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1.

EL CONTRATO DE DERECHO PRIVADO, DE DERECHO SOCIAL Y


DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.

1.1. EL CONTRATO DE DERECHO PRIVADO

Estos tipos de contratos son caracterizados por la manifestación de


voluntad proveniente de las partes contratantes, los cuales pueden
ser uno o más, también pueden llevarse a cabo entre privados, pero
también con una entidad pública, puesto que este tipo de actos tiene
una consecuencia jurídica, la cual es que se crea un vínculo o
relación jurídica entre estas al momento de celebrar dicho contrato.

Se ha mencionado que estos tipos de contratos se puede llevar a


cabo con una entidad pública; sin embargo, también es importante
recordar que, para la celebración de un contrato, ambas partes
deben ser equivalentes (iguales), por lo que la entidad pública deberá
“deslindarse de su facultad de “imperio”, para que así pueda
colocarse en un plano de igualdad jurídica con su cocontratante”
(Aníbal, 2012, p. 152 pp. 5)

El acto jurídico o “negocio jurídico”, como lo llama el jurista Aníbal


Torres, es aquel que es celebrado es un ámbito de igualdad y es
debido a ello que se debe hacer esta desvinculación de la facultad
imperativa de las entidades estatales, como ya se mencionó, todo
esto para formar vínculos y/o relaciones jurídicas de coordinación, las
cuales estarán reguladas bajo el Derecho Privado, ya sea el Código
Civil, Leyes Comerciales, Leyes Tributarias, entre otros.

1.2. EL CONTRATO SOCIAL

Para poder explicar el “Contrato Social”, primero debemos entender


el origen de esta palabra compuesta, la cual podemos encontrar en
el libro de Jean Jacques Rousseau titulado “El Contrato Social”. Es
importante mencionar que este no fue el que acuñó el término de
“Contrato Social”, pero sí fue aquel que lo popularizó en 1762,
cuando las ideologías que alimentaban a la Revolución Francesa
empezaban a madurar y tomar forma.

En breves cuentas lo que Rousseau nos transmite es que todos los


individuos nacemos con una libertad natural, la cual es de hacer lo
que desees hacer; sin embargo, esta libertad no sería la óptima para
formar una sociedad, puesto que solo generaría caos, ya que todos
buscarían sus propios intereses sin importarle el resto, es debido a
ello que nace este pacto social o “contrato social”, el cual no es más
que ceder o dejar de lado esa libertad natural de cada hombre, para
un bien o interés mayor, que en este caso está dictado por el Estado.
Este contrato que mucho más allá del carácter social, también tiene
carácter cultural, puesto para que este se halla forjado y fortalecido,
ha tenido que pasar ciertas circunstancias y sucesos donde se ha ido
puliendo cada vez más.

En otras palabras, este contrato no es más que obedecer las normas,


leyes, mandatos, etc, que se hayan impuesto por el Estado, para un
correcto funcionamiento del sistema en el territorio en el que se
encuentra el individuo.

Para mencionar un ejemplo de lo expresado por Rousseau, en el


primer Contrato Social en el Perú, el cual se dio a raíz de distintas
fuentes sociales e históricas, una de estas y la más importante es la
redacción de la Constitución de 1823; sin embargo, también hubo
sucesos socio-políticos que influyeron en gran medida, como lo son
1. la derrota de las insurrecciones indígenas y con esto la exclusión
de los indígenas como parte del proceso constituyente y 2. La
ascensión del grupo criollo nacional al poder de la nueva república.

Todo esto conllevo a la creación del Contrato Social Criollo, donde


prácticamente todo era en favor de las clases privilegiadas, dejando
de lado a los indígenas en todo tipo de participación constituyente.

Se puede evidenciar que el Contrato Social no siempre es el más


justo para todos los individuos, incluso en pleno siglo 21, donde en
los países de medio oriente no se tiene ni la mínima consideración
para con las mujeres; sin embargo, todos cumplen su papel, porque
están regidos para este tipo de contrato, el cual, como ya se
mencionó anteriormente, está regido bajo todas las normas, leyes,
mandatos que se hayan establecido, así como las costumbres de
dicho territorio.

1.3. EL CONTRATO DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

El contrato de Administración Pública, no es más que aquel contrato


en el cual una o más de las partes es, obligatoriamente, una entidad
de la Administración Pública (Entidad estatal).

Ahora, es importante señalar su existencia y separación de los otros


tipos de contratos que existen, puesto que estos sirven para cumplir
con los objetivos o fines que tiene el Estado en la Función
Administrativa, y justamente es debido a esto que tiene diferentes
instrumentos para lograr estos, como:
“1. La regulación normativa; mediante la
emisión de reglamentos. 2. La participación directa
en las actividades económicas o sociales; tales los
casos de creación de empresas del Estado o la
asignación de subsidios directos. 3. La ejecución
de su presupuesto por medios propios, dentro de lo
cual destaca el mecanismo denominado
administración directa. 4. La colaboración de
terceros; medio éste que comprende modalidades
de colaboración como la celebración de convenios
para el aporte en paralelo sobre temas de interés
común celebrados entre entidades públicas y
personas naturales o jurídicas privadas o entre
entidades públicas; así como los Contratos de la
Administración Pública de diverso objeto
contractual celebrados entre entidades públicas y
personas naturales o jurídicas privadas o entre
entidades públicas.” (Salazar, 2007)

Es importante también mencionar los principales objetos


contractuales, los cuales son:

a. La adquisición de bienes
b. Contratación de servicios generales
c. Contratación de servicios de consultoría
d. Contratación para ejecución de obras
e. Contratos de disposición de bienes del Estado
f. Contratos de concesión
g. Contratos de Personal

Cabe recalcar que cada contrato en específico está regulado por


distintas normativas, pero todas estas siguen un lineamiento general
para con la Administración Pública.

Finalmente es de vital importancia señalar las diferencias que hay


entre un contrato privado y uno de Administración Pública, donde una
diferencia que resalta a la luz se encuentra en el art. 1352 del Código
Civil y el art. 76 de la Constitución, donde en el primero indica que
para el perfeccionamiento de un contrato solo basta el
consentimiento de las partes, mientras que en la segunda se
consagra naturaleza de orden público de las normas que regulan la
contratación administrativa, razón por la cual su incumplimiento
acarrea en principio la invalidez de las actuaciones y el contrato
celebrado.

La otra diferencia recaería en el art. 1354 del Código Civil, donde


indica que las partes pueden determinar el contrato libremente,
siempre y cuando esta determinación no contravenga las normas
legales de carácter imperativo; sin embargo, en los Contratos de
Administración Pública, el contrato está determinado a los
lineamientos de esta última, la cual tiene que ceñirse a un conjunto
de normas especiales y un margen mínimo de negociación.
Conclusiones
1. Los contratos sociales buscan generalmente el bienestar o beneficio de
la sociedad; sin embargo, muchas veces este beneficio resulta
perjudicial e inclusive el mismo sistema en el que se plasma dicho
contrato resultaría inhumano para muchos de los individuos, por lo que
el Contrato Social no se debería tomar solo desde una postura de poder,
sino también de popularidad.

BIBLIOGRAFÍA.

Salazar, R. (2007). El Concepto y los Factores de los Contratos de la


Administración Pública como Referentes Necesarios para el
Desarrollo del Sistema de Contratación en el Perú. Revistas PUCP,
Lima, Perú.

Torres, A. (2012). Teoría General del Contrato. Tomo I. Instituto


Pacífico. Lima, Perú.

Cassagne, J. (2017). Derecho Administrativo. Tomo II. Palestra


Editores. Lima, Perú.

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