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NMGD-403

Gestión de Precios

Marketing y Gestión
Comercial

Semestre IV

EJERCICIO N°1
¿Qué es una estructura de costos?

La estructura de costos es un documento en el que se organizan de forma práctica los gastos de


una empresa.

Debe incluir todos los costos necesarios para que la empresa funcione y pueda cumplir con su
propuesta al consumidor, por ejemplo: materia prima, comisiones, salarios, impuestos, empaques,
alquiler, servicio de internet, entre otros.

Hay dos maneras en las que una empresa puede dirigir sus decisiones: por costo o por valor.
Las empresas impulsadas por los costos son aquellas cuyo objetivo es gastar menos, para poder
ofrecer una propuesta más accesible al público.

Por su parte, las empresas orientadas al valor son aquellas en las que se pone el foco en la calidad,
aunque esto se traduzca a veces en productos o servicios más caros, pero considerados más
valiosos.

La elección de uno de estos modelos va a orientar la forma de planificar los costos en una empresa.

¿Por qué es importante tener una estructura de costos?

Una estructura de costos es uno de los aspectos que deben plantearse a la hora de definir el modelo
de negocio de una empresa, su importancia radica en estas razones:

• Es útil para evaluar aumentos o disminuciones de los costos en general.


• Ayuda a calcular la utilidad y los beneficios en la venta de un producto o servicio.
• Facilita la proyección de ganancias totales, mensuales y anuales.

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• Apoya al control total de las finanzas de un negocio.
• Indica si un emprendimiento es rentable o no.

Tipos de costos

Podemos distinguir al menos nueve tipos de costos:

• Costos directos
• Costos indirectos
• Costos fijos
• Costos variables
• Costos operativos o de funcionamiento
• Costos de oportunidad
• Costos hundidos
• Costos controlables
• Costos no controlables

Hablemos brevemente de cada uno de ellos para evitar dudas.

Costos directos
Aquí entran la mano de obra, la materia prima y los gastos involucrados en la producción de un
producto o un servicio.

Costos indirectos
A diferencia de los anteriores, no se relacionan directamente con la producción, por ejemplo el
servicio de internet o de luz. Aunque pueden ser servicios útiles a la hora de producir, no se usan
solo para eso.

Costos fijos
Son los que no dependen de las ventas de tu negocio, por ejemplo el alquiler de un local físico, el
mantenimiento de tu tienda en línea, los sueldos, el pago a los contadores, etcétera.

Costos variables
Son los que sí dependen del volumen de ventas del negocio, por ejemplo el costo de la mercancía,
la tarifa cobrada por los medios de pago, los gastos de envíos, entre otros.

Hablando de costos fijos y variables, ¿sabés qué es el punto de equilibrio? Si no, te invitamos a
hacer clic en ese enlace para seguir trabajando en las finanzas de tu negocio y mejorar su
rentabilidad.

Costos operativos o de funcionamiento


Es una categoría en la que se consideran los gastos necesarios para que una empresa pueda
operar diariamente, un ejemplo sería el alquiler de la oficina o taller.

Costos de oportunidad
No es una clasificación tan común pero hay ocasiones en las que es necesario considerarla. Se
refiere al beneficio al que se renuncia al elegir una alternativa sobre otra. Por ejemplo, si se guarda
el dinero en el banco, generando 2% de intereses, vs. si se deja en efectivo, sin crecimiento alguno.

Costos hundidos
Son los gastos que ya se hicieron y no se van a poder recuperar en el futuro, un ejemplo muy sencillo
es el tiempo.

Costos controlables
Esta es una clasificación por consumo y, como su nombre lo dice, se refiere a aquellas cifras sobre
las que se tiene control. Los bonos, las donaciones y los aumentos a los colaboradores son ejemplos
de ellos.

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Costos no controlables
Son exactamente lo contrario a los controlables y un buen ejemplo podría ser la publicidad en
Google, que varía en función al valor de las palabras clave en un momento determinado.

Pese a la variedad en los tipos de costos para hacer una estructura sencilla y útil para un negocio,
hay dos en especial que se pueden considerar: los costos fijos y los costos variables.

Componentes de una estructura de costos

En líneas generales existen dos tipos de costos: los fijos y los variables.

• Los costos fijos son aquellos que no dependen de las ventas de tu negocio (por ejemplo:
alquiler de oficina, conexión a internet, mantenimiento de tu tienda online,
sueldos, contadores, etcétera).
• Los costos variables son aquellos que sí dependen de tu volumen de ventas (por ejemplo:
costo de la mercadería, tarifa cobrada por los medios de pago, costo del envío, etcétera).

Veamos en detalle cada tipo para que puedas elaborar tu estructura de costos sin que te quede
ninguna duda sobre estos conceptos.

Costos fijos
Para entender tus costos fijos es clave preguntarte cuáles son todos los gastos que tendrías en un
mes aún si no tuvieras ninguna venta.

Algunos casos típicos son:

• Alquiler de oficina, depósito o local (incluí siempre expensas, luz, gas, agua, limpieza e
impuestos).
• Conexión a internet.
• Teléfono fijo y móvil (si es que tenés uno exclusivo para tu negocio).
• Sueldos (incluí todos los impuestos sobre los sueldos y no solo el valor “en mano”).
• Contadores.
• Abogados.
• Mantenimiento de cuenta bancaria.
• Mantenimiento de tienda online.
• Publicidad en redes sociales.
• Otros costos de operación (monotributo, por ejemplo).

Lo importante es que puedas planificar mensualmente estos gastos y entender qué inversión
necesitás para mantener tu operación básica.

Ejemplo de costos fijos

Supongamos que querés crear tu tienda virtual, tu lista de gastos fijos podrían ser los siguientes:

• Trabajás desde tu casa, por lo que no necesitás pagar alquiler de oficina.


• Tenés un costo de $4.000 por mes por la conexión a internet.
• El teléfono fijo casi no lo usás, pero tiene un costo de $1000 mensual.
• Todavía no tenés empleados: son solo vos y tu socio que quieren ganar $150.000 por mes
cada uno.
• Tenés un estudio de contadores que cobra $10.000 por mes.
• Tenés un estudio de abogados que trabaja por hora. Estimás necesitarlos poco, por lo cual
implicaría aproximadamente $6.000 por mes.
• Tenés una cuenta bancaria simple, con un costo de mantenimiento de $2.000 mensuales.
• Tenés una tienda online en Tiendanube con un costo de $1.499 por mes (¡mirá todos los
planes acá!).
• Sos monotributista y pagás $5.000 mensuales.

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En total, tus costos fijos serían de $329.499 por mes.
Costos variables

Para cada producto que vendas, tenés que conocer los costos asociados. Seguramente tengas
muchos costos que sean independientes del producto y otros que dependan mucho de él.

Por ejemplo, el costo de fabricación del producto seguramente sea muy distinto para una remera,
un vestido o un cinturón, pero el costo de empaquetado tiene que ser similar para todos.

Algunos casos de costos variables son:


• Fabricación del producto.
• Empaquetado.
• Envío.
• Comisión del medio de pago.
• Impuestos (IVA, ingresos brutos, impuesto a las ganancias).

Ejemplo de costos variables

Ahora que conocés el significado de los costos fijos y variables, analicemos un ejemplo en el que
tenés una marca de ropa y vendés una camisa:

• Tenés un costo de fabricación de $1.500.


• Para el envío, colocás la camisa en una bolsa plástica transparente y la entregás en una
bolsa plástica con manija, estampada con el logo de tu marca, dirección web de tu tienda y
teléfono de contacto: todo esto tiene un costo de $300.
• El envío lo paga el comprador con lo cual no representa un costo para vos.
• El medio de pago cobra un 4% de la venta. Si vendés la camisa en $7.000, tenés un costo
de $280.
• No tenés que pagar IVA aparte porque sos monotributista y la cuota mensual ya está
considerada en los costos fijos.

Tu costo de venta para cada camisa es de $2.080. Si vendés la camisa en $7.000, vas a tener una
ganancia marginal de $4.920 por camisa.

Pasos para hacer una estructura de costos

Para hacer una estructura de costos se debe hacer un desglose de costos fijos y variables. Lo ideal
es evitar aproximaciones y usar datos reales para así obtener resultados correctos.

Estos son los pasos que tenés que seguir para hacer la estructura de costos de una empresa:

1. Desglosar los costos fijos (tal como lo hicimos en el ejemplo de la sección anterior).
2. Desglosar los costos variables (tal como lo hicimos en el ejemplo de la sección anterior).
3. Obtener la ganancia marginal, es decir, el beneficio extra o adicional que se obtiene de la
venta de un producto o servicio. En el ejemplo anterior de la camisa el costo de venta para
cada pieza es de $2.080. Entonces, si vendés la camisa en $7.000, vas a tener una ganancia
o utilidad marginal de $4.920 por prenda.
4. Hacer un análisis de la evolución de las ventas e, incluso, crear una proyección anual de las
ganancias totales de tu negocio.

Ya tengo mi estructura de costos, ¿y ahora?

Siguiendo con el ejemplo de la estructura de costos para un negocio de ropa, ya sabemos que tenés
costos fijos por $329.499 por mes y que cada camisa que vendés genera $4.920 de ganancia.

Con una división podemos entender cuántas camisas necesitás vender por mes para cubrir tus
costos: vendiendo 67 camisas todos los meses podés cubrirlos (incluyendo tu sueldo y el de tu
socio).

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Lo importante es entender cómo podés hacer para vender esas 67 camisas y cuándo vas a lograr
venderlas. ¡Tenés dos caminos!

• Invertir en publicidad: acá vas a tener que analizar cuántas ventas genera esa inversión en
publicidad y considerarla como parte de tus costos variables.
• Adquirir nuevos clientes de forma gratuita: en este caso vas a tener que entender qué
esfuerzos tenés que realizar y cuánto tiempo te va a demorar llegar a 67 camisas
mensuales.

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