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Carátula

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ÍNDICE

ORGANIZACIÓN DEL MÓDULO ............................................................................................................ 3

OBJETIVO GENERAL .................................................................................................................................. 3

TEMA 1: Teoría del caso ......................................................................................................................... 5

1.1 Concepto ......................................................................................................................................... 8

1.2 Presupuesto para elaborar la teoría del caso ............................................................................. 9

1.3 Características de la teoría del caso ............................................................................................ 9

1.4 Utilidad e importancia de la teoría del caso ............................................................................. 12

1.5 Elementos constitutivos de la teoría del caso ............................................................................ 14

1.6 Herramientas que facilitan el proceso de comunicación al tribunal de nuestra teoría del
caso .....................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................... 25

TEMA 2: Técnicas de litigación oral ................................................................................................ 29

2.1 El alegato de apertura.................................................................................................................. 33

2.2 Examen y contraexamen de testigos y peritos.......................................................................... 44

2.3 Las objeciones .............................................................................................................................. 116

2.4 La prueba material ...................................................................................................................... 130

2.5 La prueba nueva. ........................................................................................................................ 139

2.6 El alegato de clausura ................................................................................................................ 140

TEMA 3: Recomendaciones ....................................................................................................................... 147

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Ahora, lo invitamos a dar inicio al estudio de este módulo.

IMAGEN

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Ahora, demos inicio al tema 1, Teoría del caso, desarrollando las actividades que acompañan a
los contenidos, como facilitadoras de su aprendizaje.

El advenimiento del procedimiento penal acusatorio oral de marcado contenido “adversarial” ha


significado un cambio sustantivo en la forma de apreciar el rol de los abogados litigantes en el
proceso penal. En efecto, hoy, el litigante fiscal o defensor ha de asumir un papel relevante en la
tarea de litigar una causa en sede penal con miras a un eventual juicio oral.

Es en los litigantes en quienes descansa, en mayor o menor medida, en el nuevo proceso penal, la
obligación de plantear una versión respecto de los hechos que han gatillado el conflicto penal
ante el tribunal que debe conocerlo y resolverlo; más aún en ellos recae también la obligación de
acreditar ese relato o versión a través del desarrollo de la investigación necesaria para recopilar
los antecedentes probatorios que la sostengan y de la presentación o producción de la evidencia
admisible y pertinente que corresponda en la audiencia de juicio oral.

Nos encontramos, actualmente, inmersos en un proceso penal donde el rol de los litigantes se ha
realzado, particularmente el de quien debe efectuar la investigación tendiente a acreditar el
hecho punible y la participación, como es el fiscal del Ministerio Público. En su tarea de investigar,
recopilar antecedentes probatorios y acreditar, si fuere el caso, en juicio su versión de lo
acontecido, los litigantes deben adoptar una serie de decisiones, todas ellas de carácter
estratégico, destinadas a determinar cuál es la manera más eficiente y eficaz de presentar su
versión de cómo ocurrieron los hechos ante un tribunal penal, con el propósito de obtener una
sentencia favorable a sus pretensiones.

Esta visión estratégica de la litigación oral es precisamente la que obliga a los litigantes a la hora
de abocarse al estudio de una causa penal a planificar con un sentido estratégico todos los pasos
que deben realizar durante el curso del proceso con miras a un eventual juicio oral. Esa
planificación estratégica es la que denominaremos teoría del caso1.

1 Estrategia: conjunto de reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento. Diccionario de la Lengua Española.

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1.1 Concepto

Se ha señalado que es una simple, lógica y persuasiva historia sobre lo que realmente
sucedió, desde nuestro propio punto de vista. Debe ser consistente con la evidencia no
controvertida y con nuestra propia versión de la evidencia controvertida y la aplicación
del derecho sustantivo2.

Para otros es el planteamiento que la acusación o la defensa hacen sobre los hechos
penalmente relevantes, las pruebas que los sustentan y los fundamentos jurídicos que los
apoyan3.

Es la idea básica y subyacente a toda la presentación en juicio que no solo explica la


teoría legal y los hechos de la causa, sino que vincula la evidencia tanto como es posible
dentro de un todo coherente y creíble4.

Idea importante

Es una herramienta que nos apoya en nuestro trabajo de determinar de qué


manera podemos planificar la presentación de nuestro caso y la prueba que
lo sostiene ante un tribunal.

La teoría del caso tiene como supuesto básico que hay mejores formas de preparar un
caso para ser litigado en un proceso penal. Por ello, es importante establecer qué pasos y
de qué manera deben abordarse el estudio y preparación de una causa penal que será
litigada en sede penal, sea para resolverla en forma anticipada al juicio o para decidir que
la mejor opción es precisamente llevarla a juicio oral.

A veces, no basta tener la razón para necesariamente tener que


ganar un juicio

2 MAUET, Thomas A. Trial Techniques. 7ma. Edición. New York: Wolters Kluwer Law & Business, Aspen Publishers, 2007, p. 491.
3 Técnicas del Proceso Oral En El Sistema Penal Acusatorio Colombiano, Manual general para operadores jurídicos; USAID
Programa de Fortalecimiento y Acceso a la Justicia, Bogotá, Ingeniería Gráfica, 2005, p. 102.
4 El concepto es de Pablo Talavera Elguera, citado en MÁVILA LEÓN, Rosa. El Nuevo Sistema Procesal Penal. Lima: Jurista
Editores, 2005, p. 141.

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1.2 Presupuesto para elaborar la teoría del caso

Un fiscal, para enfrentar con seriedad y profesionalismo la tarea de construir su teoría del
caso, debe conocer íntegramente y con detalle todo el caso. Por ello, es consustancial a
la idea de teoría del caso la labor investigativa de las partes5.

Mientras más acuciosa, técnica y completa sea nuestra investigación, mejores serán los
insumos que dispondremos para elaborar nuestra teoría del caso.

La investigación efectuada por el Ministerio Público presenta la particularidad de que es


una investigación reglada en el nuevo proceso penal acusatorio. En efecto y en primer
lugar, la investigación efectuada por la fiscalía debe hacerse con estricta sujeción al
principio de objetividad y, en segundo lugar, con respeto a los derechos humanos y la
dignidad de las personas que están siendo indagadas; en definitiva, la persecución penal
debe aceptar los límites que le impone un estado de derecho al poder punitivo del
estado6.

1.3 Características de la teoría del caso

A continuación, le presentamos un esquema sobre las características a considerar en la


teoría del caso para luego pasar a desarrollar cada una de ellas.

5 En el mismo sentido, Defensoría del Pueblo. La teoría del caso. Imprenta Nacional Colombia, p. 18, donde se resalta el
derecho tanto de la fiscalía como de la defensa de adelantar su propia investigación, s/año.
6 Ibídem, pp. 19 y 22.

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a. Se elabora desde el inicio de la persecución penal7

El fiscal debe comenzar a elaborar su teoría del caso al menos con carácter
provisional desde el primer momento que tiene contacto con los hechos del caso.
Desde ese instante, con la información con la que cuente, deberá formular una o más
hipótesis de trabajo, las cuales deberá someter permanentemente a un test de
consistencia con las evidencias y avances de la investigación hasta optar por una sola
versión que explique los hechos al concluir su investigación, la que consignará en su
escrito de acusación8.

Se puede comenzar el trabajo investigativo con más de una hipótesis explicativa de lo


ocurrido, las cuales deben decantar en una sola al momento de decidir acusar al
imputado.

b. Se elabora teniendo a la vista un juicio oral, aunque este no se realice

La elaboración de la teoría del caso supone tener a la vista la posibilidad que,


respecto del caso concreto que estamos preparando, se realice un juicio oral; por lo
tanto, debemos hacer todo nuestro trabajo bajo los estándares exigibles en un juicio
oral, aun cuando la causa, en realidad, termine anticipadamente sin llegar a él.

Como dicen algunos autores, el juicio oral es el eje central del proceso, no porque
toda investigación deba terminar en un juicio oral, sino porque las decisiones más
importantes del proceso deben ser asumidas en función de lo que se conseguiría en el
juicio oral9.

Elaborar la teoría del caso teniendo en consideración los estándares probatorios del
juicio oral permite al fiscal decidir si la mejor solución del caso concreto es litigarlo en
juicio o terminarlo anticipadamente.

c. Es única

El relato fáctico que sostendremos ante los jueces debe ser uno solo. No es razonable
plantear relatos alternativos10 o subsidiarios, y menos cuando ellos son incompatibles,
como ocurriría en el caso de que un fiscal sostenga que un hecho es constitutivo de
dos tipos penales cuyas exigencias de conducta sean incompatibles. Todo ello podría
mermar su credibilidad ante los jueces.

7 PEÑA GONZÁLEZ, Óscar. Técnicas de Litigación Oral; Lima: Apecc, 2008, p. 146 donde se señala que la teoría del caso se
construye desde el momento en que las partes tienen conocimientos de los hechos.
8 En igual sentido, Talleres de capacitación “Nuevo Proceso Penal Acusatorio”, Ministerio Público, Fiscalía de la Nación y
Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, Módulo 1: Teoría del caso y mecanismos de investigación
criminal. Lima, 2008, p. 2.
9 Así, ORÉ GUARDIA Arsenio y LOZA ÁVALOS, Giulliana, en su artículo “Teoría del caso”; http://sts.col.gob.mx/sts/archivos
/teoriadelcasoperu.pdf.
10 Lo mismo señala, NEYRA FLORES, José Antonio. Manual del nuevo proceso penal & de litigación oral. Lima: Editorial
Idemsa, 2010, p. 734.

10
Es el fiscal el que investiga y reúne los antecedentes que le permiten sostener una
determinada pretensión punitiva; por ello, no es aceptable, desde una perspectiva
lógica, que haga planteamientos incompatibles entre sí, ni desde el ángulo de la
credibilidad de su tesis que sostenga más de una hipótesis fáctica al tribunal para
explicar los hechos.

La litigación en juicios orales exige al fiscal tomar decisiones cuando investiga una
causa para determinar cuál es el camino más acorde con los antecedentes del caso y
las políticas de persecución penal de su institución.

d. Es simple11

La idea es construir una teoría del caso, que sea posible de ser planteada de manera
breve y ser aceptada sin tener que realizar por parte de los jueces profundos o
complejos razonamientos jurídicos12.

Una construcción simple nos permitirá manejar de mejor manera los temas de
subsunción de los hechos del caso en la normativa jurídica aplicable y también nos
facilitará la tarea de buscar la evidencia necesaria para acreditarla. Por el contrario,
una teoría del caso muy compleja nos implicará mayores esfuerzos particularmente
probatorios, arriesgando con ello una sentencia desfavorable ante un tribunal.

e. Comprende la mayor cantidad de hechos del caso13

La versión del litigante presentada al tribunal debe dar cuenta del mayor número de
hechos comprendidos en el caso, sin dejar cabos sueltos o circunstancias fácticas
relevantes sin una justificación razonable14. Así, por ejemplo, puede haber un hecho
negativo para la tesis fiscal y lo que se espera es que el fiscal, al presentar su caso, no
solo se refiera a los hechos buenos para sus tesis, sino que genere una explicación
razonable para los negativos.

f. Es verosímil15

Queremos expresar, con ello, que la teoría del caso debe construirse por el litigante
pensando en que ella sea razonable, aceptable y creíble para el tribunal, aún en
abstracto, es decir, antes de presentar al tribunal la prueba que la justifica.

11 NEYRA FLORES, José Antonio, ob. cit., p. 734, alude a lo mismo utilizando la característica de sencilla.
12 ROSAS YATACO, Jorge. Derecho Procesal Penal con aplicación al nuevo proceso penal. Lima: Jurista Editores, 2009, p.
615, quien señala que los elementos que la integran deben ser claros y sencillos, sin acudir a raciocinios avanzados o
complejos.
13 NEYRA FLORES, ob. cit. p. 734. Alude a esta característica señalando que la teoría del caso debe ser omnicomprensiva.
14 Los mismo se señala en BLANCO SUÁREZ; Rafael y otros. Litigación Estratégica en el Nuevo Proceso Penal. Santiago de
Chile: Editorial Lexis Nexis, 2005, p. 21.
15 Ibídem, p. 22.

11
La credibilidad de nuestra teoría del caso en juicio se empieza a construir en el
alegato de apertura, es decir, antes de producir nuestra prueba.

Para lograr que el tribunal esté predispuesto a aceptar nuestra versión de los hechos
antes de que rindamos nuestra prueba, nuestro relato debe haberse construido
teniendo en cuenta su correspondencia con los principios de la lógica, las máximas de
la experiencia, el sentido común y los conocimientos científicamente afianzados. Tales
elementos se constituyen en una herramienta que utilizarán los jueces para evaluar la
credibilidad de nuestro caso, por lo que, si somos capaces de hacer compatible
nuestro relato con ellos, el tribunal estará más predispuesto a aceptar nuestra tesis,
pues se corresponde a lo que su experiencia y conocimientos acumulados le han
enseñado.

g. Es flexible16

Si bien la teoría del caso debe ser única, no debe tener una rigidez tal que impida al
litigante adaptarse a los imponderables del juicio oral. En efecto, en el juicio oral,
pueden ocurrir acontecimientos no previstos adecuadamente o desconocidos para el
litigante y este deber ser capaz de reaccionar adecuadamente adaptándose a la
nueva realidad que le imponen esos sucesos.

La teoría del caso deber ser lo suficientemente flexible para adaptarse o comprender
los posibles sucesos del juicio, no planificados o esperados por el litigante, sin cambiar
radicalmente, porque el cambio de teoría del caso reduce la credibilidad de quien la
formuló17.

h. Tiene suficiencia jurídica

Con ello, se quiere significar que la teoría del caso formulada debe satisfacer todos y
cada uno de los elementos jurídicos implícitos en ella. Así, debe ser capaz de dar
cuenta de todos los elementos de la conducta punible y de la culpabilidad18.

1.4 Utilidad e importancia de la teoría del caso

Citando a Neyra Flores, podemos señalar que la teoría del caso se erige como el
instrumento más importante para organizar nuestro desempeño en el proceso penal
porque constituye la estrategia, plan o visión que tiene cada parte sobre los hechos que va
a probar, teniendo como elementos fundamentales las afirmaciones de hechos relevantes,
el derecho aplicable y los medios probatorios que sustentan tales afirmaciones19.

16 La misma exigencia formula ROSAS YATACO, ob. cit., p. 615.


17 Ministerio Público, Fiscalía de la Nación y Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, ob. cit., p. 3.
18 Ibídem.
19 NEYRA FLORES, ob. cit., p. 733.

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En cuanto a su utilidad, debemos señalar que la teoría del caso debe transformarse en el
mapa o guía de todas nuestras actuaciones dentro del proceso penal, no solo en el
eventual juicio oral. En efecto, es precisamente la teoría del caso la que ilustrará al fiscal
respecto de la conveniencia o no de llevar una causa a juicio o de negociar con la
defensa una salida diferente al juicio oral, y en el evento que decida negociar los términos
de esa negociación fundado en el conocimiento de las fortalezas y debilidades de su
caso.

Como dice Neyra Flores, todas nuestras actuaciones, dentro del juicio oral, deben ser
coherentes y funcionales a nuestra teoría del caso; así cuando examinamos a nuestros
testigos y peritos, o a los de nuestra parte contraria, objetamos o presentamos pruebas
materiales, debemos tener en mente de qué manera nuestras actuaciones refuerzan
nuestra teoría del caso y debilitan la de la parte contraria, siendo que en la medida que
cumplan esas funciones serán efectivas20.

La teoría del caso es una herramienta de estrategia para planificar e ilustrar todas nuestras
actuaciones dentro del proceso penal.

En concreto, la elaboración de la teoría del caso nos servirá entre otras cosas para:

Elaborar una versión sostenible en juicio sobre cómo acaecieron los hechos que
motivan el proceso penal.
Determinar los elementos normativos implícitos en nuestra versión de los hechos.
Seleccionar la evidencia pertinente y admisible para acreditar nuestra versión fáctica
ante un tribunal en un juicio oral.
No basta con que el fiscal cuente con antecedentes investigativos que justifiquen la
imputación por él sostenida, sino que debe, además, verificar que esos antecedentes
aporten al esclarecimiento de los hechos del juicio y que se hayan obtenido
legítimamente sin vulnerar las garantías individuales, pues, de lo contrario, no podrá
utilizarlos en el juicio oral.

Organizar la presentación de nuestra evidencia en juicio para ser más persuasivo21.


Se trata, por una parte, de determinar cuál es el orden de presentación de la
evidencia que más favorece a generar convicción en el tribunal y, por otra parte,
cómo se extraerá la información de esas fuentes de prueba, cronológicamente o
temáticamente22.
Elaborar nuestros alegatos, tanto el de apertura como el de clausura23.
En el alegato de apertura, señalaremos al tribunal sintéticamente cuál es nuestra
versión de los hechos, cómo la acreditaremos y cuáles son las consecuencias
jurídicas que buscamos en el proceso.

La teoría del caso es la esencia del alegato de apertura que permite organizarlo
lógica y persuasivamente en sus aspectos fácticos, probatorios y jurídicos24.

20 Ibídem; OB. CIT. pp. 733 y 734.


21 Ministerio Público, Fiscalía de la Nación y Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, ob. cit., p. 6.
22 NEYRA FLORES, ob. cit., p. 736.
23 NEYRA FLORES, ob. cit., p. 735.

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En el caso del alegato de clausura, haremos una argumentación de cómo aquello
que prometimos hacer en la apertura se ha logrado. Para ello, nos remitiremos a la
prueba rendida en el juicio señalando, como ella acreditó, suficientemente las
afirmaciones de hecho en que se sostiene nuestra teoría del caso.

Determinar cuáles son los objetivos estratégicos que debemos alcanzar al ejecutar
las técnicas de litigación oral.
Las técnicas de litigación oral, como veremos más adelante, se caracterizan por ser
neutras; es decir, nos enseñan cómo hacer algo, pero no nos señalan explícitamente
con qué sentido estratégico las debemos utilizar en un caso particular. Así, por
ejemplo, si estudiamos examen directo o interrogatorio, sabremos qué tipo de
preguntas se pueden utilizar con los testigos o peritos propios, pero no nos orientará
en lo más importante en un juicio concreto y real, que es saber qué debemos
preguntar.
Es precisamente la teoría del caso la que nos ilustrará en el caso concreto sobre qué
preguntas en particular debemos hacer en nuestros exámenes y contraexámenes
para poder acreditar aquellas afirmaciones de hecho que constituyen nuestro relato
fáctico o cuáles son las interrogantes que nos permitirán controvertir la tesis de la
contraparte.
Permite decidir fundadamente la mejor estrategia para un caso concreto25.
Del profundo conocimiento del caso que nos proporciona la elaboración de nuestra
teoría del caso, podremos identificar cuáles son nuestras fortalezas y debilidades a la
hora de enfrentar un hipotético juicio oral, lo que nos permitirá decidir
justificadamente si la mejor opción es terminar anticipadamente la causa
entregándonos los criterios de negociación con la contraparte o si lo que
corresponde con esa causa en particular es su litigación en juicio oral.

1.5 Elementos constitutivos de la teoría del caso

Para la elaboración de la teoría del caso, el litigante deberá, en primer lugar, discernir
cuáles son los componentes propios de un litigio en general, que, por cierto, también los
encontraremos cuando ese litigio tenga carácter penal.

24 Ministerio Público, Fiscalía de la Nación y Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, ob. cit., p. 5.
25 Ministerio Público, Fiscalía de la Nación y Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, ob. cit., p. 7. Donde
se señala que, con un buen diseño de la teoría del caso, el fiscal está en capacidad de identificar cuál es su mejor
posibilidad de acusación.

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En efecto, en todo conflicto penal, por regla general, vamos a encontrar tres
componentes, a saber: uno fáctico, relativo a los hechos del caso; otro jurídico, vinculado
fundamentalmente al derecho sustantivo aplicable al caso; y, finalmente, uno probatorio,
vinculado esencialmente a la evidencia que se utilizará para acreditar la versión de hecho
sostenida por la parte ante el tribunal.

Cada uno de estos componentes debe ser analizado y trabajado por el litigante para
construir en definitiva un todo armónico que le permita estar en condiciones de sostener
una versión de lo ocurrido ante el tribunal penal, acreditarla conforme a los estándares
probatorios del proceso y obtener una sentencia favorable a las pretensiones jurídicas
planteadas en su acusación.

1.5.1 El componente fáctico

El primer eslabón en la construcción de la teoría del caso está en el conocimiento


que tenga el litigante de los hechos que configuran el caso. La posición que se
adopte frente a los hechos del caso será determinante en las posibilidades de
éxito que se tendrán en un real o hipotético juicio oral. En la medida de que
nuestro conocimiento es más completo y profundo, estaremos en mejores
condiciones de adoptar decisiones sobre cómo establecer nuestra estrategia
para enfrentar el caso con miras a su litigación en juicio.

Para la fiscalía, esta labor de esclarecimiento y establecimiento de los hechos


relevantes del caso es esencial toda vez que ella siempre debe sostener una
versión de los mismos ante el tribunal, pues a ella, en el nuevo proceso penal, le
corresponde la carga de probar la imputación penal. No ocurre lo mismo con la
defensa, la cual puede renunciar a estructurar un relato alternativo al sostenido
por la fiscalía y construir su estrategia de defensa basada en la confrontación de

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la tesis fiscal y en la insuficiencia probatoria de las evidencias presentadas por la
fiscalía26.

a. ¿Todos los hechos del caso se integran en la teoría del caso?

Es importante resaltar aquí que no se trata de reconstruir íntegramente todo


lo que ocurrió en un momento y lugar determinados. Ello sería
prácticamente imposible dadas las características de concentración del
juicio por una parte y por ser, además, innecesario para obtener una
sentencia favorable. De lo que se trata es de establecer aquellos hechos
que configuran la versión que sostendremos ante el tribunal, que presentan
las características de ser hechos jurídicamente relevantes, es decir que de
ellos se desprenden ciertas consecuencias jurídicas buscadas y sostenidas
por los litigantes o que aportan a la credibilidad de otros hechos
jurídicamente relevantes.

Ejemplo: un testigo nos puede decir en juicio que vio a Juan disparar dos
veces al pecho de María, con lo que nos entrega un hecho jurídicamente
relevante, pues se refiere a uno de los elementos que configura el tipo legal
de homicidio.

No todas las circunstancias en las que se desarrollaron los acontecimientos


del caso pueden constituirse en hecho a ser considerados en la
construcción de la teoría del caso. Solo son válidos los hechos jurídicamente
relevantes que puedan ser verificados y comprobados27.

b. ¿Cómo elaboramos nuestra versión de los hechos?

Para elaborar el relato que dé cuenta de los hechos relevantes


jurídicamente del caso, se recomienda recurrir, entre otras, a las siguientes
herramientas:

La lluvia de ideas28

En primer lugar, recomendamos que el litigante se reúna con varias


personas, sean o no abogados, y proceda a contarles todos los hechos
del caso de los cuales tiene conocimiento en virtud de su labor
investigativa. Debe tratar de ser lo más exhaustivo posible y no distinguir
sobre si los antecedentes fácticos que menciona son o no útiles a una
hipótesis propia de la persecución penal.

26 Algunos denominan a esta estrategia defensiva de refutación sin exposición de contrahipótesis; así ocurre en REYNA
ALFARO, Luis Miguel. Litigación estratégica y técnicas de persuasión aplicadas al nuevo proceso penal. Editora Jurídica
Grijley, 2009, pp. 115 y 116.
27 En igual sentido, Defensoría del Pueblo. La teoría del caso. Imprenta Nacional Colombia, p. 52.
28 Para ver en detalle el proceso de lluvia de ideas. NEYRA FLORES, ob. cit., pp. 745-746.

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A continuación, solicitará a los asistentes que, a partir de esa
descripción de los hechos, elaboren un relato breve que sintetice lo
ocurrido y, a continuación, a partir de ese relato o hipótesis de trabajo,
les pedirá que clasifiquen los hechos del caso en relación a ese relato o
hipótesis de trabajo. Cabe destacar que, al menos en esta etapa inicial,
es posible configurar más de una hipótesis de trabajo, las que luego, al
ser analizadas y evaluadas por el fiscal, debieran llegar a constituir en
definitiva una sola tesis de acusación.

La clasificación de los hechos

Se deben confeccionar, al menos, tres listados de hechos con quienes


participan en la lluvia de ideas; se debe distinguir, entre ellos, según si
son o no favorables para la tesis planteada o posibles de ser trabajados
o afectados por el litigante. Así, obtendremos la siguiente clasificación:

Hechos buenos
Estará constituido este listado por todos aquellos hechos que son
favorables a la hipótesis de persecución penal formulada. Su
identificación es de la mayor relevancia, pues es en torno a esos
hechos que se estructurará la versión definitiva que deba elaborar
el litigante para explicar al tribunal cómo ocurrieron los hechos del
caso.

A partir fundamentalmente de estos hechos positivos, el litigante


deberá construir las afirmaciones que sostendrá en juicio dando
cuenta de ellos. Siguiendo nuestro ejemplo, un hecho es que Juan
disparó a María; el hecho positivo es que, en ese momento, estaba
presente Pedro, quien podrá afirmar en el juicio que vio a Juan
cuando disparaba a María.

Los hechos positivos pueden referirse a la acreditación del hecho


punible, a la participación, o a dar credibilidad a otros hechos29.

Hechos negativos
Serán aquellos que no favorecen o perjudican la tesis o hipótesis
formulada en la lluvia de ideas. En nuestro ejemplo, si bien Pedro se
encontraba en el lugar en que Juan disparó a María, en ese
instante, estaba ocupado mirando hacia otro lugar, las condiciones
de visibilidad no eran buenas, etcétera.

La idea, con estos hechos identificados a prima facie como


negativos, es ver si existe la posibilidad de neutralizarlos o
derechamente transformarlos en un hecho positivo para nuestro
relato.

29 Ejemplos de esto último sería la luminosidad de un lugar, la distancia entre un testigo, el lugar específico en que ocurrió
un hecho, etcétera.

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Hechos inamovibles
Se trata de aquellos hechos positivos o negativos que presentan la
particularidad de que nos son susceptibles de ser modificados por
los litigantes, sea a través de una interpretación distinta de los
mismos o de los indicios de los cuales se desprenden, o mediante la
presentación de pruebas que los desacredite directamente o a la
fuente de información de la cual provienen. En nuestro ejemplo, es
la existencia del cadáver de María.

Estos hechos siempre deben ser incorporados al relato del litigante


a ser presentado ante el tribunal, aun en el evento de que sean
hechos negativos. Si tuvieren tal carácter, deberemos elaborar una
justificación o explicación para ellos. No debemos olvidar que el
juicio es uno solo y el tribunal conocerá en él de todos los hechos
relevantes del caso que acrediten las partes, no solo los propuestos
y acreditados por uno de ellos.

Estratégicamente, siempre es más creíble una explicación surgida


del propio litigante que conoce las debilidades de su caso, que
una justificación surgida luego de que nuestra debilidad es
develada por la contraria.

Análisis de la suficiencia de nuestra versión

No necesitamos cualquier versión de los hechos acontecidos, sino una


que debe ser capaz de persuadir y generar convicción en los jueces.

Una vez elaborada nuestra versión sobre cómo ocurrieron los hechos,
procederemos a someterla a un primer test de calidad consistente en
verificar si ella es capaz, por una parte, de responder las interrogantes
fundamentales que cualquier persona y por lo mismo un juez se haría
frente a nuestro relato y, por otra parte, comprobar la compatibilidad
de nuestra versión con aquellos elementos que configuran el método y
límites que tienen los jueces para resolver los conflictos penales y fundar
sus fallos. Nuestra versión de los hechos deber ser capaz de:

Contestar las preguntas que todos nos haríamos frente a una


historia.

Cada vez que una persona se enfrenta a una historia o versión de


hechos, tiende naturalmente a buscar en ella una respuesta para
una serie de preguntas que naturalmente surgen para poder
comprenderla y poder hacer un juicio de credibilidad de la misma.

Entonces, el relato debe dar una respuesta satisfactoria para el


tribunal sobre las siguientes interrogantes:

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¿Quién? Identifica al sujeto activo o agente.

¿A quién? Nos precisa al beneficiado o perjudicado.

¿Qué? Indica la acción realizada.

¿Cómo? Ilustra sobre la manera en que ocurrieron los hechos.

¿Con qué? Indica los instrumentos utilizados.

¿Cuándo? Permite determinar el espacio temporal de ocurrencia de


los hechos.

¿Dónde? Ilustra la ubicación espacial.

¿Cuánto? Indica cantidad.

¿Para qué? Alude a la finalidad o motivo perseguido.

¿Por qué? Nos alecciona sobre la causalidad de los hechos, la causa


o razón que da origen a la acción u omisión.

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