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Documento de apoyo curricular para la implementación de la

Educación Ambiental Integral (EAI) en las instituciones educativas


de nivel secundario

Índice

1. La Educación Ambiental Integral como política pública y como proyecto educativo


2. ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?
3. Pedagogía del conflicto ambiental
4. Complejizar para transformar y construir ciudadanía ambiental
5. Propuesta didáctica orientadora: algunas líneas de acción posibles para abordar conflictos
ambientales de manera interdisciplinaria
6. Palabras finales
7. Bibliografía

1. La Educación Ambiental Integral como política pública y como proyecto


educativo

La Educación Ambiental (EA) es un proceso de enseñanza permanente que se viene


desarrollando hace décadas en la escuela secundaria con distintas prácticas pedagógicas,
pero que actualmente cobra forma de política pública, a partir de la Ley Nacional de Educación
Ambiental Integral N° 276211, sancionada en 2021.
El propósito principal de la perspectiva trabajada por la mencionada ley es lograr la
transversalidad en los contenidos a partir de un enfoque ambiental crítico, holístico,
multicultural, de género y participativo, de un modo que se pueda construir ciudadanía
ambiental en virtud del ejercicio del derecho a un ambiente sano, equilibrado y apto para el
desarrollo humano2, y propendiendo a la justicia social y ambiental de todas las personas.

1
https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/245216/20210603
2
Artículo 41 de la Constitución de la Nación Argentina.
En 2022, iniciamos una etapa de consulta y relevamiento de los diferentes proyectos
ambientales que se están llevando a cabo en las escuelas de la provincia de Buenos Aires,
con el objetivo de realizar una georreferenciación situada de las experiencias, en lo que
llamamos “Mapa de la Educación Ambiental”3. Allí, pudimos observar el carácter propositivo y
tangible de esas prácticas, principalmente reflejadas en huertas orgánicas escolares,
separación de residuos, juntado de tapas de plástico, entre otras. En la mayoría de los casos,
se trata de experiencias educativas que se circunscriben a acciones puntuales, que priorizan
prácticas individuales y que, por ende, tienen un alcance limitado para analizar la complejidad
de lo ambiental.
Sin embargo, creemos que estos proyectos constituyen un buen punto de partida para
emprender el camino que buscamos: crear ciudadanía ambiental. Para contribuir en este
sentido, los apartados que siguen pretenden dar cuenta de ciertas representaciones en torno
a la EA y de algunos lineamientos posibles para abordarla integralmente en las instituciones
educativas.

2. ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?

Tradicionalmente, en la escuela se ha concebido al ambiente como el medio que nos


circunda, esencialmente natural y externo, al cual es necesario “cuidar” para evitar su
degradación y contaminación. Van de suyo los diferentes proyectos que apuntan a la moral
del cuidado, de la limpieza, de la no intervención humana, de la culpa individual sobre
problemas más amplios, o incluso, las salidas educativas llamadas “vida en la naturaleza”.
Estas miradas, ancladas en un paradigma de la EA llamado “conservacionista”, no solo son
de bajo impacto, sino que hacen perder de vista la interpretación estructural y de pensamiento
crítico que reclama en sus principios el documento legal antes mencionado.
Diferentes registros teóricos y convenios internacionales acuerdan que el ambiente es
una construcción histórica que se constituye de manera dinámica a partir de la compleja
relación entre sociedades y naturaleza. En dicha dialéctica se producen conflictos, tensiones
y existen actores sociales que tienen más responsabilidad que otros en la generación de los
problemas ambientales. Es por ello que, si bien las acciones educativas mencionadas más
arriba son importantes para el desarrollo de una conciencia ambiental, no son suficientes.

3
Para visualizar el mapa, acceder al siguiente enlace: https://bit.ly/mapaambientalpba
El ambiente nos involucra por el hecho de que somos constructores y constructoras
de ellos.
A continuación, para enfatizar la mirada que intentamos abordar sobre la EA, citamos
un extracto del documento “Ambiente, escuela y participación juvenil: apuntes para un debate
necesario”, elaborado por el Ministerio de Educación de la Nación en 2021:

¿Qué es la educación ambiental?

Es una educación para la acción y la transformación: tiene un sentido político y ético porque
aspira a reflexionar, problematizar y cambiar prácticas individuales y colectivas a partir de
un conjunto de valores como el cuidado, el respeto, la solidaridad, la justicia, la igualdad
entre las personas y la naturaleza.
Nos permite problematizar:
● Los modos en que históricamente las sociedades y las distintas culturas se han
vinculado con la naturaleza;
● Conocer e investigar los problemas y los conflictos ambientales de los distintos
territorios y sus impactos sociales y ecológicos;
● Reflexionar sobre las causas que han generado la actual crisis ambiental y
climática;
● Poner en cuestión las desigualdades sociales y territoriales;
● Reflexionar sobre nuestras prácticas cotidianas, tanto individuales como colectivas;
● Repensar los modos de enseñar y aprender en la escuela, en los espacios
socioeducativos y comunitarios;
● Generar acciones y proyectos alternativos más justos, diversos y sostenibles.

3. Pedagogía del conflicto ambiental

Lo anterior nos permite concluir que lo ambiental reviste una complejidad que es
posible analizar didácticamente con nuestras y nuestros estudiantes, a partir de lo que se
denomina pedagogía del conflicto ambiental (Canciani y Telias, 2014). Según las autoras, esta
perspectiva pedagógica propone concebir a los conflictos como objetos de enseñanza y
aprendizaje, al tiempo que entiende a los escenarios de conflicto ambiental y defensa del
territorio como espacios donde circulan, se producen y transmiten diversos saberes legítimos.
Es decir, intenta promover la comprensión del complejo mundo social desde una dimensión
ambiental, a partir de la identificación de intereses, muchas veces contrapuestos.
Abordar un conflicto ambiental desde una mirada crítica, integral y compleja, requiere
considerar, para su análisis, la puesta en marcha de una investigación interdisciplinaria en
la que interactúan elementos que pertenecen a dominios disciplinarios diversos fuertemente
conectados. Así, la complejidad es vista no solo por la diversidad de las partes que constituyen
los procesos o fenómenos de la realidad, sino también por las múltiples articulaciones que
entre ellos se establecen.
Es por esto que, bajo la perspectiva que apuntamos a construir, analizar los conflictos
ambientales reviste de un análisis más profundo que realizar una descripción o enumeración
de problemas ambientales4 desligados de las tensiones entre los actores sociales que habitan
los territorios.
Es un enorme desafío, para la Educación Secundaria, avanzar en el desarrollo e
implementación de propuestas de carácter transversal e interdisciplinario donde el
ejercicio dialógico entre materias sea parte sustancial del acto educativo. La selección de un
conflicto de índole local o regional, conocido, leído o escuchado por las y los estudiantes, es
una estrategia didáctica que apunta a interpelar el compromiso social y la sensibilización por
cuestiones que, quizás de otro modo, estarían naturalizadas o invisibilizadas. La potencia que
adquiere analizar estos conflictos locales o cercanos se vincula directamente con nuestra
forma de vida presente y futura. Y es aquí donde, desde las aulas y las actividades concretas,
construimos ciudadanía e interconectamos las dimensiones social, cultural, política,
económica y ecológica, materializadas en un territorio y en un momento histórico
determinados.

4
Un problema ambiental es el trastocamiento o afectación de un determinado ambiente por parte de
uno o más actores sociales, donde se modifican negativamente sus condiciones de funcionamiento y
habitabilidad con respecto a la situación anterior. Se caracterizan por ser persistentes en el tiempo,
tener difícil resolución y responder a múltiples factores que los ocasionan (económicos, políticos, éticos,
socio-culturales). En cambio, un conflicto ambiental es un problema denunciado por las personas que
habitan el territorio, donde se reclaman derechos y condiciones para habitar ese ambiente en
condiciones sanas. Supone una colisión de intereses contrapuestos por el acceso, control, distribución
y gestión de los recursos naturales. En este sentido, puede existir un problema sin conflicto, pero no al
revés.
4. Complejizar para transformar y construir ciudadanía ambiental

Como ya indicamos, afortunadamente, existen muchos proyectos y experiencias


vinculados a la educación ambiental en las escuelas secundarias bonaerenses, los cuales
constituyen buenos plafones pedagógicos para avanzar en la educación ambiental integral.
No obstante, es preciso señalar que aún faltan potenciar esfuerzos político-pedagógicos para
transitar por senderos que conduzcan a los principios que la Ley Nacional reclama, donde
será importante superar las acciones que solo apuntan a actitudes voluntarias e individuales
que se encuentren desligadas de las problematizaciones señaladas en el apartado anterior.
En este sentido, nos distanciamos de aquellas corrientes de EA con visiones instrumentalistas
que tienen como horizonte producir experiencias escindidas de complejos procesos de
reflexión-acción, para desarrollar propuestas tendientes a problematizar el ambiente, donde
puedan construirse dispositivos de intervención social para la construcción ciudadana.
A modo de sugerencia, presentamos un cuadro que sintetiza -en la primera columna-
los proyectos que actualmente están en vigencia en la mayoría de las escuelas5, mientras que
en las otras, planteamos algunos interrogantes y potenciales actividades para complejizar y
profundizar aquello que ya está en curso.
La intención del mismo es graficar el proceso de transición deseable que deberían
atravesar los proyectos que ya están siendo implementados en las diferentes instituciones a
los cuales es necesario seguir haciéndoles preguntas epistémicas en pos de poner en diálogo
no sólo las materias entre sí, sino también de avanzar en nuevas perspectivas de análisis.

5
Para realizar este cuadro se tomó como referencia la información que llegó a la Dirección a partir del
relevamiento de proyectos y experiencias ambientales institucionales y áulicas solicitado en el mes de
mayo 2022.
Proyecto actual Acción pedagógica docente Habilidades estudiantiles en Ejemplo de proyecto futuro para
funcionamiento complejizar la mirada

Desarrollo de una huerta Explicación sobre la forma de Aprendizaje por descubrimiento, Cuestionamiento al modelo
orgánica escolar producción alimentaria empatía con los sectores que agroalimentario vigente,
tradicional, de los alimentos proponen otra agricultura e identificando actores
ultraprocesados, la ley de interpretación de sus cuerpos monopólicos y propuesta de un
etiquetado frontal, los como un territorio que es stand saludable en la escuela
fundamentos de la agroecología agredido por la producción preparado con alimentos de la
y de la soberanía alimentaria agroalimentaria actual huerta

Colocación de distintos Ampliación de la escala, Análisis de gobernanza e Investigar la política de


recipientes para realizar observando qué sucede con la identificación del cumplimiento separación de residuos a escala
separación de la basura en las separación y el reciclaje de los efectivo de regulaciones municipal y valorar el trabajo de
aulas residuos en la ciudad los recicladores urbanos.

Elaboración de un decálogo Identificación de los principales Distinción de responsabilidades y Grabación de podcasts sobre la
sobre acciones individuales que responsables del cambio comparación de datos temática y realización de una
“ayudan a la Tierra” climático y de la crisis ambiental estadísticos campaña de información en la
global escuela. Historizar el conflicto.
Proyecto actual Acción pedagógica docente Habilidades estudiantiles en Ejemplo de proyecto futuro para
funcionamiento complejizar la mirada

Realización de afiches o láminas Análisis de causas y Reconocimiento de actores Generación de una campaña de
con los principales problemas consecuencias de los problemas sociales y patrones geográficos concientización en las redes
ambientales del país ambientales, identificando los de los conflictos ambientales sociales, sobre todo con aquello
actores sociales y el conflicto de que los medios de comunicación
“Investigar un problema intereses que existe detrás de no muestran sobre los problemas
ambiental” ellos y conflictos ambientales

Efemérides ambientales: Día del Considerar la evocación de la Percepción de las fechas Aprovechar la efemérides para
árbol, Día del ambiente, Día del fecha para iniciar o concluir un puntuales como disparadores considerar fechas alternativas
agua, entre otros. Afiche en proceso de trabajo reflexivo para comprender procesos más que apunten a analizar la
pasillo de escuela sobre la importancia de ese bien amplios y complejos degradación ambiental: derrame
común, sus servicios en Magdalena, muerte de Fabián
ambientales y los riesgos de su Tomasi (agroquímicos), tragedia
desigual apropiación en Avellaneda por gas
cianhídrico, asesinato de Chico
Méndes
Proyecto actual Acción pedagógica docente Habilidades estudiantiles en Ejemplo de proyecto futuro para
funcionamiento complejizar la mirada

Jura de Compromiso Ambiental Construir una agenda ambiental Distinción de escalas y Generar compromiso ambiental a
escolar con temáticas locales, comprensión de la relación entre partir de acciones de
regionales, nacionales y ellas intervención colectiva que
mundiales permitan problematizar lo
considerado en la agenda
5. Propuesta didáctica orientadora: algunas líneas de acción posibles para
abordar conflictos ambientales de manera interdisciplinaria

Territorio y conflictos socio-ambientales locales y regionales

Creemos que introducir la educación ambiental integral en las aulas a partir de la


selección de un conflicto ambiental dilemático y controversial (local o regional) permite poner
en discusión las tensiones existentes entre los distintos actores sociales involucrados en la
apropiación y uso de los recursos naturales, alejándonos así de meras descripciones
descontextualizadas y fragmentadas.
Consideramos que una propuesta de enseñanza cuya estrategia didáctica esté
centrada en el conflicto genera en las y los estudiantes mayor grado de responsabilidad y
protagonismo. Con la guía de sus docentes, asumen responsablemente un involucramiento
integral y progresivo en donde las diversas áreas de conocimiento proveen herramientas y
recursos para trabajarlo. Así, el tratamiento áulico deja de ser netamente descriptivo y
fomenta la búsqueda de renovadas formas de organización escolar y formatos didáctico-
pedagógicos.
Al abordar los conflictos ambientales de manera interdisciplinaria, se promueve la
comprensión de la compleja trama social, histórica y cultural que los constituye,
desnaturalizando las relaciones entre la naturaleza y la sociedad, pero también, de las
personas entre sí. Será el diálogo entre áreas el que, desde el punto de vista didáctico, estará
a disposición de construcciones sucesivas de saberes cada vez más profundos y
significativos sobre el conflicto y el entramado de problemáticas socio-ambientales.

Algunos ejemplos posibles

A partir de los años 70, las transformaciones económicas, productivas y sociales


ligadas a las políticas neoliberales se materializaron de diferente manera a lo largo del
territorio nacional y, particularmente, de los ambientes bonaerenses. Plantearemos tres
situaciones propias de nuestra provincia que son plausibles de ser abordadas integralmente:
Situación A

En los ámbitos urbanos, sobre todo en las áreas metropolitanas, se desarrolló un


nuevo modelo de suburbanización residencial, orientada principalmente a los sectores
sociales de altos ingresos: los llamados barrios cerrados o country club. Este esquema,
llevado adelante por grandes empresas inmobiliarias -tanto de origen nacional como
internacional- que se intensifica en los 90 y se consolida en el siglo XXI, se desarrolló, en
muchos casos, sobre los ambientes de humedales, transformando su esencia (rellenados de
suelo, expulsión de especies nativas, encauzamiento y apropiación de cuerpos de agua), y
poniendo en tensión a diferentes sectores de la sociedad.

Situación B

En las zonas rurales, el ingreso a la Argentina de semillas genéticamente modificadas


(de soja, maíz y trigo) y de agroquímicos ligados a estos cultivos (glifosato, entre otros),
definió una estructura agraria muy diferente a la de principios del siglo XX, tendiente a la
concentración de la tierra. La introducción de estos cultivos transgénicos a gran escala
desplazó a otros tradicionales que diversificaron la producción y generaron alteraciones en el
ambiente y la salud de las comunidades cercanas a las explotaciones agropecuarias.
Asimismo, los nuevos actores sociales que irrumpieron en el agro (“pools de siembra”,
contratistas, etc.), se hicieron de un paquete tecnológico capaz de maximizar los rindes de
los cultivos y sus saldos exportadores, a la vez que polarizaron socialmente el espacio rural
y se apropiaron de bienes de la Tierra que son comunes a todos (nutrientes del suelo, agua,
energía solar).

Situación C

Las cuencas hídricas de la provincia presentan un alto índice de criticidad ambiental


como consecuencia de múltiples factores que, a lo largo del tiempo y de manera entrelazada,
se materializan en el territorio. Si bien las causas de esta situación son distintas en las
cuencas que se emplazan en ámbitos urbanos, rurales y periurbanos, lo que las asemeja es
la implementación de políticas públicas sectorizadas y la gestión fragmentada del territorio
(Alvino, 2014). La degradación y deterioro de los recursos agua, suelo y aire en las cuencas
hídricas -como bienes comunes y culturales- impactan de manera directa en la salud y calidad
de vida de la población que en ellas residen.
Proponemos dos posibles rumbos para abordar estas situaciones:

1. Pensar en las contribuciones conceptuales y en las herramientas


metodológicas que puede aportar cada materia de la escuela secundaria para
abordar cada situación.
2. Analizar estas situaciones problemáticas a partir de los once principios que
prescribe la ley en su artículo 3.

¿Por qué analizar estos problemas desde una perspectiva ambiental?

Porque nos permite:

● analizar las formas de aprovechamiento y explotación de los recursos naturales


valorados en un contexto particular;
● comparar los usos y aprovechamientos de los recursos y bienes naturales con otros
contextos y momentos históricos;
● comprender la historia de los conflictos en tanto procesos sociales, dinámicos y
atravesados por tensiones;
● poner en diálogo contenidos de diversas áreas del conocimiento;
● visibilizar conflictos relevantes para la población local donde estos problemas
suceden;
● visibilizar los discursos, intereses y valoraciones de los distintos actores sociales que
intervienen en el conflicto;
● tejer redes con organizaciones ambientalistas o sociales para defender y luchar por el
cumplimiento de ciertos derechos que se están vulnerando;
● construir lazos con los gobiernos locales para poner en vigencia la normativa
ambiental, plantearlas en caso de que no exista o reformularla si correspondiera;
● realizar un análisis multiescalar y multidimensional de un conflicto.
● plantear alternativas de solución a esos conflictos y difundir colectivamente el reclamo
ante las entidades y organismos que correspondan.

La pedagogía del conflicto ambiental tiene como propósito problematizar su


enseñanza a través de preguntas que tensionen y discutan varios aspectos: quiénes y por
qué realizan la actividad, con qué propósitos, cuáles son las condiciones ambientales
resultantes, cómo se modificaron las bases naturales, qué consecuencias ocasiona, a
quiénes perjudica, a quiénes beneficia, qué organizaciones sociales están involucradas,
cuáles son sus reclamos, cómo tratan los medios de comunicación dichas problemáticas, qué
rol asume el Estado. La intencionalidad didáctica de estas preguntas es abrir el juego
disciplinar para que las diversas áreas de conocimiento puedan ir ofreciendo respuestas en
función de sus enfoques de enseñanza. Cada una de las áreas involucradas dará un
tratamiento característico a la parcialidad del conflicto, en donde las y los estudiantes serán
los que irán encontrando relaciones, asumiendo una participación ciudadana activa y
responsable en clave de derechos.

En cada propuesta pedagógica que se presente con los lineamientos descriptos se


propiciará la construcción de sujetos políticos que quieren una mejora en sus condiciones de
vida, pero también se harán visibles dilemas éticos y culturales referidos a las maneras de
concebir, aprovechar y valorar los bienes comunes y los servicios ambientales. En este mismo
sentido, consideramos que, para generar una ciudadanía crítica y reflexiva -que participe de
manera activa en la solución de estos problemas-, el abordaje integral es el escenario propicio
para el ejercicio y aprendizaje colectivo en la toma de decisiones y en el desarrollo de
acciones democráticas.

6. Palabras finales

Transitar la Educación Ambiental Integral en las instituciones educativas es un camino


complejo que llevará tiempo de desarrollo y dedicación conjunta, por cuanto involucra, no solo
esfuerzos a la hora de apropiarse de un nuevo paradigma, sino que incluye la articulación de
materias y actores, cuestión que no siempre es sencilla de lograr. Los problemas y conflictos
ambientales poseen una historia que, como docentes, será preciso revisar e investigar para
que las y los jóvenes obtengan información fidedigna, tal como las leyes ambientales
nacionales y el acuerdo internacional de Escazú lo prescriben. Al igual que la Educación
Sexual Integral, esta perspectiva se encontrará con diferentes obstáculos y deberá interpelar
ciertos intereses fácticos, debiendo visibilizar las responsabilidades de aquellos actores que
son más lesivos con los ambientes que habitamos. El ambiente es, acaso, aquello más
preciado que deberemos resguardar en nuestras prácticas cotidianas. Pero ya no se trata de
generar consignas ni de reforzar el sentido común instalado (ambiente=naturaleza), sino que
cuando se toma verdadera conciencia de que la degradación ambiental atenta
indefectiblemente contra la vida (humana, animal, vegetal, etc.), estas propuestas se vuelven
ineludibles. Nuestros y nuestras estudiantes lo tienen muy claro. ¿Las y los ayudamos a
transitar ese camino?

7. Bibliografía

Alvino, S (2014) La escuela, sujeto territorial en el manejo integral de las cuencas hídricas
metropolitanas. En: La educación ambiental en argentina: actores, conflictos y políticas
públicas. La bicicleta ediciones.

Dirección General de Cultura y Educación (2008). Diseños Curriculares de la provincia de


Buenos Aires. La Plata.

Brailovsky, A. y Foguelman, D. (2004). Memoria Verde. Plaza edición: Bs. As.

Brailovsky, A. (2014). Proyectos de educación ambiental: la utopía en la escuela. Bs. As:


Noveduc.

Canciani, M y Telias, A (2014). Perspectivas actuales en educación ambiental; la pedagogía


del conflicto ambiental como propuesta político-pedagógica. En: La educación ambiental en
argentina: actores, conflictos y políticas públicas. La bicicleta ediciones.

Corbetta, S. y Sessano, P. (2016). La Educación Ambiental (EA) como “saber maldito”.


Apuntes para la reflexión y el debate. Revista Sustentabilidad(es) vol 7 (13): (31 – 46).

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Galano, C.; Leff, E., et. al. (2002). Manifiesto por la vida. Por una ética para la sustentabilidad.
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Gonzalez Gaudiano, E. (2007). Educación Ambiental: trayectorias, rasgos y escenarios.


México, Plaza y Valdés.

Ley Nacional N° 27621 para la implementación de la Educación Ambiental Integral en la


República Argentina. Boletín Oficial, Buenos Aires, Argentina, mayo de 2021. Disponible en:
https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/ley-27621-350594/texto

Ley de Educación Ambiental Integral: Hacia un nuevo contrato social de ciudadanía


responsable. Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/ambiente/educacion-ambiental/ley-
de-educacion-ambiental

Merlinsky, M. (2013). Cartografías del conflicto ambiental en Argentina. Buenos Aires: Ciccus.

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