modernos se encuentran polarizados en torno a la cuestión de si debe concederse
la prioridad teórica a la «estructura» per se o a los procesos que producen y reproducen tal
estructura.
Los teóricos contemporáneos están divididos sobre la cuestión de hasta qué punto la estructura
limita la acción y viceversa.
Etnometodología. Hay que estudiar aquellos procesos interactivos, en especial los que giran en
torno al habla y la conversación, mediante los cuales los actores elaboran explicaciones y
construyen el sentido del mundo externo, fáctico. La realidad social por excelencia es la
interpretación contextual e indéxica de los signos y símbolos entre actores situados.
Funcionalismo parsoniano de Münch. La realidad existe en diferentes niveles sistemáticos que
abarcan virtualmente todas las etapas de la realidad. En última instancia el análisis teórico de la
acción casi siempre se centra en la estructura y funciones de los sistemas y subsistemas, en su uso
de diversos medios simbólicos, en sus modos de integración y en sus medios de adaptación a
entornos diversos.
Giddens y la «dualidad de estructura». La estructura proporciona las normas y recursos
implicados en la agencia que reproduce las propiedades estructurales de las instituciones sociales.
La estructura es el medio y el resultado de la conducta cotidiana que desarrollan los actores.
Teoría de la estructuración. Los agentes, la acción y la interacción se encuentran limitados por la
dimensión estructural de la realidad social, pero son aquellos mismos agentes quienes la generan.
Turner. Los intentos de superar la escisión que media entre la interacción individual y las
estructuras emergentes son prematuros. Ambos niveles son igualmente «reales» pero, de momento,
cada uno de ellos requiere sus propios conceptos, proposiciones y modelos.
Miliband. La dominación de clase y la lucha de clases generan la dinámica central de la
organización humana.
El desarrollo ulterior de la teoría social
Los caminos y procedimientos para desarrollar la teoría social se siguen en gran medida del
compromiso con un particular objeto de estudio y con una filosofía concreta de la ciencia
social.
Teoría de la estructuración de Giddens y la versión de la teoría de la acción parsoniana de
Münch parecen tener poco en común, ambas defienden implícitamente una estrategia de
elaboración teórica similar: ambos construyen un marco conceptual que puede emplearse para
interpretar casos empíricos específicos. Para ellos, la teoría sirve para captar los rasgos primordiales
de la agencia humana y de los modelos institucionales.
Wallerstein. Rechaza la distinción nomotético-idiográfico, sostiene básicamente que la «ciencia
histórica tiene que partir de lo abstracto y dirigirse a lo concreto».
Wilson reconoce que no puede abandonarse enteramente la metáfora de construcción de modelos de
la ciencia natural, siempre que se reconozcan las limitaciones de esa metáfora.
Alexander. La teoría se construirá a partir del diálogo, recurriendo de forma característica a los
clásicos en busca de inspiración y legitimación. Por consiguiente, la teoría se desarrollará más en el
plano del discurso que en el plano de la confirmación empírica.
Interaccionismo simbólico de H. Joas. Y la etnometodología de Heritage. Cercanos al
inductivismo. sostienen que la teoría debe desarrollarse a partir de las observaciones de la
interacción de las personas en los contextos de la vida real. conceptos, generalizaciones y marcos de
referencia han de estar empíricamente fundados en procesos observables de individuos en
interacción.
Homans. insiste en que la teoría ha de referirse a la conducta observable y no a entidades
reificadas, tales como la estructura, pero semejante teoría tiene que ser formal y deductiva. Se debe
desarrollar axiomas abstractos que puedan servir como leyes subsuntivas de un espectro de sucesos
empíricos tan amplio como sea posible.
Turner. Propone una interacción creativa entre leyes abstractas y modelos analíticos que
representan esquemáticamente complejos de relaciones causales entre clases genéricas de variables.
Se trata de traducir los modelos analíticos en proposiciones abstractas susceptibles de ser
contrastadas, rechazadas o revisadas a la luz de pruebas sistemáticas.
En la conclusión, los autores de esta introducción resaltan que la TS es una empresa sumamente
variada. Y existen desacuerdos acerca de algunas de sus cuestiones más básicas: acerca de qué tipo
de ciencia social es posible, acerca de cuál debería ser su objeto, y acerca de qué métodos debe
sancionar. La TS se encuentra en estado de fermentación intelectual. Algunos consideran que
esto no es sorprendente, ni siquiera objetable, mientras que otros opinan que engendra confusión y
estancamiento.

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