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RETROALIMENTACIÓN Y METACOGNICIÓN

EN LA EVALUCIÓN FORMATIVA
Es habitual que tanto padres como profesores generen inconscientemente prejuicios o
expectativas sobre sus hijos o estudiantes, por ello es importante cuidar el lenguaje para no
caer en un efecto pigmalión negativo.
Los estudiantes de las escuelas se encuentran en las edades decisivas en las que se crea su
personalidad y su auto-concepto, siendo cualquier mensaje recibido por sus padres,
entrenadores o profesores de vital importancia para el desarrollo de su autoestima. Si un
estudiante está continuamente escuchando por parte del profesor “este examen va a ser muy
difícil, si no sabes bien la lección, vas a desaprobar”, es posible que se cree un ambiente de
inseguridad y que, finalmente, desapruebe.
En cambio, si el estudiante recibe mensajes como “eres muy listo, este examen va a ser
fácil para ti”, el resultado podrá ser, seguramente, más alto. Recuerda que si un estudiante se
siente capaz de realizar algo, podrá lograr lo que se proponga.
Un contexto que promueve la autonomía, la percepción de ser capaz de hacer actividades
desafiantes y la sensación de pertenencia o conexión con otros, favorece la motivación y, de la
mano con ello, genera mayor compromiso, esfuerzo y mejores desempeños. Cuando los y las
estudiantes ven que avanzar en su aprendizaje es algo que pueden controlar porque entienden
qué hacer a continuación y perciben el apoyo del docente para hacer el intento, se sienten
motivados para dar esos pasos.
Para el logro de esto la retroalimentación cumple un rol fundamental, pues les permite
entender dónde están en su camino hacia el aprendizaje y, a la vez, desarrollar un sentimiento
de control sobre este. En la medida en que tienen más conciencia sobre su proceso de
aprendizaje y sobre cómo ir avanzando, pueden efectivamente progresar, sintiéndose de esta
manera más seguros y motivados, y más proactivos hacia aprender. Se crea de este modo un
círculo virtuoso, en el que las y los estudiantes son cada vez más capaces de persistir en tareas
exigentes y regular su propio esfuerzo y acciones cuando abordan nuevos retos de aprendizaje.
Como hemos venido mencionando a lo largo de la ESTACIÓN V, la evaluación formativa
potencia las posibilidades de interacción en el aula otorgando a los y las estudiantes un rol
central en su propio proceso de aprendizaje. Por ello, fomentar la capacidad de las y los
estudiantes de evaluarse a sí mismos y a sus pares de manera autónoma, precisa, respetuosa y
útil, permitiéndoles comprender dónde están y cómo progresar, es parte esencial del rol
docente.
Es justamente en este proceso en donde la METACOGNICIÓN cobra un rol fundamental. El
uso de habilidades metacognitivas nos permite obtener la información que necesitamos, ser
conscientes de nuestros pasos durante el proceso de solución de problemas y evaluar la
productividad de nuestro propio pensamiento (Acedo, 2003 en línea).

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¿Cómo deben ser los objetivos?
LA METACOGNICIÓN EN LA ESCUELA:
LA IMPORTANCIA DE ENSEÑAR A PENSAR
¿Por qué es importante la metacognición en el aprendizaje?

Tal vez la manera más obvia en que los expertos se diferencian de los novatos es que saben
más sobre el tema en que son expertos. Existen también, sin embargo, otras diferencias
importantes. Los expertos no sólo saben más, saben que saben más, saben mejor cómo
emplear lo que saben, tienen mejor organizado y más fácilmente accesible lo que saben y
saben mejor cómo aprender más todavía.
Existe una diferencia entre tener cierta información en la propia cabeza y ser capaz de
tener acceso a ella cuando hace falta; entre tener una habilidad y saber cómo aplicarla; entre
mejorar el propio desempeño en una tarea determinada y darse cuenta de que uno lo ha
conseguido. Es en parte el reconocimiento de esas diferencias lo que nos ha llevado a la idea
de la metacognición más específicamente, de un conocimiento, unas experiencias y unas
habilidades metacognitivos.
El conocimiento metacognitivo es el conocimiento sobre el conocimiento y el saber, e
incluye el conocimiento de las capacidades y limitaciones de los procesos del pensamiento
humano, de lo que se puede esperar que sepan los seres humanos en general y de las
características de personas específicas - en especial, de uno mismo - en cuanto a individuos
conocedores y pensantes.
Podemos considerar las habilidades metacognitivas como aquellas habilidades cognitivas
que son necesarias, o útiles, para la adquisición, el empleo y el control del conocimiento, y de
las demás habilidades cognitivas. Incluyen la capacidad de planificar y regular el empleo eficaz
de los propios recursos cognitivos (Brown, 1978; Scardamalia y Bereiter, 1985)
El aprendizaje metacognitivo puede ser desarrollado mediante experiencias de aprendizaje
adecuadas.

¿Cómo integrar las estrategias metacognitivas en el aula?

Para que los estudiantes puedan entender cómo funciona su propio pensamiento podemos
aplicar algunas estrategias metacognitivas en el aula:

1. Modelado metacognitivo (pensar en voz alta)


2. Uso de la instrucción en las estrategias metacognitivas en el aula.
3. Creación de un plan de estudios para atraer a los estudiantes
4. Integración de la evaluación del estudiante a través de preguntas. Hay dos tipos de
preguntas:
Convergentes: preguntas cerradas que requieren una respuesta específica
Divergentes: preguntas abiertas que pueden tener varias respuestas

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¿Cómo deben ser los objetivos?
5. Práctica guiada o independiente.
6. Potenciar la curiosidad.
7. Fomentar la autorregulación
8. Animar a probar diferentes formas de aprender

Sintetizando, una propuesta ya elaborada de evaluación metacognitiva o un cuestionario


puede revalorizarse cuando nos planteamos el propósito de facilitar al estudiante que
reflexione sobre sus dificultades de aprendizaje y las necesidades que se le van presentando
de recurrir a comportamientos estratégicos acordes a las tareas solicitadas.

La escalera de la metacognición:
Permite a los alumnos reflexionar sobre lo aprendido en clase y cómo lo han aprendido.
Para ello deberán realizarse distintas preguntas para poner en marcha su propio camino en la
escalera de metacognición:

Ventajas de la utilización de la escalera de la :

Permite que los alumnos se autoevalúan


Favorece la autoreflexión y el desarrollo del pensamiento crítico
Enseña la utilidad de los contenidos en otros ámbitos de estudio
Ayuda a evaluar el alcance de los objetivos propuestos en nuestra programación
Contribuye a la competencia de aprender a aprender
Permite evaluar el éxito de nuestra labor docente.

Mejorar la forma de aprender de un alumno supone mejorar la manera en que éste piensa
sobre los contenidos objeto de aprendizaje. Si queremos obtener buenos «productos», es
imprescindible identificar y optimizar los procesos implícitos, y una de las mejores maneras de
hacerlo es conseguir que el estudiante sea consciente de ellos y pueda explicarlos a través de
estrategias metacognitivas.
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