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Etapas

Establecimiento y desarrollo inicial: La encomienda se estableció en los primeros años


de la colonización de América por parte de los europeos, a partir de finales del siglo
XV. Durante esta etapa temprana, se otorgaron encomiendas a los colonizadores
españoles como una forma de recompensa por su participación en la conquista y
colonización. Estas encomiendas implicaban el otorgamiento de tierras y la autoridad
para gobernar y obtener tributos de los pueblos indígenas encomendados.

Explotación y abusos: Con el tiempo, muchas encomiendas se convirtieron en formas de


explotación y opresión hacia los indígenas. Los encomenderos exigían tributos, trabajo
forzado y otros abusos a los encomendados, lo que resultó en la explotación y el
sufrimiento de las poblaciones indígenas.

Reformas y regulaciones: Debido a los abusos y excesos cometidos por algunos


encomenderos, surgieron voces que clamaban por reformas y regulaciones para proteger
a los indígenas. En respuesta, se promulgaron leyes y regulaciones que buscaban limitar
los abusos y establecer un trato más justo hacia los encomendados.

Transformación en un sistema de tributación: A medida que avanzaba el periodo


colonial, el sistema de encomienda comenzó a evolucionar hacia un sistema de
tributación. En lugar de trabajar directamente para los encomenderos, los indígenas
debían pagar tributos en especie o en dinero a la corona española.

Declive y desaparición: A lo largo del siglo XVIII, la encomienda comenzó a perder


relevancia y a ser reemplazada por otras formas de organización y explotación colonial.
Las reformas borbónicas y los cambios económicos y políticos llevaron a la gradual
desaparición de la encomienda como institución.

Importancia de la encomienda

Organización del sistema colonial: La encomienda estableció un sistema de


organización social y económica en las colonias españolas. Proporcionó una estructura
jerárquica clara, donde los encomenderos tenían el control sobre la mano de obra
indígena y las tierras asignadas. Esto permitió establecer una base para la
administración y explotación de los recursos en los territorios colonizados.
Explotación económica: La encomienda fue una herramienta clave para la explotación
de los recursos naturales en América. Los encomenderos tenían derecho a utilizar la
mano de obra indígena para la producción de bienes agrícolas, mineros y otros
productos comerciales. Esto permitió a España obtener grandes beneficios económicos
de las colonias y financiar sus proyectos en Europa.

Evangelización y expansión del cristianismo: La encomienda también tuvo una


dimensión religiosa importante. Los encomenderos tenían la responsabilidad de
evangelizar a los indígenas a su cargo, lo que permitió la difusión del cristianismo en
América. Esto fue parte del objetivo de la Corona española de "civilizar" a los indígenas
y convertirlos a la fe católica.

Control y dominio sobre los territorios colonizados: La encomienda otorgaba poder y


control a los encomenderos sobre las comunidades indígenas y las tierras asignadas.
Esto contribuyó a la consolidación del dominio español en América, asegurando su
control territorial y económico. Además, el sistema permitió el establecimiento de una
estructura de gobierno colonial eficiente y efectivo.

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