Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En los Estados Unidos, hay tres vacunas autorizadas que protegen contra la
infección por el VPH: Gardasil, Gardasil 9 y Cervarix. Desde 2016, Gardasil 9 es la
única vacuna contra el VPH que se usa en los Estados Unidos. Protege contra la
infección por los siguientes nueve tipos de VPH:
Tipos 6 y 11 del VPH, que causan el 90 % de las verrugas genitales (1)
Tipos 16 y 18 del VPH, que son dos de los VPH de riesgo alto que causan cerca
del 70 % de los cánceres de cuello uterino y un porcentaje aún mayor de otros
cánceres (2–4)
Tipos 31, 33, 45, 52 y 58, que son VPH de riesgo alto y representan del 10 % al
20 % de los cánceres de cuello uterino.
Cervarix protege contra la infección por los tipos 16 y 18, y Gardasil protege contra
la infección por los tipos 6, 11, 16 y 18. Ambas vacunas aún se usan en otros países.
PÁGINA 1
VPH es adecuada. La vacuna contra el VPH es menos beneficiosa para este
grupo porque a esas edades muchas personas ya se expusieron al virus.
Mujeres embarazadas. Se debe esperar hasta después del embarazo para recibir
la vacuna contra el VPH, pero no es necesario hacerse una prueba de embarazo
antes de vacunarse. No hay pruebas de que la vacunación afecte a las mujeres
embarazadas ni de que dañe al feto.
En estos momentos, los investigadores estudian la eficacia de usar una sola dosis de
la vacuna contra el VPH.
Es posible que pasen años hasta que aparezcan los cambios en las células y los
cánceres que causa el VPH. Solo hace poco se confirmó que las vacunas también
disminuyen el riesgo de las infecciones por el VPH en esos tejidos. Con datos de
estudios clínicos y de la vida real de estudios poblacionales, ahora se demostró que
las vacunas disminuyen mucho el riesgo de lesiones precancerosas y de cánceres de
cuello uterino, vagina y vulva en las mujeres vacunadas (10-13). En un estudio
clínico de Gardasil en hombres, se indicó que esta vacuna impide los cambios en las
células del ano que causa la infección persistente del VPH (14). En los estudios que
llevaron a la aprobación de Gardasil 9, se comprobó que es casi 100 % eficaz en la
prevención de lesiones precancerosas e infecciones en el cuello uterino, la vulva y la
vagina por los siete tipos de VPH que causan cáncer (16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58) a
los que se dirige esta vacuna (10).
PÁGINA 2
Aunque Cervarix y Gardasil solo protegen contra la infección por dos tipos de VPH
de riesgo alto, VPH16 y VPH18, estos son los tipos que causan la mayoría de los
cánceres por VPH. En un documento de opinión de 2017, la Organización Mundial
de la Salud (OMS) declaró que las dos vacunas contra el VPH tienen
una eficacia comparable (15). Además, se descubrió que Cervarix ofrece una
protección considerable contra otros tipos de VPH que causan cáncer, un fenómeno
llamado protección cruzada (16). Las mujeres que recibieron tres dosis de Cervarix
tuvieron una protección eficaz contra nuevas infecciones por los tipos 31, 33 y 45 del
VPH (17).
Se determinó que, hasta la fecha, la protección contra las infecciones por los tipos de
VPH a los que se dirigen las vacunas dura al menos 10 años con Gardasil (18), hasta
11 años con Cervarix (17) y por lo menos 6 años con Gardasil 9 (19). Los estudios a
largo plazo sobre la eficacia de las vacunas, que todavía están en curso, ayudarán a
los científicos a entender mejor la duración de la protección (20).
PÁGINA 3
La vacunación no solo protege a las personas vacunadas contra la infección por los
tipos de VPH a los que se dirige la vacuna (y quizás contra otros tipos, según el
grado de protección cruzada), sino que también disminuye la prevalencia de los
tipos de VPH a los que se dirige la vacuna en la población general. De este modo, la
vacunación también disminuye la infección en las personas que no están vacunadas
(un fenómeno llamado protección colectiva o inmunidad colectiva). Por ejemplo, en
Australia, donde un porcentaje alto de niñas están vacunadas con Gardasil, durante
los primeros 4 años del programa de vacunación se observó una disminución de
la incidencia de verrugas genitales en los hombres jóvenes (que no se vacunaban en
aquel entonces) así como en las mujeres jóvenes (21).
Otra prueba de que la vacunación en gran escala contra el VPH ofrece protección
para las personas que no están vacunadas proviene de un metanálisis realizado en
2019 sobre programas de vacunación contra el VPH de solo niñas en 14 países de
ingresos altos que incluyó a 60 millones de personas vacunadas (22). En este
análisis, se comprobó que, hasta 8 años después del inicio de las vacunaciones, los
diagnósticos de verrugas anogenitales disminuyeron un 31 % en las mujeres de 25 a
29 años, un 48 % en los hombres de 15 a 19 años y un 32 % en los hombres de 20 a
24 años, en comparación con el período anterior a las vacunaciones.
Mientras que la incidencia del cáncer de cuello uterino disminuyó en los Estados
Unidos, sobre todo por los exámenes de detección del cáncer de cuello uterino, la
incidencia de los cánceres de orofaringe, vulva y ano relacionados con el VPH está
en aumento (25). De hecho, en los análisis de los datos de 2012 a 2016, se concluyó
que el VPH causó más casos de cáncer de orofaringe que de cáncer de cuello uterino
en los Estados Unidos (2). No hay programas formales para la detección de cánceres
PÁGINA 4
que no sean de cuello uterino, así que la vacunación universal contra el VPH podría
tener una gran repercusión en la salud pública.
A veces se observan síncopes (desmayos) con Gardasil, así como sucede con otras
vacunas. Cuando las personas se desmayan, las caídas a veces causan lesiones
graves, como las lesiones en la cabeza. Casi siempre se evitan estas caídas al
mantener a la persona sentada durante 15 minutos después de vacunarla. La FDA y
los CDC recuerdan al personal médico que, para evitar caídas y lesiones, todas las
personas deben permanecer sentadas o acostadas y ser vigiladas de cerca durante 15
minutos después de la vacunación.
Aunque se observó que las vacunas contra el VPH no son peligrosas cuando se
administran a personas ya infectadas por el virus, las vacunas ofrecen el máximo
beneficio si la persona las recibe antes de comenzar la actividad sexual (32, 33).
PÁGINA 5
Es probable que una persona ya infectada por el VPH de todos modos obtenga algún
beneficio de la vacuna, aunque se haya infectado con uno o más de los tipos de VPH
que se incluyen en las vacunas.
En Costa Rica, se pusieron en marcha dos estudios clínicos dirigidos por el NCI para
confirmar y ampliar estos hallazgos. En ESCUDDO, un estudio aleatorizado
con enmascaramiento doble, en el que participan 20 000 niñas de entre 12 y 16 años,
se evalúa si 1 sola dosis de Cervarix o Gardasil 9 es tan eficaz como 2 dosis para
prevenir la infección persistente por VPH en el cuello uterino. En PRIMAVERA-
ESCUDDO, un estudio sin enmascaramiento ni aleatorización, se obtendrán
resultados anteriores y complementarios a ESCUDDO. Se estudiará la capacidad de
generar una respuesta inmunitaria (inmunogenicidad) con 1 sola dosis de Cervarix
en niñas de 9 a 14 años, en comparación con 3 dosis de Gardasil en mujeres de 18 a
25 años.
PÁGINA 7
PÁGINA 8