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La articulación temporo-mandibular (ATM) está formada por un conjunto de estructuras

anatómicas que permiten a la mandíbula realizar movimientos de lateralidad, ascenso,


descenso y en sentido anteroposterior, aplicados a la función masticatoria, al habla y a la
deglución.

Las superficies articulares que componen la ATM son:

1.    El cóndilo mandibular,

2.    El cóndilo del temporal

3.    El menisco articular

Biomecanicamente el menisco y el cóndilo deben moverse de forma conjunta por la superficie


del hueso temporal. Al ser convexas las superficies de ambos cóndilos, conlleva que cada ATM
humana sea esencialmente una doble articulación menisco-temporal y menisco-mandibular.

La crepitación es un sonido difuso y mantenido, que suele percibirse durante una parte
considerable del ciclo de apertura o de cierre, o en ambos. Por regla general es indicativa
deosteoartrosis.

El chasquido es un ruido breve que se produce en algún momento de la apertura, el cierre o en


ambos,el origen suele ser una luxación cóndilo-meniscal con desplazamiento anterior del
disco.

Podemos encontrarnos ante tres situaciones:

Hipermovilidad articular:La hipermovilidad articularse acompaña de ruidos articulares y


ausencia de dolor. Al final de la apertura el cóndilo sobrepasa la eminencia, se produce una
traslocación de la articulación sin clínica. Subluxación y luxación presentan excesiva apertura
oral, incapacidad para cerrar la boca y dolor.

Subluxación:La subluxación se caracteriza por la presencia de un “chasquido” durante abertura


y cierre. El cóndilo se desplaza pero existe todavía contacto entre las dos superficies
articulares. Suele reducirla el propio paciente. Cuando hay dolor se trata de una molestia
preauricular que suele irradiar a oído, mismo lado de la cabeza o la cara, y se exacerba con la
función.

Luxación: La luxación en su fase aguda presenta intenso dolor, limitación del ángulo de
movimiento y ausencia de “chasquido” articular durante la función, ya que el disco no se
reduce y persiste en desplazamiento anterior; en la forma crónica disminuye el dolor y persiste
el bloqueo. Existe una separación completa de las superficies articulares y necesita reducción
por parte del médico.
Ruidos articulares

Los ruidos articulares son muy frecuentes y se clasifican como chasquidos audibles o no y
crepitantes. Los crepitantes suelen asociarse a artrosis.

Los clics son sonidos cortos que aparecen de forma súbita durante los movimientos de la
mandíbula y pueden provocar la aceleración del movimiento.

Valoración de la apertura

En la valoración será importante medir el rango articular activo, pasivo y el “end feel” articular.
No obstante, es vital prestar especial atención a la desviación durante la apertura.

Además del desplazamiento con recapturación y sin recapturación, se puede producir un


desplazamiento al final de la apertura por una subluxación unilateral del cóndilo. Así, cuando
encontramos un paciente que tiene una apertura excesiva, tenemos que observar si al final del
movimiento el paciente se desvía lateralmente, lo cual quiere decir que el cóndilo está
pasando por encima de la eminencia.

Como referencia, los datos de apertura normal en la actualidad hablan de 40-55 mm y una
relación de 4mm por cada mm de apertura lateral.

Para medir de manera correcta los movimientos mandibulares podremos utilizar la regla
Therabite utilizando los incisivos superiores e inferiores como referencia.

Así si observamos que un paciente tiene poca apertura, que se desvía la mandíbula hacia un
lado y tiene limitación en la desviación hacia el lado contralateral, el paciente padecerá un
desplazamiento anteromedial sin reducción del disco. 

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