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ESTRATEGIAS DE LITIGACIÓN ORAL

UNIDAD 1
Teoría del Caso y Alegato de Apertura

Autor: Abg. Marco Ordeñana Baldeón


ÍNDICE
1. Unidad 1: Teoría del Caso y Alegato de Apertura........................................................................... 3
Tema 1: Teoría del Caso ........................................................................................................................... 3

Objetivo .................................................................................................................................................... 3

Introducción ............................................................................................................................................. 3

2. Información de los subtemas......................................................................................................... 4

2.1 Subtema 1: Definiciones Generales y Conceptos de Teoría del Caso .......................................... 4

2.2 Subtema 2: Características de la Teoría del Caso ....................................................................... 9

2.3 Subtema 3: Utilidad de la Teoría del Caso ................................................................................ 11

2.4 Subtema 4: Elementos o Componentes de la Teoría del Caso .................................................. 13

3. A Modo de Cierre ........................................................................................................................ 20

4. Actividad Sincrónica .................................................................................................................... 21

5. Actividad Asincrónica .................................................................................................................. 21

6. Material Complementario ........................................................................................................... 21

7. Unidad 1: Teoría del Caso y Alegato de Apertura......................................................................... 22

Tema 2: Alegato de Apertura ................................................................................................................. 22

Objetivo .................................................................................................................................................. 22

Introducción ........................................................................................................................................... 22

8. Información de los subtemas....................................................................................................... 23

8.1. Subtema 1: Generalidades y Concepciones Básicas Sobre el Alegato de Apertura ................... 23

8.2. Subtema 2: Momento en que se Presenta el Alegato de Apertura ........................................... 27

8.3. Subtema 3: Estructura del Alegato de Apertura ....................................................................... 28

8.4. Subtema 4: Recomendaciones Estratégicas para el Alegato de Apertura ................................ 31

9. A Modo de Cierre ........................................................................................................................ 32

10. Actividad Sincrónica .................................................................................................................... 33

11. Actividad Asincrónica .................................................................................................................. 33

12. Material Complementario ........................................................................................................... 33

13. Bibliografía .................................................................................................................................. 34

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

1. Unidad 1: Teoría del Caso y Alegato


de Apertura
Tema 1: Teoría del Caso
Objetivo

Conocer la teoría del caso en sus componentes fáctico, probatorio y jurídico.

Introducción
La teoría del caso es la primera oportunidad que el litigante tiene contacto con el juez y
por lo tanto es el momento propicio para empezar a persuadirlo. La información que se
transmite al juez en tal sentido debe de ser de calidad y que mejor forma de hacerlo que
a través de una teoría del caso técnicamente elaborada con sus proposiciones fácticas
bien definidas con las cuales la historia que planteamos en juicio goce de credibilidad.

Para la fiscalía la teoría del caso siempre se subsumirá a una hipótesis prevista por la ley
como delito, en tanto que la defensa tiene una gama de opciones a las que puede
recurrir, pero en ambos casos debe hacérselo reuniendo las condiciones técnicas para
estructurarla, como son los elementos fáctico, probatorio y jurídico, para iniciar su
primera exposición en juicio en ventaja sobre quien desconoce de estos recursos.

La primera parte de esta unidad abarcará definiciones y conceptos que autores de


renombre nos ofrecen sobre la teoría del caso, sus características y utilidad, así como
los elementos con los que debe ser elaborada, brindándonos las condiciones de sentar
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las bases de nuestras estrategias de acusación o defensa en los juicios penales.

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

2. Informacion de los subtemas


2.1 Subtema 1: Definiciones Generales y Conceptos de
Teoría del Caso
¿Qué es la famosa teoría del caso que los Jueces de Garantías Penales en procesos
directos u ordinarios ordenan exponer a los litigantes cuando van a iniciar sus
intervenciones en el juicio?

En el estricto campo de la litigación penal, Cabanellas (2007), cita que la teoría del caso
“es el planteamiento técnico que desarrolla y argumenta cada una de las partes, sea en
defensa o acusación, para demostrar los hechos más relevantes, penalmente, de su
causa”. (p. 303)

Dicho lo anterior, podemos conceptuar a la teoría del caso como el conjunto de hechos
propuestos en el juicio que los litigantes reconstruyen en la actividad probatoria y lo
subsumen a la norma jurídica aplicable con el propósito de convencer al juzgador.

La teoría del caso, por lo tanto, sirve para que los litigantes desarrollen procesalmente
sus intenciones y pretensiones en el juicio, por cuanto es justamente en esta etapa del
proceso penal donde cada uno de ellos plantea su verdad respecto de la forma en que
ocurrieron los hechos y la participación o posturas de los sujetos involucrados, siendo
así que a través de la misma se debe enfocar el guion narrativo de la historia a proponer.
En ese parámetro, Vial (2008), aplicando una terminología sencilla, nos dice:

La teoría del caso es la versión de los hechos que será sostenida por el litigante
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ante el tribunal de juicio, en definitiva, lo que a su juicio aconteció en un lugar,


día, hora y personas determinadas, que configuran o no la comisión de un ilícito
penal. (p. 53)

Como se aprecia, la teoría del caso se refiere a una sencilla exposición circunstanciada
del hecho que sucedió en un determinado lugar, día, hora y personas que participaron
en el mismo. Mauet (2007), nos da uno de los más tradicionales conceptos que de la
teoría del caso se conocen en litigación penal, al proponer que:

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

La teoría del caso es una simple, lógica y persuasiva historia sobre lo que
realmente sucedió, desde nuestro propio punto de vista. Debe ser consistente
con la evidencia no controvertida y con nuestra propia versión de la evidencia
controvertida y la aplicación del derecho sustantivo. (p. 491)

Es pues, el diseño que la fiscalía o defensa realizan en forma persuasiva hacia el juzgador
sobre los hechos principales del juicio, las pruebas que los sustentan y los aspectos
jurídicos que los sostienen.

Por su parte, Moreno (2012) asevera que es “la idea central que adoptamos para
explicar y dar sentido a los hechos que se presentarán como fundamento de una
historia, permitiendo dar cuenta de la existencia de una determinada teoría jurídica”;
(p. 28) corroborando así que la teoría del caso es el eje de la postura que debemos
acoger cuando nos presentamos en el juicio. El mismo autor, además, refiere que:

La teoría del caso es el conjunto de actividades estratégicas que debe desarrollar


un litigante frente a un caso, que le permitirán determinar la versión de los
hechos que sostendrá ante el tribunal y la manera más eficiente y eficaz de
presentar persuasivamente, las argumentaciones y evidencias que la acrediten
en un juicio oral. (p. 29)

Es decir, la teoría del caso exige que el litigante plantee todas las estrategias que le
servirán para intervenir en el juicio y que marcarán su desempeño durante todo el
desarrollo del mismo. El prenombrado jurista también agrega:

La teoría del caso intenta constituirse en una suerte de plantilla, a través de la


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cual el litigante invita a los jueces a mirar la realidad, o más propiamente, los
hechos del caso, proveyéndoles de un lente para dar una lectura intencionada
que permita explicar lo sucedido. La teoría del caso corresponde a la idea central
que adoptamos para explicar y dar sentido a los hechos que se presentarán como
fundantes de una historia, permitiendo dar cuenta de la existencia de una
determinada teoría jurídica. (p. 69)

Al momento de elaborar la teoría del caso, se debe plantear una guía respecto a los
hechos que se expondrán, las pruebas que se tendrán para demostrarlos, etc., a efecto

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

de facilitar el éxito de la intervención. No podemos dejar de mencionar a Baytelman y


Duce (2006), cuando sostienen que:

La teoría es la idea básica y subyacente a toda nuestra presentación en juicio,


que no solo explica la teoría legal y los hechos de la causa, sino que vincula la
evidencia tanto como es posible dentro de un todo coherente y creíble. (p. 32)

Los mismos autores, en armonía con el concepto que precede, el cual da los visos de
que la presentación en el juicio debe guardar armonía con las pruebas presentadas,
parangonan la teoría del caso expresando que:

Es un ángulo desde el cual se ve toda la prueba, un sillón cómodo y mullido desde


el cual se aprecia la información que el juicio arroja, en términos tales que, si el
tribunal contempla el juicio desde ese sillón, llegará a las conclusiones que le
estamos ofreciendo. (p. 68)

Es decir, es simplemente un punto de vista o postura que presenta el litigante a base del
cual deben dirigirse las pruebas y las alegaciones de hecho y de derecho en un estado
de coherencia y credibilidad que sea aceptado como tal por el juzgador para que falle
conforme a una propuesta presentada como cierta.

Pero para que aquello ocurra, se debe tener claro, que si bien es cierto la teoría del caso
es simplemente un punto de vista, sin embargo, la litigación, como también lo refieren
los mencionados autores, es un ejercicio “profundamente estratégico”; por lo cual los
contendores en el juicio deben dominar destrezas y habilidades en el ámbito de la
litigación penal justamente para proveer al juzgador los medios necesarios para buscar
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que el mismo falle de acuerdo con lo que procesalmente proponen.

En definitiva, tal como también lo recomiendan los propios Baytelman y Duce (2006),
“la teoría del caso, en suma, es nuestra simple, lógica y persuasiva historia acerca de lo
que realmente ocurrió”. (p. 47)

Por eso, razón tienen la mayoría de los expertos en litigación penal, cuando concuerdan
en afirmar que la teoría del caso es el instrumento más importante para organizar el
desempeño en el proceso penal, pues se la define como la estrategia, plan o visión que
tiene cada parte sobre los hechos que va a probar.

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

Claro está, que para el litigante, no se trata de simular o forjar los acontecimientos para
demostrar un aparente buen desempeño en el estrado pretendiendo que se le otorgue
la razón a toda costa, sino de, conforme lo dice Peña (2011), “mostrar una versión, cuya
credibilidad y razonabilidad dependerá de cómo se construye la denominada teoría del
caso”. (p. 167) Se trata entonces, para los litigantes, de proyectar sus mejores
estrategias de litigio, pero sustentados siempre en función del principio de lealtad
procesal.

En ese sentido, también afirma Peña, (2011) “que la teoría del caso es la herramienta
más importante para planear la actuación del proceso, verificar el desempeño durante
el debate oral y terminar adecuadamente en el argumento de conclusión”. (p. 167)

De ahí que, acorde con esa concepción, deba partirse siempre del hecho de que en el
sistema adversarial cada parte procesal toma una postura antagónica respecto a la otra,
dirigida a persuadir o a convencer al juzgador de que su teoría del caso es la creíble.

Así, toca a la Fiscalía formular una teoría del caso de acusación, la cual se subsumirá a
una hipótesis jurídica que sea suficientemente verosímil y convincente en el sentido de
que el procesado es partícipe del hecho criminal, vulnerando o lesionando el principio o
estado de inocencia con el que se encuentra protegido de acuerdo con la Constitución.

Pero como en el proceso penal en la mayoría de los casos aparecen relatos alternativos
cuyo propósito es el de desacreditar al propuesto por la otra parte y el de ser aceptados
por el juzgador, surge entonces la postura antagónica de la defensa.

Por tal razón, debemos tener siempre presente, que de acuerdo a las reglas del proceso
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penal, la teoría del caso es un instrumento ineludible que nos sirve para enfrentar
eficiente y eficazmente un proceso oral desarrollado especialmente en base a los
principios de concentración, dispositivo y de contradicción de pruebas o adversarial.

Es que como se sabe, en el juicio oral rige innegablemente el principio de contradicción


a base del cual fiscal y defensor deben exponer sus posturas en los alegatos de apertura
donde consecuentemente se pueden producir teorías del caso disímiles, interrogatorios
que son sujetos a contrainterrogatorios y alegatos de clausura que pueden ser
replicados.

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

Todo esto implica, que la normativa adjetiva penal, por lo tanto, sí establece en forma
expresa que las partes deben diseñar su teoría del caso, que como se ha dicho es el eje
alrededor del cual debe girar todo el desempeño de sus funciones de litigantes con el
propósito de plantear sus pretensiones en busca del resultado deseado.

Por lo dicho, cuando se interviene en el juicio oral, se deben realizar los máximos
esfuerzos tendientes a convencer al juez que la proposición que se hace de la teoría del
caso es la correcta.
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2.2 Subtema 2: Características de la Teoría del Caso


Al momento de plantear la teoría del caso se debe tener en cuenta sus características,
que según Neyra (2010), son las siguientes: sencilla, lógica, creíble, única,
omnicomprensiva, sustentada en el principio de legalidad y consistente. (pp. 734-735)
Se pasa a explicar cada una de estas características:

a. Sencilla.- No debe ser presentada con un lenguaje técnico, jurídico, ni


doctrinario, sino sencillo, natural, esto es, entendible tanto para el juzgador
como para el público, pues el objetivo principal es que el mensaje llegue
correctamente y no en forma confusa, evitándose raciocinios profundos y
avanzados.
Se debe tomar en cuenta como regla general de litigación, que los aspectos
relacionados a lo técnico, a lo jurídico y a lo doctrinario se los deben reservar
para el momento de los debates y que por lo tanto solo por excepción pueden
ser utilizados en la teoría del caso.
b. Lógica.- Lo que significa que cada proposición estructurante de la teoría del caso,
debe guardar coherencia con cada uno de los medios probatorios con los que se
la va a respaldar y a su vez en armonía con los aspectos jurídicos que se van a
aplicar. Es decir, debe existir una armonía entre las proposiciones, la prueba y lo
legal.
c. Creíble.- Debe ser presentada como un acontecimiento o suceso de la vida real.
Para ello hay que saber persuadir al juzgador al momento de transmitir las ideas,
lo que se logra teniendo seguridad al hablar, el convencimiento de estar en lo
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cierto, dinamismo, orden, confianza y una adecuada utilización de la palabra.


Para persuadir, no se necesita ser un orador excelente, sino simplemente un
orador efectivo.
d. Única.- Una teoría del caso no gozará de credibilidad si va variando en el
desarrollo del juicio. La propuesta de teorías del caso alternativas no hace otra
cosa que evidenciar la falta de preparación del litigante y el inevitable fracaso de
su intervención en el juicio, en razón de lo cual se debe circunscribir a un relato
único.

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e. Omnicomprensiva.- Al momento de exponerse la teoría del caso, debe contener


todos los hechos que la conforman, es decir, debe enfocársela en forma general
pero bien organizada, de tal manera que el litigante transmita con absoluta
comprensión toda la historia.
f. Sustentada en el principio de legalidad.- Recordemos que el principio de
legalidad es aquel que establece que no existe ningún delito ni pena sin previa
ley, acorde a la expresión clásica “Nullum crimen, nulla poena sine praevia lege”.
En función de aquello, al proponer la teoría del caso, debe tenerse en cuenta que
la misma encaje perfectamente en una norma jurídica, como en el caso del
asesinato, que calza en el Art. 140 del Código Orgánico Integral Penal, o en el de
la legítima defensa, que se subsume a lo previsto en el Art. 33 ibídem. Dicho de
otra forma, los hechos deben encajar en el derecho, caso contrario la teoría del
caso resultará insostenible desde el punto de vista jurídico.
g. Consistente.- La teoría del caso debe encontrarse totalmente fortalecida con
las pruebas pertinentes que sustentarán cada uno de sus enunciados,
lo que conllevará a que la contraparte no lesione su coherencia.
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2.3 Subtema 3: Utilidad de la Teoría del Caso


Los expertos en litigación penal, coinciden en manifestar que las siguientes son las
utilidades que nos ofrece una correcta teoría del caso:

- Permite diseñar un buen alegato de apertura.

- Organiza la presentación de las pruebas.

- Orienta el examen y el contraexamen.

- Detecta las estrategias de la parte contraria.

- Permite diseñar el alegato de clausura.

a. Permite diseñar un buen alegato de apertura.- La teoría del caso es la base del
alegato de apertura. Una teoría del caso bien diseñada permite una buena
selección del tema; explotar el lado humano; narrar correctamente los hechos;
atacar eficazmente el argumento de la contraparte; y, ofrecer una vigorosa
presentación de pruebas, todo cuanto a su vez se trasluce en una idónea
estructuración del alegato de apertura.
b. Organiza la presentación de las pruebas.- Una teoría del caso bien estructurada
permite al fiscal o al defensor seleccionar las pruebas testimoniales, materiales
y documentales pertinentes que la sustenten, acorde a la litis materia del
enjuiciamiento.
Siendo la teoría del caso una exposición relacionado a la fecha, hora, lugar,
circunstancias y personas que participaron en la infracción, se recomienda
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presentarla en forma cronológica y, la prueba que la sustente, practicarla en


similar manera, para que vaya encajando en la historia paso a paso. En ese
contexto la teoría del caso dará las luces necesarias para seleccionar las pruebas
que más convengan a los intereses del litigante y descartar las innecesarias.
c. Orienta el examen y el contraexamen.- Una buena teoría del caso brinda la
facilidad de analizar y descubrir las debilidades tanto de los testigos propios
como de los de la otra parte.

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

En consecuencia, poniendo toda la concentración en esas debilidades, se podrá


reforzar la estrategia de defensa tendiente a formular un correcto interrogatorio,
en el caso de que toque proponer un testigo y, atacar a los de la parte contraria,
en el evento de que sea ésta quien lo proponga, a través de un agresivo y eficaz
contrainterrogatorio que destruya los argumentos del contendor.
d. Detecta las estrategias de la parte contraria.- La teoría del caso permite detectar
las estrategias de la otra parte estableciendo si las mismas son más fuertes o
débiles que las propias. Una vez detectadas las estrategias, sea cual fuere la
postura que se mantiene, esto es, la de la fiscalía o la de la defensa, se podrá
apreciar la conveniencia o no de ceder, otorgar, pedir o permitir la aplicación de
circunstancias agravantes, atenuantes, acuerdos probatorios, de aceptar la
acusación, desechar posibles defensas, etc., u optar por la aplicación de
procedimientos alternativos al juicio ordinario, como el abreviado, acuerdos
reparatorios, etc.
e. Permite diseñar el alegato de clausura.- Los litigantes más expertos
recomiendan construir la teoría del caso y planificar la prueba a partir del alegato
de clausura, también conocido como de cierre, tomando en consideración que
este se propone como debate en el juicio y por lo tanto en el mismo debe hacerse
una explicación fáctica, jurídica, técnica, lógica, precisamente, de cómo se han
probado los hechos propuestos.
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2.4 Subtema 4: Elementos o Componentes de la Teoría


del Caso
Supongamos que en un lugar determinado se encuentra un cadáver. Los primeros que
toman procedimiento en el presunto hecho delictivo son los señores policías de servicio
urbano, quienes acordonan el área y esperan la llegada de personal de Criminalística.
Una vez que éstos se constituyen en el lugar de los hechos, recogen los primeros indicios
en torno al cadáver y a la escena: rastros de sangre, casquillos, huellas digitales, huellas
de pisada, pelos, celular, documentos personales, etc.

Levantada la investigación con la recopilación de esos indicios, el fiscal y su equipo de


investigadores de la Policía Judicial y de Criminalística, podrán establecer las primeras
hipótesis de la muerte: asesinato, homicidio, suicidio u otra.

A medida que avanzan las investigaciones, se van despejando las incógnitas en torno a
los móviles del crimen, sus circunstancias y posibles partícipes del mismo, en cuyo
transcurso la fiscalía va delineando su teoría del caso, la misma que debe contener los
siguientes elementos:

TEORÍA DEL CASO

COMPONENTES o ELEMENTOS

Fáctico Jurídico Probatorio

Figura 1. Teoría del caso


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Elementos o proposiciones fácticas.- Acorde a la definición dada por Moreno (2012),


podemos advertir que:

Las proposiciones fácticas podemos conceptualizarlas como aquellas


afirmaciones de hecho tomadas del relato elaborado por el litigante, que pueden
ser reproducidas en juicio, ordinariamente a través del testimonio de un
declarante y que dan cuenta de un elemento de la teoría jurídica. (p. 90)

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

De dicho criterio se puede establecer que las proposiciones fácticas surgen de la


información proporcionada por parte de quienes han tenido algún tipo de contacto o de
vinculación con el hecho delictivo.

De ahí la inmensa importancia que tienen los relatos de las víctimas, testigos y hasta del
propio sospechoso en la elaboración de las proposiciones fácticas. Ello, en razón de que
al inicio de la investigación se cuenta con un conjunto de información que puede resultar
engañosa, incoherente, insuficiente y contradictoria.

La función de los litigantes es entonces la de escoger la información más importante que


les sirva para ir delimitando sus proposiciones fácticas dentro del contexto que integre
al elemento jurídico. En ese mismo sentido, Peña (2011), refiere que:

La aseveración fáctica hace alusión a un elemento específico del injusto penal


(tipicidad y antijuridicidad), manifestado en una evidencia, en un medio de
información (testimonial), en una pericia, en un documento, etc. En la doctrina
especializada se dice que una proposición fáctica es una afirmación de hecho,
respecto de mi caso concreto, que si el juez la cree, tiende a satisfacer un
elemento de la teoría jurídica. (p. 173)

Igualmente Bergman, citado por Peña (2011), respecto de la misma temática manifiesta
que: “la proposición fáctica es una afirmación de hecho que satisface un elemento legal
y pueden existir varias proposiciones fácticas respecto de un solo elemento legal”. (p.
174)

En efecto, las proposiciones fácticas deben ser varias, en razón de que las mismas
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consisten en cada de las “piezas” que arman el “rompecabezas” de la teoría del caso.
Sin embargo, hay que ser sumamente cauteloso al seleccionarlas, pues mientras más
proposiciones fácticas existan, más grande será el “rompecabezas” que compone la
teoría del caso, lo cual puede ser muy riesgoso por lo complejo que resultaría armarla.

Recuerden, además, que es precisamente sobre las proposiciones fácticas que debe
recaer la prueba. Ergo, mientras más proposiciones fácticas existan, mayor es la
actividad probatoria que se debe ejercer para probar la teoría del caso. A contrario

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sensu, seleccionadas correctamente las proposiciones fácticas más importantes, el


ejercicio de la actividad probatoria, será mínimo pero eficaz.

Para seleccionar las proposiciones fácticas se recomienda formular las siguientes


preguntas: ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo?, ¿quién? y ¿por qué?, las mismas que al ser
respondidas proporcionarán al litigante los elementos de temporalidad, de ubicación,
de acción o circunstanciales, de identificación del sujeto activo y pasivo de la infracción
y, de causalidad o resultado indispensables para armar una buena teoría del caso.

Ejemplo: El día martes 1 de noviembre del 2022, aproximadamente a las 03h00, en


circunstancias en que el señor Guillermo Arcentales Pilay caminaba por las calles
Chambers y Robles, en la ciudad de Guayaquil, sorpresivamente fue interceptado por
Federico Fernández Ricaurte, quien aprovechando la oscuridad de la noche, procede a
amedrentarlo con un arma de fuego exigiéndole la entrega de sus pertenencias tales
como un celular, alhajas y la suma de $ 800 producto de un negocio que venía realizando
en un mercado ubicado cerca del lugar de los hechos, proporcionándole, ante la
negativa de éste, tres impactos de arma de fuego en el pecho, produciéndole la muerte
instantáneamente, luego de lo cual el acusado intentó darse a la fuga, pero fue detenido
por unos guardias del sector que lograron someterlo y entregarlo a los señores
elementos de la Policía Nacional.

El modelo propuesto contiene cada una de las proposiciones fácticas que la técnica de
litigación recomienda para estructurar la teoría del caso, por lo que con la reflexión que
ofrece Moreno (2012), se puede concluir:

Las proposiciones fácticas surgen del análisis del caso, de las entrevistas con los
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involucrados, testigos, peritos, funcionarios policiales, del análisis y estudio


detallado de cada uno de los documentos, evidencias materiales u otros medios
de convicción que existan en la causa. La labor del técnico es en ese estudio o
diálogo identificar las proposiciones fácticas y asociarlas a los elementos de la
teoría jurídica que se quieren demostrar en juicio, para luego identificar las
evidencias pertinentes y relevantes que le permitirán sustentarlas en juicio. (p.
93)

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

Elemento jurídico.- Como se dijo antes, el principio de legalidad es uno de los que rige
el ordenamiento jurídico penal, de tal manera que para que una conducta sea
considerada como delito, debe estar previamente establecida en la ley.

En función de ese principio, al armar la teoría del caso, el litigante debe tomar en cuenta
que cada una de las proposiciones fácticas que la estructuran encaje a la perfección en
una disposición jurídica de carácter penal.

Recuerden que cada una de las disposiciones penales describe conductas punibles, las
cuales por lo tanto se constituyen en elementos legales o jurídicos que sustentan
nuestra teoría del caso.

En ese sentido Neyra (2010), indica que: “la identificación del componente jurídico es el
punto de partida en la construcción de la teoría del caso” (p. 738); debido a lo cual una
vez agotada la fase investigativa debe identificarse cuál es la tipificación que se utilizará
en el caso específico.

PROPOSICIONES FÁCTICAS FRENTE A LAS PROPOSICIONES JURÍDICAS

HECHO DERECHO

Lo fáctico debe encajar en lo jurídico en virtud del principio


de legalidad.
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Figura 2. Proposiciones fácticas frente a proposiciones jurídicas

En ese sentido, si la Fiscalía propone como teoría del caso el ejemplo en el que Federico
Fernández Ricaurte termina con la vida de Guillermo Arcentales Pilay, teniendo como
motivación el robo y no quitarle la vida precisamente, las proposiciones fácticas no
encajarán en las disposiciones punitivas de los Arts. 144 o 140 del COIP (2022), que
tipifican el homicidio y asesinato, respectivamente, sino en la del Art. 189, inciso último

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

del mismo texto jurídico, cuyas proposiciones jurídicas se refieren al robo con resultado
de muerte en los siguientes términos:

“Art. 189. La persona que mediante amenazas o violencias sustraiga o se apodere de


cosa mueble ajena, sea que la violencia tenga lugar antes del acto para facilitarlo, en el
momento de cometerlo o después de cometido para procurar impunidad, será
sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años.

Inciso sexto.- La persona que mediante amenazas o violencias sustraiga o se apodere de


cosa mueble ajena, sea que la violencia tenga lugar antes del acto para facilitarlo, en el
momento de cometerlo o después de cometido para procurar impunidad, será
sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años”.

Si la fusión entre las proposiciones fácticas y las proposiciones jurídicas no se produce,


entonces la fiscalía perderá su caso, pues no habrá adecuado la teoría del caso a los
elementos de tipicidad objetiva y subjetiva del delito.

La defensa, por su parte, tiene una actuación distinta a la de la fiscalía, ya que si la teoría
del caso de ésta exclusivamente se revela como la propuesta de un hecho delictivo, la
de aquella, podría seleccionar entre varias opciones acorde a los antecedentes que
caracterizan el juicio.

Es por ello que el acusado, amparado en su estado de inocencia, puede tomar una
postura pasiva o negativa ante la inculpación fiscal, limitándose a rechazar que tuvo
algún tipo de participación en el hecho objeto de la acusación y simple y sencillamente
sostener que a esta corresponde vulnerar tal condición. Con esa postura de negación,
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basta a la defensa, por ejemplo, desacreditar los testigos de cargo presentados por la
fiscalía.

La teoría del caso, para la defensa, puede también ser activa o positiva, proponiendo
una afirmación, como la de una eximente de responsabilidad penal, una causa de
exclusión de conducta, que el hecho que se le atribuye no constituye delito alguno a
perseguir, un relato alternativo al de la fiscalía como el de que no se encontraba
presente en el lugar de los hechos cuando estos se suscitaron, etc.

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

Así, podría proponer como teoría del caso, que los hechos no se tratan de un robo con
resultado de muerte como se lo ha hecho parecer, sino el resultado de una legítima
defensa, ya que si Federico Fernández Ricaurte no disparaba a Guillermo Arcentales
Pilay, el muerto hubiera resultado ser el primero de los nombrados.

Con ese argumento, las proposiciones fácticas de la defensa deben encajar


armoniosamente con lo dispuesto en el Art. 33 del COIP (2022), que dice:

“Existe legítima defensa cuando la persona actúa en defensa de cualquier derecho,


propio o ajeno, siempre y cuando concurran los siguientes requisitos:

1. Agresión actual e ilegítima.


2. Necesidad racional de la defensa.
3. Falta de provocación suficiente por parte de quien actúa en defensa del
derecho”.

Sea para la fiscalía o para la defensa, en el caso de que esta asuma una postura activa o
positiva, su teoría del caso, marca su desempeño en el juicio, debido a lo cual
exclusivamente en torno a la misma deberán circunscribirse las pruebas, las
intervenciones orales y el argumento de conclusión.

Elemento probatorio.- La legislación procesal penal de modelo acusatorio como la


ecuatoriana, regula tres tipos de pruebas: la testimonial, la material y la documental, a
base de las cuales el litigante podrá acreditar que sus proposiciones fácticas
estructurantes de su teoría del caso tienen una correlación jurídica.

Cada proposición fáctica puede ser corroborada por un solo medio probatorio, por
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ejemplo, la Fiscalía demuestra en el juicio el deceso de Guillermo Arcentales Pilay con el


testimonio de un médico legisla debidamente acreditado como perito por el Consejo de
la Judicatura, quien da fe que su muerte se produjo como consecuencia de la
penetración de tres proyectiles de arma de fuego, con orificios de entrada, pero no de
salida, que le comprometieron los pulmones y el corazón.

Es decir, se acredita una proposición fáctica: la muerte de Guillermo Arcentales Pilay,


con una sola prueba: la testimonial rendida por un testigo experto.

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

De la misma forma, se puede acreditar una proposición fáctica con varios elementos
probatorios. En ese sentido, con el mismo caso propuesto, se puede acreditar otra de
sus proposiciones fácticas: que Federico Fernández Ricaurte fue el causante de los tres
disparos que acabaron con la vida de Guillermo Arcentales Pilay, con prueba testimonial,
de viniente de las declaraciones de los guardias del sector que lo privaron de la libertad;
con prueba material, constituida por el arma de fuego que se le encontró en su poder y
los casquillos hallados en la escena del crimen; y, con prueba documental.
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3. A Modo de Cierre
La teoría del caso se constituye en la base del desempeño del abogado durante todo el
juicio oral. De ahí que se debe tener dominio de la misma no solo desde su concepción
sino sobre todo desde una estructura fáctica, probatoria y jurídica que le hará definir su
postura y conocer la de la contraparte, lo que permitirá desde el inicio de la contienda
judicial tomar control del caso y persuadir al juez.

Es menester, lograr mayor educación académica, la cultura digital y de los problemas


sociales generales como reducción de la pobreza, que es bastante alta, en el gobierno
ecuatoriano, es por ello que se recomienda que debería reducir estos indicadores.
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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

4. Actividad Sincronica
» El docente deberá organizar varios grupos de estudiantes, de cada uno de los
cuales, luego de analizado el caso bajo su dirección, saldrán uno o varios
integrantes que expondrán oralmente su teoría en el rol del fiscal en unos casos,
y de abogado defensor en otros. Al término de las intervenciones, el docente y
sus estudiantes analizarán si la teoría del caso expuesta reúne las condiciones de
lógica, creíble, legalmente suficiente y concreta pero flexible, extrayendo,
además, sus componentes fáctico, jurídico y probatorio. Los maestrantes podrán
repetir el ejercicio con otros casos reales obtenidos de los Tribunales, Juzgados
o Fiscalía.

5. Actividad Asincronica
» El maestrante deberá revisar tres fuentes bibliográficas que traten sobre la teoría
del caso desde la perspectiva de la defensa técnica, a fin de establecer la
conveniencia de proponer en el juicio una teoría del caso positiva o una teoría
del caso negativa.

6. Material Complementario
▪ ¿Qué es la teoría del caso? Por Miguel Carbonell
https://www.youtube.com/watch?v=GhylbWNFu4w
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7. Unidad 1: Teoría del Caso y Alegato


de Apertura
Tema 2: Alegato de Apertura
Objetivo

▪ Lograr a través del alegato de apertura que el litigante goce de la confianza y


credibilidad del juzgador desde el primer momento que toma contacto con él.

Introducción
Muchos profesionales del derecho pese a sus años de experiencia en el área penal
piensan que teoría del caso y alegato de apertura son sinónimos. Esto es un error ya que
en los juicios siempre se propondrá teoría del caso pero no siempre se presentará
alegato de apertura. La premisa se sustenta en que la teoría del caso es una herramienta
de litigación que se maneja en forma autónoma o como parte estructural del alegato de
apertura. No en todos los procesos penales conviene la presentación de una teoría del
caso, puesto que dada la complejidad o naturaleza de los mismos los abogados litigantes
pueden recurrir al alegato de apertura. Esta parte del módulo permitirá dejar definidas
sus diferencias y conveniencia de recurrir al uno o al otro acorde al caso concreto.

Como toda la actuación en juicio, la presentación del alegato de apertura es un arte y


como tal el litigante debe tener dominio de la forma técnica como se lo hace. Es una de
las maneras de ganar prestigio ante el público y el propio juzgador.
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Estudiaremos sus concepciones, el momento en que debe ser presentado, su forma


correcta de estructurarlo y las recomendaciones estratégicas para que el litigante con el
alegato de apertura impacte en el estrado logrando ventaja sobre su oponente durante
todo el desarrollo del juicio.

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8. Informacion de los subtemas


8.1. Subtema 1: Generalidades y Concepciones Básicas
Sobre el Alegato de Apertura
Generalidades.- Muchos autores consideran que es en la etapa del juicio donde
comienza el verdadero proceso penal, en razón de que es en esta donde convergen en
toda su efervescencia los principios de oralidad, inmediación, contradicción, publicidad
y concentración bajo la dirección de un juez garantista que evaluará las presentaciones,
pruebas y argumentos de las partes, quienes recurren ante él en igualdad de
condiciones.

Recordemos, que hasta ese momento, el juez desconoce los hechos que va a juzgar,
debido a lo cual, su decisión, en gran parte, dependerá de la información que le
proporcionen los sujetos procesales, la cual por lo tanto debe ser de calidad.

El alegato de apertura, también conocido como alegato inicial, es precisamente la


primera oportunidad que tienen las partes procesales para entregar al juzgador una
información de calidad, por lo cual debe ser presentado en una forma bien estructurada,
ya que, solo así, le facilitará un buen análisis con el que resolverá la controversia.

La mejor forma de hacerlo es brindarle al juez una vista panorámica y coherente de los
hechos que va a juzgar, a base de la cual el litigante ejecutará un ejercicio de persuasión
para convencerlo de fallar como desea que lo haga.

En ese orden, recomienda León (2005), “en el alegato de apertura se debe ser cauto,
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medido y metódico respecto de lo que se expone” (p. 180), en cualquier parte en la que
se encuentre el litigante, pues dependiendo lo que se diga en esta parte inicial del juicio,
se formará una especie de muro casi imposible de ser derribado por el contendor, o
simplemente se mostrará totalmente vulnerable ante éste, permitiendo que reste
credibilidad a su relato desde el inicio.

El éxito de la intervención en el alegato de apertura dependerá en gran medida de saber


narrarlo con brevedad y claridad, lo cual evidentemente se logrará con el conocimiento
y preparación que se tenga sobre el caso.

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

Concepciones básicas sobre el alegato de apertura.- Los litigantes exponen la teoría del
caso al momento de presentar el alegato de apertura, pero no lo hacen como una
versión de los hechos aislada, sino con otros aditamentos, como son un breve plan
estratégico y una promesa de lo que van a presentar en el juicio. El mismo tratadista
León (2005), conceptúa al alegato de apertura como:

La exposición discursiva y persuasiva de los hechos -elemento fáctico-, los


fundamentos jurídicos que permiten soportar legal y doctrinariamente la tesis -
elemento jurídico- y las pruebas que lo demuestran y que serán practicadas en
el debate -elemento probatorio-. (p. 177)

El mencionado autor perfila al alegato de apertura con la exposición discursiva y


persuasiva de los hechos, dejando entrever que las actuaciones en torno al desarrollo
de la misma y de todo el juicio, serán eminentemente orales.

El alegato de apertura contiene, refiere Neyra (2010), “todos los componentes de la


teoría del caso: el relato persuasivo de los hechos, los elementos jurídicos que permiten
sostener legalmente el caso, y el material probatorio idóneo” (p. 811); de donde se
colige que otorga al juzgador una estructura generalizada de todo el caso, cuyos
aspectos más significativos deben exponerse en una forma coordinada. En palabras de
Baytelman (2006):

El alegato de apertura es por excelencia el momento para ofrecer ese “punto de


vista” para la apreciación de la prueba. No la valoración o el peso de la misma
(todavía no se ha presentado), sino el ángulo desde el cual leerla. Este es el
momento para comenzar a configurar la disposición mental del juzgador hacia el
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caso y la prueba. (p. 71)

Es decir, en el alegato de apertura el expositor hará saber al juzgador que se encuentra


convencido de su teoría del caso, porque está seguro que es real y contundente,
haciendo un ofrecimiento de las pruebas que va a presentar para sustentarla, sin entrar
en el análisis de las mismas, pues ese aspecto corresponde realizar en el alegato de
clausura, sobre el que se ahondará en las próximas clases.

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

La promesa de lo que se haga en gran medida dependerá de cada caso, pero lo


recomendable es no profundizar en ofrecimientos difíciles o imposibles de cumplir,
limitándose a mencionar solamente los que verdaderamente va a efectuar.

Cada situación prometida que el abogado litigante cumpla en el desarrollo del juicio,
fortalecerá su nivel de credibilidad ante los juzgadores, debilitando los argumentos de
la otra parte.

Es que siendo como es la litigación penal un ejercicio de persuasión, el mismo debe


ejecutarse desde el momento en que empieza el juicio y que mejor para hacerlo que en
el alegato de apertura con el propósito de configurar la disposición mental del juzgador
a favor.

En el discurso de apertura, los defensores, acorde a las expresiones de Pérez (2012),


“deben explanar sus tesis de la mejor manera posible, a fin de dejar claro a los jueces,
cuáles son las razones esenciales en que se basa la defensa del imputado” (p. 230); para
cuyo propósito es necesario que conozcan no solo el caso pormenorizadamente, sino
también los antecedentes de conducta de su defendido, su situación familiar, política o
religiosa, su actividad, etc.

Estos detalles permitirán levantar una buena estrategia y decidir sobre la conveniencia
de declararlo culpable o inocente, buscar acuerdos probatorios con la Fiscalía, negociar
la pena, etc. Ramírez (2005), afirma que siendo indispensable la intervención del
defensor, debe exigírsele:

Que comparezca al proceso para ejecutar una verdadera asistencia técnica, que
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planifique su trabajo, que valore con su defendido las circunstancias del caso y
que se fije una estrategia, que aleje la improvisación y disminuya o elimine el
elemento sorpresa, que su asistencia técnica esté marcada por un
profesionalismo de calidad. (p. 167)

El alegato de apertura de la defensa, por lo tanto, no debe encontrarse contaminado


por la improvisación y debe ser el resultado de una planificación concienzuda extraída
no solo de las tablas procesales, sino también de la información que le proporcione su
propio patrocinado, con la responsabilidad que exige el sistema acusatorio.

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

La Fiscalía en cambio puede iniciar su alegato de apertura proponiendo un tema


sugestivo e impactante en relación al caso; explotando el aspecto humano de la víctima
de la infracción; relatando los hechos; atacando la teoría del caso de la defensa que debe
haberla extraído de las investigaciones o de la audiencia preparatoria de juicio; y,
finalmente haciendo un breve ofrecimiento de lo que va a demostrar con relación a la
existencia del delito y la responsabilidad penal del acusado.
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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

8.2. Subtema 2: Momento en que se Presenta el Alegato


de Apertura
En el Código Orgánico Integral Penal ecuatoriano el alegato de apertura lo encontramos
en el Art. 618, cuando el juez, en la etapa del juicio, dispone que la fiscalía, la víctima y
la defensa, en ese orden, realicen sus exposiciones iniciales en relación a los hechos que
son objeto del juzgamiento.

La acusación se constituye de esa forma en el presupuesto básico para el desarrollo del


caso y el hecho fáctico que lo contiene lo presenta la Fiscalía cuando el juzgador dispone
que en el juicio ésta realice su alegato de apertura.

Cuando el fiscal presenta su alegato de apertura, se exterioriza el principio acusatorio,


el cual da origen a una serie de repercusiones jurídicas y por lo tanto al surgimiento de
otros principios, como el de contradicción, ejercido por la defensa al realizar una
exposición detallada de los hechos y circunstancias que le favorezcan, obviamente
presentando un alegato de apertura también.

En definitiva, correspondiendo a la fiscalía y a la defensa exponer oralmente el alegato


de apertura con una estructura normalmente antagónica acorde a sus propias visiones
del caso, es justamente la palabra la que se erige como instrumento poderoso para
convencer al juez que su postura en la correcta. De ahí la necesidad imperiosa de
dominar las técnicas de litigación penal para el cumplimiento irrestricto de las funciones
que nos tocan desempeñar en el juicio.
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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

8.3. Subtema 3: Estructura del Alegato de Apertura


Acorde a las concepciones antes expuestas, se puede advertir que el alegato de
apertura, contiene los mismos elementos de la teoría del caso:

ESTRUCTURA DEL ALEGATO DE APERTURA

Concepción Elemento

- Exposición discursiva y persuasiva de los hechos. Fáctico.


- Los fundamentos jurídicos que permiten soportar Jurídico
legal y doctrinariamente la tesis.

- Las pruebas que lo demuestran y que serán prac- Probatorio


ticadas en el debate.

Tema > Teoría del caso > Ofrecimiento de pruebas > Enunciación de fundamentos
jurídicos > Conclusiones

Figura 3. Estructura del alegato de apertura


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Para que se cumplan los lineamientos estructurales del alegato de apertura, se deben
cumplir los siguientes pasos:

Tema.- Con el propósito que la teoría impacte a los jueces, se hace necesario desde el
inicio de la presentación del caso fijar un tema que guarde relación con la misma. El
tema de la teoría del caso deberá destacar sus características particulares, con el
propósito que el mensaje sea transmitido efectivamente al juzgador.

Prácticamente se trata de colocarle a la teoría del caso un “nombre vendedor” con el


que se la va a identificar en todo el juicio, tomando en cuenta que esta es una historia

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

en la que intervienen actores, como en una obra literaria que cautiva a los lectores tan
solo con el nombre que le pone el escritor. El nombre que se pondrá en el alegato de
apertura, por lo tanto, servirá para orientar a los jueces sobre la trama del hecho
delictivo que deben resolver.

En ese ámbito, por ejemplo, si la Fiscalía presenta un caso de delito de usura, en el que
la víctima termina suicidándose ante la deuda impaga por años producto de los cobros
que le hacía el acusado excediendo el interés permitido por la ley, podría afirmar al inicio
de su alegato, que trae ante la Corte el “caso codicia”.

Por su parte, la defensa, en un caso de asesinato, podría identificar su teoría del caso
refiriendo que la Fiscalía en realidad ha traído un caso de “confusión de identidad”,
transmitiendo el mensaje que existen dos víctimas, la una que es el muerto, y la otra
que es su propio defendido, porque está siendo acusado y privado de la libertad pese a
que es inocente, mientras el verdadero culpable sigue suelto en las calles. Se aconseja
también que al momento de proponerse el tema, se humanice el caso.

La teoría del caso en sí.- Es decir, los hechos que van a ser materia del juzgamiento,
sobre lo que ya ampliamente se ha explicado en el numeral 1.1. de esta misma unidad.
Sin embargo, debemos recordar, que el juzgador no conoce nada respecto de los hechos
que recién se van a exponer, por lo cual la teoría del caso se constituye en el primer
desafío en el juicio y en consecuencia dará las pautas para todo el desempeño.

Ofrecer la prueba que se propondrá para sustentar la teoría del caso.- Se trata de hacer
una sencilla enunciación de las pruebas en relación solo a las que verdaderamente se
van a presentar. Por ejemplo, “con el testimonio del médico legista Dr. Alberto Rosales
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George, la Fiscalía probará que la víctima falleció como consecuencia de una herida con
arma punzocortante que le comprometió el corazón”.

No se trata de realizar argumentaciones sobre la prueba, pues ésta aún no ha sido


propuesta. Tampoco debe exagerarse ofreciendo pruebas que no se va a poder
presentar, ya que se incurriría en una falta de credibilidad para ante el juzgador,
debilitándose el caso.

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

Breve enunciación de los fundamentos jurídicos.- Sin entrar a realizar argumentaciones


jurídicas, las partes deben hacer una enunciación de las normas adjetivas o sustantivas
que fundamentan su teoría del caso.

Ejemplo, la defensa dirá, sin mayores detalles: “señores jueces, esto no se trata de un
caso de asesinato, como lo afirma la Fiscalía, sino un caso de legítima defensa al que se
refiere el Art. 33 del Código Orgánico Integral Penal”. Los elementos objetivos y
subjetivos de dicha disposición jurídica, deben ser demostrados en la etapa de la prueba
y explicados en el alegato de clausura.

Conclusiones.- Sobre la parte final del alegato de apertura, Blanco, citado por Neyra
(2010), señala:

Para el final de la presentación del alegato de apertura, además de las


conclusiones y peticiones, se debe terminar refiriéndose nuevamente al lema del
caso, además se puede colocar una idea nueva vinculada a una máxima de la
experiencia a la que se puede asociar el caso o mencionar algún aspecto
particular sobre la víctima o el acusado, según el caso, que predisponga
favorablemente al juzgador. (p. 815)
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8.4. Subtema 4: Recomendaciones Estratégicas para el


Alegato de Apertura
Se recomienda que el alegato de apertura que contenga todos los elementos
estructurales antes explicados, no exceda de unos diez minutos, dentro de los cuales el
mismo Neyra recomienda utilizar los siguientes aspectos estratégicos:

a. Que sea lo más breve posible, en razón de que el ser humano tiene una
capacidad de atención y concentración limitada.
b. Solo se debe prometer, lo que se cumplirá.
c. Ayuda audiovisual, recurriendo a la tecnología especialmente en los casos
complicados.
d. Anticipar las propias debilidades explicándolas de manera coherente, como por
ejemplo, cuando un testigo tiene antecedentes, presentándolo como tal, para
que la otra parte no aproveche la situación y cuestione la alegación inicial.
e. Claridad, para lo cual debe utilizarse un lenguaje comprensible y sencillo, sin
muchos tecnicismos.
f. Iniciar el alegato refiriéndose al lema -o tema- del caso.
g. Conectar las primeras ideas con el nombre de la víctima o del acusado.
h. Mostrar una persona u objeto que genere impresión en el tribunal, como la foto
de la víctima o el arma con la que se le quitó la vida.
i. Utilizar alguna referencia o un tema metajurídico.
j. Tener cuidado con los detalles.
k. Terminar refiriéndose nuevamente al lema del caso.
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Finalmente, se debe tener bien en claro, que Neyra también indica que el alegato de
apertura no es un ejercicio de retórica u oratoria; no es un alegato político ni menos
emocional; no es un ejercicio argumentativo; y, no es una instancia para dar opiniones
personales.

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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

9. A Modo de Cierre
Para un abogado de éxito no es suficiente adquirir conocimientos sobre técnicas de
oralidad a través de la observación de aciertos o desaciertos de sus colegas en los
estrados. Eso haría formarlos como abogados “rústicos”. Es necesario que ese
aprendizaje se lo logre en forma técnica, como lo hace un escultor al tallar una roca. En
tal sentido el alegato de apertura es una técnica de la litigación oral que una vez
adquirida permite tomar ventaja sobre el antagonista en el juicio, siendo más
contundente desde el inicio de la contienda judicial y con la más alta probabilidad de
mantener ventaja hasta el final del caso.
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10. Actividad Sincronica


En el rol que presentó su teoría del caso en las actividades de la unidad 1.1. el
maestrante elaborará su alegato de apertura, con la estructura técnica aprendida en
clase.

11. Actividad Asincronica


Los maestrantes deberán concurrir a los Tribunales de Garantías Penales a observar el
desarrollo de una audiencia de juicio donde deberán identificar si al momento de
presentar los alegatos de apertura la fiscalía o la defensa técnica lo hicieron en base a
la siguiente estructura técnica aprendida en el aula:
Tema > Teoría del caso > Ofrecimiento de pruebas > Enunciación de fundamentos
jurídicos > Conclusiones

12. Material Complementario


▪ Blog de Derecho Penal de Marco Ordeñana Baldeón.
https://marcoordenana.blog/
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Unidad 1 I Teoría del Caso y Alegato de Apertura

13. Bibliografía
» Baytelman, A. y Duce, M. (2006). Litigación Penal y Juicio Oral. Chile:
Universidad Diego Portales.

» Código Orgánico Integral Penal. (2022). Ecuador: Corporación de Estudios y


Publicaciones.
» León, V. (2005). El ABC del Nuevo Sistema Acusatorio Penal. El Juicio Oral.
Bogotá: ECOE Ediciones.
» Neyra, J. (2010). Manual del Nuevo Proceso Penal & de Litigación Oral. Perú:
Editorial Moreno S.A.
» Pérez, E. (2012). Los fundamentos de la defensa penal. Una guía para enfrentar
la práctica penal y el desarrollo científico del abogado penalista. Colombia:
Editorial Temis.
» Ramírez, Y. (2005). La oralidad. Sistemas acusatorios y juicio oral. Bogotá:
Editorial Aurora.
» Moreno, L. (2012). Teoría del Caso. Argentina: Ediciones Didor.
» Neyra, J. (2010). Manual del Nuevo Proceso Penal & de Litigación Oral. Perú:
Editorial Moreno S.A.
» Peña, A. (2011). Derecho Procesal Penal. Sistema acusatorio. Teoría del caso y
técnicas de Litigación Oral. Tomo I. Perú: Editorial Rodhas.

» Peña, A. (2011). Derecho Procesal Penal. Sistema acusatorio. Teoría del caso y
técnicas de litigación oral. Tomo II. Perú: Editorial Rodhas.
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» Vial, P. (2008). Técnicas y fundamentos del contrainterrogatorio en el Proceso


Penal Chileno. Chile: Editorial Librotecnia.

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